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SE PRESENTA COMO AMICUS CURIAE

Sr. Vocal de la Sala III de la Cámara de


Apelaciones en lo Civil y Comercial
Dr. Macelo Ramón Domínguez

Asociación Dr. Miguel Ragone por la Verdad, la Memoria y la Justicia, con el patrocinio
letrado de los Drs. Angélica Verónica Molina, MP. 4.194, Natalia Toro, MP. 4.205, Rodrigo
Sebastián Vázquez, MP 4.097, constituyendo domicilio legal en la calle Urquiza 107,
Ciudad de Salta, en el caso caratulado “Castillo Carina Liliana y otros c/ Ministerio de
Educación y Superior Gobierno de la Provincia s/ Amparo y Medida Cautelar”, Expte. N°
313.763/10, nos presentamos y respetuosamente a V.S decimos:

I. OBJETO
Que esta Asociación ha designado a sus miembros Angélica Verónica Molina,
Haydee Toranzos Ovejero, Natalia Toro, Rodrigo Sebastián Vázquez, a fin de presentarse
en autos, en carácter de Amicus Curiae para someter a su consideración argumentos de
Derecho Constitucional y de Derecho Internacional de los Derechos Humanos de
relevancia para la resolución de la cuestión planteada, solicitando se admita la
presentación efectuada y se tomen en cuenta los mismos al momento de dictar sentencia.

II. LEGITIMACION
La Asociación Dr. Miguel Ragone por la Verdad, la Memoria y la Justicia; tiene por
objeto: 1.‐ encarar investigaciones sobre diferentes aspectos referidos a la actividad
judicial, el sistema de justicia y seguridad en su conjunto, y las políticas gubernamentales
sobre derechos humanos en Argentina; 2.‐ elevar propuestas a las autoridades
gubernamentales sobre aspectos parciales o generales del Sistema Judicial y las políticas
de Derechos Humanos; 3.‐ participar en la implementación y ejecución de reformas
legales o materiales (administrativas, de gestión, etc.) al sistema judicial, de seguridad y a
la normativa que rige la problemática de los derechos humanos; 4.‐ potenciar la
implementación de acciones tendientes a atender la problemática de exclusión que afecta
y condiciona las vidas de personas en situación de desocupación y discriminación; 5.‐
hacer presentaciones administrativas y judiciales, sea en carácter de querellantes o
amicus curiae o como denunciante ante los organismos competentes sobre violaciones a
Derechos Humanos y controlar dichas actuaciones instando en todo momento la
prosecución de dichos procesos y procedimientos; , siendo esta presentación en concreto,
un instrumento que estimamos contribuye a tal fin.
III. ADMISIBILIDAD
La Asociación Dr. Miguel Ragone por la Verdad, la Memoria y la Justicia tiene entre sus
objetivos la implementación de acciones tendientes a atender la problemática de
discriminación, como así también la promoción de los derechos humanos, entre ellos la
libertad de culto, trato igualitario, educación libre de discriminación, derecho a la
intimidad, al principio de reserva, libertad de conciencia y respeto a las minorías étnicas y
religiosa, nos resulta de particular interés la resolución que V.S puede dar a este caso, en
razón del interés general que reviste esta causa y los efectos que esta puede producir en
la sociedad, ya que su decisión puede brindar una efectiva protección de los derechos
humanos enunciados.
Asimismo, estimamos de particular trascendencia el rol que S.S puede
desempeñar en el presente caso en atención a las materias involucradas, que hasta el
presente, escasamente han sido desarrolladas por el sistema interno y regional de
protección de derechos humanos.
En las sociedades democráticas desarrolladas el paradigma de la protección de
los derechos humanos aparece como un elemento central de su régimen político; por su
parte, en las sociedades latinoamericanas, en vías de desarrollo, lejos de hallarse
consolidado un conjunto de valores democráticos básicos, estos se encuentran en un
proceso de inestabilidad y riesgo, propios de la construcción de un paradigma, es por esto
que, como dice Felipe González1, es necesario el fortalecimiento en nuestra región de una
mirada global como la que ofrecen los derechos humanos, toda vez que ellos permean la
cultura e impregnan con un sentido "pro homine" la organización política y social.
El Amicus Curiae ha sido definido por importantes sectores de la doctrina en su
actuación como “la presentación ante el tribunal donde tramita un litigio judicial, de
terceros ajenos a ésa disputa, que cuentan con un justificado interés en la resolución final
del litigio, a fin de ofrecer opiniones consideradas de trascendencia para la sustanciación
del proceso en torno a la materia controvertida”2, señalándose además que el concepto
incluye a personas — ya sean abogados o legos — quienes intervienen en un proceso
judicial para asistir al tribunal dando información sobre cuestiones de hecho o de
derecho3.
El origen del amicus se remonta al derecho romano y luego en el derecho inglés,
siendo la figura posteriormente receptada y desarrollada en el escenario jurídico
norteamericano y en otros países de habla inglesa. Ha recibido importante acogida y
utilización en el ámbito internacional de los derechos humanos, siendo hoy en ellos un
lugar común donde presentaciones de este tipo se realizan, sea ante la Comisión y la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, como en entes similares de Europa o África.
En la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sido empleada, en diversos
casos contenciosos y en la totalidad de las opiniones consultivas que emitiera;
concretamente, el sustento normativo de tales presentaciones fue evolucionando, hoy el
Reglamento de la Corte expresamente regula esta figura en su art. 444.

1 Así lo postula el ex Presidente de España, Felipe González, en su "Modernidad, postmodernidad y derechos humanos en América

Latina" (IIDH Estudios especializados en Derechos Humanos, Edit. IIDH, 1996, pag. 264).
2Abregu, Martín y Courtis, Christian "Perspectivas y posibilidades del amicus curiae en el derecho argentino" en AAVV "La aplicación
de los tratados sobre derechos humanos en los tribunales locales" Edit. Del Puerto, Buenos Aires, 1997, pag.387.-
3 Gil Domínguez, Andrés "Tribunal Superior de la Ciudad de Buenos Aires" Edit. La Ley, 2001, pag. 167.
4Aprobado por la corte en su LXXXIV periodo ordinario de sesiones celebrado del 16 al 28/11/09. Art. 44.- 1. El escrito de quien desee
actuar como amicus curiae podrá ser presentado al Tribunal, junto con sus anexos, a través de cualquiera de los medios establecidos
En el Tribunal Europeo de Derechos Humanos debe tenerse en consideración el
art 36 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las
Libertades Fundamentales, de acuerdo a lo establecido en el art 1 del Protocolo 115
relativo a la reestructuración del mecanismo de control establecido por el convenio. Dicha
norma pauta la “intervención de terceros” ante el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos y específicamente en el ap. 2, establece que, en interés de la buena
administración de justicia, el presidente del tribunal podrá invitar a cualquier alta parte
contratante que no sea parte en el asunto, o a cualquier persona interesada distinta del
demandante, a que formule observaciones por escrito o a participar en la vista.
En lo que respecta a la República Argentina, en su ordenamiento jurídico se
recepta este instituto, siendo incorporada en varios supuestos, así:
‐ Constitución Nacional: el Amicus Curiae tiene legitimación constitucional,
enunciativamente, por parte de los arts. 14 (derecho de peticionar a las autoridades); 18
(debido proceso); 33 (derechos y garantías implícitos); 28 (prohibición de toda limitación
irrazonable al ejercicio de los derechos); y 75 inc. 22 párr. 2º, en cuanto a la
jerarquización constitucional de los tratados internacionales en materia de derechos
humanos allí individualizados y los que en el futuro sean ungidos con tal carácter6;
disposiciones, todas, que quedan envueltas y recorridas por el caudal axiológico que les
suministra el postulado contenido en el Preámbulo que compele a "afianzar la justicia".
Esta figura se alinea también con el sesgo de la reforma de 1994, que pretendió
transfundir al texto y al espíritu constitucional, alentando la participación popular en la
toma de decisiones de interés público, por ejemplo, por medio de los mecanismos de
democracia semi directa (iniciativa y consulta populares, respectivamente, arts. 39 y 40).
También cabe computar como elemento coadyuvante, la directriz incorporada
por la aludida reforma en pro de hacer extensiva, en la acción de amparo, la legitimación
(ergo, la intervención) de las ONG o asociaciones que persigan la protección de derechos
de incidencia colectiva, a la luz del art. 43 párr. 2º CN.
‐ Leyes: la Ley Nº 24.488, sobre Inmunidad de Jurisdicción de los Estados
Extranjeros ante los tribunales argentinos en el art. 7 se contempla la figura del amicus,
estable que En el caso de una demanda contra un Estado extranjero, el Ministerio de
Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto podrá expresar su opinión sobre

en el artículo 28.1 del presente Reglamento, en el idioma de trabajo del caso, y con el nombre del autor o autores y la firma de todos
ellos; 2. En caso de presentación del escrito del amicus curiae por medios electrónicos que no contengan la firma de quien los
suscribe, o en caso de escritos cuyos anexos no fueron acompañados, los originales y la documentación respectiva deberán ser
recibidos en el Tribunal en un plazo de 7 días contados a partir de dicha presentación. Si el escrito es presentado fuera de ese plazo o
sin la documentación indicada, será archivado sin más tramitación ; 3. En los casos contenciosos se podrá presentar un escrito en
calidad de amicus curiae en cualquier momento del proceso pero no más allá de los 15 días posteriores a la celebración de la
audiencia pública. En los casos en que no se celebra audiencia pública, deberán ser remitidos dentro de los 15 días posteriores a la
resolución correspondiente en la que se otorga plazo para la remisión de alegatos finales. El escrito del amicus curiae, junto con sus
anexos, se pondrá de inmediato en conocimiento de las partes para su información, previa consulta con la Presidencia.; 4. En los
procedimientos de supervisión de cumplimiento de sentencias y de medidas provisionales, podrán presentarse escritos del amicus
curiae.
5 Protocolo que entrara en vigor en noviembre de 1998.
6 A la nómina expedida en el párr. 2º de tal cláusula constitucional se ha añadido la Convención Interamericana sobre Desaparición
Forzada de Personas, instrumento al que se ha adjudicado semejante alcurnia por medio de la ley 24.820 (B.O. del 29/5/1997) (Adla-
LVII-C, 2893); y la Convención Sobre Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad con
jerarquía constitucional otorgada por ley 25.778 (B.O. del 03/09/03) (Adla- LXIII-D,3843).
algún aspecto de hecho o de derecho ante el tribunal interviniente, en su carácter “amigo
del tribunal”.
Por su parte la Ley Nº 402, de Procedimientos ante el Tribunal Superior de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires regula expresamente la institución del amicus curiae
en su art. 22: Cualquier persona, puede presentarse en el proceso en calidad de asistente
oficioso…Su participación se limita a expresar una opinión fundamentada sobre el tema en
debate. El/la juez/a de trámite agrega la presentación del asistente oficioso al expediente
y queda a disposición de quienes participen en la audiencia. El asistente oficioso no reviste
calidad de parte ni puede asumir ninguno de los derechos procesales que corresponden a
éstas. Las opiniones o sugerencias del asistente oficioso tienen por objeto ilustrar al
tribunal y no tienen ningún efecto vinculante con relación a éste…Agregada la
presentación, el Tribunal Superior, si lo considera pertinente, puede citar al asistente
oficioso a fin de que exponga su opinión en el acto de la audiencia…
‐ Acordada: la acordada nº 28/2004 de la CSJN resolvió que la presentación de
Amigos del Tribunal resulta “un provechoso instrumento destinado, entre otros objetivos,
a permitir la participación ciudadana en la administración de justicia”, ella considera
apropiado que en las causas en trámite en las que se debatan cuestiones de interés
público o de relevancia institucional se autorice a tomar intervención a terceros ajenos a
las partes, que cuenten con una reconocida competencia sobre la materia litigiosa “y que
demuestren un interés inequívoco en la resolución final del caso, a fin de que ofrezcan
argumentos de trascendencia para la decisión del asunto”.
‐ Jurisprudencia: Existen en nuestro país numerosos antecedentes
jurisprudenciales en los que tribunales locales aceptaron la presentación de un dictamen
en carácter de Amicus Curiae.
Los tribunales federales han autorizado la presentación de memoriales bajo la
invocación del amicus curiae, así, por ejemplo, en la causa caratulada “Hechos ocurridos
en el ámbito de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA)”7, la Sala II de la Cámara
Federal en lo Criminal y Correccional de la Capital, en pleno, resolvió, en su decisión, del
18/5/1995, aceptar la presentación de amigos del tribunal, la Cámara fundó su decisión en
los siguientes argumentos:
‐ el papel de amicus curiae está reservado a organizaciones no gubernamentales
que persigan un interés válido y genuino en la cuestión discutida en la causa y acrediten
una especialización en el tema que allí se debate.
‐ debe tratarse de casos de amplio interés público;
‐ la intervención del amicus curiae se considera comprendida del art. 44 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y en los Reglamentos de la Corte
Interamericana y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos;
‐ la actuación del amicus curiae, limitado en principio a la esfera jurisdiccional
supranacional, se ha extendido a ámbitos locales con favorable acogida.
También la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal ha aceptado este tipo
de presentaciones (a pesar de no existir una regulación procesal específica al respecto) en
el expediente Nº 2813, caratulado “Felicetti, Roberto”, en el que admitió la presentación
en carácter de amicus curiae del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), de la
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), del Movimiento Ecuménico de

7 Sentencia publicada en E.D. 164-212. Fecha de la decisión: 18/5/1995.


los Derechos Humanos (MEDH), y de Abuelas de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de
Mayo Línea Fundadora, quienes fundaron su participación en las normas constitucionales
de referencia, con más razón debe admitirse esta intervención cuando el fundamento
constitucional de esta participación ha sido reconocido por el Máximo Tribunal.
En el caso “Klass, Ricardo Jorge s/ denuncia”, expte. Nº 2.512, la Cámara de
Apelaciones de la Provincia de Tierra del Fuego declaró formalmente admisible la
presentación de un escrito de “amicus curiae” redactado por la ADC con los siguientes
fundamentos: “… cabe expresar que este Tribunal no tiene reparos en aceptar el agregado
de opiniones que, con fundamentos jurídicos y reconocida idoneidad, trasmiten al proceso
la interpretación que consideran adecuada al caso, cuando este pueda contener
cuestiones que, en principio, pudieran involucrar la efectiva vigencia de garantías
constitucionales y la misma defensa técnica del imputado y éste, propician la
presentación. En este aspecto no pueden ni deben desalentarse tales manifestaciones, en
la medida que ello colabora con la debida información y publicidad de los actos propios del
Poder Judicial” (voto del juez Muchnik, considerando I)
Por su parte, la Corte Suprema de Justicia de la Nación tampoco ha sido ajena a la
fuerte tendencia de autorizar los amicus curiae pues es una fuente creadora de figuras
jurídicas ‐a modo pretoriano‐ cuando de enfatizar una garantía constitucional se trata, tal
como ha ocurrido en la causa “Provincia de San Luis vs. Estado Nacional y otros”, del
5/3/2003 (J.A. 2003‐I‐188).
En nuestra provincia la figura del amicus fue receptado en dos casos de amparo,
uno “CODELCO vs. Municipalidad de la Ciudad de Salta‐ Amparo”, expte. N° 21.7828/8 de
la sala 3 de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial, en el cual el Defensor del
Pueblo de la Ciudad de Salta solicitó que su intervención fuera en el carácter de amicus
curiae. En el otro proceso caratulado “Sisnero, Mirta Graciela y Otros vs. Tadelva SRL‐
Amparo”, expte. 26.1463/9 de la sala 5 de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y
Comercial, fue el INADI quien de modo espontáneo efectuó una presentación, expresando
que lo hacía en carácter de amigo del tribunal, adoptando el magistrado del amparo
dentro de las cualidades que le asigna el art 87 de la Constitución Provincial, la decisión de
asignarle a esa presentación los alcances que le asigna la acordada 28/04 de la CSJN.
Así, y pese a su falta de regulación, la figura del amicus constituye un medio
procedimental no prohibido de ejercicio de la libertad de expresión y del derecho a
peticionar ante las autoridades8, debiendo ser admitida conforme criterios de la
jurisprudencia citada.
La evolución contemporánea del instituto en estudio, no sólo en el marco del
derecho anglosajón, sino particularmente en el del derecho internacional de los derechos
humanos, aporta a la figura un matiz diferencial, pues se le incorpora la noción del interés
público o general, que anima la intervención del amicus en cuanto actúa en el marco de la
defensa, promoción y protección de los derechos humanos.

8 Abregú, Martín, Courtis, Christian, op. cit, pág. 390. Además, estos autores señalan que “la presentación del amicus curiae no
produce perjuicio contra ninguna de las partes del litigio, ni tiene entidad para retardar o entorpecer el proceso. El presentante no
reviste carácter de parte, su posibilidad de actuación procesal se reduce al agregado de la opinión que emita al expediente”, pág. 391.
En este contexto, es que ciertas personas, grupos de personas o instituciones
interesadas en lo que Abregú y Courtis denominan la "proyección colectiva de las
decisiones de la magistratura"9, puedan presentar sus respectivas opiniones ante el
tribunal, lo que implica volver a lo señalado con anterioridad, respecto a la marcada
tendencia de infundir una mayor participación en nuestra democracia, plasmada en la
última reforma de nuestra Carta Magna.
El interés de nuestra presentación radica en los efectos que la decisión tomada
por V.S pueda llegar a tener en la búsqueda del logro de una educación que prepare al
niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión,
paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos,
nacionales y religiosos y personas de origen indígena10.
En virtud de lo expuesto, y atento a que no existen cláusulas o principios
constitucionales que pudieran quedar comprometidos o lesionados con nuestra
participación en este proceso, y que el objeto de la presentación del Amicus Curiae
consiste en aportar opiniones a V.S. respecto de algunos puntos tratados en este caso a
fin de brindar criterios y análisis que serán de utilidad al momento de decidir la causa, nos
presentamos ante Ud. con el objeto de que se nos permita hacerle conocer nuestros
argumentos jurídicos sobre el caso planteado.

IV. HECHOS
Con anterioridad al dictado y entrada en vigencia de la ley 7.546 (ley de
Educación de la Provincia de Salta), la enseñanza de la educación religiosa católica en la
Escuela Pública Primaria ya constituía una costumbre, siendo este hecho de público
conocimiento, sin embargo con la sanción de la mencionada ley la enseñanza religiosa se
tornó OBLIGATORIA (art. 27 inc ñ).
Tal situación ha generado una presunta violación de los derechos humanos
tutelados por los Tratados Internacionales y demás normativas a los que adhiere nuestra
Carta Magna, con la reforma constitucional de 1994 en su art. 75 inc. 22, en particular el
derecho a la libertad de culto y creencias, derecho a la igualdad, a la educación libre de
discriminación, a la intimidad, principio de reserva, libertad de conciencia y respeto a las
minorías étnicas y religiosas, lo que motiva la presentación de este Amicus Curiae.
La vulneración de estos derechos ha sido señalada por testimonios basados en los
acontecimientos que a diario vivencian los miembros de la comunidad educativa salteña,
quienes señalan que en ocasión del dictado de clases en los establecimientos educativos
públicos, algunos alumnos sufren prácticas discriminatorias en razón de su religión o por
ser no teístas, por ejemplo deben salir de las aulas al momento del dictado de esta
materia por ser contraria a sus creencias y sin que se hubiera previsto actividades
alternativas para los educandos o deciden quedarse en el aula por temor a sentirse
diferentes; otro ejemplo de estas prácticas violatorias en las escuelas públicas es la
realización de oraciones católicas al inicio de clases. Esta situación va mas allá del ámbito
escolar, haciéndose extensivo al núcleo familiar ya que provoca que los niños cuestionen a

9 Exponen con mucha claridad Abregú y Courtis (Op. Cit. Pag.388): "Proporcionada la posibilidad de que los grupos interesados

presenten sus puntos de vista ante la inminencia de una decisión judicial trascendente, el debate de las cuestiones examinadas
judicialmente que, de otro modo, queda relegado al relativo hermetismo de la función jurisdiccional, adquiere el carécter de una
discusión pública". Esta posición ha sido brillantemente expuesta por Carlos Santiago Nino en su "Fundamentos de Derecho
Constitucional" Edit. ASTREA, Buenos Aires, 1996, pag.107.
10 Art 29 Convención de los Derechos del Niño.
sus padres por no practicar la misma fe católica que la escuela y la mayoría de sus
compañeros practican. De esta manera queda claro que la enseñanza religiosa en las
instituciones educativas son fuente de discriminación.
Siendo nuestro Estado laico, tiene la obligación de garantizar que no se vulneren
o supriman los derechos por causas de convicciones religiosas, la escuela es un universo
heterogéneo, donde la laicicidad debe ser garantizada, se deben crear nuevos contextos
comunes que se adapten a las individualidades de cada alumno. En tal sentido, Norberto
Bobbio sostiene que: “El espíritu laico no es en sí mismo una nueva cultura, sino la
condición para la convivencia de todas las posibles culturas”, entonces la laicicidad es un
aliado natural del constitucionalismo democrático, de agendas modernas y
emancipadoras, que garantiza el derecho a no ser discriminados.
Cabe además recordar que la religión forma parte de la esfera privada de cada
persona, que se manifiesta colectivamente entre aquellos que comparten un mismo
credo, correspondiéndose el ejercicio de este derecho con la dignidad que toda persona
merece, eje sobre el cual gira toda la protección de los Derechos Humanos en el Estado
democrático. Por tanto, la enseñanza religiosa obligatoria en el ámbito educativo público
a través de la dogmatización atenta contra el derecho de libertad religiosa, ya que implica
la intromisión del Estado en el ámbito privado, haciendo público lo que no es y no
contribuyendo a una educación plural basada en la integración, sino dando lugar a la
generación de actos discriminatorios.

V. DERECHO
V.I‐ Igualdad
Los seres humanos no somos iguales ni biológica, ni social ni culturalmente, pero
es la ley, que desde la ética debe buscar lograr la igualdad en aras de la justicia. Como bien
lo señala Luigi Ferrajoli: la igualdad es un término normativo: quiere decir que los
diferentes deben ser respetado y tratados como iguales; y que, siendo esta una norma, no
basta enunciarlas sino que es necesario observarlas y sancionarlas. Diferencia/s es un
término descriptivo: quiere decir que de hecho entre las personas, hay diferencias, que la
identidad de cada persona está dada precisamente por sus diferencias y que son
precisamente sus diferencias las que deben ser tuteladas respetadas y garantizadas en
obsequio al principio de igualdad11.
El art 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece en que
ámbitos los hombres son IGUALES, esto es en DIGNIDAD y en DERECHO; señala que
todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, dotados como
están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente unos con los otros.
Ha sido reconocida por la comunidad internacional la universalización de la
igualdad en dignidad y derecho, un largo camino se debe transitar para la efectiva
finalidad promovida por las naciones en la declaración de los derechos humanos.

11 Ferrajoli, L., Derechos Y Garantías. La Ley Mas Débil, Trotta, Madrid, 1999, pág.79.
El principio de la protección igualitaria y efectiva de la ley y de la no
discriminación constituye un dato sobresaliente en el sistema tutelar de los derechos
humanos consagrado en muchos instrumentos internacionales y desarrollado por la
doctrina y jurisprudencia internacionales. En la actual etapa de la evolución del derecho
internacional, el principio fundamental de igualdad y no discriminación ha ingresado en el
dominio del jus cogens. Sobre él descansa el andamiaje jurídico del orden público nacional
e internacional y permea todo el ordenamiento jurídico12.
En el Sistema Interamericano de protección de los DDHH, se puede observar de
manera clara una fuerte evolución en el concepto de igualdad y no discriminación. De una
idea de igualdad en sentido formal como la obligación del Estado de eliminar privilegios
indebidos o discriminaciones de derechos en perjuicio de determinadas personas, hacia
un concepto de igualdad sustantivo (estructural) que establece el deber del Estado de
brindar protección especial a ciertos grupos subordinados. En esta evolución del concepto
de igualdad, hay una evolución del rol del Estado. El concepto de igualdad formal
presupone un Estado, en cierta medida neutral ciego a la diferencia, y un concepto de
igualdad sustantiva presupone un estado que abandona la neutralidad y define políticas
de transformación y protección de grupos discriminados13.

V.II‐ Principio Pro ‐ Homine


El principio pro homine es un criterio hermenéutico que informa todo el derecho
de los derechos humanos, en virtud del cual se debe acudir a la norma más amplia, o a la
interpretación más extensiva, cuando se trata de reconocer derechos protegidos e,
inversamente, a la norma o a la interpretación más restringida cuando se trata de
establecer restricciones permanentes al ejercicio de los derechos o a su suspensión
extraordinaria.
Este principio coincide con el rasgo fundamental del derecho de los derechos
humanos, esto es, estar siempre a favor del hombre14.

V.III‐ Principio de No discriminación. Análisis de la ley 7.546 ‐ art.8 inc m y 27 inc


ñ.
El Comité de Derechos Humanos en su Observación General N° 18 párr. 7
concretó su concepto de discriminación: debe entenderse referido a toda distinción,
exclusión, restricción o preferencia que se basen en determinados motivos, como la raza el
color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión pública o de otra índole, el origen nacional o
social, la posición económica, el nacimiento, o cualquier otra condición social, y que
tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o
ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales
de todas las personas15.

12Corte IDH, Caso Yatama Vs. Nicaragua, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia de 23 de junio de
2005, Serie C No. 127, párr. 184; y en igual sentido, Corte IDH, Condición Jurídica y Derechos de los Migrantes Indocumentados. OC-
18/03 del 17 de septiembre de 2003. Serie A No. 18, párr. 101.
13 Víctor Abramovich. Igualdad y No Discriminación y Acceso a la Justicia. Actualización jurídica y nuevos mecanismos de Protección.
El principio de no discriminación y el Derecho a la igualdad en Sistema Interamericano. 1° Edición, Bs. As. INADI 2009.
14Pintos Mónica. E l Principio Pro Hommine, en la Aplicación de los Tratados sobre Derechos Humanos por los Tribunales Locales,
Editorial el Puerto. 1997, 163/171.
15 Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Observación General N°18: No discriminación, 11/10/1989, párr. 7.
Los elementos característicos del concepto de discriminación son: en primer lugar
que este vocablo se usará en sentido restrictivo y solo para denotar aquella diferenciación
arbitraria prohibida; por otra parte la razón de ser de la distinción entre los seres humanos
debe encontrarse dentro del catálogo de criterios prohibidos establecido en la norma
determinada para que se entienda discriminatoria.
“El siguiente componente es que la diferenciación de trato tenga por objeto o por
resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de
igualdad de los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas”. Es
decir, la anulación o el menoscabo de la igualdad que se produce, ya sea por acción
directa, ya sea como el privilegio otorgado a otros, es un factor que se debe considerar
independientemente de la intención del responsable de la distinción16.
Se habla de distinción y discriminación, no siendo tomadas como sinónimos; las
distinciones son legítimas si: son aplicadas en forma objetiva, si obedecen a una
justificación razonable que mantenga una cierta proporcionalidad entre la medida y la
finalidad perseguida y que se persiga un propósito legítimo en virtud del pacto17.
Conforme a lo precedentemente expuesto, cabe analizar la ley provincial de
Educación 7.546 en su art. 8 inc. m y su art 27 inc. ñ, preceptos que son cuestionados por
los amparistas.
El art. 8 establece: Los principios, fines y criterios de la educación en la provincia
de Salta son…m) garantizar que los padres y en su caso los tutores tienen derecho a que
sus hijos o pupilos reciban en la escuela pública la educación religiosa que esté de
acuerdo con sus propias convicciones, en cumplimiento del artículo 49 de la Constitución
de la provincia de Salta; el art. 27: La Educación Primaria tiene como finalidad
proporcionar una formación integral, básica y común. Son objetivos de la Educación
Primaria en la provincia de Salta… ñ)brindar enseñanza religiosa, la cual integra los
planes de estudio y se imparte dentro de los horarios de clase, atendiendo a la creencia
de los padres y tutores quienes deciden sobre la participación de sus hijos o pupilos. Los
contenidos y la habilitación docente requerirán el aval de la respectiva autoridad
religiosa.
Estos artículos encierran un trato discriminatorio: en las escuelas públicas se
produce el menoscabo del ejercicio, goce y reconocimiento de la libertad de elección de
creencias, por cuanto se da preferencia a aquellos que ejercen algún tipo de religión,
excluyendo a quienes no profesan ninguna.
Esta distinción no resulta objetiva, pues la amplitud del articulado deja librada a
la interpretación subjetiva de la autoridad lo que se entiende por religión al no señalar en
qué sentido esta palabra debe ser interpretada, o de qué forma es que los alumnos de
escuelas públicas recibirán la educación adecuada a las creencias de los padres o tutores;
siguiendo los estándares internacionales de protección de los derechos humanos al
referirse a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, este concepto debe ser

16Palacios Zuloaga, Patricia. La No Discriminación, Estudio de Jurisprudencia del Comité de Derechos Humanos sobre la Clausula
Autónoma de la No Discriminación. Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Chile. 2006, pág. 25 a 85.
17En igual sentido se pronunció la Corte Interamericana de de Derechos Humanos: “Condición Jurídica y Derechos de los Migrantes
Indocumentados” OC. 18/03 del 17/11/2003 serie A N°18.
interpretado en un sentido amplio18, lo que en la práctica abarcaría la enseñanza de cada
una de las creencias. Sin embargo el texto normativo al referirse a la enseñanza religiosa
en las escuelas públicas, donde se manifiesta la heterogeneidad de una sociedad, da lugar
a lo que teóricamente se conoce como “separados pero iguales”19 ya que al educar a cada
uno en su creencia o generar espacios alternativos a los ateos o agnósticos, tácitamente
causa discriminación. Resultaría una alternativa viable la enseñanza en la escuela pública
de materias como historia general de las religiones ‐libre de dogmas‐ y ética siempre que
ello se haga de manera neutral y objetiva, garantizando así a los padres que sus niños no
serán discriminados en virtud de sus convicciones.
Concluyendo que las normas no cumplen con el presupuesto de objetividad,
corresponde analizar si las mismas tienen una justificación razonable. La subjetividad en
la determinación de lo razonable o no razonable de una distinción no debe entenderse
como una manifestación de valores propios de una cultura en particular, sino abarcando
valores universalmente reconocidos. “Ahora bien, una gran orientación para la
determinación de la razonabilidad de determinadas distinciones ha sido el consenso
universal en cuanto que hay ciertas categorías reconocidas como “sospechosas” para esos
efectos. Estas categorías son criterios de distinción generalmente rechazados por lo que
resulta muy poco probable que una distinción basada en ellas pueda ser legítima. Se
afirma que el rechazo a distinciones fundadas en estas categorías sospechosas se ha
convertido en una norma de ius cogens internacional. Hasta el momento el referido
consenso se ha centrado en el rechazo a diferenciaciones de trato basadas en la raza, el
sexo o la religión de la persona”20.
Si bien la sociedad salteña está conformada en su mayoría por creyentes de
diferentes cultos, esta exteriorización de valores que predominan en nuestra sociedad no
puede ser el único elemento utilizado como directriz de normativas provinciales y más
aun educacionales, que invisibilizan a una minoría que merece respeto y protección a sus
convicciones e igualdad jurídica, en este sentido el artículo 5 inc. 1 de la Declaración sobre
Derechos de las Personas Pertenecientes a Minorías Nacionales o Étnicas, Religiosas y
Lingüísticas, reza: “Las políticas y programas nacionales se planificarán y ejecutarán
teniendo debidamente en cuenta los intereses legítimos de las personas pertenecientes a
minorías…”. La concordia o el asentimiento en valores comunes y compartidos son
necesarios para que exista una nación y un proyecto nacional. Ahora bien, si aceptamos a
la OEA y a la ONU, aceptamos un conjunto de valores compartidos de base, común entre
todos los países de América (OEA) o del mundo (ONU), en cuestiones de educación,
ciencia o en cuestiones generales de marco político, en este marco la DUDH ratifica una
amplia y solida aceptación de un importantísimo conjunto de valores por parte de todos
los estados firmantes.

18Observación General N° 22 del 30/7/93 del Comité de Derechos Humanos.


19 Esta teoría es una forma sintética de expresar la idea de que la igualdad de trato no resulta contrapuesta con la idea de
segregación, idea que fue desarrollada por la Corte Suprema de los Estados Unidos de América por la cual justificaba el trato
desigual de personas de raza negra, alegando que al tener todos el acceso a un determinado derecho (por ejemplo, el acceso al
transporte público en el caso Plessy) y aunque lo sea con algunas diferencias (en el caso citado, ocupando los asientos traseros de
los ómnibus) se garantiza la igualdad en el ejercicio del derecho. Sin embargo con el caso “Brown vs. Board of Education” dicho
Tribunal revirtió su criterio al establecer que toda segregación era de hecho, una situación de desigualdad.
20 Palacio Zuloaga,Patricia, op.cit.; pag. 36/37.
V.IV‐ Estado laico, educación religiosa en las escuelas públicas, libertad de culto,
religión y creencias, niños y minorías étnicas.
Adentrándonos a un estudio minucioso de las leyes provinciales cuestionadas,
comenzaremos por analizar el Art. 2 de la Constitución Nacional, el que señala que “El Gobierno
federal sostiene el culto católico apostólico romano”. Este precepto no hace referencia a la
adopción del culto católico como religión del Estado, ni autoriza a rama alguna del Estado a dar su
apoyo a un culto determinado, por el contrario este artículo cuando refiere a sostenimiento lo
21
hace desde un punto de vista estrictamente económico y financiero . De manera similar lo
establece el art. 11 de nuestra Constitución Provincial.
Mención aparte merece el art. 49 de la Constitución Provincial que establece: el sistema
educacional contempla las siguientes bases:…los padres o en su caso los tutores tiene derecho a
que sus hijos o pupilos reciban en la escuela pública la educación religiosa que esté de acuerdo a
sus convicciones.

Introducir en las escuelas públicas la educación religiosa abre la puerta a posibles


conflictos, exclusiones y a la discriminación.
Resulta de trascendental importancia el análisis de un estado laico y lo que
representa la laicicidad en la educación.
Históricamente la laicidad estuvo centrada en la necesidad de separar la religión
de los asuntos del Estado y de la enseñanza, actualmente no se limita a esa concepción,
sino que gira en torno a la idea más amplia de que el Estado y sus instituciones no deben
intervenir en el ámbito de la conciencia individual y colectiva.
La laicicidad del estado garantiza la libertad de conciencia porque no adopta ni se
opone a ningún credo, en él se otorga reconocimiento constitucional de los derechos
humanos que tiene la característica de universalidad, inviolabilidad e indisponibilidad,
siendo por lo tanto un componente imperioso del Estado democrático.
El laicismo en el ámbito educativo público es la expresión de la separación del
estado y la iglesia, así como de un conjunto de normas que, por un lado, impiden al Estado
establecer preferencias o privilegios a favor o en contra de religión alguna y por otro, de la
garantía de libertad de creencias o convicciones, de la cual se derivan derechos específicos
para todo individuo como el derecho a tener o adoptar la creencia religiosa de su
preferencia, o su derecho de no profesar creencia religiosa alguna y no ser por ello objeto
de discriminación, coacción u hostilidad por causa de tales creencias religiosas, sin dejar
de lado su derecho a no ser obligado a declarar sobre ellas.
El laicismo en la escuela pública aspira a asegurar la libertad de pensamiento, que
es el primer eslabón del que penden una cadena de libertades, entre otras, la de
conciencia y la religiosa que desembocan en la libertad de expresión, todo esto robustece,
mediante la educación una forma de gobierno y un sistema de vida democráticos en los
que se exprese el pluralismo social y político del país; y a respetar las garantías
individuales y los derechos humanos de toda persona, en especial cuando se trata de
niños por encontrarse su personalidad en un proceso de formación, conforme el art. 14.1.

21Anales de la legislación argentina, tomo I, pág. 12- Emilio Ravignani, Asambleas Constituyentes Argentinas, tomo IV, 1827-1862,
pág. 489.
los Estados Partes respetarán el derecho del niño a la libertad de pensamiento, de
conciencia y de religión… 3. La libertad de profesar la propia religión o las propias
creencias estará sujeta únicamente a las limitaciones prescritas por la ley que sean
necesarias para proteger la seguridad, el orden, la moral o la salud públicos o los derechos
y libertades fundamentales de los demás, consagrado en la Convención sobre los
Derechos del Niño.
La educación es indispensable para la democracia, ya que todos los ciudadanos
requieren estar capacitados para comprender los principios y normas que los rigen y su
obligatoriedad, en la formación básica, compromete al estado a impartirla mediante
planes de estudios y programas en los cuales se omitan los credos religiosos.
La laicidad en la educación pública reconoce la diversidad y el respeto por el
derecho de las minorías.
La Declaración sobre la Eliminación de todas las Formas de Intolerancia y
Discriminación Fundadas en la Religión y las Convicciones22, en su preámbulo recuerda
que uno de los principios fundamentales es la dignidad e igualdad de todos los seres
humanos, y que los Estados se comprometieron a tomar medidas para promover y
estimular el respeto por los derechos y libertades fundamentales “sin distinción de raza,
idioma o religión”,… considerando que la religión constituye, para quien lo profesa, un
elemento fundamental de su concepción de la vida, por lo que debe ser íntegramente
respetada y garantizada; además señala que es …esencial promover la comprensión,
tolerancia, la libertad y el respeto en las cuestiones relacionadas con la libertad de religión
y de convicciones23, la enseñanza religiosa que se imparte actualmente en las escuelas
públicas, da preferencia a la educación religiosa católica generando discriminación en
relación de otras religiones o convicciones.
El primer ámbito de formación del niño es la familia la que lo dota de valores,
principios, convicciones e intereses. Corresponde al Estado por medio de la escuela
respetar plenamente las convicciones del educando, en ella se aprenderán los principios
que la sociedad considera valioso, teniendo por obligación la escuela brindarle
herramientas conceptuales y de juicio que progresivamente le permitan tener un
pensamiento crítico y valorativo que guíe su conducta.24
La escuela no es un lugar donde se examina la creencia de los educandos, sino
donde se ofrece un marco de valores universales que hacen posible la convivencia de
personas con diferentes credos y costumbres, ya que cada individuo es una persona capaz
de proyectar su propio plan de vida (de elegir fines, adoptar intereses y formar deseos) y
de intentar llevarlo a cabo, esto es conforme al art. 29 inc. d) de la Convención sobre los
Derechos del Niño que establece 1. Los Estados Partes convienen en que la educación del
niño deberá estar encaminada a:… Preparar al niño para asumir una vida responsable en
una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y
amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de
origen indígena…
Los valores y principios que debe transmitir el establecimiento educacional
público al estudiante deben contribuir a que sus creencias, costumbres y actos, sean
22 Proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 25/11/1981 (Resolución 36/55).
23Preámbulo de la Declaración sobre la Eliminación de todas las formas de Intolerancia y Discriminación Fundadas en la Religión y las
Convicciones.
24Art. 28 Convención sobre los Derechos de los Niños.
acordes con su dignidad y la de los demás. Al brindar una cultura universal, la escuela
amplía los horizontes espirituales del alumno; al proporcionarle conocimientos, le da la
posibilidad de comprender el mundo y participar en su transformación, multiplicando sus
opciones ensancha sus márgenes de libertad.
Es responsabilidad del Estado a través del sistema educativo garantizar una
educación integral, brindando una formación ciudadana comprometida con los valores
éticos y democráticos de participación, libertad, solidaridad, resolución pacífica de
conflictos, respeto a los derechos humanos, responsabilidad, honestidad, valoración;
fomentando una cultura nacional incluyente, basada en el respeto a la diversidad cultural,
abierta a los valores universales. Debe además, promover en todos los niveles educativos
y modalidades, la comprensión del concepto de eliminación de todas las formas de
discriminación, señalando que los valores contenidos en la sociedad están sustentados en
un profundo respeto a la dignidad del ser humano, respetando las diferencias entre las
personas sin admitir discriminación de ningún tipo: raza, religión, grupos, sexos o
individuos.
Con respecto a las minorías étnicas en la educación básica pública, corresponde
que se asegure a los pueblos indígenas su identidad cultural, respetando de esta manera
sus derechos; dado que la provincia en su conformación poblacional tiene un gran
porcentaje de comunidades originarias, según datos aportados por el INDEC, es menester
adecuar políticas públicas educativas que cumplan con los postulados de la ley nacional
23.302 en su art.14, y los tratados internacionales. Este es otro punto que la ley 7.045 en
sus arts. 8 inc. m y 27 inc ñ olvida.
Los estudiantes tienen derecho a una educación integral e igualitaria en términos
de calidad y cantidad, que contribuya al desarrollo de su personalidad, posibilite la
adquisición de conocimientos, habilidades y sentido de responsabilidad y solidaridad
sociales y que garantice igualdad de oportunidades, igualmente deben ser respetados en
su libertad de conciencia, punto que la actual Ley Provincial de Educación viola en su
práctica al imponer educación pública religiosa católica25.
La ley de Protección Integral de Todas las Personas desde el Momento de su
Concepción y hasta la Mayoría de Edad de la Provincia 7.039, entre sus postulados
proclama:
Art. 1 …El Estado garantizará el Interés Superior del niño y el adolescente,
brindándole las oportunidades y facilidades para el desarrollo físico, psíquico y social, sin
discriminación de ninguna naturaleza, como por ejemplo de raza, color, sexo, edad,
idioma, religión, cultura, nacionalidad y opinión política.
Art. 5.‐ El Estado asegurará los derechos del niño y el adolescente, a la vida, a la
identidad desde su nacimiento, a la libertad, a la integridad física, psíquica y social,
preservando la imagen, la autonomía de valores, ideas, o creencias, y los espacios y
objetos personales…

25 Ley Nacional de Educación 26.206.


Art. 14.‐ Las personas de existencia ideal públicas o privadas, gubernamentales o
no gubernamentales dedicadas al niño y el adolescente, deberán asegurar los derechos
reconocidos por la presente Ley y ajustar su funcionamiento a los siguientes criterios y
pautas: a) Respetar y favorecer la integración del núcleo familiar…
Art. 15.‐ Los organismos oficiales y las organizaciones civiles que desarrollen
programas o servicios de atención, y en especial aquellos que alberguen a niños y
adolescentes, deberán cumplir con los derechos y garantías que emanan de la Convención
Internacional de los derechos del Niño, ratificada por Ley Nacional Nº 23.849, e
incorporada en el artículo 75 de la Constitución Nacional, y en especial g) Asegurar
asistencia religiosa a aquellos que lo deseen, de acuerdo a sus creencias…
Todos estos artículos completan el plexo normativo señalado precedentemente,
trae como innovación el deber de preservación del núcleo familiar para el fortalecimiento
institucional, por ser la familia el principal sustento de la sociedad.
Esta norma provincial es también vulnerada por la Ley Provincial de Educación en
los artículos cuestionados, ya que no respeta las creencias del niño que tuvieron sus
fuentes en el núcleo familiar.
Es conveniente llevar a cabo la reforma de los planes y programas de estudio
provinciales de la educación básica pública para reforzar la formación cívica y ética de los
educandos que los habilite para el ejercicio de una ciudadanía responsable y que les
permita asumir valores de libertad, paz, solidaridad, igualdad, respeto a la diversidad,
justicia, responsabilidad y bien común, excluyendo de su curricula la formación dogmática.
Una asignatura que se proponga fomentar una educación cívica y ética no puede
aspirar a impartir un código de valores terminado y autosuficiente con una jerarquía
inmutable entre los principios que promueve. Debe mostrar a los alumnos la necesidad de
buscar la explicación, el sentido y las consecuencias de sus actos, a fin de que puedan
apoyarse en el valor esclarecedor de los principios universales que la humanidad y su
Nación han ido construyendo en un proceso histórico.
Una materia que enseñe historia de las religiones y ética, que no diferencie ni
pretenda impartir dogmas, permitiría una educación uniforme, sin exclusiones y sin
discriminación.

VI. PETITORIO
Por todo lo expuesto, solicito a V.S.
a. Nos tenga por presentados en calidad de “Amicus Curiae”, y se
declare admisible formalmente dicha presentación.
b. Se consideren estas argumentaciones al momento de dictar
sentencia.

PROVEER DE CONFORMIDAD
SERA JUSTICIA

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