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Parábolas del Evangelio

Catequesis en torno a la PARÁBOLA DE LA LEVADURA

Sobre el compromiso cristiano (para grupos de jóvenes después de la


confirmación o al inicio del voluntariado)

SER PERSONA CRISTIANA COMPROMETIDA

1. LA REALIDAD nos dice que cada vez es más escaso el nivel de


compromiso tanto a nivel social, como político o cristiano. Las personas,
especialmente el mundo de los jóvenes, somos dados a “vivir nuestra
vida” y a realizar aquello que nos puede reportar algo positivo para
nuestras personas y lo que pensamos hacer en el futuro nosotros o los
nuestros.
La palabra compromiso no está muy de moda. Por eso procuramos con
esta catequesis potenciar palabras-vidas que se derivan de ella y que
están ausentes en nuestra realidad:
- colaboración con otros,
- fidelidad,
- renuncia a una vida fácil y cómoda,
- crecimiento interior,
- ..............

2. Lectura de la parábola: Lc. 13, 20-21

“De nuevo les dijo:


- ¿A qué compararé el reino de Dios? Es como la levadura que una
mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta”

3. Breve comentario....

La parábola de la levadura es inseparable de la del grano de mostaza,


en ambas se subraya el contraste entre unos comienzos insignificantes y
un final desbordante. Todo indica que el reino es algo que crece poco a
poco. Es decir, el reino de Dios está dentro de cada uno y su fuerza
transformadora la llevamos en potencia, está prendida en nosotros... La
fe es una semilla que crece, de ahí la responsabilidad a la hora de
cuidarla y abonarla. Porque nuestro compromiso cristiano comienza
cuando reconocemos que, dentro de nosotros, tenemos un bien, un
valor, que no nos pertenece, sino que se nos ha regalado y nuestra
responsabilidad está en darlo, hacerlo crecer.

4. DINAMICA. ( Se les invita a realizar esta dinámica)

"Estar Metido en Harina" .

En una bolsa de plástico se recoge un poco de harina, suficiente como para


que se vea bien. Me ha sugerido esto la expresión del refranero: estar metido
en harina, es decir estar empeñado con mucho ahínco en una obra.

Por Eulalio Asensio López 1


Parábola de la levadura

Doy la bolsa a uno y le digo que la vaya


pasando entre el grupo. Mientras lo hace, yo voy
animando a la gente a que meta la mano en la
harina, a que se pringue un poco...

Al mismo tiempo voy observando los gestos, las


maneras de meter la mano y las voy
comentando de manera jocosa:

- Unos apenas tocan la harina con la yema de


los dedos.
- Otros la meten bien dentro y se pringan de harina.
- Otros nada más meter la mano la sacan corriendo y se sacuden las manos
con todo estrépito. ,
- Otros dicen "anda, anda, pasa de historias".
- Otro cuando le llega la bolsa, se queda un poco parado, se remanga bien, y
mete las dos manos, se frota en la harina como si fuera una palangana de
agua y se dirige al animador preguntándole ¿Más todavía?.

5. COMENTARIO DEL ANIMADOR: Los gestos y las actitudes de los


miembros del grupo, proporcionan al animador materia para decir una
palabra sobre el compromiso. Por ejemplo:

La fe tiene que implicar a la totalidad de la persona y comprender la


totalidad de la realidad. No se queda en la mera respuesta doctrinal a la
pregunta sobre si Jesús es divino o no, si es humano o no. Exige tomar
postura a partir de la totalidad de Jesús ante la realidad en sus
diferentes dimensiones". En otras palabras, la fe en Jesucristo es más
que fe en él; es, como afirma el teólogo latinoamericano Jon Sobrino,
una fe totalizante, que conduce a los cristianos y cristianas a hacerse
cargo de la realidad para transformarla en la línea de los valores del
Reino".
Partiendo de que la fe implica a toda la persona, la opción por el
compromiso no es una simple “afición o gusto", más que nada, es una
decisión vocacionada y solidaria con los demás hecha “desde la fe" en
cada acción concreta. Así el trabajo se vive y se realiza como
“compromiso creyente". Esto sería tener UNA FE COMPROMETIDA

(Por si alguien se decide a realizar esto mismo, le aconsejo que, si no es


un grupo que se conoce bien, en vez de pasar la bolsa de harina por el
grupo, haga, delante del grupo, con un joven, o él mismo, todos los
gestos y actitudes que se pueden tener ante la expresión: "estar metido
en harina". Esto evitará que alguno se sienta juzgado por el animador o
mal interpretado por el gesto que realiza, cosa que puede causar
siempre malestar dentro del grupo).

6. Posible diálogo:

a) Una variante

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Parábolas del Evangelio

- ¿Creéis que existe una falta de compromiso a todos los niveles


en nuestra sociedad?
- ¿A qué se debe? – ¿alguna causa puede venir por no sentirnos
los cristianos levadura en medio del mundo? ¿miedos a
diluirnos...?
- ¿Qué se puede o de debe hacer, desde el evangelio, para animar
a un mayor compromiso en la sociedad y en la iglesia?

b) otra variante:

Si parece oportuno, después del gesto y los comentarios, puede


haber un tiempo de silencio en el que cada uno analice cuál es su
postura actual ante el o los compromisos que tiene adquiridos.

7. Momento de oración.

a. Lectura de un texto con mensaje. (Un lector)

Ocupa el último lugar

"En un encuentro comunitario, el Abad confesó con sencillez a los monjes:


Cuando yo era adolescente, tenía la ambición de ser el primero en todo: quería
ser el más guapo, el más listo, el más alto, el más rico, el más joven, el más
bueno, el más sabio.

Pronto descubrí que esta ambición me quitaba la vida, pero no sabía qué
hacer, porque veía que no es posible renunciar al ideal sin traicionarse y me
parecía que ser el primero era, sin duda, el ideal.

Tardé mucho en comprender que el ideal está en ocupar el último puesto, que
es el puesto del servicio y, por lo mismo, del amor. Esto dio un sentido nuevo a
mi vida.

Ahora caigo en la cuenta de que pretender el último puesto es demasiado para


mí, porque ese sitio se lo ha reservado el Señor, y él no lo cede, aunque sí lo
comparte con quien se lo pide. Yo se lo pido, muy consciente de que no lo
merezco, y me siento feliz. ¡Ahora, vivo!

SILENCIO

b. Hay que ser levadura (Todos)

Hay que ser levadura en medio del mundo:


desde la sencillez de cada día,
desde el trabajo de cada hora,
desde la palabra que anima en cada instante.

Hay que ser levadura para que el mundo crea


que hay otros valores, otras realidades

Por Eulalio Asensio López 3


Parábola de la levadura

por encima de las meramente materiales


que hacen felices a muchos hombres y mujeres
que ponen su confianza en Dios y en su palabra.

Hay que ser levadura y confiar en que Él pone lo demás


pone la fe en nuestro corazón, la confianza en nuestra vida,
la alegría muy adentro de nosotros mismos
para que sepamos que Él actúa por nosotros
y hace crecer en cada uno lo que parece
que es imposible ante los ojos de los demás.

Hay que ser levadura, pues muchas realidades y valores


no saldrán a la luz, ni crecerán solos.
Solo el que invierte sus talentos, es levadura
para las siguientes generaciones, el que hace crecer,
con la ayuda de Dios, que es el que pone la levadura en nuestro corazón.

c. Lectura: Lc. 13, 20-21

d. Reflexión y oración espontánea... Reflexionamos y pedimos cada uno


lo que nos sugieren estos textos...

e. Canto: VEN Y SÍGUEME

TÚ, SEÑOR, ME LLAMAS,


TÚ, SEÑOR, ME DICES:
“VEN Y SÍGUEME”.
“VEN Y SÍGUEME”.
SEÑOR, CONTIGO IRÉ.
SEÑOR, CONTIGO IRÉ.

1.- Dejaré en la orilla mis redes,


cogeré el arado contigo, Señor:
guardaré mi puesto en tu senda,
sembraré tu palabra en mi pueblo,
y brotará, y crecerá.

SEÑOR, CONTIGO IRÉ.


SEÑOR, CONTIGO IRÉ.

2.- Dejaré mi hacienda y mis bienes,


donaré a mis hermanos mi tiempo y mi afán;
por mis obras, sabrán que tú vives,
con mi esfuerzo abriré nuevas sendas
de unidad y fraternidad.

SEÑOR, CONTIGO IRÉ.


SEÑOR, CONTIGO IRÉ.

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