HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS

MESA DE ENTRADAS Y SALIDAS

ENTRO: 04/11/2008
HORA: 11:40
PROY. Nº: 607
BLOQUE UNION CIVICA RADICAL

EL PODER LEGISLATIVO DE LA PROVINCIA DE SANTA CRUZ

RESUELVE

Artículo 1°: DIRIGIRSE a los Legisladores Nacionales por la Provincia de Santa

Cruz, a los efectos que al tratar la modificación del Sistema Integrado de
Jubilaciones y Pensiones en un único régimen previsional público que se
denominará SISTEMA INTEGRADO PREVISIONAL ARGENTINO – SIPA- se
contemple la intangibilidad de los recursos y los mismos no sean destinados a
otros fines como pago de deuda externa, infraestructura u otros. Y se amplíen los
controles del único destino de dichos fondos.

Artículo 2°: DE forma.-

Firman los Señores Diputados: Nadia Lorena RICCI – Jorge Fernando CRUZ
– Omar Husain HALLAR.-
 FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

Mediante el mensaje 1732/08 y proyecto de Ley del 21

de octubre del corriente año el Poder Ejecutivo Nacional dispone la modificación
del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones en un único régimen
previsional público que se denominará SISTEMA INTEGRADO PREVISIONAL
ARGENTINO – SIPA-

Con este proyecto de ley el gobierno Nacional prevé

que todos los afiliados a las AFJP pasen al sistema jubilatorio de reparto que
administra la ANSES.

Hace muy pocos meses se discutía la posibilidad de

elegir entre un sistema de reparto manejado por el Estado u otro privado de
capitalización indicando que éste era el mejor escenario que el Gobierno podía
ofrecerle a los futuros jubilados y pensionados. La palabra clave era “optar”.

En ese momento se indicaba que el trabajador que no

elegía iba al sector público y que en cualquier momento se podría pasar al sistema
de capitalización.

El entonces jefe de gabinete indicaba: "Para nosotros

esto era una prioridad en la que estuvimos trabajando durante mucho tiempo y
que nos preocupaba poder concretar rápidamente. Era uno de los objetivos que
nos habíamos fijado en el 2003 con la plataforma electoral” (La Nación: Martes 21
de octubre de 2008)

Los funcionarios, entre ellos Massa, quien entonces era

director ejecutivo de la ANSES, hoy impulsan este proyecto argumentando que,
por las pérdidas que tuvieron en los últimos meses los fondos, el Estado afronta
un gasto para garantizar a todos los jubilados y pensionados el haber mínimo, y
advierten que los malos resultados financieros afectarán a los futuros
beneficiarios.
Ahora bien, el año pasado, reformaron la Ley Nº
24.241, y la modificaron a través de la Nº 26.222, que daba la oportunidad de
pasarse de un sistema al otro (reparto – privada). Ahora, nos dicen que las AFJP
no sirven, que invierten mal, sin recordar que sucesivos gobiernos las obligaron a
comprar bonos argentinos que hoy forman el 54,6% de sus carteras.

Señor Presidente, no se pretende aquí hacer una

defensa de las AFJP, sólo realizar un recuento de una serie de incongruencias
observadas: por un lado no hace poco escuchamos el pago de la deuda externa al
Club de París, posteriormente desde Nueva York se anuncia la reapertura del
canje para quienes no aceptaron la propuesta anterior y, desde ese mismo lugar,
se indica que no necesitamos un plan B, que con el plan que tenemos alcanza.

Lo cierto es Señor Presidente, que la razón de este

nuevo ordenamiento legislativo es porque se necesita el dinero para pagar deuda
pública; con esta reforma, además de tomar el ahorro ya capitalizado en las
cuentas, el Estado recaudará unos $ 15.000 millones anuales, a los que deberá
sumarse los ahorros acumulados de aproximadamente $ 94.000 millones de
pesos.
Así el Estado de aprobarse el proyecto, manejará
fondos muy importantes, con un gran poder discrecional sobre ellos. Esta medida,
aleja al país de los riesgos del default, ya que el Gobierno contará con sobrados
recursos para cumplir con los vencimientos de la deuda.

Entonces, siguiendo este orden de ideas, Señor

Presidente, podemos indicar que los recursos aportados por los afiliados a las
AFJP, para financiar su jubilación irán a los tenedores de deuda pública Argentina,
lo que contradice el intento de proteger los recursos de los futuros beneficiarios del
sistema de jubilación privada.

Al apropiarse de estos fondos, el gobierno está

realizando exactamente lo mismo que ocurrió en el 2002, cuando se confiscaron
los depósitos a plazo fijo en dólares. En ese momento el Estado confiscó los
ahorros de la población y a cambio entregaron papeles que indicaban el pago a
futuro de la suma de sus ahorros. Hoy el estado toma el ahorro de la gente, de la
misma manera que se hizo con los depósitos, con la diferencia que no se entrega
nada a cambio, ningún papel, solo la promesa de garantizar en el futuro una
jubilación que solo Dios dirá en qué condiciones.

Al sancionar el sistema de Jubilaciones y Pensiones

creada por ley 24.241 y modificada por la Ley 26222, en su artículo 82 indica: “El
fondo de jubilaciones y pensiones es un patrimonio independiente y distinto del
patrimonio de la administradora y que pertenece a los afiliados”, también sostiene
que : “Los bienes y derechos que componen el patrimonio del fondo de pensiones
serán inembargables y estarán sólo destinados a generar las prestaciones de
acuerdo con las disposiciones de la presente ley”.

Por otro lado, se ha planteado la inconstitucionalidad

de la futura medida, toda vez que el artículo 17 de la Constitución Nacional indica:
“La propiedad es inviolable, y ningún habitante puede ser privado de ella”.
Hace catorce años, fuimos testigos de la creación de la
ley de AFJP, el radicalismo en esa oportunidad se opuso, ahora también lo hace,
en la medida que no se amplíen los controles y delimiten el uso de los recursos.
Ello significa, la intangibilidad de los recursos multimillonarios destinados a la
Seguridad Social y que no se destinen a obra pública o pago de la deuda externa,
entre otros, ya que entonces perderá el sentido el espíritu de esta reforma
previsional.

La desaparición de AFJP tendrá implicancias de

carácter económicas, sociales y culturales, ahora bien, si el traslado al sistema
público busca como objetivo principal lograr que las personas reciban en su vida
pasiva una remuneración, que le permita alcanzar una estabilidad en sus niveles
de gastos y en su nivel de vida antes y después de retirarse del mercado de
trabajo, nadie podría estar en desacuerdo. Reconocemos que el régimen de
“solidaridad intergeneracional” permite que los trabajadores activos realicen
aportes y éstos sean utilizados para financiar a aquellos ciudadanos que salieron
del sistema por diferentes cuestiones: edad, invalidez o los derechohabientes de
las personas fallecidas. Es así entonces que el aporte que hoy realizan los
trabajadores activos permitirá adquirir un derecho de recibir un beneficio futuro y
conforme los requisitos de edad y años de aportes que de acuerdo a cada régimen
se establezca.

En términos fiscales podríamos indicar que este hecho

genera una deuda - la cual no se registra contablemente en las cuentas públicas -
que deberá financiarse en el futuro a los actuales trabajadores activos.

Ahora bien, al analizar nuestra Constitución

Nacional en su artículo 14 bis indica: “El Estado otorgará los beneficios de la
seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En
especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo
de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y
económica, administradas por los interesados con participación del Estado,
sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones
móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la
compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna.”

En resumen, Señor presidente, la Seguridad Social

constituye un derecho único e irrenunciable garantizado por la nuestra carta
magna, por ello, estimamos conveniente se solicite a nuestros legisladores
nacionales que al tratar la modificación del Sistema Integrado de Jubilaciones y
Pensiones en un único régimen previsional público que se denominará SISTEMA
INTEGRADO PREVISIONAL ARGENTINO – SIPA- se contemple la intangibilidad
de los recursos y los mismos no sean destinados a otros fines como pago de
deuda externa, infraestructura u otros.

Firman los Señores Diputados: Nadia Lorena RICCI – Jorge Fernando CRUZ
– Omar Husain HALLAR.-