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Guillermo Brítez
Sin lugar a dudas, uno de los tópicos más espinosos a la hora de hacer los
necesarios esfuerzos ecuménicos con cristianos de otras confesiones es el
de la apreciación de la figura de María en la economía de la salvación.
Dos son los fundamentos bíblicos que son propuestos para rechazar la
existencia de mediaciones menores entre Dios y los hombres:
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Guillermo Brítez es Legionario de María y estudiante de la carrera de Teología
Pastoral en el IITD- UCA.
La cita pretende tener visos de afirmación definitoria, ya que si Jesucristo es
el único mediador no queda espacio alguno para María como intercesora
para la obtención de las Gracias.
* “Reconozcan sus pecados unos ante otros y recen unos por otros para
que sean sanados. La súplica del justo tiene mucho poder con tal que sea
perseverante” (San 5: 16)
Si la oraciones de los santos suben hasta Dios como aroma fragante y grato
al creador, ¿por qué no encomendarnos a ellas nosotros, tan alejados del
paradigma de santidad y del seguimiento fiel del maestro de Galilea?
La pregunta parece ser la de cómo unir la figura de la Virgen María con dos
pasajes escritos en dos estilos literarios tan distintos como el epistolar y el
profético, en los que además no se hace referencia a quien llevara en su
seno al Señor. La respuesta la encontramos en el elemento clave que
atraviesa ambos pasajes: la santidad, entendida como entrega total a Dios,
como pertenencia al Creador. María, llamada por el Ángel “llena de Gracia”
(Lc 1: 28), es ejemplo de santidad, y de tal modo su intercesión es poderosa
y sus oraciones suben al Señor con mayor presteza que las nuestras.
María, Corredentora
El hecho de haber aceptado María el anuncio del ángel del Señor permitió
que la Salvación pueda hacerse presente en el mundo, derrotando el poder
del pecado. En dicho sentido afirmamos que la obra de María es
corredentora, ya que su aceptación libre (Dios nunca atropella la voluntad
de sus creaturas) hizo posible la presencia del Dios encarnado que con su
sacrificio nos redimió del poder de la muerte.