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Un aporte al tema de la Vivienda

César J. España Guillén*

La resolución del tema de la vivienda en nuestro país exige el concurso de todos,


hacer una vivienda tiene muchas elementos que influyen en la construcción de la
misma: esto va desde el diseño, los materiales de construcción, la habilidad o el
saber, los permisos, la disponibilidad de servicios (agua, luz, vialidad, áreas
comunes), terreno, políticas y fuentes de financiamiento.

En nuestra patria, algunos indicadores nos hablan de un déficit aproximado de


3.000.000 unidades de vivienda con un crecimiento interanual de 300.000, sin
duda algo de mucho impacto. Estas cifras indican que el problema de la vivienda
debe ser atacado de otra manera, sostiene Albert Einstein que la locura es
pretender resultados distintos haciendo lo mismo. Esta frase nos obliga a repensar
que hemos venido haciendo en este tema y buscar soluciones que no solo sean
ingeniosas, sino que definitivamente puedan ser implantadas.

Quizás los materiales no son los elementos que impiden la construcción de obras,
capacidad de ejecución me arriesgo a decir que tampoco, el problema se traslada
a: ¿Quién construye?, ¿Donde se construye?, ¿Quién financia?. Analizaré muy
breve cada uno de estos elementos para posteriormente proponer una alternativa
para contribuir a este tema.

¿Quién construye? Nuestro proceso revolucionario desde antes de que nuestro


comandante Chávez fuese electo presidente ya venía tocando el tema de la
vivienda como promesa de gobierno, promesa que con decisión firme ha venido
cumpliendo, sin embargo, no se ha podido construir en la cantidad y en la
velocidad que la población exige. Una primera conclusión preliminar: El estado es
uno de los tres principales constructores de vivienda y solo no puede.

El otro constructor de vivienda es la empresa privada, cuya población objetivo es


aquella que pueda acceder a través de la banca para la compra de vivienda, aquí
ocurre algo que la revolución debe revisar a profundidad. Las empresas
constructoras son financiadas por los bancos y viceversa, entonces estamos en
una dupla (Banco-Constructora) que doblega al pueblo Venezolano. Esta peligrosa
dupla es un reinvento del capitalismo por subsistir. La segunda conclusión
preliminar: La empresa privada es el otro gran constructor, solo no puede y
reproduce vorazmente el modelo capitalista.

El tercer, invisibilizado, ignorado y gran constructor es el pueblo. Una de las frases


adoptados por muchos dan cuenta de que las “ciudades las hace el pobre” y
culturalmente lo hemos aceptado. El con su sabiduría construye ciudades tan
sencillas como nuestras poblaciones llaneras, pero tan complejas como las
comunidades en los cerros caraqueños. En fin la sabiduría popular en acción.
Muchos programas de autoconstrucción se han iniciado con resultados
interesantes y positivos, otros fracasados, sin embargo, solo no puede.

Estos son los tres grandes constructores de vivienda: El gobierno, la empresa


privada y el pueblo.

¿Dónde se construye? Gobierno y empresa privada lo hacen en urbanismos


donde las facilidades están aseguradas, pero el pueblo ¿Donde? La repuesta es
muy sencilla, donde puede. Aquí la ocupación más alla de la preocupación debe
ser vital, es política de muchos promover las invasiones bien por razones de
necesidad, politiqueras, negocios, pero cuando se toma un terreno es como dicen
“pan para hoy hambre para mañana”.

Debe evitarse a toda costa el uso de terrenos no adecuados, cuando se toma un


terreno o se invade, la organización popular no considera el crecimiento a corto,
mediano y largo plazo, por eso es que hoy vemos barrios de data reciente con
enormes problemas de drenajes de aguas superficiales, aguas servidas, aguas
potables, vialidad, electricidad, espacios comunes (parques, plazas, áreas
deportivas, áreas comunales, espacios para la salud, el arte, por mencionar
algunos), arreglos que requieren una importante inversión y que se traducen en
situaciones de conflictos que se trasladan electoralmente a votos castigo si no hay
repuesta oportuna.

Conclusión preliminar: Es necesario disponer de terrenos adecuados para la


construcción organizada de viviendas.

¿Quién financia? Nuestro gobierno revolucionario a dispuesto ingentes


cantidades de recursos para la construcción de vivienda, incluso financia buena
parte de la cuota inicial requerida por sectores de la población, así que el gobierno
se convierte en una extraordinaria fuente de financiamiento.

Ahora, ¿La empresa privada financia? A pesar de que hacen creer al beneficiario
que sí, no es tal el financiamiento. En este caso el financista es el beneficiario.

En el caso de la banca pública y privada ¿a quién financia?. La respuesta es clara,


al constructor más no al pueblo. Aunque muchos le cuesten creer esto, es así. La
banca por un lado financia a la constructora y cuando va el usuario a solicitar el
crédito para la adquisición de vivienda el mismo va dirigido siempre y cuando la
casa sea la que el banco financia a la constructora, es decir, la dupla Banca-
constructora se pagan y se dan el vuelto, utilizando al beneficiario como
“intermediario”, vampiros de las necesidades humanas esa dupla.

Aunque parezca mentira ni la banca pública ni la banca privada dan un crédito


para que usted, cualquiera o yo construyamos, la razón es muy sencilla, la
construcción es un negocio ¡muy rentable!
Vistas las tres discusiones, y antes de entrar a las propuestas una consideración
importante: Es necesario involucrar con políticas efectivas dirigidas al pueblo en el
tema de la vivienda como un agente activo y no como simple beneficiario, ni
gobierno, ni empresa privada, ni juntos construirán más viviendas que el pueblo,
de modo que es obligatorio incorporara al pueblo en este tema.

¿Cómo hacerlo?, las propuestas:


1.- Abocarse a la construcción masiva de urbanismos: El Estado a la par de ir
resolviendo las necesidades apremiantes de viviendas, debe iniciar la construcción
masiva de urbanismos con el fin único de proveer a la población de un terreno con
las condiciones mínimas para la construcción de viviendas, es decir, un urbanismo
planificado, con sus servicios básicos (electricidad, aguas servidas y potables,
aceras y calles asfaltadas) operativos. Si alguien por cualquier razón promueve las
ocupaciones de terrenos, pues que lo hagan en terrenos urbanizados, los dolores
de cabeza van a desaparecer. El urbanismo representa del 30% al 40% del costo
total de la vivienda. Importante no es entregar la parcela por entregar, es
necesario entregar parcela y un proyecto de vivienda y aquí viene la segunda
propuesta.

2.- Disponer una base de datos con proyectos de viviendas aprobados, de


crecimiento progresivo, adaptados a las condiciones de nuestra nación: En los
website de MOPVI, INAVI, PDVSA, etc. Colocar a disposición del pueblo
proyectos de viviendas de crecimiento progresivo, aprobados, permisados de
manera que quien quiera hacer una casa tenga opciones que buscar y no pagar
un proyecto que luego debe ser permisado por el aparato burocratisisimo del
estado. Para tener una idea, un proyecto debe ser aprobado por los ingenieros
que lo elaboran, alcaldía, bomberos, corpoelec, factibilidad de aguas y pare usted
de contar. Hecho esto necesitamos la fuente de financiamiento, entonces la 3ra
propuesta.

3.- Obligar a la banca pública y privada otorgar el financiamiento del


proyecto de vivienda de crecimiento progresivo y para la autoconstrucción
de viviendas: El meollo del asunto, lo más difícil, se busca romper esa hegemonía
de la Banca-Constructora,. Insisto, aunque parezca mentira, los bancos no dan
crédito para que usted, cualquiera o yo construyamos nuestra vivienda, la banca
de créditos para que usted compre a la constructora financiada por los bancos.

Con la democratización al acceso de los recursos una familia con terreno otorgado
puede acudir a la banca y solicitar por ejemplo el crédito para construir una
habitación con baño y su cocina, otra familia de mayor posibilidad de pago, puede
solicitar la construcción de dos habitaciones, baños y cocina, otra familia puede
acudir a la banca para solicitar la vivienda completa y así un abanico de opciones.

Ahora bien, esto debe hacerse no solo a quien el estado otorgue una parcela en
un urbanismo, sino también a muchos que poseen terrenos y no consiguen la
manera de construir su casa. ¿Cuantos padres poseen terrenos para sus hijos
pero no consiguen los recursos para construirles las casas? Si el padre no
resuelve la vivienda para sus hijos aun teniendo terreno para su construcción, el
problema tarde o temprano lo va a tener que asumir el Estado. Alguien pudiera
pensar que con medidas de este tipo muchos van a tener más de dos casas, pero
todo puede y debe ser reglamentado.

4.- Buscar alternativas a la construcción tradicional: Construcción con


materiales modernos o ancestrales pero con tecnología y producción masiva. Aun
se piensa que el bloque y cemento es lo único para construir viviendas y no es así,
un ejemplo: Las casas de bloques de adobe que en nuestra patria algunas ya
superan los 200 años de construidas, o piedras como en los Andes, en fin es
necesario la búsqueda de construcción masiva de materiales de construcción,
claro, siempre y cuando involucremos, visibilicemos al pueblo constructor.

Alternativas sencillas que solo requieren una decidida voluntad política,


característica muy notable en nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez
Frías.

César J. España Guillén


Revolucionario-Comunista
Vocero Comunal
Estudiante
Jardinero
Ing. Electricista-ULA
Especialista en Gerencia de Proyectos- UCAB
espanacr@gmail.com

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