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1.

Uso del agua:

Es difícil estimar la cantidad de agua que se necesita para mantener estándares de vida

aceptables o mínimos. Además, las diferentes fuentes de información emplean diferentes

cifras para el consumo total de agua y para el uso del agua por sector de la economía.

Un 70% de la superficie de la tierra es agua, pero la mayor parte de ésta es oceánica.

En volumen, sólo 3% de toda el agua del mundo es agua dulce, y en su mayor parte no

se halla generalmente disponible. Unas tres cuartas partes de toda el agua dulce se halla

inaccesible, en forma de casquetes de hielo y glaciares situados en zonas polares muy

alejadas de la mayor parte de los centros de población; sólo un 1% es agua dulce

superficial fácilmente accesible. Ésta es primordialmente el agua que se encuentra en los

lagos y ríos y a poca profundidad en el suelo, de donde puede extraerse sin mayor costo.

Sólo esa cantidad de agua se renueva habitualmente con la lluvia y las nevadas y es, por

tanto, un recurso sostenible. En total, sólo un centésimo del uno por ciento del suministro

total de agua del mundo se considera fácilmente accesible para uso humano.

Utilizamos cantidades grandes de agua cada día, pues el agua responde a muchos

propósitos diferentes. Su importancia aumentó a medida que las sociedades progresaron

y las ciudades crecieron. El hombre, en su vida diaria, más allá de las necesidades de

consumo, cada vez utiliza más agua en forma directa para otras actividades que tienen

que ver con la higiene personal y doméstica. Utilizamos el agua para beber, para lavar los

platos, para tomar una ducha, para tirar de la cisterna en el servicio, para cocinar y para

muchos otros propósitos.

En general se considera que un volumen de 20 a 40 litros de agua dulce por persona por

día es el mínimo necesario para satisfacer las necesidades de beber y saneamiento


solamente. Si también se incluye el agua para bañarse y cocinar, esta cifra varía entre 27

y 200 litros per cápita por día.

Los seres humanos utilizamos el agua para muchas cosas. Estas son las más comunes:

Obtención de agua potable (indispensable para la vida); Procesos industriales

(incorporándolos a los productos, para refrigeración, lavado, etcétera); Industria en

general; Generación de energía eléctrica; Minería; Agricultura; Ganadería; Recreación

(pesca, deportes náuticos); Extinción de incendios; Comunicación (los barcos que

trasladan personas).

El agua es utilizada también como vía de comunicación y transporte, lo que desde

tiempos remotos ha favorecido el comercio. Los fenicios, por ejemplo, se convirtieron en

los mejores comerciantes del Mediterráneo gracias a sus habilidades para surcar los

mares.

Además, cuando el agua abunda, ayuda a atraer el turismo. Los lagos de la Provincia de

Córdoba son un claro ejemplo.

En agricultura el agua se utiliza principalmente para regar cosechas, pero en las

industrias responde a diversos propósitos. Puede servir como un ingrediente de un

producto que producimos, puede también ser una parte de todo un proceso de

producción.

El agua se puede utilizar para enfriar sustancias en el proceso de producción, para el

transporte y para condicionar materias primas, para hervir o cocinar, para limpiar con un

chorro de agua a presión, como agente de limpieza y para el transporte de productos por

barco.
Uno debe prestar atención especial a cómo se almacena el agua. El agua debe ser

almacenada en un lugar fresco, oscuro y seco y se debe mantener lejos de productos de

la limpieza y de otros productos químicos. El agua puede tomar olores de otras

sustancias que no se pueden detectar en el aire, así que uno debe prestar siempre

atención a las características de otras sustancias con las que se almacena el agua.

El agua potable tiene que ser protegida contra los microorganismos y los contaminantes

que pueden entrar en ella a través de las tuberías que la transporta a las casas. Por ésta

razón se hace la desinfección con varios agentes desinfectantes, el cloro es posiblemente

el más extensamente usado.

Si el agua tiene un olor a cloro, puede indicar realmente que no hay bastante cloro

añadido al sistema. Aumentando la cantidad de cloro usada en la planta de tratamiento,

diversas formas de cloro son creadas en el agua, que disminuyen los olores del cloro.

Muchas de las variables que afectan el uso del agua son económicas en esencia.

2. Contaminación del agua:

De acuerdo con la definición de contaminante, se considera que se genera

contaminación en el agua por la adición de cualquier sustancia en cantidad suficiente

para que cause efectos dañinos mensurables en la flora, la fauna (incluido el humano) o

en los materiales de utilidad u ornamentales.

Por otra parte, se entiende por contaminación: la presencia en el medio ambiente de uno

o más contaminantes, o cualquiera combinación de ellos, que perjudiquen o molesten la

vida, salud y el bienestar humanos, flora y fauna, o degraden la calidad del aire, del agua,

de la tierra, de los bienes, de los recursos de la nación en general o de particulares.


La contaminación está muy generalizada. Pocos países, sea en desarrollo o

industrializados, han protegido adecuadamente la calidad del agua y han controlado su

contaminación. Muchos países carecen de normas para controlar el agua de manera

adecuada, mientras que otros no pueden hacer cumplir las normas de calidad del agua.

El agua contaminada se ha convertido en el asesino más peligroso del mundo. Los

datos son alarmantes: según la Organización Mundial de la Salud (OMS) al menos 25 mil

personas mueren cada día en el mundo por causas derivadas de su consumo.

La contaminación más común y difundida es la que producen los pozos negros, que

contaminan con materia fecal y desperdicios domésticos las napas subterráneas. Esa

misma agua luego es extraída y se utiliza para consumo humano provocando

enfermedades.

Pero existe otra clase de contaminación, más grave aún porque afecta a mayores

extensiones: la contaminación química. Esta se produce cuando las fábricas arrojan los

restos de los productos químicos que utilizan en los diferentes procesos industriales a los

ríos y lagos cercanos, contaminando el agua de kilómetros a la redonda. Mientras más

arriba en la cuenca se encuentra la industria, más volumen de agua afecta.

Los desechos de las industrias y municipalidades han aumentado enormemente en los

últimos decenios. Se estima que entre 200 y 400 productos químicos importantes

contaminan los ríos del mundo. Los contaminantes industriales, como los desechos de las

fábricas de productos químicos, suelen arrojarse directamente a las vías fluviales. El agua

arrastra también sales y aceites de las calles de las ciudades. En los vertederos

industriales y municipales se produce la lixiviación de metales pesados y cloros

orgánicos.
La contaminación de origen agrícola es otro de los graves problemas.

Es más aún que las industrias y las municipalidades. En prácticamente todos los países

en los que se aplican fertilizantes agrícolas y plaguicidas, se han contaminado acuíferos

subterráneos y el agua de superficie. Los desechos animales son otra fuente de

contaminación persistente en algunas zonas. El agua que vuelve a los ríos y arroyos

después de haberse utilizado para el riego está a menudo seriamente degradada por el

exceso de nutrientes, salinidad, agentes patógenos y sedimentos que suelen dejarla

inservible para cualquier otro uso posterior, a menos de tratarla —habitualmente a gran

costo— en instalaciones depuradoras de agua.

Siempre se ha considerado al mar como un vertedero natural, una especie de basurero

que teniendo en cuenta su gran volumen de agua, podría soportar cualquier cantidad de

residuos. Esto es un gran error y la prueba está en que cada vez son más frecuentes los

problemas que sufren las ciudades costeras por la contaminación. Los desagües

cloacales, el combustible derramado por los barcos, los volcamientos de las industrias,

llegan a la costa y afectan al hombre y los peces.

Directamente asociada a nuestra salud está la calidad del agua que tomamos.

El agua contaminada determina la aparición de innumerables enfermedades que afectan

a muchas personas en el mundo. La gran dependencia que tenemos del agua y la

frecuencia con la que la utilizamos hacen que sea el medio ideal para transmitirse de una

persona a otra.

Se ha comprobado que en los países menos desarrollados, más del 80% de las

enfermedades tienen su origen en la carencia de agua o en las condiciones insalubres de

la misma.
La putrefacción de la materia orgánica en el agua produce una disminución de la

cantidad de oxígeno (la cual es evaluada mediante la Demanda Bioquímica de Oxígeno,

DBO) que causa graves daños a la flora y fauna acuática, pero que desaparece al

término del proceso de putrefacción.

Los contaminantes biológicos incluyen hongos, bacterias y virus que provocan

enfermedades, algas y otras plantas acuáticas. Algunas bacterias son inofensivas y otras

participan en la degradación de la materia orgánica contenida en el agua.

Otros contaminantes como los metales pesados (plomo, cadmio, mercurio), ciertos

plaguicidas, los cianuros, los hidrocarburos, el arsénico y el fenol provocan prácticamente

la destrucción de los ecosistemas acuáticos y también serios daños a las personas que

consuman agua o sus productos contaminados por esta clase de productos químicos.

3. Cuidado del agua:

Si está almacenada correctamente, el agua en envases de 3-litros y en envases de 5-

litros se puede estar almacenada aproximadamente dos años. Envases más pequeños de

1 litro hasta 2,5 litros de agua se hacen con un tipo de plástico más fino y entonces el

agua se puede almacenar aproximadamente seis meses. No puede ser almacenada por

un periodo de tiempo más largo, porque es muy sensible a los olores penetrantes.

En la cámara séptica de los pozos negros habitan bacterias encargadas de degradar la

materia orgánica. Para que este proceso se realice bien, debemos evitar el uso excesivo

de detergentes no-biodegradables y lavandinas.

No permitamos que arrojen las colillas de cigarrillos al inodoro, la nicotina y el alquitrán

de uno solo puede contaminar hasta 50 litros de agua.


Si tiramos por la pileta de la cocina pinturas, solventes, restos de venenos o

medicamentos, eliminamos las bacterias de la cámara séptica. Debemos arrojarlas a la

basura.

El aceite que fue utilizado para cocinar, los residuos sólidos y las grasas obstruyen las

cañerías, arruinan los suelos y contaminan el agua.

Las descargas de residuos contaminantes, sobrepasan la capacidad de recuperación

natural de los cuerpos de agua que los reciben pues la contaminación aumenta

proporcionalmente al incremento acelerado de la población humana y de las diferentes

actividades industriales.

Una solución para éste problema sería comenzando a ahorrar agua desde la casa,

solamente utilizar el agua estrictamente necesaria. También el tomar baños cortos ayuda

a ahorrar. Cerrar la llave mientras uno se está enjabonando al tomar un baño. Instalar

regadera de mano, ya que se ahorra de 10 a 19 litros por baño. Cerrar las llaves del

lavabo mientras se lava uno los dientes o se rasura y de preferencia utilizar un vaso con

agua. No usar el sanitario como basurero. Cuando se use la lavadora poner el máximo de

ropa permitido en cada carga. Cerrar la llave mientras enjabona uno los platos. Lavar el

coche utilizando una cubeta. No lo hacerlo con la manguera. Regar el jardín de 8 de la

noche a 7 de la mañana cuando el sol no está fuerte para evitar evaporaciones, así las

plantas aprovecharán más el agua. Usar productos ahorradores de agua. Reparar

cualquier fuga que se tenga en el interior del domicilio y reportar en AQUATEL 073

cualquier fuga que se vea en la calle.

Los grandes Consumidores de Agua, como las Industrias, Comercios, Hoteles y

Restaurantes, también deben implementar medidas que ayuden a cuidar el agua, tales
como: Poner productos ahorradores de agua. Se pueden utilizar válvulas que se accionan

por medio de luz ultravioleta al detectar algún cuerpo o llaves de agua que detienen el

flujo al completar la cantidad de agua que ha sido programada para el lavamanos.

Coloque información sobre el Uso Eficiente del Agua en las habitaciones, incluyendo en

la cocina, también en los baños e incluso donde usted crea que es necesario,

promoviendo los consejos que hemos mencionado y el reporte de fugas en la recepción o

caja. No poner agua en la mesa si el cliente no la solicita.

Capacitar al personal para que no desperdicien el agua en sus actividades cotidianas.

La utilización del agua en la industria y comercio también es muy grande ya que puede

ser materia prima de la fabricación de algunos productos como las empresas

embotelladoras y fábricas de alimentos entre otros.

También debemos ahorrar en la escuela, unas formas de hacerlo son:

Cierra la llave del lavado mientras te enjabonas las manos. No agarres el W.C. de

basurero. Si ves que tu compañero, Maestro o quién sea está desperdiciando el agua,

pídele que lo deje de hacer y si no repórtalo en la Dirección. Si hay una fuga repórtala con

tu Director para que la arregle inmediatamente. Si ves una llave abierta y que no se esté

usando, ciérrala.

4. El futuro del agua:

El número de personas crece día a día, pero las fuentes de abastecimiento de agua no.

Y para peor están cada vez más contaminadas.

La tendencia climática mundial muestra que habrá una mayor irregularidad de los

regímenes fluviales.
Los regímenes fluviales son la cantidad de agua que circula por un río (caudal) varía en

el tiempo y en el espacio. Estas variaciones definen el régimen fluvial (o hidrológico) de

un río. Las variaciones temporales se dan durante o justo después de las tormentas.

Cuando el aporte de agua es mayor que la capacidad del río para evacuarla, se desborda

y produce inundaciones.

Según estudios hechos por expertos y como consecuencia del llamado efecto

invernadero, las grandes lluvias aumentarán en las próximas décadas y habrá menos

lluvias moderadas.

El efecto invernadero es el término que se aplica al papel que desempeña la atmósfera

en el calentamiento de la superficie terrestre. Según se calcula, la temperatura global

aumentará en 2 a 6 °C en los próximos 100 años. Un calentamiento de esta magnitud

alteraría el clima en todo el mundo, afectaría a las cosechas y haría que el nivel del mar

subiera significativamente. De ocurrir esto, millones de personas se verían afectadas por

las inundaciones.

Esto significa que deberemos soportar más agua causando daños catastróficos y menos

agua en los períodos en que se la necesita.

Al mismo tiempo, las aguas frescas y limpias se están transformando en aguas

residuales. Cada vez hay menos agua de calidad utilizable para el consumo humano,

mientras que aumentan los volúmenes de aguas contaminadas.

Las aguas residuales son el conjunto de las aguas que se contaminan luego de ser

empleadas en las distintas actividades realizadas por las personas.


Muchos afirman que en un futuro no tan lejos el agua tendrá un valor mayor que el

petróleo y que su consumo deberá racionarse. Es entonces muy importante comenzar

desde ahora a planificar un uso eficiente sin derroche y equitativo suficiente para todos.

El uso irracional del recurso, por su desperdicio y la contaminación a la que lo

sometemos constantemente, disminuye la disponibilidad de agua utilizable, afectando la

salud del hombre y atrofiando el normal desarrollo de la fauna y la flora.

Las descargas de residuos contaminantes, sobrepasan la capacidad de recuperación

natural de los cuerpos de agua que los reciben pues la contaminación aumenta

proporcionalmente al incremento acelerado de la población humana y de las diferentes

actividades industriales.

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