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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Suplemento del Registro Oficial Nº 58 Año I

Quito, Martes 12 de Julio del 2005

SUMARIO

FUNCION LEGISLATIVA

CODIFICACION:

2005 - 011
Código de Procedimiento Civil

ORDENANZA MUNICIPAL:

Cantón Macará: para la explotación de minas de piedra o canteras y


movimientos de tierra, así como la explotación de materiales de
construcción en los ríos, quebradas y otros sitios de la jurisdicción
del cantón

CONGRESO NACIONAL

COMISION DE LEGISLACION Y CODIFICACION

Oficio No. 090-CLC-CN-05


Quito, 26 de abril del 2005

Señor doctor
RUBEN ESPINOZA DIAZ
Director del Registro Oficial
Presente.-
Señor Director:

De conformidad con la atribución que le otorga el número dos del


artículo 139 de la Constitución Política de la República a la Comisión
de Legislación y Codificación, y una vez que se ha cumplido el trámite
previsto en el artículo 160, adjunto al presente la Codificación del
CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL, para su publicación en el Registro
Oficial.

Muy atentamente,

f.) Dr. Carlos Duque Carrera, Presidente de la Comisión de Legislación


y Codificación (E).

CODIFICACION 2005 - 011

H. CONGRESO NACIONAL

LA COMISION DE LEGISLACION
Y CODIFICACION

Resuelve:

EXPEDIR LA SIGUIENTE CODIFICACION DEL


CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL
LIBRO PRIMERO

DE LA JURISDICCION Y DE SU EJERCICIO
DE LAS PERSONAS QUE INTERVIENEN
EN LOS JUICIOS

TITULO I

DE LA JURISDICCION Y DEL FUERO


Sección 1ª.

De la jurisdicción y de la competencia

Art. 1.- La jurisdicción, esto es, el poder de administrar justicia,


consiste en la potestad pública de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado
en una materia determinada, potestad que corresponde a los tribunales
y jueces establecidos por las leyes.

Competencia es la medida dentro de la cual la referida potestad está


distribuida entre los diversos tribunales y juzgados, por razón del
territorio, de la materia, de las personas y de los grados.

Art. 2.- El poder de administrar justicia es independiente; no puede


ejercerse sino por las personas designadas de acuerdo con la ley.

Art. 3.- La jurisdicción es voluntaria, contenciosa, ordinaria,


prorrogada, preventiva, privativa, legal y convencional.

Jurisdicción voluntaria es la que se ejerce en los asuntos que, por su


naturaleza o por razón del estado de las cosas, se resuelven sin
contradicción.

Jurisdicción contenciosa es la que se ejerce cuando se demanda la


reparación o el reconocimiento de un derecho.

Jurisdicción ordinaria es la que se ejerce sobre todas las personas o


cosas sujetas al fuero común.

Jurisdicción prorrogada es la que ejercen los jueces sobre las


personas o en asuntos que, no estando sujetos a ellos, consienten en
sometérseles o les quedan sometidos por disposición de la ley.

Jurisdicción preventiva es la que, dentro de la distribución de


aquella, radica la competencia por la anticipación en el conocimiento
de la causa.

Jurisdicción privativa es la que se halla limitada al conocimiento de


cierta especie de asuntos o al de las causas de cierta clase de
personas.

Jurisdicción legal es la que nace únicamente de la ley.

Jurisdicción convencional es la que nace de la convención de las


partes, en los casos permitidos por la ley.

Art. 4.- La jurisdicción voluntaria se convierte en contenciosa, desde


que se produce contradicción en las pretensiones de las partes.

Concluido el procedimiento voluntario mediante auto o sentencia, o


realizado el hecho que motivó la intervención del juez, cuando no haya
habido necesidad de aquellas providencias, no cabe contradicción. En
estos casos los interesados pueden hacer valer sus derechos por
separado, sin perjuicio de los efectos de lo ordenado en el ejercicio
de la jurisdicción voluntaria, hasta que se aceptare la contradicción.

Art. 5.- La jurisdicción se ejerce por los tribunales y juzgados que


integran la Función Judicial. También la ejercen, de acuerdo con la
Constitución Política de la República y sus leyes propias: los jueces
de paz, los árbitros, los tribunales de conciliación y arbitraje y las
autoridades de los pueblos indígenas.

Art. 6.- La competencia es prorrogable, en conformidad con las


disposiciones legales.
Cuando la jurisdicción es privativa, la competencia se prorroga sólo
en asuntos y sobre personas que están sometidas a esa forma de la
jurisdicción, aunque el juez propio sea de diverso territorio.

La competencia no se prorroga por razón de los grados.

Art. 7.- La prorrogación puede ser legal o voluntaria, y ésta, expresa


o tácita.

Art. 8.- La prorrogación legal se verifica cuando las personas sujetas


a los jueces de una sección territorial determinada, tienen que
someterse a los jueces de la sección más inmediata, por falta o
impedimento de aquéllos.

También se verifica esta prorrogación cuando el demandante es


reconvenido, siempre que el juez que conoce de la demanda no sea
incompetente por razón de la materia sobre que versa la reconvención.

Sin embargo de lo dispuesto en el inciso anterior se prorroga la


competencia de todo juez, respecto de los asuntos que llegan a ser
incidentes de la causa principal.

El juez que conoce de una causa sobre venta de una cosa, mueble o
raíz, es también competente para conocer de la evicción y saneamiento,
sea cualquiera el fuero del vendedor o de la persona obligada.

Igual regla se aplica, en caso de vicios redhibitorios, respecto de la


rescisión o rebaja del precio.

Art. 9.- Se prorrogan las funciones del juez hasta el día en que el
sucesor entre al ejercicio efectivo del cargo.

Art. 10.- La prorrogación voluntaria expresa se verifica cuando una


persona que no está, por razón de su domicilio, sometida a la
competencia del juez, se somete a ella expresamente, bien al contestar
a la demanda, bien por haberse convenido en el contrato.

Art. 11.- La prorrogación tácita se verifica por comparecer en la


instancia sin declinar la competencia, o porque antes no ha ocurrido
el demandado a su juez para que la entable.

También se verifica esta prorrogación respecto de la persona y bienes


del que contrae una obligación subsidiaria, a no ser que se hubiere
pactado otra cosa en el contrato que establece la obligación
subsidiaria.

Art. 12.- El juez a quien se haya prorrogado la competencia excluye a


cualquier otro, y no puede eximirse del conocimiento de la causa.

Art. 13.- La competencia preventiva en materia civil se ejerce entre


los jueces de igual clase de una misma sección territorial de modo que
uno excluye a otro por la prevención.

Art. 14.- En las causas civiles tiene lugar la prevención por la


citación de la demanda al demandado, en la forma legal, o por sorteo.

Art. 15.- Ejercen competencia privativa los órganos jurisdiccionales a


quienes se encarga el conocimiento de materias especiales.

Art. 16.- Ejercen jurisdicción legal tanto los jueces ordinarios como
los especiales.

Art. 17.- Ejercen jurisdicción convencional los jueces árbitros.

Art. 18.- La jurisdicción legal nace por elección o nombramiento hecho


conforme a la Constitución o la ley; y la convencional por compromiso.
Art. 19.- Principia el ejercicio de la jurisdicción legal y de la
convencional, desde que los titulares de los órganos jurisdiccionales
toman posesión de su empleo o cargo y entran al desempeño efectivo del
mismo.

Art. 20.- La competencia se suspende respecto a la causa sobre que se


ejerce:

1.- En los casos de excusa y de recusación. En el primero, desde que


la excusa consta de autos hasta que se ejecutoría la providencia que
declare sin lugar el impedimento; y en el segundo, desde que se cite
al juez recusado el decreto en que se le pida informe, hasta que se
ejecutoríe la providencia que deniegue la recusación;

2.- Por el recurso de apelación, o de hecho, desde la concesión del


recurso, hasta que el superior devuelva el proceso, siempre que la
concesión del recurso sea en los efectos suspensivo y devolutivo;

3.- Por el recurso de casación o de hecho, desde que se consigna la


caución hasta que se resuelva el recurso; y,

4.- Cuando se promueve juicio de competencia desde que el juez recibe


el oficio inhibitorio hasta que aquélla se dirime, salvo si se hubiese
realizado alguno de los casos previstos en el Art. 11; pues, en tal
evento, continuará interviniendo el juez requerido y se limitará a
enviar copia de la causa de que está conociendo a costa del promotor.

Art. 21.- El juez pierde la competencia:

1.- En la causa para la cual ha sido declarado incompetente por


sentencia o auto ejecutoriado;

2.- En la causa en que se ha admitido la excusa o la recusación; y,

3.- En la causa fenecida cuando está ejecutada la sentencia, en todas


sus partes.

Art. 22.- La jurisdicción del juez se suspende totalmente:

1.- Por haberse dictado auto de llamamiento a juicio contra el juez


por la comisión de un delito sancionado con pena de reclusión hasta
cuando se dicte sentencia absolutoria;

2.- Por licencia, desde que se obtiene hasta que termina;


El juez puede recobrar jurisdicción renunciando la licencia, en
cualquier tiempo de ésta; y,

3.- Por suspensión de los derechos políticos.

Art. 23.- El juez pierde absolutamente la jurisdicción:

1.- Por renuncia del destino, desde que se notifica la admisión;

2.- Por haber transcurrido el tiempo para el cual fue nombrado, salvo
lo dispuesto en el Art. 9 de este Código; y,

3.- Por admitir otro destino público, salvo lo dispuesto en leyes o


decretos especiales.

Sección 2ª.

Del fuero competente

Art. 24.- Toda persona tiene derecho para no ser demandada sino ante
su juez competente determinado por la ley.
Art. 25.- Demandada una persona ante juez distinto del que le
corresponde, puede declinar la competencia o acudir a su juez propio
para que la entable, o prorrogar la competencia en el modo y casos en
que puede hacerlo conforme a la ley.

Art. 26.- El juez del lugar donde tiene su domicilio el demandado, es


el competente para conocer de las causas que contra éste se promuevan.

Art. 27.- El que no tiene domicilio fijo puede ser demandado donde se
lo encuentre.

Art. 28.- El que tiene domicilio en dos o más lugares puede ser
demandado en cualquiera de ellos. Pero si se trata de cosas que dicen
relación especial a uno de dichos domicilios exclusivamente, sólo el
juez de éste será competente para tales casos.

Art. 29.- Además del juez del domicilio, son también competentes:

1.- El del lugar en que deba hacerse el pago o cumplirse la


obligación;

2.- El del lugar donde se celebró el contrato, si al tiempo de la


demanda está en él presente el demandado, o su procurador general, o
especial para el asunto de que se trata;

3.- El juez al cual el demandado se haya sometido expresamente en el


contrato;

4.- El del lugar en que estuviere la cosa raíz materia del pleito.

Si la cosa se hallare situada en dos o más cantones o provincias, el


del lugar donde esté la casa del fundo; mas, si el pleito se refiere
sólo a una parte del predio, el del lugar donde estuviere la parte
disputada; y si ésta perteneciere a diversas circunscripciones el
demandante podrá elegir el juez de cualquiera de ellas;

5.- El del lugar donde fueron causados los daños, en las demandas
sobre indemnización o reparación de éstos; y,

6.- El del lugar en que se hubiere administrado bienes ajenos, cuando


la demanda verse sobre las cuentas de la administración.

Art. 30.- La renuncia general de domicilio surte el efecto de que el


renunciante pueda ser demandado donde se le encuentre, salvo lo que
dispongan al respecto leyes especiales.

Art. 31.- No obstante lo dispuesto en los artículos anteriores, si la


demanda versa sobre asuntos para cuya resolución sean necesarios
conocimientos locales o inspección judicial, como sobre linderos,
curso de aguas, reivindicación de inmuebles y otras cosas análogas, se
la propondrá ante el juez del lugar donde estuviere la cosa a que se
refiere dicha demanda. Y si la cosa pertenece a dos o más
circunscripciones, se observará lo dispuesto en el número 4 del Art.
29.

Para el conocimiento de las acciones posesorias, es competente el juez


del lugar donde las cosas están situadas, observándose lo dispuesto en
los mismos número y artículo.

Las causas de inventario, petición y partición de herencia, cuentas


relativas a ésta, cobranza de deudas hereditarias, y otras
provenientes de una testamentaria, se seguirán ante el juez del lugar
en que se hubiere abierto la sucesión.

TITULO II
DE LAS PERSONAS QUE INTERVIENEN
EN LOS JUICIOS

Sección 1ª.

Del actor y del demandado

Art. 32.- Actor es el que propone una demanda, y demandado, aquél


contra quien se la intenta.

Art. 33.- No pueden comparecer en juicio como actores ni como


demandados:

1.- El menor de edad y cuantos se hallen bajo tutela o curaduría, a no


ser que lo hagan por medio de su representante legal o para defender
sus derechos provenientes de contratos que hayan celebrado válidamente
sin intervención de representante legal; y,
2.- Las personas jurídicas a no ser por medio de su representante
legal.

Art. 34.- Los que se hallen bajo patria potestad serán representados
por el padre o la madre que la ejerza; y los demás incapaces que no
estuvieren bajo patria potestad, tutela o curaduría, por el curador
que se les dé para el pleito.

El hijo menor de edad será representado por el padre. A falta por


cualquier motivo de éste, le representará la madre, lo mismo que
cuando se trate de demanda contra el padre. De estar incursos el padre
y la madre en uno de los casos anotados, será representado por su
curador especial o por un curador ad litem.

Art. 35.- En los juicios de alimentos y en los demás entre cónyuges o


convivientes con derecho; en la que la una parte está obligada a
suministrar los derechos causados por la otra, el honorario del
defensor de ésta será regulado por el juez y se incluirá en esos
derechos. De esta regulación no habrá recurso alguno y el pago se
efectuará por apremio real.

Art. 36.- Los herederos no podrán ser demandados ni ejecutados dentro


de los ocho días siguientes al de la muerte de la persona a quien
hayan sucedido. Si no hubieren aceptado la herencia, el demandante
podrá pedir al juez que les obligue a declarar si la aceptan o la
repudian, conforme a lo dispuesto en el Código Civil; y, mientras
gocen del plazo para deliberar, podrá nombrarse un curador de la
herencia, con quien se siga el pleito o ejecución, sin que sea
necesaria la notificación judicial del título.

Art. 37.- El insolvente será representado por el síndico en todo lo


que concierna a sus bienes; pero tendrá capacidad para comparecer por
sí mismo en las diligencias para las que la ley expresamente se la
otorgue, o en lo que se refiere exclusivamente a derechos
extrapatrimoniales.

Sección 2ª.

De los procuradores

Art. 38.- Son procuradores judiciales los mandatarios que tienen poder
para comparecer en juicio por otro.

Tanto el actor como el demandado podrán comparecer en juicio por medio


de procurador.

Son hábiles para nombrar procuradores los que pueden comparecer en


juicio por sí mismos.
Art. 39.- Aún cuando hubiere procurador en el juicio, se obligará al
mandante a comparecer, siempre que tuviere que practicar personalmente
alguna diligencia, como absolver posiciones, reconocer documentos, y
otros actos semejantes; pero si se hallare fuera del lugar del juicio,
se librará deprecatorio o comisión, en su caso, para la práctica de
tal diligencia.

Art. 40.- Sólo los abogados en el ejercicio de su profesión podrán


comparecer en juicio como procuradores judiciales y asistir a las
juntas, audiencias y otras diligencias, en representación de las
partes, cuando éstas no puedan concurrir personalmente.

La procuración judicial a favor de un abogado se otorgará por


escritura pública o por escrito reconocido ante el juez de la causa y
se entenderá sin perjuicio de lo dispuesto en el Art. 1010, inciso
final, de este Código.

Se exceptúan de lo dispuesto en este artículo la procuración judicial


o comparecencia a juntas, audiencias y otras diligencias ante jueces,
funcionarios o autoridades residentes en cantones o lugares en que no
hubiere por lo menos cinco abogados establecidos, así como los casos
de procuración proveniente del exterior.

Art. 41.- No pueden comparecer en juicio como procuradores:

1.- Los que se hallan suspensos en el ejercicio de los derechos


políticos;

2.- Los que hubieren sido declarados tinterillos, según la ley;

3.- Los secretarios y más empleados de los tribunales y juzgados;

4.- Los comprendidos en los numerales 1, 2, 3, 4, 5, 9 y 10 del Art.


150 de la Ley Orgánica de la Función Judicial, a no ser por sus
parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de
afinidad.

Art. 42.- La incapacidad del procurador, no le inhabilita para


sustituir el poder.

Art. 43.- En todo juicio concurrirán las partes personalmente o por


medio de su representante legal o procurador, debiendo éste legitimar
su personería, desde que comparece en el juicio, a menos que el juez,
por graves motivos, conceda un término para presentar el poder,
término que no excederá de quince días, si el representado estuviere
en el Ecuador, ni de sesenta si se hallare en el exterior. No se
concederá dicho término, cualquiera que sea la razón que invoque, si
se presenta persona desconocida o sin responsabilidad.

Si el procurador no presentare el poder dentro del término a que se


refiere el inciso anterior, pagará las costas y perjuicios que se
hubiesen ocasionado, y, además, una multa de uno a diez dólares de los
Estados Unidos de América por cada día de retardo proveniente de la
falsa procuración, y cuyo total no podrá exceder de la equivalente a
trescientos sesenta días. Para la imposición de la multa, de la cual
la mitad corresponderá al fisco y la otra mitad a la parte
perjudicada, el juez tomará en cuenta la naturaleza de la causa y su
cuantía. Los condenados como falsos procuradores pagarán las costas,
daños y perjuicios del incidente aunque legitimaren su personería con
posterioridad a la declaración.

Art. 44.- El procurador judicial debe atenerse a los términos del


poder, y necesitará de cláusula especial para lo siguiente:

1.- Transigir;
2.- Comprometer el pleito en árbitros;

3.- Desistir del pleito;

4.- Absolver posiciones y deferir al juramento decisorio; y,

5.- Recibir la cosa sobre la cual verse el litigio o tomar posesión de


ella.

Art. 45.- Están obligados los procuradores a:

1.- Cumplir con lo que ordena el Art. 43 bajo pena de ser declarados
falsos procuradores y pagar multa, perjuicios y costas, de acuerdo con
el inciso segundo de dicho artículo;

2.- Ceñirse a las instrucciones de sus comitentes;

3.- Llevar a los abogados los documentos necesarios para la defensa,


darles noticia del estado de las causas, y copias de las providencias
que en ellas se dicten;

4.- Presentar las pruebas y practicar las gestiones necesarias para


que se reciban dentro de los términos respectivos;

5.- Guardar secreto de todo aquello que no deba descubrirse a la otra


parte, bajo la pena señalada al prevaricato;
6.- Satisfacer las tasas, multas y costas judiciales, aún cuando en el
poder se les releve de esta obligación;

7.- Interponer oportunamente los recursos que la ley permita; y,

8.- Cumplir en los respectivos casos, con los demás deberes que la ley
impone a los mandatarios.

Art. 46.- El procurador que ha aceptado o ha ejercido el poder está


obligado a continuar desempeñándolo en lo sucesivo sin que le sea
permitido excusarse de ejercerlo para no contestar demandas nuevas,
cuando está facultado para ello, salvo que renuncie al total ejercicio
de dicho poder y que comparezca en el juicio el poderdante,
personalmente o por medio de nuevo procurador.

Art. 47.- El procurador que haya sustituido el poder podrá revocar las
sustituciones, y hacer otras en todo o en parte. El sustituto podrá
también delegarlo, si no se le hubiere prohibido.

Art. 48.- Termina el cargo de procurador en todos los casos expresados


en la ley; pero si hubiere muerto el poderdante después de presentada
la demanda continuará el procurador o sustituto representando a la
sucesión, en ese juicio, hasta que se nombre curador de la herencia
yacente o comparezca el heredero. Lo mismo es aplicable al procurador
del demandado, si ya se le hubiese citado la demanda.

Art. 49.- La revocación del poder no surte efecto en juicio, sino


desde que el poderdante comparece personalmente o por medio de nuevo
apoderado, con poder suficiente, haciendo constar, en uno u otro caso,
expresamente, dicha revocación.

Art. 50.- Si el procurador renuncia el poder, se seguirá el juicio con


el poderdante, si éste se halla presente; de lo contrario, continuará
con el mismo procurador, mientras aquél comparezca personalmente o por
medio de nuevo procurador.

Art. 51.- Aún en el caso de que el procurador renuncie el mandato,


pagará las costas y multas a que hubiere sido condenado.
Art. 52.- Si fueren dos o más los demandantes por un mismo derecho o
dos o más los demandados, siempre que sus derechos o excepciones no
sean diversos o contrapuestos, el juez dispondrá que constituyan un
solo procurador dentro del término que se les conceda; si no lo
hicieren, el juez designará de entre ellos la persona que debe servir
de procurador y con él se contará en el juicio. El designado no podrá
excusarse de desempeñar el cargo. Las peticiones de los demás no serán
aceptadas ni podrán tomarse en cuenta.

Para el ejercicio de la procuración común no se requiere ser abogado.

El nombramiento de procurador común podrá revocarse por acuerdo de las


partes, o por disposición del juez a petición de alguna de ellas
siempre que hubiere motivo que lo justifique. La revocatoria no
producirá efecto mientras no comparezca el nuevo procurador.

Art. 53.- Los representantes legales están obligados a acreditar la


representación que invocan desde que lo dispone el juez, de oficio, o
a solicitud de la parte contraria.

Art. 54.- Si hubiere procurador en el pleito, con él se entenderán


todas las diligencias del juicio, y no con el poderdante; y aunque
éste comparezca por el mismo, no caducará el poder si no se le revoca
expresamente. Se exceptúa lo dispuesto en el Art. 39.

Art. 55.- No obstante lo dispuesto en el artículo precedente, para los


efectos de excusa o recusación, se tendrá por parte sólo a la persona
directamente interesada en el juicio o a su representante legal, mas
no a su procurador, salvo lo dispuesto en el Art. 857.

Art. 56.- Si se ha conferido poder a persona relativamente incapaz, el


proceso en que ésta hubiese intervenido no se anulará por tal
circunstancia; pero comprobado el hecho de la incapacidad, dejará de
contarse con el procurador y continuará el juicio con el poderdante,
al que se le citará en el domicilio señalado por el mandatario.

LIBRO SEGUNDO

DEL ENJUICIAMIENTO CIVIL

TITULO I

DE LOS JUICIOS EN GENERAL

Sección 1ª.

Disposiciones preliminares

Art. 57.- JUICIO es la contienda legal sometida a la resolución de los


jueces.

Art. 58.- INSTANCIA es la prosecución del juicio, desde que se propone


la demanda hasta que el juez la decide o eleva los autos al superior,
por consulta o concesión de recurso. Ante el superior, la instancia
empieza con la recepción del proceso, y termina con la devolución al
inferior, para la ejecución del fallo ejecutoriado.

Art. 59.- Toda controversia judicial que, según la ley, no tiene un


procedimiento especial se ventilará en juicio ordinario.

Art. 60.- El juez sustanciará la causa según la cuantía fijada por el


actor.

Para fijar la cuantía de la demanda, se tomarán en cuenta los


intereses líquidos del capital, los que estuvieren pactados en el
documento con que se proponga la demanda, y los frutos que se hubieren
liquidado antes de proponerla.

Art. 61.- Cuando la demanda verse sobre derechos de valor


indeterminado que se refieran a cosas susceptibles de apreciación, se
fijará la cuantía atendiendo al precio de las cosas.

Si la demanda versa sobre derechos de valor indeterminado a los que no


pudiera aplicarse lo dispuesto en el inciso anterior, en lo relativo a
la concesión de los recursos, se considerará como que la cuantía pasa
de quinientos dólares de los Estados Unidos de América.

Art. 62.- En los juicios provenientes de arrendamiento, la cuantía se


determinará por la importancia de la pensión conductiva de un año, o
por lo que valga en el tiempo estipulado, si éste fuere menor.

Art. 63.- En los juicios relativos a alimentos legales, se fijará la


cuantía atendiendo al máximo de la pensión reclamada por el actor
durante un año.

Art. 64.- Todo juicio principia por demanda; pero podrán preceder a
ésta los siguientes actos preparatorios:

1.- Confesión judicial;

2.- Exhibición de la cosa que haya de ser objeto de la acción;

3.- Exhibición y reconocimiento de documentos;

4.- Información sumaria o de nudo hecho, en los juicios de posesión


efectiva, apertura de testamentos y en los demás expresamente
determinados por ley; y,

5.- Inspección judicial.

Art. 65.- Puede pedirse como diligencia preparatoria o dentro de


término probatorio, la exhibición de libros, títulos, escrituras,
vales, cuentas y, en general, de documentos de cualquier clase que
fueren, incluyendo los obtenidos por medios técnicos, electrónicos,
informáticos, telemáticos o de nueva tecnología, siempre que se
concreten y determinen, haciendo constar la relación que tengan con la
cuestión que se ventila o que ha de ser materia de la acción que se
trate de preparar. Pero no podrá solicitarse la exhibición de los
testimonios o copias de instrumentos públicos cuya matriz u original
repose en los archivos públicos, de los cuales pueden obtenerse nuevas
copias, sin ningún otro requisito, a menos que en las copias existan
cesiones o anotaciones. Si no existiere la matriz u original, se
sacarán compulsas de las copias exhibidas.

Cuando se trate de la exhibición de libros o cuentas que formen parte


de otras, se presentarán únicamente para la copia o compulsa de la
partida del libro o cuenta relacionada con la cuestión que se ventile,
o para el examen pericial, en su caso. La copia o compulsa la
verificará, a presencia del juez, el respectivo secretario, y el
examen se hará por el juez y los peritos, con intervención del
secretario, debiendo, cuando el juez lo crea conveniente o alguna de
las partes lo solicite, obtenerse copias fotográficas de la partida,
acta o cuenta materia del examen. Dichas copias o compulsa y copias
fotográficas constituirán prueba.

Sección 2ª.

De la demanda
Art. 66.- Demanda es el acto en que el demandante deduce su acción o
formula la solicitud o reclamación que ha de ser materia principal del
fallo.

Art. 67.- La demanda debe ser clara y contendrá:

1.- La designación del juez ante quien se la propone;

2.- Los nombres completos, estado civil, edad y profesión del actor y
los nombres completos del demandado;

3.- Los fundamentos de hecho y de derecho, expuestos con claridad y


precisión;

4.- La cosa, cantidad o hecho que se exige;

5.- La determinación de la cuantía;


6.- La especificación del trámite que debe darse a la causa;

7.- La designación del lugar en que debe citarse al demandado, y la


del lugar donde debe notificarse al actor; y,

8.- Los demás requisitos que la ley exija para cada caso.

Art. 68.- A la demanda se debe acompañar:

1.- El poder para intervenir en el juicio, cuando se actuare por medio


de apoderado;

2.- La prueba de representación del actor si se tratare de persona


natural incapaz;

3.- La prueba de la representación de la persona jurídica, si ésta


figurare como actora;

4.- Los documentos y las pruebas de carácter preparatorio que se


pretendiere hacer valer en el juicio y que se encontraren en poder del
actor; y,

5.- Los demás documentos exigidos por la ley para cada caso.

Art. 69.- Presentada la demanda, el juez examinará si reúne los


requisitos legales.

Si la demanda no reúne los requisitos que se determinan en los


artículos precedentes, ordenará que el actor la complete o aclare en
el término de tres días; y si no lo hiciere, se abstendrá de
tramitarla, por resolución de la que podrá apelar únicamente el actor.

La decisión de segunda instancia causará ejecutoria.

El juez cuando se abstenga de tramitar la demanda, ordenará la


devolución de los documentos acompañados a ella, sin necesidad de
dejar copia.

El superior sancionará con multa de diez a cincuenta dólares de los


Estados Unidos de América al juez que incumpliere las obligaciones que
le impone este artículo.

Art. 70.- No se podrá cambiar la acción sobre que versa la demanda,


después de contestada por el demandado; pero se la puede reformar,
antes que principie el término probatorio, pagando al demandado las
costas ocasionadas hasta la reforma.

La disposición de este artículo no se opone a que, en cualquier estado


del juicio ordinario, se pase de éste al ejecutivo, pero pagará el
actor las costas que hubiere ocasionado a la otra parte. Ordenado el
paso al juicio ejecutivo, se empezará por dictar el correspondiente
auto de pago.

Art. 71.- Se puede proponer, en una misma demanda, acciones diversas o


alternativas, pero no contrarias ni incompatibles, ni que requieran
necesariamente diversa sustanciación; a menos que, en este último
caso, el actor pida que todas se sustancien por la vía ordinaria.

Art. 72.- No podrán demandar en un mismo libelo dos o más personas,


cuando sus derechos o acciones sean diversos o tengan diverso origen.

Tampoco podrán ser demandadas en un mismo libelo dos o más personas


por actos, contratos u obligaciones diversos o que tengan diversa
causa u origen.

Sección 3ª.

De la citación y de la notificación

Art. 73.- Citación es el acto por el cual se hace saber al demandado


el contenido de la demanda o del acto preparatorio y las providencias
recaídas en esos escritos.

Notificación es el acto por el cual se pone en conocimiento de las


partes, o de otras personas o funcionarios, en su caso, las
sentencias, autos y demás providencias judiciales, o se hace saber a
quien debe cumplir una orden o aceptar un nombramiento, expedidos por
el juez.

Art. 74.- En el proceso se extenderá acta de la citación, expresando


el nombre completo del citado, la forma en que se la hubiere
practicado y la fecha, hora y lugar de la misma.

De la notificación, el actuario sentará la correspondiente razón, en


la que se hará constar el nombre del notificado y la fecha y hora de
la diligencia. En una sola razón podrá dejarse constancia de dos o más
notificaciones hechas a distintas personas.

El acta respectiva será firmada por el actuario.

Art. 75.- Todo el que fuere parte de un procedimiento judicial


designará el lugar en que ha de ser notificado, que no puede ser otro
que la casilla judicial y/o el domicilio judicial electrónico en un
correo electrónico, de un abogado legalmente inscrito en cualquiera de
los colegios de abogados del Ecuador.

No se hará notificación alguna a la parte que no cumpliere este


requisito; pero el derecho a ser notificado convalecerá el momento en
que hiciere la designación a que se refiere el inciso anterior, y,
desde entonces, se procederá a notificarle.
Las notificaciones al Procurador General del Estado, se harán en la
forma prevista en el Art. 6 de la Ley Orgánica de la Procuraduría
General del Estado.

Las notificaciones a los representantes de las instituciones del


Estado y a los funcionarios del Ministerio Público que deben
intervenir en los juicios, se harán en las oficinas que éstos tuvieren
en el lugar del juicio, o en la casilla judicial y/o en el domicilio
judicial electrónico en un correo electrónico, que señalaren para el
efecto.

Art. 76.- La designación prescrita en el inciso primero del artículo


anterior, podrá hacerse en el acto de la citación personal o por
escrito separado; y al efecto, el actuario o citador advertirá este
deber a la parte en el momento de citarle, y hará constar la respuesta
en la misma diligencia. Una vez designada la casilla judicial las
notificaciones se harán en él, o personalmente a la parte, dentro o
fuera de la oficina, conforme a las reglas generales.

Art. 77.- Si no se encontrare a la persona que debe ser citada, se la


citará por boleta dejada en la correspondiente habitación, a cualquier
individuo de su familia o de servicio. La boleta expresará el
contenido del pedimento, la orden o proveído del juez, y la fecha en
que se hace la citación; y si no hubiere a quien entregarla, se la
fijará en las puertas de la referida habitación, y el actuario o el
citador, sentará la diligencia correspondiente.

La persona que reciba la boleta suscribirá la diligencia, y si ella,


por cualquier motivo, no lo hiciere, el funcionario respectivo,
sentará la razón del caso y la suscribirá.

La citación a un comerciante o al representante de una compañía de


comercio, podrá también hacerse en el respectivo establecimiento de
comercio en sus horas hábiles y siempre que estuviere abierto.

Si no se encontrare a la persona que deba ser citada, se lo hará por


boleta que se entregará a cualquiera de sus auxiliares o dependientes.

Se extiende a este caso la obligación prescrita al actuario o citador


en el Art. 76.

El actuario o el citador tendrá la obligación de cerciorarse de la


verdad de que se trata de la respectiva habitación o establecimiento
de comercio para hacer allí la citación en forma legal.

Art. 78.- La citación al Procurador General del Estado, se hará de


conformidad con lo dispuesto en el Art. 6 de la Ley Orgánica de la
Procuraduría General del Estado.

Art. 79.- La citación a los ministros plenipotenciarios y demás


agentes diplomáticos extranjeros, en los negocios contenciosos que le
corresponde conocer a la Corte Suprema, se hará por medio de un oficio
en que el Ministro de Relaciones Exteriores transcriba al Ministro
Plenipotenciario u otro Agente Diplomático la providencia judicial que
se hubiere dictado, juntamente con los antecedentes. Para constancia
de haberse practicado la citación, se agregará a los autos la nota en
la que el Ministro de Relaciones Exteriores comunique haber dirigido
el oficio. Los términos correrán desde la fecha en que se haya
transcrito la providencia y antecedentes que deban ser citados.

Art. 80.- Si por apelación u otro motivo, se remitiere la causa a


distinto lugar, harán las partes, ante el juez a quo o ante el
superior, la indicación prescrita en el Art. 75 bajo el apercibimiento
que dicho precepto contiene.

Art. 81.- Siempre que, en conformidad con los Arts. 75 y 80 no deba


notificarse a las partes o a una de ellas, los términos correrán como
si la notificación omitida se hubiere hecho en la fecha y hora del
proveimiento o desde la última notificación, en el respectivo caso.

No obstante lo dispuesto en los artículos anteriores, el derecho a ser


notificado convalecerá desde el momento en que la parte o partes
hicieren la designación de que habla el Art. 75; y desde entonces el
actuario seguirá contando con ellas, en todas las diligencias
ulteriores del juicio.

Art. 82.- A personas cuya individualidad o residencia sea imposible


determinar se citará por tres publicaciones que se harán, cada una de
ellas en fecha distinta, en un periódico de amplia circulación del
lugar; de no haberlo, se harán en un periódico de la capital de la
provincia, asimismo de amplia circulación; y si tampoco allí lo
hubiere, en uno de amplia circulación nacional, que el juez señale.

La publicación contendrá un extracto de la demanda o solicitud


pertinente, y de la providencia respectiva.

La afirmación de que es imposible determinar la individualidad o


residencia de quien deba ser citado, la hará el solicitante bajo
juramento sin el cumplimiento de cuyo requisito, el juez no admitirá
la solicitud.

Cuando deba citarse a herederos, a los conocidos se citará


personalmente o por boleta y a los desconocidos o cuya residencia
fuere imposible determinar, en la forma prevista por los incisos
precedentes.

Los citados que no comparecieren veinte días después de la última


publicación, podrán ser considerados o declarados rebeldes.

Art. 83.- Cuando falleciere alguno de los litigantes, se notificará a


sus herederos para que comparezcan al juicio.

A quienes fueren conocidos se les notificará en persona o por una sola


boleta, y a quienes fueren desconocidos o no se pudiere determinar su
residencia, mediante una sola publicación en la forma y con los
efectos señalados por el Art. 82.

La notificación se hará con la providencia en que se dispone contar


con los herederos en el juicio. La publicación por la prensa contendrá
únicamente un extracto de aquella.

Art. 84.- Si una parte manifiesta que conoce determinada petición o


providencia, o se refiere a ella en escrito o en acto del cual quede
constancia en el proceso, se considerará citada o notificada en la
fecha de presentación del escrito o en la del acto a que hubiere
concurrido.

Art. 85.- Las providencias que se dicten en el curso de las audiencias


y otras diligencias, se considerarán notificadas en la fecha y hora en
que éstas se celebren aunque haya faltado alguna de las partes.
Tratándose del juicio verbal sumario, cuando una de las partes no
hubiere concurrido a la audiencia de conciliación en la que el juez
debe abrir la causa a prueba, se notificará en la misma fecha a la
parte que no hubiere concurrido a la audiencia con el auto de apertura
del término de prueba.

Art. 86.- Si fuere demandada una comunidad de las llamadas de


indígenas, la citación se hará personalmente, por lo menos a cinco de
los comuneros, a cada uno de los cuales se entregará una copia de la
demanda y de la respectiva providencia, de lo cual se dejará
constancia en la diligencia de citación.

Además, el actuario o citador leerá la demanda y la providencia


respectiva en un día feriado, en la plaza de la parroquia a que
pertenezca la comunidad y en la hora de mayor concurrencia; todo lo
cual se hará constar en la respectiva acta.

Si la comunidad perteneciere a dos o más parroquias, lo dispuesto en


el inciso anterior se hará en cada una de ellas.

Art. 87.- Si la parte estuviere ausente, se le citará por comisión al


teniente político; o por deprecatorio o exhorto, si se hallare fuera
del cantón, de la provincia o de la República, en su caso.

Art. 88.- Las notificaciones se harán desde las ocho horas hasta las
dieciocho horas.
Pueden hacerse en días y horas inhábiles la citación de la demanda y
la de los actos preparatorios que tengan que ser realizados
personalmente por el demandado.
Art. 89.- Si las partes, después de la citación de la demanda,
constituyen procurador, se entenderán con éste las demás
notificaciones y trámites del juicio.

Art. 90.- En las citaciones y notificaciones no se admitirán a las


partes alegatos ni excepciones; y sólo podrán tener lugar en ellas el
allanamiento o contradicción a la excusa de un juez, la interposición
de los recursos de segunda instancia o de hecho u otras diligencias de
igual naturaleza.

El funcionario que quebrantare esta disposición, será castigado con


multa de veinte centavos de dólar a cincuenta centavos de dólar de los
Estados Unidos de América.

Art. 91.- Se notificarán todos los decretos, autos y sentencias; pero


los traslados, sólo a quien deba contestarlos; así como los decretos
que contengan órdenes, a quienes deban cumplirlos.

Las notificaciones se harán por una boleta aún cuando constare que la
parte se ha ausentado.

Art. 92.- Las citaciones y notificaciones se harán a más tardar,


dentro de veinticuatro horas, contadas desde aquella en que se firmare
la providencia, bajo la multa de diez centavos de dólar de los Estados
Unidos de América por cada día de retardo, que, en tal caso, será
impuesta de oficio por el juez de la causa. Podrá revocarse la multa
si fuere justificable el retardo.

Esta multa no podrá exceder de diez dólares de los Estados Unidos de


América.

Art. 93.- En todo juicio, la citación se hará en la persona del


demandado o de su procurador; mas si no pudiere ser personal, según el
Art. 77 se hará por tres boletas, en tres distintos días, salvo los
casos de los Arts. 82 y 86.

El actuario o citador dejará la primera boleta en la habitación del


que deba ser citado, cerciorándose de este particular. Si éste
cambiare de habitación, o se ausentare, las otras dos boletas pueden
dejarse en el mismo lugar en el cual se dejó la primera.

Art. 94.- La citación de que trata el Art. 1783 del Código Civil, no
puede pedirse sino dentro del término de contestar a la demanda; y
pedida, se citará la demanda al vendedor, para que, dentro del término
legal, pueda oponerse excepciones. Esta citación se hará con arreglo
al inciso primero del artículo que antecede.

Por el hecho de pedirse la citación de que habla este artículo, no


correrá para el demandado el término para contestar a la demanda, pero
será libre de hacerlo durante el que tiene el vendedor. Este podrá
pedir, a su vez, que se cite a su vendedor, para que salga a la
defensa, con los mismos efectos aquí establecidos para el demandado.
El vendedor citado en segundo lugar no podrá pedir citación para
saneamiento, sin perjuicio de su derecho a la indemnización a que
hubiere lugar. El término para pedir que se cite al vendedor será de
ocho días.

Art. 95.- En toda notificación de traspaso de un crédito, la cual se


hará en persona o por tres boletas, se entregará al deudor una boleta
en que conste la nota de traspaso y se determinen el origen, la
cantidad y la fecha del crédito. Si el título fuere una escritura
pública, se indicará, además, el protocolo en que se haya otorgado, y
se anotará el traspaso al margen de la matriz, para que éste sea
válido.
La cesión de un crédito hipotecario no surtirá efecto alguno si no se
tomare razón de ella, en la Oficina de Registro e Inscripciones, al
margen de la inscripción hipotecaria.

Se cumplirá la exhibición prescrita por el Código Civil, dejando, por


veinticuatro horas, el documento cedido, en el despacho del
funcionario que hiciere la notificación, para que pueda examinarlo el
deudor, si lo quisiere.

Del cumplimiento de este requisito se dejará constancia en autos.

Cuando se deba ceder y traspasar derechos o créditos para efecto de


desarrollar procesos de titularización realizados al amparo de la Ley
de Mercado de Valores, cualquiera sea la naturaleza de aquéllos, no se
requerirá notificación alguna al deudor u obligado de tales derechos o
créditos. Por el traspaso de derechos o créditos en procesos de
titularización, se transfiere de pleno derecho y sin requisito o
formalidad adicional, tanto el derecho o crédito como las garantías
constituidas sobre tales créditos. En caso de ser necesaria la
ejecución de la garantía, el traspaso del crédito y de la garantía,
ésta deberá ser previamente inscrita en el registro correspondiente.

Art. 96.- En la notificación de la orden de retención o de embargo, se


entregará también al deudor una boleta en que conste la providencia
judicial respectiva.

Art. 97.- Son efectos de la citación:

1.- Dar prevención en el juicio al juez que mande hacerla;

2.- Interrumpir la prescripción;

3.- Obligar al citado a comparecer ante el juez para deducir


excepciones;

4.- Constituir al demandado poseedor de mala fe, e impedir que haga


suyos los frutos de la cosa que se le demanda, según lo dispuesto en
el Código Civil; y,

5.- Constituir al deudor en mora, según lo prevenido en el mismo


Código.

Art. 98.- El actuario fijará diariamente, hasta las nueve horas, en el


lugar donde funcionen los casilleros judiciales, un boletín sobre las
providencias que se hubieren dictado en el día hábil precedente, en el
cual se harán constar:

1.- La fecha de emisión del boletín;

2.- Los nombres del actor y del demandado;

3.- La determinación, en la forma más resumida, de la providencia


dictada; y,

4.- La firma del actuario.

Se dejará un duplicado del boletín, autorizado por el actuario, para


el archivo, que podrá ser examinado por las partes o por sus
defensores.

En el boletín no se publicará lo concerniente a medidas preventivas o


al embargo, mientras no se hubieren cumplido.

Sección 4ª.
De las excepciones

Art. 99.- Las excepciones son dilatorias o perentorias. Son dilatorias


las que tienden a suspender o retardar la resolución de fondo; y
perentorias, las que extinguen en todo o en parte la pretensión a que
se refiere la demanda.

Art. 100.- Las dilatorias más comunes son, o relativas al juez, como
la de incompetencia; o al actor, como la de falta de personería, por
incapacidad legal o falta de poder; o al demandado, como la de
excusión u orden; o al modo de pedir, como la de contradicción o
incompatibilidad de acciones; o al asunto mismo de la demanda, como la
que se opone contra una petición hecha antes del plazo legal o
convencional; o a la causa o al modo de sustanciarla, como cuando se
pide que se acumulen los autos para no dividir la continencia de la
causa, o que a ésta se dé otra sustanciación.

Art. 101.- Las excepciones se deducirán en la contestación a la


demanda. Las perentorias más comunes son: la que tiene por objeto
sostener que se ha extinguido la obligación por uno de los modos
expresados en el Código Civil, y la de cosa juzgada.

Sección 5ª.

De la contestación a la demanda

Art. 102.- La contestación a la demanda contendrá:

1.- Los nombres completos, estado civil, edad y profesión del


demandado, comparezca por sí o por medio de representante legal o
apoderado, y la designación del lugar en donde ha de recibir las
notificaciones;

2.- Un pronunciamiento expreso sobre las pretensiones del actor y los


documentos anexos a la demanda, con indicación categórica de lo que
admite y de lo que niega; y,

3.- Todas las excepciones que se deduzcan contra las pretensiones del
actor.

La contestación a la demanda se acompañará de las pruebas


instrumentales que disponga el demandado, y las que acrediten su
representación si fuere del caso. La trasgresión a este precepto
ocasionará la invalidez de la prueba instrumental de la pretensión.

El juez cuidará de que la contestación sea clara y las excepciones


contengan los fundamentos de hecho y de derecho en que se apoya, y los
requisitos señalados en los números de este artículo, y, de encontrar
que no se los ha cumplido, ordenará que se aclare o complete. Esta
disposición no será susceptible de recurso alguno.

Art. 103.- La falta de contestación a la demanda, o de pronunciamiento


expreso sobre las pretensiones del actor, será apreciada por el juez
como indicio en contra del demandado, y se considerará como negativa
simple de los fundamentos de la demanda, salvo disposición contraria.

Art. 104.- Antes de recibida la causa a prueba, podrá el demandado


reformar sus excepciones y aún deducir otras perentorias.

Art. 105.- En la contestación podrá el demandado reconvenir al


demandante por los derechos que contra éste tuviere; pero después de
tal contestación sólo podrá hacerlos valer en otro juicio.
Art. 106.- Las excepciones y la reconvención se discutirán al propio
tiempo y en la misma forma que la demanda, y serán resueltos en la
sentencia.

Art. 107.- Después de contestada la demanda, el actor no podrá


desistir del pleito, sino pagando al demandado las costas y en la
forma prescrita en este Código.

Sección 6ª.

De la acumulación de autos

Art. 108.- Se decretará la acumulación de autos, cuando se la solicite


por parte legítima, en los casos siguientes:

1.- Cuando la sentencia que hubiere de dictarse en uno de los procesos


cuya acumulación se pide, produciría en el otro excepción de cosa
juzgada;

2.- Cuando en un juzgado haya pleito pendiente sobre lo mismo que sea
objeto del que después se hubiere promovido;

3.- Cuando haya un juicio de concurso, al que se hallen sujetos los


asuntos sobre que versen los procesos cuya acumulación se pida; y,

4.- Cuando, de seguirse separadamente los pleitos, se dividiría la


continencia de la causa.

Art. 109.- Se divide la continencia de la causa:

1.- Cuando hay en los pleitos, propuestos separadamente, identidad de


personas, cosas y acciones;

2.- Cuando hay identidad de personas y cosas, aún cuando las acciones
sean diversas;

3.- Cuando hay identidad de personas y acciones, aún cuando las cosas
sean diversas;

4.- Cuando hay identidad de acciones y cosas, aún cuando las personas
sean diversas;

5.- Cuando las acciones provienen de una misma causa, aunque sean
diversas las personas y las cosas; y,

6.- Cuando la especie sobre que se litiga está comprendida en el


género que ha sido materia de otro pleito.

Art. 110.- No se decretará la acumulación:

1.- Cuando los autos estén en diversas instancias;

2.- En el juicio ejecutivo y en los demás juicios sumarios; y,

3.- En los juicios coactivos.

Art. 111.- No se acumularán al juicio de concurso general los procesos


que se sigan por acreedores hipotecarios, si éstos prefieren exigir
por separado el pago de sus créditos, ni los juicios coactivos.

Art. 112.- Decretada la acumulación, al proceso anterior se acumulará


el posterior, y actuarán el juez y el secretario que intervenían en el
primero.

En los casos de concurso, el juez que lo hubiere decretado conocerá de


los autos acumulados.
Sección 7ª.

De las pruebas

Art. 113.- Es obligación del actor probar los hechos que ha propuesto
afirmativamente en el juicio, y que ha negado el reo.

El demandado no está obligado a producir pruebas, si su contestación


ha sido simple o absolutamente negativa.
El reo deberá probar su negativa, si contiene afirmación explícita o
implícita sobre el hecho, el derecho o la calidad de la cosa litigada.

Impugnados en juicio una letra de cambio o un pagaré a la orden, por


vía de falsedad, la prueba de ésta corresponderá a quien la hubiere
alegado.

Art. 114.- Cada parte está obligada a probar los hechos que alega,
excepto los que se presumen conforme a la ley.

Cualquiera de los litigantes puede rendir pruebas contra los hechos


propuestos por su adversario.

Art. 115.- La prueba deberá ser apreciada en conjunto, de acuerdo con


las reglas de la sana crítica, sin perjuicio de las solemnidades
prescritas en la ley sustantiva para la existencia o validez de
ciertos actos.

El juez tendrá obligación de expresar en su resolución la valoración


de todas las pruebas producidas.

Art. 116.- Las pruebas deben concretarse al asunto que se litiga y a


los hechos sometidos al juicio.

Art. 117.- Sólo la prueba debidamente actuada, esto es aquella que se


ha pedido, presentado y practicado de acuerdo con la ley, hace fe en
juicio.

Art. 118.- Los jueces pueden ordenar de oficio las pruebas que juzguen
necesarias para el esclarecimiento de la verdad, en cualquier estado
de la causa, antes de la sentencia. Exceptúase la prueba de testigos,
que no puede ordenarse de oficio; pero si podrá el juez repreguntar o
pedir explicaciones a los testigos que ya hubiesen declarado
legalmente.

Esta facultad se ejercerá en todas las instancias antes de sentencia o


auto definitivo, sea cual fuere la naturaleza de la causa.

Art. 119.- El juez, dentro del término respectivo, mandará que todas
las pruebas presentadas o pedidas en el mismo término, se practiquen
previa notificación a la parte contraria.

Para la práctica de la información sumaria o de nudo hecho, en los


casos del número 4 del Art. 64, no es necesaria citación previa.

Art. 120.- Toda prueba es pública, y las partes tienen derecho de


concurrir a su actuación.
Art. 121.- Las pruebas consisten en confesión de parte, instrumentos
públicos o privados, declaraciones de testigos, inspección judicial y
dictamen de peritos o de intérpretes.

Se admitirá también como medios de prueba las grabaciones


magnetofónicas, las radiografías, las fotografías, las cintas
cinematográficas, los documentos obtenidos por medios técnicos,
electrónicos, informáticos, telemáticos o de nueva tecnología; así
como también los exámenes morfológicos, sanguíneos o de otra
naturaleza técnica o científica. La parte que los presente deberá
suministrar al juzgado en el día y hora señalados por el juez los
aparatos o elementos necesarios para que pueda apreciarse el valor de
los registros y reproducirse los sonidos o figuras. Estos medios de
prueba serán apreciados con libre criterio judicial según las
circunstancias en que hayan sido producidos.

Se considerarán como copias las reproducciones del original,


debidamente certificadas que se hicieren por cualquier sistema.

Parágrafo 1º.

De la confesión judicial

Art. 122.- Confesión judicial es la declaración o reconocimiento que


hace una persona, contra sí misma, de la verdad de un hecho o de la
existencia de un derecho.

La parte que solicite confesión presentará el correspondiente pliego


de posiciones, al que contestará el confesante.

Art. 123.- Para que la confesión constituya prueba es necesario que


sea rendida ante el juez competente, que se haga de una manera
explícita y que contenga la contestación pura y llana del hecho o
hechos preguntados.

Art. 124.- Si la confesión no tuviere alguna de las calidades


enunciadas en el artículo anterior, será apreciada por el juez en el
grado de veracidad que éste le conceda, de acuerdo con las reglas de
la sana crítica.

Art. 125.- En la confesión ordenada por el juez, a solicitud de parte


o de oficio, deberán afirmarse o negarse de un modo claro y decisivo
los hechos preguntados, y no se admitirán respuestas ambiguas o
evasivas.

Para llenar este objeto, el juez está obligado a explicar


suficientemente las preguntas, de tal modo que el confesante se halle
en condiciones de dar una respuesta del todo categórica.

Art. 126.- La confesión sólo podrá pedirse como diligencia


preparatoria o, dentro de primera o segunda instancia, antes de
vencerse el término de pronunciar sentencia o auto definitivo.

Art. 127.- El juez señalará el día y la hora en que deba prestarse la


confesión. La notificación al confesante se hará con un día de
anticipación, por lo menos a aquél que se hubiere señalado para que
tenga lugar la diligencia. Si no compareciere, se le volverá a
notificar, señalándole nuevo día y hora, bajo apercibimiento de que
será tenido por confeso.

La confesión, salvo lo dispuesto en el Art. 225 se practicará en la


oficina del juez, a no ser que se trate de recibir confesión al
Presidente de la República, a quien le subroga legalmente, a los
ministros de Estado o a los de la Corte Suprema, en cuyo caso se
trasladará el juzgado a la oficina del funcionario que deba confesar.

Para presentarse a la confesión, el confesante deberá estar asistido


de un abogado defensor particular o nombrado por el Estado, en caso de
que el interesado no pueda designar a su propio defensor, caso
contrario, carecerá de eficacia probatoria.

Art. 128.- En ningún caso se diferirá la práctica de la confesión, a


no ser por ausencia que hubiere empezado antes de la citación o
notificación del decreto que fijó día para la confesión, o por
enfermedad grave.
El hecho de la ausencia deberá ser acreditado a satisfacción del juez,
y el de la enfermedad deberá comprobarse con el certificado de dos
facultativos que aseguren, con juramento, que se trata de una
enfermedad que impide presentarse al confesante.

Esto no obstante, el juez puede cerciorarse por otros medios acerca de


la verdad del hecho de la enfermedad, o trasladar el juzgado a la
residencia del confesante, para practicar la diligencia.

Art. 129.- El juez rechazará, aún de oficio, toda solicitud que, sin
fundamento legal, tienda a impedir o retardar la práctica de la
confesión, y está obligado a imponer multa de cinco dólares a veinte
dólares de los Estados Unidos de América al abogado que haya suscrito
la petición. Si el juez no cumpliere este deber, el superior, en
cualquier momento en que subiere el proceso, impondrá al juez omiso la
multa que él dejó de imponer.

Art. 130.- Las posiciones sobre las cuales ha de versar la confesión


podrán presentarse en sobre cerrado, con las debidas seguridades que
impidan conocer su contenido antes del acto y será abierto
exclusivamente por el juez al momento de practicarse la diligencia, en
presencia del confesante y de las partes interesadas, que asistan a la
diligencia. En el mismo acto, el juez calificará las preguntas y
practicará la confesión.

Art. 131.- Si la persona llamada a confesar no compareciere, no


obstante la prevención de que trata el Art. 127 o si compareciendo, se
negare a prestar la confesión, o no quisiere responder, o lo hiciere
de modo equívoco u oscuro, resistiéndose a explicarse con claridad, el
juez podrá declararla confesa, quedando a su libre criterio, lo mismo
que al de los jueces de segunda instancia, el dar a esta confesión
tácita el valor de prueba, según las circunstancias que hayan rodeado
al acto.

No obstante lo dispuesto en el inciso anterior, si la parte insiste en


que se rinda la confesión o el juez, considera necesario recibirla,
hará comparecer a quien deba prestarla, aplicándole, en caso
necesario, multa de uno a cinco dólares de los Estados Unidos de
América diarios, hasta que se presente a rendirla.

Art. 132.- Aún después de la declaración de confeso, pueden los jueces


disponer que, por medio de los agentes de justicia, se haga comparecer
al confesante que no hubiere concurrido al segundo señalamiento de
día, si consideraren necesaria la confesión. Para el cumplimiento de
esta orden, el respectivo juez dispondrá la aplicación de todas las
medidas que considere apropiadas para obtener la comparecencia del
confesante.

Art. 133.- A la confesión deberá preceder el mismo juramento exigido a


los testigos. Se la reducirá a escrito en igual forma que las
declaraciones de ellos.

Cada pregunta que se hiciere al confesante contendrá un solo hecho. Es


prohibido hacer preguntas impertinentes, capciosas o sugestivas.

Art. 134.- La confesión rendida en día y hora distintos de los


señalados no tendrá valor legal, a menos que las partes, de común
acuerdo, hayan convenido en que se reciba extemporáneamente.

Art. 135.- Si se pide confesión como diligencia preparatoria, el


primer señalamiento de día y hora se hará saber en la forma de
citación de la demanda.

Art. 136.- La confesión podrá ser entregada original a quien la


solicitó; pero se dejará, a costa del mismo, copia auténtica de ella.
Art. 137.- En la confesión judicial que pidan las partes, se observará
lo dispuesto en los Arts. 230, 231, 232, 233 y 235.

Art. 138.- No podrá exigirse confesión al impúber, y el valor


probatorio de la confesión rendida por el menor adulto se apreciará
libremente por el juez.

Art. 139.- No merece crédito la confesión prestada por error, fuerza o


dolo, ni la que es contra naturaleza o contra las disposiciones de las
leyes, ni la que recae sobre hechos falsos.

Art. 140.- La confesión debidamente prestada en los juicios civiles,


hace prueba contra el confesante, pero no contra terceros.

Art. 141.- También hace prueba la confesión prestada en juicio por


medio de apoderado legítimamente constituido, o de representante
legal.

Art. 142.- La confesión prestada en un acto en los juicios civiles, es


indivisible; debe hacerse uso de toda la declaración o de ninguna de
sus partes, excepto cuando haya graves presunciones u otra prueba
contra la parte favorable al confesante.

Art. 143.- La confesión legítimamente hecha sobre la verdad de la


demanda, termina el juicio civil.

Art. 144.- El confesante no puede ser obligado a declarar por segunda


vez, sobre unos mismos hechos, ni aún a título de diligencias
preparatorias independientes; pero se le podrá obligar a dar respecto
de ellos las aclaraciones que pida la otra parte, siempre que no se
dirijan a retardar el curso de la litis.

Art. 145.- La confesión judicial no podrá revocarse, si no se probare


haber sido el resultado de un error de hecho.

Art. 146.- La declaración que pida un hijo al supuesto padre o madre,


para que lo reconozca como tal, se sujetará a las reglas establecidas
en esta Sección. Si el confesante reconoce el hecho de la paternidad o
de la maternidad, el juez la declarará por sentencia, que se
inscribirá en el Registro Civil. Si no comparece o se niega a
declarar, se observará lo dispuesto en el Art. 131.

Art. 147.- El cedente o endosante de un crédito está obligado a


confesar respecto de los hechos ocurridos en el tiempo en que fue
acreedor o tenedor del título de crédito. Esta confesión podrá ser
pedida y se ordenará en el juicio seguido por cualquier cesionario del
crédito y hará tanta fe como la que pudiere rendir dicho cesionario.

Tratándose de una letra de cambio o pagaré a la orden, no podrá


pedirse confesión a los tenedores, que la hayan endosado antes de la
aceptación.

Art. 148.- Cualquiera de las partes puede deferir a la confesión


jurada de la otra, y convenir en que el juez decida la causa según esa
confesión.

Art. 149.- No se considerará decisorio el juramento, si no se ha


pedido expresamente con esta calidad.

Art. 150.- No puede deferirse al juramento, sino cuando deba recaer


sobre un hecho que sea personal y concerniente a la parte a quien se
defiere.

Art. 151.- Pedido este juramento en cualquier estado de la causa, debe


ordenarlo el juez.
Art. 152.- Los menores y demás incapaces, no pueden prestar juramento
decisorio.

Art. 153.- El que ha deferido al juramento de otro, puede retractarse


antes de que se lo preste.

Art. 154.- La parte a cuyo juramento se defiere, debe prestarlo, o


devolverlo a la que lo defirió, para que ésta lo preste.

Art. 155.- Si la parte a cuyo juramento se defiere, lo devuelve a la


deferente, ésta tendrá obligación de prestarlo.

Art. 156.- Si la parte a cuyo juramento se defiere, lo acepta, no


puede ya devolverlo.

Art. 157.- El que ha devuelto el juramento, puede retractarse antes de


que se lo preste.

Art. 158.- No puede devolverse el juramento cuando el hecho sobre que


debe recaer no es común a las dos partes, sino puramente personal de
aquélla a quien se ha deferido.

Art. 159.- El juramento decisorio termina el pleito. El juez fallará


interpretando dicho juramento.

Art. 160.- Si la parte a cuyo juramento se defiere o a quien se lo


devuelve, en los casos de los artículos precedentes no lo prestare, se
tendrá por confesa.

Art. 161.- El juramento decisorio únicamente produce efecto con


relación a quien lo pidió o prestó, y nunca respecto de terceros.

Art. 162.- Si constando de los autos probada la obligación, no hubiere


medio de acreditar la estimación o importe de ella, o el valor de los
daños y perjuicios, el juez podrá deferir al juramento del acreedor o
perjudicado; pero tendrá en todo caso, la facultad de moderar la suma
si le pareciere excesiva.

Art. 163.- En las controversias judiciales sobre devolución de


préstamos, a falta de otras pruebas, para justificar que el préstamo
ha sido usurario, establecida procesalmente la honradez y buena fama
del prestatario, se admitirá su juramento para justificar la tasa de
intereses que cobra el prestamista y el monto efectivo del capital
prestado.

Los jueces apreciarán las pruebas de abono de la honradez y buena fama


y el juramento deferido conforme a las reglas de la sana crítica.

Se exceptúa de lo dispuesto en el inciso primero los préstamos de las


instituciones del sistema financiero y los del Instituto Ecuatoriano
de Seguridad Social, así como las de las cooperativas de ahorro, de
vivienda y mutualistas.

Parágrafo 2º.

De los instrumentos públicos

Art. 164.- Instrumento público o auténtico es el autorizado con las


solemnidades legales por el competente empleado. Si fuere otorgado
ante notario e incorporado en un protocolo o registro público, se
llamará escritura pública.

Se consideran también instrumentos públicos los mensajes de datos


otorgados, conferidos, autorizados o expedidos por y ante autoridad
competente y firmados electrónicamente.
Art. 165.- Hacen fe y constituyen prueba todos los instrumentos
públicos, o sea todos los instrumentos autorizados en debida forma por
las personas encargadas de los asuntos correspondientes a su cargo o
empleo, como los diplomas, decretos, mandatos, edictos, provisiones,
requisitorias, exhortos u otras providencias expedidas por autoridad
competente; las certificaciones, copias o testimonios de una actuación
o procedimiento gubernativo o judicial, dados por el secretario
respectivo, con decreto superior, y los escritos en que se exponen los
actos ejecutados o los convenios celebrados ante notario, con arreglo
a la ley; los asientos de los libros y otras actuaciones de los
funcionarios y empleados del Estado de cualquiera otra institución del
sector público; los asientos de los libros y registros parroquiales,
los libros y registros de los tenientes políticos y de otras personas
facultadas por las leyes.

El instrumento público agregado al juicio dentro del término de


prueba, con orden judicial y notificación a la parte contraria,
constituye prueba legalmente actuada, aunque las copias se las haya
obtenido fuera de dicho juicio.

Art. 166.- El instrumento público hace fe, aún contra terceros, en


cuanto al hecho de haberse otorgado y su fecha; pero no en cuanto a la
verdad de las declaraciones que en él hayan hecho los interesados.

En esta parte no hace fe sino contra los declarantes.

Las obligaciones y descargos contenidos en él hacen prueba respecto de


los otorgantes y de las personas a quienes se transfieren dichas
obligaciones y descargos, a título universal o singular.

Se otorgará por escritura pública la promesa de celebrar un contrato,


si, para su validez, se necesita de aquella solemnidad, conforme a las
prescripciones del Código Civil.

Art. 167.- Para que los documentos auténticos judiciales y sus copias
y compulsas prueben, es necesario:

1.- Que no estén diminutos;

2.- Que no esté alterada alguna parte esencial, de modo que arguya
falsedad; y,

3.- Que en los autos no haya instancia ni recurso pendiente sobre el


punto que con tales documentos se intente probar.

Art. 168.- No prueba en juicio el instrumento que, en su parte


esencial se halla roto, raído, abreviado, con borrones o testaduras
que no se hubieren salvado oportunamente.

Art. 169.- Son partes esenciales del instrumento:

1.- Los nombres de los otorgantes, testigos, notario o secretario,


según el caso;

2.- La cosa, cantidad o materia de la obligación;

3.- Las cláusulas principales para conocer su naturaleza y efectos;

4.- El lugar y fecha del otorgamiento; y,

5.- La suscripción de los que intervienen en él.

Art. 170.- Los instrumentos públicos comprendidos en el Art. 165, son


nulos cuando no se han observado las solemnidades prescritas por la
ley, o las ordenanzas y reglamentos respectivos.
Art. 171.- Es prohibido en los instrumentos el uso de cifras de
caracteres desconocidos, a menos que corresponda a denominaciones
técnicas, el de letras iniciales en vez de nombres o palabras, el
dejar vacíos o espacios en que pueden introducirse palabras o
cláusulas nuevas, y escribir en distinto papel o con diversa letra.

Art. 172.- Si el libro de registro o del protocolo se hubiese perdido


o destruido, y se solicitare por alguna de las partes que la copia
existente se renueve, o que se ponga en el registro para servir de
original, el juez lo ordenará así, con citación de los interesados,
siempre que la copia no estuviere raída ni borrada en lugar
sospechoso, ni en tal estado que no se pueda leer claramente.

Art. 173.- Cada interesado puede pedir copia de los documentos


originales, o compulsa en el caso y en los términos del artículo
anterior, observando, además, lo dispuesto en los Arts. 174 y 175
inciso primero.

Art. 174.- En las copias y compulsas mandadas dar judicialmente, se


insertarán las actuaciones que el juez, a solicitud de parte señalare.

Art. 175.- Las compulsas de las copias de una actuación judicial o


administrativa y en general toda copia con valor de instrumento
público, no harán fe si no se dan por orden judicial y con citación o
notificación en persona o por una boleta a la parte contraria, o sea a
aquélla contra quien se quiere hacer valer la compulsa.

Los poderes no están sujetos a esta disposición.

Tampoco hará fe la escritura referente sin la referida, ni la


accesoria sin la principal; pero si ésta o la referida se hubiere
perdido en un incendio, terremoto, robo, etc., la referente o la
accesoria hará fe en los capítulos independientes de aquélla; y en los
demás, sólo se considerará como un principio de prueba por escrito.
Art. 176.- Es indivisible la fuerza probatoria de un instrumento, y no
se puede aceptarlo en una parte y rechazarlo en otra.

Art. 177.- Si hubiere alguna variación entre la copia y la escritura


matriz, se estará a lo que ésta contenga.

Igual regla se aplica a las compulsas, con relación a la copia


respectiva.

Art. 178.- Es instrumento falso el que contiene alguna suposición


fraudulenta en perjuicio de tercero, por haberse contrahecho la
escritura o la suscripción de alguno de los que se supone que la
otorgaron, o de los testigos o del notario; por haberse suprimido,
alterado o añadido algunas cláusulas o palabras en el cuerpo del
instrumento, después de otorgado; y en caso de que hubiere anticipado
o postergado la fecha del otorgamiento.

Art. 179.- La nulidad o falsedad manifiesta de un instrumento lo


invalida, sin necesidad de prueba.

Art. 180.- Si se demandare la falsedad de un instrumento público, el


juez procederá a comparar la copia con el original, y a recibir las
declaraciones de los testigos instrumentales.

Practicadas estas diligencias y cualesquiera otras que el juez estime


convenientes para el esclarecimiento de la verdad, se correrá traslado
de la demanda y seguirá el juicio por la vía ordinaria.

En caso de declararse falso un instrumento, en la misma sentencia se


ordenará la remisión de copias del enjuiciamiento civil al fiscal
competente para que ejerza la acción penal, sin que pueda ejercerla
antes de tal declaración.

Art. 181.- Pendiente el juicio de falsedad o de nulidad de un


instrumento, puede éste dar mérito para la ejecución si la parte que
la solicita rinde caución por los resultados del juicio de nulidad o
de falsedad.

Art. 182.- Si la nulidad o la falsedad del instrumento se pidiere como


incidente de un juicio o como excepción, se la ventilará en el mismo
proceso, para resolver todo en la sentencia definitiva.

Art. 183.- Cuando se ocurra a la prueba testimonial para acreditar la


imposibilidad física de haber estado los otorgantes, el notario o los
testigos instrumentales en el lugar donde se otorgó el instrumento, se
requerirá, por lo menos, cinco testigos que declaren sobre el hecho
positivo de haber estado en otro lugar, el día del otorgamiento, la
persona o personas de quienes se trata.

Art. 184.- Si se tratare de la falsedad de un instrumento, no harán fe


los dichos del notario ni de los testigos instrumentales contra
quienes hubiere presunción de estar complicados en dicha falsedad.

Art. 185.- En el caso del artículo precedente, si no hubiere


presunción contra el notario y testigos, no harán fe los dichos de
otros testigos, sino cuando sean cinco conformes, por lo menos.

Art. 186.- Cuando todos los testigos instrumentales afirmen la


falsedad del instrumento, harán prueba aunque contradigan al notario;
pero prevalecerá la declaración de éste, si afirmare que esta
falsificado, enmendado o alterado el instrumento.

Art. 187.- Siempre que, por defecto en la forma, se declare nulo un


instrumento público otorgado ante notario, pagará éste una multa hasta
de cuarenta dólares de los Estados Unidos de América en favor de la
parte perjudicada, y será destituido de su empleo.

Art. 188.- Los instrumentos públicos otorgados en Estado extranjero,


si estuvieren autenticados, harán en el Ecuador tanta fe como en el
Estado en que se hubieren otorgado.

Art. 189.- El litigante que funde su derecho en una ley extranjera, la


presentará autenticada; lo cual podrá hacerse en cualquier estado del
juicio.

La certificación del respectivo agente diplomático sobre la


autenticidad de la ley, se considerará prueba fehaciente.

Art. 190.- Se autentican o legalizan los instrumentos otorgados en


territorio extranjero, con la certificación del agente diplomático o
consular del Ecuador residente en el Estado en que se otorgó el
instrumento. En el caso de legalización, la certificación del agente
diplomático o consular se reducirá a informar que el notario o
empleado que autorizó el instrumento, es realmente tal notario o
empleado, y que en todos sus actos hace uso de la firma y rúbrica de
que ha usado en el instrumento.

Si no hubiere agente diplomático ni consular del Ecuador, certificará


un agente diplomático o consular de cualquiera Estado amigo, y
legalizará la certificación el Ministro de Relaciones Exteriores de
aquel en que se hubiere otorgado. En tal caso, la legalización del
Ministro de Relaciones Exteriores se reducirá también a informar que
el agente diplomático o consular tiene realmente ese carácter, y que
la firma y rúbrica de que ha usado en el instrumento son las mismas de
que usa en sus comunicaciones oficiales.
Si en el lugar donde se otorgare el instrumento no hubiere ninguno de
los funcionarios de que habla el inciso segundo, certificarán o
legalizarán la primera autoridad política y una de las autoridades
judiciales del territorio, expresándose esta circunstancia.

La autenticación o legalización de los instrumentos otorgados en país


extranjero, podrá también arreglarse a las leyes o prácticas del
Estado en que se hiciere.

Las diligencias judiciales ejecutadas fuera de la República, en


conformidad a las leyes o prácticas del país respectivo, valdrán en el
Ecuador.

Parágrafo 3º.

De los instrumentos privados

Art. 191.- Instrumento privado es el escrito hecho por personas


particulares, sin intervención de notario ni de otra persona
legalmente autorizada, o por personas públicas en actos que no son de
su oficio.

Art. 192.- Se pueden extender en escritura privada los actos o


contratos en que no es necesaria la solemnidad del instrumento
público.

Art. 193.- Son instrumentos privados:

1.- Los vales simples y las cartas;

2.- Las partidas de entrada y las de gasto diario;

3.- Los libros administrativos y los de caja;

4.- Las cuentas extrajudiciales;

5.- Los inventarios, tasaciones, presupuestos extrajudiciales y


asientos privados; y,

6.- Los documentos a que se refieren los Arts. 192 y 194.

Art. 194.- El instrumento privado en que una persona se obliga a dar,


hacer o no hacer alguna cosa, o en que confiesa haberla recibido o
estar satisfecha de alguna obligación, hace tanta fe como un
instrumento público en los casos siguientes, siempre que la ley no
prevenga la solemnidad del instrumento público:

1.- Si el que lo hizo o mandó hacer lo reconoce como suyo ante


cualquier juez civil, notario público o en escritura pública;

2.- Si el autor del documento se niega a reconocerlo, sin embargo de


orden judicial;

3.- Si habiendo muerto el autor, o negado ser suyo, o estando ausente


de la República, dos testigos conformes y sin tacha declaran en el
juicio haber visto otorgar el documento a su autor, o a otra persona
por orden de éste; a no ser que el asunto sobre que verse el
instrumento exija para su prueba mayor número de testigos; y,

4.- Si la parte contra quien se presenta el documento no lo redarguye


de falso ni objeta su legitimidad, dentro de tres días contados desde
que se le citó y notificó la presentación aunque no lo reconozca
expresamente ni se pruebe por testigos.

Art. 195.- El reconocimiento de los documentos privados debe hacerse


expresando que la firma y rúbrica son del que los reconoce, sin que
sea necesario que se declare ser verdadera la obligación, o cierto el
contenido del documento. En caso de que hubiere firmado otro por la
persona obligada, bastará que ésta confiese que el documento fue
firmado con su consentimiento.

Art. 196.- Para los efectos del número 2 del Art. 194 pedido el
reconocimiento, el juez hará comparecer, por medio de los agentes de
justicia, al que deba realizarlo; y si, compareciendo éste, se negare
a expresar si reconoce o no el documento, o eludiere esta expresión
con palabras ambiguas o de cualquier otro modo, el juez declarará
reconocido el documento; sin perjuicio de que, a petición de parte, se
exija aquella expresión por los medios establecidos en el Art. 132.

El documento así reconocido constituirá título ejecutivo.

Art. 197.- El reconocimiento puede hacerse por los herederos del


otorgante, o por apoderado con poder especial.

Art. 198.- El reconocimiento de una escritura privada puede pedirse


antes o después del plazo y en cualquier estado del juicio; y una vez
practicado se lo apreciará como prueba.

Art. 199.- Las cartas dirigidas a terceros, o por terceros, aunque en


ellas se mencione alguna obligación, no serán admitidas para su
reconocimiento, ni servirán de prueba.

Art. 200.- Los libros administratorios prueban en contra del que los
lleva o presenta.

Art. 201.- Prueban a su favor:

1.- Si las partidas de data se refieren a gastos que ordinariamente se


hacen en la administración;

2.- Si se refieren a gastos extraordinarios para los cuales el


administrador tiene facultad especial; y,

3.- Si son conformes con las reconocidas y abonadas en otros libros


anteriores de la misma administración.

Art. 202.- Las cuentas prueban contra quien las rinde; pero no podrá
exigirse el saldo mientras no se hayan aprobado o desechado las
partidas de data.

Art. 203.- Las cuentas que permanezcan por diez años en poder de la
parte a quien se haya rendido, prueban sin necesidad de aprobación
expresa ni de reconocimiento.

Art. 204.- El instrumento privado de obligación o de liberación no


hace fe contra el que lo ha suscrito, cuando se encuentra en su poder;
a no ser que se pruebe que lo obtuvo por fraude o violencia, o sin que
el acreedor hubiese tenido intención de remitir la deuda.

Art. 205.- La comparación o cotejo de letra y forma con otros escritos


que indudablemente son del mismo autor, no prueba la falsedad o la
legalidad de un documento; pero valdrá para establecer presunciones o
principio de prueba por escrito.

Art. 206.- El juez hará por sí mismo la comparación, después de oír a


los peritos revisores, a cuyo dictamen no tendrá deber de sujetarse.

Parágrafo 4º.

De los testigos
Art. 207.- Los jueces y tribunales apreciarán la fuerza probatoria de
las declaraciones de los testigos conforme a las reglas de la sana
crítica, teniendo en cuenta la razón que éstos hayan dado de sus
dichos y las circunstancias que en ellos concurran.

Art. 208.- Para ser testigo idóneo se necesita edad, probidad,


conocimiento e imparcialidad. Esto no obstante, en conformidad con lo
que dispone el artículo anterior, el juez puede fundar su fallo en la
declaración del testigo que no reúna todas las condiciones aquí
enumeradas, cuando tenga el convencimiento de que el testigo ha
declarado la verdad.

Art. 209.- Por la falta de edad no pueden ser testigos idóneos los
menores de dieciocho años; pero, desde los catorce, podrán declarar
para establecer algún suceso, quedando al criterio del juez la
valorización de tales testimonios.

La misma apreciación hará el juez respecto de la declaración del


testigo, cuando el suceso hubiere ocurrido antes de que el testigo
haya cumplido catorce años.

Art. 210.- Por falta de conocimiento no pueden ser testigos idóneos


los locos, los toxicómanos y otras personas que, por cualquier motivo,
se hallen privadas de juicio.

Art. 211.- No hará fe el testimonio de quien, sin ser ebrio


consuetudinario, declare lo que vio u oyó cuando estuvo completamente
embriagado.

Art. 212.- El sordomudo es testigo idóneo si sabe leer y escribir, y


si su declaración se refiere a lo que vio.

Art. 213.- Por falta de probidad no son testigos idóneos:

1.- Los de mala conducta notoria o abandonados a los vicios;

2.- Los enjuiciados penalmente por infracción que merezca pena


privativa de libertad, desde que se dicte el auto de llamamiento a
juicio en un proceso que tenga por objeto un delito sancionado con
pena de reclusión, hasta la sentencia absolutoria, o hasta que hayan
cumplido la condena;

3.- Los condenados por falsedad, robo, perjurio, soborno, cohecho y el


que ejerce la profesión de abogado sin título, mientras se hallen
cumpliendo la condena;

4.- Los deudores fraudulentos; y,

5.- Los que, por aparecer frecuentemente dando testimonios en otros


juicios, infundan la sospecha de ser personas que se prestan para
rendir declaraciones falsas.

Art. 214.- En todo caso en que el juez llegue al convencimiento de que


se trata de una declaración falsa, suspenderá la diligencia, sin
perjuicio de ordenar que se remitan los antecedentes al fiscal
competente para que ejerza la acción penal.

Art. 215.- Los jueces que al pronunciar auto o sentencia, observaren


que los testigos o las partes han incurrido en manifiesto perjurio o
falso testimonio, dispondrán que se saquen copias de las piezas
necesarias y se remitan al fiscal competente para el ejercicio de la
acción penal.

Harán lo mismo siempre que de los autos aparezca haberse cometido


cualquiera otra infracción.
La omisión del deber que este artículo impone a los jueces, será
castigada, por sus superiores con multa de cincuenta centavos de dólar
a dos dólares con cincuenta centavos de dólar de los Estados Unidos de
América.

Art. 216.- Por falta de imparcialidad no son testigos idóneos:

1.- Los ascendientes por sus descendientes, ni éstos por aquéllos;

2.- Los parientes por sus parientes hasta el cuarto grado de


consanguinidad y segundo de afinidad;

3.- Los compadres entre sí, los padrinos por el ahijado o viceversa;

4.- Los cónyuges o convivientes en unión de hecho entre sí;


5.- El interesado en la causa o en otra semejante;

6.- El dependiente por la persona de quien dependa o le alimente;

7.- El enemigo o el amigo íntimo de cualquiera de las partes;

8.- El abogado por el cliente, el procurador por el mandante, o


viceversa;

9.- El tutor o curador por su pupilo, o viceversa;

10.- El donante por el donatario, ni éste por aquél; y,

11.- El socio por su coasociado o por la sociedad.

Art. 217.- Sin embargo de lo dispuesto en el artículo que precede,


pueden ser testigos los parientes, compadres y padrinos en las causas
que versen sobre edad, filiación, estado, parentesco o derechos de
familia.

Art. 218.- Si se tachare a algún testigo, se expresará la causa,


determinándola clara y precisamente; la tacha deberá probarse, a no
ser que conste de autos. El juez la apreciará conforme a las reglas de
la sana crítica.

Art. 219.- La parte que necesite rendir prueba testimonial, presentará


al juez la nómina de los testigos que deben declarar, y el
interrogatorio según el cual deben ser examinados.

El juez ordenará que la solicitud sea comunicada a la otra parte, para


que ésta pueda pedir que tales testigos declaren también sobre otros
hechos, haciéndolos constar en un interrogatorio.

Enseguida el juez determinará, según la demanda, la contestación y los


demás antecedentes del proceso, las preguntas que debe satisfacer el
testigo de entre las formuladas por las partes; y hará él mismo las
indagaciones e interrogaciones pertinentes, con interés y
minuciosidad, tomando en cuenta las condiciones personales del testigo
y formulando las preguntas a medida que el testigo vaya exponiendo, en
términos apropiados a la capacidad intelectual del declarante.

La misma facultad concedida al juez de la causa, en el inciso


anterior, tendrá el juez deprecado o comisionado, sin perjuicio de que
el juez que conoce el juicio pueda ordenar que se inserten en el
deprecatorio las interrogaciones que formule de conformidad con el
referido inciso.

El juez señalará día y hora para iniciar la recepción de las


declaraciones y este señalamiento se notificará a las partes, para que
puedan concurrir a la diligencia.
Art. 220.- En ningún caso se admitirá más de seis testigos para
acreditar un hecho que debe probarse en juicio.

Art. 221.- Cada pregunta o repregunta contendrá un solo hecho. Ninguna


será impertinente, capciosa o sugestiva.

Las preguntas o las repreguntas no podrán pasar del número de treinta,


y las que excedan de tal número se tendrán por no presentadas.

Art. 222.- El juez mandará que se reciban las declaraciones previa


notificación a la otra parte.

Art. 223.- Todos los testigos que las partes presenten están obligados
a declarar. El juez los compelerá a concurrir y declarar,
imponiéndoles multa de uno a diez dólares de los Estados Unidos de
América, sin perjuicio de hacerles conducir por medio de la fuerza
pública. Sin embargo, cuando crea que está suficientemente esclarecido
el hecho, o que hay grave dificultad para la comparecencia del
testigo, puede disponer que se prescinda de su declaración.

Art. 224.- Siempre que el juez hubiere decidido prescindir de las


declaraciones de testigos que no hayan comparecido, los jueces de
apelación de estimar necesarias tales declaraciones, pueden disponer
que la fuerza pública haga comparecer a los testigos, dictando todas
las providencias que consideren oportunas.

Art. 225.- El juez puede recibir la declaración en el domicilio del


testigo, cuando encontrare justo motivo para hacerlo así, en cuyo
caso, para el efecto de recibir tal declaración, se trasladará al
domicilio del testigo. Las partes tienen el derecho de concurrir. Los
gastos de traslación del personal del juzgado serán de cargo de quien
la solicitó.

Art. 226.- El Presidente de la República o quien hiciere sus veces, el


Vicepresidente de la República, los ministros de Estado, el Secretario
General de la Administración, los diputados, los vocales de la
Comisión de Legislación y Codificación, los vocales del Tribunal
Constitucional, los vocales del Consejo Nacional de la Judicatura, los
magistrados de los tribunales jurisdiccionales del Estado, el
Contralor General del Estado, el Procurador General del Estado, los
rectores de las universidades, los oficiales generales de las Fuerzas
Armadas en servicio activo, los superintendentes, los gerentes
generales de los Bancos Central y Nacional de Fomento, el Director
Ejecutivo del INDA, el Director General del IESS, los cardenales,
arzobispos y obispos, los prefectos provinciales, los alcaldes y los
agentes diplomáticos que deban prestar testimonio, emitirán informe
con juramento sobre los hechos respecto de los cuales se les haya
solicitado.

Art. 227.- Si los testigos no residieren en el lugar donde se sigue el


juicio, el juez de la causa podrá, a petición de parte, deprecar o
comisionar la recepción de las declaraciones a los jueces del lugar de
la residencia de los testigos. Cualquiera de las partes tiene el
derecho de pedir que los testigos se trasladen al lugar de la
residencia del juez de la causa, siempre que consigne la indemnización
que debe pagarse a los testigos por la traslación, la que será fijada
por el juez, y que dichos testigos consientan en trasladarse.

El juez, cuando crea conveniente, puede ordenar que los testigos que
residen en otro lugar se presenten, y entonces las partes pagarán los
gastos.

Art. 228.- Si los testigos residieren en otro cantón, se dirigirán


deprecatorios a los jueces respectivos para que reciban las
declaraciones, o comisionen, a su vez, la práctica de la diligencia a
los tenientes políticos de su territorio.
Entre tenientes políticos se librarán deprecatorios directamente.

Art. 229.- Si al recibir el juez o el teniente político el


deprecatorio o la comisión, en su caso, los testigos residieren en
otro cantón o parroquia se remitirá, para el debido cumplimiento, al
juez o teniente político de la nueva residencia, y se dará aviso al de
la causa.

En el caso de este artículo y en el del anterior, el teniente político


actuará con su secretario.

Art. 230.- Toda declaración debe recibirse después de explicar al


testigo el significado del hecho de jurar y la responsabilidad penal
para los casos de falso testimonio o de perjurio. El juramento
consistirá en la promesa de decir la verdad.

Si el testigo afirmare no profesar religión alguna, prometerá decir la


verdad por su palabra de honor.

El testigo podrá emplear libremente cualquier fórmula ritual, según su


religión, para la solemnidad del juramento.

Art. 231.- En seguida, el juez advertirá al testigo la obligación que


tiene de responder con verdad, exactitud y claridad, y le preguntará,
primeramente, si tiene alguno de los impedimentos, indicados en los
artículos anteriores, de todo lo cual se dejará constancia en autos.

Art. 232.- Los jueces están obligados a explicar al testigo cada


pregunta con la mayor claridad; y cuidarán de que así mismo se
escriban las contestaciones, guardando, además, orden y exactitud.
Concluida la declaración, se la leerá al testigo, se harán las debidas
correcciones o modificaciones, y firmarán la diligencia el juez, el
testigo y el secretario.

Si el testigo no supiere, no pudiere o no quisiere firmar, se


expresará esta circunstancia.

Art. 233.- No se permitirá que el testigo, para contestar a las


preguntas, lea ningún escrito, ni consulte con nadie. Podrá redactar
sus contestaciones.

Esto no obstante, si se tratare de hechos que hagan referencia a


libros de contabilidad o a documentos semejantes, el juez podrá
permitir que el testigo consulte, en su presencia, esos libros o
documentos, y verificará la correlación de verdad entre lo que
aparezca de tales papeles y las afirmaciones del testigo.

Art. 234.- El juez, antes de concluido el examen de un testigo, no


podrá pasar al de otro ni examinar a ninguno en presencia de los
demás.

Art. 235.- Mientras declare un testigo, nadie podrá interrumpirle ni


hacerle indicaciones u observaciones. Corresponde al juez explicarle
los conceptos de la interrogación que el testigo no entendiese
suficientemente.

Art. 236.- Siempre que el juez encontrare que las declaraciones de dos
o más testigos son recíprocamente contradictorias o esencialmente
divergentes sobre un mismo hecho, y en cuantos otros casos lo creyere
necesario, puede disponer el careo de tales testigos. Queda a juicio
del juez la forma de conducir la diligencia, para el completo
esclarecimiento de la verdad.

Art. 237.- En cualquier tiempo, y antes de que principie el pleito,


puede el juez recibir declaración de testigos si se teme
fundamentadamente que éstos fallezcan por vejez o enfermedad, o si
están para ausentarse fuera de la República.

Art. 238.- En el caso del artículo anterior y en el de todos aquéllos


en que deban recibirse declaraciones sin que haya litigio pendiente,
el juez interrogará necesariamente a los testigos, sobre la base de
los hechos determinados por el solicitante como materia de
declaración.

Art. 239.- Es prohibido hacer a los testigos preguntas impertinentes,


capciosas o sugestivas.
Art. 240.- Los tribunales de justicia darán directamente las
comisiones de que tratan los artículos precedentes a los jueces
respectivos, o a un abogado, quienes, en su caso, procederán de
acuerdo con lo dispuesto en los Arts. 228 y 229.

Art. 241.- Los secretarios relatores y demás actuarios no podrán


certificar sino declarar como testigos, sobre los hechos que no tengan
relación con sus actuaciones.

Parágrafo 5º.

De la inspección judicial

Art. 242.- Inspección judicial es el examen o reconocimiento que el


juez hace de la cosa litigiosa o controvertida, para juzgar de su
estado y circunstancia.

Art. 243.- Ordenada la inspección, el juez señalará, en la misma


providencia, la fecha y hora de la diligencia, y designará perito tan
sólo si lo considerare conveniente.

Art. 244.- En el día y hora señalados concurrirá el juez al lugar de


la inspección; oirá la exposición verbal de los interesados, y
reconocerá con el perito o peritos la cosa que deba examinarse.
Inmediatamente extenderá acta en que se exprese el lugar, día y hora
de la diligencia; las personas que concurrieron a ella; las
observaciones y alegatos de las partes, y la descripción de lo que
hubiese examinado el juez. Los concurrentes deberán firmar el acta; y
si las partes no quisieren o no pudieren hacerlo, se expresará esta
circunstancia.

En el acta se hará mención de los testigos que presentaron las partes


y de los documentos que se leyeron; pero las declaraciones de los
testigos que se hayan pedido y dispuesto dentro del término de prueba,
con la debida notificación a la parte contraria, se redactarán
separadamente, en la forma legal. Tanto éstas como los documentos, se
agregarán a los autos; y si hubieren sido presentados dentro del
término correspondiente, surtirán los respectivos efectos probatorios.

Los jueces que no hicieren constar la descripción a que se refiere el


inciso anterior serán sancionados por el superior con multa de
veinticinco dólares a cincuenta dólares de los Estados Unidos de
América. Esta descripción, dado su carácter objetivo, no constituye
anticipación de criterio.

Art. 245.- El juez, en el acto de la diligencia, podrá ordenar que se


levanten planos, y se hagan reproducciones, experimentos, grabaciones
mecánicas, copias fotográficas, cinematográficas o de cualquier otra
índole, si dispone de medios para ello. Durante la diligencia podrá
también ordenar la reconstrucción de hechos para verificar el modo
como se realizaron, examinar a las personas prácticas que conozcan el
lugar o la cosa y tomar cualquier otra medida que considere útil para
el esclarecimiento de la verdad.
Art. 246.- Al acta se agregará el informe del perito o peritos y los
mapas o planos que hubieren levantado; y lo uno y lo otro se pondrán
en conocimiento de las partes.

Art. 247.- Si de la inspección resultare que las aguas del río, la


obra nueva o cualquier otra causa puede producir o produce daños
inevitables a la heredad o cosa de alguno, el juez, a continuación del
acta y mediante auto, dará las órdenes necesarias para impedir el
daño.

Art. 248.- La inspección hace prueba en los asuntos que versan sobre
localidades, linderos, curso de aguas y otros casos análogos, que
demandan examen ocular o conocimientos especiales.

Art. 249.- Puede el juez no apreciar el dictamen del perito o peritos,


contrario a lo que él mismo percibió por sus sentidos en el
reconocimiento, y ordenar que se practique nueva inspección con otro u
otros peritos.

Parágrafo 6º.

De los peritos

Art. 250.- Se nombrarán perito o peritos para los asuntos litigiosos


que demanden conocimientos sobre alguna ciencia, arte u oficio.

Art. 251.- El nombramiento debe recaer en personas mayores de edad, de


reconocida honradez y probidad, que tengan suficientes conocimientos
en la materia sobre la que deban informar y que, de preferencia,
residan en el lugar en donde debe practicarse la diligencia, o en el
que se sigue el juicio.

Art. 252.- El juez nombrará un solo perito en la persona que él


escoja, de entre los inscritos en las respectivas cortes superiores.
No obstante, las partes podrán de mutuo acuerdo elegir el perito o
solicitar que se designe a más de uno para la diligencia, acuerdo que
será obligatorio para el juez.

Art. 253.- El juez señalará el día y la hora en que deberán comparecer


el perito o peritos a posesionarse, y el término dentro del cual
deberán cumplir su cometido y presentar el respectivo informe, que
será razonado.

Art. 254.- Si el perito o peritos no se presentaren a posesionarse


legalmente o no practicaren el peritaje o no emitieren su informe
dentro del término que se les hubiere concedido para el objeto, o si
las partes que eligieron el perito no señalaren el lugar en donde debe
notificársele, caducarán sus nombramientos y el juez procederá a
nombrar un nuevo perito.

Art. 255.- Los profesores en ciencias, artes u oficios, no podrán


excusarse sino por justa causa calificada por el juez.

Art. 256.- Para desempeñar el cargo de perito, el nombrado debe


aceptarlo y jurar que lo desempeñará fiel y legalmente.

Art. 257.- El informe de perito o peritos será redactado con claridad


y con expresión de los fundamentos en que se apoye; y si fuere obscuro
o insuficiente para esclarecer el hecho disputado, el juez, de oficio
o a petición de parte, exigirá de ellos la conveniente explicación.

Art. 258.- Si el dictamen pericial adoleciere de error esencial,


probado éste sumariamente, deberá el juez, a petición de parte o de
oficio, ordenar que se corrija por otro u otros peritos, sin perjuicio
de la responsabilidad en que los anteriores hubieren incurrido por
dolo o mala fe.
Art. 259.- En caso de discordia en los informes periciales, el juez de
considerarlo necesario para formar su criterio, nombrará otro perito.

Art. 260.- El juez expresará con claridad, en el decreto de


nombramiento, el objeto que éste tuviere, y fijará el término dentro
del cual el perito o peritos deben desempeñar su cargo, atendidas las
circunstancias. Si no lo hicieren, serán apremiados, a petición de
parte, y además, el juez podrá imponerles multas hasta de cuatro
dólares de los Estados Unidos de América.

Art. 261.- Caduca el nombramiento del perito o peritos, cuando no


hubieren aceptado el cargo dentro del término de cinco días contados
desde la notificación del nombramiento; cuando no concurran a la
diligencia en el día señalado; o cuando no presenten su informe dentro
del término señalado por el juez.

Art. 262.- Si el juez no encontrara suficiente claridad en el informe


del perito o peritos, podrá de oficio nombrar otro u otros que
practiquen nueva operación. Podrá, asimismo, pedir a los peritos
anteriores los datos que estime necesarios.

No es obligación del juez atenerse, contra su convicción, al juicio de


los peritos.

Art. 263.- Cuando se trate de exámenes o reconocimiento de personas,


podrán practicarse peritajes radiológicos, hematológicos y de otra
naturaleza. La renuencia de la parte a estos exámenes será apreciada
por el juez como indicio en contra de ella.

Parágrafo 7º.

De los intérpretes

Art. 264.- Debe nombrarse intérpretes para la inteligencia de


documentos escritos en caracteres anticuados o desconocidos; para
examinar a los que ignoren el idioma castellano, o a los testigos
mudos que no sepan escribir, y para traducir los documentos escritos
en idioma extraño.

Cuando una persona que no sepa el idioma castellano deba intervenir en


actuaciones judiciales o en el otorgamiento de una escritura pública,
o de testamento, sin perjuicio de lo que respecto de éste dispone el
Código Civil, intervendrá un intérprete nombrado por el juez o por el
notario, según el caso.

Art. 265.- La omisión de nombramiento de intérprete, cuando haya que


examinar a los que ignoren el idioma castellano, o a los mudos que no
sepan escribir, causará la nulidad de la respectiva diligencia.

Art. 266.- Para ser intérprete se necesita ser mayor de edad, conocer
el idioma castellano y ser inteligente o práctico en lo que ha de
menester para el desempeño de su cargo.

Art. 267.- Es común a los intérpretes lo dispuesto en los artículos


256, 260 y 262.

Art. 268.- El intérprete nombrado por el juez no podrá excusarse sino


por justa causa.

Sección 8ª.

De las sentencias, autos y decretos

Art. 269.- Sentencia es la decisión del juez acerca del asunto o


asuntos principales del juicio.
Art. 270.- Auto es la decisión del juez sobre algún incidente del
juicio.

Art. 271.- Decreto es la providencia que el juez dicta para sustanciar


la causa, o en la cual ordena alguna diligencia.

Art. 272.- Los decretos sobre puntos importantes de sustanciación,


como los de pago, prueba y otros semejantes, y los que puedan
perjudicar los intereses de las partes o influir en la decisión de la
causa, se considerarán como autos.

Art. 273.- La sentencia deberá decidir únicamente los puntos sobre que
se trabó la litis y los incidentes que, originados durante el juicio,
hubieren podido reservarse, sin causar gravamen a las partes, para
resolverlos en ella.

Art. 274.- En las sentencias y en los autos se decidirán con claridad


los puntos que fueren materia de la resolución, fundándose en la ley y
en los méritos del proceso; a falta de ley, en precedentes
jurisprudenciales obligatorios, y en los principios de justicia
universal.

Art. 275.- Los decretos, autos y sentencias expresarán con claridad lo


que se manda o resuelve; y en ningún caso se hará uso de frases
obscuras o indeterminadas como ocurra a quien corresponda, venga en
forma, como se pide, etc.

Art. 276.- En las sentencias y en los autos que decidan algún


incidente o resuelvan sobre la acción principal, se expresará el
asunto que va a decidirse y los fundamentos o motivos de la decisión.

No se entenderá cumplido este precepto en los fallos de segunda


instancia y de casación, por la mera referencia a un fallo anterior.

Art. 277.- Los jueces y tribunales, inmediatamente después de firmada


la sentencia y autorizada por el secretario, la harán leer en público
y a su presencia. Si hubiere algún voto salvado, se publicará también.

Art. 278.- El juez o tribunal que al tiempo de expedir auto o


sentencia, no impusiere las multas en que hubiesen incurrido los
funcionarios en la sustanciación de los juicios, incurrirá en igual
pena, la que hará efectiva el superior, bajo el mismo apercibimiento,
sin perjuicio de que se exija aquélla.

Art. 279.- Si se condenare a una de las partes al pago de frutos,


intereses, daños y perjuicios, en la misma sentencia se determinará la
cantidad que se ha de pagar, y si esto no fuere posible, se fijarán
las bases para la liquidación y el modo de verificarla.

Art. 280.- Los jueces están obligados a suplir las omisiones en que
incurran las partes sobre puntos de derecho.

Art. 281.- El juez que dictó sentencia, no puede revocarla ni alterar


su sentido en ningún caso; pero podrá aclararla o ampliarla, si alguna
de las partes lo solicitare dentro de tres días.

Art. 282.- La aclaración tendrá lugar si la sentencia fuere obscura; y


la ampliación, cuando no se hubiere resuelto alguno de los puntos
controvertidos, o se hubiere omitido decidir sobre frutos, intereses o
costas. La negativa será debidamente fundamentada.

Para la aclaración o la ampliación se oirá previamente a la otra


parte.
Art. 283.- En las sentencias y autos se condenará al pago de las
costas judiciales a la parte que hubiere litigado con temeridad o
procedido de mala fe.

Art. 284.- En los casos de condena en costas, el juez o tribunal que


la impusiere determinará en la misma resolución la cantidad que el
deudor de ellas ha de satisfacer al acreedor, por los honorarios del
defensor o defensores de éste. Esta determinación será susceptible de
los mismos recursos que el fallo principal en que se la hiciere.

Art. 285.- El Estado nunca será condenado en costas; pero se podrá


condenar al pago de ellas al Procurador o al Fiscal que hubiese
sostenido el pleito de mala fe o con temeridad notoria.

Art. 286.- Las sentencias y autos no aprovechan ni perjudican sino a


las partes que litigaron en el juicio sobre que recayó el fallo, salvo
los casos expresados en la ley.

Art. 287.- Las sentencias, autos y decretos contendrán la fecha y hora


en que fueron expedidos y la firma de los jueces que los pronunciaron.

Art. 288.- Las sentencias se expedirán dentro de doce días; los autos
dentro de tres; los decretos, dentro de dos; pero si el proceso
tuviere más de cien fojas, al término dentro del cual se debe
pronunciar la sentencia, se agregará un día por cada cien fojas.

Art. 289.- Los autos y decretos pueden aclararse, ampliarse,


reformarse o revocarse, por el mismo juez que los pronunció, si lo
solicita alguna de las partes dentro del término fijado en el Art.
281.

Art. 290.- Los decretos pueden también aclararse, ampliarse,


reformarse o revocarse, de oficio, dentro del mismo término.

Art. 291.- Concedida o negada la revocación, aclaración, reforma o


ampliación, no se podrá pedir por segunda vez.

Art. 292.- Las solicitudes que contravengan a lo dispuesto en el


artículo anterior, o que tengan el objeto de alterar el sentido de las
sentencias, autos o decretos, o de retardar el progreso de la litis, o
de perjudicar maliciosamente a la otra parte, serán desechadas y
sancionadas conforme a lo establecido en el artículo siguiente.

Art. 293.- Los jueces se hallan obligados a rechazar con multa de


cinco a veinte dólares de los Estados Unidos de América, toda
solicitud que tienda a entorpecer el curso del juicio o a suscitar
incidentes que propendan al mismo fin. La multa se impondrá al abogado
que firme la solicitud respectiva, entendido que, si el juez deja de
imponer la multa o de rechazar la solicitud o el incidente, el
superior impondrá al juez una multa de cincuenta centavos de dólar a
cinco dólares de los Estados Unidos de América.

En caso de reincidencia, en el mismo juicio, el juez impondrá el


máximo de la multa y comunicará el hecho a la Corte Suprema de
Justicia, para los efectos establecidos en la Ley Orgánica de la
Función Judicial.

Las providencias dictadas en conformidad con las disposiciones de este


artículo, no serán susceptibles de recurso alguno.

Art. 294.- Al superior que confirmare o revocare un auto o un decreto,


no podrá pedirse nuevamente revocación o reforma; pero podrán
reformarse o revocarse los autos o decretos expedidos por el mismo
superior, que no le hubieren ido en grado.
Art. 295.- La sentencia ejecutoriada no puede alterarse en ninguna de
sus partes, ni por ninguna causa; pero se puede corregir el error de
cálculo.

Art. 296.- La sentencia se ejecutoría:

1.- Por no haberse recurrido de ella dentro del término legal;

2.- Por haberse desistido del recurso interpuesto;

3.- Por haberse declarado desierto el recurso;

4.- Por haberse declarado abandonada la instancia o el recurso; y,

5.- Por haberse decidido la causa en última instancia.

Art. 297.- La sentencia ejecutoriada surte efectos irrevocables


respecto de las partes que siguieron el juicio o de sus sucesores en
el derecho. En consecuencia, no podrá seguirse nuevo juicio cuando en
los dos juicios hubiere tanto identidad subjetiva, constituida por la
intervención de las mismas partes, como identidad objetiva,
consistente en que se demande la misma cosa, cantidad o hecho,
fundándose en la misma causa, razón o derecho.

Para apreciar el alcance de la sentencia, se tendrá en cuenta no sólo


la parte resolutiva, sino también los fundamentos objetivos de la
misma.

Art. 298.- Los autos cuyo gravamen no puede repararse en la sentencia,


se ejecutorían en los casos 1, 2, 4 y 5 del Art. 296.

Art. 299.- La sentencia ejecutoriada es nula:

1.- Por falta de jurisdicción o por incompetencia del juez que la


dictó;

2.- Por ilegitimidad de personería de cualquiera de las partes que


intervinieron en el juicio; y,

3.- Por no haberse citado la demanda al demandado, si el juicio se ha


seguido y terminado en rebeldía.

Art. 300.- La nulidad de que trata el artículo anterior puede


proponerse como acción por el vencido ante el juez de primera
instancia, mientras no se hubiere ejecutado la sentencia.

Art. 301.- No ha lugar a la acción de nulidad:

1.- Si la sentencia ha sido ya ejecutada;

2.- Si ha sido dada en última instancia; y,

3.- Si la falta de jurisdicción o la incompetencia o la ilegitimidad


de personería, fueron materia de discusión especial y de previo
pronunciamiento que llegó a ejecutoriarse.

Art. 302.- La ejecución de la sentencia corresponde, en todo caso, al


juez de primera instancia, sin consideración a la cuantía.

Sección 9ª.

De los términos

Art. 303.- Se llama término el período de tiempo que concede la ley o


el juez, para la práctica de cualquiera diligencia o acto judicial.
Art. 304.- Los términos se contarán conforme a lo que dispone el
Código Civil. Cuando la ley o el juez conceda veinticuatro horas, el
término correrá hasta la media noche del día siguiente al de la
citación o notificación.

Art. 305.- Todos los términos se cuentan desde que se hizo la última
citación o notificación; han de ser completos y correrán, además hasta
la media noche del último día, salvo lo dispuesto por el inciso final
del Art. 82.

Art. 306.- Los recursos propuestos dentro de los tres días siguientes
a la última citación o notificación de una providencia, se tendrán por
legal y oportunamente interpuestos, no obstante el hecho de
presentarse solicitud de ampliación, reforma, aclaración o revocación
de la providencia recurrida, y sin perjuicio del derecho de las partes
a interponer, también, cualquier recurso en los tres días posteriores
a la notificación del auto que resuelva la preindicada solicitud,
salvo lo que dispongan otras leyes.

No obstante valdrá el recurso que, con sujeción al inciso anterior,


interpusiere la parte notificada con la providencia respectiva aunque
no estuvieren notificadas las demás.

Art. 307.- Los términos son ordinarios o extraordinarios. Son


extraordinarios los concedidos por el juez para diligencias judiciales
que deben practicarse fuera del lugar del juicio.

Art. 308.- Cuando el juez conceda término extraordinario, en el mismo


decreto señalará prudencialmente el número de días que ha de durar
aquél, según el tiempo que pueda emplearse en la ida y vuelta del
despacho y en la práctica de la diligencia, término que nunca será
mayor del triple del ordinario, y que se contará a partir de la fecha
de remisión del deprecatorio, exhorto, o comisión. De la fecha de
remisión sentará razón el actuario en el proceso.

Art. 309.- El término extraordinario de prueba no suspende el curso


del ordinario; y, concluido éste, no se podrán practicar otras
diligencias probatorias que aquellas para las cuales se concedió el
extraordinario.

Art. 310.- En ningún caso, que no sea de los expresamente determinados


en esta Sección, podrán suspenderse o prorrogarse los términos. En
consecuencia, al principiar el decurso de un término, continuará sin
interrupción hasta su fenecimiento, no obstante cualquier solicitud o
incidente, ni aún de los de previo y especial pronunciamiento, y sin
que pueda el juez decretar la suspensión, ni producirse ésta de hecho.
Tampoco se suspenderá en el caso de que se demande exhibición, de
acuerdo con el Art. 826.

Si durante el decurso de un término se suspende el despacho por algún


acontecimiento extraordinario, por el mismo hecho quedará suspenso el
término.

De igual manera, se suspenderá el término probatorio, cuando ocurriere


alguna circunstancia imprevista que impida la concurrencia del juez o
del actuario; pero la suspensión durará sólo el tiempo estrictamente
necesario para que desaparezca el impedimento, debiendo luego
continuar, previo decreto del juez.

Se suspenderá también cualquier término, cuando las partes lo


soliciten conjuntamente.

Los jueces concederán, además, la suspensión de términos, por


enfermedad grave o impedimento físico de alguna de las partes o por
calamidad doméstica, siempre que al solicitar la suspensión se
acompañaren pruebas de dichas circunstancias, salvo en los casos en
que fueren de notoriedad pública; pero la suspensión no se producirá
de hecho, sino desde el momento en que el juez la conceda. La
suspensión no podrá durar, en caso alguno, más de ocho días.

Art. 311.- En el caso del segundo inciso del artículo anterior, el


actuario dejará en los autos constancia del día en que empezó la
suspensión y de aquél en que cesó el hecho que la produjo, debiendo el
juez disponer inmediatamente la continuación del término.

Art. 312.- No correrán los términos en los días feriados y de vacante,


y los jueces no podrán habilitarlos por ningún motivo.

Esto no obsta para que, previa habilitación, se expidan providencias y


se las cite o notifique; pero el término no correrá, conforme se
dispone en el inciso anterior.

Art. 313.- Queda prohibido recibir declaraciones de testigos a otras


horas que no sean de las ocho horas a las diecisiete horas.

Art. 314.- Siempre que las partes lo soliciten conjuntamente, el juez


decretará la suspensión, disminución o ampliación de los términos
concedidos por la ley o por el juez.

Art. 315.- Las pruebas deben presentarse y practicarse dentro de los


respectivos términos probatorios, salvo los casos expresamente
autorizados por la ley.

Art. 316.- Serán válidas las diligencias de prueba que, durante la


suspensión del término, se hubieren practicado por otro juez, en
virtud de comisión o deprecatorio.

Art. 317.- Corren los términos legales aún cuando en la providencia no


se exprese el tiempo que deben durar.

Art. 318.- El juez debe señalar términos, en los casos en que la ley
no los señale expresamente.

Art. 319.- El término de la distancia sólo se concederá si el


emplazado se halla a más de quince kilómetros del lugar del juicio.
Este término será fijado prudencialmente por el juez, tomando en
cuenta los medios de comunicación; pero en ningún caso será mayor que
el triple del término ordinario, y se contará sin incluir éste.

Sección 10ª.

De los recursos

Art. 320.- La ley establece los recursos de apelación, casación y de


hecho, sin perjuicio de que al proponérselos se alegue la nulidad del
proceso.

Art. 321.- Siempre que la ley no deniegue expresamente un recurso se


entenderá que lo concede.

Art. 322.- Concedido un recurso, se ordenará en el mismo decreto que


el recurrente pague las tasas judiciales.

Si el recurrente, dentro del término de ocho días de notificado con


esta orden, no paga, se tendrá por no interpuesto el recurso.

Parágrafo 1º.

De la apelación
Art. 323.- Apelación es la reclamación que alguno de los litigantes u
otro interesado hace al juez o tribunal superior, para que revoque o
reforme un decreto, auto o sentencia del inferior.

Art. 324.- La apelación se interpondrá dentro del término de tres


días; y el juez, sin correr traslado ni observar otra solemnidad,
concederá o denegará el recurso.

No se aceptará la apelación, ni ningún otro recurso, antes de que


empiece a decurrir el término fijado en el inciso anterior, salvo lo
dispuesto en los artículos 90 y 306.

Art. 325.- Pueden interponer el recurso de apelación las partes que


han intervenido en el juicio, y los que tengan interés inmediato y
directo en el pleito; como el comprador de una cosa raíz, cuando un
tercero ha promovido pleito de propiedad al vendedor y ha obtenido
sentencia favorable; o al contrario, si habiéndose seguido pleito con
el comprador, se declaró en la sentencia que la cosa pertenecía al
tercero que promovió el pleito, en cuyo caso puede apelar el vendedor
que tuviere interés.

Art. 326.- Se puede apelar de las sentencias, de los autos y de los


decretos que tienen fuerza de auto.

Sin embargo, no son apelables los autos o decretos que no ocasionan


gravamen irreparable en definitiva, ni aún cuando condenen en costas y
multas; y, en general, toda decisión a que la ley deniegue este
recurso.

Tampoco son apelables las providencias sobre suspensión o prórroga de


términos, las que conceden términos para pruebas, las que manden
practicarlas, las que califiquen interrogatorios, las que concedan
términos extraordinarios, y las demás de mero trámite.

Art. 327.- En todos los juicios sumarios en que, según su trámite


especial, no hubiere apelación del fallo definitivo, tampoco se
concederá este recurso, ni aún el de hecho, de ninguna de las
resoluciones incidentales.

Art. 328.- Los interesados pueden apelar de una parte de la sentencia,


auto o decreto, y conformarse con lo demás.

Art. 329.- En el caso de que se apele sólo por la condena en costas,


deberá llevarse a efecto el fallo definitivo en lo principal y sus
accesorios, por los méritos de la copia que se dejará, si lo solicita
la parte interesada.

Art. 330.- La apelación se debe interponer ante el juez de cuya


resolución se apela, y para ante el superior inmediato; pero no hay
necesidad de expresar cuál es el juez o tribunal para ante quien se
apela.

Art. 331.- La apelación se puede conceder tanto en el efecto


devolutivo como en el suspensivo, o solamente en aquél.

Si se concediere en ambos efectos, no se ejecutará la providencia de


que se hubiere apelado; y si se concediere sólo en el efecto
devolutivo, no se suspenderá la competencia del juez, ni el progreso
de la causa, ni la ejecución del decreto, auto o sentencia.

En el segundo caso, el juez a quo remitirá el proceso original al


inmediato superior, y dejará, a costa del recurrente, copia de las
piezas necesarias para continuar la causa.

Art. 332.- Se concederá el recurso en ambos efectos en todos los casos


en que la ley no lo limite al devolutivo.
Art. 333.- El juez que hubiere concedido el recurso de apelación,
remitirá al superior el proceso, sin formar artículo y con la
prontitud posible.

Art. 334.- El juez para ante quien se interponga el recurso, puede


confirmar, revocar o reformar la resolución apelada, según el mérito
del proceso, y aún cuando el juez inferior hubiese omitido en su
resolución decidir alguno o algunos de los puntos controvertidos. En
este caso, el superior fallará sobre ellos, e impondrá multa de
cincuenta centavos de dólar a dos dólares con cincuenta centavos de
dólar de los Estados Unidos de América por esa falta.

Art. 335.- Si una de las partes hubiere apelado, la otra podrá


adherirse a la apelación ante el juez a quo o ante el superior; y si
aquella desistiere del recurso, ésta podrá continuarlo en la parte a
que se adhirió.

Art. 336.- Cuando son varias las personas interesadas en el juicio


sobre un derecho común divisible, la apelación interpuesta por
cualquiera de ellas no aprovecha ni perjudica a las demás.

Art. 337.- Si las partes renunciaren la apelación durante el pleito,


los jueces no concederán ningún recurso.

Las instituciones del Estado en ningún caso pueden renunciar a la


apelación.

Las sentencias judiciales adversas a las instituciones del Estado se


elevarán en consulta a la respectiva corte superior, aunque las partes
no recurran. En la consulta se procederá como en los casos de
apelación y, respecto de ellas no se aplicarán las disposiciones
relativas a la deserción de recurso.

Art. 338.- Se notificará a las partes el decreto en que se conceda o


deniegue la apelación; y, en el primer caso, se dejará copia de la
resolución apelada, a costa del recurrente, y se remitirán sin demora
los autos al superior, apercibiendo a las partes en rebeldía.

Art. 339.- Los secretarios relatores, luego que se les entregue el


proceso, anotarán en él la fecha en que lo han recibido, darán cuenta
de ello al ministro de sustanciación y lo harán saber a las partes si
hubieren señalado domicilio de acuerdo con el Art. 80.

Si las partes no hubieren señalado domicilio, se pondrá razón de esta


circunstancia en el proceso.

Art. 340.- Si la apelación versa sobre un auto o decreto, el ministro


de sustanciación pedirá los autos y los pasará al tribunal, para que
resuelva sin otro trámite, observando estrictamente el orden de
antigüedad, según la fecha en que se hubiese recibido el proceso.

Esta disposición es también aplicable a las sentencias dadas en los


juicios ejecutivos y en los demás sumarios.

Art. 341.- Si la apelación no se hubiere interpuesto en el término


legal, el ministro de sustanciación devolverá los autos al inferior,
para que se ejecute el fallo.

Art. 342.- Cuando la resolución de segunda instancia fuere en todo


conforme a la de primera, se condenará en costas al recurrente. Pero
siempre que el superior conozca que hay mala fe en alguno de los
litigantes, le condenará al pago de las costas de primera y segunda
instancia, aunque el fallo sea revocatorio, y aunque haya interpuesto
el recurso el que triunfó sin ellas en primera o se hubiese adherido a
la apelación en segunda.
Art. 343.- Cuando alguno de los ministros o conjueces, al tiempo de la
relación, necesite examinar el proceso, se suspenderá la votación, y
se fallará dentro del término que fije el tribunal, término que no
podrá exceder del señalado por la ley.

Parágrafo 2°

De las nulidades procesales

Art. 344.- Sin perjuicio de lo dispuesto por el artículo 1014 el


proceso es nulo, en todo o en parte, solamente cuando se ha omitido
alguna de las solemnidades sustanciales determinadas en este Código.

Art. 345.- La omisión de alguna de las solemnidades sustanciales


determinadas en este parágrafo, o la violación de trámite a la que se
refiere el artículo 1014 podrán servir de fundamento para interponer
el recurso de apelación.

Art. 346.- Son solemnidades sustanciales comunes a todos los juicios e


instancias:
1.- Jurisdicción de quien conoce el juicio;

2.- Competencia del juez o tribunal, en el juicio que se ventila;

3.- Legitimidad de personería;

4.- Citación de la demanda al demandado o a quien legalmente le


represente;

5.- Concesión del término probatorio, cuando se hubieren alegado


hechos que deben justificarse y la ley prescribiere dicho término;

6.- Notificación a las partes del auto de prueba y la sentencia; y,

7.- Formarse el tribunal del número de jueces que la ley prescribe.

Art. 347.- En el juicio ejecutivo, son solemnidades sustanciales:

1.- Haberse aparejado a la demanda título ejecutivo; y,

2.- Sustanciar las excepciones que se propongan dentro del respectivo


término.

El hecho de no ser ejecutiva la obligación será materia de excepción


y, consiguientemente, resuelta en la sentencia.

Art. 348.- Las solemnidades sustanciales, en el juicio de concurso de


acreedores, son:

1.- Haber concurrido, para dictar el auto de formación de concurso,


los requisitos determinados en este Código; y,

2.- Citar, en la forma legal, a los acreedores, para la primera junta.

Art. 349.- Los jueces y tribunales declararán la nulidad aunque las


partes no hubieren alegado la omisión, cuando se trate de las
solemnidades 1, 2, 3, 4, 6, y 7 del Art. 346, comunes a todos los
juicios e instancias; siempre que pueda influir en la decisión de la
causa, salvo que conste en el proceso que las partes hubiesen
convenido en prescindir de la nulidad y que no se trate de la falta de
jurisdicción.

Art. 350.- Cuando la nulidad provenga de composición irregular del


tribunal o de defecto en la intervención de los jueces, y la
providencia afectada de tal vicio hubiere subido por recurso de
apelación el superior, sin declarar la nulidad procederá a resolver
sobre lo principal, confirmando, revocando o reformando la providencia
recurrida.

Tampoco se declarará la nulidad si en el proceso se encontrare otra


providencia, distinta de la recurrida que hubiere sido dictada con los
vicios de que habla el inciso precedente. El superior continuará la
tramitación de la causa.

Si llegare a ejecutoriarse una sentencia en la que se hubiere faltado


a la primera, segunda, tercera o cuarta de las solemnidades
determinadas en el Art. 346, la nulidad debe ser declarada, ya sea que
se la proponga como acción o que se la alegue como excepción.

Art. 351.- Para que se declare la nulidad, por no haberse citado la


demanda al demandado o a quien legalmente le represente, será preciso:

1.- Que la falta de citación haya impedido que el demandado deduzca


sus excepciones o haga valer sus derechos; y,

2.- Que el demandado reclame por tal omisión al tiempo de intervenir


en el pleito.

Art. 352.- Para que se declare la nulidad por la omisión de cualquiera


otra solemnidad sustancial, deben concurrir las dos circunstancias
siguientes:

1.- Que la omisión pueda influir en la decisión de la causa; y,

2.- Que se haya alegado la nulidad, en la respectiva instancia, por


alguna de las partes.

Art. 353.- No se declarará la nulidad por vicio de procedimiento,


cuando la omisión hubiere sido materia de reclamación ante el inferior
y se hubiere ejecutado la providencia que denegó la declaración de
nulidad. En este caso, el procedimiento se seguirá en armonía con lo
resuelto en dicha providencia.

Art. 354.- Si la mayoría de los ministros o conjueces que van a fallar


en segunda instancia, reconociere la validez del proceso, todos
deberán tratar y votar sobre lo principal; pero los que hubiesen
estado por anularlo, tendrán el derecho de salvar sus votos. En ningún
caso podrá el tribunal reconocer la nulidad y votar sobre lo
principal.

Art. 355.- Los jueces de primera instancia que, al tiempo de expedir


auto o sentencia, encontraren que procede la declaración de nulidad,
mandarán reponer el proceso al estado en que estuvo cuando se omitió
la solemnidad que motiva la declaración, y condenarán al que la
ocasionó al pago de lo que hayan costado las actuaciones anuladas.

Art. 356.- Toda omisión de solemnidad sustancial hace personalmente


responsables a los jueces que en ella hubiesen incurrido, quienes
serán condenados en las costas respectivas.

Art. 357.- Cuando un juez, debiendo declarar la nulidad, no la declare


pagará las costas ocasionadas desde que pronunció el auto o sentencia
en que debió ordenar la reposición del proceso. Tales costas
comprenden también los derechos sufragados por el Estado.

Art. 358.- Los procesos conocidos por el superior, sin que se haya
declarado la nulidad, no podrán ser anulados por los jueces
inferiores, aún cuando éstos observaren después que se ha faltado a
alguna solemnidad sustancial.
Art. 359.- Si se legitima la personería en cualquiera de las
instancias, el proceso será válido, sea que lo hagan las partes por sí
mismas, o por orden que el juez o tribunal impartirá obligatoriamente.

Art. 360.- Aún cuando se hubiere declarado ya la nulidad por falta de


personería, si la parte ratifica o aprueba, el proceso será válido; y
aún los jueces superiores, revocando la declaración de nulidad,
devolverán la causa al inferior, para que falle sobre lo principal.

Art. 361.- El poderdante, el apoderado, el guardador y todo


representante legal, pueden ratificar en cualquier instancia, aún
cuando estuviese declarada la nulidad, siempre que la providencia que
contenga tal declaración no estuviese ejecutoriada.

Art. 362.- El que gestionó en juicio sin tener poder ni representación


legal y legitima después su personería, o presenta la aprobación de
aquél por quien gestionó, ratifica por el mismo hecho sus actos
anteriores.

Art. 363.- En el costo de la reposición de los procesos no se


comprenderá el de los documentos y diligencias que puedan
reproducirse, ni el valor de los honorarios de los defensores, cuando
no hubiesen reclamado oportunamente la observancia de la solemnidad
omitida.

Art. 364.- Los jueces que, en primera o segunda instancia, hubiesen


sido condenados en costas o multas, podrán apelar, aún cuando las
partes no recurran, por no quererlo, o por prohibición de la ley.

Este recurso no impedirá el progreso de la causa principal, y sólo


suspenderá la ejecución de la condena.
Parágrafo 3°

Del recurso de hecho

Art. 365.- Denegado por el juez o tribunal el recurso de apelación,


podrá la parte, dentro del término de tres días, proponer ante el
mismo juez o tribunal, el recurso de hecho.

Art. 366.- Interpuesto este recurso, el juez o tribunal, salvo lo


dispuesto en el artículo siguiente, sin calificar la legalidad o
ilegalidad del recurso, elevará el proceso al superior, quien admitirá
o denegará dicho recurso.

Para elevarlo, se notificará a las partes, con apercibimiento en


rebeldía.

Art. 367.- El juez a quo denegará de oficio el recurso de hecho:

1.- Cuando la ley niegue expresamente este recurso o el de apelación;

2.- Cuando el recurso de apelación o el mismo de hecho, no se hubiesen


interpuesto dentro del término legal; y,

3.- Cuando, concedido el recurso de apelación en el efecto devolutivo,


se interpusiere el de hecho respecto del suspensivo.

Al juez a quo que, sin aplicar este artículo, elevare indebidamente el


proceso, se le impondrá una multa igual a la establecida para cuando
se deniega el recurso de hecho.

Art. 368.- El superior, por el mérito del proceso y sin otra


sustanciación, admitirá o denegará el recurso; y, en el primer caso,
confirmará, reformará o revocará la providencia recurrida.
Art. 369.- Si el recurso de hecho fuere de sentencia expedida en
juicio ordinario, y el superior lo admitiere, se procederá como en los
casos de apelación. En este caso, se relatará dos veces la causa, con
los efectos legales en cada una de ellas.

Art. 370.- Si el superior denegare el recurso de hecho, condenará al


recurrente al pago de costas y de multa de cinco a treinta dólares de
los Estados Unidos de América.

La multa se dividirá, por igual, entre la parte contraria y los gastos


de justicia.

Si la parte que interpuso el recurso desiste de él, ante el inferior o


ante el superior, la multa será la mitad.

Art. 371.- Si el superior denegare el recurso de hecho, no se podrá


interponer otro; pero si lo admitiere y fallare sobre lo principal,
podrá interponerse el de casación, si por su naturaleza lo permite la
ley.

Art. 372.- Si el superior, aceptado previamente el recurso de hecho,


nota la omisión de alguna solemnidad sustancial que no pueda
subsanarse, declarará la nulidad del proceso.

Sección 11ª.

Del desistimiento y del abandono de las


instancias o recursos

Art. 373.- La persona que ha interpuesto un recurso o promovido una


instancia, se separa de sostenerlo, o expresamente por el
desistimiento, o tácitamente por el abandono.

Art. 374.- Para que el desistimiento sea válido, se requiere:

1.- Que sea voluntario y hecho por persona capaz;

2.- Que conste en los autos y reconozca su firma en el que lo hace; y,

3.- Que si es condicional, conste el consentimiento de la parte


contraria para admitirlo.

Art. 375.- No pueden desistir del juicio:

1.- Los que no pueden comprometer la causa en árbitros; y,

2.- Los que intenten eludir, por medio del desistimiento, el provecho
que de la prosecución de la instancia pudiera resultar a la otra parte
o a un tercero.

Art. 376.- El desistimiento de la demanda vuelve las cosas al estado


que tenían antes de haberla propuesto.

Art. 377.- El que desistió de una demanda, no puede proponerla otra


vez contra la misma persona, ni contra las que legalmente la
representan.

Tienen la misma prohibición los herederos del que desistió.

Art. 378.- El desistimiento de una instancia o recurso surte el efecto


de dejar ejecutoriado el auto o resolución de que se reclamó.

Art. 379.- El desistimiento sólo perjudica a la parte que lo hace.


Esta debe ser condenada en costas.
Art. 380.- La separación tácita de un recurso o instancia se verifica
por el abandono de hecho, durante el tiempo señalado en esta Sección.

Art. 381.- No cabe abandono en las causas en que sean interesados


menores de edad u otros incapaces.

Art. 382.- El abandono en que incurre una parte, no perjudica a los


demás interesados en la misma instancia o recurso; pero de la ventaja
que éstos reporten, aprovecha también aquélla.

Art. 383.- Un recurso abandonado se reputa no interpuesto; y todas las


providencias anteriores a él quedan vigentes y ejecutoriadas.

Art. 384.- El tiempo, para el abandono de una instancia o recurso,


corre desde la fecha de la última diligencia practicada en el juicio,
o desde la última petición o reclamación que hubiese hecho el
recurrente.

Art. 385.- Por el hecho de presentarse, por parte legítima, la


solicitud sobre abandono de un recurso o demanda, el juez declarará el
abandono, si consta haberse vencido el plazo legal.

Art. 386.- La primera instancia queda abandonada por el transcurso del


plazo de tres años, sin continuarla. La segunda instancia por el
transcurso del plazo de dos años, lo cual se aplica también cuando
interpuesto un recurso, ha transcurrido el plazo de dos años sin
remitirse el proceso. El secretario tendrá responsabilidad civil y/o
penal, si fuere del caso.

Art. 387.- El abandono de la instancia no impide que se renueve el


juicio por la misma causa.

Si, al renovarse la demanda, el demandado opone la prescripción, se


atenderá a los plazos que fija el Código Civil; entendiéndose que la
demanda que se propuso, en la instancia abandonada, no ha interrumpido
la prescripción salvo lo que con referencia a causas anteriores
dispone el Art. 381.

El que abandone la instancia o el recurso, será condenado en costas.

Para que haya abandono se requiere que no se haya practicado


diligencia alguna, en caso de que la última providencia suponga la
necesidad de que se practique.

Art. 388.- Los juicios civiles que hubieren permanecido en abandono


durante ocho años contados desde la última diligencia que en el juicio
se hubiere practicado, en la primera instancia, o dos años en la
segunda, quedan abandonados por el ministerio de la ley.

Salvo disposición en contrario de la ley, la Corte Suprema, los


tribunales distritales y las cortes superiores de justicia, declararán
de oficio o a petición de parte el abandono de las causas por el
ministerio de la ley, cuando hubieren permanecido en abandono por el
plazo de dos años contados desde la última diligencia que se hubiese
practicado o desde la última solicitud hecha por cualquiera de las
partes.

Art. 389.- Los jueces o tribunales, de oficio o a petición de parte,


ordenarán el archivo de los juicios que se hallaren en estado de
abandono según lo que anteriormente se señala, sin necesidad de
artículo o incidente alguno ni la consideración de otra cuestión o
cuestiones procesales, pues en el caso, la competencia del juez o
tribunales se limitará a ordenar tal archivo.
Para el archivo de los juicios que se hallaren en segunda instancia,
el superior, devolverá a los tribunales o jueces inferiores, los
respectivos expedientes con la ejecutoria.

Se archivarán dichas causas previa cancelación de las medidas


cautelares personales o reales que se hubieren ordenado en el proceso.

Este abandono no tendrá lugar cuando los actores sean las entidades o
instituciones del sector público.

Art. 390.- Si en los juicios que se hallaren en el estado de abandono


al cual se refieren los dos artículos anteriores, se presentare alguna
solicitud para la continuación del trámite, el juez o tribunal,
considerando que éstos han quedado abandonados por el ministerio de la
ley, se limitará a ordenar su archivo.

Art. 391.- Las disposiciones a que se refieren los artículos 388, 389
y 390, se aplicarán también a los procesos que se hubieren iniciado
con anterioridad al 24 de febrero de 1971.

Sección 12ª.

Del allanamiento a la demanda

Art. 392.- El demandado podrá allanarse expresamente a las


pretensiones de la demanda, en cualquier estado del juicio, antes de
sentencia.

El allanamiento de uno o de varios demandados, sobre una obligación


común divisible, no afectará a los otros, y el proceso continuará su
curso con quienes no se allanaron.

Las mismas reglas se aplicarán en caso de reconvención.

Art. 393.- El allanamiento será ineficaz en los siguientes casos:

1.- Cuando el demandado sea incapaz;

2.- Cuando el derecho no sea susceptible de disposición de las partes;

3.- Cuando el demandado sea el Estado o alguna de sus instituciones;

4.- Cuando los hechos admitidos no puedan probarse por medio de


confesión;

5.- Cuando la sentencia deba producir efectos de cosa juzgada respecto


de terceros; y,

6.- Cuando siendo varios los demandados, sobre obligaciones


indivisibles, no provenga de todos.

Art. 394.- El juez aprobará el allanamiento mediante sentencia, la que


causará ejecutoria.

TITULO II

DE LA SUSTANCIACION DE LOS JUICIOS

Sección 1ª.

Del juicio ordinario

Parágrafo 1º.

De la primera instancia
Art. 395.- El juicio ordinario se sujetará a las disposiciones de esta
Sección y se tramitará ante uno de los jueces de lo civil.

Art. 396.- Propuesta la demanda, el juez, de oficio, examinará si es


clara y si se reúnen los requisitos determinados en el Art. 69. De no
ser clara o de no reunir aquéllos requisitos, mandará que se la aclare
o se la complete en la forma determinada en los artículos antes
citados.

Una vez que el juez estime que la demanda es clara y completa, dará
traslado con apercibimiento en rebeldía, simultáneamente a todos los
demandados.

Art. 397.- El demandado tendrá el término de quince días para proponer


conjuntamente las excepciones dilatorias y perentorias, las cuales se
resolverán en sentencia. Entre las excepciones no podrá proponerse la
de oscuridad del libelo.

Art. 398.- Si, al tiempo de contestar a la demanda, se reconviniere al


demandante, se concederá a éste el término de quince días para
contestar a la reconvención.

Art. 399.- Si la litis se hubiere trabado sobre cuestiones de puro


derecho, el juez pedirá autos y dictará sentencia.

Art. 400.- Si las excepciones o la cuestión planteada en la


reconvención versan sobre hechos que deben justificarse, el juez
señalará día y hora en los que las partes deben concurrir, con el
propósito de procurar una conciliación, que dé término al litigio.

En el día y hora señalados, si sólo una de las partes hubiere


concurrido, se dejará constancia, en acta, de la exposición que
presente y se dará por concluida la diligencia.

La falta de concurrencia de una de las partes constituirá indicio de


mala fe, que se tendrá en cuenta para la condena en costas al tiempo
de dictarse la sentencia.

Art. 401.- Si concurrieren ambas partes, el juez dispondrá que cada


una, por su orden, deje constancia, en el acta que debe levantarse, de
las exposiciones que tuviere por conveniente hacer y, principalmente,
de las concesiones que ofrezca, para llegar a la conciliación. Se
entenderá que tales concesiones están subordinadas siempre a la
condición de ser aceptadas en la conciliación, de tal modo que no
implicarán, en caso alguno, reforma de las cuestiones de hecho y de
derecho planteadas en la demanda y en la contestación.

El juez, por su parte, procurará, con el mayor interés, que los


litigantes lleguen a avenirse.

Art. 402.- Si las partes se pusieren de acuerdo, lo harán constar en


acta, y el juez, de encontrar que el acuerdo es lícito y comprende
todas las reclamaciones planteadas, lo aprobará por sentencia y
declarará terminado el juicio. La sentencia deberá inscribirse, cuando
fuere necesario, a fin de que sirva de título, para los efectos
legales correspondientes.

Si el acuerdo comprende sólo alguna o algunas de las cuestiones


planteadas y fuere lícito, el juez lo aprobará por auto y dispondrá
que el juicio continúe respecto de las cuestiones no comprendidas en
el acuerdo de conciliación, a menos que, dada la naturaleza de dichas
cuestiones, no puedan ser, en concepto del juez, consideradas y
resueltas sino conjuntamente.
Art. 403.- Si las partes no llegaren a conciliar, se dejará
constancia, en el acta, de las exposiciones de cada una y se dará por
concluida la diligencia.

Estas exposiciones se tendrán en cuenta, al tiempo de dictar


sentencia, para apreciar la temeridad o mala fe del litigante al que
pueda imputarse la falta de conciliación.

Art. 404.- La diligencia de conciliación sólo podrá diferirse por una


vez, a solicitud de cada una de las partes, y por un término que no
exceda de cinco días.

Art. 405.- De no obtenerse la conciliación, sea por el caso del Art.


403, sea por el Art. 400, inciso 2º el juez recibirá la causa a prueba
por el término de diez días, para que se practiquen las que pidan las
partes.

Art. 406.- Concluido el término probatorio, el juez pedirá autos y


pronunciará sentencia. Las partes podrán presentar sus manifiestos en
derecho hasta antes de expedirse el fallo.

Art. 407.- Las demandas, si se trata de juicios cuya cuantía no pase


de veinte dólares de los Estados Unidos de América, se presentarán
ante el juez de lo civil respectivo, quien mandará citar al demandado
para que conteste dentro del segundo día. Si el demandado propusiere
excepciones que deban probarse, o la demanda se fundare en hechos
justificables, se concederá el término probatorio de tres días.
Vencido este término, se pronunciará sentencia. De la sentencia se
concederá recurso de apelación para ante el superior, quien fallará
por el mérito de los autos. Su decisión causará ejecutoria.

En los juicios de que trata este artículo, exceptuando el juicio de


tercería, no se admitirá ni tramitará incidente alguno que tienda a
impedir, detener o alterar el curso del juicio, y el quebrantamiento
de esta prohibición será castigado en la forma que prescribe el Art.
293.

Parágrafo 2º.

De la segunda instancia

Art. 408.- Si el que apeló de la sentencia no determinare


explícitamente, dentro de diez días, contados desde que se le hizo
saber la recepción del proceso, los puntos a los que se contrae el
recurso, el ministro de sustanciación, a petición de parte, declarará
desierta la apelación y mandará devolver el proceso al inferior, para
que se ejecute la sentencia.

Art. 409.- Si comparece el apelante y determina los puntos a que se


contrae el recurso, se dará traslado a la otra parte, por diez días,
dentro de los que podrá adherirse al recurso.

Art. 410.- Cualquiera de las partes tiene derecho, dentro del término
que a cada una se concede en los artículos anteriores, para solicitar
que se actúe pruebas.

Art. 411.- La corte superior, de ser válido el proceso, concederá el


término de prueba de diez días. Si no lo fuere, declarará la nulidad,
disponiendo la respectiva reposición.

Art. 412.- Vencido el término probatorio, o en caso de no ser éste


procedente, se pedirán autos en relación y se pronunciará sentencia.

Sección 2ª.

De los juicios ejecutivos


Parágrafo 1º.

De los títulos ejecutivos

Art. 413.- Son títulos ejecutivos: la confesión de parte, hecha con


juramento ante juez competente; la sentencia pasada en autoridad de
cosa juzgada; la copia y la compulsa auténticas de las escrituras
públicas; los documentos privados reconocidos ante juez o notario
público; las letras de cambio; los pagarés a la orden; los
testamentos; las actas judiciales de remate o las copias de los autos
de adjudicación debidamente protocolizados, según el caso; las actas
de transacción u otras que contengan obligaciones de dar o hacer
alguna cosa; y los demás instrumentos a los que leyes especiales dan
el carácter de títulos ejecutivos.

Art. 414.- Las sentencias extranjeras se ejecutarán si no


contravinieren al Derecho Público Ecuatoriano o a cualquier ley
nacional y si estuvieren arregladas a los tratados y convenios
internacionales vigentes.

A falta de tratados y convenios internacionales, se cumplirán si,


además de no contravenir al Derecho Público o a las leyes
ecuatorianas, constare del exhorto respectivo:

a) Que la sentencia pasó en autoridad de cosa juzgada, conforme a las


leyes del país en que hubiere sido expedida; y,

b) Que la sentencia recayó sobre acción personal.

Art. 415.- Para que las obligaciones fundadas en algunos de los


títulos expresados en los artículos anteriores, sean exigibles en
juicio ejecutivo, deben ser claras, determinadas, líquidas, puras y de
plazo vencido cuando lo haya. Cuando alguno de sus elementos esté
sujeto a lo expresado en un indicador económico o financiero de
conocimiento público, contendrá también la referencia de éstos.

Se considerarán también de plazo vencido las obligaciones cuyo


vencimiento se hubiere anticipado como consecuencia de la aplicación
de cláusulas de aceleración de pagos, que hubieren sido pactadas.

Cuando se haya cumplido la condición o ésta fuere resolutoria, podrá


ejecutarse la obligación condicional y, si fuere en parte líquida y en
parte no, se ejecutará en la parte líquida.

Art. 416.- Si el documento con que se aparejare la ejecución estuviere


cedido, a favor del que propone la demanda, bastarán los
reconocimientos del deudor y del último cedente, si fuere instrumento
privado; y, si fuere público, letra de cambio o pagaré a la orden, no
será necesario el reconocimiento del deudor, pero si del último
cedente o endosante.

Art. 417.- Habrá lugar a la vía ejecutiva dentro de los cinco años que
dura la acción de este nombre; pero, en los casos en que la ordinaria
prescribe por ley en menor tiempo, pasado éste, no habrá lugar a dicha
vía.

El tiempo de la prescripción se contará desde que la obligación se


hizo exigible.

Art. 418.- El ejecutante debe legitimar su personería, desde que


propone la demanda.

Parágrafo 2º.

Del juicio ejecutivo


Art. 419.- La demanda se propondrá acompañada del título que reúna las
condiciones de ejecutivo.

Art. 420.- Si el juez observare que la demanda no está clara o no


reúne los requisitos determinados en este Código, dispondrá, antes de
dictar el auto de pago, que sea aclarada o completada en la forma
determinada en el Art. 69. En ningún caso, se admitirá la excepción de
oscuridad de la demanda.

Art. 421.- Si el juez considerare ejecutivo el título así como la


obligación correspondiente, ordenará que el deudor la cumpla o
proponga excepciones en el término de tres días.

Si el ejecutante acompaña a la demanda certificado del registrador de


la propiedad en el que conste que el ejecutado tiene bienes raíces que
no están embargados, el juez, al tiempo de dictar la providencia de
que habla el inciso anterior, prohibirá que el ejecutado venda,
hipoteque o constituya otro gravamen o celebre contrato que limiten el
dominio o goce de los bienes que, determinados por el juez, alcancen
para responder por el valor de la obligación demandada. La prohibición
se notificará a los respectivos registradores de la propiedad, para
los efectos legales.

La citación al demandado se hará después de cumplirse lo ordenado en


el inciso anterior.

Art. 422.- Podrá, asimismo, el ejecutante, en vez de la prohibición de


enajenar, cuando no se trate de crédito hipotecario, solicitar la
retención o el secuestro de bienes muebles, que aseguren la deuda,
debiendo decretarse la una o el otro, al mismo tiempo que se dicte el
auto de pago, siempre que se acompañe prueba de que tales bienes son
de propiedad del deudor. Esta prueba, en caso de ser testimonial,
puede practicarse sin citación de la parte contraria.

Art. 423.- Si la ejecución por cantidad de dinero, se funda en título


hipotecario o en sentencia ejecutoriada, el embargo se ordenará en el
auto de pago, a solicitud del ejecutante. En el primer caso, el
embargo se hará en el inmueble hipotecado; y, en el segundo, en los
bienes que designe el acreedor.

Art. 424.- El ejecutante podrá solicitar, en cualquier estado de la


causa antes de sentencia de primer grado, las medidas precautorias que
se señalan en los artículos anteriores.

Art. 425.- El ejecutado podrá hacer cesar la prohibición de enajenar,


la retención o el secuestro, consignando en dinero la cantidad
suficiente para cubrir la deuda, con más un 10%. El depósito de esta
cantidad se hará con arreglo al Art. 196 de la Ley Orgánica de
Administración Financiera y Control.

Art. 426.- La prohibición de enajenar produce el efecto de que los


bienes indicados en el Art. 421 no pueden ser vendidos, ni
hipotecados, ni sujetos a gravamen alguno que limite el dominio o su
goce, so pena de nulidad.

Art. 427.- El secuestro tendrá lugar en los bienes muebles y en los


frutos de los raíces, y se verificará mediante depósito. La entrega se
hará por inventario, con expresión de calidad, cantidad, número, peso
y medida.

Art. 428.- La retención se hará notificando a la persona en cuyo poder


estén los bienes que se retengan, para que ésta, bajo su
responsabilidad, no pueda entregarlos sin orden judicial. Se entenderá
que la persona en cuyo poder se ordena la retención, queda
responsable, si no reclama dentro de tres días. Si el tenedor de los
bienes se excusa de retenerlos, los pondrá a disposición del juez,
quien a su vez, ordenará que los reciba el depositario.

Art. 429.- En el juicio ejecutivo, las excepciones, sean dilatorias o


perentorias se propondrán conjuntamente y dentro del término de tres
días. Si la demanda se hubiere aparejado con sentencia ejecutoriada,
sólo se admitirán las excepciones nacidas después de la ejecutoria.

Art. 430.- Si el deudor no paga ni propone excepciones dentro del


respectivo término, el juez, previa notificación, pronunciará
sentencia, dentro de veinticuatro horas, mandando que el deudor cumpla
inmediatamente la obligación. La sentencia causará ejecutoria.

Art. 431.- Igualmente causará ejecutoria la sentencia si, propuesta


solamente la excepción de pago total o parcial, no se hubiere
presentado prueba de tal excepción.

Art. 432.- Si las excepciones deducidas por el deudor, dentro del


término legal, fueren de puro derecho, en el mismo día de propuestas
se dará traslado de ellas al ejecutante, por el término de tres días.
Presentada la contestación, o en rebeldía, se pronunciará sentencia.

Art. 433.- Si las excepciones versan sobre hechos que deban


justificarse, se concederá el término de seis días para la prueba.

Art. 434.- Vencido el término de prueba, el juez concederá el de


cuatro días para que las partes aleguen, término que correrá al mismo
tiempo para todas y vencido el cual pronunciará sentencia.

Art. 435.- Si el deudor, antes de vencer el término de proponer


excepciones, consigna el valor demandado, se mandará entregar ese
valor al ejecutante. Si hubiere controversia sobre el monto de los
intereses, se liquidarán éstos en la forma determinada en esta
Sección.
Si de la liquidación resultare saldo contra el deudor, se mandará que
éste lo pague, mediante el procedimiento de apremio, sin necesidad de
expedir la sentencia, y se ejecutará como si la sentencia se hubiere
expedido.

Art. 436.- En este juicio puede el ejecutante interponer los recursos


que concede este Código para los ordinarios; pero el ejecutado sólo
puede apelar de la sentencia, y en los demás casos, no podrá
interponer ni aún el recurso de hecho.

Art. 437.- La ejecución propuesta por el pago de pensiones periódicas,


o por el cumplimiento de obligaciones que debían satisfacerse en dos o
más plazos, podrá comprender las pensiones y obligaciones que se
hubiesen vencido en los períodos o plazos subsiguientes, aún cuando el
juicio se hubiese contraído al pago de sólo una pensión, o a la que
debió darse o hacerse en uno de los plazos.

Art. 438.- Ejecutoriada la sentencia, el juez, al tratarse de demanda


por pago de capital e intereses, fijará la cantidad que debe pagarse
por intereses y dispondrá que el deudor señale dentro de veinticuatro
horas, bienes equivalentes al capital, intereses y costas, si hubiere
sido condenado a pagarlas.

De considerarlo necesario, el juez puede nombrar un perito para que


haga la liquidación de intereses. Este perito será irrecusable y su
nombramiento no se notificará a las partes; tampoco debe posesionarse,
bastando que, en el informe, exprese que lo emite con juramento.

Art. 439.- Si el deudor no señalare bienes para el embargo, si la


dimisión fuere maliciosa, si los bienes estuvieren situados fuera de
la República o no alcanzaren para cubrir el crédito, a solicitud del
acreedor, se procederá al embargo de los bienes que éste señale,
prefiriendo dinero, los bienes dados en prenda o hipoteca, o los que
fueron materia de la prohibición, secuestro o retención. Si la
dimisión hecha por el deudor o el señalamiento del acreedor versa
sobre bienes raíces, no será aceptada si no acompaña el certificado
del registrador de la propiedad y el del avalúo catastral.

La prohibición de enajenar, la retención o el secuestro no impiden el


embargo; y decretado éste, el juez que lo ordena oficiará al que haya
dictado la medida preventiva, para que notifique al acreedor que la
solicitó, a fin de que pueda hacer valederos sus derechos como
tercerista, si lo quisiere. Las providencias preventivas subsistirán,
no obstante el embargo, sin perjuicio del procedimiento de ejecución
para el remate.

El depositario de las cosas secuestradas las entregará al depositario


designado por el juez que ordenó el embargo, o las conservará en su
poder, a órdenes de este juez si también fuere designado depositario
de las cosas embargadas.

Si el embargo fuere cancelado sin llegar al remate, en la providencia


de cancelación se mandará oficiar al juez que ordenó la providencia
preventiva, y ésta seguirá su curso hasta que sea cancelada por el
juez que la dictó. Se notificará también al depositario de las cosas
embargadas, las cuales quedarán a órdenes del juez que ordenó el
secuestro de las mismas.

Hecho el remate, el juez declarará canceladas las providencias


preventivas y oficiará al juez que las ordenó para que se tome nota de
tal cancelación en el proceso respectivo.

Art. 440.- Si el juicio hubiere versado sobre la entrega de una


especie o cuerpo cierto, el ejecutado será compelido a la entrega, y
el alguacil, de ser necesario, con el auxilio de la Fuerza Pública, lo
entregará al acreedor. Si la obligación fuere de hacer, y el hecho
pudiere realizarse, el juez dispondrá que se realice por cuenta del
deudor. Si la especie o cuerpo cierto no pudiere ser entregado al
acreedor, o no se obtuviere la realización del hecho, el juez
determinará la indemnización que deba pagarse por el incumplimiento y
dispondrá el respectivo cobro, por el procedimiento de apremio real.

Si el hecho consistiere en el otorgamiento y suscripción de un


instrumento, lo hará el juez en representación del que deba
realizarlo. Se dejará constancia en acta, suscrita por el juez, el
beneficiario y el secretario, en el respectivo juicio.

Art. 441.- No son embargables los bienes designados en el Art. 1634


del Código Civil, sino en los términos fijados por la ley.

Art. 442.- Si hubiere hipoteca especial o prenda, serán los bienes


gravados los que se embarguen preferentemente. Con todo, podrán
embargarse otros bienes, en caso de insuficiencia de la cosa
hipotecada o prendaria, o en el de que, propuesta tercería, respecto
del bien hipotecado, el acreedor, renunciando a sostenerla, solicitase
el embargo de otros bienes.

Art. 443.- Si se aprehendiese dinero de propiedad del deudor, se hará


el pago con el dinero aprehendido.

Art. 444.- El embargo de un crédito se hará notificando al tercero


deudor del ejecutado, y el remate tendrá por base el valor del mismo
crédito, sin necesidad de avalúo.

El rematante dirigirá su acción, por separado, contra el tercero,


quien entonces, podrá hacer uso de las excepciones que le asistan.
Art. 445.- Para proceder al embargo de bienes raíces, el juez se
cerciorará, por medio del respectivo certificado del registrador de la
propiedad, de que los bienes pertenecen al ejecutado y de que no están
embargados, ni en poder de tercer poseedor o tenedor inscrito, como
arrendatario, acreedor anticrético, etc.

El certificado del registrador de la propiedad comprenderá los


linderos del inmueble de cuyo embargo se trata, embargo que, en ningún
caso, se extenderá más allá de dichos linderos, bajo la
responsabilidad personal y pecuniaria del empleado que practique la
diligencia. En caso de contravenirse a esta orden, el juez dispondrá
la rectificación debida, después de cerciorarse de la verdad del
hecho.

Si los bienes estuvieren en poder del arrendatario, tenedor


anticrético, etc., el embargo se verificará respetando los derechos de
éstos; y, rematados los bienes, se respetará el arriendo o anticresis,
según el Código Civil.

Exceptúanse de esta disposición, el caso en que la constitución de


dichos contratos fuese posterior a la inscripción de la
correspondiente escritura de hipoteca, o al decreto de embargo,
secuestro o prohibición de enajenar, pues entonces, el embargo pedido
por el acreedor ejecutante, se verificará, no obstante tales
contratos, en la forma común.

El embargo consistirá en notificar al arrendatario, acreedor


anticrético, etc., en la forma prevenida en este Código. El
depositario, si hubiere arrendamiento, percibirá la renta, salvo el
caso del inciso anterior, caso en el cual se entregará la cosa
embargada de acuerdo con lo prescrito en los Arts. 450 y 451.

Art. 446.- No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, si un


inmueble fuere embargado por un acreedor no hipotecario y luego
ocurriere que un acreedor hipotecario obtiene, en otro juicio, la
orden de embargo de tal inmueble, se cancelará el primer embargo y se
efectuará el segundo. El acreedor no hipotecario conservará el derecho
de presentarse como tercerista, en la ejecución seguida por el
acreedor hipotecario.

Lo mismo ocurrirá si el primer embargo se hubiere obtenido por un


acreedor hipotecario, y el segundo se pidiere por otro, con hipoteca
anterior.

Art. 447.- Si, para la ejecución de lo convenido en el acta de


conciliación o lo resuelto en el fallo dictado en un conflicto
colectivo de trabajo, se ordenare el embargo de bienes que ya
estuviesen embargados por providencia dictada en un juicio no laboral,
exceptuando el de alimentos legales, se cancelará el embargo anterior
y se efectuará el ordenado por el funcionario del trabajo, y el
acreedor cuyo embargo se canceló conservará el derecho de presentarse
como tercerista.

El registrador de la propiedad que no cancelare la inscripción del


embargo anterior cuando se trate de inmuebles, y no inscribiere el
embargo ordenado por el funcionario del trabajo será destituido.

Art. 448.- El acreedor no podrá ser pagado antes de rendir fianza, de


conformidad con la ley y a satisfacción del juez, por los resultados
del juicio ordinario, siempre que lo solicite el deudor, manifestando
que tiene que intentar la vía ordinaria. En este caso, no se admitirán
las excepciones que hubieren sido materia de sentencia en el juicio
ejecutivo.
En subsidio de la fianza, puede el acreedor pedir que, mientras se
tramita el juicio ordinario, el dinero se deposite, de acuerdo con la
ley.

Si el deudor no intentare la vía ordinaria dentro de treinta días,


contados desde que se verificó el pago, o la suspendiere por el mismo
término, quedará prescrita la acción y se mandará cancelar la fianza.

Art. 449.- El artículo precedente no es aplicable cuando se trate del


pago de remuneraciones e indemnizaciones de trabajo.

Art. 450.- El embargo de bienes raíces o muebles se practicará


aprehendiéndolos y entregándolos al depositario respectivo, para que
queden en custodia de éste, pero los bienes prendarios continuarán en
poder del acreedor ejecutante.

Art. 451.- El depósito de bienes raíces se hará expresando la


extensión aproximada, los edificios y las plantaciones, y enumerando
todas sus existencias. El de los muebles se hará formando un
inventario de todos los objetos, con expresión de cantidad, calidad,
número, peso y medida; y el de los semovientes, determinando el
número, clase, calidad, género, marcas, señales y edad aproximada.

El embargo de bienes raíces se inscribirá en el registro


correspondiente.

Art. 452.- El embargo de la cuota de una cosa universal o singular, o


de derechos en común se hará notificando la orden de embargo a uno
cualquiera de los copartícipes, el que, por el mismo hecho, quedará
como depositario de la cuota embargada. Si el copartícipe rehusare el
depósito dentro de tercero día de notificado, se notificará a otro de
los copartícipes. Si se negaren todos los copartícipes, se hará cargo
el depositario.

Art. 453.- Cuando se trate del embargo de la cuota de uno de los


cónyuges o convivientes en unión de hecho en los bienes de la sociedad
conyugal o de la sociedad de bienes en la convivencia, el otro cónyuge
o conviviente en unión de hecho, siempre que sea mayor de edad, se
considerará depositario de dicha cuota y tendrá la administración de
la misma. De rehusar el depósito o de ser menor, se hará cargo el
respectivo depositario; en el segundo caso, hasta que el cónyuge o
conviviente en unión de hecho llegue a la mayor edad y acepte el
depósito.

Art. 454.- Cuando en la sustanciación de los juicios se libre orden de


embargo de bienes pertenecientes a empresas de servicios públicos,
como de transportación, a los cuales estén vinculados los intereses
del Estado, y haya que confiar la cosa embargada a un secuestre, o se
trate de reemplazar a éste, los jueces procederán libremente a nombrar
el depositario, en persona de reconocida solvencia moral sin necesidad
de los requisitos puntualizados para la institución del depósito en
este Código.

Art. 455.- Hecho el embargo, se procederá inmediatamente al avalúo


pericial, con la concurrencia del depositario, el cual suscribirá el
avalúo, pudiendo hacer para su descargo las observaciones que creyere
convenientes.

Art. 456.- Practicado el avalúo el juez señalará día para remate,


señalamiento que se publicará por tres veces, en un periódico de la
provincia en que se sigue el juicio, si lo hubiere, y, en su falta, en
uno de los periódicos de la provincia cuya capital sea la más cercana,
y por tres carteles que se fijarán en tres de los parajes más
frecuentados de la cabecera de la parroquia en que estén situados los
bienes. En los avisos no se hará constar el nombre del deudor sino el
de los bienes, determinando a la vez la extensión aproximada, la
ubicación, los linderos, el precio del avalúo y más detalles que el
juez estimare necesarios.

La publicación de los avisos se hará mediando el término de ocho días,


por lo menos, de uno a otro, y del último de ellos al día señalado
para el remate.

Art. 457.- Llegado el día del remate, las posturas serán presentadas
por escrito, en el que se indicará el domicilio del postor, para las
notificaciones que fuere necesario hacerle.

Art. 458.- Las posturas se presentarán ante el secretario del juez que
ordenó el remate, desde las catorce horas hasta las dieciocho horas
del día señalado para el remate.
Art. 459.- Si, por algún motivo, no pudiere verificarse el remate en
el día señalado, el juez designará nuevo día, disponiendo que se
publiquen nuevos avisos.

Si la suspensión hubiere ocurrido el mismo día del remate, las


propuestas que ya se hubieren presentado se conservarán para que se
las considere junto con las demás que se presenten después.

Art. 460.- El secretario anotará al pie de cada postura, el día y la


hora en que hubieren sido presentadas, autorizando con su firma dicha
anotación. Las que lo fueren antes de las catorce horas o después de
las dieciocho horas, no se admitirán, y si de hecho fueren admitidas,
no se tomarán en cuenta y mandará el juez que se devuelvan.

Art. 461.- Antes de cerrarse el remate, el deudor puede librar sus


bienes, pagando la deuda, intereses y costas.

Art. 462.- Dentro de tres días, posteriores al del remate, el juez


procederá a calificar las posturas, teniendo en cuenta la cantidad,
los plazos y demás condiciones. Preferirá, en todo caso, las que
cubran de contado el crédito, intereses y costas del ejecutante.

Este auto de admisión y calificación de postura debe comprender el


examen de todas las que se hubieren presentado, enumerando el orden de
preferencia de cada una, y describiendo, con claridad, exactitud y
precisión, todas sus condiciones.

Art. 463.- La adjudicación de los bienes rematados se hará en favor


del mejor postor, una vez ejecutoriado el auto de calificación; y, en
caso de quiebra del remate se adjudicará dichos bienes siguiendo el
orden de preferencia establecido en el auto de calificación.

Art. 464.- Al hacer la adjudicación, se describirá la cosa adjudicada


y se dispondrá que una copia de esa providencia se protocolice e
inscriba para que sirva de título de propiedad.

Art. 465.- Si hubiere dos o más posturas que se conceptuaren iguales,


el juez, de considerar que son las mejores, dispondrá que se notifique
a los postores que las hubieren presentando, señalando día y hora para
una subasta en la que se adjudicará la cosa al mejor postor. En esta
subasta no se admitirán otros postores que aquéllos a los que se haya
mandado notificar, y todo lo que ocurra se hará constar suscintamente
en acta, que será firmada por el juez, por los postores que quisieren
hacerlo, por las partes, si concurrieren, y por el secretario.

Art. 466.- No se admitirán posturas que no vayan acompañadas, por lo


menos, del diez por ciento del valor total de la oferta, el que se
consignará en dinero o en cheque certificado por el banco o en cheque
girado por el banco a la orden del juez de la causa. Este valor
servirá para completar el contado o para hacer efectiva la
responsabilidad, en el caso de quiebra del remate. El juez dispondrá,
una vez ejecutoriado el auto de adjudicación y cumplido lo dispuesto
en el Art. 475, si fuere del caso, la devolución de los valores
correspondientes a las posturas no aceptadas.

Art. 467.- Asimismo, no se admitirán posturas en que se fijen plazos


que excedan de cinco años contados desde el día del remate, ni las que
no ofrezcan el pago de, por lo menos, el interés legal, pagadero por
anualidades adelantadas.

La cosa rematada, si fuere raíz, quedará en todo caso, hipotecada por


lo que se ofrezca a plazos, debiendo inscribirse este gravamen en el
correspondiente registro, al mismo tiempo que el traspaso de
propiedad. Del mismo modo, la prenda se conservará en poder del
acreedor prendario, mientras se cancele el precio del remate. En el
remate de bienes muebles, todo pago se hará de contado, sin que puedan
admitirse ofertas a plazo, a menos que el ejecutante y el ejecutado
convinieren en lo contrario.

Art. 468.- Tampoco se admitirán posturas por menos de las dos terceras
partes del valor de la cosa que se va a rematar.

Art. 469.- Del auto de calificación de posturas podrán apelar el


ejecutante y los terceristas coadyuvantes. Concedida la apelación, la
corte superior fallará, sin ninguna tramitación y por el mérito del
proceso, y de su fallo, no se admitirá recurso alguno.

También el ejecutado podrá apelar cuando la postura fuere inferior a


los dos tercios del avalúo. Y en este caso, tendrá recurso de hecho.

Art. 470.- El acreedor puede hacer postura con la misma libertad que
cualquiera otra persona, y si no hubiere tercerías coadyuvantes podrá
imputarla al valor de su crédito y no hará la consignación prevenida
en el Art. 466.

Los trabajadores pueden hacer postura con la misma libertad que


cualquiera otra persona, e imputarla al valor de su crédito sin
consignar el diez por ciento del valor total de la oferta aunque
hubiera tercería coadyuvante. Si el avalúo de los bienes embargados
fuere superior al valor del crédito materia de la ejecución,
consignará el 10% de lo que la oferta excediere al crédito.

En ningún caso se suspenderá la ejecución de una sentencia o acta


transaccional que ponga fin a un conflicto colectivo; y por lo tanto,
el embargo y remate de los bienes del deudor o los deudores, seguirá
su trámite ante la autoridad de trabajo que se encuentre conociendo;
salvo el caso en que aquél o aquéllos efectúen el pago en dinero
efectivo o cheque certificado.

Art. 471.- De no haberse presentado postores, se fijará nuevo día para


el remate, sobre la base de la mitad del precio del avalúo.

En el caso de que no hubiere postores, podrá también el acreedor pedir


que se embarguen y rematen otros bienes.

Si el valor ofrecido de contado no alcanzare a cubrir el crédito del


ejecutante, o el de éste y el del tercerista en el caso del Art. 446
podrán aquél o éste pedir, a su arbitrio, que se rematen como
créditos, los dividendos a plazo, o que se embarguen y rematen otros
bienes del deudor.

Art. 472.- El remate será nulo y el juez responderá de los daños y


perjuicios:

1.- Si se verifica en día feriado o en otro que no fuese el señalado


por el juez;
2.- Si no se hubieren publicado los avisos que hagan saber al público
el señalamiento del día para el remate, la cosa que va a ser rematada
y el precio del avalúo; y,

3.- Si se hubieren admitido posturas presentadas antes de las catorce


horas o después de las dieciocho horas del día señalado para el
remate.

Art. 473.- Esta nulidad sólo podrá ser alegada antes de que se dicte
el auto de adjudicación de los bienes rematados. El juez resolverá
sobre ella y, de decidir que no existe nulidad, en el mismo auto hará
la adjudicación. De lo que resuelva, podrá apelarse para ante la corte
superior, la que fallará por el mérito del proceso y de cuyo fallo no
se admitirá recurso alguno.

Art. 474.- Ejecutoriado el auto de adjudicación, el juez, de oficio o


a solicitud de parte, dispondrá que el postor cuya oferta se hubiere
declarado preferente, consigne dentro de diez días el resto del valor
ofrecido de contado.

Art. 475.- Si el postor no consigna la cantidad que ofreció de


contado, a petición de parte se le cobrará por apremio real, o se
mandará notificar al postor que sigue en orden de preferencia, para
que consigne, dentro de diez días, la cantidad por él ofrecida, y así
sucesivamente. En este caso, el anterior rematante pagará las costas y
la quiebra del remate ocasionadas por la posterior adjudicación, en
primer lugar, con la cantidad que se hubiere consignado al tiempo de
hacer la postura y, en segundo lugar y de no ser suficiente aquella
cantidad, con los bienes del rematante que el juez de la causa mandará
embargar y rematar para el pago de las indemnizaciones.

Art. 476.- Se llama quiebra del remate, la diferencia entre el precio


aceptado en el caso del artículo anterior y el ofrecido por el postor
a quien se adjudique lo rematado.

Art. 477.- La tradición material se hará por el alguacil, o por un


teniente político comisionado por el juez de la causa. La entrega se
hará con intervención del depositario y en conformidad con el
inventario formulado al tiempo del embargo. Las divergencias que
ocurran se resolverán por el mismo juez de la causa.

Art. 478.- De la cantidad que se consigne por el precio de la cosa


rematada, se pagará al acreedor inmediatamente su crédito, intereses y
costas, si todavía se debieren, y lo que sobrare se entregará al
deudor, si, a solicitud de algún acreedor, el juez no hubiese ordenado
retención, o no se estuviere en el caso del Art. 501.

Art. 479.- La liquidación sobre pagos parciales y réditos se


practicará en la forma determinada en el Art. 438. Los frutos se
liquidarán en juicio verbal sumario.

Parágrafo 3º.

Del juicio ejecutivo de ínfima cuantía

Art. 480.- Si el juicio ejecutivo versare sobre una obligación que no


exceda de veinte dólares de los Estados Unidos de América, se
observará lo prescrito en los artículos anteriores, procediendo para
las actuaciones, en la forma prescrita en el Art. 407.

Parágrafo 4º.

Disposiciones comunes a los juicios


de que trata esta sección
Art. 481.- Si el juez creyere que el título con que se ha aparejado la
demanda no presta mérito ejecutivo, se limitará a negar la acción
ejecutiva.

Art. 482.- Aún cuando el juicio ejecutivo no hubiere podido seguirse


por razón del título, de la obligación o de las personas, si dicha
razón desaparece en el curso de la litis, continuará el juicio como si
desde el principio hubiese sido ejecutivo, sin necesidad de repetir el
auto de pago.

Art. 483.- El juicio ejecutivo puede seguirse no sólo por la deuda


principal, sino también por los frutos y los intereses pactados o
legales devengados, aunque no hubieren sido liquidados previamente, si
se conoce el capital y el tiempo del crédito. Los frutos se estimarán
según lo dispuesto en el Código Civil.

Art. 484.- La cuantía se determinará por el valor del capital y los


intereses adeudados, según el título con que se demande, sin
consideración de los pagos parciales.

Art. 485.- Si la ejecución fundada en título hipotecario se propusiere


contra el deudor principal, hallándose el inmueble gravado en posesión
de un tercero, se citará también a éste la demanda, si el acreedor
pretende ejercer el derecho de hipoteca.

El tercer poseedor citado, podrá verificar el pago o proponer


excepciones.

Si la ejecución se dirige contra el tercer poseedor de la cosa


hipotecada, podrá éste exigir que se cite también al deudor principal,
para que deduzca las excepciones que tuviere o verifique el pago.

Art. 486.- No cabe reconvención en el juicio ejecutivo, sino cuando se


la deduce en el término de proponer excepciones y apoyada en título
ejecutivo.

Toda acción relativa al asunto sobre que verse la ejecución, si debe


sustanciarse ordinariamente, se seguirá por cuerda separada. La
compensación y la confusión pueden alegarse como excepciones en el
juicio ejecutivo.

Art. 487.- Si el ejecutado tiene fiador que no ha renunciado el


beneficio de excusión, se citará también a éste la demanda, a fin de
que intervenga en el juicio, si lo tiene a bien. Sea que intervenga o
no dicho fiador llegado el caso de señalamiento de bienes, será
notificado, si así lo pidiere el ejecutante, para que cumpla, dentro
del término de diez días, lo dispuesto en el número 6 del Art. 2260
del Código Civil. De no hacerlo, deberá pagar o señalar bienes
propios, en los que deba hacerse el embargo, quedándole a salvo su
derecho, para pedir que el acreedor rinda fianza, si quiere proponer
el correspondiente juicio ordinario, dentro del término señalado en el
inciso último del Art. 448.

Art. 488.- Los fallos expedidos en los juicios sumarios o en los


ordinarios, que no se ejecuten en la forma especial señalada por la
ley, se llevarán a efecto del mismo modo que las sentencias dictadas
en el juicio ejecutivo, siguiendo éste desde ese punto de partida.
Art. 489.- En la fase de ejecución del fallo, podrán alegarse pago
efectivo, transacción, compensación, compromiso en árbitros, novación,
espera, el pacto de no pedir y cualquier otro arreglo que modifique la
obligación, siempre que fueren posteriores a la sentencia.

El juez admitirá estas alegaciones únicamente cuando consten de


documento público, documento privado judicialmente reconocido o
confesión judicial y su resolución causará ejecutoria.
Art. 490.- No es necesario iniciar juicio ejecutivo para llevar a
ejecución la sentencia recaída en juicio ordinario.

Sección 3ª.

De las tercerías

Art. 491.- Se llama tercería, así la oposición como el juicio que se


sigue en virtud de la acción deducida por un tercer opositor. La
oposición puede ser relativa a una de las partes o a todas ellas.

Art. 492.- En cualquier juicio puede ser oído un tercero a quien las
providencias judiciales causen perjuicio directo. La reclamación del
tercero se sustanciará como incidente, sin perjuicio de lo establecido
en los parágrafos siguientes, respecto de las tercerías.

Art. 493.- La tercería, de cualquier clase que sea, ora se proponga en


el juicio ordinario, ora en el ejecutivo, es siempre un incidente; y,
como tal, se resolverá por el mismo juez que conoce de lo principal,
sin consideración a la cuantía.

Parágrafo 1º.

De las tercerías en juicio ordinario

Art. 494.- En la primera instancia del juicio ordinario, antes de


sentencia, podrá un tercero alegar derecho preferente o coadyuvante
sobre la materia del juicio.

Art. 495.- Propuesta la tercería, se oirá, por su orden, al demandante


y al demandado, y seguirá sustanciándose el juicio, considerando como
parte al tercerista; pero no se suspenderán la sustanciación ni los
términos, sino desde que se presentó la tercería hasta que fue
contestada por el actor y el demandado. El término para la
contestación, será el mismo que señala este Código para contestar a la
demanda ordinaria.

Art. 496.- La tercería, sea sobre un derecho preferente o coadyuvante,


se resolverá, en la misma sentencia que decida lo principal de la
demanda.

Parágrafo 2º.

De las tercerías en juicio ejecutivo

Art. 497.- Las tercerías son excluyentes o coadyuvantes; excluyentes,


las que se fundan en el dominio de las cosas que se va a rematar; y
coadyuvantes las demás.

Art. 498.- En el juicio ejecutivo no se hará uso del derecho


establecido en el Art. 492 pero podrá proponerse tercería excluyente
desde que se decrete el embargo de bienes hasta tres días después de
la última publicación para el remate. La tercería se sustanciará en
cuaderno separado, en la forma prescrita en los artículos siguientes.

No obstante cuando se secuestre bienes muebles, puede ser oído un


tercero con sujeción a lo establecido por el Art. 492, siempre que
demuestre mediante documento público, o documento privado reconocido o
inscrito, de fecha anterior al secuestro, ser el legítimo propietario.
La resolución causará ejecutoria. Este incidente no suspenderá la
continuación del juicio en lo que no dependa de aquél.

Art. 499.- La tercería coadyuvante podrá proponerse desde que se


decreta el embargo, o se ejecutoríe la sentencia, hasta el remate de
los bienes. No suspenderá el progreso de la ejecución.
Se mandará agregar, notificando al ejecutante y al ejecutado, el
escrito en que fuere propuesta, y se resolverá sobre ella después del
remate de los bienes embargados.

El tercerista coadyuvante podrá impulsar la ejecución con el fin de


llegar al remate; pero, solucionado el crédito principal antes de
realizarse aquél, no podrá ejercitar este derecho.

No obstante pagarse al acreedor principal, el tercerista coadyuvante


podrá pedir, de cumplirse los requisitos establecidos por la ley para
el caso, que se mantenga el embargo o se dicten providencias
preventivas.

Art. 500.- Si se alega que el título en que se apoya la tercería


coadyuvante es preferente, y está acreditado por instrumento
ejecutivo, se depositará el dinero producto del remate, hasta que se
falle la preferencia de créditos; pero si no se funda en instrumento
ejecutivo, será inmediatamente pagado el ejecutante, previa fianza de
restitución, si se declara preferente el derecho del opositor.

Art. 501.- Para decidir sobre la legalidad y preferencia de los


créditos y adjudicar el producto del remate, el juez oirá a las partes
en junta, señalándoles día y hora. Si se ponen de acuerdo, ordenará en
el mismo acto que se cumpla lo convenido. En caso contrario,
sustanciará la causa ordinariamente, principiando por recibirla a
prueba por el término de seis días, si hubiere hechos justificables.
Si no los hubiere, pronunciará sentencia.

En el decreto convocatorio se advertirá que se procederá en rebeldía


de los no concurrentes. Lo resuelto por los que hayan concurrido, será
obligatorio para todos respecto de la adjudicación que se haga del
producto del remate.

El decreto convocatorio se notificará en persona o por una boleta, si


hubiesen señalado lugar para las notificaciones.

Si, hecha la adjudicación, hubiere sobrante, se pagará con él al


acreedor vencido; y si varios estuvieren en el caso de éste, se
distribuirá proporcionalmente o con la preferencia que hubiere entre
ellos, sin perjuicio de lo dispuesto en el Art. 470.

Art. 502.- La tercería excluyente deberá proponerse presentado título


que justifique el dominio en que se funde, o protestando con juramento
presentarlo en el término probatorio. Si no se cumpliere con alguno de
estos requisitos, o si la tercería fuere maliciosa, el juez la
desechará de oficio, sin recurso alguno.

Exceptúase la tercería sobre cosas muebles, que podrá deducirse con


protesta de probar el dominio en el término respectivo.

El tercerista excluyente será oído, aún cuando no presente título


escrito de dominio que alega, siempre que asegure con juramento
haberse perdido el original o la matriz, o que adquirió la cosa por
prescripción extraordinaria o por sucesión intestada.

Art. 503.- Salvo lo dispuesto en el artículo que sigue, la tercería


excluyente suspende el progreso de la vía de apremio en lo relativo a
la cosa que es materia de ella; y será sustanciada ordinariamente, con
intervención del ejecutante y del ejecutado, sin que el término
probatorio exceda de diez días, con todos los cargos.

En las tercerías cuya cuantía siendo mayor de un dólar no pasa de diez


dólares de los Estados Unidos de América, el término será de cinco
días; y en las que no pase de un dólar de los Estados Unidos de
América, el término será de tres días.
Art. 504.- El ejecutante, desde que se proponga una tercería
excluyente o coadyuvante, podrá solicitar que se embarguen otros
bienes y se rematen para el pago de su crédito, sin quedar obligado a
seguir el juicio de tercería. Pero si los bienes nuevamente embargados
no fueren suficientes, recuperará el derecho de continuar dicho
juicio; a no ser que, entre tanto, se hubiere declarado, por sentencia
ejecutoriada, el dominio del tercerista excluyente, u ordenado el pago
al coadyuvante.

Además, en los casos de tercería excluyente, queda a voluntad del


ejecutante dejar que se la sustancie, como cuestión previa, según las
reglas precedentes, o exigir que se rematen los derechos del deudor
sobre la cosa embargada, sin perjuicio de la posesión y de los demás
derechos del tercero.

Si el tercero hubiese sido despojado, se le restituirá inmediatamente


la posesión.

Art. 505.- Si el deudor tuviere parte en una cosa indivisa, no podrá


rematarse sino la acción que le corresponda; a no ser que los demás
condóminos hubiesen consentido en la hipoteca, en los términos del
inciso segundo del Art. 2319 del Código Civil, o en la prenda
agrícola, industrial o especial de comercio.

Art. 506.- Siempre que apareciere que se ha deducido tercería


excluyente sólo con el objeto de retardar el progreso de la causa
principal, el juez impondrá, en la sentencia, al tercerista, una multa
de cien dólares a quinientos dólares de los Estados Unidos de América,
según la cuantía del juicio; además le condenará a pagar los daños y
perjuicios que tal acción hubiese causado al acreedor.

Sección 4ª.

Del concurso de acreedores

Parágrafo 1º.

Disposiciones generales

Art. 507.- Tiene lugar el concurso de acreedores, en los casos de


cesión de bienes, y de insolvencia sea por falta de dimisión de bienes
por parte del deudor, cuando fuere compelido a señalarlos para el
embargo, o por insuficiencia en la dimisión.

Tratándose de comerciantes matriculados, el juicio se denominará de


quiebra, y ésta se declarará, además de las causales expresadas en el
inciso anterior, por la presentación, por parte de un acreedor, de un
auto de pago no satisfecho, por cesación en el cumplimiento de sus
obligaciones a tres o más personas distintas, acreditadas con
documento reconocido o con instrumento público. No se tendrá como
obligaciones a distintas personas las provenientes, en su origen, de
un mismo acreedor o de una misma obligación y que posteriormente
hubieren sido endosadas o cedidas a diferentes personas.

Art. 508.- La cesión de bienes presupone la insolvencia del deudor y


ésta puede ser fortuita, culpable o fraudulenta.

Fortuita, la que proviene de casos fortuitos o de fuerza mayor;

Culpable, la ocasionada por conducta imprudente o disipada del deudor;


y,

Fraudulenta, aquélla en que ocurren actos maliciosos del fallido, para


perjudicar a los acreedores.
Art. 509.- Declarada con lugar la formación de concurso de acreedores
o quiebra, en su caso, se ordenará la ocupación y depósito de los
bienes, libros, correspondencia y documentos; se hará saber al público
por uno de los periódicos de la localidad o de la capital de la
provincia, y a falta de éstos, por uno de los de la provincia cuya
capital sea la más cercana; se convocará a una junta, que se reunirá
en el lugar, día y hora señalados por el juez; se ordenará la
acumulación de pleitos seguidos contra el deudor, por obligaciones de
dar o hacer, y el enjuiciamiento penal, para que se califique la
insolvencia. De aparecer graves indicios de culpabilidad o
fraudulencia, el juez ordenará la detención del deudor y, antes de
veinticuatro horas, lo pondrá a disposición del juez de lo penal
respectivo, y se llevará a conocimiento del fiscal competente, junto
con los documentos, originales o en copia, que hayan servido de
fundamento. Se remitirá también al fiscal o juez penal competente,
según el caso, cada vez que se presenten en el juicio pruebas que se
refieran a la calificación de la insolvencia.

Las causas de trabajo se acumularán sólo cuando tengan sentencia


ejecutoriada; pero en los casos de un fallo o de una acta
transaccional, en un conflicto colectivo, la ejecución seguirá su
trámite ante la autoridad de trabajo que los hubiere dictado o
aprobado, sin que proceda la acumulación.

Art. 510.- Aunque no se ordene la detención del deudor, éste no podrá


ausentarse del territorio nacional sin permiso del juez, quien, para
concederlo, cuando no haya presunciones de culpabilidad o
fraudulencia, deberá exigir fianza que asegure la restitución del
deudor al territorio nacional o el pago de una cantidad equivalente,
por lo menos, al cincuenta por ciento del monto del pasivo.

Art. 511.- Los bienes concursados se entregarán en depósito al síndico


designado por el juez, de entre los elegidos por la corte superior del
respectivo distrito, mediante inventario que será formado por un
acreedor, nombrado por el juez y por el deudor, o por un representante
que éste designe, si no quiere concurrir a tal diligencia. Al propio
tiempo se hará el avalúo de los bienes que se deposite y, avaluados,
se procederá al remate, por martillo, de los bienes susceptibles de
alteración o deterioro; y aún a la de todos, si el deudor manifiesta
su aquiescencia. El juez nombrará uno o dos peritos que son
irrecusables.

Art. 512.- El fallido queda de hecho en interdicción de administrar


bienes; y en cuanto a los que adquiera en lo posterior, el cincuenta
por ciento pasará a la masa común repartible entre los acreedores, y
quedará el otro cincuenta por ciento para los gastos personales del
fallido y de su familia, administrados directamente por el fallido.
Esta inhabilidad no comprenderá la administración del patrimonio
familiar.

Art. 513.- Entregados los bienes al síndico, se convocará por la


prensa en la forma antes determinada, a los acreedores para que
concurran con los documentos justificativos de sus créditos a la
primera junta, señalando lugar, día y hora. En la junta que se
verificará, cualquiera que sea el número de acreedores concurrentes,
después de hacerles conocer el avalúo de los bienes y los documentos
relacionados con la calidad de la insolvencia, se dictaminará sobre si
debe el síndico continuar o no los negocios del fallido; el juez
regulará la cantidad necesaria para alimentos del insolvente y su
familia.

Art. 514.- El auto que declara haber lugar al concurso de acreedores,


o a la quiebra, es susceptible sólo del recurso de apelación, que se
concederá únicamente en el efecto devolutivo. Confirmado por el
superior, se procederá a la venta, por martillo, de los bienes
muebles, y en remate público, como en el caso de ejecución, de los
inmuebles. Si hubiere ofertas por la totalidad de los muebles, el juez
puede autorizar que la venta por martillo se haga por la totalidad,
oyendo al síndico y al fallido y siempre que la oferta sea mayor que
el setenta y cinco por ciento del avalúo.

Art. 515.- Si en el lugar del juicio no hubiere martillador, el juez


designará y juramentará a la persona que deba intervenir como tal.

Parágrafo 2º.

De la cesión de bienes

Art. 516.- El deudor que haga cesión de bienes acompañará a su


solicitud un balance que exprese sus créditos activos y pasivos, la
relación de los bienes que tenga y de los que ceda, los libros de
cuentas, si los tuviese, los títulos de créditos activos, la lista de
acreedores y deudores, con expresión de domicilio de cada uno, y una
exposición de los motivos por los cuales se haga la cesión, indicando
las causas de la insolvencia.

Art. 517.- El deudor insolvente, que no tuviere bienes de ninguna


clase, podrá gozar de los beneficios de la cesión de bienes, siempre
que compruebe su inculpabilidad dentro del término de seis días, en el
que se practicarán todas las pruebas que pidieren el deudor y los
acreedores. En tal caso, el juez no ordenará la formación del
concurso, sino a petición de los acreedores que suministren los fondos
necesarios para los gastos, cuyo monto fijará el juez.

Art. 518.- El comerciante matriculado no gozará de los beneficios de


la cesión de bienes.

Parágrafo 3º.

De la insolvencia

Art. 519.- Se presume la insolvencia, y como consecuencia de ella se


declarará haber lugar al concurso de acreedores, o a la quiebra, en su
caso:

1.- Cuando, requerido el deudor con el mandamiento de ejecución, no


pague ni dimita bienes;

2.- Cuando los bienes dimitidos sean litigiosos, o no estén poseídos


por el deudor, o estén situados fuera de la República, o consistan en
créditos no escritos, o contra personas de insolvencia notoria; y,

3.- Cuando los bienes dimitidos sean insuficientes para el pago, según
el avalúo practicado en el mismo juicio, o según las posturas hechas
al tiempo de la subasta. Para apreciar la insuficiencia de los bienes,
se deducirá el importe de los gravámenes a que estuviesen sujetos, a
menos que se hubieren constituido, para caucionar el mismo crédito.

Si los bienes dimitidos están embargados en otro juicio, se tendrá por


no hecha la dimisión, a menos que, en el término que conceda el juez,
compruebe el ejecutado, con el avalúo hecho en el referido juicio o en
el catastro, la suficiencia del valor para el pago del crédito
reclamado en la nueva ejecución. En este término se actuarán todas las
pruebas que pidan el deudor y el acreedor o acreedores o el síndico.

Art. 520.- En el caso del número primero del artículo anterior, el


juez del domicilio del deudor, que será el competente para conocer del
concurso, ordenará se deje constancia de las ejecuciones y se las
acumule.

Art. 521.- No obstante la declaración de haber lugar al concurso o a


la quiebra, el deudor, en el término de tres días, podrá oponerse
pagando la deuda o deudas, o dimitiendo bienes suficientes y no
comprendidos en los números 2 y 3 del Art. 519.

Art. 522.- Decretada la formación del concurso, el juez ordenará al


deudor que, dentro de ocho días, presente el balance de sus bienes,
con expresión del activo y del pasivo.

Art. 523.- Si, vencido ese término, no lo hiciere, el juez mandará que
el síndico o uno cualquiera de los acreedores forme y presente
balance, dentro del menor tiempo posible, rigiéndose así por el
proceso o procesos en que se sigan las ejecuciones, como por las demás
noticias que pueda adquirir. El comisionado expresará su concepto
sobre las causas de la insolvencia del deudor.

Art. 524.- Presentado el balance, o sin él cuando no fuere posible


formarlo, el juez expedirá el auto correspondiente, y seguirá
sustanciando el juicio con arreglo a lo prescrito en esta Sección.

Art. 525.- Cuando, ejecutado el deudor por uno de sus acreedores,


comparecen o intervienen otros como terceristas coadyuvantes, y
ninguno solicita el concurso, o no hay deficiencia de bienes, no se lo
formará sino que se procederá en la forma determinada en el parágrafo
2º. de la Sección 3ª.del Título II, Libro II, siempre que se alegue
preferencia respecto del ejecutante o entre los terceristas, salvo el
caso o casos legales.

Parágrafo 4º.

Del síndico

Art. 526.- Cada dos años, las cortes superiores elegirán el número de
síndicos que creyeren necesario y darán conocimiento a la Corte
Suprema de las designaciones.

Art. 527.- Nombrado el síndico, de entre los designados por la


respectiva corte, se le hará saber su nombramiento para que dentro de
veinticuatro horas exprese la aceptación o presente la excusa.

Aceptado el cargo, podrá renunciarlo por causa justa; pero no podrá


retirarse del ejercicio de sus funciones mientras no sea subrogado.

Art. 528.- Por excusa, recusación o falta del síndico, el juez llamará
a otro de los nombrados por la corte superior respectiva y, a falta de
todos, designará ocasionalmente al que debe intervenir, el mismo que
cesará en sus funciones tan pronto como la corte nombre titular.

Art. 529.- El síndico no podrá actuar en causas en que tuvieren


interés él, su cónyuge o conviviente en unión de hecho o sus parientes
dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.

Art. 530.- El síndico representará la masa de acreedores, activa y


pasivamente, en juicio y fuera de él; practicará todas las diligencias
conducentes a la seguridad de los derechos y a la recaudación de los
haberes de la quiebra, y liquidará ésta, según las disposiciones de
este Código.

Art. 531.- Si el fallido estuviere en libertad, podrá el síndico


emplearlo para facilitar la administración y aclarar los negocios de
la quiebra, asignándole la retribución que deba pagarse por sus
servicios.

Art. 532.- El síndico recibirá y abrirá las cartas dirigidas al


fallido, el cual, si estuviere presente, podrá concurrir a la
apertura. Se le entregarán al fallido las cartas que no interesen a la
quiebra, guardando sobre su contenido el más riguroso secreto, bajo la
sanción que establece el Código Penal para cuando se viole el secreto.
Art. 533.- Si no se hubiere hecho el balance, el síndico procederá,
sin dilación, a formarlo, por lo que resultare de los libros y papeles
del fallido y de los informes que procurará obtener.

Art. 534.- Para la formación del balance, en el caso del artículo


anterior, el juez, de oficio o a solicitud del síndico, deberá
examinar con juramento a los dependientes y empleados del fallido y a
cualesquiera otras personas que no sean parientes de éste, hasta el
cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, sobre las causas
y circunstancias de la quiebra y lo demás que interese al juicio.

Se omitirá el juramento, cuando de la declaración puede resultar


mérito para procedimiento penal contra el declarante, su consorte o
conviviente en unión de hecho, ascendientes, descendientes y más
parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de
afinidad.

Presentado el balance, el síndico lo examinará, y, si hubiere lugar lo


rectificará o adicionará.

El balance así formado o rectificado se agregará al expediente de


quiebra.

Art. 535.- El síndico, de ser posible, hará notificar al fallido para


examinar y cerrar los libros, para aclarar las dudas que ocurran en su
examen y para la formación del balance.

Podrá comparecer por procurador, si el juez hallare fundados los


motivos para no hacerlo en persona.

Si estuviere en arresto, el juez podrá hacerlo conducir al lugar en


que deba practicarse el examen de los libros.

Art. 536.- Cuando el comerciante sea declarado en quiebra después de


su muerte, o muera después de la declaración de quiebra, su cónyuge o
conviviente en unión de hecho, sus hijos o sus herederos pueden
presentarse o hacerse representar, para suplir al difunto en la
formación del balance, en el examen de los libros y en todas las demás
actuaciones de la quiebra.

Art. 537.- El síndico informará al juez, por escrito, dentro de quince


días de juramentado, sobre el estado de los negocios del fallido y de
sus libros, expresando el juicio que forme acerca de su conducta y de
las causas, circunstancias y carácter de la quiebra.

El juez pasará copia de dicho informe al juez competente en lo penal.

Art. 538.- El último día de cada semana, el síndico depositará,


sujetándose al Art. 196 de la Ley Orgánica de Administración
Financiera y Control, todas las cantidades provenientes de las
cobranzas y ventas que se hagan, previa deducción de la suma que el
juez considere necesaria para los gastos de la administración; y no
haciéndolo, podrá ser destituido, respondiendo, en todo caso, del
interés legal sobre las sumas indebidamente retenidas.

Los recibos de los depósitos se agregarán al expediente, dentro de


tercero día.

Art. 539.- El retiro de fondos no podrá hacerse sino mediante cheques


u órdenes suscritos por el síndico y el juez de la causa y bajo la
responsabilidad del depositario.

Art. 540.- El síndico puede ser removido de oficio, siempre que el


juez de la causa notare o presumiere fundadamente que la
administración se resiente de impericia o negligencia, o que se ha
cometido fraude en ella, o que el síndico se halla en colusión con el
fallido, o que existe cualquiera otra causa por la cual la remoción
puede ser conveniente a los intereses de la masa.

La remoción podrá también solicitarse por cualquiera de los acreedores


o por el fallido.

En este caso, la solicitud, que será fundada y justificada, se


presentará al juez, el cual, oído el informe, también justificado, del
síndico, resolverá sobre la remoción.
En los casos de fraude o colusión se pasará copia de lo obrado al
fiscal competente.

Decretada la remoción, de cuya providencia no se podrá apelar ni


recurrir de hecho, se procederá al nombramiento de nuevo síndico, si
fuere necesario.

Las demás reclamaciones que se intentaren contra el síndico, por sus


operaciones, serán decididas por el juez, oído previamente el informe
de aquél; las reclamaciones y el informe deberán presentarse
justificados.

De lo que el juez resuelva sólo se concederá el recurso de apelación.

Art. 541.- En todo caso, el síndico saliente rendirá cuenta de su


administración, dentro de los diez días subsiguientes a su separación.

Art. 542.- El síndico percibirá el honorario que determine el juez de


la causa, después de oír a los acreedores. Este honorario no excederá
del diez por ciento respecto de los primeros cien dólares de los
Estados Unidos de América a que asciende la masa de bienes; del siete
por ciento del valor de ésta, en cuanto pase de cien dólares de los
Estados Unidos de América y no exceda de doscientos dólares de los
Estados Unidos de América; del cinco por ciento, en la parte que pase
de doscientos dólares de los Estados Unidos de América y no exceda de
mil dólares de los Estados Unidos de América; y del tres por ciento,
en todo el exceso de mil dólares de los Estados Unidos de América.

Parágrafo 5º.

De la calificación de créditos

Art. 543.- Practicada la venta o remate de bienes, el juez convocará a


todos los acreedores para la junta de conciliación, con señalamiento
de lugar, día y hora, a efecto de que se acuerde, por mayoría de las
dos terceras partes de los concurrentes, cualesquiera que sea el valor
de los créditos que representen, la distribución del producto de la
quiebra, respetando en todo caso, la prelación de créditos establecida
en el Título XXXIX del Libro IV del Código Civil, y considerándose,
además, como créditos privilegiados, los siguientes:

1.- Los de los acreedores indicados en el Art. 728 del Código de


Comercio sobre el precio de la nave comprendida en el activo de la
quiebra del propietario;

2.- Los de los acreedores por prima de aviso, gratificación y costos


de salvamento, sobre las mercaderías y demás objetos salvados;

3.- El del cargador sobre las barcas, aparejos, medios de transporte


terrestre y sus instrumentos principales y accesorios, por las
indemnizaciones a que haya lugar, en razón del mismo transporte;

4.- El del dueño de la nave, sobre el cargamento de la misma, por los


fletes, capa, indemnizaciones que deba el fletador, y sobre los
objetos que el pasajero introduzca en la nave, por el pasaje y los
gastos que causare en el viaje;
5.- El del prestador a riesgo marítimo, sobre la carga que garantiza
el préstamo;

6.- El del asegurador, por la prima, sobre los objetos asegurados.

Concurriendo, en caso de salvamento, un prestador a la gruesa por su


capital y un asegurador por la cantidad asegurada, serán graduados en
la forma que prescribe el Art. 918 del Código de Comercio; y,

7.- Los de los acreedores por costos de construcción, reparación o


conservación, mientras la cosa en que han sido invertidos exista en
poder de la persona por cuya cuenta se hubieren hecho los costos.

Esta disposición no comprende los costos de construcción o reparación


de la nave, determinados en el número primero.

Art. 544.- Para el efecto del cómputo de acreedores, no se consideran


distintos a los que representan un crédito que originariamente se
refiere a un mismo acreedor o a una misma obligación, y que, por razón
de endoso o cesiones, se hubiere repartido entre distintas personas.

Art. 545.- De no llegarse a un acuerdo en los términos de los


artículos anteriores, el juez sustanciará y resolverá el asunto o
asuntos en juicio verbal sumario, con los recursos inherentes a este
procedimiento. Lo mismo se hará en el caso de que no hubiere acuerdo
acerca de la prelación de créditos o en el que el juez estime que la
prelación acordada por los acreedores fuere contraria a la ley, a
menos que el acreedor o acreedores a quienes perjudicare el acuerdo,
se allanaren con éste, para cuyo efecto el juez les oirá previamente,
caso de no constar el allanamiento o aquiescencia en el acta de la
junta de acreedores

Art. 546.- Las tercerías excluyentes se sustanciarán y resolverán, en


la misma forma que las que se deducen en juicio ejecutivo.

Art. 547.- El auto que declara con lugar al concurso de acreedores, o


la quiebra; el que se refiere a la detención del fallido y a la
calificación de la quiebra, son susceptibles del recurso de apelación
en el efecto devolutivo, lo propio que las providencias relativas a la
ocupación de bienes, nombramiento del síndico, fijación del honorario
de éste, alimentos que deben darse al fallido o a su familia. En lo
demás se aplicarán las disposiciones legales concernientes a cada
caso, pero entendido que, de ninguna manera, se suspenderá el
procedimiento de la quiebra, mientras se aseguren y vendan los bienes.

Parágrafo 6º.

Del convenio

Art. 548.- Concluida la diligencia de calificación de créditos, el


juez convocará a los acreedores cuyos créditos hubiesen sido
aceptados, para tratar del convenio, siempre que éstos importaren más
de las dos terceras partes del pasivo. De otra manera, se esperará la
resolución definitiva respecto de los créditos que estuviesen
controvertidos.

Art. 549.- En el lugar, día y hora señalados, se constituirá la junta,


presidida por el juez.
Tendrán voto, en las deliberaciones relativas al convenio, todos los
acreedores admitidos.

Los acreedores privilegiados pueden concurrir a la junta, pero no


tienen voto en la deliberación, a menos que renuncien su derecho de
prelación; y se entenderá efectuada la renuncia, por el hecho de dar
su voto.
Art. 550.- El fallido deberá concurrir personalmente, y sólo por
causas que el juez aprobare podrá ser representado por apoderado.

Si el fallido no concurriere a la junta, ésta podrá acordar su


aplazamiento para otro día o declarar que no se ha producido el
convenio.

Art. 551.- El síndico presentará a la junta un informe escrito acerca


de las causas, carácter y estado de la quiebra; de las formalidades
cumplidas, y de las operaciones realizadas; del resultado de su
administración, y de la relación en que aparezcan el activo y el
pasivo de la quiebra.

Los acreedores y el fallido podrán hacer sobre el contenido del


informe las observaciones que crean oportunas.

Se oirán luego las proposiciones que se hicieren; la junta deliberará


y el juez hará constar en el acta el resultado de la deliberación.

Art. 552.- No puede celebrarse convenio con el fallido, sino en junta


de acreedores, y después de haberse cumplido las formalidades que
quedan prescritas.

El convenio no puede tener lugar si no es aprobado por una mayoría de


las dos terceras partes de la totalidad de los acreedores con derecho
a votar en la junta, que reúnan las tres cuartas partes de los
créditos representados por la totalidad de acreedores; o por la
mayoría de las tres cuartas partes de la totalidad de dichos
acreedores, que reúnan las dos terceras partes de la totalidad de los
créditos.

El convenio deberá ser firmado, so pena de nulidad, en la misma sesión


en la que se celebra.

Art. 553.- Para la celebración del convenio, se acompañará copia de la


resolución en el juicio de la calificación de la quiebra, caso de no
haberse terminado. De aparecer que la quiebra es culpable o
fraudulenta, no podrá celebrarse convenio. El convenio presupone el
allanamiento, de parte del fallido, con los procedimientos de la
quiebra, de manera que se basará en el producto de la venta de
muebles, mercaderías y enseres, y de hecho, quedará prohibida la
enajenación de los inmuebles, aún los no hipotecados, o la
constitución de gravamen, de cualquier especie que fuese. Sólo podrá
constituirse gravamen o enajenarse, cuando así convenga a los
intereses de los acreedores, por acuerdo de éstos, en los términos del
inciso segundo del artículo anterior.

Para los efectos de la prohibición, respecto de terceros, se


inscribirán el informe y el acta de convenio mencionados en el Art.
551 en el registro de gravámenes. Al mismo tiempo, en el indicado
registro se inscribirá, una vez ejecutoriado, el auto de aprobación de
que trata el Art. 563.
Art. 554.- Si estuviere siguiéndose causa contra el fallido, por
quiebra culpable o fraudulenta, los acreedores podrán acordar que se
difiera la deliberación sobre el convenio para el término del juicio.
El aplazamiento no puede acordarse sino por las mayorías establecidas
en el Art. 552.

Art. 555.- Para que el convenio surta sus efectos, es necesaria la


aprobación judicial, que se dará después de ocho días de la reunión de
la junta de acreedores, a fin de que dentro de este término, se
presenten todas las observaciones o reclamos sobre las cuales debe
fallar el juez. De esta resolución se concederá el recurso de
apelación.
Art. 556.- El convenio con el fallido no priva a los acreedores de sus
derechos, por la totalidad de sus créditos, contra los coobligados y
contra los fiadores de aquél.

Art. 557.- Luego que la aprobación del convenio se haya ejecutoriado y


se agregue al juicio el certificado de la inscripción prevenida en el
inciso segundo del Art. 553, el síndico cesará en sus funciones,
rendirá al fallido cuenta de su administración ante el juez de la
causa, y le devolverá sus bienes, libros y papeles. Todo se hará
constar en el expediente.

Las cuestiones que ocurrieren se sustanciarán y decidirán en la forma


antes determinada.

Art. 558.- Si en virtud de convenio, el fallido hiciere abandono a sus


acreedores del todo o parte de sus bienes, se procederá a la
liquidación de éstos, de conformidad con lo dispuesto en el parágrafo
8º de esta Sección.

Art. 559.- Cuando la quiebra fuere de una compañía, los acreedores


podrán celebrar convenio con uno o con algunos de los socios
solamente. En este caso, el activo social continuará sometido al
régimen de la quiebra; y los bienes particulares de los socios
beneficiados serán separados de él para cumplir el convenio con ellos
exclusivamente.

Los socios favorecidos con el convenio, quedan libres para con los
acreedores de los efectos de la solidaridad por las deudas sociales.

Art. 560.- Es nulo, aún con respecto al fallido:

1.- Todo convenio que haga algún acreedor con el fallido o con
cualquiera otra persona, estipulando ventajas a su favor en razón de
su voto en las deliberaciones del concurso; y,

2.- Todo convenio celebrado por cualquier acreedor después de la


cesación de los pagos, estipulando alguna ventaja para sí a cargo del
activo del fallido.

En los casos de este artículo, el acreedor será condenado a restituir,


a quien corresponda, los valores recibidos, sin perjuicio de la pena
prescrita en el Código Penal.

Parágrafo 7º.

De la nulidad y de la resolución del convenio

Art. 561.- El convenio aprobado no puede anularse sino:

1.- Por la condenación superveniente del fallido como quebrado


fraudulento; y,
2.- Por causa de dolo, resultante de ocultación o disimulación del
activo o de exageración del pasivo, descubierto después de la
aprobación del convenio.

La nulidad liberta a los fiadores del convenio.

Art. 562.- Si el fallido no cumple las condiciones del convenio, la


resolución de éste puede ser demandada por uno o más acreedores no
satisfechos del todo o parte de las cuotas estipuladas en el convenio.
La resolución sólo aprovecha a los que la pidieran, y éstos entran en
la integridad de sus derechos contra los bienes del fallido; pero no
podrán exigir el exceso de sus créditos sobre las cuotas fijadas en el
convenio, sino después del vencimiento del término fijado en el mismo
para el pago de la última cuota.
Los fiadores del convenio quedan libres respecto de los acreedores que
hubieren solicitado y obtenido la resolución.

Art. 563.- La aprobación del convenio no causa ejecutoria en los casos


de los artículos 561 y 562.
La acción resolutoria del convenio prescribe en cinco años, a contar
desde el vencimiento del último pago establecido en él.

Art. 564.- Si después de aprobado el convenio se iniciare


procedimiento penal contra el fallido, como culpable de quiebra
fraudulenta, el juez de la causa podrá dictar las providencias de
seguridad que creyere convenientes, las que cesarán de derecho por el
sobreseimiento o por la absolución en el procedimiento penal.

Art. 565.- Anulado el convenio, se cancelará la inscripción y se


restablecerá el juicio de quiebra o de concurso. El síndico volverá al
ejercicio de sus funciones, o se nombrará otro; y si fuere necesario,
se renovarán las diligencias de embargo, inventario y balance y
continuará el procedimiento según las reglas establecidas.

Se publicará el restablecimiento del juicio de quiebra, y si hubiere


nuevos acreedores, serán citados para la calificación de sus créditos
en junta general.

Los créditos reconocidos anteriormente no serán sometidos a nueva


calificación, sin perjuicio de la extinción o reducción de los que
hayan sido pagados en todo o en parte.

La publicación y citación aquí ordenadas se harán en la forma ya


establecida.

Art. 566.- Los acreedores anteriores al convenio anulado, recobrarán


la integridad de sus derechos respecto al fallido; pero no figurarán
en el concurso nuevamente formado sino en las proporciones siguientes:

a) Si no hubieren recibido nada en concepto de dividendo,


representarán por la totalidad de sus créditos primitivos.

b) Si hubieren recibido algo a cuenta de dividendo, se deducirá del


crédito primitivo la parte de quedó extinguida con lo recibido, según
la proporción establecida en el convenio, y representarán por el
resto.
Lo dispuesto en este artículo se aplicará también en el caso de
quiebra ulterior, sin que haya habido anulación del convenio.

Art. 567.- Si en cualquier estado de la quiebra, antes de procederse a


su liquidación, se encontrare paralizado el curso de las operaciones
por falta de medios para cubrir los gastos que requiera, cualquier
interesado podrá suplir la suma que fuere suficiente para tales
gastos.

Art. 568.- El interesado que hiciere la consignación prevista en el


artículo anterior, será reembolsado con preferencia, gozando de
privilegio sobre todo otro acreedor.

Art. 569.- En todo caso de gestiones individuales hechas por un


acreedor, si la masa aprovechare de tales gestiones, se pagarán a
éste, con privilegio, los gastos hechos.

Parágrafo 8º.

De la liquidación del activo y pasivo


de la masa en falta de convenio

Art. 570.- Si no hubiere convenio, el síndico continuará representando


la masa de acreedores, revisará el balance y si no estuviere
autorizado para continuar el giro del fallido, promoverá las
diligencias conducentes a la venta de muebles e inmuebles que no se
hubiere hecho antes, a la liquidación general y a la terminación de la
quiebra.

Art. 571.- Podrá el síndico transigir, con autorización del juez de la


causa, y no obstante cualquier oposición del fallido, respecto de
todas las diferencias relativas a los bienes de la quiebra, y enajenar
por un precio prudencial, el todo o parte de los créditos activos de
morosa o difícil realización, con la misma autorización del juez, dada
con notificación del fallido. La autorización del juez, en estos
casos, es apelable.

Cualquier acreedor puede provocar esta autorización.

Art. 572.- Dentro de cinco días después de resuelto que no hay


convenio, el juez, con informe del síndico, formará el estado de los
acreedores, aplicando las disposiciones especiales de este Código y
del de Comercio y las generales del Código Civil, para establecer la
prelación con que deben ser pagados.

El síndico y los acreedores podrán oponerse al predicho estado dentro


de los ocho días siguientes a su formación; y el juez, si no pudiere
conciliar las diferencias, decidirá la cuestión según los méritos de
lo obrado.

Art. 573.- Las únicas causas de preferencia en los pagos son los
privilegios y las hipotecas legalmente constituidos. Los acreedores
que no los tengan a su favor componen la masa quirografaria y
participan a prorrata de sus créditos en la distribución del producto
libre de los bienes del fallido.

Art. 574.- No será de cargo de la quiebra el honorario de los


abogados, apoderados o agentes judiciales que empleare cada acreedor
en el procedimiento de la quiebra.

Tampoco lo será el de los que empleare el fallido, sino en cuanto se


califique defensa necesaria por el juez de la causa, el que estimará
lo que deba pagarse.

Art. 575.- El acreedor por obligaciones suscritas, endosadas o


garantizadas solidariamente por personas que luego hayan quebrado,
será admitido en todas las quiebras por el valor total de su crédito;
y participará de los dividendos de cada una de ellas, hasta su
completo pago.

Ningún recurso tienen unas contra otras las quiebras de los


coobligados por razón de dividendos pagados, sino cuando la suma de
estos dividendos exceda el monto del principal y los accesorios de la
acreencia. En tal caso, el exceso será devuelto, según la naturaleza y
orden de las respectivas obligaciones, a las quiebras de los
coobligados que tengan a los otros por garantes.

Art. 576.- El acreedor de obligaciones solidarias, que antes de la


quiebra hubiere recibido de un fiador o coobligado alguna parte de su
crédito, será admitido en el concurso del fallido por lo que se le
quede debiendo, y conservará su derecho contra el coobligado o fiador
por la misma suma.

El fiador o coobligado que haya hecho el pago, será admitido en la


masa por lo que haya pagado en descargo del fallido.

Art. 577.- Después de admitidos en el pasivo de la quiebra el crédito


garantizado con prenda, podrán los sindicados, con autorización del
juez, recoger la prenda, satisfaciendo la deuda.
Si la prenda fuere vendida a solicitud del acreedor, el exceso del
precio sobre la deuda, si lo hubiere, será recibido por el síndico
para la masa quirografaria.

Art. 578.- Después de admitidos los acreedores privilegiados sobre los


bienes muebles, el juez podrá autorizar al síndico para pagarles con
los primeros fondos recaudados.

Art. 579.- Cuando la distribución del precio de los bienes


especialmente afectos a privilegio o hipoteca, fuere hecha antes o al
mismo tiempo que la del precio de los otros bienes, los acreedores
privilegiados o hipotecarios que no hayan sido pagados por entero con
el precio de los bienes que les están especialmente afectos,
concurrirán con los otros acreedores sobre los demás bienes en
proporción de lo que se les quede debiendo.

Art. 580.- Si una o más distribuciones del producto de los bienes que
no estén especialmente afectos a privilegio o hipoteca, precedieren a
la distribución del precio de los que lo estén los acreedores
privilegiados o hipotecarios participarán de las reparticiones en
proporción de la totalidad de sus créditos, a excepción de lo
dispuesto en los artículos siguientes.

Art. 581.- Vendidos los bienes especialmente afectos a privilegio o


hipoteca, los acreedores privilegiados o hipotecarios a quienes
corresponda el pago íntegro de sus créditos con el precio de la venta,
sólo recibirán de este precio lo que se les quede debiendo, deducido
de su crédito total, lo que, según el artículo anterior, hubieren
recibido del producto de los otros bienes. Las sumas así retenidas no
se aplicarán a los otros privilegiados o hipotecarios, sobre los
mismos bienes colocados en orden inferior a aquéllos, sino se
restituirán a la masa quirografaria.

Los acreedores privilegiados o hipotecarios que no alcanzaren a


cubrirse con el precio de los bienes que les están afectos, sino de
parte de sus créditos, participarán en las distribuciones del producto
de los otros bienes, en proporción de lo que se les quede debiendo,
deduciendo del total de su crédito lo que les tocó del precio de los
bienes que les estuvieren afectos; y si algo hubieren recibido en
exceso según esa proporción en las distribuciones anteriores del
precio de los otros bienes, se les retendrá de los que les corresponda
del precio de los bienes especialmente afectos, y se restituirá a la
masa quirografaria.

Los acreedores a quienes nada alcanzare en el precio de los bienes que


les están especialmente afectos, concurrirán por la totalidad de sus
créditos en la masa quirografaria.

Art. 582.- El síndico hará las debidas reparticiones, después de


deducidos, las costas, los demás gastos de la quiebra y los auxilios
alimenticios y gastos de defensa que hayan asignado al fallido.

No hará pago alguno sin que se les presente el título de la acreencia,


en el que anotará las sumas que entregue o hiciere entregar en pago.
Pero si no fuere posible a algún acreedor la presentación de su
título, el juez podrá ordenar el pago con vista del acta de
calificación.

El acreedor firmará siempre recibo al margen del estado de


repartición.

Art. 583.- La presentación de los acreedores morosos no suspenderá la


ejecución de las reparticiones ordenadas por el juez; pero si se
procediere a otras reparticiones estando pendiente su calificación,
dichos acreedores serán comprendidos por las sumas que
provisionalmente determinare el juez; y éstas quedarán reservadas
hasta que se termine la calificación.

Si fueren admitidos no podrán reclamar devolución alguna de las


reparticiones efectuadas; pero tendrán derecho a tomar de las sumas
aún no repartidas los dividendos que les habrían correspondido en las
distribuciones anteriores.

Art. 584.- Al ordenarse las reparticiones, se mandará también que se


reserve la cuota correspondiente a los acreedores domiciliados fuera
del Ecuador, cuyos términos de comparecencia no estén aún vencidos; y
si pareciere al juez que alguno de estos créditos no está colocado con
exactitud en el balance, podrá ordenar que se reserve mayor suma.

Vencidos los términos señalados para comparecer, sin que hayan


concurrido a la calificación de sus créditos, las cantidades
reservadas serán repartidas entre los acreedores reconocidos.

Art. 585.- También se reservarán las porciones que a juicio del juez,
puedan corresponder a los acreedores cuya calificación esté
controvertida.

Art. 586.- Es apelable la fijación de la cantidad que haga el juez en


los casos de los dos artículos anteriores.

Art. 587.- El síndico presentará al juez de la causa, todos los meses,


un estado del ingreso, egreso, existencia de los fondos de la quiebra
y una noticia de los gastos que hayan de hacerse. El juez ordenará, si
ha lugar, una repartición entre los acreedores, fijará la cantidad, y
cuidará de que todos los acreedores sean advertidos.

Art. 588.- Concluida que sea la liquidación, serán convocados los


acreedores y el fallido para el examen de la cuenta general del
síndico.

En esta junta exigirá el juez a los acreedores que informen sobre si


el fallido es excusable o no; y se consignarán en el acta los
pareceres y observaciones de los acreedores.

Concluida esta reunión el concurso queda disuelto; y los acreedores


recobran el derecho de proceder individualmente en el ejercicio de sus
acciones.

Art. 589.- El juez remitirá copia de todo lo que tenga relación con la
conducta del fallido al respectivo fiscal o juez de lo penal, según el
caso, para que califique la quiebra y declare la responsabilidad del
fallido.

Art. 590.- El fallido que fuere declarado excusable tendrá derecho al


beneficio de competencia.

Parágrafo 9º.

De los recursos contra las decisiones dadas


en los juicios de quiebra y concurso

Art. 591.- La revocación de los autos en que se niegue o se haga la


declaración de quiebra, o se fije la época de la cesación de pagos,
debe pedirse ante el mismo juez que los dictó, pero no suspenderá en
ningún caso los efectos de la quiebra.

El fallido y los acreedores domiciliados en el lugar del juicio,


pueden pedirla dentro de tres días después de expedido el auto que
niegue la declaración de quiebra, o de publicado en los términos
prescritos, de los que declaren la quiebra o fijen la época de la
cesación de los pagos.
Los acreedores domiciliados fuera del lugar del juicio, podrán pedir
la revocatoria del auto que declare la quiebra o fije la época de la
cesación de los pagos, hasta que se ordene la calificación de los
créditos.

Los demás terceros interesados podrán oponerse a los efectos de esa


fijación siempre que se quiera hacerlos valer contra ellos.

Las determinaciones del juez de la causa, en los casos de este


artículo, son apelables; pero las que nieguen la revocatoria de la
declaración de quiebra se ejecutarán no obstante la apelación.

Art. 592.- De las providencias que el juez de la causa dictare en la


administración de la quiebra, no se concederá apelación sino en los
casos expresamente determinados.

La apelación se concederá sólo en el efecto devolutivo, y de la


resolución de segunda instancia no habrá otro recurso que la acción de
daños y perjuicios o la penal, en su caso.

Art.- 593.- Son apelables en el efecto devolutivo solamente, el auto


que ordena el arresto del fallido, el que niega su libertad y el que
la concede bajo fianza.

Esta disposición no tendrá lugar cuando el fallido haya sido entregado


al juez penal competente; pues desde entonces se observarán las
prevenciones del Código de Procedimiento Penal.

Art. 594.- Se seguirán las reglas generales sobre apelación y demás


recursos de las sentencias, autos y decretos, cuando no haya
disposición especial en esta sección.

Parágrafo 10º.

De la rehabilitación

Art. 595.- El fallido que haya satisfecho sus deudas íntegramente, o


por lo menos en la proporción a que queden reducidas por el convenio,
con los intereses y gastos que sean de su cargo, tiene derecho a ser
rehabilitado.

Si la quiebra hubiere sido de una compañía de comercio, ninguno de los


socios podrá ser rehabilitado sino después de extinguidas todas las
deudas sociales con arreglo a este artículo. Esta disposición no
comprende al socio con quien la junta de acreedores haya hecho
convenio por separado.

La compañía, de acuerdo con la ley, se disuelve por la quiebra; y


tanto el convenio como la rehabilitación se refieren únicamente a los
socios de compañías o sociedad colectiva.

Art. 596.- Por la rehabilitación cesan todas las interdicciones


legales a que por la quiebra estaba sometido el fallido.

Art. 597.- La rehabilitación se pedirá al juez de la causa ante quien


se siguió el juicio de quiebra.

El solicitante presentará los comprobantes de su solvencia.

El juez hará publicar la solicitud por la prensa, y practicará todas


las diligencias de reconocimiento y más necesarias para acreditar la
verdad de los hechos.

La resolución que la conceda, se publicará en el Registro Oficial y en


los periódicos que pida el interesado.
Art. 598.- Los acreedores que no hayan sido íntegramente pagados, y
cualesquiera otros interesados, podrán oponerse a la demanda de
rehabilitación dentro de los dos meses siguientes a la publicación de
la solicitud.

El opositor presentará con su escrito todos los documentos que


justifiquen su oposición.

Art. 599.- No se concederá la rehabilitación a los que no hubieren


sido declarados excusables, sino cinco años después de haber cumplido
su condena, si acreditaren que en este tiempo han observado conducta
irreprensible, y que han pagado sus deudas en los términos prescritos
en este parágrafo.

Art. 600.- El quebrado simplemente culpable podrá ser rehabilitado con


arreglo a las disposiciones anteriores, después que haya cumplido su
condena.

Art. 601.- El fallido puede ser rehabilitado después de su muerte.

Art. 602.- También se rehabilitará al fallido, persona natural, contra


quien se hubiere seguido el juicio, si este se hubiere suspendido por
más de diez años, siempre que no se haya dado antes la declaración de
fraudulencia. En este caso, se procederá previo aviso al público; y
los acreedores podrán oponerse únicamente con la prueba de que ha
continuado el juicio dentro de los últimos diez años o de que existe
declaración ejecutoriada de culpabilidad o fraudulencia de parte del
fallido.

Sección 5ª.

De la apertura de la sucesión hereditaria

Art. 603.- Cuando haya que guardar los muebles y papeles de una
sucesión, conforme al Art. 1245 del Código Civil, el juez competente,
o su comisionado, procederá, sin pérdida de tiempo, a asegurarlos bajo
llave y sello; y el juez conservará las llaves, en su poder, hasta que
se forme el correspondiente inventario.

Art. 604.- Si los muebles y papeles estuvieren en diversos cantones o


parroquias, el juez de la causa de oficio o a instancia de cualquiera
de los herederos, acreedores o interesados, dirigirá los deprecatorios
o comisiones a los otros jueces o tenientes políticos para que cada
uno, por su parte proceda a la guarda y selladura, en la forma
prescrita en el artículo anterior.

Art. 605.- La diligencia de guarda de muebles y papeles y fijación de


sellos puede hacerse, de oficio o a solicitud de cualquiera que tenga
o presuma tener interés en la sucesión.

Art. 606.- En la diligencia de fijación de sellos se mencionará:


1.- La fecha en que se verifique;

2.- Los motivos que hubo para ello;

3.- El nombre y domicilio del que las solicitó, o la razón de que se


procedió de oficio;

4.- La presencia o ausencia de los interesados;

5.- Los lugares, escritorios, cofres o escaparates sobre cuyas


cerraduras se hayan fijado los sellos;
6.- El juramento que prestaren los moradores de la casa o casas, sobre
no haber visto ni oído que alguien haya sustraído cosa alguna
perteneciente a la sucesión; y,

7.- La enumeración de los objetos que no se han puesto bajo sello.

Terminada esta diligencia, el juez dispondrá que se entreguen los


bienes al respectivo depositario, previo inventario, y mandará
publicar la apertura de la sucesión en un periódico, según el Art. 82.

Art. 607.- El juez conservará las llaves hasta cuando sea tiempo de
levantar los sellos. El funcionario que contravenga esta disposición,
además de indemnizar perjuicios, podrá ser multado hasta en diez
dólares de los Estados Unidos de América.

Art. 608.- Si, al fijar los sellos, se encuentran un testamento u


otros papeles cerrados, se describirá la forma exterior del pliego y
la clase de cerradura que tenga, y el juez y las partes presentes
rubricarán la cubierta. Si lo cerrado fuere un testamento, señalará el
día y hora en que ha de abrirse, con arreglo a las formalidades
prescritas en este Código. Si lo contenido bajo cerradura fueren otros
papeles, se procederá a romperla en presencia del actuario y de las
personas concurrentes; y el juez, después de leerlos en privado y en
silencio, mandará que el actuario los lea públicamente, si no
contienen cosas dignas de reserva. De todo se hará mención en el acta.

Art. 609.- Si, por alguna razón o signo exterior, se comprende que los
paquetes cerrados pertenecen a un tercero, se hará comparecer a éste,
para que asista a la apertura de dichos paquetes, en día y hora
señalados.

Art. 610.- El día señalado, se abrirán los paquetes, comparezca o no


el tercero interesado; y si los paquetes fueren extraños a la
sucesión, el juez mandará entregarlos a quien corresponda, sin dar a
conocer su contenido; o los hará cerrar de nuevo, y los conservará en
su poder, hasta que le sean pedidos.

Art. 611.- No se procederá a la guarda de bienes y fijación de sellos,


si ya se ha formado inventario; a no ser que se lo impugne y haya
temor de que se pierdan algunos bienes o papeles.

Art. 612.- Si se pide la guarda de bienes y fijación de sellos cuando


se está practicando el inventario, sólo surtirá efecto respecto de lo
que aún no se haya inventariado.

Art. 613.- Si hay objetos muebles necesarios para el uso de las


personas que habitan la casa o casas del difunto, se formará lista de
ellos, sin guardarlos ni sellarlos.

Art. 614.- Se levantarán los sellos según se haya formado el


inventario y entregado los bienes y papeles al depositario
correspondiente, en caso de que no hubiere comparecido el albacea con
tenencia de bienes, o, a falta de éste, cuando siendo mayores de edad
los interesados, no hubiere acuerdo entre éstos para designar
depositario. Si hubiere menores que no tengan representante legal, no
se alzarán los sellos hasta que a dichos menores se les dé guardador
que presencie el acto.

En todo caso, si fuere uno solo y capaz el heredero, se le entregará a


éste los bienes y papeles que se encontraren.

Art. 615.- Tienen derecho a pedir que se alcen los sellos, las mismas
personas que pueden solicitar su fijación.

Art. 616.- Para levantar los sellos se observarán las siguientes


formalidades:
1.- Solicitud de parte y resolución del juez, con señalamiento de día
y hora;

2.- Citación a los herederos, al ejecutor testamentario y a los


acreedores de la sucesión que no estuvieren fuera del cantón en que se
siga el juicio; y,

3.- Concurrencia de los peritos que deben avaluar las cosas que se
fueren inventariando.

Art. 617.- La diligencia en que conste el acto de levantar los sellos,


mencionará:

1.- La fecha del acto;

2.- El nombre y domicilio del que lo solicitó;

3.- El auto en que se ordenó levantar los sellos;

4.- Haberse practicado las citaciones requeridas;

5.- Los nombres de los interesados y del perito o peritos que


concurrieron; y,

6.- El reconocimiento de los sellos y la razón del estado en que se


los encontró.

Art. 618.- Aún cuando no se hubiere ordenado la guarda de bienes y


fijación de sellos, el juez mandará publicar la apertura de la
sucesión, en la forma prevenida en el número 7 del Art. 606, tan luego
como algún interesado pida que se abra o protocolice el testamento, o
que se forme inventario.

Art. 619.- Si el juez declara yacente la herencia, se publicará esta


declaración en un periódico del cantón, si lo hubiere, y en carteles
que se fijarán en tres de los parajes más frecuentados del mismo; y se
procederá al nombramiento del curador de la herencia yacente, según lo
dispuesto en el Art. 1263 del Código Civil.

El juez procederá a formar el inventario correspondiente, y entregará


los bienes a un curador, hasta que aparezca heredero, o se adjudique
la herencia a quien tenga derecho. En este caso, intervendrá en el
juicio el respectivo curador. Si se presentare albacea con tenencia de
bienes, no se nombrará curador o cesará éste en su cargo, entregándose
los bienes y papeles a aquél.

Sección 6ª.

Del juicio sobre apertura y publicación del testamento cerrado, y


sobre la protocolización de los demás testamentos

Art. 620.- El que tenga o crea tener interés en la sucesión de una


persona, puede solicitar del juez que ordene la exhibición del
testamento cerrado de aquella persona, sea quien fuere el individuo
que lo conserve.

Art. 621.- Presentado el testamento, el juez del lugar en donde se


otorgó, después de cerciorarse de la muerte del testador, mandará que
los testigos instrumentales reconozcan su firma y la del testador, y
declare, además si en su concepto la cerradura, sellos o marcas no han
tenido ninguna alteración, y si el pliego es el mismo que el testador
les presentó, con la expresión de que en el se contenía su última
voluntad.
Si no pudieren comparecer todos los testigos, bastará que los
presentes abonen las firmas de los ausentes o muertos.

Cuando ninguno de los testigos instrumentales estuviere en el lugar,


abonarán sus firmas y la del testador otros testigos que no tengan
tacha y sean de conocida honradez.

Si está presente el notario que autorizó el testamento, certificará


sobre los mismos puntos a que deben contraerse las declaraciones de
los testigos.

Con las diligencias precedentes se entenderán cumplidos todos los


requisitos del Art. 1063 del Código Civil.

Art. 622.- Practicadas las diligencias, el juez pronunciará sentencia,


en la que, atendidas las formas exteriores del testamento, declarará
si es válido o nulo. En el primer caso, mandará se lo publique y
protocolice, se den copias a los interesados, si las pidieren, y se
inscriba la primera de ellas o cualquiera otra, a falta de aquélla.

En la misma sentencia, señalará día y hora para la lectura del


testamento. El día y hora designados, en presencia de los interesados
concurrentes, abrirá el pliego, se impondrá secretamente del contenido
del testamento y mandará al secretario lea públicamente las cláusulas
respecto de las cuales el testador no hubiese dispuesto se guarde
reserva. Se sentará acta de esta diligencia, y la firmarán el juez,
los interesados presentes y el secretario.

Art. 623.- La protocolización del testamento cerrado se hará


insertándole en el registro del respectivo notario, junto con las
diligencias originales practicadas para la apertura, después de
foliadas y rubricadas todas las fojas por el juez y el secretario.

Art. 624.- En los testamentos cerrados militares, marítimos y


otorgados en nación extranjera, el que los autorizó hará las veces de
juez para recibir las declaraciones de los testigos instrumentales o
de abono, y proceder a la apertura del testamento. Abierto, remitirá
al ministro respectivo copia de dicho testamento y de todas las
actuaciones.

Art. 625.- Luego que el ministro reciba la copia, abonará la firma del
empleado que autorizó el testamento, y remitirá dicha copia al juez
competente, el cual declarará si el testamento es o no válido; y, caso
de serlo, ordenará se inserte la copia en el registro del notario.
Verificado esto, quedará protocolizado el testamento. Se inscribirá la
primera compulsa u otra, a falta de aquélla.

Art. 626.- Basta la inscripción de la copia o de la compulsa, en su


caso, para que los testamentos solemnes abiertos tengan fuerza de
instrumento público.

Art. 627.- El testamento otorgado ante los jueces ordinarios, se


agregará al registro de uno de los notarios del cantón en que se
hubiese otorgado. De ese registro se sacarán las copias que soliciten
los interesados.

Si el testamento se hubiere otorgado en el libro de instrumentos


públicos, se protocolizará la copia conferida por el funcionario a
cuyo cargo se halle dicho libro, juntamente con los originales en que
conste la orden judicial.

Art. 628.- Si se demanda la nulidad de un testamento, se sustanciará


el juicio por la vía ordinaria, sin que se suspendan las diligencias
necesarias para asegurar los bienes y formar el correspondiente
inventario.
Sección 7ª.

Del juicio de inventario

Art. 629.- Se mandará formar inventario, sea a solicitud de cualquiera


persona que tenga o presuma tener derecho a los bienes que se trate de
inventariar, sea de oficio. Se formará de oficio, siempre que una
persona hubiere muerto sin dejar herederos en el lugar en que
falleció, o cuando éstos fueren incapaces y no tuvieren quien los
represente.

Art. 630.- Si la herencia está yacente, o se trata de entregar los


bienes a un depositario, cuando se levanten los sellos con que
estuviesen asegurados, el inventario se formará con asistencia del
juez, del secretario y de los testigos, y citación a las personas
expresadas en el Art. 1278 del Código Civil.

Art. 631.- En general, cuando alguno o algunos de los que deben ser
citados para la formación del inventario, no se hallen en el cantón,
bastará que se cite a uno de los agentes fiscales.

Art. 632.- Cuando alguno o algunos de los herederos estén o deban


estar bajo tutela o curaduría, o siendo menores no puedan estar
representados por el padre o la madre, por haber contraposición de
intereses, se formará el inventario con asistencia de las personas que
los representen, del secretario del juzgado, de dos testigos y del
perito o peritos, y no concurrirá el juez sino a solicitud de algún
interesado.

Art. 633.- En los demás casos, bastará que los interesados formen el
inventario en presencia del perito o peritos y de dos testigos.

Art. 634.- Si se prueba que los bienes hereditarios de un menor son


demasiado exiguos, el juez podrá remitir la obligación de
inventariarlos solemnemente; y, en tal caso, exigirá sólo un apunte
privado con las firmas del representante legal y de tres de los más
cercanos parientes, mayores de edad, o de tres personas respetables a
falta de éstos.

Art. 635.- Además de observarse los requisitos expresados en los


artículos 406 y 407 del Código Civil, se hará lo siguiente:

1.- Se mencionará el nombre y domicilio de la persona que hubiese


pedido la formación del inventario, de los interesados que hubiesen
comparecido, de los que, citados, no hayan concurrido, de los
ausentes, si fueren conocidos, y del perito o peritos;

2.- Se designará el lugar o lugares en donde se haga el inventario;

3.- Se describirán los objetos que se inventaríen, con designación del


precio que fijen el perito o peritos;

4.- Se describirán los papeles, libros de negocios y demás documentos


que se encuentren, numerándolos y rubricándolos el juez, secretario o
testigos, en su caso;

5.- Se enumerarán y describirán, asimismo, los títulos de crédito,


activo o pasivo, y los recibos;

6.- Se mencionará el juramento que prestaren los que han estado en


posesión o tenencia de los objetos, sobre no haber visto ni oído que
otros hayan tomado alguna de las cosas correspondientes a la herencia,
o que se hallaban en la casa o casas del difunto;
7.- Se expresará la entrega de los bienes y papeles al depositario, o
al heredero o albacea, en su caso, observando, en cuanto a éstos, lo
dispuesto en el Art. 614; y,

8.- Se firmará el inventario, día por día, por las personas que
hubiesen estado presentes.

Art. 636.- Concluido el inventario, el juez mandará oír a los


interesados, concediendo el término común de quince días. Si se
hicieren observaciones, convocará el juez a las partes a junta de
conciliación, señalándoles lugar, día y hora, con la advertencia de
que lo acordado por los concurrentes será obligatorio para todos.

A falta de acuerdo, sustanciará el juez sumariamente las objeciones,


comenzando por conceder diez días para la prueba, si hubiere hechos
justificables, sin perjuicio de aprobar el inventario en la parte no
objetada.

Las reclamaciones sobre propiedad o dominio de bienes incluidos en el


inventario se sustanciarán ante el mismo juez, en cuaderno separado, y
si fueren aceptados, se excluirán del inventario los bienes que no
pertenecieren a la sucesión.

Art. 637.- El avalúo de los bienes se hará al mismo tiempo que el


inventario; y transcurridos más de dos años sin haberse hecho la
partición, el juez, a solicitud de cualquiera de los interesados,
deberá ordenar un nuevo avalúo.

Art. 638.- Siempre que se trate de bienes cuyo valor no pase de


quinientos dólares de los Estados Unidos de América, los términos
establecidos en los artículos anteriores se reducirán a la mitad,
excepto en el caso del artículo precedente.

Sección 8ª.

Del juicio de partición

Art. 639.- Cualquiera de los herederos o de los condóminos de una cosa


común, tiene derecho a pedir que se proceda al juicio de partición, a
no ser en el caso de que los interesados hubiesen estipulado
indivisión, según lo dispuesto en el Código Civil.

El comprador de cuota de una cosa singular que forma parte de los


bienes de una sucesión, no podrá demandar la partición de ellos.

Art. 640.- Al tratarse de bienes sucesorios el juez dispondrá la


partición siempre que se hubiere aprobado, total o parcialmente, el
inventario.

El juez practicará la partición en el plazo y en la forma que


prescribe el Código Civil, las normas de esta Sección, y la Ley
Orgánica de Régimen Municipal si es del caso. En el plazo no se
computará el tiempo intermedio entre la concesión de recursos y la
devolución de los autos por el superior.

Art. 641.- Las reclamaciones sobre los derechos en la sucesión, sea


testamentaria o abintestato, así como sobre desheredamiento,
incapacidad o indignidad de los asignatarios, serán decididas dentro
del juicio de partición como cuestiones de resolución previa. Las
reclamaciones de terceros se sustanciarán en cuaderno separado, sin
obstar la continuación del juicio de partición.

Art. 642.- Propuesta la demanda, después de declarar que ésta reúne


los requisitos legales, el juez concederá el término de quince días
para que se presenten todas las cuestiones cuya resolución fuere
necesaria para llevar a cabo la partición, inclusive lo relacionado
con la competencia o jurisdicción del juez.

Si lo concerniente a las cuestiones previas se hubiere propuesto


antes, en juicio independiente, se acumularán los autos al proceso de
partición, siempre que el juez de primera instancia no hubiere
pronunciado sentencia. Si ya la hubiere dictado y estuviere pendiente
algún recurso, se suspenderá el proceso de partición hasta que se
resuelva definitivamente dicho juicio.

Art. 643.- Con las cuestiones previas, el juez correrá traslado,


simultáneamente a las partes por el término de diez días.

Art. 644.- Vencido el término del traslado el juez convocará a las


partes a audiencia de conciliación, y si no llegaren a conciliar, en
la misma audiencia abrirá la causa a prueba con sujeción a lo
dispuesto por el Art. 645.

Art. 645.- El juez, para las cuestiones de resolución previa que se le


presenten, concederá el término de prueba de cinco hasta quince días,
durante el cual ordenará de oficio la práctica de todas las
diligencias que crea convenientes y las que pidan las partes.

Art. 646.- Todas las cuestiones que se hubieren planteado como


previas, se decidirán en una sola providencia.

De la resolución que se dicte no se concederá otro recurso que el de


apelación. El superior fallará por los méritos del proceso, sin
ninguna sustanciación.

Art. 647.- Ejecutoriada la providencia que indica el artículo anterior


y antes de hacer las adjudicaciones, el juez convocará a los
interesados a una junta, que tendrá por objeto conseguir el acuerdo de
ellos respecto de tales adjudicaciones.

En la convocatoria se señalará el lugar, el día y hora de la reunión.


Se procederá en rebeldía del que no asistiere, quien quedará sujeto a
lo acordado por los concurrentes.

El día de la reunión, si hubiere conformidad entre los interesados, el


juez ejecutará la adjudicación en la forma convenida, extendiendo una
acta firmada por los concurrentes y autorizada por el secretario.

Si no hubiere tal conformidad, el juez procederá a formar los lotes


como juzgare equitativo y convocará a los interesados para nueva
junta, con señalamiento de lugar, día y hora.

En el día y hora designados, se hará el sorteo de los lotes, o, a


solicitud de cualquier interesado, se procederá a licitarlos, para
adjudicar cada lote al mejor postor, quien estará obligado a consignar
en el mismo acto, el diez por ciento de la postura, a menos que sus
derechos de copartícipe respalden suficientemente la obligación que
contrae.

Si el adjudicatario del lote licitado no consigna dentro de seis días,


el aumento de valor ofrecido de contado, dicho valor se cargará, con
los intereses legales, a cuenta del adjudicatario y se le cobrará en
lo que corresponda percibir como partícipe.

Si se produjere la quiebra del remate se procederá en la forma


determinada, para igual caso, en el remate por ejecución.
Si alguno de los interesados pide que se admitan extraños a la
licitación, el juez procederá a la subasta, en la forma determinada
para el remate de bienes en juicio ejecutivo.
Art. 648.- Si, en conformidad con el artículo anterior, se hubiere
practicado la adjudicación por acuerdo, sorteo o licitación entre los
herederos, el acta respectiva será protocolizada e inscrita, si se
tratare de bienes raíces, para que sirva de título de propiedad, junto
con la correspondiente hijuela de partición. Mientras no se apruebe e
inscriba la hijuela, el adjudicatario no podrá enajenar ni gravar los
bienes que le hayan cabido en la adjudicación.

Si en la hijuela de partición el adjudicatario resultare obligado a


hacer pagos, por conceptos de refundición o por cualquier otro, los
bienes raíces adjudicados quedarán de hecho hipotecados para tal pago,
y el registrador de la propiedad inscribirá el gravamen, aún cuando el
juez, que debe ordenarlo, no lo hubiere dispuesto así.

Art. 649.- Los adjudicatarios sea por asignación especial vigente,


acuerdo, sorteo, licitación o constancia en las hijuelas respectivas,
aún antes de que éstas se protocolicen, tienen derecho de entrar en
posesión inmediata de lo que les corresponde, quedando hipotecados los
bienes para responder de los saldos y de los reintegros a que
resultaren obligados; y desde el día en que entren en posesión, serán
responsables del interés legal sobre el exceso del valor de las cosas
adjudicadas, respecto del monto de su haber pagado con ellas, salvo
estipulación contraria.

Art. 650.- La división comprenderá:

1.- El nombre de la persona cuyos bienes se dividen y el de los


interesados entre quienes se distribuyen;

2.- Una razón circunstanciada de los bienes a que se contrae la


partición, expresando el valor de cada uno de ellos para así
determinar el de la masa partible;

3.- La enumeración de los gravámenes que afecten a los bienes raíces,


así como la de los créditos y deudas;

4.- El señalamiento de los bienes con que deben pagarse las deudas, el
de la cuota que corresponde a cada uno de los partícipes y el de los
bienes que por ella se les adjudican, observando las prescripciones
del Código Civil. Al tratarse de bienes muebles, se los especificará
de modo inconfundible, indicando el número, peso y medida, en su caso,
así como las señales distintivas; y si fueren raíces, se señalará la
cabida, ubicación y linderos de cada lote, sin lo cual no se aprobará
ni inscribirá ninguna hijuela;

5.- El modo empleado para la formación de los lotes y su sorteo,


expresando los objetos de que se compone cada uno de aquéllos;

6.- El señalamiento de las servidumbres a favor de los partícipes; y,

7.- La fecha en que se practicó, y las firmas y rúbricas del juez y de


su secretario.

Art. 651.- En los casos en que, según el Código Civil, haya necesidad
de rematar los bienes correspondientes a los herederos o condóminos,
el juez hará citar o notificar, en su caso, a todos los interesados,
en la forma legal; señalará día y hora para la subasta, y procederá en
la forma y con los requisitos determinados para el remate de bienes en
juicio ejecutivo.

Art. 652.- El juez nombrará irrecusablemente al perito o peritos y más


auxiliares necesarios para su cometido.

Art. 653.- El juez, una vez hechas sus operaciones, dará traslado a
los interesados, por el término de diez días, que correrá
simultáneamente para todos. Si no hubiere objeciones y se tratare de
bienes raíces, ordenará que se protocolicen e inscriban las hijuelas.

Si hubiere objeciones, el juez las tramitará en juicio verbal sumario.


La sentencia que dicte, aprobando la partición o haciendo las
rectificaciones que fueren necesarias, será susceptible de los
recursos que la ley concede en tal juicio. El superior, al expedir su
fallo, resolverá todos los puntos comprendidos en el recurso, sean de
la naturaleza que fueren.

Art. 654.- La partición judicial se realizará en días y horas hábiles.

Las particiones judiciales no se anulan ni rescinden si previamente


por motivos legales, no se anulan las sentencias pronunciadas en
ellas.

Art. 655.- Si todos los partícipes tienen la libre administración de


sus bienes y hacen por sí mismos la partición, ésta será definitiva,
y, en consecuencia, se la llevará a ejecución, sin necesidad de que la
apruebe el juez, salvo las acciones que concede el Código Civil.

Art. 656.- La partición extrajudicial, si versare sobre bienes raíces,


se otorgará por escritura pública, la que, debidamente inscrita,
servirá de título de propiedad.

Art. 657.- Si alguno de los partícipes no tiene la libre


administración de bienes, la partición necesariamente será judicial,
para su validez.

Art. 658.- Si dos o más incapaces intervienen en juicio de inventario


o de partición con otras personas, pueden tener un solo representante,
en el caso de quedar entre sí indivisos, es decir siempre que no haya
entre ellos oposición de intereses, sin perjuicio de su derecho de
hacer por separado y en la forma legal la partición de lo que les
toque en común.

Art. 659.- En caso de demandarse la partición de bienes administrados


por otro, se procederá a la división, y el juicio de cuentas se
seguirá por separado.

Las cuentas relativas a la herencia y a cosas singulares en común, se


presentarán en la primera junta convocada para acordar sobre
adjudicaciones, a cuyo fin se citará a la persona que deba rendirlas,
junto con el decreto de convocatoria, bajo apercibimiento de apremio
personal. Se sustanciarán en cuaderno separado, y, una vez falladas se
comprenderá el resultado de tales cuentas en la masa partible,
sujetándose a los trámites y recursos de la sentencia que acepta la
aprobación de la hijuela, o que la aprueba o rectifica, observándose
en estos casos lo dispuesto en el inciso segundo del Art. 653.

Sección 9ª.

Del juicio de cuentas

Art. 660.- El que administra bienes ajenos, está obligado a rendir


cuentas en los períodos estipulados; y a falta de estipulación, cuando
el dueño las pida.

Art. 661.- Si el que solicita que alguna persona rinda cuentas, lo


hace con título ejecutivo, que justifique la obligación de rendirlas,
el juez ordenará que sean presentadas dentro de tres días, y seguirá
sustanciando el juicio ejecutivo.

Art. 662.- Si el actor no acompaña a su solicitud título ejecutivo, se


correrá traslado al reo; y si éste niega la obligación de rendir
cuentas, se sustanciará la demanda en juicio ordinario. Si confiesa
que está obligado a rendirlas, se le ordenará que las presente en el
término de diez días. Este término es prorrogable, con justa causa,
por seis días.

Art. 663.- Presentadas las cuentas, se oirá sobre ellas al actor; y si


éste las hallare arregladas, las aprobará el juez.

Art. 664.- Si el actor objetare las cuentas, el juez correrá traslado


al rindente; y con lo que éste exponga, o en rebeldía, fallará, si no
hubiere hechos que justificar. Pero si los hubiere, o lo pidieren las
partes, se recibirá la causa a prueba por diez días. Dentro de ese
término, el juez, de creerlo necesario, podrá nombrar contadores.

Concluido el término de prueba, alegarán simultáneamente las partes,


dentro de cuatro días, y sin más requisito, se pronunciará sentencia.

Art. 665.- Cuando el demandado, notificado con el mandamiento de


ejecución de la sentencia, se negare a presentar las cuentas en el
término concedido, se deferirá al juramento del actor sobre el saldo
acreedor, con la facultad moderadora que se concede al juez para su
valoración de acuerdo con los antecedentes del caso.

Sección 10ª.

Del juicio sobre demarcación y linderos

Art. 666.- Presentada la demanda en que se solicite el


restablecimiento de los linderos que se hubieren obscurecido o que
hubieren desaparecido o experimentado algún trastorno; o que se fije
por primera vez la línea de separación entre dos o más heredades, con
señalamiento de linderos; el juez nombrará un perito o peritos
conforme al Art. 250 y ordenará que se cite a los dueños de los
terrenos lindantes, para que concurran al deslinde con sus documentos
y testigos; advirtiéndoles que, de no hacerlo, se procederá en
rebeldía. Al efecto señalará día y hora para la diligencia, que se
practicará cuando menos después de cinco días de dictada la orden de
citación.

Art. 667.- En el día y hora señalados, se procederá al deslinde y


amojonamiento, con asistencia de los interesados, o en rebeldía del
que no hubiese concurrido. A esta diligencia asistirán el juez, el
secretario y el o los peritos.

Art. 668.- Las partes presentarán sus títulos de propiedad y los


testigos que estimen necesarios para señalar los lugares, esclarecer
los límites y dar cualesquiera otras noticias.

Art. 669.- Si las partes hicieren algún arreglo, el juez lo aprobará.


Se extenderá acta, y se la hará protocolizar, y el notario dará a los
interesados compulsa de ella, para que les sirva de título, el cual
deberá inscribirse.

Art. 670.- Si la demarcación pudiere verificarse por la simple


inspección, o por las pruebas producidas durante la diligencia, y las
partes no alegaren tener otras, el juez fallará, en el acto, fijando
los límites.

Art. 671.- Si las partes no convienen en ningún arreglo, ni se halla


la causa en el caso del artículo anterior, se extenderá acta de todo
lo ocurrido en la inspección y de lo que hubiese observado el juez.

Agregados al proceso las declaraciones originales, los documentos y el


informe pericial, se oirá simultáneamente a las partes en el término
de tres días. Lo que éstas dijeren se tendrá por demanda y
contestación, respectivamente, y se seguirá sustanciando el juicio
ordinario.
Art. 672.- La sentencia resolverá, no sólo la cuestión sobre los
verdaderos límites, sino también las incidencias que hubiesen ocurrido
en el juicio, como las relativas a frutos percibidos o pendientes,
mejoras, labores principiadas y otras.

Art. 673.- Esta sentencia y el fallo que se expida en el caso del Art.
670, son susceptibles del recurso de apelación en los que se procederá
como en los juicios ordinarios.

Ejecutoriada la sentencia que fija la línea de demarcación, el juez de


la causa, de primera instancia, ejecutará el fallo en esta forma: de
oficio, o a solicitud de parte, señalará día y hora para el
amojonamiento y determinación exacta de la cabida de los predios
lindantes, o por lo menos de uno de ellos con relación a la línea
divisoria, advirtiendo que se procederá en rebeldía de los que no
concurran.

Estas operaciones se practicarán con el mismo perito o peritos y


planos de referencia, y en caso de no haberlos o de falta de aquéllos,
el juez nombrará un perito irrecusable. Se sentará acta detallada que
suscrita, por el juez, secretario, perito o peritos e interesados
concurrentes, se la mandará protocolizar en copia y que la compulsa de
ésta, conferida por el notario, se la inscriba junto con la aprobación
judicial que constará de la misma acta.

La resolución del juez será inapelable, pero éste responderá de los


daños y perjuicios en caso de que se hubiere apartado en alguna forma
de la sentencia ejecutoriada.

Sección 11ª.

De los juicios posesorios

Parágrafo 1º.

Del juicio sobre la posesión efectiva de los


bienes hereditarios

Art. 674.- El heredero se presentará al juez o notario pidiendo la


posesión efectiva de los bienes hereditarios. A esta solicitud
acompañará copia inscrita del testamento y la partida de defunción del
testador, o una información sumaria de testigos, para acreditar que ha
muerto la persona a quien se ha heredado, y que el solicitante es
heredero. Inmediatamente el juez pronunciará sentencia, con arreglo al
mérito del proceso, o el notario levantará la respectiva acta
notarial; y se la mandará inscribir, conforme a la Ley de Registro.

Art. 675.- Si un tercero ocupare los bienes hereditarios, el heredero


podrá hacer uso de las acciones de que habría usado su antecesor.

Art. 676.- Si los herederos fueren muchos, bien soliciten la posesión


efectiva todos, o uno solo de ellos, el juez o el notario mandará
darla proindiviso.

Art. 677.- Si los herederos que han alcanzado la posesión efectiva


proindiviso, no acordaren el modo de administrar los bienes, el juez
les hará citar, para que nombren un administrador, hasta que se
practique la partición, señalándoles lugar, día y hora para la
reunión, y apercibiéndoles que se procederá en rebeldía del que no
asistiere.

El nombramiento se hará por mayoría de votos, que represente las dos


terceras partes del haber hereditario de los concurrentes; y, si por
cualquier motivo, no se hiciere este nombramiento o no hubiere dicha
mayoría, el juez elegirá el administrador, procurando que sea persona
honrada y de responsabilidad.

Los coherederos que no hubiesen contribuido con sus votos al


nombramiento, tendrán derecho para exigir fianza al administrador.

El administrador no podrá renunciar su cargo después de aceptado, sino


con el consentimiento de la mayoría de votos que represente las dos
terceras partes del haber hereditario.

Si no hay administrador que acepte el cargo, se pondrán los bienes en


arrendamiento, sacándolos a pública subasta, mientras se practique la
partición.

Estas reglas podrán también aplicarse siempre que los comuneros o


partícipes, de una cosa, no se hallen de acuerdo en la administración
y no hubiesen estipulado nada al respecto.

Art. 678.- Durante el juicio de partición, todo asunto relativo a la


administración será conocido y resuelto por el juez, en juicio verbal
sumario, para el que servirá de antecedente el juicio de posesión
efectiva, si lo hubiere, que se le entregará después de inscrita.
Art. 679.- La posesión efectiva no es necesaria para la validez de las
ventas, hipotecas u otros contratos relativos a los bienes
hereditarios.

Parágrafo 2º.

De los juicios sobre conservación y recuperación de la posesión y de


los de obra nueva o de obra ruinosa

Art. 680.- Los juicios que tengan por objeto conservar o recuperar la
posesión de bienes raíces o de derechos reales constituidos en ellos y
las denuncias de obra nueva o de obra ruinosa, que regula el Título XV
del Libro II del Código Civil, se sujetarán al trámite del juicio
verbal sumario, con las modificaciones contenidas en este parágrafo.

Art. 681.- En las denuncias de obra nueva, el juez dispondrá en la


primera providencia, que se suspenda inmediatamente la obra
denunciada, y practicará, con citación del demandado, la
correspondiente inspección judicial, para la que señalará día y hora,
y designará perito o peritos de conformidad con lo dispuesto en el
Art. 250, e iniciará la audiencia al tiempo de practicar la mencionada
inspección.

Si el querellado no suspendiere la obra a pesar de la orden del juez,


éste le impondrá multa de diez a cien dólares de los Estados Unidos de
América y tomará en cuenta este antecedente para calificar la mala fe
del querellado.

Art. 682.- Si por la inspección observare el juez que no resulta


perjuicio al querellante de continuar la obra, autorizará su
continuación al querellado, previa fianza de pagar costas, daños y
perjuicios, caso de ser vencido. De esta providencia no se concederá
recurso alguno.

Se aplicará también esta disposición cuando la suspensión de la obra,


a juicio del juez, perjudique al querellado más de lo que perjudicaría
al querellante la continuación de la misma.

Art. 683.- Si en los demás juicios posesorios se solicitare inspección


judicial, esta diligencia se practicará en el día y hora que señale el
juez, aún cuando hubiere expirado el término de prueba. Practicada, se
hará de esta prueba el mérito correspondiente.
Art. 684.- Si se hubiere practicado inspección judicial, la solicitud
del querellante y con citación del querellado, como diligencia
preparatoria, no se repetirá en el juicio, a menos que el juez
considere necesario practicarla nuevamente.

Art. 685.- El juez cuidará de que las pruebas sean pertinentes a las
cuestiones que son peculiares de las acciones posesorias.

Art. 686.- Si la sentencia admitiere la demanda dispondrá la


suspensión definitiva de la obra o en su caso, su destrucción, y la
restitución de las cosas al estado anterior a costa del vencido.

Si la sentencia fuere absolutoria, en ella se condenará al actor a


pagar al demandado los perjuicios que éste hubiese sufrido.

Art. 687.- Si dos o más personas solicitaren el amparo de la posesión


en un mismo inmueble, se mantendrá en ella, al que la tenía en el
momento de empezar la disputa judicial, mientras se decida a quien
corresponde.

Art. 688.- El depositario, el administrador o cualquiera que tuviere o


poseyere en nombre de otro, puede también promover este juicio.

Art. 689.- En los juicios de conservación y de recuperación de la


posesión no se podrán alegar sino las siguientes excepciones: haber
tenido la posesión de la cosa en el año inmediato anterior; haberla
obtenido de un modo judicial; haber precedido otro despojo causado por
el mismo actor, antes de un año contado hacia atrás desde que se
propuso la demanda; haber prescrito la acción posesoria, y ser falso
el atentado contra la posesión.

Art. 690.- No podrá rechazarse la demanda por el hecho de haberse


equivocado el querellante en la denominación de la acción propuesta,
siempre que de los hechos alegados y probados aparezca que se ha
violado el derecho de posesión. En tal caso, el juez amparará al
actor, dictando en la sentencia las órdenes que estime necesarias para
restituir las cosas al estado anterior al hecho que motivó la
querella.

Art. 691.- Las sentencias dictadas en estos juicios se ejecutarán, no


obstante cualesquiera reclamaciones de terceros, las que se tramitarán
por separado. El fallo que se pronuncie respecto de dichas
reclamaciones podrá rectificar la sentencia dictada en el juicio
posesorio.

Tampoco se admitirá artículo alguno, que obste a la ejecución de la


sentencia o pretenda que se difiera tal ejecución.

Art. 692.- Si algún juez despojare al poseedor, para dar la cosa a


otra persona, sin citar ni oír al primero, se procederá como en todos
los casos de la acción establecida en la Sección 31ª del Título II,
Libro II; pero el despojado podrá también exigir la revocación o
suspensión de la providencia que le ocasiona el despojo.

Art. 693.- La acción que el artículo anterior concede contra el juez,


no impide la de recuperación ni cualquiera otra, que podrá promoverse
contra el que obtuvo la posesión por medio del despojo judicial.

Art. 694.- Si el querellante no prueba el despojo judicial, será


condenado al pago de costas y de una multa de uno a diez dólares de
los Estados Unidos de América; y si lo prueba, se condenará al juez al
pago de costas, daños y perjuicios, mandando, además ponerle en causa,
si hubiere merito para ello.

Art. 695.- En el caso del Art. 972 del Código Civil, presentada
información sumaria que justifique el despojo, el juez pedirá autos
con citación del despojante; y, si éste no se opusiere dentro del
término de veinticuatro horas, pronunciará, sin otra sustanciación,
sentencia en la que ordenará se restituyan las cosas al estado en que
antes se hallaban.

Si el demandado se opone alegando ser falso el hecho del despojo


violento, y no de otro modo, se oirá a los testigos, que no podrán
pasar de cuatro por cada parte, dentro del término de tres días,
vencido el cual se pronunciará sentencia, sin otra sustanciación. El
fallo causará ejecutoria.

Sección 12ª.

De los juicios relativos a la servidumbre de tránsito


y a otras servidumbres

Art. 696.- El propietario de un predio para imponer una servidumbre de


tránsito, si no se arregla con el dueño o dueños de los predios que se
interponen al suyo, se presentará al juez con su demanda, quien
procederá a nombrar perito o peritos.

Art. 697.- El perito o peritos informarán a la brevedad posible sobre


la dirección de la vía, el valor de los terrenos que deba ocupar, el
de los árboles que se deban derribar, el de las plantaciones que hayan
de destruir y de cualquier daño o perjuicio que se ocasionare, al
abrir dicha vía.

Art. 698.- Presentado el informe o informes se pondrá inmediatamente


en conocimiento de las partes; y si nada dijeren dentro del término de
tres días, el juez resolverá que el actor consigne la cantidad
determinada en el avalúo y le autorizará para el establecimiento de la
servidumbre.

Las costas ocasionadas en este juicio serán de cargo del peticionario,


pero si hubiere oposición, el juez aplicará las reglas generales para
la condena en costas.

Art. 699.- Si el actor no consigna la cantidad determinada en el


avalúo, no podrá principiar ni continuar la apertura de la vía
necesaria para la servidumbre.

Art. 700.- Si el dueño del predio sirviente se opusiere dentro del


término fijado en el Art. 698, el juez sustanciará y decidirá la
oposición en juicio verbal sumario. Antes de dicho término, el juez no
admitirá ninguna oposición ni incidente.

Art. 701.- En este juicio se podrá apelar de la sentencia, y se


concederá el recurso únicamente en el efecto devolutivo.

Art. 702.- Las mismas disposiciones se aplicarán cuando se trate de


colocación de postes en terrenos ajenos, telefónicas o conductoras de
fuerza eléctrica; exceptuándose las que ya se encuentren establecidas,
que no satisfarán indemnización alguna por el sitio que ocupan.

Art. 703.- En general, las controversias sobre existencia de


servidumbres o sobre incidentes de servidumbre ya establecida, se
juzgarán y decidirán en juicio verbal sumario.

Art. 704.- La servidumbre de acueducto se regirá por lo establecido en


la Ley de Aguas.

Sección 13ª

Del juicio de filiación y de las pruebas del estado civil


Art. 705.- El que tenga necesidad de probar su estado civil para
deducir alguna acción, lo hará acompañando las pruebas designadas en
esta Sección; y a falta de ellas, justificará sumariamente, por medio
de información de testigos, que no es posible presentar tales pruebas,
y que realmente tiene el estado en que funda su derecho.

Art. 706.- Si el demandado niega el estado civil en que se apoya la


demanda, se tratará de dicho estado junto con el asunto principal, y
se resolverá en la misma sentencia, si el juicio fuere ordinario.

Art. 707.- El que está en posesión notoria de un estado civil, no


necesitará justificarlo, para reclamar un derecho fundado en él. Pero
si hubiere contradicción del demandado, se discutirá en el mismo
juicio que la motive; a no ser que sea ejecutivo o sumario, en cuyo
caso se suspenderá éste, hasta que se resuelva sobre dicho estado.

El estado civil de casado, divorciado, viudo, padre adoptante o


adoptado, se probará con las respectivas copias tomadas del Registro
Civil.

Art. 708.- La edad y la muerte se probarán por las respectivas


partidas de nacimiento o de bautismo y de defunción.

Art. 709.- Se presume la autenticidad y pureza de dichos documentos,


mientras no se pruebe lo contrario, o se justifique la no identidad
personal, esto es, el hecho de no ser una misma la persona a quien se
refiere el documento, y aquélla a quien se pretende aplicarlo.

Art. 710.- Los antedichos documentos acreditan la declaración hecha


por los contrayentes de matrimonio, por los padres, padrinos u otras
personas, en los respectivos casos; pero no la veracidad de esta
declaración en ninguna de sus partes. En consecuencia, se los puede
impugnar, haciendo constar que tal declaración fue falsa en el punto
de que se trata.

Art. 711.- La falta de los referidos documentos podrá suplirse, en


caso necesario, por otros documentos auténticos, por declaraciones de
testigos que hayan presenciado los hechos constitutivos del estado
civil de que se trata, y, a falta de estas pruebas, por la notoria
posesión de tal estado, salvo lo dispuesto en los artículos
siguientes.

Art. 712.- Las posesión notoria del estado de matrimonio consiste,


principalmente, en haberse tratado los supuestos cónyuges como marido
o mujer en sus relaciones domésticas y sociales, y en haber sido la
mujer recibida con este carácter por los deudos y amigos de su marido,
y por el vecindario de su domicilio en general.

Art. 713.- La posesión notoria del estado de hijo consiste en que sus
padres le hayan tratado como tal, proveyendo a su educación y
establecimiento, y presentándole con este carácter a sus deudos y
amigos, y que en éstos y el vecindario de su domicilio en general, le
hayan reputado y reconocido como hijo de tales padres.

Art. 714.- Para que reciba como prueba la posesión notoria del estado
civil, deberá, haber durado diez años continuos.

Art. 715.- La posesión notoria del estado civil se probará por un


conjunto de testimonios fidedignos, que la establezcan de un modo
irrefragable; particularmente en el caso de no explicarse y probarse
satisfactoriamente la falta de la respectiva partida, o la pérdida o
extravío del libro o registro en que debiera hallarse.

Art. 716.- Cuando fuere necesario calificar la edad de un individuo,


para la ejecución de actos o el ejercicio de cargos que requieran
cierta edad, y no fuere posible hacerlo por documentos o declaraciones
que fijen la época de su nacimiento, se le atribuirá una edad media
entre la mayor y la menor que parezcan compatibles con el desarrollo y
aspecto físico de dicho individuo.

Art. 717.- El juez, para establecer la edad, oirá el dictamen uniforme


de dos facultativos o de otras personas idóneas.

Art. 718.- El fallo judicial que declara verdadera o falsa la calidad


de padres, de la paternidad o la maternidad que se disputa, vale no
sólo respecto de las personas que han intervenido en el juicio, sino
respecto de todos, relativamente a los efectos que causan dicha
paternidad o maternidad.

Art. 719.- Para que los fallos de que se trata en el artículo


precedente, surtan los efectos que en él se designan, es necesario:
1.- Que hayan pasado en autoridad de cosa juzgada;

2.- Que se hayan pronunciado con legítimo contradictor; y,

3.- Que no haya habido colusión en el juicio.

Art. 720.- Legítimo contradictor, en el juicio de paternidad, es el


padre contra el hijo, o el hijo contra el padre; y en el de
maternidad, la madre contra el hijo, o el hijo contra la madre.

Si en el juicio se trata de la paternidad o maternidad, el padre o la


madre, en su caso, debe intervenir en él, so pena de nulidad.

Art. 721.- Los herederos representan al contradictor legítimo que ha


fallecido antes de la sentencia; y el fallo pronunciado en favor o en
contra de cualquiera de ellos, aprovecha o perjudica a los demás.

Art. 722.- La prueba de colusión, en este juicio, no es admisible sino


dentro de los cinco años subsiguientes a la sentencia.

Art. 723.- A quien se presenta como verdadero padre o madre del que es
reputado por hijo de otros, o como verdadero hijo del padre o madre
que le desconoce, no podrá oponerse prescripción ni sentencia
pronunciada en juicio seguido entre otras personas.

Sección 14ª.

Del juicio de alimentos

Art.- 724.- Propuesta la demanda de alimentos, el juez concederá el


término de cuatro días, para que se acrediten el derecho del
demandante y la cuantía de los bienes del demandado.

En seguida, el juez señalará la pensión provisional; y si lo


solicitare alguna de las partes, sustanciará el juicio ordinario, para
la fijación de la pensión definitiva comenzando por correr traslado al
demandado.

Concluido el término de cuatro días que se prescribe en el inciso


primero, no se admitirá al demandado solicitud alguna, ni aún la de
confesión, mientras no se resuelva sobre la pensión provisional.

La mujer separada del marido probará, además al proceder contra éste,


que está abandonada de él, o separada con justa causa.

Art. 725.- Aún cuando haya contradicción de parte del demandado, se


ejecutará el decreto en que se mande pagar la pensión alimenticia
provisional, y no se admitirá el recurso de apelación sino en el
efecto devolutivo.
Art. 726.- En cualquier estado de la causa, el juez podrá revocar el
decreto en que se hubiere mandado pagar la pensión provisional. Podrá
también rebajar o aumentar esta pensión, si para ello hubiese
fundamento razonable. De la providencia que se dicte en estos casos,
no se concederá apelación sino en el efecto devolutivo.

Art. 727.- Si el alimentante no tuviere bienes raíces que aseguren el


pago de la pensión alimenticia, el juez dispondrá, en cualquier estado
de la causa, que dicho alimentante consigne una cantidad de dinero con
cuyos réditos se pueda hacer el pago, según lo dispuesto en el Art.
361 del Código Civil, o cualesquiera otras medidas que aseguren el
pago de la pensión; y de lo resuelto a este respecto, no se concederá
apelación sino en el efecto devolutivo.

El juez, según los casos, cuando el alimentante lo pidiera, podrá


designar una persona que administre la pensión alimenticia,
reglamentando la forma de esa administración.

Art. 728.- En los juicios sobre alimentos legales, si la parte actora


fuere la madre de un menor de edad o de un demente que se halle bajo
su cuidado, podrá comparecer en juicio, por sí misma, cualquiera que
sea su edad para demandar dichos alimentos para su hijo, al padre de
éste, o a cualquiera otra persona que tenga obligación de
suministrarlos.

Los derechos concedidos en el inciso anterior los tendrá toda mujer


para demandar alimentos para sí, a quien estuviere obligado a
suministrarlos.

La actora no podrá demandar, en un mismo juicio, alimentos para sí y


para su hijo.

Art. 729.- Si el demandado goza de renta fiscal, municipal o


particular, como funcionario, empleado jubilado, retirado o de
cualquier otro modo, el auto que fije la pensión provisional y la
sentencia que señale la definitiva, se notificará al respectivo
pagador o al Director General del Instituto Ecuatoriano de Seguridad
Social o su delegado según el caso, quien entregará la pensión
alimenticia al demandante, deduciéndola de la renta del demandado.

El pagador o quien omitiere hacer este pago al alimentario, con la


debida oportunidad, será penado, por el juez de la causa, con multa de
cinco centavos de dólar a diez centavos de dólar de los Estados Unidos
de América y será responsable de la cantidad o cantidades no pagadas
al alimentario.

Art. 730.- Las resoluciones que se pronuncian sobre alimentos no


causan ejecutoria.

Sección 15ª.

Del juicio sobre disenso de los padres o guardadores


para el matrimonio de los menores de edad

Art. 731.- Si alguna de las personas a quienes el Código Civil concede


el derecho de oponerse al matrimonio de los menores de edad, no presta
su consentimiento para la celebración de dicho matrimonio, el menor
que crea infundada la oposición, podrá demandar ante uno de los jueces
competentes para que se declare infundada la oposición. La demanda se
propondrá acompañada de la partida de nacimiento del menor, o de una
información de testigos que acredite su edad.

Art. 732.- El juez nombrará un curador ad litem al demandante, si éste


no lo tiene o no lo designa, y citará al demandado, para que
comparezca a contestar la demanda dentro del segundo día. Si
comparece, expresará las razones en que funde su disenso; y si alega
hechos justificables, se recibirá la causa a prueba por el término de
cuatro días, pasado el cual se pronunciará sentencia.

Art. 733.- Si no comparece el demandado, ni pide prórroga con justo


motivo, se resolverá la demanda en rebeldía.

Art. 734.- De la sentencia se podrá interponer recurso de segunda


instancia. En ésta se resolverá por el mérito del proceso.

Art. 735.- En este juicio, se procederá reservadamente, si se trata de


puntos que puedan perjudicar a la honra de las familias.

Sección 16ª.

Del juicio sobre emancipación voluntaria

Art. 736.- La escritura pública en la que los padres emancipen a un


hijo, deberá estar firmada por los emancipantes y el emancipado; y,
después de inscrita la primera copia, se la presentará al juez
competente, con una información de testigos que justifique la utilidad
que de dicha emancipación resulte al menor. Sin otro procedimiento, se
pronunciará sentencia, la cual se mandará publicar por la prensa, o,
en falta de ésta, por carteles fijados en los parajes más públicos del
lugar.

Art. 737.- La revocación de la emancipación se tratará en juicio


ordinario y la sentencia se publicará de la manera expresada en el
artículo precedente. La apelación, en este caso, se concederá sólo en
el efecto devolutivo.

Sección 17ª.

De los juicios relativos a las tutelas y curadurías

Parágrafo 1º.

Del nombramiento de guardadores y del discernimiento de las guardas

Art. 738.- Todo guardador debe manifestar al juez competente su


nombramiento y pedirle que señale día para el discernimiento del
cargo.

Art. 739.- El juez mandará concurrir al guardador, y, ante el


secretario, le tomará el respectivo juramento, previniéndole sobre la
observancia de los deberes que le impone la ley.

Art. 740.- El discernimiento se extenderá en un acta, en la cual,


hecha mención del nombramiento del guardador, se expresará que se le
autoriza para ejercer todas las funciones de su cargo. Firmada el acta
por el juez, el guardador y el secretario, se mandará protocolizarla,
así como, que se dé al guardador copia de ella, para que le sirva de
poder.

Art. 741.- Lo dispuesto en los Arts. 739 y 740 no comprende a los


curadores ad litem. En cuanto a éstos, el decreto del juez y la
diligencia de aceptación del cargo valen por discernimiento.

Art. 742.- Cuando deba nombrarse curador ad litem, el juez de la causa


elegirá la persona previa audiencia de los parientes y, en su falta,
de uno de los agentes fiscales. Si el incapaz fuere un menor adulto, y
a él le tocara la elección de la persona, el juez la aceptará, si
fuere idónea. Lo dispuesto en este artículo se observará también
cuando el incapaz tenga guardador testamentario o legítimo, mientras a
éste no se le discierna el cargo, o cuando el guardador tenga algún
impedimento para ejercerlo.
Exceptúase de la disposición contenida en el inciso primero, el caso
en que el nombramiento del curador ad litem fuere necesario para el
mero efecto de asistir a una declaración en juicio civil o penal, pues
entonces el juez podrá hacer de plano tal nombramiento en el mismo
acto y sin otra formalidad.

Art. 743.- Todo el que intente litigar o esté litigando con un incapaz
que necesita curador, podrá promover el nombramiento de curador ad
litem, en la forma prescrita por el artículo anterior.

Art. 744.- Cuando, según el Código Civil, deba prestar fianza el


guardador, no se le discernirá el cargo antes de que el juez la
apruebe.

Art. 745.- La fianza que deben prestar los guardadores, bastará que
conste por escrito presentando al juez y reconocido por el fiador.
Dicho escrito, después de reconocido, será protocolizado, y se dejará
en autos copia de él, autorizada por el secretario.

Art. 746.- Siempre que la ley ordene la audiencia de los parientes, se


observará lo dispuesto en el Art. 27 del Código Civil. A falta de
parientes, se oirá a dos personas de honradez y probidad y a uno de
los agentes fiscales.

Art. 747.- Si se solicitare que a una persona se le ponga en


interdicción de administrar sus bienes y se dé curador, por
prodigalidad o disipación, se correrá traslado al supuesto disipador;
se oirá al agente fiscal, si éste no hubiese promovido el juicio; y,
en todo caso, a dos de los parientes más inmediatos, de mayor edad y
mejor juicio, del supuesto pródigo.

Art. 748.- Oídos los parientes y el agente fiscal, en su caso, se


decretará la interdicción provisional, si hubiere motivo razonable
para ello, y se nombrará un curador interino. Se mandará inscribir y
publicar el auto pronunciado a este respecto, según lo dispuesto en el
Código Civil; y se recibirá la causa a prueba por el término de diez
días.

Art. 749.- Vencido este término y oídos los interesados, se


pronunciará sentencia, la cual se inscribirá y publicará como el auto
de interdicción provisional.

Art. 750.- En este caso, se concederá el recurso de segunda instancia


y se podrá recibir la prueba por ocho días, si alguno de los
interesados lo solicita en forma legal. El fallo causará ejecutoria.

Art. 751.- Para la rehabilitación del disipador, se observarán los


mismos trámites que para decretar la interdicción.

Art. 752.- Si se solicita la interdicción judicial por causa de


demencia, el juez nombrará dos facultativos que reconozcan al supuesto
demente e informen sobre la realidad y naturaleza de la demencia, y el
mismo juez acompañado del secretario, le examinará, por medio de
interrogatorios, y se instruirá de cuanto concierna a la vida
anterior, estado actual de la razón, y circunstancias personales del
supuesto demente; sin perjuicio de oír, en privado, a los parientes y
a las personas con quienes éste viva.

Art. 753.- Se sentará acta de lo practicado con arreglo al artículo


anterior; y, si, de las observaciones del juez y del parecer de los
facultativos, resulta haber justo motivo para ordenar la interdicción
provisional, el juez la ordenará y nombrará curador interino, previa
audiencia del agente fiscal.
Art. 754.- La resolución que se dicte, se mandará inscribir y publicar
como en el caso del pródigo; y si no hubiere quien reclame de ella, se
considerará como definitiva.

Art. 755.- Si hay reclamación, se observarán los mismos trámites


prescritos para el juicio de interdicción por causa de prodigalidad.

Art. 756.- En el caso en que se hubiese declarado la interdicción


definitiva del disipador o del demente, se le dará un curador general,
que podrá ser el mismo curador interino.

Art. 757.- Si el demente es impúber o menor de edad y tiene tutor o


curador, será preferido por éste para la curaduría interina y para la
general.

Art. 758.- Para la rehabilitación del demente, se observarán los


mismos trámites que para declarar su interdicción.

Art. 759.- Del auto de interdicción provisional del disipador o del


demente, no se concederá apelación sino en el efecto devolutivo.

Art. 760.- Para nombrar curador de un sordomudo, se observarán las


mismas disposiciones prescritas para el caso de demencia.

Art. 761.- Los ebrios consuetudinarios serán puestos en interdicción


civil, que se regirá por las disposiciones relativas a la interdicción
de los disipadores, en cuanto fueren aplicables.

En todo caso, el curador atenderá, por sí, a la subsistencia del


ebrio; y éste será reducido a una casa de temperancia, siempre que
fuere posible y necesario.

Art. 762.- Los toxicómanos, u otros que habitualmente usaren de


sustancias estupefacientes, se asimilan a los ebrios consuetudinarios
para la interdicción y más disposiciones del artículo anterior.

En este caso, el juez que dictare la interdicción dispondrá el


internamiento en un centro especializado de asistencia social pública
o privada para su tratamiento y rehabilitación.

Respecto de unos y otros, se concede acción popular.

Art. 763.- Para el nombramiento de curador de los derechos eventuales


del que está por nacer, bastará que lo solicite la madre u otro
interesado, y que hayan presunciones de que ella está embarazada.

Art. 764.- Se nombrará curador de una herencia yacente, así que el


juez la declare tal y haya necesidad de asegurar los bienes
hereditarios, oído antes el agente fiscal.

Art. 765.- Las reclamaciones sobre los incidentes relativos a la


administración de la guarda, durante ésta, se resolverán en juicio
verbal sumario.
Parágrafo 2º.

De los juicios sobre las incapacidades, excusas


y remoción de los guardadores

Art. 766.- El guardador nombrado que quiera excusarse, o que no pueda


ejercer el cargo por incapacidad, debe hacerlo presente al juez,
dentro del término fijado en el Código Civil. Se correrá traslado de
la solicitud del guardador a dos de los parientes más próximos del
pupilo, de mayor edad y mejor juicio y al agente fiscal. Si éstos
convienen en la verdad de la incapacidad o justicia de la excusa, se
pronunciará sentencia; y si el juez la admite, nombrará otro
guardador.
Art. 767.- Si los parientes se oponen, fundándose en hechos
justificables, se concederá el término de diez días, para la prueba;
y, vencido, se pronunciará sentencia.

Art. 768.- Pendiente el juicio promovido por el guardador, seguirá


éste ejerciendo el cargo, hasta que se pronuncie sentencia y lo asuma
el nuevo guardador.

Art. 769.- En caso de que la incapacidad del guardador fuere


denunciada por un consanguíneo del pupilo, o por otro que tenga
derecho para ello, se oirá al guardador, y se observarán los mismos
trámites expresados en los artículos precedentes; pero desde que se
trabe la litis hasta que se ejecutoríe la sentencia, se hará cargo de
la guarda un curador interino.

Art. 770.- Las disposiciones precedentes son aplicables a las


incapacidades y excusas que sobrevengan al nombramiento del guardador.

Art. 771.- En segunda instancia se resolverá por sólo el mérito de lo


actuado.

Art. 772.- La remoción de un guardador se sustanciará en juicio


ordinario; y luego que se trabe la litis, se nombrará curador
interino, y el juez dictará las providencias necesarias para asegurar
la persona y bienes del pupilo.

Art. 773.- De la resolución que se dé a este respecto, no se concederá


apelación sino en el efecto devolutivo.

Art. 774.- El guardador que, por negligencia en la administración de


la guarda, por retardo en encargarse de ella, o por otro motivo
injustificable, hubiese causado daños o perjuicios al pupilo, será
condenado a indemnizarlos, en la misma sentencia que se pronuncie
sobre su excusa, incapacidad o remoción.

Art. 775.- El incapaz podrá recurrir al agente fiscal para que


provoque la remoción del guardador.

Sección 18ª.

Del remate voluntario y de la venta de bienes de


personas sujetas a guarda

Art. 776.- Si una persona que tiene la libre administración de sus


bienes, solicita que alguno de éstos se subaste, sin estar obligado a
ello, fijará la base de la subasta y se procederá en la forma
prescrita para el remate forzoso.

Art. 777.- La calificación de las posturas hará el solicitante, y


aceptada una de ellas por éste, no podrá retractarse, y el juez
expedirá el correspondiente auto de adjudicación.

Si son dos o más los solicitantes, y discuerdan sobre la calificación


de posturas, decidirá el juez.

Art. 778.- Si la venta de los bienes en que sea condueño un menor u


otro incapaz, se hace necesaria para la partición, el juez ordenará la
subasta, sin otro requisito.

Art. 779.- Para la venta o hipoteca de bienes raíces de menores o de


otras personas sujetas a tutela o curaduría, será oído e intervendrá
como parte uno de los agentes fiscales, con la obligación de
cerciorarse de la necesidad o conveniencia del acto. En caso de
manifiesta negligencia en el cumplimiento de este deber, será
civilmente responsable.
Si se trata de rematar bienes raíces, o muebles preciosos, o que
tengan valor de afección, pertenecientes a menores o a otras personas
que estén bajo tutela o curaduría, se justificará sumariamente la
necesidad, o utilidad de la venta; y el juez dispondrá que se haga
ésta en subasta, con las formalidades prescritas para el remate
forzoso; y será el juez quien acepte y califique las posturas.

Art. 780.- Si el incapaz estuviere sujeto a la patria potestad o a la


guarda de padre o madre, respectivamente, queda a voluntad del
representante legal, llenados los requisitos del artículo anterior,
verificar la venta por escritura pública o en subasta.

Sección 19ª.

Del juicio de expropiación

Art. 781.- Nadie puede ser privado de su propiedad raíz en virtud de


expropiación, sino en conformidad con las disposiciones de esta
Sección; sin perjuicio de lo que dispusieren leyes especiales sobre la
expropiación para construcción, ensanche y mejora de caminos,
ferrovías, aeropuertos y poblaciones.

Art. 782.- La tramitación del juicio de expropiación sólo tiene por


objeto determinar la cantidad que debe pagarse por concepto de precio
de la cosa expropiada, siempre que conste que se trata de expropiación
por causa de utilidad pública.

Art. 783.- La declaración de utilidad pública, para fines de


expropiación, sólo puede ser hecha por el Estado y las demás
instituciones del sector público, de acuerdo con las funciones que les
son propias y siempre que tal declaración sea aprobada, cuando fuere
del caso, por el ministerio respectivo.

La declaración de utilidad pública o social hecha por las entidades ya


indicadas, para proceder a la expropiación de inmuebles, no podrá ser
materia de discusión judicial, pero sí en la vía administrativa.

Art. 784.- El juicio de expropiación se tramitará ante los jueces de


lo civil, competentes por razón del territorio.

Si el dueño, o el poseedor del inmueble, a falta de aquél, residiere


fuera de la República, o se ignorare su paradero, la demanda de
expropiación será presentada ante el juez del territorio donde
estuviere el inmueble, y la citación al dueño o poseedor y a quienes
tuvieren derechos reales sobre la cosa, se entenderá hecha por
publicaciones realizadas de conformidad con el artículo 82 de esta Ley
y en el Registro Oficial.

Art. 785.- La demanda de expropiación debe ser presentada por el


Procurador General del Estado o por el funcionario que éste designare,
si se trata de una expropiación que interese al Estado. Para las
expropiaciones determinadas por las demás instituciones del sector
público, la demanda será presentada por sus respectivos personeros.

Art. 786.- A la demanda de expropiación se acompañarán los siguientes


documentos:

1.- Copia de la orden impartida al respectivo funcionario, para


demandar la expropiación, o el original de la misma orden;

2.- Certificado del respectivo registrador de la propiedad, para que


pueda conocerse quién es el dueño y los gravámenes que pesen sobre el
predio de cuya expropiación se trata. De no existir inscripción de la
propiedad, el registrador certificará esta circunstancia, y el juicio
se seguirá con la intervención del actual poseedor;

3.- Valor del fundo a que se refiera, en todo o en parte, la demanda


de expropiación, el que se fijará con arreglo al valor que tengan los
bienes o derechos expropiados al tiempo de iniciarse el expediente de
ocupación, sin tener en cuenta la plusvalía que resulte como
consecuencia directa del proyecto que motive la expropiación y sus
futuras ampliaciones.

Si el fundo no constare en el catastro, el Procurador General del


Estado o los personeros de las instituciones del sector público,
pedirán a la oficina correspondiente que practique el avalúo para que
pueda acompañarse a la demanda; y,

4.- Plano correspondiente a la parte del inmueble de cuya expropiación


se trata.

Art. 787.- La demanda expresará el área del terreno cuya expropiación


se pretende, así como la relación de esta área con la de todo el
fundo, con la indicación de las construcciones y plantaciones que
existen en dicha área. Se enunciará, además, el nombre y domicilio de
los dueños del predio y de las personas que, según el certificado del
registrador de la propiedad, tuvieren derechos reales o de
arrendamiento sobre el fundo. En la misma demanda se pedirá al juez
que, de acuerdo al Art. 252, nombre el perito o peritos que deben
intervenir para el avalúo del predio, en la parte que se trata de
expropiar.

Art. 788.- Presentada la demanda y siempre que se hayan llenado los


requisitos determinados en los artículos anteriores, el juez nombrará
perito o peritos, de conformidad con lo establecido en este Código,
para el avalúo del fundo. Al mismo tiempo, mandará que se cite a todas
las personas a que se refiere el artículo anterior, para que concurran
a hacer uso de sus derechos dentro del término de quince días, que
correrá simultáneamente para todos. En el mismo auto se fijará el
término dentro del cual el perito o peritos deben presentar su
informe, término que no excederá de quince días, contados desde el
vencimiento del anterior.

Art. 789.- En este juicio no se admitirá incidente alguno y todas las


observaciones de los interesados se atenderán y resolverán en la
sentencia.

Art. 790.- Para fijar el precio que debe pagarse por concepto de
indemnización, se tomará en cuenta el que aparezca de los documentos
que se acompañen a la demanda. Si se trata de expropiar una parte del
predio avaluado, el precio se fijará estableciendo la correspondiente
relación proporcional.

Sin embargo, cuando lo que se quiere expropiar comprenda una parte


principal del fundo, la de mayor valor, en relación con el resto;
cuando se trate de la parte de mejor calidad, con respecto al
sobrante, o en casos análogos; podrá establecerse un precio justo
según el dictamen del perito o peritos.

Art. 791.- El juez dictará sentencia dentro de ocho días de presentado


el informe pericial, y en ella se resolverá únicamente lo que diga
relación al precio que deba pagarse y a los reclamos que hayan
presentado los interesados.

Para fijar el precio el juez no está obligado a sujetarse al avalúo


establecido por la Dirección Nacional de Avalúos y Catastros, ni por
las municipalidades.
Art. 792.- De la sentencia que se dicte, habrá recurso de apelación en
el efecto devolutivo.

Elevados los autos al superior, éste fallará por el mérito del proceso
y sin otro trámite.

Art. 793.- La sentencia, al decretar la expropiación, fijará los


linderos de lo expropiado y el precio. Depositado éste, se
protocolizará la sentencia y se la inscribirá, para que sirva de
título de propiedad.

Art. 794.- Si el fundo de cuya expropiación se trate estuviere


afectado con hipoteca, anticresis u otro gravamen, se determinará en
la sentencia la parte de precio que debe entregarse al acreedor, por
concepto de su derecho, y se declarará, en mérito de tal pago,
cancelado el gravamen, en la sección del predio que es materia de la
expropiación. La parte de precio que deba entregarse al acreedor se
determinará mediante la relación entre el precio total del fundo y el
volumen de la deuda. El juez, con vista del certificado de depósito de
la cantidad determinada en la sentencia, ordenará la cancelación de la
inscripción del gravamen, en la parte del fundo que ha sido materia de
la expropiación.

Si se tratare de la expropiación total del fundo y resultare que el


precio de la expropiación fuere inferior al monto de lo adeudado, se
mandará pagar todo el precio al acreedor y se dispondrá la cancelación
del gravamen. Queda a salvo el derecho del acreedor, para el cobro del
saldo que quedare insoluto.

Art. 795.- Si al tiempo de decretarse la expropiación, el fundo


estuviere arrendado, en la sentencia se decretará la terminación del
arrendamiento, en la parte a que se contrae la expropiación y se
fijará la indemnización que, del precio, se debe pagar al
arrendatario, por tal concepto. Si se tratare de la expropiación de
todo el predio o si la parte afectada por la expropiación fuere de tal
magnitud que comprometa los resultados económicos del arrendamiento,
puede el juez, a solicitud del arrendatario, declarar terminado el
contrato de arrendamiento aún en la parte que no se comprenda en la
expropiación. Para decretarlo, el juez tendrá en cuenta lo que dispone
el Título XXV del Libro IV del Código Civil.

Art. 796.- Si el inmueble estuviere embargado, la expropiación se


llevará a cabo en todo caso; pero el precio se pondrá a disposición
del juez que hubiere decretado el embargo, quien, por el hecho de la
consignación, ordenará que se lo cancele.

En la misma forma se procederá si hubiere litigio pendiente sobre


propiedad o cualquier otro derecho real.

Art. 797.- Cuando se trate de expropiación urgente, considerada como


tal por la entidad que la demanda, se procederá a ocupar
inmediatamente el inmueble. Esta ocupación será decretada por el juez
en la primera providencia del juicio, siempre que, a la demanda, se
acompañe el precio que, a juicio del demandante, deba pagarse por lo
expropiado. El juicio continuará por los trámites señalados en los
artículos anteriores, para la fijación definitiva de dicho precio. La
orden de ocupación urgente es inapelable y se cumplirá sin demora.

Art. 798.- En este juicio no regirán los Arts. 588 y 589 del Código
Civil, sino cuando así lo pida el demandante. De solicitarlo, se
tomará en cuenta para fijar el monto de la indemnización.

Art. 799.- En caso de que, al hacerse expropiación parcial de un


inmueble, resultare que sólo queda para el dueño una parte inferior,
por extensión o precio, al quince por ciento de toda la propiedad, el
dueño del inmueble tiene derecho para que la compra se extienda a la
totalidad del predio, y así lo dispondrá el juez, en la sentencia.

Art. 800.- Los inmuebles que, con motivo de la apertura de vías


públicas, o por ensanche de éstas, tuvieren o quedaren con frente a
dichas vías o cercanos a las mismas y adquiriesen, por tal concepto,
un mayor valor, que no hubieren tenido de otro modo, pagarán al
Estado, al consejo provincial o a la municipalidad, según que se trate
de predios rústicos o urbanos, los tributos establecidos en la ley.

Art. 801.- Cuando existiesen, en el predio expropiado, instalaciones


industriales cuyo funcionamiento no pueda seguir por efecto de la
expropiación, se pagará también la indemnización correspondiente a
este daño.

En caso de que sea posible el traslado de tales instalaciones a otro


inmueble, dentro de la misma localidad, la indemnización puede
reducirse al costo del desmontaje, remoción, transporte y nuevo
montaje.

Art. 802.- Los honorarios del perito o peritos que intervengan en la


expropiación serán pagados por el demandante; pero, en ningún caso,
excederán del uno por ciento hasta cincuenta dólares de los Estados
Unidos de América; del cuatro por ciento en lo que exceda de esta
cantidad hasta doscientos cincuenta dólares de los Estados Unidos de
América, y del ocho por ciento de esta suma en adelante. La regulación
del honorario se hará en la sentencia.

Art. 803.- Si transcurrieren tres meses desde la última notificación


de la sentencia y no se consignare el precio determinado en la misma,
el juez, a solicitud de parte, declarará sin lugar la expropiación.
Será de cargo del demandante el pago de costas.
Art. 804.- Si la cosa expropiada no se destinare al objeto que motivó
la expropiación, dentro de un período de seis meses, contados desde
que se hizo la última notificación de la sentencia, o no se iniciaren
los trabajos dentro del mismo plazo, el dueño anterior puede
readquirirla, consignando el valor que se pagó por la expropiación,
ante el mismo juez y el mismo proceso.

La providencia que acepte la readquisición, se protocolizará e


inscribirá, para que sirva de título.

Art. 805.- Las transferencias de dominio que se produjeren en los


juicios de que trata esta Sección, no estarán sujetas al pago de los
impuestos de alcabala ni registro.

Art. 806.- Aquéllos que tuvieren derechos que no consten en el


correspondiente certificado de propiedad y gravámenes, y que se funden
en el Art. 589 del Código Civil, sólo podrán hacerlos valer contra
quien fue dueño o poseedor del inmueble al momento de la expropiación.

Sección 20ª.

Del juicio de consignación

Art. 807.- La oferta de pago por consignación, en los casos en que


pueda hacerse legalmente, se presentará, por escrito, acompañando o
insertando la minuta que establece el Código Civil; y el juez mandará
que el acreedor se presente a recibir la cosa ofrecida, dentro de
tercero día, a la hora que se le designe.

Art. 808.- Si se comparece y acepta la oferta, se le entregará la


cosa, se sentará el acta, y quedará concluido el juicio. Pero si no
comparece, o si se opone, por cualquier motivo, a la oferta, se hará
el depósito conforme a la ley.
Art. 809.- Hecho el depósito, se notificará al acreedor, con
intimación de que reciba, dentro de dos días, la cosa consignada.

Art. 810.- Si guarda silencio, se pronunciará sentencia, sin otra


solemnidad, declarando hecho el pago y extinguida la deuda; pero si
hace oposición, se sustanciará el juicio por la vía ordinaria,
comenzando por dar traslado al demandado.

Art. 811.- Si el deudor no comparece en el día y hora señalados en el


Art. 807, o no consigna la cosa ofrecida, se le condenará en las
costas y en los gastos de la comparecencia del acreedor.

Art. 812.- Si el acreedor está ausente del lugar en que debe hacerse
el pago, y no tiene allí legítimo representante, las diligencias de
que hablan los artículos anteriores, se entenderán con uno de los
agentes fiscales, previa información sumaria de la ausencia y de la
falta de representante.

Sección 21ª.

De la disolución voluntaria de la sociedad conyugal

Art. 813.- Cualquiera de los cónyuges, en todo tiempo, podrá demandar


al otro la disolución de la sociedad conyugal, acompañando copia o
certificación, conferida por el funcionario del Registro Civil, sobre
la inscripción del matrimonio.

Art. 814.- Con la demanda se correrá traslado al otro cónyuge, por el


término de tres días, dentro del cual el demandado podrá oponer
únicamente las siguientes excepciones: incompetencia del juez, falta
de personería de alguna de las partes e inexistencia de la sociedad
conyugal.

Art. 815.- Si se hubiere deducido alguna de las excepciones


especificadas en el artículo precedente, se abrirá la causa a prueba
por el término de cinco días, vencido el cual se pronunciará sentencia
dentro de tres días.

Sí no se hubieren opuesto excepciones, vencido el término del


traslado, se pronunciará sentencia dentro de tres días.

Art. 816.- También de consuno los cónyuges podrán pedir al juez o al


notario la disolución de la sociedad conyugal.

En el caso del notario se aplicará lo dispuesto en la Ley Notarial.

El juez les convocará a audiencia de conciliación y si en ella ambos


cónyuges insistieren en la demanda mediante sentencia expedida en la
misma audiencia, declarará disuelta la sociedad conyugal.

En el caso de solicitarse la disolución ante notario éste levantará un


acta en la que le declarará disuelta la sociedad conyugal o la
sociedad de bienes, según el caso, previo reconocimiento de las firmas
de los solicitantes ante el mismo notario, acompañando la partida de
matrimonio o sentencia de reconocimiento de la unión de hecho.
Transcurridos diez días de tal reconocimiento el notario convocará a
audiencia de conciliación en la cual, personalmente o por medio de
apoderados ratificarán su voluntad de declarar disuelta la sociedad de
gananciales o sociedad de bienes formada por el matrimonio o unión de
hecho. El acta respectiva se protocolizará en la notaría y su copia se
subinscribirá en el registro civil correspondiente, particular del
cual se tomará nota al margen del acta protocolizada.

Art. 817.- De la sentencia o del acta notarial no habrá ningún


recurso.
Art. 818.- Ejecutoriada la sentencia que acepte la disolución de la
sociedad conyugal, se la subinscribirá en el registro civil
correspondiente.

Art. 819.- Los cónyuges, excónyuges, según el caso podrán convenir,


mediante escritura pública, en la liquidación de la sociedad conyugal.
Este convenio será aprobado por el juez, si estuviere ceñido a la ley,
y se inscribirá en el registro de la propiedad correspondiente cuando
la liquidación comprendiere inmuebles. Previamente a la aprobación, el
juez dispondrá que mediante aviso, que se publicará por una vez en la
prensa en la forma prevista por el Art. 82, se haga conocer la
liquidación de la sociedad conyugal para los efectos legales
consiguientes. Transcurridos veinte días desde la publicación
pronunciará sentencia.

Art. 820.- Los mismos derechos, obligaciones, acciones y trámites


previstos en esta sección para los cónyuges, tendrán los convivientes
en unión de hecho en el caso de la sociedad de bienes formada por
estos últimos.

Sección 22ª.

Del juicio de exhibición

Art. 821.- Si se solicita la exhibición de cosas muebles, o de


documentos que deben exhibirse, para fundar una demanda o para
contestarla, se dispondrá que dentro de tres días haga la exhibición
la persona de quien se la pide.

Art. 822.- Si el que se presume tenedor de dichos documentos o cosas,


confiesa que se hallan en su poder, será obligado a la exhibición.

Art. 823.- Si se señala la persona que tiene dichos documentos, o la


oficina o archivo en que se encuentran, el juez dispondrá que los
exhiba el que los tiene, o que el empleado bajo cuya custodia se
encuentran, dé copia o compulsa de ellos.

Art. 824.- Si la persona a quien se mandó exhibir se opone a la


exhibición, y hay hechos justificables, se recibirá la causa a prueba
por seis días, pasados los cuales se dictará la resolución
correspondiente.

Art. 825.- Si la oposición no se funda en hechos justificados, oída la


otra parte, se dictará la respectiva resolución.

Art. 826.- Si la exhibición se pide como prueba, durante el término


probatorio concedido en la causa principal, no se suspenderá dicho
término, pero la petición se tramitará de conformidad con las
disposiciones anteriores. Hecha la exhibición, en virtud de lo
dispuesto en este artículo o por haberse seguido el trámite
determinado en los artículos anteriores, se hará de ella el mérito
correspondiente, en cualquier estado de la causa y en cualquier
circunstancia, antes de que llegue a ejecutoriarse la sentencia que dé
término al litigio.

Art. 827.- Si ordenada la exhibición no se la cumpliere dentro del


término señalado, se impondrá al renuente una multa de diez a cuarenta
dólares de los Estados Unidos de América por cada día de retardo,
según la cuantía del asunto. Esta multa no podrá exceder del valor
equivalente a noventa días.

Sección 23ª.

Del juicio verbal sumario


Art. 828.- Están sujetas al trámite que esta Sección establece las
demandas que, por disposición de la ley o por convenio de las partes,
deban sustanciarse verbal y sumariamente; las de liquidaciones de
intereses, frutos, daños y perjuicios, ordenadas en sentencia
ejecutoriada; las controversias relativas a predios urbanos entre
arrendador y arrendatario o subarrendatario, o entre arrendatario y
subarrendatario, y los asuntos comerciales que no tuviesen
procedimiento especial.

Art. 829.- Propuesta la demanda, el juez, de ser procedente el trámite


verbal sumario, lo declarará así y dispondrá que se entregue al
demandado la copia de la demanda, que el demandante debe acompañar a
ésta.

Art. 830.- Inmediatamente después de practicada la citación, el juez


señalará día y hora para la audiencia de conciliación, que tendrá
lugar dentro de un período de tiempo no menor de dos días ni mayor de
ocho, contados desde la fecha en que se expida la providencia que la
convoque.

Art. 831.- La audiencia de conciliación no podrá diferirse sino a


solicitud expresa y conjunta de ambas partes.

Art. 832.- De no concurrir el actor o el demandado a la audiencia de


conciliación se procederá en rebeldía.

Art. 833.- La audiencia de conciliación empezará por la contestación a


la demanda, que contendrá las excepciones, dilatorias y perentorias,
de que se crea asistido el demandado. Trabado así el litigio, el juez
procurará la conciliación y, de obtenerla, quedará concluido el
juicio.

Art. 834.- Propuesta la demanda, en este juicio, no podrá el actor


reformarla, tampoco se admitirá la reconvención, quedando a salvo el
derecho para ejercitar por separado la acción correspondiente, excepto
en el juicio de trabajo, en el que es admisible la reconvención conexa
la que será resuelta en sentencia, sin que por ello se altere el
trámite de la causa. En la audiencia, el actor podrá contestar la
reconvención; y, de no hacerlo, se tendrán como negados sus
fundamentos.

Art. 835.- De no obtenerse la conciliación y si se tratare de


liquidación de intereses, frutos, daños y perjuicios, ordenada por
sentencia ejecutoriada, en la que se hayan determinado las bases y el
modo de practicarla, el juez hará la liquidación en la misma audiencia
o dejará notificadas a las partes para practicarla dentro de los tres
días siguientes, pudiendo asesorarse con un perito, que él nombrará y
cuyo dictamen se agregará a la sentencia. De tratarse de cuestiones de
puro derecho, expedirá sentencia en el mismo acto o dentro de los tres
días siguientes.

Art. 836.- Si no existieren bases para la liquidación, o se tratare de


las demás controversias sujetas al trámite establecido en esta
Sección, de no haberse obtenido el acuerdo de las partes, y si se
hubieren alegado hechos que deben justificarse, el juez, en la misma
audiencia de conciliación, abrirá la causa a prueba por un término de
seis días.

Art. 837.- Concluido el término de prueba, el juez dictará sentencia,


dentro de cinco días. Para los efectos de la condena en costas, se
aplicarán las disposiciones pertinentes del juicio ordinario.

En el tiempo que corre desde la terminación de la prueba hasta la


expedición del fallo, pueden las partes presentar informes en derecho,
en defensa de sus intereses.
Art. 838.- El superior fallará por el merito de los autos, y del fallo
que se dicte se concederá los recursos que la ley permita.

Art. 839.- De tratarse de juicios prácticos, que requieren


conocimientos especiales, el juez se asesorará con un perito o peritos
que, para el efecto, debe nombrar, de acuerdo con el Art. 252, y que
emitirán su dictamen, con inspección o estudio particular que
hicieren, por sí solos o acompañados del juez, sin necesidad de dejar
constancia de este detalle. Dicho dictamen se dará dentro del término
que el juez señale.

Art. 840.- Cuando, por la naturaleza del pleito, se requiera el examen


o reconocimiento de la cosa litigiosa, la recepción de las pruebas
pertinentes se verificará en el lugar de la ubicación de dicha cosa, y
así lo advertirá el juez, en el auto que dicte al recibir la causa a
prueba. De ser necesaria la intervención pericial, se procederá en la
misma forma indicada en el artículo anterior.

Art. 841.- En los casos en que, invocándose la calidad de arrendador o


subarrendador, se demande, del actual ocupante de un predio urbano, el
pago de pensiones de arrendamiento o la desocupación y entrega del
predio, se presumirá existir el contrato de arrendamiento o
subarrendamiento, a menos que el demandado justifique tener derecho a
la posesión o a la tenencia, por cualquier otro título.

Art. 842.- Los muebles del demandado que no hubieren sido materia de
embargo o de retención, o que no reclame el dueño, se depositarán a
expensas de éste, previo inventario. El depósito durará hasta que el
dueño de los muebles los pida.

Art. 843.- La retención de que habla el Art. 1883 del Código Civil se
dictará por el juez, en cualquier estado del juicio sobre cesación de
arrendamiento o pago de pensiones conducticias, dentro del mismo
cuaderno en que se sustancie el juicio. La retención consistirá en la
orden de que el ocupante no pueda retirar del predio arrendado los
muebles, objetos o frutos existentes en el mismo predio y que no
fueren inembargables, en conformidad con lo que dispone el Art. 1634
del Código Civil. En el caso de que hubieren terceros que reclamen
derechos sobre tales bienes, la reclamación se sustanciará en cuaderno
separado, sin perjuicio de que se lleve a efecto la retención.

Art. 844.- Ningún incidente que se suscitare en este juicio, sea cual
fuere su naturaleza, podrá suspender el trámite. Todo incidente será
resuelto al tiempo de dictar sentencia.

Art. 845.- En el juicio verbal sumario que se efectúe para liquidar


intereses, frutos, daños y perjuicios ordenados en sentencia
ejecutoriada, el fallo no será susceptible de recurso alguno. En los
demás casos de juicio verbal sumario, se concederá el recurso de
apelación, únicamente, de la providencia que niegue el trámite verbal
sumario, o de la sentencia conforme al Art. 838.

No se aceptará escrito alguno, a no ser el de demanda y aquéllos que


exija la índole de la diligencia que va a efectuarse, como en los
casos de prueba, absolución de posiciones, informes en derecho y otros
análogos.

Si las solicitudes contravienen a lo dispuesto en el inciso precedente


para retardar la litis o perjudicar a la otra parte, el juez las
desechará de oficio, imponiendo al abogado que suscriba los escritos
la multa de cinco a veinte dólares de los Estados Unidos de América.

Art. 846.- Los terceros que, por cualquier concepto, se considerasen


perjudicados por alguna providencia dictada en el juicio verbal
sumario, deberán presentar su reclamo por separado.
Art. 847.- Al suscitarse controversia entre el abogado y su cliente,
por pago de honorarios, oirá el juez, en cuaderno separado y en juicio
verbal sumario, a la parte contra quien se dirija la reclamación.

Si hubiere hechos justificables, concederá seis días para la prueba, y


fallará aplicando el Art. 2021 del Código Civil. La resolución que
pronuncie no será susceptible de recurso de apelación, ni del de hecho
y se ejecutará por apremio.

Sección 24ª.

Del juicio de competencia

Art. 848.- El juez o tribunal que pretenda la inhibición de otro juez


o tribunal, para conocer de una causa, le pasará oficio en que,
expuestas las razones en que se funde, anuncie la competencia, si no
cede.

Art. 849.- El juez o tribunal requerido, acusará inmediatamente


recibo; y en el término de tres días, contados desde que recibió el
oficio, contestará cediendo o contradiciendo. En este segundo caso,
deberá exponer las razones en que se funde y aceptar la competencia.

Art. 850.- Con esta contestación, se dará por preparada y


suficientemente instruida la competencia; y, sin permitirse otra
actuación, se remitirán, salvo el caso del número 3 del Art. 20, al
superior a quien corresponda dirimir la competencia, las actuaciones
originales que hubieren formado respectivamente, los dos jueces.

Art. 851.- Recibidas las actuaciones en el juzgado o tribunal


superior, se fallará la causa dentro de los seis días siguientes.

Si hubiere hechos justificables, se recibirá la causa a prueba, por


cuatro días.

Art. 852.- En los juicios de competencia, caso de ser ésta denegada


por el superior, se condenará al juez provocante y a la parte que
hubiese pedido la competencia, al pago de costas y perjuicios y al de
una multa de dos a veinte dólares de los Estados Unidos de América al
juez provocante, y de cuatro a cuarenta dólares de los Estados Unidos
de América a la mencionada parte.

Art. 853.- Las indemnizaciones y multas serán de cargo del juez, si


éste hubiese provocado de oficio la competencia, y de cargo de la
parte provocante, en caso contrario.

Art. 854.- La resolución que recaiga se pondrá en conocimiento del


fiscal, y se comunicará inmediatamente, de oficio, a los tribunales y
juzgados correspondientes. No se concederá de ella ningún recurso.

Art. 855.- También habrá lugar a este juicio cuando un juez o tribunal
a quien se sometiere una causa, por haberse declarado otro
incompetente, resolviere asimismo no ser el asunto de su competencia
sino de la del primero.

En este caso, el juez o tribunal que dio la última declaración, a


petición de parte oficiará al anterior, para que, sin pérdida de
tiempo, eleve al superior sus actuaciones originales, y elevará del
mismo modo las propias para los efectos del Art. 850.

Sección 25ª.

Del juicio sobre recusación


Art. 856.- Un juez, sea de tribunal o de juzgado, puede ser recusado
por cualquiera de las partes, y debe separarse del conocimiento de la
causa, por alguno de los motivos siguientes:

1.- Ser cónyuge o conviviente en unión de hecho o pariente dentro del


cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad de alguna de las
partes, o de su representante legal, o de su mandatario, o de su
abogado defensor;

2.- Ser acreedor, deudor o garante de alguna de las partes, salvo


cuando lo fuere de las entidades del sector público, de las
instituciones del sistema financiero, o cooperativas. Habrá lugar a la
excusa o recusación establecida en este número sólo cuando conste el
crédito por documento público o por documento privado reconocido o
inscrito, con fecha anterior al juicio;

3.- Tener él o su cónyuge, o sus parientes dentro de los grados


expresados en el número 1, juicio con alguna de las partes o haberlo
tenido dentro de los dos años precedentes, si el juicio hubiese sido
civil, y de los cinco, si hubiese sido penal;

No serán motivos de excusa ni de recusación la demanda civil o la


querella que no sean anteriores al juicio;

4.- Tener interés personal en la causa por tratarse de sus negocios, o


de su cónyuge, o de sus parientes dentro del cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad;

5.- Ser asignatario, donatario, empleador, o socio de alguna de las


partes;

6.- Haber fallado en otra instancia y en el mismo juicio la cuestión


que se ventila u otra conexa con ella;

7.- Haber intervenido en el juicio, como parte, representante legal,


apoderado, defensor, agente del ministerio público, perito o testigo;

8.- Haber sido penado, multado o condenado en costas en la causa que


conocía, en caso de que la sanción le hubiese impuesto otro juez o
tribunal;

9.- Haber dado opinión o consejo sobre el juicio que conste por
escrito; y,

10.- No sustanciar el proceso en el triple del tiempo señalado por la


ley.

Art. 857.- Para los efectos de que trata esta Sección, se tendrá por
parte sólo a la persona directamente interesada en el juicio, o a su
representante legal; mas no a su procurador o mandatario, salvo que
éste fuere pariente del juez dentro del cuarto grado de consanguinidad
o segundo de afinidad.

Art. 858.- El juez que forma parte de un tribunal y tiene pendiente en


él un pleito propio, no podrá conocer de las causas de sus colegas,
mientras dicho pleito se halle en el tribunal.

Art. 859.- El fiscal no podrá dar dictamen en las causas en que sea
parte o defensor cualquiera de sus parientes dentro del cuarto grado
de consanguinidad o segundo de afinidad; en las de sus amigos íntimos
o enemigos manifiestos, ni en aquellas en que fuesen testigos. En las
demás, es irrecusable.

Art. 860.- No se admitirá demanda de recusación contra el juez que


conoce del juicio de recusación. Tampoco se admitirá más de dos
recusaciones respecto de una misma causa principal, sin perjuicio de
la obligación del juez de excusarse, en los casos previstos en el Art.
856 con excepción del número 10.

Art. 861.- Son causas de excusa o de recusación de los secretarios las


determinadas en el Art. 856, excepto las contenidas en los números 6,
8, 9, y 10.

Art. 862.- La recusación contra los ministros de las cortes se


propondrá ante sus colegas que estén hábiles; y si todos están
impedidos o comprendidos en la recusación, los recusados o impedidos
llamarán a los conjueces permanentes para que juzguen y resuelvan
sobre las excusas o recusaciones.

Si los recusados o impedidos no son todos, los restantes conocerán y


fallarán sobre el impedimento o recusación, sin necesidad de llamar
conjueces permanentes.

Art. 863.- La recusación contra los jueces de primera instancia, se


propondrá ante otro juez de la misma clase. Si no hubiere más de un
juez de la misma especialización, la recusación se propondrá ante un
juez de lo penal o de lo civil, según el caso, de la provincia o
cantón a que pertenezca; la de los agentes fiscales o secretarios,
ante el tribunal o juez de la causa en que intervengan.

Art. 864.- Los ministros, jueces y demás empleados de justicia que


fueren recusados, no intervendrán en la causa principal hasta que se
falle sobre la recusación la cual se sustanciará en cuaderno separado.

En caso de que se contraviniere a lo dispuesto en el inciso primero,


los actos que se hubieren ejecutado antes de que cause ejecutoria el
fallo que se pronunciare en los incidentes de inhibición o recusación,
serán nulos y de ningún valor.

La multa establecida en el Código Penal por delito de usurpación de


atribuciones, y la declaración de nulidad serán resueltas por el juez
que conoce del incidente de inhibición o recusación.

Art. 865.- La recusación no suspenderá el progreso de la causa


principal. Los que deban reemplazar a los recusados, seguirán
sustanciándola hasta que se falle sobre la recusación.

Art. 866.- El que debe reemplazar a los ministros o jueces contra


quienes se siga la recusación, continuará sustanciando la causa; mas
cuando ésta llegue al estado de pronunciarse el respectivo fallo, se
lo suspenderá hasta que termine el juicio de recusación. Sin embargo,
el juez subrogante podrá dictar sentencia después de transcurridos
sesenta días desde el vencimiento del término en que debió ser
fallada; sin perjuicio de que la ejecución de la sentencia pueda
corresponder al juez recusado, si la recusación se ha resuelto a su
favor.

Art. 867.- Las partes y todos los interesados en el juicio principal


podrán intervenir en el de recusación.

Art. 868.- La recusación puede proponerse en cualquier estado de la


causa.

Art. 869.- En los casos de los números 1, 3, 6, 7, 8, y 9, del Art.


856 se acompañará a la demanda, copia conferida, previa citación del
juez recusado, de las piezas que sirvan para comprobar el motivo de la
recusación. Sin tales pruebas, o si ellas no prestan mérito
suficiente, se negará de plano la demanda, y se impondrá al actor
multa de cincuenta a doscientos dólares de los Estados Unidos de
América.
Cuando, fundándose la demanda en el caso del número 2, se alegue que
es el juez deudor principal o garante del recusante, se acompañará a
la demanda el título de crédito, reconocido por el juez, o inscrito,
si fuere instrumento privado. Si se alega que el juez es acreedor de
una de las partes, bastará que él lo niegue para que la demanda sea
rechazada, con la multa establecida en el inciso precedente, y sin que
se suspenda la competencia del juez.

En los casos de los números 4 y 5 deberá acompañarse a la demanda, la


prueba sumaria, actuada con citación del juez recusado, y se
sustanciará el juicio sólo cuando la prueba justifique la causa
alegada.

Art. 870.- En los juicios de recusación no se admitirán solicitudes


que no sean de la parte o de persona que tenga en autos poder
suficiente. Toda solicitud que carezca de este requisito, se
considerará como no presentada.

Art. 871.- No podrá admitirse una recusación sin que se consigne,


previamente, la multa en que, según el Art. 876, debe ser condenado el
recusante, a no ser que éste sea pobre de solemnidad.

Art. 872.- Propuesta la recusación, se pedirá informe al funcionario


recusado, fijándole para ello el término de veinticuatro horas. Si el
motivo de la recusación estuviere justificado en autos, se resolverá
sin oír al recusado; y si no es de los determinados por la ley, se
rechazará de plano.

Art. 873.- Si en el informe conviene el recusado en la verdad y


legitimidad de la causa de recusación, se le declarará inhibido del
conocimiento del pleito; y si se opone, fundándose en razones de puro
derecho, se dará, dentro de segundo día, la correspondiente
resolución.

Art. 874.- Si la oposición se funda en hechos justificables, se


concederá el término probatorio de cuatro días, pasado el cual se
resolverá sin ninguna otra sustanciación.

Art. 875.- Si la recusación es declarada legal, seguirá conociendo el


subrogante. En caso contrario continuará interviniendo el recusado.

Art. 876.- Si se denegare la recusación, se impondrá al recusante


multa de cuatro dólares de los Estados Unidos de América, si la
recusación se refiere a uno o más ministros de la Corte Suprema; tres
dólares con veinte centavos de dólar de los Estados Unidos de América,
si a uno o más ministros de las cortes superiores; dos dólares con
cuarenta centavos de dólar de los Estados Unidos de América, si a un
juez de lo penal o juez de lo civil, u otros de primera instancia; un
dólar con sesenta centavos de dólar de los Estados Unidos de América,
si a un secretario relator, al fiscal o secretario de un juzgado.

Respecto de los conjueces, se aplicarán las disposiciones relativas a


los ministros.

Si el recusante es el Estado, no será condenado al pago de la multa.

Art. 877.- El juicio de recusación quedará abandonado por el hecho de


no continuarlo por quince días. El fiscal solicitará el abandono, en
los casos en que intervenga, so pena de multa de un dólar de los
Estados Unidos de América por cada día de demora.

Art. 878.- El juez contra quien se promueve juicio de recusación no


pagará tasas judiciales; si se negare la recusación, será de cargo del
actor; si se la aceptare, será de cuenta del juez.
Art. 879.- Los ministros, jueces y demás empleados de justicia que
tuvieren conocimiento de que hay respecto de ellos algún motivo de
recusación, lo harán presente, en el acto, al tribunal a que
pertenezcan, al juez de la causa, o al que deba subrogarles, sin
esperar que se les recuse.

El magistrado o conjuez que, al tiempo de la relación conozca su


impedimento, cuando antes no tuvo noticia de él, podrá manifestarlo
entonces o posteriormente. Si se le da por impedido, no se hará nueva
relación de la causa; sino que ésta se pasará al conjuez llamado por
la ley o al que se nombre.

Art. 880.- Los jueces que se excusen determinarán con precisión el


motivo a fin de que pueda calificarlo el juez respectivo. Sin este
requisito no se tomará en cuenta la excusa.

Art. 881.- El juez que, promovido un juicio en que pueda llegar a


conocer, diere consejo u opinión o incurriere en otro motivo de
excusa, será reprimido conforme el Código Penal.

Art. 882.- Si la excusa es susceptible de allanamiento, inmediatamente


se la hará saber a la parte a quien perjudique, a fin de que, en el
acto de la notificación o dentro de segundo día, exprese si se allana
o no en que siga conociendo el funcionario excusado.

Si guarda silencio o se allana, seguirá interviniendo; y si no se


allana expresamente, dejará de intervenir quien se excusó.

Art. 883.- No podrán allanarse las partes cuando la excusa del


ministro, conjuez o juez, se funde en alguna de las causas de los
números 1, 4, 6, 7, y 9 del Art. 856, o cuando alguno de estos
funcionarios tenga un litigio igual al que se va a juzgar.

En cuanto a los funcionarios determinados en el Art. 861, toda excusa


es allanable.

Art. 884.- Los defensores públicos podrán allanar, en las causas en


que intervengan, los impedimentos que afecten a los magistrados o
conjueces, de las cortes, y representarán a sus clientes, sin
necesidad de poder.

Art. 885.- Para que el subrogante conozca en la causa principal,


cuando se excuse un juez, bastará que la excusa, siendo legítima,
conste por escrito; y no será necesario ponerla en conocimiento de la
autoridad o corporación a quien corresponda el nombramiento del
principal o del subrogante.

Art. 886.- El juez subrogante a quien pase una causa por excusa de
otro que se crea impedido, podrá, si considera infundada tal excusa,
devolver el proceso en el mismo día, o, a más tardar, en el siguiente,
exponiendo sus razones. Caso de insistir en su excusa el primer juez,
y de no considerarla fundada el subrogante, remitirá éste el proceso
al superior, en el acto y sin notificación ni otra formalidad, para
que, dentro de dos días y solo por el mérito de los autos, decida
quien deba conocer.

Si el superior reside en otro cantón, se le remitirán los autos por el


próximo correo.

El superior podrá condenar en las costas, y aún en multa que no exceda


de un dólar de los Estados Unidos de América, al juez cuya insistencia
parezca temeraria.

De lo que resuelva el superior, no habrá recurso alguno.


Art. 887.- El juez o funcionario cuya excusa sea manifiestamente
ilegal, pagará las costas del incidente; y esta condena no será motivo
de nueva excusa, ni de suspensión del recurso de la causa.

El cobro de las costas se hará efectivo, por el juez subrogante, con


la copia auténtica del fallo que él dictó.

Art. 888.- El juez de primera instancia que no pueda asistir al


despacho por tener que ausentarse o por enfermedad, licencia u otro
motivo justo, pasará sin pérdida de tiempo un oficio al subrogante,
quien procederá a despachar sin entrar en la calificación del motivo.
Si actuare sin recibir el oficio, el proceso será nulo.

Art. 889.- Cualquier providencia o resolución dictada en los casos de


esta Sección, no será susceptible de recurso alguno.

Sección 26ª.

Del amparo de pobreza

Art. 890.- El que solicite amparo de pobreza se presentará ante el


juez competente para la causa en que ha de gozar del beneficio, con
una información de testigos que justifique no tener profesión, oficio
o propiedad que le produzca cinco dólares de los Estados Unidos de
América anuales o una finca valor de diez dólares de los Estados
Unidos de América. De la demanda se correrá traslado a la persona con
quien se va a litigar y al fiscal, o a quien haga las veces de éste.
Art. 891.- Si no hay oposición, se pronunciará sentencia, que declare
que el solicitante no debe pagar tasas judiciales.

Art. 892.- Si hay oposición, se concederá ocho días para las pruebas;
y, vencido este término, se pronunciará sentencia, que causará
ejecutoria.

Art. 893.- El amparo de pobreza aprovechará sólo en el pleito para el


cual se lo solicite. Si en éste vence el solicitante, con lo que
reciba pagará los honorarios de su defensor, las tasas judiciales u
otros derechos que hubieren sido de su cargo de no ser amparado; y si
es vencido, y el juez declara que ha procedido de mala fe, satisfará
las costas ocasionadas a la otra parte.

Art. 894.- Desde que se principie el juicio de amparo de pobreza, el


solicitante gozará de los mismos beneficios de que gozaría si ya
estuviere amparado; pero si se le deniega por sentencia ejecutoriada,
pagará los honorarios, las tasas judiciales u otros derechos, como en
el caso del artículo anterior.

Art. 895.- Cesarán los beneficios que produce el amparo de pobreza,


luego que el amparado adquiera bienes y fortuna.

Art. 896.- En los casos penales, laborales, de alimentos y de menores,


la administración de justicia será gratuita.

Pueden litigar sin pago de tasas judiciales:

1.- El Estado y sus instituciones; y,

2.- Los que litigan en juicio de expropiación.

Sección 27ª.

De las providencias preventivas


Art. 897.- Puede una persona, antes de presentar su demanda y en
cualquier estado del juicio, pedir el secuestro o la retención de la
cosa sobre que se va a litigar o se litiga, o de bienes que aseguren
el crédito.
Art. 898.- El secuestro o la retención se pedirá siempre al juez de
primera instancia, aún cuando la causa se halle ante la corte
superior.

Art. 899.- Para que se ordene el secuestro o la retención, es


necesario:

1.- Que se justifique, con pruebas instrumentales, la existencia del


crédito; y,

2.- Que se pruebe que los bienes del deudor se hallan en tal mal
estado, que no alcanzarán a cubrir la deuda, o que puedan desaparecer
u ocultarse, o que el deudor trata de enajenarlos.

Art. 900.- También podrá el juez en los casos permitidos por la ley, a
solicitud del acreedor, prohibir que el deudor enajene sus bienes
raíces, para lo cual se notificará al respectivo registrador de la
propiedad quien inscribirá la prohibición de enajenar sin cobrar
derechos.

Mientras subsista la inscripción no podrán enajenarse ni hipotecarse


los inmuebles cuya enajenación se ha prohibido, ni imponerse sobre
ellos gravamen alguno.

Para la prohibición de enajenar bienes raíces, bastará que se acompañe


prueba legal del crédito y de que el deudor, al realizar la
enajenación, no tendría otros bienes, raíces y saneados, suficientes
para el pago.

Art. 901.- En los casos de los artículos precedentes, puede admitirse


como prueba del crédito, una sentencia que lo declare, aunque haya
recurso pendiente, inclusive lo relativo a costas.

Art. 902.- Presentada la demanda sobre secuestro, retención o


prohibición de enajenar bienes raíces, el juez, si se hubiesen
acompañado las pruebas respectivas, lo decretará provisionalmente; y
en el mismo auto recibirá la causa a prueba, por el término común de
tres días, expirado el cual dará la resolución correspondiente, sin
otra sustanciación.

Si se trata de secuestro de bienes raíces, no se lo ordenará sino


después de expirado el término probatorio, caso de que las pruebas den
fundamento para ello.

La citación del auto de prueba se hará en la misma forma que en el


juicio ejecutivo.

Ninguna de las partes podrá presentar más de cuatro testigos.

Art. 903.- Si de las pruebas resultan justificados plenamente los


requisitos de los Arts. 899 y 900, el juez pronunciará auto de
secuestro, retención o prohibición de enajenar, según el caso.

Art. 904.- El acreedor vencido en estos juicios será condenado en


costas, daños y perjuicios. El deudor será también condenado en
costas, si hubiere litigado con temeridad o mala fe.

Art. 905.- El deudor podrá hacer cesar las providencias previstas en


los artículos precedentes, dando hipoteca o fianza que, a juicio del
juez, asegure el crédito.

Art. 906.- El secuestro tendrá lugar en los bienes muebles y en los


frutos de los raíces, y en los bienes raíces, sólo en los casos en que
se tema su deterioro.
Art. 907.- La retención se verificará en las rentas, créditos o bienes
que tenga el deudor en poder de un tercero, inclusive en las
tesorerías u otras oficinas públicas.

Art. 908.- El depositario será designado por el juez, de entre los


nombrados por la corte, y quedará sujeto a todas las obligaciones que
le impone la ley.

Art. 909.- Ordenada la retención, bastará que se notifique a la


persona en cuyo poder estén los bienes o derechos que se retengan,
para que ésta no pueda entregarlos sin orden judicial.

Art. 910.- Si la persona en cuyo poder se ha hecho la retención, no


reclama dentro de tres días, no podrá alegar después que no debe al
deudor, ni tiene ninguna cosa de éste.

Art. 911.- Si la retención se refiere a rentas, derechos u otros


bienes del deudor, sobre los cuales está conociendo otro juez, deberá
éste llevarla a efecto luego que reciba el oficio respectivo.

Art. 912.- El que tema que su deudor se ausente para eludir el


cumplimiento de una obligación, puede solicitar que se le prohíba
ausentarse, siempre que el acreedor justifique la existencia del
crédito, que el deudor es extranjero y que no tiene bienes raíces.

Art. 913.- El juez, si se justifican los particulares expresados en el


artículo anterior, dispondrá que inmediatamente se intime al deudor
que no debe ausentarse del lugar hasta que se concluya el juicio y sea
pagado el acreedor; a no ser que constituya apoderado expensado, y dé
seguridades de que pagará lo que ordene en la sentencia.

Art. 914.- Si el deudor quebranta la prohibición de ausentarse, podrá


ser aprehendido en cualquier lugar en que se le encuentre, y puesto a
disposición del juez competente.

Art. 915.- Si alguna persona solicita maliciosamente la prohibición de


ausencia, pagará todos los daños y perjuicios causados.

Art. 916.- Si el depositario malversa la cosa depositada, o es


negligente o descuidado en su administración, podrá ser removido y
condenado a pagar los daños y perjuicios.

Estas reclamaciones se sustanciarán como incidente del juicio, en


cuaderno separado.

Art. 917.- El secuestro de que trata esta Sección, tendrá lugar en los
casos a que se refieren los Arts. 945 y 946 inciso segundo, del Código
Civil, previa la respectiva información sumaria, aún cuando no
concurran las circunstancias que exigen los Arts. 899 y 900 de este
Código. Se procederá del mismo modo, si el litigio versa o ha de
versar entre el dueño y el tenedor o administrador de una cosa.

Si se trata de una cosa raíz, podrá cualquiera de las partes pedir que
inmediatamente se proceda al inventario, para que conste el verdadero
estado de la cosa; y el juez nombrará perito o peritos que hayan de
formar el inventario.

En estos casos se observará también el procedimiento prescrito en el


Art. 902 de este Código.

Art. 918.- En cualquier estado del juicio en que se reclame la


propiedad, si se ha hecho ya la citación de la demanda, podrá el juez
de la causa prohibir que se otorguen o inscriban escrituras de
enajenación o hipoteca de la cosa litigiosa; y si, contraviniendo a la
prohibición, se las otorgare, se podrá decretar el secuestro de la
misma cosa.
Art. 919.- La parte contra quien se pida el secuestro, podrá oponerse
prestando, en el acto, seguridad suficiente. De otro modo, no será
oída.

Art. 920.- El secuestro de bienes raíces se inscribirá en el registro


de la propiedad del cantón a que éstos pertenezcan; y mientras
subsista la inscripción no podrá inscribirse ninguna enajenación o
gravamen, excepto la venta en remate forzoso, sin perjuicio de los
derechos de terceros.

Art. 921.- Las resoluciones sobre secuestro, prohibición de enajenar,


retención, prohibición de ausentarse y remoción del depositario, no
serán apelables sino en el efecto devolutivo.

Art. 922.- En los juicios de que trata esta Sección, no se admitirá a


las partes ningún artículo; y, de suscitarse, el juez lo rechazará de
plano, imponiendo la pena de dos a cinco dólares de los Estados Unidos
de América, sin recurso alguno. La omisión de este deber será penada
por el superior, llegado el caso, con la misma multa.

Art. 923.- Caducarán el secuestro, la retención, la prohibición de


ausentarse y la de enajenar bienes raíces si, dentro de quince días de
ordenados, o de que se hizo exigible la obligación, no se propone la
demanda en lo principal; y el solicitante pagará, además, los daños y
perjuicios que tales órdenes hubiesen causado al deudor.

Caducarán, igualmente, si la expresada demanda dejare de continuarse


durante treinta días.

El inciso anterior es aplicable tanto a las providencias provisionales


como a las definitivas.

Sección 28ª.

De los apremios

Art. 924.- Apremios son las medidas coercitivas de que se vale un juez
o tribunal para que sean obedecidas sus providencias por las personas
que no las cumplen dentro de los términos respectivos.

Art. 925.- Hay apremio personal cuando las medidas coercitivas se


emplean para compeler a las personas a que cumplan, por sí, con las
órdenes del juez; y real, cuando la orden judicial puede cumplirse
aprehendiendo las cosas, o ejecutando los hechos a que ella se
refiere.

Art. 926.- Los apremios se ejecutarán por el alguacil o por la policía


judicial, sin el menor retardo y sin admitir solicitud alguna.

Art. 927.- Cuando se libre apremio personal, en tratándose de


alimentos, si la parte no lo cumple, será reducida a prisión.

Art. 928.- Se ejecutarán también por apremio personal, previa


instrucción fiscal y orden de juez competente, las disposiciones que
se den para devolución de procesos o para ejecutar providencias
urgentes, como depósito, posesión provisional, aseguración de bienes,
arraigo y las demás que estén expresamente determinadas en la ley. En
los demás casos solo habrá apremio real.

Si el apremiado no cumple inmediatamente con lo que el juez hubiese


dispuesto, será puesto a disposición del fiscal.

Para la ejecución del apremio, se entregará al alguacil o a la policía


judicial una boleta firmada por el juez y el secretario, la cual será
devuelta, y agregada a los autos después de practicada la diligencia.
Art. 929.- El que puede pedir apremio personal para el pago de dinero,
puede también solicitar embargo y remate de bienes; en cuyo caso se
observará lo dispuesto en el juicio ejecutivo.

Art. 930.- El apremio para la devolución de expedientes podrá


librarse, no sólo contra la persona con cuya garantía se hubieren
sacado, sino también contra cualquier otra en cuyo poder se pruebe que
existen dichos expedientes.
Podrá también librarse apremio contra el juez o secretario que no
ponga al despacho o no entregue los expedientes de su oficina, a menos
de constar haberlos entregado legalmente a otra persona.

Art. 931.- Si sólo se trata de una parte del expediente y no se


obtiene la restitución mediante el apremio, el juez o tribunal, a
petición de cualquiera de los interesados, recibirá la causa a prueba
por seis días, para que se justifique el contenido de las piezas no
devueltas; y a falta de prueba suficiente, deferirá acerca de esto al
juramento de la parte perjudicada por la no devolución. Con estos
datos, continuará la causa debiendo notificar al juez competente para
que ordene la excarcelación si fuere del caso.

Si el perjudicado no presta el juramento, o no determina el contenido


de las piezas no devueltas, ni hay otra prueba al respecto, se
prescindirá de ellas para la continuación de la causa debiendo
igualmente notificar al juez competente para que ordene la
excarcelación si fuere del caso.

De las resoluciones que se den respecto de la excarcelación del


apremiado, se concederá el recurso de apelación, sólo en el efecto
devolutivo.

Art. 932.- Ningún juez o tribunal podrá librar apremio personal ni


real, sin que le conste que está vencido el término dentro del cual
debió cumplirse la providencia o la obligación a que se refiere dicho
apremio.

Art. 933.- Para los efectos del artículo anterior, en toda solicitud
de apremio sentará el actuario la razón de estar vencido dicho
término.

Cuando la solicitud de apremio verse sobre el pago de alguna cantidad,


expresará también la que sea.

Si es para la devolución de autos, indicará, no sólo el día en que los


sacó la parte, sino también aquél en que debió haberlos sacado. Con
tal objeto, el actuario anotará, en el conocimiento, la fecha en que
notificó a la parte la providencia en virtud de la cual se hubiese
hecho la entrega de los autos, para que se cuente, desde esa fecha, el
término de apremiar.

Art. 934.- Si alguna de las partes solicita apremio antes de vencido


el término o después de cumplida la obligación, y en efecto se lo
libra, pagará una multa de veinte centavos de dólar a un dólar de los
Estados Unidos de América, e indemnizará los perjuicios causados al
apremiado. El juez pagará también una multa de veinticinco centavos de
dólar a un dólar de los Estados Unidos de América.

Art. 935.- Los peritos, no podrán hacer prenda de los procesos por los
honorarios que les deban los litigantes; y si la hicieren, perderán
sus honorarios, y pagarán una multa igual a la cantidad a que éstos
asciendan. El que se crea acreedor de honorarios pedirá verbalmente al
presidente del tribunal o al juez de la causa, que le haga pagar por
apremio real.
Art. 936.- Cuando uno de los litigantes hubiese suplido gastos o
expensas judiciales, tendrá derecho a ser reintegrado con una tercera
parte más de tales gastos o expensas.

Art. 937.- Toda providencia de apremio es inapelable.

Sección 29ª.

De la liquidación y cobro de costas

Art. 938.- Cuando hubiere condena en costas, el correspondiente


empleado las liquidará, sin necesidad de solicitud de parte.

Art. 939.- Luego que el expediente en que conste la liquidación de


costas, esté en poder del juez que debe mandar pagarlas, dispondrá
éste que oiga al deudor de ellas, para que, dentro de dos días, haga
las reclamaciones que tuviere por bien. Si no las hace dentro de este
término, se mandará pagar por apremio, sin oír ninguna excepción; y si
hay alguna reclamación en el término legal, el juez resolverá lo que
fuere justo. De esta resolución, que se ejecutará por apremio real, no
habrá ningún recurso.

Art. 940.- La obligación de pagar costas es solidaria para los


condenados en ellas.

Sección 30ª.

De la jurisdicción coactiva

Art. 941.- El procedimiento coactivo tiene por objeto hacer efectivo


el pago de lo que, por cualquier concepto, se deba al Estado y a sus
instituciones que por ley tienen este procedimiento; al Banco Central
del Ecuador y a los bancos del Sistema de Crédito de Fomento, por sus
créditos; al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social; y las demás
que contemple la ley.

Art. 942.- El procedimiento coactivo se ejerce privativamente por los


respectivos empleados recaudadores de las instituciones indicadas en
el artículo anterior. Tal ejercicio está sujeto a las prescripciones
de esta Sección, y, en su falta, a las reglas generales de este
Código, a las de la ley orgánica de cada institución, y a los
estatutos y reglamentos de la misma, en el orden indicado y siempre
que no haya contradicción con las leyes, en cuyo caso prevalecerán
éstas.

Respecto del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social se aplicará lo


dispuesto en la Ley de Seguridad Social.

Art. 943.- En caso de falta o impedimento del funcionario que debe


ejercer la coactiva, será subrogado por el que le sigue en jerarquía
dentro de la respectiva oficina, quien calificará la excusa o el
impedimento.

Art. 944.- Si las obras contratadas por particulares con cualquiera de


las instituciones de que trata el Art. 941 no se realizaren dentro del
plazo estipulado, se procederá a hacer efectivas las cauciones e
indemnizaciones, por el trámite coactivo.

Art. 945.- El procedimiento coactivo se ejercerá aparejando el


respectivo título de crédito, que consistirá en títulos ejecutivos;
catastros y cartas de pago legalmente emitidos; asientos de libros de
contabilidad; y, en general, en cualquier instrumento público que
pruebe la existencia de la obligación.

Art. 946.- El empleado recaudador no podrá iniciar el procedimiento


coactivo sino fundado en la orden de cobro, general o especial,
legalmente transmitida por la autoridad correspondiente. Esta orden de
cobro lleva implícita para el empleado recaudador, la facultad de
proceder al ejercicio de la coactiva.

Art. 947.- Si las rentas o impuestos se hubieren cedido a otro, por


contrato, la coactiva se ejercerá a petición del contratista por el
respectivo funcionario, quien no podrá excusarse sino por parentesco
dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad con el
contratista o el deudor.

Art. 948.- Para que se ejerza la coactiva, es necesario que la deuda


sea líquida, determinada y de plazo vencido, cuando lo hubiere.

Art. 949.- Si lo que se debe no es cantidad líquida, se citará al


deudor para que, dentro de veinticuatro horas, nombre un perito
contador que practique la liquidación junto con el que designe el
empleado recaudador. Si el deudor no designare perito contador,
verificará la liquidación sólo el que designe el empleado.

En caso de desacuerdo entre los dos peritos, decidirá un tercero


nombrado por el mismo funcionario.

Art. 950.- El informe se enviará a la autoridad superior encargada de


dar las órdenes de cobro al empleado recaudador.

Art. 951.- Fundado en la orden de cobro, y siempre que la deuda sea


líquida, determinada y de plazo vencido, el recaudador ordenará que el
deudor o fiador pague la deuda o dimita bienes dentro de tres días
contados desde que se le hizo saber esta resolución; apercibiéndole
que, de no hacerlo, se embargarán bienes equivalentes a la deuda,
intereses y costas.

Para el embargo se preferirán bienes muebles a inmuebles.

Art. 952.- La citación del auto de pago y del que ordene el


nombramiento de peritos para la liquidación, se harán en la forma que
se indica en el trámite del juicio ejecutivo.

Art. 953.- No es necesaria orden de cobro cuando el empleado inicia el


juicio en subrogación de una de las instituciones comprendidas en el
Art. 944 para el reintegro de lo que pagó por el deudor.

Art. 954.- Si la cantidad debida no excediere de dos dólares de los


Estados Unidos de América, el recaudador requerirá al deudor o al
garante para que la pague dentro del segundo día, y vencido este
término, se ordenará el embargo de bienes.

Art. 955.- El procedimiento para el embargo, avalúo y remate de


bienes, será el establecido para el juicio ejecutivo.

Art. 956.- El empleado recaudador podrá pedir la cancelación del


embargo anterior recaído sobre un inmueble, siempre que no fuere por
título hipotecario o pedido por otra institución del sector público.
Cancelado el embargo anterior, se inscribirá el ordenado por el que
ejercite la coactiva, y el primitivo acreedor podrá hacer tercería
coadyuvante.

Si el primer embargo fuere de muebles, se dispondrá su cancelación,


siempre que no se tratare de prenda. En este caso y en el de hipoteca,
se cancelará el embargo si el crédito reclamado fuere preferente de
primera clase.

Art. 957.- Toda deuda a las instituciones indicadas en esta Sección,


es solidaria entre los herederos de la persona deudora, pudiendo el
empleado intentar la acción por todo el crédito contra uno o más de
dichos herederos, quedando a salvo el derecho del o de los coactivados
para reintegrarse de las cuotas pagadas por los demás, en la misma vía
coactiva y con igual solidaridad.

Art. 958.- Podrá el empleado recaudador pedir la declaración de


insolvencia del deudor que careciere de bienes, o si los tuviere en
litigio, o embargados por créditos de mejor derecho.

Art. 959.- Si dentro del procedimiento coactivo se deduce tercería


coadyuvante, en el caso del Art. 956, inciso primero, el empleado la
tramitará y, después de hacerse pago de su crédito, depositará el
sobrante y mandará que el tercerista acuda al juez competente, excepto
cuando el tercerista alegue derecho preferente, en cuyo caso el
empleado depositará todo el producto del remate y enviará los autos al
juez competente, ante el que hará valer sus derechos.

Con relación a los créditos públicos no hay más derechos preferentes


que lo que el empleador deba al trabajador por salarios, sueldos,
indemnizaciones y pensiones jubilares; la hipoteca, la prenda y la
pensión alimenticia.

Art. 960.- Propuesta tercería excluyente, se suspenderá el


procedimiento coactivo y, dejando copia de él, se lo remitirá al juez
competente del cantón o provincia en que ejerce el cargo de
recaudador, según la cuantía de la tercería, para que la tramite.

El respectivo recaudador será parte en este juicio. Pero si tiene a


bien podrá ordenar el embargo de otros bienes del deudor o garante y
continuar el trámite de la coactiva sobre estos bienes.

Art. 961.- Las providencias que se dicten en estos procedimientos,


fuera de la sentencia, no son susceptibles de recurso alguno.
Tampoco se admitirán incidentes de ninguna clase y de suscitarse se
rechazarán de plano.

Art. 962.- Actuarán en estos procedimientos los secretarios titulares


de los recaudadores y, en su falta, por impedimento o excusa, el
secretario de la institución correspondiente o un secretario ad hoc
nombrado por el recaudador, que podrá ser uno de los empleados de su
oficina.

Los secretarios a los que les subroguen no podrán excusarse de


intervenir en el procedimiento, sino cuando sean parientes dentro del
cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad del deudor o
garante, o del contratista o del subrogante a cuya petición se ejerce
la coactiva.

Los empleados recaudadores y sus secretarios son irrecusables, a no


ser por causas legales, pero los procedimientos continuarán con los
subrogantes hasta que se falle sobre la recusación, que debe
intentarse ante el juez de lo civil.

Art. 963.- Los empleados recaudadores, con aprobación de su superior


jerárquico, podrán designar uno o más alguaciles rentados o no por la
institución, para el cobro de las rentas atrasadas. Si los alguaciles
no tuvieren renta, percibirán los derechos fijados en la ley.

Art. 964.- Cuando el secretario de los empleados recaudadores no fuere


abogado, podrán dichos empleados nombrar un abogado para que dirija el
procedimiento coactivo, previa aprobación de la autoridad superior. El
abogado percibirá por sus honorarios lo establecido en la ley.

Art. 965.- Las costas de la recaudación, incluyendo pago de peritos,


alguaciles, honorarios, certificados y otros, serán de cuenta del
coactivado.

Art. 966.- Son solemnidades sustanciales en este procedimiento:


1.- La calidad de empleado recaudador en el que ejercita la coactiva;

2.- La legitimidad de personería del deudor o fiador;

3.- Aparejar la coactiva con el título de crédito y la orden de cobro;

4.- Que la obligación sea líquida, determinada y de plazo vencido; y,

5.- Citación al deudor o al garante, del auto de pago o del que ordena
la liquidación, en su caso.

Art. 967.- Todas las autoridades civiles, militares y policiales están


obligados a prestar los auxilios que los empleados recaudadores les
soliciten para la recaudación de las rentas de su cargo.

Art. 968.- No se admitirán las excepciones del deudor, sus herederos o


fiadores, contra el procedimiento coactivo, sino después de consignada
la cantidad a que asciende la deuda, sus intereses y costas. La
consignación se hará con arreglo al Art. 196 de la Ley Orgánica de
Administración Financiera y Control, a órdenes del recaudador.

La consignación no significa pago.

La consignación no será exigible cuando las excepciones propuestas


versaren únicamente sobre falsificación de documentos con que se
apareja a la coactiva, o sobre prescripción de la acción, salvo lo
dispuesto en leyes especiales.

Art. 969.- Las excepciones se propondrán sólo antes de verificado el


remate de los bienes embargados en el procedimiento coactivo.

Salvo lo dispuesto en el inciso tercero del artículo anterior, las


excepciones deducidas sin previa consignación, serán desechadas de
plano por el empleado recaudador, como lo serán también las deducidas
después de término. Se continuará la ejecución coactiva prescindiendo
de ellas.

Art. 970.- Si el recaudador no fuere citado con el escrito de


excepciones, en los seis días siguientes en que tuvo lugar el
depósito, caducará el derecho de continuar el juicio en que se las
propuso y el mismo funcionario declarará concluida la coactiva, como
si la consignación hubiera sido en pago efectivo.

Art. 971.- Salvo lo dispuesto en el inciso tercero del Art. 968, para
presentar las excepciones ante el juez competente, el deudor
acompañará prueba de la consignación.

Art. 972.- El juez, cerciorándose de la consignación y depósito, si a


ello hubiere lugar, según el Art. 968 ordenará que en el libro
correspondiente se copie el escrito de excepciones, y proveerá el
escrito dando traslado de las excepciones al empleado, contratista o
subrogado, según el caso, por el término de dos días.

A petición del recaudador, o de oficio, se citará las excepciones a la


autoridad superior de la que emanó la orden de coactiva, la que podrá
intervenir en la causa y responderá de los perjuicios y costas, en su
caso.

Art. 973.- Si las excepciones fueren deducidas respecto de un


procedimiento coactivo iniciado a petición de un contratista, a éste
se le hará la citación que establece el artículo anterior, y con él
continuará el juicio, debiendo responder, en su caso, de las costas,
daños y perjuicios.
Art. 974.- Oído el empleado recaudador, o en rebeldía, el juez
recibirá la causa a prueba por el término de diez días, si hay hechos
que justificar.

Art. 975.- Vencido ese término, o si las excepciones fueren de puro


derecho, se concederán dos días para que aleguen las partes. Con los
alegatos, o en rebeldía, se pronunciará sentencia, previa
notificación.

Art. 976.- En la sentencia, se condenará al pago de daños, perjuicios


y costas, al empleado recaudador que hubiere procedido contra las
prescripciones de esta Sección.

Si la sentencia declara con lugar las excepciones, se elevará en


consulta al inmediato superior, aunque las partes no recurran.

La sentencia contendrá la orden de que el depositario entregue el


dinero depositado a la parte a quien haya favorecido el fallo.

Art. 977.- La sentencia será susceptible del recurso de segunda


instancia, para ante la Corte Superior, si dicha suma excede de
quinientos dólares de los Estados Unidos de América.

En segunda instancia se podrá conceder el término de seis días para la


prueba, vencido el cual se fallará sin otra sustanciación.

Art. 978.- Si el juicio en que se discuten las excepciones, se


suspendiere por treinta días hábiles, antes de la sentencia de primera
instancia, el juicio quedará terminado en favor de la institución
acreedora o de quien sus derechos represente. En los demás casos se
tendrá por no interpuesto el recurso y ejecutoriada y vigente la
sentencia de que se ha recurrido, quedando, por tanto, terminado el
juicio en favor del litigante a quien favoreciere esta sentencia, con
derecho a que se le entregue el depósito.

Sección 31ª.

Del juicio sobre indemnización de daños y perjuicios contra los


magistrados, jueces y funcionarios y empleados de la función judicial

Art. 979.- Habrá lugar a la acción de daños y perjuicios contra el


magistrado o juez que, en el ejercicio de su función causare perjuicio
económico a las partes o a terceros interesados, por retardo o
denegación de justicia, por quebrantamiento de leyes expresas, por
usurpación de funciones, por concesión de recursos denegados o rechazo
de recursos concedidos por la ley, en forma expresa, o por alteración
de sentencia al ejecutarla.

Procede, asimismo esta acción contra los actuarios y demás empleados


de la Función Judicial, que con su acción u omisión hubieran causado
perjuicio económico, por mala fe o por negligencia. Los registradores
y notarios responderán, especialmente, por los daños ocasionados en
idénticas circunstancias.

Art. 980.- La acción que se ejerza contra los magistrados de la Corte


Suprema de Justicia, de los tribunales distritales, de las cortes
superiores, será conocida y resuelta en primera instancia, por una de
las salas de lo civil de la Corte Suprema de Justicia, previo sorteo,
en el cual no podrá intervenir la sala a la que pertenezcan los
magistrados contra quienes se propongan las acciones que trata el
artículo anterior y en segunda instancia, por el Tribunal de la Corte
Suprema de Justicia, en Pleno, con la excepción contemplada en este
artículo.

En el conocimiento de estas causas no podrán intervenir los


magistrados accionados.
La Corte Suprema de Justicia conocerá de la acción que se proponga
contra los funcionarios y empleados de su dependencia. Los tribunales
distritales, de la deducida contra los funcionarios o empleados de sus
respectivas dependencias. Las cortes superiores, de la propuesta
contra los jueces, funcionarios y empleados de sus propios distritos.

Art. 981.- Deducida la demanda se pedirá informe al magistrado, juez,


funcionario o empleado, concediéndole el término de ocho días para que
conteste. Si se tratare de asuntos de puro derecho, con la
contestación o en rebeldía se pronunciará sentencia. Si hubieran
hechos que deban justificarse, se concederá un término probatorio de
seis días, vencido el cual se pronunciará sentencia dentro de quince
días.

El juez podrá disponer la práctica de las pruebas que estime


necesarias para el esclarecimiento de la verdad.

Art. 982.- Las partes para litigar no pagarán tasas judiciales.

Art. 983.- El trámite se seguirá en rebeldía del demandado que no


informe oportunamente y su silencio se tendrá como presunción de mala
fe.

Art. 984.- Si se admitiere la demanda, en la sentencia, se dispondrá


en forma precisa, el pago de los daños, perjuicios y costas
procesales. De haber lugar se pondrá en conocimiento del fiscal
competente.

En las causas que se promuevan en contra de los magistrados de la


Corte Suprema de Justicia, de las cortes superiores, de los tribunales
distritales de lo fiscal o de lo contencioso administrativo, de
haberse comprobado que la actuación fue maliciosa se hará constar
expresamente este particular en la sentencia.

Si la demanda fuera rechazada, se impondrá al actor la multa de


quinientos a dos mil dólares de los Estados Unidos de América y el
pago de costas.

Art. 985.- De la resolución que se pronuncie, sólo habrá recurso de


apelación. El superior fallará por el mérito de lo actuado, sin
perjuicio de la atribución concedida en el inciso segundo del artículo
981 de este Código.

Art. 986.- Si la demanda versare también sobre hechos que constituyan


infracción penal, se obtendrán copias que serán remitidas al fiscal
competente para efectos del enjuiciamiento penal, si procediere, sin
perjuicio de sustanciarla en lo concerniente a la acción civil.

Art. 987.- La acción que se concede en esta Sección, prescribirá en


seis meses, contados desde la fecha en que ocurrieron los actos
señalados en el artículo 979 de este Código.

TITULO III

DISPOSICIONES COMUNES

Art. 988.- El Presidente de la Corte Suprema y los de las cortes


superiores, en las causas civiles de que conozcan en primera
instancia, arreglaran el procedimiento a las formas establecidas en
este Código, según la cuantía del asunto y la naturaleza de los
juicios.

Art. 989.- La numeración de las fojas de los procesos se expresará en


letras; y si fuere necesario corregirla, se dejará legible la
anterior, y se salvará la enmendadura. Por la omisión de este deber,
incurrirá el actuario en multa de diez centavos de dólar a cincuenta
centavos de dólar de los Estados Unidos de América, sin perjuicio de
cualquier responsabilidad legal. Estas sanciones excluyen la nulidad
procesal.

Art. 990.- En las causas que interesen al Estado y a sus


instituciones, y que suban por consulta a los tribunales, se procederá
como en los casos de apelación, oyendo primero al fiscal y no habrá en
ellas deserción del recurso.

Art. 991.- Todo lo actuado ante el superior quedará original en la


respectiva secretaría u oficina, y sólo se devolverá al inferior el
proceso primitivo con la ejecutoria. En ésta no se insertará más que
la sentencia, auto o decreto del superior, a no ser que alguna de las
partes solicite que, a costa suya, se incluyan también otras piezas o
documentos.

Art. 992.- El que hubiese presentado en juicio un instrumento público


o privado, podrá, aún durante el pleito, pedir que se lo devuelva,
dejando compulsa o copia, en su caso, en los autos, previa
notificación a todos los interesados que intervinieren en el proceso;
pero está obligado a presentarlo cuando lo solicite aquélla o alguno
de éstos.

Art. 993.- En ningún tribunal ni juzgado presentarán las partes, en


apoyo de su derecho, procesos que deban estar archivados; pero podrán
pedir la acumulación, si la ley lo permite, o copia de las piezas que
necesiten para su defensa, sin necesidad de notificar a la parte
contraria, salvo que se tratare de obtener compulsas; entendiéndose
por parte contraria aquella contra quien se hará valer la compulsa.

Art. 994.- En los casos de pérdida o destrucción de procesos harán fe:

1.- La compulsa de la copia de los autos y sentencias que, conforme a


la Ley Orgánica de la Función Judicial, debe quedar en la secretaría
de las cortes; y,

2.- La compulsa de la copia de la demanda, contestación y sentencia de


primera instancia.

Art. 995.- Las copias mencionadas en el número 1 del artículo


anterior, deberán constar en un libro que al efecto se llevará, año
por año, en todos los juzgados de primera instancia.

Art. 996.- Los secretarios de las cortes y de los juzgados, cuidarán


de la formación y arreglo de los libros determinados en el artículo
precedente.

La inobservancia de esta disposición les hará responsables de los


perjuicios que de ellos se siguieren a las partes, pudiendo, además,
ser penados con multa hasta de diez dólares de los Estados Unidos de
América.

Los libros serán foliados y rubricados por el respectivo juez o


ministro, y se cerrarán, al fin de cada año, mediante acta que
expresará el número de fallos expedidos y será suscrita por el juez y
el secretario.

Art. 997.- El desahucio y el requerimiento de que trata el Código


Civil en el título del contrato de arrendamiento, se hará por una
boleta que, a solicitud de parte, dirigirá un juez de primera
instancia al arrendador o al arrendatario, respectivamente, si el
arrendamiento fuere de bienes raíces. En los demás casos bastará que
se haga constar dicho desahucio y requerimiento por la declaración de
dos testigos.
La boleta de que trata este artículo, se pedirá al juez, verbalmente,
y una vez entregada a la parte, el desahucio y el requerimiento
surtirán los efectos legales.

Art. 998.- En los asuntos judiciales que interesen a menores y que se


tramiten en la jurisdicción civil, no podrán resolverse sin dictamen
previo del juez de la niñez y adolescencia correspondiente.

Sin embargo, en los juicios en que el padre o la madre represente a


los hijos, inclusive a los adoptivos, o los menores son representados
por un curador legítimo o testamentario, no es necesario contarse con
el juez de la niñez y adolescencia, ni se requieren los dictámenes o
vistas de éstos, salvo el caso en que por razones especiales el juez,
en guarda de los intereses y para mayor protección de los menores,
estimen procedente oír al juez de la niñez y adolescencia.

Art. 999.- En el procedimiento voluntario o contencioso en que el


padre o la madre represente a los hijos, o el adoptante al adoptado,
no es necesaria la intervención del ministerio público. Tampoco lo es
en las actuaciones y en los juicios en que los menores son
representados por un guardador legítimo o testamentario, a menos que
el juez, por circunstancias especiales creyere conveniente que
intervenga dicho ministerio, en cuyo caso dispondrá que se cuente con
él. El padre, la madre o el guardador no pueden representar al hijo o
al pupilo, ni el adoptante al adoptado, cuando por la naturaleza del
asunto, hay oposición de intereses entre el representante y el
representado.

No se podrá representar al mismo tiempo a dos o más personas entre las


cuales haya oposición de intereses.

Art. 1000.- El juez dispondrá la inscripción en el registro de la


propiedad, en el registro mercantil o en la jefatura de tránsito,
según el caso, de las demandas que versen sobre dominio o posesión de
inmuebles o de muebles sujetos a registro, así como también de las
demandas que versen sobre demarcación y linderos, servidumbres,
expropiación, división de bienes comunes y acciones reales
inmobiliarias.

Antes de que se cite con la demanda se realizará la inscripción, que


se comprobará con el certificado respectivo. La omisión de este
requisito será subsanable en cualquier estado del juicio, pero por
ella se sancionará al actuario.

La inscripción de la demanda no impide que los bienes se enajenen


válidamente en remate forzoso y aún de modo privado, pero el fallo que
en el litigio recayere tendrá fuerza de cosa juzgada contra el
adquirente, aunque éste no haya comparecido en el juicio. Hecha la
inscripción del traspaso de dominio, el registrador la pondrá en
conocimiento del juez de la causa, dentro de tres días, mediante
oficio que se incorporará al proceso.

Si el vendedor citado con la demanda, no diere aviso al comprador del


litigio sobre la cosa que se vende, será culpable de fraude, además de
los daños y perjuicios causados al comprador. Se presumirá la falta de
dicho aviso si no hay constancia de ello en el instrumento de compra-
venta.

Si la sentencia fuere favorable al actor, el juez ordenará que se


cancelen los registros de transferencia, gravámenes y limitaciones al
dominio efectuados después de la inscripción de la demanda.

Caducará la inscripción de la demanda, si dentro de los tres meses


siguientes a ésta, no se hubiere citado al demandado, y en todos los
casos en que se declare el abandono de la primera instancia o del
juicio.
Art. 1001.- En el caso del artículo anterior, si se presenta el
adquirente, la parte contraria podrá exigir que también se siga
contando con el antecesor.

En este último caso, el antecesor y los sucesores en el derecho


deberán constituir un solo procurador en el juicio, y serán
solidariamente responsables del cumplimiento del fallo y de las costas
en que fueron condenados.

Art. 1002.- Si están secuestrados los bienes cuya propiedad se litiga,


se observará lo dispuesto en los dos artículos anteriores.

Art. 1003.- No se inscribirán otras sentencias que las expresamente


designadas en este Código y la del Art. 705 del Código Civil. Las
demás, no necesitan de tal requisito, ni se cobrará por ellas el
derecho fiscal de registro.

Tampoco causará derechos fiscales de registro la inscripción de los


secuestros, embargos y demandas, ni la anotación de las prohibiciones.

Art. 1004.- En cuanto a los efectos que surte la falta de inscripción,


se estará a lo que prescribe el Código Civil.

Art. 1005.- Cuando los peritos contadores fueren abogados, podrán


estipular su honorario, y a falta de estipulación, percibirán los
derechos fijados por el juez.

Art. 1006.- Cuando se señale día y hora para que tenga lugar una
diligencia judicial, se considerará que ha incurrido en rebeldía por
falta de comparecencia, la parte que no ha concurrido trascurridos
diez minutos después de la hora fijada.

Art. 1007.- Siempre que se presente una demanda, solicitud, pedimento,


alegato o cualquiera otra exposición, pertinente a un juicio, la parte
que la presente está obligada a acompañar, autorizada con su firma y
con la del abogado que la patrocina, tantas copias como partes
intervengan en el juicio, para ser entregados a cada una de dichas
partes, previa certificación, que pondrá el secretario, respecto de la
exactitud de tales copias.

Lo mismo se observará cuando se presente nóminas de testigos.

El actuario no recibirá escrito alguno que no se presente acompañado


de las copias que determina este artículo y, si de hecho lo recibe, no
se le dará curso hasta que se presenten las copias; pero en todo caso
se pondrá la fe de presentación.

Si en una causa o procedimiento judicial hubiere más de cinco partes,


excluida la que presenta el escrito, se acompañarán cuatro copias,
para que sean entregadas a cada una de las que hubieren sido
designadas por sorteo que, por una sola vez, se practicará al
iniciarse el procedimiento, dejando constancia en acta suscrita por el
juez y el secretario, si lo hubiere.

Si cada parte se compusiere de dos o más personas, se acompañará una


sola copia para éstas, que se entregará a cualquiera de ellas o al
procurador común. Igual cosa se observará cuando varios interesados
estuviesen en el caso de constituir un solo procurador, haya o no
orden judicial al respecto, pero que se la expedirá necesariamente en
los casos y con los efectos previstos por la ley.

No se acompañará copia cuando la parte o partes hubieren sido


declarados rebeldes y, en general, en los casos en que no deban ser
notificados.
Art. 1008.- Ni aún con orden judicial será permitida la entrega de los
procesos a personas que no sean los funcionarios, empleados y
auxiliares de la Función Judicial, que intervengan en tales procesos,
por razón de su cargo. En ningún caso se entregarán a las partes ni a
sus representantes o mandatarios, sin perjuicio de lo dispuesto en el
Art. 928 de este Código.

La violación de esta disposición será penada con la destitución del


actuario responsable.

Se exceptúan los casos previstos en el Código de Procedimiento Penal,


para la justificación de la existencia de la infracción.

Art. 1009.- Los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, en las


sentencias y autos con fuerza de sentencia, cuando dicha Corte actúe
como tribunal de instancia, tendrán la facultad de aplicar el criterio
judicial de equidad, en todos aquéllos casos en que consideren
necesaria dicha aplicación, para que no queden sacrificados los
intereses de la justicia por sólo la falta de formalidades legales.

Art. 1010.- Cuando una persona no sepa o no pueda firmar y comparezca


por primera vez en juicio o actuaciones judiciales, concurrirá ante el
respectivo actuario y estampará, al pie del escrito, la huella
digital. El actuario dejará constancia de estos particulares, así como
el número de la cédula de identidad o ciudadanía, la fecha en que fue
extendida ésta y la oficina que la expidió.

Si no hubiere obtenido la cédula de identidad o ciudadanía podrá


comparecer, firmando a ruego, su defensor.

En las peticiones o solicitudes posteriores, el compareciente, al lado


de la firma del testigo que suscriba o de la del defensor, estampará
la huella digital.

No se admitirán escritos en los que se firme por ruego o autorización


del compareciente que sepa firmar. Se exceptúa de esta disposición a
los abogados que hayan intervenido como defensores o estén
interviniendo en tal calidad y a los que intervengan por primera vez.

Art. 1011.- La Policía Judicial o los alguaciles no podrán comisionar


a otra persona los embargos de bienes, ni otra diligencia.

Si retardaren más de dos días, sin justa causa que calificará el juez,
la práctica de los embargos o apremios, pagarán multa de cuatro
centavos de dólar de los Estados Unidos de América diarios, que les
impondrá el juez, bajo su responsabilidad. Lo mismo se aplicará si
demoraren cualquier diligencia de su cargo por más del término
señalado por el juez o la ley. El juez podrá también destituirlos en
casos de grave retardo, a solicitud de parte. Si retardaren por más de
veinte y cuatro horas, sin justa causa, la entrega de dinero o
especies que debiesen consignar en el juzgado o en poder del
respectivo interesado, podrán ser destituidos a solicitud de parte, y
constreñidos, por apremio personal o real, a la inmediata entrega; sin
perjuicio de las sanciones establecidas en el Código Penal.

Art. 1012.- En el ejercicio de la jurisdicción contenciosa, el juez de


primera instancia o el de segunda en su caso, hallándose la causa en
estado de prueba y antes de conceder término para ésta, convocará a
las partes a una junta de conciliación, señalando día y hora; junta
que no podrá postergarse ni continuarse por más de una vez. Procurará
el juez, por todos los medios aconsejados prudentemente por la
equidad, hacer que los contendientes lleguen a un avenimiento. De
haberlo, aprobará el juez y terminará el pleito; de otra manera,
continuará sustanciando la causa.
En los casos en que este Código establece la junta de conciliación de
una manera especial, se estará a lo que disponga la regla
correspondiente.

Art. 1013.- En todo asunto de jurisdicción voluntaria, inclusive en


los actos preparatorios, presentada la demanda o solicitud inicial, el
juez examinará y declarará si ésta reúne o no los requisitos legales
para calificarla de clara y precisa.

En caso negativo, ordenará el juez que las partes, respectivamente,


rectifiquen las faltas anotadas y llenen los requisitos necesarios
para que pueda conocerse los puntos determinados con claridad y
precisión.

Es aplicable al caso de este artículo lo establecido en el inciso


segundo del artículo anterior.

Art. 1014.- La violación del trámite correspondiente a la naturaleza


del asunto o al de la causa que se esté juzgando, anula el proceso; y
los juzgados y tribunales declararán la nulidad, de oficio o a
petición de parte, siempre que dicha violación hubiese influido o
pudiere influir en la decisión de la causa, observando, en lo demás,
las reglas generales y especialmente lo dispuesto en los Arts. 355,
356 y 357.

Art. 1015.- El juez que conozca el juicio, tramitará verbal y


sumariamente todo incidente o reclamación, inclusive la rendición de
cuentas del depositario, en cuyo caso, sin perjuicio de aplicar lo
dispuesto por el Art. 141 de la Ley Orgánica de la Función Judicial si
hubiere culpabilidad del depositario, ordenará su detención y le
pondrá inmediatamente en conocimiento del fiscal competente.

Art. 1016.- En los juicios contenciosos que se siguen ante los jueces
de lo civil, pedidos autos para sentencia, o concluido el término
probatorio en lo principal, cualquiera de las partes tiene derecho a
solicitar que se le permita alegar, verbalmente, en estrados.

Presentada la solicitud, el juez señalará día y hora para la


audiencia, que será pública, en decreto que se notificará a las
partes, quienes podrán intervenir en ella si lo quisieren. El día
señalado, el juez y su secretario oirán a la parte que solicitó la
audiencia. La otra parte podrá replicar, pero ninguna de las partes
podrá hablar sino una vez. No se suscribirá acta alguna. El secretario
sentará en el proceso una razón que indique solamente que la audiencia
tuvo lugar y quienes hicieron uso de la palabra en ella.

El juez puede, en la audiencia, pedir a las partes los informes y


explicaciones verbales que estime conveniente.

Art. 1017.- Las resoluciones que se expidieren en asuntos de comercio


fuera del litigio, en los casos no expresamente prohibidos por la ley,
serán susceptibles de apelación ante la corte superior del respectivo
distrito, la cual fallará dentro de ocho días de haber recibido el
proceso. De lo que resolviere la corte no habrá otro recurso.

DISPOSICION TRANSITORIA UNICA

En los lugares donde no se hayan habilitado casillas judiciales, se


tomarán en cuenta las siguientes disposiciones:

Todo el que fuere parte de un proceso judicial, designará la


habitación en que ha de ser notificado, la que no podrá distar más de
un kilómetro de la correspondiente oficina de despacho. No se hará
notificación alguna a la parte que no llenare este requisito.
Una vez designada la habitación, las notificaciones se harán en ella,
o personalmente a la parte, dentro o fuera de la oficina, conforme a
las reglas generales. Si no se encontrare a la persona que debe ser
notificada, se la notificará por boleta dejada en la correspondiente
habitación, a cualquier individuo de su familia o personal de
servicio; y si no hubiere a quien entregar la boleta, se la fijará en
las puertas de la referida habitación, y sentará la diligencia el
funcionario respectivo.

Las notificaciones se harán desde las ocho hasta las dieciocho horas,
a más tardar dentro de las veinticuatro horas, contadas desde aquella
en que se firmare la providencia.

Las notificaciones se harán por una boleta, aún cuando constare que la
parte se ha ausentado.

DISPOSICION FINAL.- Esta Ley, sus reformas y derogatorias, entraron en


vigencia desde las fechas de las respectivas publicaciones en el
Registro Oficial.

En adelante cítese su nueva numeración.

LA COMISION DE LEGISLACION Y CODIFICACION

Esta Codificación fue elaborada por la Comisión de Legislación y


Codificación, de acuerdo con lo dispuesto en el número 2 del Art. 139
de la Constitución Política de la República.

Cumplidos los presupuestos del Art. 160 de la Constitución Política de


la República, publíquese en el Registro Oficial.

Quito, 26 de abril del 2005.

f.) Dr. Carlos Duque Carrera, Presidente.

f.) Dr. Jacinto Loaiza Mateus, Vocal.

f.) Dr. José Chalco Quezada, Vocal.

f.) Dr. Italo Ordóñez Vásquez, Vocal.

f.) Dr. José Vásquez Castro, Vocal.


CERTIFICO: En la discusión, análisis y aprobación de esta
Codificación, participaron los señores doctores Ramón Rodríguez Noboa
y Carlos Serrano Aguilar, Vocales de la Comisión de Legislación y
Codificación en funciones hasta el día 8 de diciembre del 2004, en que
feneció su período.

Quito, 26 de abril del 2005.

f.) Dr. Pablo Pazmiño Vinueza, Secretario de la Comisión de


Legislación y Codificación (E).

FUENTES DE LA CODIFICACION DEL


CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

1.- Constitución Política de la República, publicada en el Registro


Oficial No. 1 de fecha 11 de agosto de 1998.

2.- Código de Derecho Internacional Privado, publicado en el


Suplemento del Registro Oficial No. 1202 de fecha 20 de agosto de
1960.

3.- Codificación del Código de Comercio, publicado en el Suplemento


del Registro Oficial No. 1202 de fecha 20 de agosto de 1960.
4.- Ley de Aranceles y Derechos Judiciales, R. O. Nº 1202 de 20 de
agosto de 1960.

5.- Decreto Supremo No. 548-E, Registro Oficial No. 99 de 8 de


noviembre de 1963.

6.- Decreto Nº 1423, R. O. Nº 296 de 22 de junio de 1964.

7.- Ley Notarial, Registro Oficial No. 150 de 28 de octubre de 1966.

8.- D. S. 1496, R. O. Nº 154 de 7 noviembre de 1966.

9.- Código Civil, Suplemento del Registro Oficial No. 104 de 20 de


noviembre de 1970.

10.- Ley de Régimen Municipal, Suplemento del Registro Oficial No. 331
de 15 de octubre 1971.

11.- Ley Orgánica de la Función Judicial, Decreto 891, Registro


Oficial No. 636 de 11 de septiembre 1974.

12.- Código Tributario, Suplemento del Registro Oficial No. 958 de 23


de diciembre de 1975.

13.- Ley de Registro Civil, Identificación y Cedulación, Ley No. 278,


Registro Oficial No. 70 de 21 de abril de 1976.

14.- Decreto Supremo No. 3070, Registro Oficial No. 735 de 20 de


diciembre de 1978.

15.- Ley No. 41, Registro Oficial No. 245 de 5 de agosto de 1980.

16.- Ley 104-PCL, Registro Oficial No. 315 de 26 de agosto de 1982.

17.- Ley que Regula las Uniones de Hecho, Ley No. 115, Registro
Oficial No. 399 de 29 de diciembre 1982.

18.- Ley No. 115 que regula las uniones de hecho, Registro Oficial No.
399 de 29 de diciembre de 1982.

19.- Ley 35, Registro Oficial No. 476 de fecha 10 de julio de 1986.

20.- Ley de Impuesto a las Herencias, Legados y Donaciones, Registro


Oficial No. 532 de 29 de septiembre de 1986.

21.- Codificación del Código de Procedimiento Civil, Suplemento del


Registro Oficial No. 687 de 18 de mayo de 1987.

22.- Fe de Erratas, Registro Oficial No. 706 del 12 de junio de 1987.

23.- Ley 43, Ley Reformatoria al Código Civil, Registro Oficial No.
256-S, de 18 de agosto de 1989.

24.- Ley de Régimen Tributario Interno, Registro Oficial No. 341 de 22


de diciembre de 1989.

25.- Ley 20, Suplemento del Registro Oficial No. 93 del 23 de


diciembre de 1992.

26.- Código de Procedimiento Penal, R. O. No. 360 de 13 de enero de


1993.

27.- Ley de Casación, Ley 27 PCL, Registro Oficial No. 192 de fecha 18
de mayo de 1993.
28.- Ley de Mercado de Valores, Ley 31- PCL, Suplemento del Registro
Oficial No. 199 de 28 de mayo de 1993.

29.- Ley de Modernización del Estado, Privatizaciones y Prestación de


Servicios Públicos por parte de la Iniciativa Privada, Ley 50,
Registro Oficial No. 349 de 31 de diciembre de 1993.

30.- Ley 52, General del Sistema Financiero, R. O. No. 439 de 12 de


mayo de 1994.

31.- Ley General de Instituciones del Sistema Financiero, Ley 52,


Suplemento del Registro Oficial No. 439 de 12 de mayo de 1994.

32.- Decreto No. 1820, Registro Oficial No. 461 de 14 de junio de


1994.

33.- Ley 72, Suplemento del Registro Oficial No. 574 de 23 de


noviembre de 1994.

34.- Constitución Política de la República del Ecuador Codificada, R.


O. No. 969 de 18 de junio de 1996.

35.- Ley s/n, Registro Oficial No. 64-S de 8 de noviembre de 1996.

36.- Ley Orgánica del Ministerio Público, Ley s/n, Registro Oficial
No. 26 de 19 de marzo de 1997.

37.- Ley de Desarrollo Agrario, Registro Oficial No. 55 de fecha 30 de


abril de 1997.

38.- Ley de Arbitraje y Mediación, Registro Oficial No. 145 de fecha 4


de septiembre de 1997.

39.- Ley Especial Interpretativa y de reformas a la Ley Orgánica de la


Función Judicial, Ley No. 29, Suplemento del Registro Oficial No. 168
de 7 de octubre de 1997.

40.- Ley s/n R. O. No. 145 de 4 de noviembre de 1997.

41.- Ley Orgánica de la Función Judicial, Ley 39, Suplemento del


Registro Oficial No. 201 de 25 de noviembre de 1997.

42.- Ley Orgánica de la Procuraduría General del Estado, R. O. No. 335


de 9 de junio de 1998.

43.- Ley 107, PCL, Registro Oficial No. 367 de 23 de julio de 1998.

44.- Código de Procedimiento Penal, Ley s/n, Registro Oficial No. 360-
S de fecha 13 de enero del 2000.

45.- Ley de Transformación Económica del Ecuador, Ley 2000-4, R. O.


No. 34 de 13 de marzo del 2000.

46.- Ley Reformatoria a la Ley de Transformación Económica del


Ecuador, Ley 2000-10, R. O. No. 48 de 31 de marzo del 2000.

47.- Codificación de la Ley de Inquilinato, R. O. No. 96 de 1 de


noviembre del 2000.

48.- Ley Orgánica de la Procuraduría General del Estado, Ley 2001- 45,
Registro Oficial No. 372 de fecha 19 de julio del 2001.

49.- Codificación de la Ley General de Instituciones del Sistema


Financiero, Registro Oficial No. 250 de 23 de enero 2001.
50.- Ley de Creación de Tasas Judiciales y Orgánica Reformatoria a la
Ley Orgánica del Consejo Nacional de la Judicatura, Ley 2001-54,
Registro Oficial No. 464, de 29 de noviembre del 2001.

51.- Codificación s/n, Ley General de Instituciones del Sistema


Financiero, Registro Oficial No. 465-S de 30 de noviembre del 2001.

52.- Ley 55. – Ley de Seguridad Social, Suplemento del Registro


Oficial No. 465 de 30 de noviembre del 2001.

53.- Ley de Comercio Electrónico, Firmas Electrónicas y Mensajes de


Datos, Ley 2002- 67, Registro Oficial No. 557 de 17 de abril del 2002.

54.- Ley de Cheques reformada por el artículo 1 de la Ley 2002-70, R.


O. No. 572 de 9 de mayo del 2002.

55.- Decreto Ejecutivo No. 2971, R. O. No. 647 de 23 de agosto de


2002.

56.- Decreto Ejecutivo No. 3156 R. O. No. 681 de 11 de octubre de


2002.

57.- Código de la Niñez y Adolescencia, Ley 2002-100, Registro Oficial


No. 737 de 3 de enero del 2003.

58.- Ley de Casación, Codificación 1, Registro Oficial Suplemento No.


299 de 24 de marzo del 2004.

CONCORDANCIAS DE LA CODIFICACION DEL


CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

Nº ANTERIOR Nº ACTUAL Nº ANTERIOR Nº ACTUAL Nº ANTERIOR Nº ACTUAL


1 1 60 56 115 111
2 2 61 57 116 112
3 3 62 58 117 113
4 4 63 59 118 114
5 5 64 60 119 115
6 6 65 61 120 116
7 7 66 62 121 117
8 y 9 8 67 63 122 118
10 9 68 64 123 119
11 10 69 65 124 120
12 11 70 66 125 121
13 12 71 67 126 122
14 13 72 68 127 123
15 14 73 69 128 124
16 15 74 70 129 125
17 16 75 71 130 126
18 17 76 72 131 127
19 18 77 73 132 128
20 19 78 74 133 129
21 20 79 75 134 130
22 21 80 76 135 131
23 22 81 77 136 132
24 23 - 78 137 133
25 24 82 79 138 134
26 25 83 - 139 135
27 26 84 80 140 136
28 27 85 81 141 137
29 28 86 82 142 138
30 29 87 83 143 139
31 30 88 84 144 140
32 31 89 85 145 141
33 32 90 86 146 142
34 33 91 87 147 143
35 34 92 88 148 144
36 - 93 89 149 145
37 35 94 90 150 146
38 36 95 91 151 147
39 37 96 92 152 148
40,41,42 38 97 93 153 149
43 39 98 94 154 150
44 40 99 95 155 151
45 41 100 96 156 152
46 42 101 97 157 153
47 43 102 98 158 154
48 44 103 99 159 155
49 45 104 100 160 156
50 46 105 101 161 157
51 47 106 102 162 158
52 48 107 103 163 159
53 49 108 104 164 160
54 50 109 105 165 161
55 51 110 106 166 162
56 52 111 107 167 163
57 53 112 108 168 164
58 54 113 109 169 165
59 55 114 110 170 166

Nº ANTERIORNº ACTUALNº ANTERIORNº ACTUALNº ANTERIORNº ACTUAL 171 167


232 228 293 289
172 168 233 229 294 290
173 169 234 230 295 291
174 170 235 231 296 292
175 171 236 232 297 293
176 172 237 233 298 294
177 173 238 234 299 295
178 174 239 235 300 296
179 175 240 236 301 297
180 176 241 237 302 298
181 177 242 238 303 299
182 178 243 239 304 300
183 179 244 240 305 301
184 180 245 241 306 302
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230 226 291 287 352 -
231 227 292 288 353 344

Nº ANTERIORNº ACTUALNº ANTERIORNº ACTUALNº ANTERIORNº ACTUAL 354 345


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Nº ANTERIORNº ACTUALNº ANTERIORNº ACTUALNº ANTERIORNº ACTUAL 537 526


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Nº ANTERIORNº ACTUALNº ANTERIORNº ACTUALNº ANTERIORNº ACTUAL 720 709


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Nº ANTERIORNº ACTUALNº ANTERIORNº ACTUALNº ANTERIORNº ACTUAL 902 887


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961 - 1021 969

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