Professional Documents
Culture Documents
* Economísta. Ph.D. en Economía. University of North at Chapel Hill. USA. Decano Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Autónoma de Occidente.
presarios ganaron hace rato la ma- problema ahora es que no hay sufi-
teria, porque producen con niveles ciente producto para distribuir y para
muy altos de eficiencia, pero los garantizar la satisfacción de las ne-
economistas la seguimos perdiendo cesidades de todos; se crea una es-
porque no hemos sido capaces de casez generalizada que lleva al co-
formular una teoría positiva que sir- lapso del sistema económico.
va de base para el logro de la equi-
En síntesis, los extremos no pa-
dad distributiva en el mundo.
recen funcionar bien, ni el mercado
Más aún, este problema de la puro, porque en este caso el criterio
equidad distributiva es el responsa- es asignar los recursos de acuerdo
ble de las mayores diferencias en- con la contribución relativa de los
tre las escuelas económicas: la clá- factores y eso puede llevar a cual-
sica y la neoclásica, defensora de la quier distribución de ingreso, algu-
maximización del producto y del nas muy inequitativas, sobre todo si
mercado como instrumento eficaz hay estructuras de producción mo-
para lograr la asignación de los re- nopólicas u oligopólicas, ni socialis-
cursos, obteniendo la distribución mo puro, por sus efectos negativos
como una consecuencia del proce- no sólo sobre las libertades indivi-
so mismo de la asignación de esos duales, sino por su impacto perver-
recursos, y del otro lado la escuela so en la productividad de los recur-
socialista, que coloca la equidad sos, particularmente el humano. La
distributiva por encima de la efi- tendencia en el futuro es entonces, a
ciencia productiva, llegando al ex- ubicarse en el medio de los dos ex-
tremo del planteamiento marxista: tremos, ni capitalismo puro ni socia-
dar a cada cual según su necesidad. lismo puro, sino sistemas socialistas
Si bien es cierto que existen en combinados con algunas libertades
el mundo casos exitosos de logro de de mercado, capitalismos adminis-
equidad distributiva basados en po- trados de tipo keynesiano, en los cua-
líticas normativas muy claras, mi les el Estado sólo maneja las políti-
punto de vista es que los economis- cas monetaria y fiscal y no intervie-
tas no hemos desarrollado una teo- ne para nada directamente en la asig-
ría positiva sobre la distribución, que nación de los recursos en el sector
oriente de manera inequívoca la po- productivo, entre otros.
lítica en esta materia. Indudablemen- La pregunta de fondo es: ¿Has-
te, si un país toma como algo impor- ta dónde se debe intervenir para
tante para su bienestar el tener un garantizar un mínimo de equidad
mínimo de equidad distributiva, ob- distributiva en la sociedad? Como
viamente lo logra con política eco- lo he anotado, este problema viene
nómica, sobre todo si ésta se hace de tiempo atrás y hasta el momento
compulsiva. El punto crítico radica no hay una solución definitiva. No
en que este criterio de asignar bie- hay una teoría positiva que diga
nes y servicios según necesidades, cómo resolverlo de manera univer-
llevado al extremo, puede generar sal, a pesar de la existencia de polí-
problemas tan serios como los que ticas económicas de carácter norma-
condujeron al colapso de la Unión tivo que han logrado soluciones sa-
Soviética, porque el distribuir el pro- tisfactorias en países específicos;
ducto de acuerdo con la necesidad pero desafortunadamente no se pue-
puede llevar a niveles críticos la pro- de hablar de una teoría positiva uni-
ductividad de los factores, particu- versal que garantice equidad en la
larmente el humano, y generar por distribución de los recursos.
esta vía una crisis de insuficiencia de
producción para satisfacer las de- El Estado tiene diferentes mane-
mandas sentidas de la población. El ras de actuar sobre la distribución del
26 El Hombre y la Máquina No. 23 • Julio - Diciembre de 2004
HAROLD BANGUERO Reflexiones sobre la razón de ser de la economía
de las necesidades básicas de la po- mar a los economistas en las teo- ción Getulio Vargas, Institute for In-
rías clásica y neoclásica. Creo que ternacional Studies, México City, Rio
blación, debe estar sujeto a la res- de Janeiro, Washington D.C.
tricción de que en el largo plazo el he dado suficientes argumentos
como para justificar al menos la Banguero, Harold. 1987. “La racionali-
capital natural debe ser igual o ma-
dad económica y social de una es-
yor que el actualmente existente. enseñanza de la teoría keynesia-
trategia de desarrollo orientada a sa-
na. Hay necesidad de tener un co- tisfacer las necesidades básicas de
6. El problema de la nocimiento más profundo sobre la población, con especial referen-
estabilización económica las distintas escuelas, incluidos el cia a Colombia”, en Revista de Pla-
marxismo y el estructuralismo. neación y Desarrollo, DNP, XX, 3,
Finalmente, debe ser motivo de 4, Agosto-Diciembre.
preocupación para el economista el Así no se aplique en el contexto
desarrollar todo lo anterior en un colombiano es necesario conocer ---- 1992. “Economía, modernidad y
la teoría marxista, saber cuáles son posmodernidad en el mundo y en
contexto razonable de estabilidad en Colombia: Un ensayo de interpre-
materia de precios, empleo, tasa de sus fundamentos teóricos y los
tación histórica y prospectiva”, en
cambio, finanzas públicas y balanza referentes empíricos de la época Memorias del Seminario Nacional
de pagos. El problema aparece cuan- en que se formuló. Se requiere sobre modernización y moderni-
do los objetivos de estabilización se profundizar en aquellas escuelas dad, Facultad de Desarrollo Fami-
colocan por encima de las demás, consideradas de relevancia en el liar - Centro de Investigaciones y
contexto colombiano, fundamen- Centro de Investigaciones y Desa-
hasta el punto de que todo queda su-
talmente la clásica, la neoclásica, rrollo Científico - CIDC. Universi-
bordinado al logro de ellos. La ex- dad de Caldas, Manizales, Junio.
periencia reciente de un buen núme- la keynesiana y la estructuralista.
ro de países latinoamericanos mues- ---- 1992. “El desarrollo: un marco con-
Se necesita un economista mu- ceptual, en Publicaciones ICESI,
tra el enorme costo social que pue- cho más preparado para operar 45, Octubre-Diciembre.
den tener políticas de estabilización dentro de este contexto de los cua-
a ultranza. En mi opinión, no es su- Blaug, Mark.1968. Economic Theory in
tro grandes problemas. Esto no es Retrospect. Irwin, Inc. Homewood,
ficiente con que el Estado garantice, Illinois. Dahl, Robert and Charles
posible si se opta por un econo-
a través de un conjunto de políticas Lindblom.1953. Politics, Econo-
mista puramente neoclásico o uno
de estabilización macroeconómica, mics and Welfare. Harper and Row,
puramente keynesiano o uno que
la marcha de la economía. Por lo es- Publishers. New York.
bozado anteriormente en este ensa- solamente maneje política mone-
Elliott, John. 1973. Comparative Eco-
yo, ese es uno de los cuatro proble- taria y fiscal, o sólo teoría del de- nomic Systems. Prentice Hall, Inc.,
mas que tienen que resolver la eco- sarrollo o del comercio internacio- Englewood, New Jersey.
nomía y los economistas, pero no el nal. Un sano eclecticismo y una Hayek, Friedrich. 1948. Individualism
único. Por esta razón, en la formula- adecuada combinación de enfo- and Economic Order. University of
ques parece ser la mejor fórmula Chicago Press. Chicago.
ción de las políticas económicas debe
existir un sano balance entre produ- a seguir en el proceso de forma- Hoover, Calvin.1959. The Economy, Li-
ción de los economistas colombia- berty and the State. Twentieth Cen-
cir eficientemente, distribuir equita- tury Fund. New York.
tivamente y garantizar un mínimo de nos, ya que, como se ha visto en
Keynes, John Maynard. 1936. Teoría ge-
crecimiento económico, todo ello en las secciones anteriores, en la ta- neral del dinero, el interés y la ren-
un contexto razonable de estabiliza- rea de asignar recursos limitados ta. Fondo de Cultura Económica,
ción. De lo contrario, podríamos caer para el logro de objetivos ambi- Méjico.
en la paradoja de contar con una eco- ciosos, en la búsqueda del bienes- Marx, Karl. 1867. El Capital, Fondo de
nomía sana en un contexto social tar humano y social de nuestros Cultura Económica, Méjico.
enfermo y con un alto grado de insa- pueblos, todavía falta mucho te- Ricardo David.1844. Principios de eco-
tisfacción de aquello que constituye rreno por recorrer. nomía política y tributación. Fon-
la razón de ser de la profesión: las do de Cultura Económica, Méjico.
necesidades humanas básicas. Shumpeter, Joseph. 1950. Capitalism,
Socialism and Democracy. Harper
7. Algunas implicaciones para and Row, Publishers. New York.
la formación de los Bibliografía Smith, Adam. 1776. La riqueza de las
economistas Balassa, Bela, Gerardo Bueno, Pedro Pa- naciones. Fondo de Cultura Econó-
blo Kuczynsky y Mario Simonsen. mica, Méjico.
Por todas las razones dadas an- 1986. Hacia una renovación del cre- Tavares, María Concepción. 1990. “Eco-
teriormente, en mi opinión, en cimiento económico en América La- nomía y Felicidad”, en Revista de
Colombia no es suficiente con for- tina. El Colegio de México, Funda- la Cepal. No. 42, Diciembre.