NOVIEMBRE 2009 Nº 21

TEMA DEL MES

Hay palabras o ideas que se convierten en sloganes repetidos con mucha frecuencia, que acaban
por ser aceptados por casi todos los que formamos parte de la sociedad. Con mucha razón nuestra
época ha conseguido convencernos de la gran dignidad de todo hombre y de su libertad. La libertad es
un derecho que hasta los niños con chupete saben que pueden exigir. ¿Pero no es cierto que una
libertad mal entendida y sobre todo mal vivida, nos convierte en algo muy parecido a una lucha
descontrolada de unos contra otros en nombre de la libertad? (los jóvenes son libres para divertirse
cuando y como quieran, aunque esto suponga dejar un barrio hecho una basura o provocar
desordenes de todo tipo).

Entonces echamos mano de otro de los tópicos de nuestra época: necesitamos tener valores.
valores De
acuerdo. Pero ¿qué valores?, ¿en qué medida estos valores son algo más que buenas intenciones que
están en la buena voluntad de cada uno o son exigibles de alguna forma a todos?, ¿por qué algunos
valores se les da mucha importancia, por ejemplo la tolerancia, y otros se les olvida casi siempre, el
esfuerzo o el sacrifico por los demás, por poner otro ejemplo?.

Cuando echamos de menos valores en la sociedad creo que estamos todos de acuerdo en afirmar
que no basta con un crecimiento material, tecnológico, económico, etc, pues todo ello en último
término depende de la libertad y ésta se decide por aquello que considera bueno. Si lo bueno es solo lo
que produce placer, entonces…si lo bueno es solo lo que me resulta útil, entonces…
 Las personas, los grupos humanos,
la sociedad en su conjunto, necesitan
unos puntos de referencia que marquen
lo bueno y lo malo. Aquí entran en
juego los valores. Pero los valores son
insuficientes sin un marco más amplio
que les haga ser fuente de la verdadera
libertad y de una convivencia
verdaderamente humana.
Me explico: en primer lugar, se
necesita estar de acuerdo en aquellos
valores que son comunes para todos,
porque forma parte de la propia
naturaleza del hombre para su
desarrollo y subsistencia. En segundo
lugar se necesita que los valores sean
educados y hay que exigirlos pues de lo
contrario podríamos olvidar que los
hombres y las mujeres no somos
siempre buenos de forma instintiva y
que lo malo también nos atrae y lo
elegimos libre y trágicamente. En tercer
lugar, los valores como actitudes
personales, necesitan la referencia
concreta de personas que se constituyen
en modelos a seguir, pues las palabras
son ineficaces sin el testimonio de
personas que lo vivan. ¿Cómo vamos a
creer en los valores si nuestra sociedad
en sus líderes no se nos presentan con
un mínimo de ejemplaridad? Y, por
último, por completar el marco en el
que los valores se hacen objetivos y
validos para todos y además encuentran
la fuerza para que se cumplan y unos
testigos que los hacen realizables: los
valores necesitan un horizonte superior
al propio hombre que los salvaguarde
de las modas e interpretaciones
subjetivas, un horizonte de
transcendencia que le motive para
realizar los mayores sacrificios que a
veces son necesarios y una fuerza que
transforme la debilidad humana para
superarse a sí misma y vivir el ideal del
amor, en el cual culminan todos los
valores y lo mejor de la sociedad. Ese
horizonte transcendente, capaz de
transformarnos, de vivir en el amor es
Dios que hace que la libertad sea
verdaderamente libre en la verdad y en
el amor. Dios es el Amor que nos hace
capaces de amarnos unos a otros y de
olvidarnos de nosotros mismos para
buscar el bien de los demás. Dios es el
Amigo siempre fiel que nos llena el
corazón todo hombre para que pueda
ser feliz en esta vida con sus
limitaciones y eternamente en la
plenitud de la eternidad.
PREGUNTÍN: Con motivo de la
festividad de todos los santos nos
vienen muchas preguntas sobre las
realidades después de la muerte
¿podrías decirnos qué es el Cielo?
RESPONDÓN: El Cielo es una verdad de fe. “Nadie ha
subido al cielo sino el que bajó del cielo” Jn 3,13. Jesús nos
habla en el Evangelio muchísimas veces acerca del Cielo y
nos lo explica en un lenguaje que podemos entender: a los
hambrientos les hablaba de pan, a la samaritana de un agua
que sacia definitivamente la sed. Hablaba de perlas
preciosas, de monedas de oro, de una oveja perdida y
recuperada. Nos habla de un banquete, de una fiesta de
bodas, de redes colmadas de peces, de un tesoro escondido
en el campo. Todos estos símbolos que utiliza Jesucristo nos
pueden dar una idea de la felicidad que tendremos en el
Cielo, ya que las felicidades terrenas son una imagen de la
felicidad celeste. Entonces ¿el Cielo es un lugar? ¿En
dónde se encuentra? No lo podemos ubicar ni arriba ni
abajo, ni delante ni detrás, pues el Cielo no es un lugar, sino
un estado en el cual los hombres encontraremos la felicidad
buscada y la conservaremos por toda la eternidad. Según el
Catecismo de la Iglesia Católica "El Cielo es la participación
en la naturaleza divina, gozar de Dios por toda la eternidad,
la última meta del inagotable deseo de felicidad que cada
hombre lleva en su corazón. Es la satisfacción de los más
profundos anhelos del corazón humano y consiste en la más
perfecta comunión de amor con la Trinidad, con la Virgen
María y con los Santos. Los bienaventurados serán
eternamente felices, viendo a Dios tal cual es." (1024). El
Cielo es un estado de felicidad inenarrable, es felicidad que
rebasa nuestros deseos. ¿Cómo podemos alcanzar el Cielo?
Por su muerte y su Resurrección Jesucristo nos ha "abierto"
el Cielo. Para salvarse y ganar el Cielo, es necesario servir a
Dios y guardar los mandamientos. Esto cuesta trabajo,
porque nuestras inclinaciones al pecado son muy fuertes, y
el demonio -que nos envidia y quiere condenarnos con él- nos
pone trampas de tentaciones para que caigamos. Sin
embargo, podemos vencer al demonio y a nuestras pasiones.
«Todo es posible para el que ora». Si se lo pido mucho al
Señor y a la Virgen, si confieso y comulgo con frecuencia, y
procuro apartarme de las ocasiones de pecar, será casi
cierto que me salvaré y alcanzaré el premio del Cielo que es
“estar con Dios”. Ver cara a cara a Dios mismo. Esto basta
para ser todo lo feliz que se puede ser, para tener toda la
alegría, vida, luz, paz que se puede tener por toda eternidad,
para siempre y por siempre. Es el estado de infinita
felicidad en donde podrás amar y ser amado por Dios para
siempre. ¿No crees que vale la pena cualquier esfuerzo en
esta vida para lograr ganar el Cielo?. Si todos los hombres
no van al Cielo ¿quiénes van al cielo? los que mueren en la
gracia y la amistad con Dios, es decir sin pecado alguno, ni
venial ni mortal y gozan del amor más grande que pueden
sentir que es el Amor Infinito de Dios
CONFERENCIA DEL CARDENAL SANCHA Y LA TAREA DE LOS SEGLARES
El miércoles 14 de octubre tuvo lugar en los salones de Cecilia
Triguero una conferencia de doctrina social de la Iglesia a cargo de
D. Carlos Miguel García Nieto sobre la figura del Cardenal Sancha y
la tarea de los seglares con una brillante exposición de la vida del
nuevo beato que entusiasmó a todos los participantes. Al final invitó
a todos a encomendarse mucho en unos momentos de crisis
económica, de dificultades familiares, de problemas sociales… a
aquel que es "Padre de los pobres y promotor de la unidad de la
Iglesia"
PARTICIPACIÓN EN LA BEATIFICACIÓN DEL
CARDENAL SANCHA
Un grupo de la parroquia asistió a la Catedral de Toledo el
pasado día 18 de octubre donde Monseñor Ángelo Amato, Prefecto
de la Congregación para las Causas de los Santos, proclamó beato al
Cardenal Arzobispo de Toledo Ciriaco María Sancha y Hervás, en
una multitudinaria celebración en la que concelebraron cinco
cardenales y cerca de cuarenta obispos.
PEREGRINACION A GUADALUPE
Ocho jóvenes de nuestra parroquia participaron en la XXII Peregrinación Diocesana al Santuario
de Nuestra Señora de Guadalupe del 9 al 12 de Octubre en la que se congregaron unos 500 jóvenes de
nuestra Diócesis. Todos estos jóvenes peregrinaban con una misma meta e ilusión: encontrarse con
María y por medio de ella con el fruto bendito de su vientre, Jesús, el Señor. Para ayudar a que se
produjera este encuentro, se impartieron unas charlas a cargo de jóvenes y sacerdotes, tuvieron
momentos de oración, para culminar con la entrada a Guadalupe y la Eucaristía presidida por nuestro
Obispo y Pastor don Braulio Rodríguez Plaza.
HA COMENZADO LA ESCUELA DE CATEQUISTAS
Un año más, al comenzar el curso, la Parroquia ha comenzado la escuela de catequistas para
ayudar a realizar mejor una tarea difícil como es la catequesis, transmitir la Buena Noticia de Jesús a
los niños y adolescentes de nuestro pueblo. Este año las catequistas van a profundizar en la
importancia y la necesidad de la Eucaristía en la vida cristiana al igual que en el domingo como día del
Señor.
BAUTIZOS MES DE OCTUBRE DIFUNTOS MES DE OCTUBRE
Jesús Sánchez Espada
Francisca Rosales Nuñez
Prudencia Córdoba Torres
Valerio Zaragoza Checa
María Saelices Silgado
“el que cree en mí aunque
haya muerto vivirá” Jn 11, 25

1. Natalia Cruza Perea

SACRAMENTO DEL MATRIMONIO
2. Leticia Saelices Novillo
3. Irene Blanco Durango
Carlos Guijarro Pérez
4. Jimena Almonacid Simón Mª Lucía Arnaiz Sánchez-Panadero
5. Pablo Rivera Huete Fernando Rodríguez Gallego
6. David Espada Espada
7. Sofía Espada Espada
Margarita Favila Garrosa
8. Jimena Pozo Rodríguez Pablo Luís Simón Blanco
9. Ruth García-Plaza Pertierra Ana Belén Bricio Serrano
10. Luis Torres Segoviano
11. Inés Fernández Torres
 REUNIÓN VOLUNTARIOS DE CÁRITAS
17 DE NOVIEMBRE A LAS 18:30 EN EL HOGAR SAN JOSÉ

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

EL DIA 18 DE NOVIEMBRE A LAS 18.30 EN ACCIÓN CATÓLICA

ESCUELA DE CATEQUISTAS
EL DIA 14 DE NOVIEMBRE
“EL NOMBRE DEL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA”
EL DÍA 28 DE NOVIEMBRE
“LA EUCARISTÍA EN LA ECONOMÍA DE LA SALVACIÓN”
A LAS 16.30 EN ACCIÓN CATÓLICA

ENCUENTRO FORMATIVO PARA

ENCUENTRO CONYUGAL
JÓVENES MAYORES DE 18 AÑOS
21-22 DE NOVIEMBRE
¡Apuntate en la Parroquia!
En la casa de las R.R. Angélicas
Avda. de Francia, 6
TOLEDO
Infórmate llamando
al 925 212 781 – 925 224 180
Organiza: Movimiento Familiar Cristiano

AÑO SACERDOTAL
“Si comprendiéramos bien lo que representa un sacerdote sobre la tierra,
moriríamos: no de pavor, sino de amor… Sin el sacerdote,
sacerdote, la muerte y la pasión
de Nuestro Señor no servirían de nada. El sacerdote continúa la obra de la
redención sobre la tierra… ¿De qué nos serviría una casa llena de oro si no
hubiera nadie que nos abriera la puerta? El sacerdote tiene la llave de los
los tesoros
del cielo: él es quien abre la puerta; es el administrador del buen Dios; el
administrador de sus bienes… El sacerdote no es sacerdote para sí mismo, sino
para vosotros”.
vosotros”.
San Juan María Vianney (santo cura de Ars)