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l,ld
krs slguicntes títulos sobre DE LA\TERDAD
¡IIS'I'ORIA DB LA CIENCIA Y
IlI'ISTBMOLOGIA
YDE LA
pertenecientes a sus diferentes
colecciones y series
II{TERPRETACIO\T
((iru¡r "Ciencias Naturales y del Hombre')
F u ndam e ntale s co ntrib ucío ne s
JON ELSTER Explicación sobre el a Ia fiIosofía del lenguaje
cambio tecnológico

J. I,I¡cBI Y R. GARCIA Hacia una lógíca de


signiJicaciones por
DONALD DAVIDSON De la verdad y de It
interprención
I. BERNARD CoHnx Revolución en b ciencia
Donald,Davidson
LuDovrco Gpyvroxet Llmites actuoles de Il
filosofla de la ciencin
PHLIPPE ROQUEPLo El repano del saber
ALBERT JACqUAnO La ciencia, ¿una amenaza?

gedis,*
t 'J.t" t) li 0
Tltulo del orlginal en inglés:
Inqulrbt lúo Truth and Interpretotian
Orlg"lnrlly publirhed in English by Oxford University Press
@ In ühlr collection by Donald Davidson, 1984

l'!' '
Ilvducelón: Cruido Filippi i; I
Auhhrtd: Julio Vivas

Prlmcrr edición, Barcelona, 1990


Para W. U. Quine

Dcrocho¡ para todas las eüciones en castellano

@ by Editorial Gedisa S.A


Muntaner, 460, entlo., ls
Tbl.201 6000
08006 - Barcelona, España

ISBN: 84-7432-342-8
Dcpó¡ito legal: B. 3.667 - t99O

Impreso en España
Printed in Spain

Impreso en Romanyá/Valls, S.A.


Verdaguer I - 0tt786 Capellades (Barcelona)

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\
Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio de
lmprelión, en forma idéntica, extractada o modifrcada, en castellano o
oualquier otro idioma.
9

Interpretación raücal
Kurt emite las palabras'Es regnet" y bajo las condiciones correctas
lto¡otros sabemos que ha dicho que está lloviendo. Si identifrcáramos su
amisión como intencional y lingüísticar somos capaces de seguir adelan-
b e interpretar sus palabras: podemos decir lo que sus palabras, en esa
0oaeión, significaban. óQué podúamos saber que nos ayudarfa a lograr
lrto? ¿Cómo podrlamos haberlo sabido? La primera de estas preguntas
no es igual a la pregunta acerca de que sf sabemos que nos permite in-
tlrpretar las palabras de otros. Pues fácilmente puede haber algo que
Dodrfamos saber y no sabemos, cuyo conocimiento bastaría para la in-
l¡rpretación, mientras que por otra parte no es completamente obvio
que haya algo que realmente sepamos y que desempeñe gn PaPel_es_en-
drl en la interpretación. La segunda pregunta, cómo podríamos haber
lbgado a tener un conocimiento que nos sirviera para obtener interpre-
tlciones, naturalmente no tiene relación con la historia real de la adqui-
floión del lenguaje. Es así una pregunta doblemente hipotética: dada
rlna teoría que haria posible la interpretación, ¿qué evidencia plausible-
nte disponible para un intérprete potencial apoyaría la teoría hasta
punto razonable? A continuación trataré de pulir estas preguntas y
¡erir respuestas.
El problema de la interpretación es tan foráneo como doméstico:
¡ entre los hablantes de un mismo lenguqle bajo la forma de la pre-
¿cómo puede determinarse que el lenguqie es el mismo? I¡s ha-
¡ del mismo lenguqie pueden suponer que para ellos las mismas
iones deben ser interpretadas de la misma manera, pero esto no
que justifica la suposición. lbda comprensión del discurso de otro
Ia interpretación radical. Pero para ayudar a evitar que las
Les pas€n desapercibidas centraremos nuestra atención en los
donde más claramente se requiere interpretación: la interpreta-
en un iüoma del habla en otro iüoma.t
¿Qué conocimiento serviría para la interpretación? Una respuesta
r sería: conocimiento de lo que signifrca cada expresión significati

t El término "interpretación raücal' eatá pensado para eugerir un fuerte parenteaco


lr traducción radical" de Quine. Parentesco no es identidad, sin embargo, e'interlre-
en lugar de "traducción' señala una de las diferencias: un Erayor énfasie en lo ex-
aemlntico en el primero.

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golamente recursos finitos. Pero estas teorías no logran llegar a la evi-
va. Bn tk.nrón, cs¡rB palabras que dijoKurt significan gue e9i¡! lloviendo
y Kurt ¡sf,rl'¡ irablaádo alemán. Asi al emitiilas palabras "Es re^gnet" dencia, pues-parece_claro que las características setñát ti.uJde hs pala-
kurt rlijo r¡uc cstaba lloviendo. Esta respuesta no es una mera reformu- bras no pueden explicarse directamente sobre la base de los fenómenos
lación rir,l jrroblema, como en principio podría pensarse. No lo es porq-ue no lingüísticos. La razón es simple. Los fenómenos hacia los que debe-
sugiurr, ,¡,rc al pt".t de una descripción que no interpreta (su emisión mos dirigirnos son los intereses y actividades extralingüísticos-a los que
tlc'i,," ¡,,,f,,lrras "Es regnzt\ a la iñterpretación de esa descripción Gu sirve.el-lenguajg, y éstos son satisfechos por palabras!óro en tanto y en
dccir t¡iur qstá lloüend"o) d"b"tnos intróducir una maquinaria de pala- cuanto las palabras estén incorporadas en (o en ocasiones resulten-ser)
bras y cxpresiones (que puede estar o no ejemplificada en emisiones oraciones. Pero entonces no hay posibilidad de dar una apreciación fun-
r<t¡rlus), y esta sugerencia es importante. Pero la respuesta no da más dacional de las palabras sin dai ántes una de las oraciones.
ayu<l¡ i¡úe ésa, pu-es no dice qué és saber lo que signifrca una expresión' Por razones muy diferentes, la interpretación radical no puede te-
" I'rir ciettó, hmbién existe la insinuación de qug el corresponden- ner esperanzas de tomar como eüdencia del signifrcado de uná oración
cia con cada expresión signifrcativa que sea una entidad está su signil- a una explicación de las complejas y delicadamente disciiminadas in-
Usta idea', si bien nó es errónea-, ha probado ser de muy poca utili-
tenciones con las cuales se emite típicamente la oración. No es fácil ver
"",1o- cómo una gp_roximación así puede habérselas con el rasgo estrucüural y
dad: a lo sumo hipostatiza el problema.
La propagaciótr de cierto desencanto lacia los signifrcados en cuan-
recursivo del lenguajg que resulta esencial para explióar la forma eir
que serán entendidas las nuevas oraciones. Pero Ia dificultad central es
to l-pleñeltafores de una explicación viable de la comunicación o de la
que no podemos esperar a{udicar un sentido a la atribución de inten-
interfretación ayuda a explicai por qué alguno-s filósofos han tratado de
ur".jlá"rél"r dejando de l-ado nó sólo los significados, sino también todo ciones finamente discriminadas independientemente de la interpreta-
esbozo de una teoría seria. cuando los conceptos que convocamos para
ción del discurso. La razón no es que no podamos formular preguntas
tratar de explicar la interpretación demuestran ser más desconbertan- necesarias, sino que interpretar las intenciones de un sgente, sus creen-
tes que el eiplanand.r¿n reiulta tentador reflexionar qrre después de to cias y sus palabras son partes de un único proyecto, rñnguia de cuyas
partes puede suponerse completa antes de que Cl resúo lo ósté. si estó es
do lá comunicación verbal consiste nada más que en elaboradas pertur
baciones en el aire que forman una ligazón causal entre las actiüdades correcto, no podemos convertir a toda la panoplia de intenciones y
no lingüísticas de loi agentes humanos. Pero si bien los üchos interpre creencias en la base probatoria para r¡,na teoría dó la interpretación ra-
tables-no son sino (es-decir son idénticos a) acciones ejecutadas con dical.
variadas intenciones no lingtiísticas (advertir, controlar, entrenar, dis Estamos ahora en posición de decir algo más acerca de ro que ser-
traer, insultar), y a su vez éstas acciones no son sino (son idénticas ¡¡) viría para hacer po-sible la interpretación. El intérprete debe ser capaz
de.comprend^er cualquiera de las infinitas oracionei que el hablantc po-
moümientos ilténcionales de los labios y de la laringe, esta observaciórr
no nos aproxima en lo más mínimo a una consideración general inteligi
drfa emitir. si queremos estable_cer explícitamente ló que el intérprete
debería saber para estar en condicionei de hacerlo, deÉmos expresarlo
ble de lo que tendríamos que saber para poder redescribir las emisionol
ininterpretadas como emisiones interpretadas correctas. an forma finita.z Para que este requerimiento pueda cumplirse debe
¡bandonarse toda esperanza de un método universal de intJrpretación.
Ei recurso a los significados nos deja más desamparados que cuntr Lo máximo que puede espe-rarse es explicar cómo un intérprétc podría
do comenzamos a partii de los hechos no lingüísticos_que deben provc('r
Interpretar las emisiones de hablantes de un único lenguáje (o ie un
ta lasé piolatoria'para la interpretación; la posturadel'no son sino' rtr¡
propo""ior,a ninguna clave de la forma en quela evidenci¿ se relacio¡rr¡
iúmero finito de lenguajes): no tigne sentido pedir una tóoríá que diera
po1 frgto qa interpretación explícita para duarquier emisión en cual-
con-aquello parilo cual seguramente ella es evidente. guier (posible) lenguaje
ó¿"us iropuestas pará salvar el escollo se_ quedan-por.el camino .rr Tbdavía no está claro, desde luego, qué es para r¡na teoría dar u¡¡¡¡
distintas fo"mas. Las teorías'causaleso de ogden y Richards y de chilr Inüerpretación explícita de una emisión.-La foimulación del problernrr
les Morris trataron de analizar el signifrcado de las oraciones' tomar¡tl' p¡Tece inütarnos a pensar que la teoría es la especifrcación de una fi'r-
una por vez, en base a los datos conductistas. Aun si estas teorfr¡¡ clón que toma a las emisiones como argumentos y que tiene a las intcr-
hubieran funcionado para las oraciones más simples (cosa que indurln.
blemente no hicieron), no llegaron a tocar el problema de extendcr r'l Drotaciones c_omo valores. Pero entonces las interpietaciones no scrúrn
método a oraciones de mayorlomplejidad y abstracción. Otros tipos rh'
nni.ol": que los- significados y casi con seguridad ño serían mejores r¡ue
fnüidades de algún tipo misterioso. Luego parece sensato deicril¡ii lo
teorías parten de intentar conectai pálabras, y no oraciones, con htx'l¡rrn
no lingtiisticos. Esto resulta prometedor pues el número de palabrttr ,'r ¡uo se quiere de la teoría sin hacer referencia aparente a signifiqrdos o
finito"en tanto que el de oraciones no lo es, y sin embargo-cada orr¡t'ir',tt
no es más que una concatenación de palabras: esto ofrece la posibilirlt|rl I VóascclEnenvol.
rlc un¡¡ teoría que intcrprete cada una de las infinitas oraciones us¡¡lttl"

l:ttl l3f)
irrl,¡tlpl'r'l,rrnor¡r,¡ algr¡iolt t¡ur: conozca la teoría ¡trrotlo interpretar lrrrr longrrrr.i. rr{.rrto y el me_talcnguaje (los lenguqjes del cual y hacia el cual
r.l¡ri¡iornn ¡lrrn Inr cr¡nlo,r la teoría es aplicable. prlr.lt .l,rlducción, y el lenguqie de la teória, que dice cúáles expresio-
l,ll ¡rrgul¡rk¡ r(!(luorimiento general de una tcorír¡ de la interprcllr ño¡ rk'l.l.nguaje sujeto traducen cuáles expresiones del lenguaje ol¡eto).
tirtrr r,¡ rilr! ¡r! llr ¡rrrcrlc rrpoyar o verificar mediante evidcncia plausibk' Y.0n .stc caso general, podemos saber cuáles oraciones deúenguaje su-
rrr¡.lrl,r' rlrr¡rorrilrlo l)rrra un intérprete. Dado que la teoría es gencrrrl traducen cufles oraciones del lenguajeobjeto sin conocer qi¡e iigni-
füo
rh,l¡r' r¡plic¡¡r¡o r un potencial infinito de emisiones- sería natur¡rl ncn cuatquiera de las oraciones de ambos lenguajes (en algrin sentido,
t,r.nftnr r¡rro lrr oviclcncia en su favor consista en instancias de interpret,rr d¡ [odas maneras, eso permitiría a alguien qu-e cómprendiíra la tcoríá
ciolr¡,x ¡rrrri,it:ulnrcs reconocidas como correctas. Y este caso, por supu('!r Inl.orpretar oraciones-de_l l-enguaje objeto). Si el lenguaje su.ieto resulta
Lo, rr. ¡lronul¡[u ul intérprete que trata con r¡n lenguaje que ya conoce. l']l ¡or idéntico.al len-guaje de_la teoría,luego alguien q.ie có-p"ánda la teo-
h¡rlrl¡u¡[c do un lenguaje normalmente no puede producir una teoría li iln puede sin duda usar el manr¡ai de tradulción iara interpretar emi-
rril,rr oxplfcita para su propio lenguaje, pero puede poner a prueba urrrr flones extrañas; pero esto tiene lugar porque esa persona se vale de dos
l,corf¡r ¡rropuesta dado que puede determinar si ella ofrece interpretacio !ora8 que congge y lue la teoría no enuncia: el hecho de que el lenguaje
r¡*¡ correctas cuando se la aplica a emisiones particulares. lqioto es también el suyo, y su conocimiento para interprótar emiJonés
Iin la interpretación radical, sin embargo, se supone que la teortn fn ru propio lenguaje.
provee una comprensión de emisiones particulares que no está dada rL' Es muy dificultoso tratar de hacer explícita la suposición de que
antemano, por lo que la eüdencia última para la teoría no puede consix unr oración mencionada pertenece al lenguaJe propio de uno. podríamos
tir en interpretaciones correctas de muestras. Para entenderse con r'l fnüontarlo, pol_eiemplo, cón ' 'Es regnet' en ei té"gua¡e de Kurt se tradu-
caso general, la evidencia debe ser de una clase que estaúa a disposi ¡t como'Está lloviendo' en el míoo, pero la autorreférencia deíctica está
ción de alguien que aún no sabe cómo interpretar las emisiones que lrr $g1a de.lugar.en una teoría qo" rá propone funcionar paü cualquiái
teoría está preparada para cubrir: debe tratarse de evidencia que puerlrr lntórprete. si decidimos aceptar esta dificultad, todavíalesta el hecho
establecerse sin un uso fundamental de conceptos lingiüsticos tales t:o dr qu-e e-l método de traducción $gja que permanezca tácitamente y fue-
mo significado, interpretación, sinonimia y similares. tr del alcance de la teoría gouelló que nócesita-or *oro.er para "poa""
Antes de decir qué tipo de teoría me parece que funcionaría bicrr, lnüerpretar nuestro propio lenguaje. una teoría de la tradu'cción debe
quiero discutir una última sugerencia alternativa, cual es que toda lrr dorcubrir al$in tipo de estructi¡rddentro de las ;r"i"";;r"o rro hÁy
teoría que necesitamos se limitaría a un mét¡do de traducción del lcrr ?¡rón alguna para esperar que nos proporcione una idea deia forma ei
guaje a ser interpretado al lenguaje del intérprete. Una teoúa así con Quo los significados de las oraciones dependen de sus estructuras.
sistiría en el enunciado de un método efectivo para pasar de una oraciór¡ una teoría satisfactoria para interpretar las emisiones de un len-
arbitraria de la lengua extranjera a una oración de un lenguaje fanri luqi", incl'ido el nuestro, revelará unalstructura semántica significá-
liar; de este modo satisfaría el requerimiento de un método finitamenl,r, llva: por ejemplo, que la interpretación de emisiones de oriciones
enunciado aplicable a cualquier oración. Pero a mí no me parece que lrr fornplejas depende de la interpre+,ación de oraciones más simples. su-
mejor forma que pueda tomar una teoría de interpretación sea la de urr ¡fnga:g gu9 a.un3 tgoría de la üraducción fuéramos a agregarle una teo-
manual de traducción.s ;l¡ satisfactoria de la intprpretación para nuestro p"ofiio"letrgoaje. Así
Cuando nuestra meta es la interpretación, un método de tradr¡c fndríamos exactamente lo que qoe""--or, pero en una forma-inriecesa-
ción se ocupa de un tópico equivocado, una relación entre dos lenguajur, Jlrmente voluminosa. El mañual de traduóción produce -ec¿ttica-ár,te,
mientras que lo que se busca es una interpretación de uno (en otro, pur' l-rra cada oración del lenguaje a traducir, una oración en el lenguaje dei
supuesto, pero eso no hace falta decirlo ya que toda teoría está en algrirr tsrductor; Ia teoría de la interpretación da luego la interpretación áe es-
lenguaje). No podemos, sin confundirnos, contar al lenguaje emplearl, r¡ oraciones familiares. Está claro que la referencia al idioma materno
en la enunciación de la teoría como parte de la materia de que trata ln l¡ ruperflua; es un intcrmediario no requerido entre la interpretación y
teoría a menos que explícitamente lo hagamos así. En el caso generrrl, fl ldioma,extraño. [,as únicas expresiones que tiene que mericion.",*á
de la interpretación son aquellas que-perteneceit ar renguajá-a ser
una teoría de traducción involucra tres lenguajes: el lenguaje objeto, r,l
'uede entonces verse una teoría de la interpretación para un len-
objeto como el resultado de la fusión de una teoría de ra interpre-
3 [¿ idea de un rnanual de traducción con restricciones emplricas apmpiadas corrn para un lenguajg conocid_o
nscurso para estudiar pmblemas en la frlosoffa del lenguaje es, por supuesto, de Quirr,' _que sea estructuralmente revelad-ora,
Esta idea inspir'ó buena parte de mi pensamiento sob¡e el tema pre8ente, y mi pr.opucxtn de un sistema de tráducción delienguaje desconoci¡t;i;;;;.ido. La
er muy cencana a la de Quine en aepectos importantes. Puesto que Quine no pretcn(lhl ¡lón hace que toda referencia ql leñguáje conocido se vuelva ociosa;
responder a las pregu.ntas que he establecido, la afirmación de que el método de trnrhr, ¡ando esta referencia se deja de lado,lo que queda es una teoría de lá
ción no es adecuado como solución al problema de la interpretación radical no tEpl€scrrln ión estructuralmente reveladora para el lenguaje objeto
una crltica a ningr-rna doctrina de Quine.

L4A L47
con estas te- l. ¿;lls razonable pensar que una teoría de la verdad del tipo descri-
(apoynrltt, ¡tor supuesto, en.palabras fam-iliares)' Contamos que Tars- to puede formularse para un lenguaje ñatural?
verdad del tipo
orías, f¡ nri nro<lo d" ;;i á"í""-r". t.orías
de la
L¡ *ótttO por primera vez cómo producir-'l
. .2. ¿sería -posible decir que tal teorÍa es correcta en base a la evi-
dcncra plausiblemente disponible para un intérprete sin conocimiento
del estilo de Tarski es
l,o t¡uc .oru.t""Lu;;; tÁ;q qu r" verdad una oración de l¡¡ previo del lenguaje a ser interpretado?
que inrplicn, para .J;;;;i;" t á"r rénguaje objeto'
form¡¡:
. 3.. Si se sypiera que la teoría es verdadera, i,sería posible interpre_
l,nr emisiones de hablantes del lenguaje?
si y sólo si p'
s es verdadera (en el lenguaje objeto) p1me1a pregunta cstá dirigida a la suposición de que puede
., -__-L"
oraciones T) se obtic oarse una teoria de la.verdad para un lenguaje natural; la segunda y
Las instancias de la forma (que llamaremos [crcera.preguntas inquieren acerca de si uná teóría así saiisfariá hs dó_
nen al reemplazar ";;ü';; aeic¡pcio" canónica de s, y !" porlaunrt
tt' más exigencias que hemos requerido de una teoría de la interpretación.
de importancia en
traducción de s. La;".íó" ;;á"ti;u i"dennida abiertas o cerr¿r
oraciones,
áJ" iá a" i"t¡rf"uih, ia cuaf-lelaciona l. ¿Puede formularse una teoría de Ia uerdad para un lenguaje natural?
das, ".
con secuencias;;ilita. áe objeto_s, los cuales pueden considerarsr'
del lenguaje objglo. Los axitr
como perten"cient"s ai ;;;;;; "i"iu¡í-". Nos resultará útil para apreciar er problema considerar brevemen-
dos tipos: álgúnos, dan las condi
mas, que son frnitos en número, son de 1,. el caso en que un-fragmentó significaiivo de
una oración compleja .rr tu"guu¡á(más uno o
ciones bajo las .ouí". o". secuencia satisface üos predlcados semánticos) se_utiliza para enunciar "" su própia teoría
oraciones más simples' otror' de
base a las condicio;;. d" satitiu..i¿" de la verdad. De acuerdo con la convención T de Tarski,
satisfechas las oracion.r' t"-.t ¿e la ade-
dan las condiciones;";; i;; coales se venp1"u cuación de una teoría consiste en que ella implique toars "i l.s oraciones
(abiertas) *a" .i-p'lul' ü;"i;d ;". Jtt'-lt cerrad;t:'
:l-l:i?:"tcomo ésl¡¡
l?trecursiv¿
teoría
'r, En apariencia, este test no puede cumplirse ri;;ign;"-a*ras o"acio-
en términos a" fu ¿"'satisfacciOn. Uná nos del lenguaje algo_muy parócido a oná forma ."á"t"iiü.ional están-
puede convertirse "áJiJ"
* a"nnición-explícita segrin lineqmientos fatlr
""u
;;";;; 4" $,rr'y sin apelar en la teoría a noción relacional de satisfacción.e
liares. tales como i; Tarski'-sie"tpte*qo" -"\l:l.gtujtpreocrr"' 'na
Pero lo. que más_impacta de las oraciones T es q"á r"u ."állllre Ia ma-
;;;;;'.;;t""ga suficiente teoría de conjuntos; pero no debemos quinaria que debe funcionar-para producirlas, y ruur, .o"1", fueren los
purttot por este Paso adicional' cltgranajes ontológicos _que deben girar, al finai una oración T enuncia
funcionales son caract''
si los ,,o-nrui;;ñÑt las expresionessurgirán nuevli complicacio
lls condiciones de verdad de una oración usando recursos que no son
rísticas irreductibles del lenguaje objeto Ftás ricos que, pues son iguales a, aquellos de la oraciá"
nes. La cuestión ,u *ñs e-nganosa en ló que respecta a los recrrr -iJ-u. A me-
no8 que la oración original mencione-mundos posibles, entidades inten-
""ai""
sos deícticor. tu".tiLlltu int"r"ráao
en los lenguajes formalizados t¡rr.
llonales,.propiedades o proposiciones, el enunciado dL .", óndiciones
Es así como pudo tru[rr
no contiene' urp".t-r-áui.ti*. o a"-ostrativos. de la teori¡¡ n o0 verdad no lo hace.
a las oracio.". .oriá",,rliii-ñá. a" u verdad; l_a extensión
No hay u-na manera igualmente simple de expresar una idea aná-
las emision", ,rri.ü.á"" t¡"ia. pero los lenguajes naturales esl,¡irt .loga respecto de un lenguaje extraño sin ápehr, como lo hace Tarski, a
".
i"á1rp""."¡l"rn"rrt"-""ptá.t". a" rasgos deícticos, como los tiempos v''t una noción inanalizada de traducción. peró debómos .."."p".". de ha_
su'verdad según el tictil¡"'
bales, y entonces sus oiaciones pueden variar for para. otro lenguaje lo qge hacemos para el t o".["ó;
v el hablant". El "iááil;-;; d".brizar la verdad para un lenguaj. t'tt
quo n_os toparemos será poder saber si lo estamos haciendo.
.o'
La extensión a las emisionos ¡t' "ipiout"rnu
íJ;iñ;; ü"ñ;; "niaula"te. que impone la exigencia de una teoría que satisfaga
hace nuevamente directa'o T..r,rcción
una teoía rlr ln ^^3
uonvencrón 1'parece ser considerable: no se conoce hoy un métoáo
Lo que .igu" l. iñ defensa del.argume"P 91:::
.,""4J¿-, iloaifi.u¿"u ;;;ñiicación a un lenguaje latural, ¡)ttt'tltr tt^"9: $ ryneralporpara
de problemas,
tratar, dentro de esa re_,qt¡iq.¡6r, óon on espec-
La defenJa consistirá en irrl.tt ejemplo, oraciones que atribuyen actitodes, móda_
usarse co*o teo¡a1ált-f"ütpielaciOn. rs, enunciados causales_ generales, cóntrafáctióos, adjetivo. Li¡¡"-
tos de resPonder a tres Preguntas: cuantificadores como "La mayoria" y otros po" bl .-.tito. Foi ot""
ve Io que para mí es un piogreso bastanie notable. para men-
' se
algunos ejemplos, allí están loJtrabajos ae ryt"" g""gá ro[i" ro,

. A. Tarski, -The Concept ofTÍuth in Formalized Languagca"'


t"'¿" áu la verdad mani¡nrltrr ,le
6 para una diso¡eió;'#;;^i;;;;;;;á;;^'
la convención i, véasc s. weinstcin, "Tluth ¡¡rIl llc I Vó¡ee J. Wallace, "On the Frame of Refcrence", y el Ensayo B.
mostrativos y oómo ¿.u. -"¿lii*rec
monstrativos'.

143
t42
Wallace
nombres propios,? de Gilbert Harman eobre -"oughú",s dP John ogtá considerado correctamente como una construcción teórica, fuera del
sobre los términos ;"sa tüs comparativos,e y mi propio trabajo sobre ¡lcance de la verificación directa. Ha cumplido so ta"ea séio-uá¡o i. ."":
so5t" loe adverbios' suce-
i". ri¡ü".iones de ..titod"r y rea-lizativos,ro
la cita't¿
dición de que_implique resultados compróbables * rát-" ae oraciones
y
-.or,-'"Sian"n.iados causales singulares,u.y sobre t; y éstas no hacen mención de la rnaquinaria. una teoría de la verdad
queda por
nos inclinamü po" r"í pesimistas respecto de lo que reconcilia de esta manera Ia exigencia de una teoría que articule la es-
pensar en el
r,u.uii¡o'poñ;r1" á; tJ q"á i" r.-ha hecho!), deberlamos
eso que Dummett llama
tructura gramática.con la exigencia de una teoría que-pueda ser proba-
magnífico log'ro de f""g.=rit plrner bajo control úa sólo por lo que dice acerca de las oraciones.
";i;;;itd;i-aliiprá;i; n""s" no teáía en mente una teoría de la ver- En la obra de Tarski, las oraciones T son consideradas verdaderas
dil;;ü;;td" dÉ-T""ski, frero es obvio que persiguió, y encontró, e-s- pues
Fe-presume que la rama derecha del bicondicional es una traduc-
;;;ú;;; ¿ñ;; .lú;;; ía cual puede éstableceiee teoría de la e¡ón de la oración para la cual se están dando condiciones de verdad. pe-
'na ro no podem_os presumir de antemano q-ue la traducción correcta puede
'-'T; tarea de aplicar en detalle una teoría de la verdad a un lengua-
verdad.
fer reconocida sin dominar antes la médula de la interpretación
j" ,"fo""i"" fr p"á.ii.. .é ¿iüai"¿ casi con certeza en dos etapas-. En la para las aplicaciones empíricas, debemos abandonar fa presunción. "dai.ul
Lo
nrimera etapa r. .u"r.i""iÁrálaverdad, no para todo.el lgnguaje, sino
$u9
yo, propongo es invertir la dirección de la explicación: presumiendo
;"-ñL n te scl eccionada. Esta parte, i
; ;; g"aje s
¿.i i"ñ cuidado sam e la tradgcción, Thrski estaba en condiciones de definir la verdad; la pre-
ffi; ;;'.il ;"d; ;;ñá[i;ñ"nre n óm oda, del i c
_con_rendrá.
oT. infinida rl ¡ente idea consiste en tomar a la verdad como básica y e*I"a"" una ex-
de oracione. qo" el poder lenguaje todo. La se' plicación de-la traducción.o interpretación. Las ¿"ra. .lp""t"
"ótu"¿t una de -expresivo
gunda parte aparea.lcuAa las oraciones restantes a una o (e¡r de vista.de la interpretación radical, son obüar."""tu¡ár,
r,u orr. p"o-
á"o.,u de las.oraciones_para las cuales se h¡r
;;;á.";;;ül;d;ái;t, poá"t"o" pie9?9 rinica que se frj-a o no se fija a las emisiones, "e"áuá1,
mientras qoe üdu
.ui.rié"ir.áo-tt.,""á.á. considerar que lás oraciones para lax ¡misión tiene su propi? intcrpretación; y la verdaá tiene más aptitud
;;;;tDücable la p"i-""a etapa de la teorfa dan la forma lógica, o ee para conectarse con actitudes más bien simples de los hablantes. -
tiuctura-profunda, de todas las oraciones' . N-o hay difrcultad en reformular la coñvención T sin apelar al con-
oepto de traducción: una teoría aceptable de la verdad ¿ebe impticar,
para c-ada oración s del objeto lenguaje, una oración de la formá: s ás
2. ;Puedp uerificarse una teorla d.e la uerdnd mediante el recurso a lo vsrdadera s-i y_ sólo p, dónde !"-se-reempraza por cualtuier oración
iríálil¡á aiiii¡¡t antes d.et comienzo de ta interpretación?
-si
t¡ue sea verdadera si y sólo si s loes. Dada eita forinulación',la teoría se
Done a pru_ebq mediante la evidencia de que las oraciones f son simple-
La convención T dice que una teoría de la verdad es satisfactorifl nente verdaderas; hemos abandonado la-idea de que también debemos
.i gurr""u-o"a oración T para c_ada oración del lenguqie obi"to. Basta corr lccir si lo que reemplaza a !] trad¡rce a s. podrá parecer que no hay
deáostrar que una teoría de la verdad es empíricamentg correcta' ctt nlnguna persp-ectiva de que exigiendo tan poco de lai o"a"iorl, T emei-
(en la práctictt,
d;;;;;p"""= q"e las oracio-nes T son verdaderas Jt una teoría de la interpretación. y desde luego que esto sería así si to-
-L-"rtt. "L¡it.."
a.le.oa¿a'confitmar¿ la teoría en ul grgdo.razonable). I¡¡¡ ltáramos a las oraciones T aisladamente. peio li esperanza es que si
""" t .Ofo -e".io"a" las oraciones cerradai del lenguqie,. por l. lplicamos las restricciones formales y empíricas apiopiaclas sobre la
"i*i""*
o"" ü evidencia ";É;;tt puede consistir exclusivamente en hecho¡ tlorfa como un todo, las oraciones t ináividúales serúr¿ñ
;;; i;i;;;¡*.¡g y actitudes de los hablantes en relación con la orrt "r".tirr"-"rrt"
¡lrra producir interpretaciones.u
Desde lueg.o, una teoría qrto
;t"";; iri" A"au por iredio de emisiones). concatenaciones Tlodavía debemos decjr qué eüdencia está disponible para un intér-
i*.iá"" debe tra-tar a las oraciones como de exprcrirr evidencia, vemos ahora, de que las oracionles T son ve"daáé"as.
;; d;ñ"gtñdmeno" que la oracional, debe introducir nociones sem¡1rt
evidencia no puede consistir en descripciones detalladas de las
li.á. .ot"iratisfacción ! referencia, y debe apelar-a ula ontología dc rn e intenciones del hablante. Dado qüe las atribuciones de acii-
;;;ñ;-i d" lÚót"r órdenados pói tas secuencias. Tiodo este aparrtlrt al menos cuando se requiere sutileza,-exigen una t¿o"ra q"e deba
sar en una evrcrencia
eüdencia muy parecida a Ia la áe h interpretación.
de la interpretaiión. I¿La
rpendencia de creencia y significado resulta evidente de esta *a-
? .^11f9blante sostiene age r¡¡á oración es ve_rdadera debido alo que
T. Burge, Teference and hoper Namea''
E G. Hañman, "IVforal Relatiüem Defended"' oración (en su lenguaje) significa, y debido a lo que él cree. sabiendo
e J. Wallace, ?ositive, Comparative, Superlative"'
ro Vóanso loa Ensayos 7 Y 8.
lf Vóanso loo Enrayor 6'i0 on Earmya on Actions ard Euenb'
¡2 Vóa¡¡¡ ol Enrayo 6. ll
rs M. f)ummohL, hego: Philosophy of I'anguoge' Para raquisitos oroncialoa, vóano l¡ not¡ ll dol Enaayo 2.

1AA
po- ner nada establecido: los hablantes pertenecen a Ia misma comunidad de
que él tomu r¡ l¡¡ oración por-verdadgrl, y conociendo el significado' habla si las mismas teorías de interpretación dan resultados para ellos.
demos i¡rferir ru .t""ttail; dada suficiente información acerca de
sus
.i""".¡u", po¿.rnos t^l u"í inferir el significado. Pero la interpretación . La- objeción obvia es que Kurt, o cualquier otra personi, puede es-
üar equivocado respecto de si está lloviendo cerca de éL y esto es desde
radical rl.be d*scanr* evidencia quJno presuma un conocimiento dtr ya un_a razón para no tomar (E) como evidencia concluyente para (GE) o
""
significados o un conocimiento detallado de creencias' para (T); y una razón para no pretender que generaüzácionei como (G-E)
un buen punto de partida es la actitud de tomar a una oración por ¡oan más que generalmente verdaderas. El método consiste más bien en
'rner.lail,,ra, dc aceptarli .o-o verdadera. Esto es, -desde luego' un¡l
y por obtener el m-ejor-qjuste. Queremos una teoría que satisfaga las restric-
creencia, p'e"o *, una actitud única aplicable a todas las oraciones, ciones formales de una teoría de la verdad, y que maximiie el acuerdb,
ió 1u"to ,r'o reqoiere de nosotros que seamos capjtces de h¿cer distincio
considerar en el sentido de hacer que Kurt (¡r otros) ejt3nln lo cierto, hasta dondé
;;;;;;"nt¿ discriminadas enfre creencias. Es plausible- in nosotros podamos discernirlo, tan a menudo como sea posible. El con-
que un intérprete *p." de identificar esta actitud antes de poderun¡r cepto de maximización no puede tomarse aquí literal-ente, puesto que
trpi"tt., "r que persona pretende expresar
á.^do qrru poede saber
las oraciones son infinitas én número, y en tódo caso *u *, -q* i" Éo:
una-
.rre"aaa ai emitif sin tener lá menorldea de qué verdad so
""a-o*ciO" qu(' rfa comienza a tomar forma cobra sentido aceptar el error inütigibte y
trata. No es que la aserción sincera sea la única razón para suponer admitir la relativa probabilidad de diversas claies de error.r6
;;;;;;io".i¿u." una oración como verdadera. Mentiras, órdenes,
revelar si urr El proceso de conformación de una teoría de la verdad para una
.lengua4ativa
fri.i""ir., itónía, si son áetectadas como actitudes, pueden hay razón partt desconocida podría a grandes rasgos seguir ros siguientes
h;ü"¿" considira sus oraciones como verdaderas. No
á"r."*"" otras actiiud"r pu"r con las que oraciones, tales-como desear s' pasos. Primero buscamos la mejor manera de-ajustar nuestrá lógica,
uno va a probar su verdad' 'v hasta el punto,requerido para obtener una teoría que satisfaga h óon-
;;;á;d;";;";p"o¡ui t..' ""rdad, creer vonción T, en el nuevo lenguaje; esto puede signific-ar leer la éstrucüura
ári p".'"i értilo, pero me inclino i pensai
-que
tod-a eüdencia de esta cl¡¡
lógica de Ia teoría de cuantifióación d! primeiorden (más lá iaentidad)
.u ñu¿" agruparse en términos de considerar a las oraciones como ver
dentro del lenguaje, no tomando las constantes lógicas oru po" una, si-
daderas.
--- supóngase, entonces, qu€ la evidencia disponible consiste justs no tratando a esta gran porción de lógica como a una red que se instala-
qi.ó tós ttaUtaná. ¿ut lenguaje a ser interpretado.sostien.rr rd sobre el lenguaje en_ una única operación relámpago.-La evidencia
-""tuÉ"
oue diversal oraciones son verdaderas en ciertos tiempos baJo
y clrcuns consiste aquí en clases de oraciones que siemp"e se conlideran verdade-
rus_o siempre se por casi todas las personas casi todo
-consideran falsas
evidencia para_rt:s
á;i.r ;pecificadas. ¿Cómo puede emplearse esta
rltiempo (ve¡dades lógicas potenciáles) y en patronei de inierencia. El
i.fi"i""i t"."ir A" ti Por un lado, tenemos oraciones T, de l¡¡
"eraaát primer paso identifi ca- predicados, térmiño s singurares, cuantifr.uaó"" r,
forma: conectivos e identidad; en teoría, establece cueitiones-de forma lógica.
(T)rEsregnzt'esverdadero-en-alemáncuandoestáhabladoplrl El segundo paso se concentra en oraciones con deícti.o.; oracio-
tiemi'o f si y sólo si está lloviendo cerca de t en ú'
no8 que a veces consideradas verdaderas y a veces falsas "qolllus
t de acuerdo con
"t "l onmbios descubribles en el mundo. Este paso en conjunción con p"i-
Por el otro lado, tenemos la evidencia, de la forma:
mero limita las posibilidades de interpretar predicadós individuales."i El
ülüimo paso se ocupa de las oraciones restantes, aquellas para las cuales
(E) Kurt pertenece a la comunidad de habla alemana y Kurt slrr no h-ay un acuerdo uniforme, o cuyo valor de várdád conóiderado no de-
ponde sistemáticamente de cambiós en el medio ambiente.re
tiene que eJverdadero'Es regnet" el sábado al mediodía y está l¡r
viendo cerca de Kurt el sábado al mediodía'

Pienso que deberíamos considerar (E) como evidencia de Que


('l) r'r, ll Para rrás detalles sobre la obtención de un "nejor qiuste', véanse los Ensa¡os 10-
verdadera. Puesto q"" it) es un condicional universalmente cuantificr¡ ¡¡.
l0 los'lectorcs que aprecien en qué grado esta consideración es paralela a la congide-
dó, ál primer paso üría reunir más evidencia para respaldar la afirrrr' ¡lclón de la traducción radical de Quine del Capftulo 2 de tflord. ána ot¡t apreciarán
ción de que: lrmblcn las diferencias: la reetricción gemántici de mi método f,r.rr-u'o. estructura
O¡ntilicacional sobre el lenguSje-a rerinterpretado, lo cual probablemÁte no ¿e¡r
(GE) (r) (¿) lsi r pertenece
-es
a la comunidad de habla alemana lrro ftt para una indeterminacion dé forma lógica; la noclón au rii"ift"rao*rtf-"to oo deaem-
".pa-
plle.función alguna en mi método, p"oo * lugar lo ocupa la-referencia a lr¡s caracterfsti-
go (r sostierre qoe verdadero "Es regnet" en ú si y sólo si estí lh,
||r objotivae de I mundo que se ven alteradas en conjunciOn con los cambiog de actitud ha-
viendo cerca de ¡ en ú)1.
-es
con la idcntificación de los conectivos oracionales (puroe), aplicado por mt desde el
La apelación a una comunidad de habla simplifica la tarea sin srr¡xr :lpio hasta el final.

r46 t47
3. Sí sabemos qy.e- unn teorla d.e la verd.ad. satisface
Este método pretende resolver el problema dc las interdependen- los criterias
lorrna le.s y e mplricos r itos, ¿pod,emos interp retar emisio^c s d.el
cia de ereencia y significado tomando a la creencia como constante hasta -de-sc
tenguaJe para el cual ella es u,na teorla?
donde sea posible én tanto se resuelve el significa{o. Esto se consigue
mediante la asignación de condiciones de veldad ¡r oraciones extranje- una teoría del lenguaje implica una oración T para cada oración
ras que hacen qúe los hablantes nativos tengan ruz.ón cuando- es plausi- del lengu*ie' y una.oració.t-T da condiciones de verdad. Resurta
blemente posibie, por supuesto segin nuestro propio-punto de üsta de dor, por ello, decir simplemente que una oración T
tenta-
lo que es óorrecto. El procedimiento lo justifica .l h.cho de que tanto el "da el sierificado" de
oración. Por supuesto, no diríamos que lo ttu.u
desacuerdo como el acuerdo son inteligibles sólo <lc¡ltro de un marco dtr ¡.na
Drendo una entrdad que es'n significado, sino simplemente
o descri-
amplio acuerdo. Aplicado al lenguaje, este princi¡rio s_ignifica: cuantas "o-u"-uiáo
diciendo
jo qué condiciones una emisión d-e Ia oración - -' ba_
más oraciones convoquemos para aceptar o rcchr¡zar (a través o no dt' es verdad"iu.
Pero tras reflexionar resurta craro que una oración T no
un medio de interpretación), mejor comprendtrr<rrnos al resto, nos ponga' ficado de la oración a la cual concierne: La o.r.io"-C-rirr¡"
da el signi-
mos o no de acuerdo respecto de ellas. Lr valor de
verdad relativo a cierta_s condiciones, p""o t tái." q". rl"i'*ión
El consejo metodológico de interpretar 0¡r una forma que optimic0 guaje-objeto del len-
el acuerdo nó debe concébirse apoyado err rtnf¡ presunción caritativ¿r sea verdade ra_porq ue rai condicio""r'*"
si se hiciera tanto caso a lós válores de verdad, r" ot".iJ"'i
n.p"-,
"¿liáá.. para -T.a
acerca de la inteligencia humana que podríu rcsultar falsa. Si no podt' nieve es blanca" bien podría decir que ésta es verdadera
mos encontrar un;forma de interpretar qu0 lus cmisiones y otras mani si v sólo si el
césped es verde o 2+2=4, como podría decir que ;;;J;á;'si
festaciones de la conducta de una crtlnturfl son reveladoras de urr y
conjunto de creencias ampliamente consistcntes y verdaderas segúrr ", en que ningunasóloteo_si
la nieve es blanca. Podemos t""e" co"n" nza, quizá,,
rfa satisfactoria de la verdad producirá oraciones í ta" anómá'las, pero
t oeit"os propios patrones, no tenemos razoll()s para considerar que es¡r osta confianza no nos da autorización para sacar más provecho
creatura es racional, tiene creencias o dicc algo. oraciones T.
de Ias
Aquí me gustaría insertar una obscrvación acerca de la metodolrt Hay una jugada que podría parecer de utilidad y que consiste en
gía de *i ptopúe"ta. En filosofía estamos acostumbrados a definicioncs, -p
lrrrmar que no es la oración T sola, sino la prueba canónica
áttáli.is, róducciones. Por lo general su intención es llevarnos de concc¡r ción,T,,la que nos permite interpreüar la oración extraña. Dada
de una ora-
tos mejór comprendidos, o cláros, o más básicos epistemológica u ontol(, una teo_
rla de- la verdad, una prueba canónica es fácil de construir, moviéndose
gicamónte, a ótros que queremos comprender. El método que he sug.ri como lo hace a través de una hilera de bicondici"".t".,
áo tto en ninguna de estas categorías. He propuesto r¡na relacirirr liüuiriendo pa-
ra su-singularidad solamente decisiones ocasionales'["ru-lou"rnar
más flexibie entre los conceptos a ser iluminados y los relativamenl'¡'
"tt..¡a la
más básicos. En el centro campea una teoría fomal, una t¿oría de la vcr' pj?:9"::llqe izquierda o de derecha. La prueba efeciivam?nh refleja
la forma lógica que la teoría
dad, la cual impone una estructura compleja sobr-e las oraciones qrrr' ffig-na a_ra oráción, y por esto podrÍa peí-
lorse que revela algo a_cerca del significado. pero áe t
cott[iet en las nociones primitivas de verdad y satisfacción. Estas nocirr o
nes reciben aplicación por medio de la forma de la teoría y de la naturrt
más que antes acerca de cómo interpretar si todo lo que ".tsupiéramos
"o'sabríamos
fue_
?o que una determinada secuencia de oracion-es es ta p*e6",
leza de la evidencia. El resultado es una teoría parcialmente interprcl'rr para algu-
na teoría verdadera, de una oración T particular.
da. La ventaja del método descansa no en su recurso libre a la noción tk'
apoyo eüdencial sino en la idea de una teoría poderosainterpretada |.rr . una_sugerencia finar en la misma lín_ea de pensamiento sería que
podemos interpretar una oració_n particurar ;i"ñ";
ei punto más ventajoso. Esto nos permite reconciliar la necesidad tl¡' una teorÍa correcta de la verda4 que trate del lenguaji ;;'lorro".u-o.
uná estructura semánticamente articulada con una teoría comprobrtlrll áe-h oración.
Pues entonces conocemos no solam""t" ir oii}0"'b-i'."i'Ia oración
solamente a nivel oracional. El beneficio más sutil está en que una ('vr a
dencia muy ligera en favor de cada uno de los infrnitos puntos potencirr sino que también 'conocemos" las o"á.io"* r pu"" to-
!11i,l?Tt"tada,
s¡E ras demás oraciones; por supuesto,. todas las pruebas. Lúego ve-
les puede proforcionar ricos resultados, incluso s6¡ rp,specto a los ¡rrrrr rl
tos.'Conociendo tan sólo las condiciones bajo las cuales los hablarrl"¡ el papel de la. oración-.en el i""eu"j" .o-r;; i;d;;;;noceríamos
If 1T," I
consideran verdaderas a las oraciones, podemos extraer, dada una l.r',¡ tr ror tre cada parte significativa de la oración, y sabríamos acerca
de las
ría satisfactoria, una interpretación de cada oración. Aún resta prolrnt fonexiones lógicas entre esta oración y otras.
esta última afrrmación. La ieoría misma en el mejor de los casos da cotr
si supiéramos que una oracióñ T satisface la convención T de
diciones de verdad. Lo que necesitamos demostrar es que si una tcor tn F-,:I : 1t11T
oración "_'
*
gd ],+ ;¡; ;;, ; ; "il;;;; ."iü';'uü i nbrpre _
así satisface las restricciones que hemos especificado, puede ser us¡¡rln fT y"u, po.qoe sab"ia-os-quá ü "
derecha d"l bi'*;á[i;:
para producir interpretaciones. "u-u problema
nrr traduce la oración a ser interpretada. Nuestro actual ema_
del hecho.de que en la interpretaciJn
"a¿ic"t-"o;;e;;;;;poner
una oración T satisface el criterio de traducción. Hemos estado de-

148 l49
jando de lado, sin embargo, que ya proporcionamos un criterio alternati
vo: este criterio consiste en que la totalidad de las oraqiones T deberfan
ajustarse óptimamente (en el sentido descrito más atrás) a la eüdencia
aterca de lás oraciones consideradas verdaderas por los hablantes nati- 10
vos. La presente idea es que lo que Tarski daba directamente por su-
puesto para cada oración T puede ser extraído indirectamente mediante
una restricción holística. Si esta restricción es adecuada, cada oración T
producirá en efecto una interpretación aceptable.
La creencia y cl fundamento
Una oración T de una teoría empírica de la verdad puede entonces del significado
emp'learse para interpretar una oración siempre que conozcamos tam-
bién la teoría que ella implica, y que sepamos que es una teoría que sa-
tisface los criterios formales y empíricos.l? Pucs si las restricciones son _ _ Pig"i9cado
y creencia dcs.nr¡rr.r't.rr ¡r.¡r*res interrelacionados y
adecuadas, el rango de teoías aceptables será tal que cualquiera de comptementarios en la interpret'ciér¡ rrr.r riini.r¡rso Ai
ellas proporcionará alguna interpretación correcta para cada emisión
il;;; énfasis en
la conexión entre nuest"u, ,r"on.r" ¡rririr rrt,ril,uir crrcncias
a los hablan-
potencial. Para ver cómo funcionaría esto, aceptemos por r¡n momento tes, y nuestras razones para asi-gnrrr sigrrificrrdus ,l
susemiaiorr"a,
la hipótesis absurda de que las restricciones reducen las teorías posibles ro explicar algunos rasgos problcnrrfl,ir.¡i,* r,¡r¡rt<¡ dc In creencia "ap"-
como del
a una, y ella implica la oración T (f) preüamente discutida. Entonces tignificado.
nos vemos justifrcados al usar esta oración T para interpretar la emi- Estamos interpretando-u. frrr¡¡rrr.lrto dc conducta ringüfstica
sión de Kurt de oDs regnet" como su dicho de que está lloviendo. No pa- cuando decimos lo que ras parnbr." iü, .r,r hobir;ao ;ig"ifican
rece probable, dada la naturaleza flexible de las restricciones, que todas ocasión de uso. La tarea puód" vcr'o corno urra redescrip.rJ" en 'na
que las palabras "Es schieit" han sirlo cmitidas sabemos
las teorías aceptables vayan a ser idénticas. Cuando se haya incorpora- un L'ürí0" particu_
do toda la evid-encia, todavía quedarán, tal como lo ha enfatizado Quine, lar y queremos redescribir esta *-i,i¿r como un acto "n,de decir que está
los compromisos entre las creencias que nosotros atribuimos a un ha- nevando.t ¿-Qué-necesitamos saber para estar en condiciones
cribir el habla de esta manera, de redes-
blante y las interpretaciones que damos a sus palabras. Pero la indeter- i".ii para interp;"di;; emisiones
minación resultante no puede ser tan grande, a no ser poryue toda teo- "r
de un hablante? Puesto que un'inté;¡;;t competente puede interpretar
ría que supere las pruebas servirá para producir interpretacionee. cualquiera de las infinitai-emisiones'pott""iaris
io Éieí poaii.*os decir
!9 mi¡m9 nosotros), no podemos r" d" ¿i¿;;o1-elieaiante un
lfstado de casos. sabe, por ejempró,"rp".iñá""
quá-ar emiui "Er-;i;;;"bajo cier-
tae condiciones-y con una delermináaa inte-n_ción, x"¡i.
¿i.rro que está
nevando; pero hav una cantidaa intcrmina¡te e;;t";;;;.:Lo
que de-
bemos hacer entonces es enunciar una teoría ¡i"it";
derivan las interpretaciones p"ili."r.i"r. Ia teoría pulde ;;r# de h cual
usarse para
describir un aspecto d:.r.r ;"iñü".i" á.r inÉrpreteln la
comprensión
de lo que se dic-e. También;;dñ;ñür"a si lo deseamos,
que hay un
mecanismo en el intérprete qu9 correspondé';É-d;;
rclamen-te..que hay alguno u otro *"citirno,ñJ;jñü"ü
Sil; significa
¡ulta difícil ver cómo lá afrrmació" póáiiu d"j." ¡; ,ái-"*aáá""". h""r,
""-
La teoría de la-interpreraciói es un d"b"ñ;;,i;;; u'griirt
del filósor". ni r"ját" {uJ t"ata es ra conducta de un ha-,
!p]_o:idl"r,",v
eran.f,e o n¿Dranres, y dice qué s-ignifican determinadas emisiones de
¡quéllos. Por último, {ros.
la teoría-puedE usa"se_para describi" il qoe .ra.
Intárprete sabe, esto *ñ.o"¡""io t"fñÍ" ñ6;iin..ur. de las
"r, ""

en el preaenre conrexto de üal manera que un hablan-


lY::,*l:::ly:jgS:::.
¡¡e¡¡q wqorurr particuia[quá-L"ie'"ii""?"
!-1lT_gr. "r.:ocuiión ,,d¡ ürsuruf, q-ue ea[a,nevandoei y 8ólo
8¡ emi; parabrae que (en eaa
sólo ei emite
l? Vóa¡o la nota 11 del Ensayo 2 y el Eneayo 12. )q*::l:"y^.-?:31:_"::A:.:.p,o, to tu¡r. uniu¡i,ntu p"u¿[ á*¡-" q,,-"üii n*
ri ál cigniñcar, o alirmar, que ostó nevando.

160
lól

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