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Síntomas
Olor en el cuerpo
Síndrome del túnel carpiano
Disminución de la fuerza muscular (debilidad)
Fatiga fácil
Agrandamiento de los huesos faciales
Agrandamiento de los pies
Agrandamiento de las manos
Agrandamiento de las glándulas en la piel (glándulas sebáceas)
Agrandamiento de la mandíbula (prognatismo) y de la lengua
Estatura excesiva (cuando la producción excesiva de hormona del crecimiento
comienza en la niñez)
Sudoración excesiva
Dolor de cabeza
Ronquera
Dolor articular
Movimiento articular limitado
Apnea del sueño
Inflamación de las áreas óseas alrededor de las articulaciones
Engrosamiento de la piel, papilomas cutáneos
Dientes muy espaciados
Dedos de manos y pies ensanchados debido al crecimiento excesivo de la piel, con
hinchazón, enrojecimiento y dolor
Signos y exámenes
Nivel alto de hormona del crecimiento
Nivel alto del factor de crecimiento insulinoide tipo 1 (IGF-1)
Una radiografía de la columna vertebral muestra crecimiento óseo anormal
Una IRM de la hipófisis puede mostrar un tumor hipofisario
Una ecocardiografía puede mostrar agrandamiento del corazón, insuficiencia de la
válvula mitral o de la válvula aórtica
Esta enfermedad también puede cambiar los resultados de los siguientes exámenes:
Glucemia en ayunas
Prueba de tolerancia a la glucosa
Tratamiento
La cirugía para extirpar el tumor hipofisario que causa esta enfermedad corrige la secreción
anormal de la hormona del crecimiento en la mayoría de los pacientes. Es posible que esta
cirugía no esté disponible para pacientes en lugares remotos, así que puede ser necesario
viajar a un área metropolitana más grande para el tratamiento.
Después del tratamiento, la evaluación periódica es necesaria para constatar que la hipófisis
esté trabajando normalmente. Se recomiendan evaluaciones anuales.
Expectativas (pronóstico)
La cirugía de la hipófisis es efectiva en la mayoría de los pacientes, dependiendo del
tamaño del tumor y de la experiencia del cirujano.
Complicaciones
Artritis
Enfermedad cardiovascular
Síndrome del túnel carpiano
Pólipos en el colon
Intolerancia a la glucosa o diabetes
Hipertensión arterial
Hipopituitarismo
Apnea del sueño
Compresión de la médula espinal
Fibroides uterinos
Anomalías de la visión
Prevención
No existen métodos para prevenir esta afección, pero el tratamiento oportuno puede evitar
que las complicaciones de la enfermedad empeoren.
Nombres alternativos
Adenoma somatotrófico; Exceso de hormona del crecimiento; Gigante hipofisario
La Acromegalia es una enfermedad crónica en personas de edad mediana, causada por una
secreción excesiva de la hormona del crecimiento, la cual es producida en la glándula
pituitaria. Generalmente el aumento de hormona del crecimiento se relaciona con el
desarrollo de un tumor benigno. Se calcula que en el mundo existen entre 40 y 50 pacientes
con acromegalia por cada millón de habitantes.
No hay que confundir la acromegalia con el gigantismo, pues este último padecimiento
presenta crecimiento exagerado de los huesos antes de la pubertad. La acromegalia está
relacionada generalmente con la aparición de una neoplasia benigna (tumoración) en la
glándula pituitaria. Lo que provoca una producción excesiva de la hormona del
crecimiento, lo que a su vez provoca en el adulto el crecimiento anormal de las
extremidades y los órganos internos del organismo, pero quienes la padecen generalmente
no se percatan a tiempo ya que algunos signos se confunden con el proceso de
envejecimiento natural del ser humano, lo que puede causar complicaciones que lleven a la
muerte. Es una enfermedad endocrina debida a un exceso de producción de hormona de
crecimiento (GH), que determina un aumento desproporcionado del tamaño de las
extremidades, dolores de cabeza y articulares y alteración de las proporciones faciales por
aumento de las partes acras. El término proviene del griego akron que significa extremidad,
y megas que significa grande.
Fue descrita por primera vez por Pierre Marie a finales del siglo XIX.
Esta enfermedad padece la ex-baloncestista soviética Uliana Semenova con una altura de
2,13 m. comparable en un varón a la altura de 2,31 m. de Jorge Gonzales jugador argentino
de baloncesto y luchador quien también la padeció.
Epidemiología
La acromegalia es una enfermedad subdiagnosticada. Se estima una prevalencia de 40
casos/1.000.000 y una incidencia de unos 4 ó 5 casos/1.000.000 de habitantes por año.
Es más frecuente diagnosticarla entre los cuarenta y los sesenta años, pero puede aparecer
en adolescentes o en la tercera edad. Aparece en ambos sexos, algo más frecuentemente en
mujeres que en hombres.
[editar] Causas
La acromegalia aparece en los adultos y se debe a la secreción excesiva de hormona del
crecimiento. Cuando la hipersecreción de GH se produce antes de finalizar el crecimiento,
en niños o adolescentes, se produce el gigantismo acromegálico, que conlleva tallas
exageradamente altas.
El cuadro se corresponde con facciones toscas producidas por el crecimiento de los huesos
de la cara: crecimiento excesivo de la mandíbula, mentón prominente (prognatismo),
separación de los dientes (diátesis dentaria), lo cual da el aspecto típico de la facies
acromegálica. Dolor y dificultad en la masticación, crecimiento exagerado de nariz, orejas,
labios, lengua (macroglosia), y agrandamiento de los senos frontales; crecimiento de manos
y pies; piel engrosada y exceso de sudor; voz ronca, dolores osteoarticulares y fatigabilidad
(astenia); en las mujeres ciclos menstruales irregulares y galactorrea (producción de leche
materna fuera de la lactancia), en los hombres impotencia sexual y en ambos sexos
disminución de la libido; cardiomegalia, hipertensión arterial, aterosclerosis y mayor
tendencia a la diabetes. Es frecuente el dolor de cabeza intenso (cefalea). También puede
haber hormigueos (parestesias), dolor y disminución de fuerza muscular (paresia) en una o
las dos manos (que produce una compresión del nervio en la muñeca conocido como
síndrome del túnel carpiano)
[editar] Tratamiento
Existen tres opciones: