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Antiparasitaje del automóvil

(perturbaciones eléctricas)

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El automóvil produce un elevado número de ruidos u ondas parásitas (perturbaciones) que es


necesario eliminar para conseguir una perfecta audición de la radio.
Las causas pueden ser muy numerosas, y todas ellas producidas por cualquier aparato
eléctrico, en el cual se crea un campo magnético variable, y se recordará que la mayoría de
estos aparatos instalados en el vehículo se hallan en estas circunstancias. Por otra parte,
cualquier interrupción o puesta en marcha de estos mecanismos: motor, alternador, etc., se
deja sentir en la audición. Por tanto, todos estos disturbios tienen que ser eliminados.
Las ondas parásitas que influyen en un receptor de radio pueden proceder del exterior del
vehículo o también los producidos por él mismo. Los disturbios procedentes del exterior suelen
ser momentáneos, como por ejemplo: las irregularidades atmosféricas, la proximidad del
vehículo por torres de transporte de electricidad de alta tensión. Como son disturbios
ocasionales no se deben tomar medidas especiales contra ellos.
Sin embargo, los producidos por el propio vehículo son los verdaderamente importantes, ya
que si no se eliminan hacen que la audición sea prácticamente imposible. Por orden de
importancia, en cuanto a los disturbios, la relación de estos elementos es la siguiente:

• Sistema de encendido.
• La dinamo o el alternador y el regulador de tensión.
• El motor de arranque.
• El motor limpiaparabrisas.
• Las bocinas.
• La bomba eléctrica de gasolina.
• El velocímetro si es de imán rotativo.
• En general, de todos los elementos donde intervenga el magnetismo.

Se puede decir, por tanto y de modo general, que todo aparato que lleve contactos en los
cuales se producen chispas y que interrumpen el paso de corriente de forma brusca, es motivo
y causa de producción de ruidos parásitos.

Existen otros mecanismos que, sin ser de tipo eléctrico, son también motivo de producción de
chispas, como por ejemplo, los frenos, ya que el ferodo que lleva incorporado está compuesto
por hilos de bronce que pueden producir, durante la marcha normal del coche, chispas debido
al roce del ferodo con el tambor del freno.
La forma de transmitir estas perturbaciones o disturbios al radiorreceptor puede ser por
radiación o por transmisión directa.

Las causas que producen los disturbios o perturbaciones son varias, pero a pesar de ello su
eliminación es posible y hasta relativamente fácil. Lógicamente la forma de actuar consiste en
eliminar las causas que las producen o impedir que se transmitan a la antena o al
radiorreceptor.
Una solución fácil, consistiría en blindar todos los aparatos que producen estos disturbios por
medio de una envuelta mecánica conectada a masa, con lo cual el problema quedaría resuelto;
pero debido a la gran cantidad y diversidad de todos estos aparatos, resulta prácticamente
imposible, pero además también habría que blindar ciertas partes metálicas del vehículo e
incluyo los cables. Como esto resulta inviable, la supresión se consigue por medio de
condensadores o resistencias como se ha podido comprobar en el estudio que anteriormente
se ha hecho de todos estos elementos.

Para erradicar las perturbaciones dividimos las mismas en cuatro categorías:


1. Perturbaciones irradiados por el encendido
2. Perturbaciones generadas por el circuito de alimentación
3. Perturbaciones debidos a contactos de masa irregulares de las piezas grandes que
forman la carrocería, por trepidación (vehículo rodando por un pavimento irregular).

Antes de acometer la eliminación de las ondas parásitas, hay que estar seguro de que los
componentes eléctricos de alta tensión (encendido) y de baja tensión (12 V) del vehículo, se
encuentran en buen estado (es decir, que no hay falsos contactos y que todos los cables,
terminales y bornes están bien apretados). Dentro de lo posible, también es necesario que las
piezas de la carecería (aletas, capot, suspensión, etc.) estén bien apretados o soldadas.

Perturbaciones en forma de ondas parásitas emitidas por el sistema


de encendido
Los elementos que mas perturban la recepción de la radio en un vehículo son: la bobina de
encendido, el ruptor y, sobre todo, el conjunto de alta tensión a 20.000 o 30.000 V (distribuidor,
bujías y cables de bujía).

Para llegar hasta nuestro receptor el fenómeno perturbador puede elegir entre varios caminos:

• Radiación electromagnética, totalmente equiparable a la de una emisión de radio, pero


que, además, abarca una amplia gama de «longitudes de onda».
• Alimentación a 12 V y sus circuitos, que sirven de conductores para los parásitos del
encendido, al estar sometidos a inducción o impulsos eléctricos.

Estos parásitos se caracterizan por una serie de crepitaciones (ruidos) tipo «ametralladora»
cuya cadencia aumenta a medida que se acelera el régimen del motor.
El remedio es de sobra conocido: atajar el mal de raíz, lo más cerca posible de su punto de
origen, y en neutralizarle en el momento de su aparición, es decir, impedirle que avance.
Pero aún existe el riesgo de que el parásito «trepe» hacia los circuitos de 12 V por el hilo de
entrada a la bobina, por lo que es imprescindible colocar la «trampa apropiada»:
un condensador especial de 2µF y 200 V.

Parásitos «emitidos» por el sistema de encendido electrónico integral


En principio, los vehículos equipados de Encendido Electrónico Integral comportan de origen un
antiparasitado de serie compuesto de condensadores antiparásitos en el alternador y en el
regulador.

Pero en el caso del autorradio «sensible», es preciso completar este antiparasitado mediante:

• Una trenza o madeja de masa entre el bloque motor y la traviesa de soporte del motor,
• Una trenza o madeja de masa entre el «cárter» del ventilador eléctrico y la traviesa
soporte del motor,
• Una trenza o madeja de masa ligando la caja del autorradio con la pieza de la
carrocería soldada, más próxima. Por ejemplo: el tablier separando la cabina y el
motor,
• Un condensador de 250 µF entre la + bobina y la masa,
• Un condensador de 250 µF entre la alimentación del aparato de alarma y la masa.
Parasitos (perturbaciones) emitidas por los cables de alta tensión de las bujías y bobina.
Este fenómeno es de tal importancia que los fabricantes estaban obligados por ley, a montar
cables equipados con haces antiparasitarios de "hilo especial de alta impedancia".
Por esta razón nos despreocupáremos de los cables de alta tensión del encendido aunque a
veces es necesario colocar en las bujías unos "supresores" (terminales antiparasitarios). En la
salida de alta tensión de la bobina colocaremos otro supresor.

En la tapa del distribuidor deberemos colocar uno o varios «supresores» en la misma tapa o,
mejor, en el propio distribuidor, una «pipa antiparasitaria».
El procedimiento más eficaz de eliminar las perturbaciones, se consigue fundamentalmente
colocando en serie una resistencia eléctrica en el cable de toma de corriente de la bujía o
blindándola con una caperuza y otra resistencia en el cable que une la bobina con el delco.
Esta resistencia es de elevado valor, de 15 000 a 20 000 ohmios, y recibe el nombre de
resistencia supresora. En la actualidad las bujías modernas vienen ya fabricadas con la
resistencia incorporada.

Para que el antiparasitado sea más eficaz en el sistema de encendido, es preciso:

• Desmontar la bobina y su abrazadera de sujeción.


• Con la tela esmeril, dejar brillante el metal en todas las superficies de contacto de la
bobina, abrazadera y carrocería (o bloque del motor, en su caso).
• Untar con un poco de aceite estas zonas una vez limpias.
• Montar el condensador apoyado en la bobina.
• Reapretar a fondo todas las masas y bornas de ojal.
• Comprobar el estado de limpieza y el grado de apriete de las demás conexiones del
encendido, tanto las del circuito de 12 V hasta el ruptor, como las del de alta tensión,
hasta las bujías (que deberán estar regladas con la separación entre electrodos
prescrita por el fabricante), bien apretadas en el bloque del motor.

Perturbaciones generadas en los circuitos de alimentación


El generador

• Dinamo
Síntoma: ruido parecido al de una sirena, tanto más agudo cuanto mas deprisa gira el
motor.
Remedio: un condensador de 0,5 a 50 µF entre la salida "+" y la masa de la dínamo (o
mejor, un filtro Facon A.364 por ejemplo)
• Alternador
Síntoma: zumbido cuya tonalidad varia según el régimen del motor
Remedio: un condensador de 2 a 10 µF entre la salida "+" y la masa del alternador (o
mejor, un filtro Facon A.633)

El regulador
Síntoma: chasquidos no periódicos que sólo se producen cuando el régimen del motor es
suficiente para cargar la batería; desaparece al encender los faros.
Los accesorios

• Motor del limpiaparabrisas o ventilador de climatización


Síntoma: chasquidos regulares.
Remedio: condensador de 0,5 a 5 µF entre el "+" y la masa del motor (o mejor, un filtro
Facon A.636).

• Intermitentes
Síntoma: chasquidos regulares
Remedio. condensador de 0,5 a 5 µF entre el "+" y la masa del relé de intermitencia (o
mejor, un filtro Facon A.637).
• Testigo de desgaste de frenos
Síntoma: chasquidos irregulares.
Remedio: condensador de 0,5 a 5 µF en cada freno entre la borne"+" de la pastilla y la
masa del palier (o mejor, un filtro Facon A.637).

• Reloj eléctrico
Síntoma: chasquidos acompasados o silbidos.
Remedio: condensador de 0,5 a 5 µF entre el "+" (alimentación) y la masa "-" del reloj
(o mejor, un filtro Facon A.630).
• Cuentarrevoluciones electrónico
Síntoma: chasquidos como los del encendido, que varían según el régimen del motor.
Remedio: filtro Facon A.660 y blindaje del hilo que une el ruptor con el
cuentarrevoluciones
Perturbaciones debidas a malas uniones de masa entre las piezas
grandes de la carrocería
Síntoma: crujidos irregulares que corresponden exactamente a las trepidaciones de la
rodadura. Para observarlas, embalar el vehículo y parar el motor, preferiblemente sobre una
carretera en mal estado.
Remedio: trenzas de masa para puentear todas las uniones dudosas de la carrocería o grapas
de bisagra.

Nota: para localizar el punto de origen, encender el aparato de radio en onda larga, entre dos
emisoras (motor parado, vehículo parado), empujando o tirando de las aletas, capó, etc., y
balanceando el vehículo hasta descubrir el punto sensible.

Desde luego, se ha de prestar especial atención a la toma de masa del capó del motor, pues
éste constituye un blindaje eficaz contra las radiaciones de alta tensión del encendido.
Orden de las operaciones (para un antiparasitado normal)
Estando parados el motor y el vehículo, en un lugar no afectado por interferencias, alejado de
líneas de alta tensión, rótulos luminosos de neón, etc., comprobar el buen funcionamiento del
receptor instalado.

1. Desconectar de nuevo el terminal negativo («menos») de la batería.


2. Iniciar el antiparasitado, por lo menos en el circuito de encendido.
Colocar un condensador entre elcable de alimentación + de la bobina y su masa
(raspando bien la superficie de contacto).
Colocar un supresor en el terminal central del distribuidor o, mejor aún, instalar un rotor
de distribución (pipa) antiparásito.
3. Suprimir también, al menos, los parásitos del generador (dinamo o alternador)
instalando un condensador entre la salida + y su masa. Poner en marcha el motor y, si
los resultados no son plenamente satisfactorios, continuar con las siguientes
operaciones, alternándolas con ensayos. Antes de probar, no olvide cerrar el capó.
4. Colocar una trenza de masa entre el bloque motor y la carrocería. Probar con el capó
cerrado.
5. Colocar una trenza de masa entre el capó del motor y la carrocería. Probar con el capó
cerrado.
6. Colocar una trenza de masa entre la abrazadera de la bobina de encendido y el bloque
del motor, en caso de que la bobina se encuentre alejada de éste. Probar con el capó
cerrado.
7. Poner capuchas con supresor en cada una de las bujías.
Si todo esto sigue siendo insuficiente, continuar con operaciones sucesivas,
alternándolas con pruebas.
8. Instalar un condensador entre la borne (+) del regulador y su masa.
Nota: ¡Precaución! No instalar nunca un condensador en la borne de «excitación» del
generador o el regulador.

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