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Introducción
Es en esta última mirada donde podríamos radicar el método que nos permitiera
constatar que la dicotomía Civilización y Barbarie ha estado presente en la
producción cinematográfica latinoamericana desde sus inicios, por cuanto las
nociones acuñadas a partir de explicaciones surgidas de los procesos históricos y
culturales vividos durante el siglo XIX tanto en Argentina, lugar donde se centra
el conflicto que presenta Domingo Sarmiento en su libro “Facundo”, como en el
resto de América Latina, lograron permanecer sin solución hasta nuestros días,
1
“Dimensión política en los estudios sobre cine” Susana Sel en Cine y Fotografía como
Intervención Política, Buenos Aires Prometeo Libros 2007.
plasmando de manera indeleble las manifestaciones culturales y artísticas del
continente , en especial, en su cine.
2
“Sesgar el Discurso Civilizado: Una Aproximación a la idea de barbarie en el cine argentino”.
Adrian Veaute en Civilización y Barbarie en el Cine Argentino y Latinoamericano Editorial Biblos
Buenos Aires 2005.
creador y que está necesariamente condicionada por las características de la
estructura social donde desarrolla su praxis cultural. El cine como revelación,
como un deseo del artista o realizador, devela la acogida de todas las leyes del
mundo, fija la vivencia de lo interminable y se expresa por medio de la
limitación: lo espiritual, por lo material; lo infinito, por lo finito. El arte, y el
cine en cuestión, es símbolo de este mundo, unido a esa verdad absoluta,
espiritual, escondida para nosotros a través de la práctica positivista y
pragmática.3
El Paradigma
3
“Esculpir en el Tiempo” Andrei Tarkovski. Ediciones RIALP Madrid 2008.
4
Civilización y Barbarie en el Cine Argentino y Latinoamericano. Ana María Lusnich. Editorial
Biblos, Buenos Aires 2005.
permanente que subyace en casi todos los conflictos históricos que se han
desarrollado en el continente.
El dilema que presenta Sarmiento era la representación del atraso que cultural,
social, político y económico que veía en Argentina. Este dilema debía resolverse
para lograr desarrollar la nación, para él, la confrontación no tenía mayor costo
pues la marginación y reducción de los indígenas, la ocupación de los vastos
territorios rurales australes y la unificación de la nación bajo preceptos
modernos y progresistas permitirían dar un salto hacia una sociedad llena de
bondades tal como se entendía la civilización para los intelectuales positivistas
del siglo XIX.
5
“Facundo Civilización y Barbarie”. Domingo Faustino Sarmiento, Imprenta del Progreso,
Santiago de Chile 1845.
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Es recurrente en el texto la asimilación que hace Sarmiento respecto de Rozas refiriéndose a él
como monstruo. Además la disidencia en l exilio logró penetrar la dictadura de rozas con varios
periódicos impresos en Uruguay donde se vinculaba a Rozas con prácticas de vampirismo y con el
demonio.
7
El Orientalismo y la Idea de despotismo en el Facundo. Carlos Altamirano y Beatriz Sarlo.
“Ensayos Argentinos: De Sarmiento a la Vanguardia” Buenos Aires Ariel 1997.
Desde una perspectiva más contemporánea, algunos autores ven en la dicotomía
construida por Sarmiento, el primer intento de entregar al imperialismo europeo
y norteamericano, el liderazgo de la economía y la consecuente instalación de
modelos de vida. Esto, luego de concebir un modelo social con consideraciones
racistas donde, tanto el indio como el campesino, supediten sus tradiciones a los
elementos culturales constituyentes del estado nacional argentino8.
La Industria
Desde sus inicios el cine fue visto como una atracción. El espectáculo ofrecido
era de tal magnetismo para el público que desde su invención, la relación
realización / espectador supuso términos comerciales lo cual empujo su
producción a niveles crecientes hasta convertirse en un proceso industrial donde
8
Fernández Retamar, Roberto, (comp.) algunos usos de civilización y barbarie, editorial pueblo y
educación, ciudad de la habana, Taiwán, 2003
9
Gabo Ferro, Barbarie y Civilización: Sangre, Monstruos y Vampiros Durante el Segundo Gobierno
de Rosas” Editorial Marea Buenos Aires, 2008
diversos estamentos económicos se relacionan tanto a nivel técnico como a nivel
artístico.
10
Wheeler W. Dixon, “A Short History of Film” Editado por Rutgers University Press, New Jersey
2008
El impacto de estos parámetros en la industria del cine significó la hegemonía de
una visión del mundo basado en el respeto a las buenas maneras, la decencia, la
religión y la patria. El control del cine norteamericano por parte de la estructura
política y económica del país permitió la reproducción de discursos fílmicos
totalmente congruentes con las posturas culturales y comerciales del país y se
convirtió en el mejor canal de comunicación para el desarrollo de Estados Unidos
como potencia en el mundo.
Entre los países con un mayor desarrollo cinematográfico, fue México quien
generó una influencia importante en el continente debido a su producción
dirigida al mundo popular. El cine mexicano empujó la pequeña producción entre
los países más pequeños al tiempo que dejó impreso una herencia cultural que
sobrevive hasta el día de hoy en Latinoamérica.
El resto del cine, tanto argentino como brasileño, y que decir que del resto de
países, fue conocido por un pequeño mundo de clase media instruida que tuvo
acceso al cinematógrafo de manera permanente o bien que pudo asistir a
encuentros o festivales donde se apreciaban estas obras.
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José Román, “Panorama histórico del Cine Latinoamericano”. Documento de Trabajo Curso de
Formación General, Universidad de Chile Departamento de Pregrado.
Dentro de la literatura, tanto teórica como general sobre la producción
cinematográfica, Latinoamérica ha sido subvalorada, un poco por la sombra de
Hollywood y por la falta de especialistas de distintas áreas sobre la especificidad
audiovisual. Además, esto se ha profundizado debido a la pobre producción
intelectual por parte de otras áreas de estudio como la historia y la sociología.
Sin embargo, esta falta de teorización y crítica especializada se puede vincular
más a un desinterés para abordar el cine desde ópticas más intelectuales y
políticas, que por el simple hecho de asumir el bajo nivel de producción.
Respecto a esto último, cuando la producción de Norteamérica ya había
acaparado los principales mercados del mundo, la producción conjunta de
Argentina, Brasil y México, sin contar con los demás países de la región,
representaba más de dos tercios de la producción de Estados Unidos, superaba a
la de la india y se parecía a la de Japón y Hong Kong12.
En 1967 se realiza en Viña del Mar, el primer festival del nuevo cine
latinoamericano. Fue organizado por el doctor y cineasta Aldo Francia y contó
con la participación de cerca de nueve países como Cuba, Argentina, Brasil,
Uruguay, Perú, Venezuela y México14. El festival, junto con exhibir la producción
de los países invitados permitió desarrollar relaciones con productores y
directores que se encontraban con las mismas dificultades para desarrollar esta
nueva idea de cine que se imponía en las nuevas generaciones de artistas.
El festival se realizó en forma permanente en Viña del Mar hasta el año 1973 y se
retomó al retorno de la democracia en 1990. Entre tanto se realizó y se afianzó
en Cuba hasta donde llegaron decenas de cineastas durante las décadas del 70 y
14
Aldo Francia Boido. “El Nuevo Cine Latinoamericano en Viña del Mar. Editorial Universidad de
Valparaíso , Valparaíso 2002.
el 80 expulsados de sus países a raíz de persecución política a causa de sus
países.
Durante el siglo XX, el cine realizado al sur del río grande deberá dar cuenta de
sus contradicciones y de la diversidad en las condiciones de producción que se
desarrollaron en cada país. Deberá explicar los conflictos, la censura, sus
estrellas, su público, sus historias, en fin, de la especial condición de contar
historias que a veces parecen y otras veces son la misma piel del continente.
A continuación revisaremos algunas películas que han marcado a través del siglo
XX algunos elementos característicos de la narrativa fílmica latinoamericana y en
donde se esconde la dicotomía Civilización y Barbarie entre las propuestas
narrativas, de montaje o de guión. Cada una de las obras lleva en su seno la idea
de la imagen irresuelta, la de una identidad latinoamericana llevada a la pantalla
a través de un imaginario y de las influencias en pugna en cada momento
histórico.
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El Flash Back es una técnica utilizada tanto en el cine como en la literatura que altera la
secuencia cronológica de la historia, conectando momentos distintos y trasladando la acción al
pasado.
éxito regresando al campo con ella. El patrón urde un plan para vengarse del
gaucho y usa sus influencias para acusarlo falsamente ante el comisario de
policía de delincuente. Finalmente, triunfa la justicia cuando el hacendado
muere cuando cae a un barranco mientras el gaucho lo persigue para cobrar
revancha de la injusta acusación. La última escena le da su nombre a la película
cuando en un intento de gran nobleza el héroe trata de ayudar a su enemigo sin
conseguirlo.
Sin lugar a dudas el film busca en los valores de la sociedad campesina los
vestigios del proceso de construcción de la nación, pues pese al esfuerzo por
mostrar el progreso y la riqueza como herramientas visibles para la construcción
de la identidad argentina se entrega a la nostalgia de la tradición nacional y su
mundo rural constituyendo una alegoría a estos mundos , al decir de Maristella
Svampa, el ideal civilizatorio se compone en el binomio civilización –progreso, sin
embargo una recomposición de las viejas ideas en función de nuevos conceptos
organizadores puede a su vez recuperar la tradición como vía para la unidad
nacional16. De esa manera la historia contada visualmente puede construirse
desde discursos diferentes, por un lado el positivista con una estética y una
poética y por otro nacionalista exaltando a través de las imágenes rurales y de la
humanidad de los personajes el componente identitario necesario para la
construcción del héroe como arquetipo de un ideal de hombre.
16
Maristella Svampa. El dilema argentino: civilización o barbarie. Ed. Taurus. Buenos Aires 1994.
asesinos que anteponen a sus intereses particulares su condición de patriotas
organizando milicias que ponen en jaque a las fuerzas invasoras y prepara de esta
manera el triunfo del ejercito libertador que se prepara allende Los Andes.
17
Frías, Bernardo, Historia del General D. Martín Güemes y de la provincia de Salta de 1810 a
1832. Salta, Ed. El Cívico, 1911. Salta , Argentina
La cinta pone de relieve una retórica que pone énfasis en los valores colectivos
donde todo se supedita a la patria y a la unidad frente al invasor. La Guerra
Gaucha mirada desde la dicotomía Civilización y Barbarie muestra la gallardía y
la valentía del gaucho y la ferocidad con que asumía la defensa de lo propio.
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Entre esos estándares está la construcción de argumentos sencillos pero con apego a ciertos
esquemas dramáticos de desenlace feliz, a sostener gran parte de la propuesta fílmica sobre los
actores a los cuales se les convierte en “estrellas” introduciendo un atractivo publicitario que lo
vincula al público, y al formato de convertir al director en un gestionador y coordinador al
servicio de los productores y financistas, para los cual podía en muchas ocasiones cambiar un
director sin que ello incurriera en cambios de estilo en la película misma. Esa prescindencia del
autor es una característica muy importante de la llamada industria del cine norteamericano.
La visión del mundo campesino de Fernández, quien era más conocido como El
Indio, en el mundo del cine, es una representación de la marginalidad que
presentaba la realidad mexicana, luego de la revolución de 1910. Por una parte
el afianzamiento de una democracia progresista que empieza a proveer grandes
concentraciones urbanas versus un mundo rural que vivía una cultura de
caudillismo sin ley.
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En una entrevista realizada por la revista “Primera Plana” el intelectual argentino Rodolfo
Walsh, más tarde convertido en detenido desaparecido por la dictadura militar argentina
refrendaba su posición respecto al peronismo: “Si se admite que la antinomia básica del régimen,
antiperonismo/peronismo, traduce la contradicción principal del sistema, opresores/oprimidos,
yo no me voy a anotar en el bando de los opresores ni en el de los neutrales”. Tomado del
trabajo “El Cine Antiperonista de Lucas Demare y Sixto Condal Ríos: la reacción liberal” de Pablo
Piedras en “Civilización y Barbarie en el Cine Argentino y Latinoamericano, Editorial Biblos,
Buenos Aires 2005.
por los anarquistas que también quieren acceder a lo que queda del robo.
Finalmente, los anarquistas no logran consumar su acción pues desbarrancan, y
mueren quedando solamente Morán agónico viendo como se quemaba el dinero.
Si bien existe una mensaje moralizador en el film, este se pone al servicio de una
empresa mayor, la de representar que en una gran ciudad como Buenos Aires, y
entre sus ciudadanos, donde algunos cometen errores debido a la ambición que
construye el mismo sistema, se esconden bárbaros perseguidos y arrinconados en
20
Lila Caimari, “Apenas un Delincuente. Crimen, Castigo y Cultura en la Argentina 1880-1955”,
Buenos Aires, Siglo Veintiuno editores Argentina, 2004.
las cárceles, los que pueden de un momento a otro, y ante cualquier posibilidad,
ocupar la ciudad y amenazar la cultura construida por la élite.
Para inicios de la década del 50, la temática resultaba sorprendente por la rápida
acción artística de fenómenos sociales en reciente desarrollo. La pedofilia, la
violencia intrafamiliar, el funcionamiento injusto de las instituciones del Estado
son motivos dentro del argumento que permiten impresionar junto a la
formidable fuerza dramática que logra imprimir Buñuel en la película.
Buñuel ganó el premio al mejor director del Festival de Cannes de aquel año. Ello
permitió que la sociedad mexicana civilizada suavizara sus críticas y se diluyeran
las propuestas de expulsión de México por parte de sectores conservadores, como
si la obra fuera una ofensa a la nación y que la realidad retratada solo fuera una
ilusión del director y no parte de una sociedad desigual y discriminatoria.
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El movimiento llamado neorrealismo aparece en Italia en torno a la segunda guerra mundial.
Su principal característica es que representa la vida de cada día, a mitad de camino entre relato
y documental, muchas veces con personajes de la calle en vez de actores profesionales. La
escasez de medios disponibles después de 1944 obliga a rodar en las calles, a ambientar los
largometrajes en escenarios auténticos. Esto se convierte en una suerte de sello del
neorrealismo, que de tales aparentes limitaciones extrae una inusitada carga testimonial.
directores con alta sensibilidad social. Uno de ellos fue César Enríquez, artista
que desarrolló una importante carrera en el cine y en la educación de su país y
que a principios del 50 presentó La Escalinata con la cual muestra la realidad de
los barrios pobres de Caracas donde pese a la desolación de la pobreza y el
ambiente hostil de la violencia y el delito, los personajes logran mantener
fuertes valores sociales y morales.
En esta obra clásica del cine latinoamericano es posible comprender el inicio del
conflicto social incubado en el seno de América Latina y en un país como
Venezuela, rico en recursos naturales e hidrocarburos la pobreza abraza a gran
parte de su población. Las dos caras del continente se muestran irresueltas y
directores como Enríquez toman conciencia de ello.
La década también nos muestra un cine distinto, apegado a los
convencionalismos europeos y norteamericanos pero muy imbuidos en las
necesidades de expresión en el continente. Más allá de la propia mitología y
tradiciones, el género de terror busca espacios en una concepción europeizante,
usando para ello figuras y representaciones afincadas desde hace siglo en
América como el caso de los vampiros y otros seres monstruosos y de anomalías
humanas.
Las escenas del enano acusado muestran el grado de sadismo al que ha llegado la
policía en tanto busca la confesión de los sospechosos bajo apremios y presiones
que confunden la moralidad de los investigadores con los elementos objetivos de
la investigación policial. Así es posible ver al inspector reprocharle al enano la
sustracción de cosas desde las cloacas, de la prepotencia cuando intenta inculpar
a un marinero y el chantaje frente a una mujer que esconde sus infidelidades
matrimoniales pero que es testigo de uno de los crímenes. Aparece la justicia
como confusa, cruel e hipócrita. Al servicio de los intereses personales de
quienes la administran y severa a la hora de condenar al criminal luego de ser
apresado.
Dios y el Diablo en la Tierra del Sol (1963), fue una de las películas más
importantes del realizador brasileño Gaubler Rocha y del movimiento surgido en
la década de los años 60 en Brasil, el Cinema Novo. Esta es la historia de una
pareja viviendo en la mayor miseria producto de un crimen contra un hacendado
pero realizado en legítima defensa y que se ve obligada a huir por la sierra del
nordeste de Brasil. Ellos son el hilo conductor de una historia que amalgama la
tradición, la leyenda, el misticismo, la historia, la esencia misma de su pueblo,
de los resentimientos por las diferencias sociales, por el cristianismo pagano, la
santería y la revolución, todo estalla en imágenes de poderosa imaginería.
En la película el panorama social es de extrema precariedad. Hambre y
humillaciones establecen el fondo de un relato donde un mercenario siente que
hace justicia estando al servicio de los hacendados, donde el fanatismo de los
sectores populares se acentúa por la ignorancia y la superstición, y donde los
23
Gabo Ferro. Barbarie y Civilización, Sangre, Monstruos y vampiros durante el segundo gobierno
de Rosas. Editorial Marea, Buenos Aires 2008.
fugitivos buscan en el mar la figura de la libertad y de la seguridad ante el
acecho del que son víctimas producto de la falta de garantías de un juicio justo.
Gaubler Rocha tenía apenas 25 años cuando rodó esta película y ejerció con ella
un nuevo estilo de dirección y una nueva concepción del cine.
También brasileña, el film Los Fusiles ( 1963) de Ruy Guerra aborda situaciones
ocurridas en un pueblo del nordeste de Brasil donde cinco soldados llegan para
hacerse cargo del orden y actuar como comisarios en defensa del almacén que
abastece a la comunidad. La rutinaria vida en el poblado llega hasta el hastío y
los soldados poco a poco van sumergiéndose en el mutismo que caracteriza la
zona desértica donde se han allegado. Juegan con sus fusiles con la comunidad y
realizan disparos a blancos fijos tratando de lograr entretención si abandonar sus
responsabilidades.
Así como en el siglo XIX, para Sarmiento la represión era producto del
enfrentamiento de las diversas visiones acerca de la constitución de las
instituciones en las incipientes naciones. Esta violencia, se configuraba a través
del pensamiento positivista como la barbarie contra los civilizados. En la década
de los 70 del siglo XX, la lucha antisubversiva aparecía como una cruzada contra
quienes deseaban revertir el orden establecido, recibiendo la fuerza del Estado
con toda su brutalidad. Es en el cuerpo de los ciudadanos y en su sangre donde se
viven los roles sociales y la dicotomía civilización y barbarie alcanza
racionalmente una expresión definitiva en la larga lista de elementos,
manifestaciones y miradas que tiene su contrario y que permiten levantar
imágenes irresueltas de la identidad, historia y futuro para Latinoamérica.
Esta década se inicia con un cine altamente simbólico respecto a las
sensibilidades de cambio que la década de los 60 había incubado. El cine trataba
de vincular la memoria con el futuro a través de experiencias generacionales que
habían sido constitutivas de los movimientos sociales y políticos que en ese
momento agitaban los países. Un caso de esta situación es la película “Reed:
México Insurgente” (1970) de Paul Leduc, que cuenta desde los escritos del
periodista Norteamérica John Reed los apasionados días de la revolución
mexicana de 1910.
Leduc dibuja con mucha brillantez a los personajes en conflicto y los sitúa en un
escenario de permanente combate. Tanto Reed como los oficiales mexicanos
muestran las características de seres bárbaros y civilizados dependiendo de su
origen aunque compartan visiones políticas similares, la cultura se establece
como un elemento diferenciador pero no necesariamente contradictorio en el
cuadro que delinea el director.
Finalmente, la obra fue la opera prima de Paul leduc y le permitió consolidar su
carácter de brillante director, concreto y perfeccionista. Reed México Insurgente
inaugura la década con un formidable trabajo de reconstrucción histórica
centrado en los aires de cambio que empujaron la voluntad revolucionaria de los
mexicanos.
La película tiene todas las características del road movie24 y descansa en las
distintas situaciones que se presentan en el camino, formulando una historia
violenta pero con ciertos sesgos de absurdo que si bien no la convierten en
comedia le abren un espacio para otros públicos un tanto más masivo y comercial
que consume este cine altamente identificado con el estilo narrativo y
argumental norteamericano. En esta película los personajes se convierten en
24
Este es un género cinematográfico cuyo argumento se desarrolla a lo largo de un viaje. Las
películas de carretera combinan la metáfora del viaje como desarrollo con la cultura de la movilidad
individual de los Estados Unidos y el Occidente opulento después de la Segunda Guerra Mundial,
cuando la posesión de un automóvil se vuelve uno de los signos de la identidad adulta.
fenómenos dignos de estudio no solamente debido a su condición de
extravagantes o de enajenados psicópatas que perturban la convivencia nacional,
sino como seres humanos abatidos frente al nuevo paradigma social que los
perturba. En esta película, la dicotomía civilización y barbarie está expresada
fundamentalmente en las características y origen de los personajes.
Una de las cintas emblemáticas de la década, fue Camila (1983) de María Luisa
Bemberg, donde junto con revisar el pasado histórico de la república argentina es
posible, al igual que en el Facundo de Sarmiento, acercarnos al modo de actuar y
pensar de quienes manejaron el poder en la naciente república a mediados del
siglo XIX.
La tensión del drama se mezcla con la acción desatada por la cacería, mientras
en Buenos Aires se realizan reuniones para consultar cual sería la pena por tal
acto reñido con la moral de la época. Detenidos en la ciudad de Goya luego de
una delación fueron víctimas de la represión organizada del Estado y fusilados
sumariamente.
María Luisa Bemberg asume varias analogías cuando construye la película, una de
ellas, como recién hemos visto, fue la similitud del crimen y del accionar
sanguinario del régimen de Rosas con los hechos dictatoriales del presente siglo,
otra es aquella que vincula al mismo Rosas como líder del enfrentamiento naval
en el bloqueo inglés de 1848, con la ocupación argentina de las Malvinas y la
consecuente guerra con los ingleses de 1982.
Es, en ese marco, que la producción Cóndores no entierran todos los días (1984)
de Francisco Norden, encuentra su lógica para retratar el ascenso de un
neofascista en el contexto de una comunidad expuesta a la inseguridad y la
desconfianza, en una localidad regional colombiana.
1990 – 2000
La película buscó desde su origen llamar la atención sobre la realidad, por lo que
el director buscó que los actores no fueran profesionales, que vivieran en los
ambientes que se quería retratar y representaran sus propias vidas.
La película, tiene un tono de comedia que no renuncia por ese hecho a ser una
fuerte crítica a la realidad de los pobres en las ciudades de América latina. El
humor es una herramienta más de los sectores populares así como la fe religiosa,
la solidaridad y el ideal de una vida mejor encarnada por las comunidades donde
se logra expresar conciencia social.
La Estrategia del Caracol maneja los códigos del cine latinoamericano cuando
configura, tanto en la narración como en el montaje, la dialéctica relación entre
los poderes económicos y los poderes ciudadanos en el enfrentamiento político,
pero no deja de lado lo mágico cuando se constituye como historia, que pese a
ser de antemano derrotada, busca la dignificación del sujeto y pone al sarcasmo,
la venganza moral y el deprecio al poder como las únicas armas de los débiles.
Epílogo
Bibliografía
Susana Sel, “Dimensión política en los estudios sobre cine” en Cine y Fotografía
como Intervención Política, Buenos Aires Prometeo Libros 2007.
Wheeler W. Dixon, “A Short History of Film” Editado por Rutgers University Press,
New Jersey 2008
Aldo Francia Boido. “El Nuevo Cine Latinoamericano en Viña del Mar. Editorial
Universidad de Valparaíso, Valparaíso 2002.
Virginia Wright Wexman, “Film an Autorship” Ed. Rugter, The State University
New jersey and London 2003;
John Kobal “John Kobal Presents the Top 100 Movies” Ed. Plume , New York
1988; Gilbert Adair “Movies” Penguin Books , London 1999;
Manfred Leire “100 Best Films of the World: A Journey Through a Century of
Motion-picture History” Ed. Rebo International, Hamburg, Germany 2008.