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Deshidratación

Se denomina así a aquellas situaciones clínicas en las que las


perdidas de líquidos y electrolitos superan el gasto corriente.

El estado mas corriente de deshidratación en pediatría es


debido a las gastroenteritis agudas.

La determinación del grado de deshidratación se basa


principalmente en la clínica. La estimación clínica indica el
tanto por ciento de disminución del peso corporal debido a la
perdida aguda de agua. Ej: Una deshidratación del 5% indica
que se ha perdido el 5% del peso corporal, por perdida aguda
de líquidos.

Según el grado de deshidratación se dividen en:

1. Deshidratación leve: Déficit del 5%.

- Signos clínicos: Caracterizados por la perdida de liquido


intersticial.

* Escasa temperatura cutánea.

* Fontanelas hundidas.

* Ojos hundidos.

* Sequedad de mucosas.

Estos cambios no reflejan un compromiso hemodinámico


importante; sin embargo, cuando hay perdidas continuas
importantes con incapacidad para tomar el liquido adecuado
por via oral, estos signos indican un déficit progresivo y es
necesaria la fluidoterápia.

2. Déficit del 5% al 10%.

Existen signos clínicos de déficit intersticial mas signos


clínicos de déficit de liquido intravascular:

* Letárgia.

* Taquicardia.
* Presión arterial baja.

* Disminución de la diuresis.

Todo esto refleja un compromiso hemodinámico importante.

3. Déficit del 10% al 15%.

Están presentes todos los signos de depleción de los espacios


intersticial e intravascular, además de signos como: palidez,
flaccidez, pulso rápido y débil, hipotensión y oliguria, que
indican colapso intravascular y shock.

CLASIFICACION.

El tipo de deshidratación está determinado por la


concentración sérica de sodio, que indirectamente refleja la
osmolaridad.

1. Deshidratación isotónica (la más común).

Se produce cuando en la perdida aguda de líquidos la


concentración de liquido intercelular (LIC) es proporcional a la
concentración del liquido extracelular (LEC).

El sodio sérico es de 130 a 150 meq/l.

Debido a que no se crean gradientes osmolar entre el LIC y el


LEC habrá un mínimo desplazamiento de liquido y por tanto la
incidencia baja de shock, a menos que el grado de
deshidratación sea muy importante.

En este caso el déficit estimado de líquidos puede


reemplazarse en las primeras 24 horas de tratamiento.

2. Deshidratación hipotónica.

El sodio sérico es inferior a 130 meq/l.

Hay perdida de líquidos y electrolitos, como ocurre en las


gastroenteritis y tan solo se reemplaza el agua.

También aparece cuando las perdidas de sodio son mayores


que las de agua, pudiéndiendose desarrollar también en niños
con otros tipos de trastornos crónicos perdedores de sal
(fibrosis quísticas, síndrome adrenogenital perdedor de sal y
enfermedad renal que hay perdida de sal).

Además de la perdida de liquido en el espacio extracelular, la


hipotónicidad o hipoosmolaridad del LEC como resultado de la
perdida excesiva de electrolitos, promueve un movimiento de
agua del LEC al LIC. Dando lugar a una concentración aun
mayor del LEC y por tanto una mayor incidencia de shock.

En este caso se tratará el shock primero y después se


reemplazará el déficit en las primeras 24 horas de
tratamiento.

3. Deshidratación hipertónica.

Definida por un sodio sérico superior a 150 meq/l.

Aparece cuando las perdidas de agua corporal superan a las


perdidas de sal.

Se da mas frecuente en niños con gastroenteritis a las que se


administran soluciones orales con alta concentración de sal.

La hipertónicidad o hiperosmolaridad del LEC da lugar a un


movimiento de agua desde el LIC al LEC.

La consiguiente deshidratación intracelular produce una


textura pastosa típica de la piel.

En los casos graves de esta deshidratación, la deshidratación


intracelular y la acidosis metabólica asociada, puede producir
una lesión cerebral como secuela importante.

La diabetes insípida y la diabetes insípida nefrogénica puede


presentarse como una deshidratación hipertónica.

Hay que evitar la rápida corrección de la hipernatrémia.

La repleción rápida de líquidos puede forzar una rápida


reexpansión de la células y producir convulsiones durante la
fluidoterápia correctora.

Si existe shock habrá que tratarlo primero. Una vez


restaurada la circulación, comienza la fase de
reemplazamiento del déficit; que deberá ser reemplazado
lentamente, incluso en unas 48 horas o 72 horas.
En las primeras 24 horas hay que dar líquidos de
mantenimiento mas la mitad de déficit calculado.

En este tipo de deshidratación es frecuente la hipocalcemia


que se cree que esta asociada a la perdida de potasio y al
déficit total de potasio corporal. Si el calcio sérico total es de
7 mg/dl o menor se puede añadir 1 ampolla de Gluconato
cálcico al 10% a cada 500 ml de liquido de venoclisis. No
llevando bicarbonato porque podría precipitar.

En estos casos el liquido de venoclisis debe tener una base de


lactato. Con un liquido base de bicarbonato, habrá que utilizar
otra via para el calcio.

Para la acidosis grave es necesaria la terapéutica con


bicarbonato, pudiendo añadir bicarbonato sodico a la
terapéutica de reemplazamiento.

El sodio administrado como como bicarbonato sodico


(NaHCO3) debe ser incluido en los cálculos de reposición del
sodio.

TRATAMIENTO.

a) Primera fase:

* Tratamiento del shock, si existe:

- Restaurar el volumen plasmático para alcanzar un adecuado


gasto cardiaco y una buena perfusión orgánica.

Ya estabilizada la circulación:

b) Segunda fase:

* Corrección del déficit con el aporte de líquidos de


mantenimiento.

1. Extracción de sangre para la determinación de electrolitos,


BUN (Nitrogeno uréico), recuento sanguíneo completo,
hemocultivos y otros estudios indicados indicados
clinicamente.

Comenzar con la administración de líquidos por via


intravenosa.
2. Si hay shock clínico o este es inminente, empezar la
venoclisis de salino isotónico o Ringer Lactato a 20 ml/g
durante 1 hora. Si no se ha corregido en una hora, repetir la
misma infusión de volumen.

3. Calcular las necesidades de mantenimiento de líquidos y el


déficit estimado, basado en la valoración clínica y en la
determinación de electrolitos. La suma del mantenimiento y
del déficit será la cantidad de liquido a perfundir en las
primeras 24 horas excepto en la deshidratación hipertónica,
en la que el mantenimiento más la mitad del déficit es la
cantidad que se dará en las primeras 24 horas.

4. Dar la mitad en todos los líquidos calculados durante las


primeras 8 horas, una cuarta parte durante las segundas 8
horas y otra cuarta parte durante las terceras.

5. Añadir cloruro potásico a la perfusión cuando se haya


establecido que la función renal es normal.

6. Si la acidosis es grave (bicarbonato plasmático inferior a 10


meq/l) añadir bicarbonato sodico a la solución a razón de 1
meq/Kg, hará aumentar el bicarbonato sérico en 2 meq/l.

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