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¿Por que hacemos las cosas así?

Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en cuyo centro


colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananas. Cuando un
mono subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un
chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo. Después de algún
tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo agarraban a
palos. Pasado algún tiempo más, ningún mono subía la escalera, a pesar de
la tentación de las bananas. Entonces, los científicos sustituyeron uno de los
monos. La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente
bajado por los otros, quienes le pegaron. Después de algunas palizas, el
nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera. Un segundo mono
fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con
entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el
hecho. El cuarto y, finalmente, el último de los veteranos fue sustituido. Los
científicos quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aun
cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a
aquel que intentase llegar a las bananas. Si fuese posible preguntar a
algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentase subir la escalera, con
certeza la respuesta sería: "No se, las cosas siempre se han hecho así,
aquí..."
Fragmento extraído de Internet (www.tonterias.com/textos.html)

En esta situación vemos cosas muy familiares, es cosas de todos los días ver
como los seres humanos nos autolimitados y con ello limitamos a los demás.
En el relato anterior observamos que los monos garroteaban a aquel que
quería obtener las bananas, sin que fuera ese mono, quien les derramaba los
chorros de agua fría; ellos asociaban directamente que la búsqueda de las
bananas les deparaba sufrimiento automático a todos ellos. Esto es por que
no poseen discernimiento, habilidad que nosotros los seres humanos
poseemos pero no utilizamos correctamente. Así mismo nosotros creemos
que si nuestros congéneres se adelantan, nos superan, nos sobrepasan
directamente nosotros somos peores y sufrimos las consecuencias, por eso
hay que erradicar esa creencia, aunque como dijo el sabio Albert Einstein "Es
mas fácil desintegrar un átomo que un pre-concepto", debemos aprender de
una vez por todas que si alguien hace, descubre, encuentra, inventa, se
supera, mejora o hace que la humanidad avance por lo menos un milímetro,
hay que apreciarlo y no castigarlo.

Hermosilla, Rodrigo
Mat. N°: DG 1764
He aquí un motivo de error en la política; no pensar más que en sí y
en el presente. Jean de la Bruyère (1645-1696)

Este pensamiento del moralista francés, Jean de la Bruyère, precedente del


siglo XVII, sirve exactamente para describir el pensamiento del típico
político paraguayo de nuestros días aunque habría que reformularlo para que
encaje perfectamente, “No pensar más que en sí, el partido y el
presente”. Analizando más profundamente extraemos tres partes
principales: “en sí”, “en el partido” y “el presente”.
Cuando decimos que los políticos actuales no piensan más que en sí mismos
es por que no muestran ni el más mínimo respeto al pueblo que los eligió, o
en todo caso los mantuvo en sus privilegiados puestos. Por citar algunos: las
indebidas y exageradas dietas y demás gastos (combustibles,
guardaespaldas, gastos reservados) que los senadores y diputados se
asignan asquerosamente, así por qué es una vergüenza que en un país, no
pobre, sino retrasado debido a los saqueos y desfalcos a los que fue
sometido nuestro país por nuestros líderes. Poco se ha visto que estos
miserables hayan hecho su trabajo, ni siquiera que se presenten a él, basta
con observar los resúmenes que se presentan al fenecer cada período, en los
que se muestran los mínimos proyectos que presentan cada uno de estos
zánganos.
Día a día vemos como estos politiqueros, por que ni se merecen llamarse
políticos, se encubren unos a otros, y por encima de todo ya no son los de un
partido específico, como durante la última dictadura, son de todos de ellos;
por eso vemos como después de varios pedidos de desafueros de
congresistas inmersos en actividades delictivas o poco claras, recién este año
fue despojado de los suyos el diputado de Curuguaty, un bárbaro criollo. Ni
que hablar de los varios pedidos de juicio político al Fiscal General del
Estado, del que se salvó por la protección que tiene del Presidente de la
República.
Es notable ver que estos señorones que se jactan de ser grandes personajes,
no piensan más que en el hoy y ahora. Mirando el fondo, en cada acción o
mejor dicho inacción, están enterrando el futuro de cada uno de sus
descendientes, llámese hijos, nietos, etc.
Aunque hay que salvaguardar el nombre de los pocos pero verdaderos
políticos que no se venden al mejor postor, por que desde luego no se puede
generalizar.
Resaltando cada uno de los aspectos precedentes vemos que la corrupta
casta politiquera que está gobernando nuestro país, realmente no gobierna
sino que se llena los bolsillos absurdamente de riquezas mal habidas.
Para cerrar la reflexión entresaco una frase de nuestro Señor Jesucristo:
No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín
corrompen, y donde los ladrones minan y hurtan; sino haceos
tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde
los ladrones no minan ni hurtan.
Hermosilla, Rodrigo
Mat. N°: DG 1764
“El pueblo no obedece las leyes si no le dan ejemplos de obediencia
los magistrados”. Licurgo (c. 396-325 a.C.)

En aquel tiempo remoto ya había magistrados envueltos en hechos


fraudulentos, aunque no creo hayan sido como vemos día a día en nuestro
país, donde los principales ejecutores de la justicia se encubren y solapan
mutuamente dando un pésimo ejemplo para todo el pueblo.
No son de extrañar los actos barbáricos que protagonizaron los alumnos de
la Facultad de Derecho de la UNA, en los que destrozaron el mobiliario de
varias salas de clase, por estar en desacuerdo con una resolución del tribunal
electoral en el que se suspendían las elecciones del centro de estudiantes. Si
estos son los futuros abogados, jueces y ministros sólo nos espera un oscuro
y tenebroso camino en el que la corrupción, la codicia y rapiña seguirán
consumiendo las riquezas de nuestro país, que contrariamente a la creencia
popular no es pobre, por que si lo fuera en este momento ya seríamos una
colonia yanqui, sino que estamos siendo mal administrados por la herencia
de la dictadura que nos oprime desde hace cincuenta años.
De nuestros magistrados no obtenemos ni las más mínimas señales de
mejoría, que no presentan su declaración de bienes, antes ni mucho menos
después de acceder a sus puestos, siendo esta obligatoria para el ejercicio de
la función pública, sino más bien se exacerban y molestan si les llega a
reclamar el origen de fastuosas mansiones y lujosos vehículos.
También tenemos el caso de los fiscales que se apropiaron indebidamente
del contenido de la caja fuerte de un narcotraficante, en lugar de conservar
las evidencias para procesarlo.
Como solución a estos problemas debemos empezar a cambiar nosotros cada
uno desde nuestros lugares, rechazando y marginando a los que hacen
ostentación de lo fortunas de dudoso origen, que pasan de casas de alquiler
a fortalezas impenetrables.

Hermosilla, Rodrigo
Mat. N°: DG 1764
La gente baldía y perezosa es en la república, lo mismo que los
zánganos en las colmenas que se comen la miel que las abejas
trabajadoras hacen. Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616)

Traducido a nuestros días, el pueblo se rompe el lomo trabajando para pagar


sus impuestos, que son ingresados a las arcas del estado donde no se sabe
exactamente al bolsillo de quién van a parar los millones y millones. Pero nos
imaginamos que son bien empleados, en las principescas mansiones que
habitan los ministros, que de modestas casas de alquiler pasan a gigantescas
casas amuralladas, vidrios blindados, cámaras y con más seguridad que la
bóveda del BCP, en los lujosos vehículos, guardaespaldas, jugosos viático$ y
demás excesos que cometen estos nuestros representantes.

Mientras que los peces gordos evaden miles de millones vendiendo DVD’s
falsificados, enfrente a las principales instituciones, organismos y cada
esquina de nuestra ciudad capital, los inspectores del ministerio de hacienda
se preocupan en encontrar el más ínfimo error en el registro contable para
poder pedir unas mísera$ e insignificante$ coimas para los muchachos.

Continuando con otros zánganos, la gran mayoría de los empleados públicos,


que solamente van a sus lugares de trabajo, para tomar tereré, chupar el
teléfono u otro recursos que facilita el Estado y encima cuando uno va a
tramitar cualquier cosa te dicen que no se puede y que vuelvas otro día,
mientras en la misma oficina hay 3 ó 4 personajes contando que hicieron o
ven a hacer el fin de semana, anterior o siguiente respectivamente.

Pero no se puede incluir en la misma bolsa a todos, si no fuera por los


honestos y trabajadores sería imposible que este país se siga moviendo, así
que espero que éstos aumenten y los otros sean los que disminuyan o se
acaben.

Hermosilla, Rodrigo
Mat. N°: DG 1764
Entre el gobierno que hace las cosas mal y el pueblo que lo consiente
hay cierta solidaridad vergonzosa. Víctor Hugo (1802-1885)

En nuestro querido Paraguay tenemos un problema muy grave, que es la


tremenda apatía del pueblo hacia el día a día. El paraguayo no quiere admitir
que le va mal, siempre cuando se le pregunta “¿Mba’eteko pio?” te dice “I
porã”, y eso repercute de manera gigantesca en como nos trata el gobierno.
Acaso no vemos que en países vecinos, cuando el pueblo se siente estafado,
ultrajado y manoseado; la gente se levanta y el gobierno cae, como en
Argentina, hace unos años, o Ecuador –el año pasado- y Bolivia donde en
menos de 2 años ya están por echar de nuevo a otro mandatario, y no es
precisamente que los bolivianos sean mucho más cultos ni vivos, sino que se
respetan a sí mismos y por eso no dejan que los jodan, si hace falta se
mueren unos cuantos pero consiguen lo que quieren.

Aquí mismo ocurrió hace poco, durante el Marzo Paraguayo, lastimosamente


cuando eso fue una sucesión de hechos aprovechados por el círculo familiar y
político del Dr. Argaña para eliminar a todos sus rivales políticos y ubicar a
un títere en el sillón Presidencial y unos Cuervos en la Corte Suprema de
Justicia que encubrieron muy bien todos los aspectos sospechosos del
magnicidio.

De todo esto podemos concluir que el pueblo paraguayo necesita tirar su


apatía y displicencia para poder erigir a unos líderes capaces de sacar a
nuestro país adelante y poder sacarnos del profundo atraso en el que nos
encontramos.

Hermosilla, Rodrigo
Mat. N°: DG 1764
El que no conoce la historia toda la vida será un niño.
Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.)

El gran político y orador romano resume en una frase el problema en el que


está metido nuestro país. Como todo país tercer mundista aquí no se da la
debida importancia a la educación, ni que decir a la historia mucho menos a
la cultura. Donde el Ministerio de Educación y Cultura no puede restringir ni
limitar la superpoblación de institutos de formación docentes que uno
encuentra a la vuelta de cada esquina y que solo dispersan mediocridad, ya
que los egresados docentes no son capaces de aplicar el nuevo sistema de
evaluación; tampoco puede evitar el remate de la casa de Yacaré Valija, un
héroe de la guerra del Chaco, cuya casa fue salvada únicamente por el nieto
de este valiente soldado paraguayo.

En este suelo tan vasto de recuerdos y reliquias coloniales, como es el


Paraguay, no se aprecian en lo más mínimo los enormes e invaluables
vestigios de los colonizadores del continente, las ruinas jesuíticas, la
fundición de LA ROSADA, el ferrocarril o la iglesia de la Santísima Trinidad
de la época de C. A. López.

Principalmente esto es el fruto de los 35 años de embrutamiento, a los que


estuvimos sometidos los paraguayos durante la dictadura del Gral.
Stroessner, que sólo ha vuelto más retrogrado e insulso al pueblo,
disminuyendo y aniquilando todos los restos de los más importantes
eminencias nacionales. Por si esto fuera poco, estuvimos a muy poco de
volver a permitir que suceda de nuevo que un presidente, impulsivo y
autoritario, que no ha hecho absolutamente nada hasta el día de hoy, pueda
ser reelecto mediante una revisión de la Constitución Nacional, pero no todos
nuestros parlamentarios estaban por convocar la constituyente como si no
hubiera suficientes pozos en las leyes de nuestro país.

Mientras en nuestro país no se priorice la educación, en vez de abarrotar la


milicia y los ministerios públicos de empleados inútiles e inoperantes que
despilfarran el dinero de nuestra educación y la de nuestros hijos,
privándolos a ellos de un digno y seguro porvenir.

Hermosilla, Rodrigo
Mat. N°: DG 1764
El poder, como la peste, mancha todo lo que toca.
Percy Shelley (1792-1822)

En un país donde los jóvenes, solamente quieren ser empleados públicos y


políticos, nada más que para adquirir fortunas mal habidas, se debe
principalmente a que no tienen una imagen de alguien trabajador que salga
adelante, solamente quieren tener dinero y vivir la vida ya, en este
momento.

No es raro en nuestro medio ver que prometedores candidatos, se tropiecen


con el muro del poder y la corrupción, que los convierte o los devuelven a
sus casas para que no molesten a otros que hacen sus negocio$, de esta
forma nunca hay una renovación en nuestro gobierno y siempre se ve a los
mismos cuervos y demás animales de nuestra fauna política.

Para paliar esta situación se debería contar con mayor participación


ciudadana, desde los jóvenes hasta los mayores, comprometidos con y por el
pueblo, debido a que la apatía que expresa el pueblo es la gran aliciente a la
corruptela de nuestros días.

Hermosilla, Rodrigo
Mat. N°: DG 1764
Para la política, el hombre es un medio; para la moral es un fin.
Johann von Herder (1744-1803)

En la política el hombre se desempeña como una parte de la gigantesca


máquina del estado, sirve para votar y mantener en el poder a aquellos que
lo premiaron con un puesto de un ministerio, secretaría, fiscalía, o cualquier
otro puesto dependiente del bolsillo público resumiendo es un medio para
que los mismos politiqueros sigan amasando sus fortunas y tengan sus
exagerados beneficios.

En cambio para la moral el hombre es el fin, el objetivo final, es el resultado


que se desea obtener a través de años de práctica y experiencia. No se
pretende obtener un simple e in pensante operario político, sino un hombre
útil y trabajador que no se limite a enriquecerse a sí mismo sino que
también enriquezca y ayude a progresar a los demás.

La política solamente usa y abusa del hombre en su condición de medio,


herramienta, cosa utilidad; no lo ayuda a mejorar y llegar a un fin bueno,
que sería el hombre feliz, alegre y sin problemas.

Hermosilla, Rodrigo
Mat. N°: DG 1764
No es más religioso el que más habla de Dios, sino el que menos le
ofende.
Concepción Arenal (1820-1893)

Desde su elección a la primera magistratura, el actual presidente ha


mostrado una ambigüedad muy grande con respecto a sus inclinaciones
religiosas, ha vacilado sucesivamente entre la católica y la secta raíces, a la
que pertenece su esposa ademas de los algunos de los miembros de su
gabinete, y en la cual son educados sus hijos.

Es muy fácil encontrar discrepancias entre las acciones del primer


mandatario, solo en este país de maravillas donde el ministro de Hacienda
promueve el amor hacia los empresarios, mientras su jefe, ha dicho que en
nuestro país son los mismos empresarios, quienes llevan por mal camino
nuestra economía. El circo que presentan los susodichos es lamentable.

De allí la frase que da título a este comentario, ofrece una máxima muy
cierta y que ha traspasado la frontera del tiempo y se mantiene hasta
nuestros días, donde nuestros dirigentes no sólo se hacen pasar por grandes
practicantes de la fe cristiana, sino que muestran su doble cara que degrada
y distorsiona más aun la imagen pobre que todos nuestros vecinos tienen de
nosotros.

Hermosilla, Rodrigo
Mat. N°: DG 1764
El verdadero valor social de una nación está en sus niños,
adolescentes y jóvenes; nunca en sus hombres y ancianos.
Ramón Pérez de Ayala (1888-1962)

Si el valor de nuestra nación se midiera por nuestros niños, adolescentes y


jóvenes; nuestra medida sería negativa. Ya que somos los últimos en
quienes piensan nuestros gobernantes. Supuestamente nos valoran y
respetan, pero cuando ni siquiera son capaces de garantizar las obligaciones
mínimas del estado, que son la salud, educación y seguridad, sin contar con
otras ayudas al estudiante como el desayuno escolar y el boleto estudiantil;
como podríamos esperar que nosotros podamos mejorar y modificar el
rumbo torcido, mejor dicho el rumbo indefinido por el que se guía nuestro
país.

Ya lo dijo el pedagogo y profesor Manuel Bartolomé Cossío (1857-1935),


“Anticipaos al porvenir. Formad superiormente a al profesorado de vuestras
escuelas. Gastad, gastad en los maestros”. Otro asunto pendiente y en
estrecha relación al tema es la formación docente. Ésta es la piedra angular
de toda la educación nacional, y sin embargo está más abandonada que
cualquier otra. No cabe duda que si alguien funda la escuela del planillero
colorado (o de cualquier color), va a tener más fondos y más flexibilidad
presupuestaria que cualquier otra institución educativa.

Como egresado del Colegio Técnico Nacional de la Capital, quiero comentar


un hecho curioso; cuando yo ingresé a dicha casa de estudios (año 2002), la
matricula era de 48.000 gs. y esta no incluía ningún material, al año
siguiente (2003), se incrementó la matricula en 300%, alcanzando la
interesante suma de 300.000 gs por alumno (supuestamente incluía los
materiales para las prácticas), que coincidió con la campaña electoral para
las elecciones presidenciales de ese año, si esa cifra se multiplica por los más
de 500 alumnos con los que cuenta el colegio ya suman un buen “toco” que
habrá engrosado los fondos del candidato oficialista; puedo expresar mi
desacuerdo en el manejo de los ingresos que llegan al M. de Hacienda y que
nunca han vuelto para redituar en aprendizaje y una mejor mano de obra.

Sin embargo, con el poco o nulo ejemplo que tenemos de nuestros mayores,
aun así podemos luchar y conseguir que nuestros derechos sean aplicados y
puestos en práctica.

Hermosilla, Rodrigo
Mat. N°: DG 1764

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