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El interés por la logística inversa ha crecido en los últimos años, sobre todo debido a
los altos porcentajes de devoluciones a los que las empresas tienen que hacer frente.
Esto ha permitido que se desarrollasen nuevas actividades que hasta hace pocos años
eran prácticamente desconocidas en el mundo empresarial. En la actualidad, mientras
que los minoristas están experimentando soluciones para reducir las devoluciones y
mejorar la gestión de éstas, las cadenas más grandes también están explorando el
campo de la logística inversa para reinsertar las devoluciones en la cadena comercial
de manera eficaz y eficiente en cuanto a los costes, y, si es posible, recuperar parte del
valor. Así, una buena política de devoluciones puede suponer ganar competitividad y
fidelizar clientes. Vemos, pues, que se están abriendo nuevos ámbitos de actuación
que pueden, si se aprovechan correctamente, conducir a nuevas estrategias de negocio
para las empresas.
La logística inversa tiene que dar respuesta a todas estas cuestiones, y las
empresas y agentes involucrados tienen que ser capaces de decidir qué hacer con los
productos que reciben, cuál ha de ser su fin último, en qué punto de la cadena han de
Qué es la Logística Inversa 17
ser reintroducidos y si esto es conveniente, etc. Para tomar estas decisiones, los
agentes involucrados deben conocer cuáles son las alternativas disponibles y cuáles
son los resultados que se pueden obtener con su aplicación.
Servicio
6 5 4 3 1
7,8 De ida
De vuelta
Gestión de Gestión de Reutilización
residuos recuperación directa
7: Incineración 5: Canibalización 2: Reparación 1: Reutilización directa/ reventa
8: Vertedero 6: Reciclaje 3: Restauración
4: Remanufactura
Figura 1.1. Posibilidades de recuperación de los productos.
a) Reutilización
Consiste en recuperar el producto en sí para darle un nuevo uso. Por ejemplo, la
reutilización de material informático de oficina, obsoleto en cuanto a prestaciones,
para trabajos de docencia.
En general, la reutilización es la forma que menor impacto produce en el entorno
(excepto cuando se utilizan tecnologías consumidoras de mucha energía o que sean
muy contaminantes). Por otro lado, la reutilización está limitada a determinados tipos
18 Capítulo 1
c) Reciclaje
Comúnmente se entiende por reciclaje el reaprovechamiento de materiales, es
decir, la recuperación de materiales para ser de nuevo utilizados como materia prima
en un nuevo proceso de fabricación.
El reciclaje de materiales, en general, produce una cierta pérdida a causa de la
mezcla de materiales o a la degradación de las propiedades de éstos. Esto dificulta la
creación de un mercado del reciclaje, sobre todo porque todavía existe la idea de que
los materiales reciclados son de menor calidad que los no reciclados. Sin embargo,
hay un cierto consenso en que el reciclaje es una de las opciones más prometedoras
en un futuro de cara a resolver el problema de los productos al final de su vida útil.
d) Recuperación de energía
Esta alternativa consiste en extraer, por combustión, el contenido energético de
determinadas partes de los productos.
Esta opción no es muy recomendable ya que, en realidad, no se está apro-
vechando óptimamente la fuente de materias primas que suponen los residuos. Ade-
más, la combustión de éstos provoca una nueva fuente de emisiones contaminantes
que ha de ser estrictamente controlada.
e) Vertido
Aunque realmente no sería una alternativa válida de recuperación, éste sería el
último recurso en la eliminación de los productos al final de su vida útil. Y no sólo
porque se ha de intentar no desestimar materiales que pueden ser susceptibles de
reutilización o reciclaje, sino también por los crecientes requerimientos, dificultades y
costes que suponen los vertederos.
En resumen, si el producto que se ha devuelto a una empresa no se ha utilizado,
se puede revender a otro consumidor o introducir en nuevos mercados. Si el produc-
to no se puede vender tal y como está, o si la empresa puede aumentar su precio de
venta mediante actividades de reparación, restauración, remanufactura o canibaliza-
ción, la compañía realizará dichas actividades antes de volver a ponerlo a la venta
Qué es la Logística Inversa 19
Para que la logística inversa suponga nuevas oportunidades de negocio para las
empresas, éstas han de tener en cuenta diversos aspectos y realizar diversos cambios
en sus actividades logísticas. En primer lugar, la implantación de nuevas estrategias
dirigidas hacia la recuperación de los productos es un proceso continuo que ha de
involucrar e influir a toda la organización. Además, estas nuevas tareas van a requerir
estudios previos y el examen de los productos implicados, con la subsiguiente
necesidad de herramientas técnicas y ambientales, como el análisis del ciclo de vida o
la asignación de costes basada en las actividades. De esta manera, serán necesarios
cambios en los procesos de investigación y desarrollo para incorporar nuevas
especificaciones en los productos y hacerlos más ecoeficientes.
Asimismo, la identificación de nuevas posibilidades de compra de materiales, el
rediseño de los almacenes desde un enfoque tanto de distribución de productos como
de recepción de “residuos” y, finalmente, la puesta en marcha de métodos y procesos
bidireccionales de transporte, son otros factores que los agentes de la cadena logística
habrán de tener en cuenta.
Además de las barreras externas mencionadas, también existen otros factores in-
ternos que dificultan en gran medida el desarrollo de estas nuevas actividades. Sin du-
da, entre los principales se encuentran dos temas genéricos y profundamente relacio-
nados entre sí: la falta de involucración de la alta dirección y la idea de que el medio
ambiente es un tema fundamentalmente técnico y nada estratégico, del que, por tanto,
ha de ocuparse un departamento, por supuesto técnico, creado ad hoc. Esta situación,
común en la mayoría de las empresas, lleva a que todo lo relacionado con el medio
ambiente se viva como una amenaza y una carga, en lugar de como una fuente de
oportunidades. En consecuencia, las empresas no pueden conseguir el compromiso y
la involucración de todas aquellas áreas funcionales sin cuyo concurso es imposible
proponerse y, mucho menos, cumplir objetivos relacionados con las oportunidades
que se derivan de los temas medioambientales. Como vemos, estamos ante un círculo
vicioso.
En el tema concreto de la logística de la recuperación y el reciclaje, como
tendremos oportunidad de ver más adelante en los ejemplos que comentaremos en el
Capítulo 5, es imprescindible la participación en mayor o menor medida de toda la
organización si queremos darle el cariz estratégico y de negocio que puede tener.
Concretamente, suele ser fundamental que se involucren, además de –como es obvio–
la alta dirección, áreas y actividades como diseño, compras, producción, finanzas,
logística, marketing, recursos humanos, etc. Sólo de esta forma se puede cambiar el
círculo vicioso en el que el medio ambiente no es más que una carga de la que se
ocupa el departamento técnico correspondiente, por otro virtuoso en el que formará
parte de la estrategia de negocio de la empresa y contribuirá al desarrollo de ventajas
competitivas persistentes.
Como se ha comentado antes, una actividad que suele considerarse necesaria para el
desarrollo de la logística inversa es el diseño para el medio ambiente (en inglés, Design
for Environment, DfE). En los últimos años se han modificado los criterios de diseño y
de fabricación a fin de asegurar la calidad y la productividad de los procesos indus-
triales. Últimamente, las consideraciones sobre el impacto ambiental de la eliminación
y el reciclaje de los productos al final de su vida útil dan lugar a un cambio en los cri-
terios del diseño y en los procesos industriales. Así pues, estamos en las puertas de
una nueva cultura del diseño, resultante de un compromiso entre la productividad y la ca-
lidad, de un lado, y del respeto por el medio ambiente y la reciclabilidad, por el otro.
Esta nueva cultura del diseño en relación con el reciclaje y el medio ambiente, implica
la obligación de revisar no sólo el diseño del producto, sino la misma necesidad y
conveniencia de éste. Así, se establecen los tres niveles siguientes, que deben
abordarse simultáneamente (Riba, 94):
Qué es la Logística Inversa 21
clasificar. Este es el caso de la mayoría de los plásticos, que pueden crear confusión si
sólo se mira su aspecto.
Así, el único camino para un reconocimiento fácil de los tipos de plástico es el
marcaje de las piezas con códigos identificativos del tipo de material y composición.
En este sentido, ya existen actualmente normativas que regulan el marcaje de los
plásticos que, en el caso del automóvil, es obligatorio para piezas de más de 100 g.
Obviamente, estas medidas no serán efectivas hasta que el producto que hoy en día se
fabrica llegue al final de su vida.
c) Facilidad de desmontaje
Para facilitar la tría y la clasificación de materiales, los conjuntos han de ser
fácilmente desmontables. Sorprendentemente, cuando muchas de las tecnologías
orientadas a la fabricación han ido utilizando cada vez más tipos de uniones no
desmontables y de fácil aplicación (adhesivos, inserciones, etc.), las recientes consi-
deraciones sobre el reciclaje al final de la vida útil se orientan en sentido contrario:
facilitar el desmontaje. En cualquier caso, existen numerosos ejemplos en que el
hecho de tener en cuenta la facilidad de desmontaje ha llevado a una mayor facilidad
y eficiencia en el montaje.