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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR


INSTITUTO PEDAGÓGICO DE BARQUISIMETO
“DR. LUÍS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA”

La Ética en el
quehacer
educativo del
docente
Renzo Figueroa
C.I: 17380608

Barquisimeto, septiembre 2008


La Ética en el quehacer educativo del docente

El hombre, a lo largo de su evolución se ha convertido en un ser


social, aún sin un lenguaje bien constituido, y ni siquiera hablado, el
hombre, ya interactuaba con sus semejantes. No es posible imaginarse
un mundo donde nadie interactuara con los demás, donde cada
persona sea una isla independiente de otros, sería algo triste. La
interacción con los demás, ha llevado al ser humano a constituir un
lenguaje hablado, el cual claramente nos separa de los animales,
aunque éste no es el único factor que nos diferencia, sino también el
desarrollo de la inteligencia, el comportamiento ante los demás, entre
otros.

Lo que me lleva a pensar que en la evolución del hombre como


ser social, se ha necesitado definir diferentes normas, para, de una
forma, “reprimir” los impulsos instintivos que nos da la naturaleza, y
que pueden perturbar el buen funcionamiento de la sociedad, y por lo
tanto las relaciones entre semejantes. Es aquí donde entra en juego el
papel de la Ética y la Moral en la interacción entre los seres humanos,
más específicamente en el rol del docente, como forjador del futuro y
como pilar fundamental en la construcción de una sociedad.

La ética, viene reflejada por las libertades que tenemos como


seres humanos, como se aprecia en el libro Ética para amador “…Los
animales no tienen más remedio que ser tal como son y hacer lo que
están programados naturalmente para hacer,(…) los hombres siempre
podemos optar finalmente por algo que no esté en el programa.
Podemos decir sí o no…” lo que me lleva a pensar en la relación que
tienen la libertad y la ética, ya que en cuanto más tenga libertad de
hacer distintas actividades, mayor ética debo tener para actuar de
manera adecuada.

Esto se puede ver reflejado en el sistema educativo venezolano,


ya que existen docentes de cargos superiores que no actúan de la
forma correcta ante un problema o cualquier situación, por ejemplo, se
aprecia cuando el director de un liceo elige, entre un grupo de docentes
calificados, para un cargo fijo de profesor de Informática, al que mejor
conoce o al que ha sido su amigo desde años atrás. El director posee
la libertad de poder elegir quién queda en el cargo es del director, mas
no está considerando aspectos académicos de los aspirantes, lo que
quiere decir que no está actuando honestamente, obviamente no tiene
un equilibrio interno entre la ética y la libertad.

Muchas veces, el docente de informática es tentado a salir de los


parámetros de la ética docente, pues las herramientas informáticas nos
facilitan el trabajo, bien sea a la hora de transcribir textos, números,
diseñar diapositivas e inclusive a través de la internet es posible
encontrar cualquier cantidad de planificaciones referentes a los
contenidos que se dan en las diferentes asignaturas referentes a la
informática para de esta manera no trabajar “tanto” planificando las
clases.
Es en estas circunstancias donde se debe reflexionar acerca del
papel que juega el docente en la sociedad, si bien todos somos
personas “libres” de hacer lo que queramos, hay que tomar en cuenta
que cuando se toma una decisión, sea cual sea, va a haber personas
que se verán afectadas, para bien o para mal, pues como menciona
Savater “De modo que mi «haz lo que quieras» no es más que una
forma de decirte que te tomes en serio el problema de tu libertad, lo de
que nadie puede dispensarte de la responsabilidad creadora de
escoger tu camino”. Y al tomar una decisión, estamos aceptando la
responsabilidad que ella conlleva, por lo que la libertad, y el “hacer lo
que tú quieras” va estar en cierta forma limitado por las personas a las
cuales afecta dicha decisión.

A todas estas, la ética, la moral y los valores, tanto generales


como profesionales, siempre han tenido su contraparte, la cual siempre
está tentando a toda persona, bien sea profesional o no, a desviarse de
su camino ético, lo que refleja una necesidad en la sociedad de
fortalecer los valores y los lazos entre ciudadanos.

Inclusive, se han creado códigos de ética para los distintos


profesionales, incluidos los docentes, que, a mi más personal parecer,
son los primeros profesionales en incumplir, violar o desobedecer dicho
“manual de comportamiento Ético”, considerando lo que dice Savater:

“Pero quizá el verdadero intríngulis no esté en someterse a un


código o en llevar la contraria a lo establecido (…) sino en
intentar comprender. Comprender por qué ciertos
comportamientos nos convienen y otros no, comprender de
qué va la vida y qué es lo que puede hacerla «buena» para
nosotros los humanos”.

Quizás a los docentes venezolanos les falta todavía comprender


cuál es el comportamiento que mejor le conviene para cambiar la actitud
que poseen en cuanto a la ética docente

Si bien, los seres humanos, necesitamos la interacción entre


semejantes, muchas veces esta interacción hace que las relaciones
entre personas se tornen difíciles de llevar, lo que conlleva a las
interminables luchas (no específicamente físicas) entre nosotros
mismos, esto a mi parecer va degradando la sociedad y
lamentablemente esto se observa día a día en cualquier ámbito, bien
sea familiar, entre personas desconocidas en la calle, entre compañeros
de clases, entre estudiantes y profesores, entre otros.

Por otro lado, muchas veces como estudiante de la UPEL-IPB,


me sentí frustrado con materias referentes a la especialidad, donde el
docente que impartía la asignatura era un ingeniero, lo cual me causo
bastante ruido, ya que si estoy estudiando en la universidad
Pedagógica, los más obvio es que dentro de la institución labore sólo el
personal calificado como profesor, es decir, que al menos tenga un
componente como docente, pero en realidad, fue bastante difícil el
cursar dichas materias, aunque como menciona Savater en la cita
anterior, logré comprender qué comportamiento me convenía para
sobrellevar la asignatura en curso y llevar a feliz término el semestre
como tal.

Indiscutiblemente hay que promover la ética en todos los


espacios posibles, y en una opinión bastante personal, el cambio debe
comenzar desde las universidades, y con mayor fuerza en las
universidades donde se forman los educadores, pues es allí donde se
encuentra, no la raíz del problema, sino el inicio de la solución.

Me parece algo irónico, que existan docentes que falten a los


valores de la sociedad, pues, dentro de un recinto universitario, donde
se forme al profesional de la docencia, debe reinar el respeto hacia los
tan mencionados valores, ya que son los docentes que van a enseñar
a las nuevas generaciones, y por lo tanto tendrán un impacto
considerable en la sociedad. Es necesario entonces hacer hincapié en
la formación moral del venezolano, específicamente de los
profesionales, y aún más específicamente a los docentes, pues cada
día se ve y se siente el deterioro de los valores, la moral y le ética en
los recintos universitarios, teniendo como consecuencia: niños(as),
adolescentes, bachilleres y jóvenes, con un grado de ética y moral
bastante pobre, sin una distinción concreta de lo que está bien y lo que
está mal, lo cual, por su parte, conlleva al deterioro de la sociedad
Venezolana en general.

Se puede decir que la falta de ética en el profesional docente


tiene un impacto directo y considerable en la sociedad, ya que, en el
caso de la UPEL, no tan sólo se está formando personas con una
visión distorsionada de los valores, sino que además, estas personas
tienden a copiar este patrón de enseñanza, llegando así a “corroer” de
anti valores o contravalores a las escuelas, liceos y/o cualquier centro
educativo donde practiquen la profesión docente.

Es necesario entonces reflexionar acerca del papel tan


importante que juega el profesional docente dentro de la construcción
de la sociedad, como pilar fundamental de la educación y motor
impulsador de los valores, la ética y la moral, pues en nuestras manos
está el forjar el futuro de los niños(as), adolescentes y jóvenes que
serán los profesionales de mañana.

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