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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

DEFENSA PÚBLICA
DEFENSA PÚBLICA NOVENA PENAL ORDINARIO
ESTADO MIRANDA/EXTENSIÓN BARLOVENTO

Ciudadano:
Dr. Jorge Luís Gaviria Linares
Juez Cuarto (4º) de Primera Instancia Penal
en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal
del Estado Miranda Extensión Barlovento.
Su Despacho.

Quien suscribe, GERARDO ROYE, Defensor Público Noveno (9°)


Penal Ordinario del Estado Miranda Extensión Barlovento, actuando en
mi carácter de defensor del ciudadano: FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ
NERIO, titular de la Cédula de Identidad Número: 9.744.934, a quien se
le sigue causa signada bajo el Nº 4C-1494-07, nomenclatura del
Tribunal a su digno cargo. Ante usted ocurro con el debido respeto y
expongo:

En fecha 15-12-2007 se llevó a cabo la Audiencia Para Oír al


Imputado, decretándose el procedimiento ordinario, acogiéndose la
precalificación jurídica del delito de HOMICIDIO CULPOSO, previsto y
sancionado en el artículo 409 del Código Penal y decretándose medida
cautelar sustitutiva de libertad, conforme al numeral 3 del artículo 256
del Código Orgánico Procesal Penal, referida a la presentación periódica
en la sede del Tribunal, referida al régimen de presentaciones periódicas
cada treinta (30) días.

Ahora bien, a la presente fecha han transcurrido DOS (02) AÑOS,


CUATRO (04) MESES y OCHO (08) DÍAS; durante los cuales ha
permanecido mi representado sometido a una medida cautelar que
restringe su libertad, cumpliendo responsablemente con sus
presentaciones periódicas durante ese excesivo lapso de tiempo
(Anexo Copia Fotostática de Constancia de Presentaciones
debidamente sellada por Alguacilazgo y constante de tres -03-
folios útiles); contraviniendo lo consagrado en el artículo 26 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. A su vez, es
menester señalar que la dilación del presente proceso penal NO PUEDE

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ATRIBUIRSE AL ACUSADO, A SU DEFENSA ASÍ COMO TAMPOCO A ESTE
DIGNO TRIBUNAL.
El artículo 244 del Código Orgánico Procesal Penal es del siguiente
tenor:
“Proporcionalidad: No se podrá ordenar una medida de
coerción personal cuando ésta aparezca desproporcionada en
relación con la gravedad del delito, las circunstancias de su
comisión y la sanción probable.
En ningún caso podrá sobrepasar la pena mínima prevista
para cada delito, ni exceder del plazo de dos años”

Es claro el precitado artículo al limitar el tiempo durante el cual


puede mantenerse un ciudadano sometido a una medida de
coerción personal y, además, no hace distinción alguna en
relación al delito que determinó el decreto de la medida
privativa de libertad; siendo procedente el cese de toda medida de
coerción personal una vez transcurrido el plazo de dos años.

Así tenemos que, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de


Justicia en sentencia de fecha 17-06-02 expediente Nº: 01-2771 decidió
lo siguiente:
“..No obstante tal providencia debe, necesariamente, respetar los
límites que contiene el artículo 244 del Código Orgánico Procesal
Penal, antes artículo 253, la cual es la garantía que el legislador
ofrece al imputado de que no estará sometido indefinidamente a
medida de coerción personal alguna, sin que en su contra pese
condena firme, pues determinó que dos años era un lapso mas que
razonable aun en los casos de los delitos más graves para que en
la causa que se siguiera en su contra, se hubiera producido
pronunciamiento de una decisión definitivamente firme.”

Igualmente, en sentencia de fecha 14-08-02 expediente Nº: 01-


1680, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia dejó
sentado:
“En este sentido estima esta Sala que el derecho a la Libertad
personal no se viola solamente cuando se priva de libertad a un
ciudadano, sino también cuando el ejercicio de ese derecho
resulta restringido más allá de lo que la norma adjetiva indica,
como en el caso que nos ocupa, pues hay que recordar que las
medidas cautelares sustitutivas, si bien no son privativas de
libertad, si son restrictivas y la garantía constitucional cuando se
refiere al derecho de libertad personal se concreta en el ejercicio
pleno de dicho derecho. De allí que acordar medidas cautelares
sustitutivas de la privativa de libertad más allá del límite legal,
constituye, indudablemente, una lesión indebida al referido
derecho fundamental, entendido en forma integral, como ha
quedado expuesto…”

2
En fecha 11-04-03, la Sala Constitucional de nuestro Máximo
Tribunal con ponencia del magistrado PEDRO RONDON HAAZ estableció:
“…En el caso sub-exámine, a la luz de la medida cautelar que
fue decretada al imputado, deberá entenderse que cesó la privación
de libertad, pero no la lesión al derecho a la libertad del quejoso,
pues el ejercicio del mismo continuó menoscabado por la vigencia
de las medidas restrictivas que, en sustitución de la privativa de
libertad, fueron acordadas por el Juez de la causa, a pesar de que,
de acuerdo con el artículo 253 del Código Orgánico Procesal Penal,
luego del vencimiento del lapso de dos años a que se refiere la
última parte del mismo, el acusado debió ser restituido al ejercicio
pleno de su libertad, expresión dentro de la cual quedan
comprendidas tanto la privación de libertad como las menos
gravosas que enumeraba el artículo 265 (hoy 256) del Código
Adjetivo Penal. Ya en la sentencia de esta Sala que precede a ésta,
en el caso de autos, expresó que:”el derecho a la libertad personal
no se viola solamente cuando se priva de libertad a un ciudadano,
sino también cuando el ejercicio de ese derecho resulta infringido
más allá de lo que la norma adjetiva indica, como lo es el caso que
nos ocupa.”…”

De igual modo, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de


Justicia en sentencia de fecha 19-03-04 expediente 03-1983 en el voto
concurrente del magistrado PEDRO RAFAEL RONDON HAAZ señaló lo
siguiente:
“…Tanto la disposición derogada como la actualmente vigente
establecen, con claridad que no deja lugar a dudas, que, en ningún
caso, las medidas de coerción personal pueden exceder del plazo
de dos años. Como este Magistrado ha sostenido en numerosas
ocasiones anteriores, se trata de una saludable previsión del
legislador la limitación temporal, a dos años, de esta excepción al
principio general del juicio en libertad que establecen los artículos
44 de la Constitución y 243 del Código Orgánico Procesal Penal,
pues se trata de un término calculado con innegable ponderación,
en el sentido de que el mismo es suficiente para que el proceso
penal haya transcurrido en todos sus grados e instancias y haya,
por tanto, culminado en sentencia firme. Así las cosas, si el
mencionado lapso se ha vencido sin que el juicio haya llegado a su
término, por causas que no sean imputables al procesado ni a su
representante-de acuerdo con una san interpretación, que de la
mencionada garantía, ha hecho esta Sala Constitucional-deben
cesar todas las medidas de coerción personal y, por tal, deben
entenderse todas aquellas cautelares que privan del ejercicio del
derecho a la libertad o, bien, restringen dicho ejercicio. En
consecuencia, pasado el lapso en cuestión y el proceso, por causas
inimputables al procesado, no haya concluido ni el Ministerio
Público-cuando fuere aplicable el actual artículo 244 del citado
código adjetivo-haya solicitado y obtenido la prórroga de que trata
dicha disposición, la consecuencia jurídica necesaria es la libertad
plena de dicho encausado.”

Este criterio, relativo al cese de toda medida de coerción personal


más allá de lo previsto en el artículo 244 del Código Orgánico Procesal
Penal, ha sido asentado en múltiples decisiones de la Sala Constitucional

3
del Tribunal Supremo de Justicia y se ha mantenido pacífico y reiterado al
punto que igual posición se establece en decisiones de fecha 13-07-
2005 y 29-07-2005 (expedientes 04-1304 y 04-3090
respectivamente) emanadas de la citada Sala del Máximo Tribunal de
la República Bolivariana de Venezuela.

Con base a lo antes expuesto, observa la Defensa que se ha


excedido el lapso establecido en el artículo 244 del Código Orgánico
Procesal Penal sin que exista sentencia firme en la presente causa; no
obstante aún permanece sometido a una medida coercitiva restrictiva de
su libertad y en consecuencia, solicito el CESE INMEDIATO DE LA MEDIDA
CAUTELAR SUSTITUTIVA DE LIBERTAD y SE DECRETE SU LIBERTAD SIN
RESTRICCIONES.

Es Justicia que espero, en la ciudad de Guarenas, a la fecha de su


presentación.

Abg. GERARDO ROYE


Defensor Público Noveno Penal
Estado Miranda/Extensión Barlovento
_________________________________________________
ANEXO LO INDICADO.
GR*
CAUSA: 4C-1494-07
DP9-2133-097

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