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COMUNICACIÓN EDUCATIVA
CENTRO DE ESTUDIOS EN COMUNICACIÓN Y TECNOLOGÍAS EDUCATIVAS
MÓDULO DE INVESTIGACIÓN
Conciencia ética:
Un valor esencial para la educación del futuro
Por: Jorge Rafael Álvarez Cobos
Grupo:
INVS–11– 1
Sede:
Tutora:
Febrero 2011
Resumen
El presente ensayo presenta reflexiones personales de las obras: “Los siete saberes
necesarios para la educación del futuro” de Edgar Morín y de los capítulos VI
(Enseñar la comprensión) y VII (La ética del género humano) de la obra “Formación
de investigadores educativos” de Rojas Soriano. Ambas obras nos inducen a la
reflexión sobre la educación del futuro, es decir, sobre aspectos importantes que
influyen en forma positiva en el conocimiento del hombre, en su educación integral y
en su ética profesional.
Introducción
La libertad y las oportunidades en las personas son factores esenciales que influyen
en el progreso de toda nación. La educación del futuro demanda la formación de
ciudadanos con buenos valores y principios. Individuos que reconozcan sus errores
en el pasado y en su presente para que no cometan los mismos en el futuro.
La educación del futuro es hoy por hoy el acceso a la información sin barrera alguna,
es la llamada educación a distancia, educación que paradójicamente más que estar a
lejos, está cerca; es educación al alcance de todos.
Uno de los problemas que hoy frecuentemente se presenta es el plagio, mismo que
se observado con cierta frecuencia en los diferentes niveles educativos como
sociales y culturales. Lo curioso y también lo más grave, es que los plagios no sólo
los cometen los estudiantes sino también profesores, investigadores y funcionarios
que gozan de cierto prestigio.1
Debemos tomar en cuenta que lo que favorece a la comprensión hacia los demás, es
tanto el buen pensar y la verdadera introspección o práctica mental de autoexamen
crítico para reconocer y juzgar nuestro propio egocentrismo. El desarrollar la
conciencia de la complejidad humana, implica una apertura subjetiva hacia los
demás y una verdadera interiorización hacia la tolerancia.
Enseñar la comprensión
Como docente en los niveles medio superior y superior, observo que más de la
media de la población estudiantil presenta problemas con la comprensión. La
habilidad de poder comprender, es crucial para el ser humano, y la educación tiene
que abordarla de manera directa la comprensión interpersonal e intergrupal, como la
comprensión a escala planetaria. Ésta última siempre está amenazada por la
incomprensión de los códigos éticos de los demás, de sus ritos y costumbres, de sus
opciones políticas.
1
Rojas, R. (1992). “La formación de investigadores educativos”, Ed. Plaza y Valdés, México.
2
Morín, E. (1999). “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”, Capítulo VI. Correo de la UNESCO.
Para lograr una conciencia ética, debemos ligar la ética de la comprensión entre las
personas con la ética de la era planetaria que no cesa de mundializar la
comprensión. La única y verdadera mundialización que estaría al servicio del género
humano es la de la comprensión, de la solidaridad intelectual y moral de la
humanidad.4
Las posibilidades de error y de ilusión son múltiples y permanentes: las que vienen
del exterior cultural y social inhiben la autonomía del pensamiento y prohíben la
búsqueda de verdad; aquellas que vienen del interior, encerradas en nuestros
mejores medios de conocimiento, hacen que los pensamientos se equivoquen entre
ellos y sobre sí mismos.
3
Morín, E. (1999). “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”, Capítulo VI. Correo de la UNESCO.
4
Ídem.
Conversar en familia de temas de mutuo interés es una de las mejores aptitudes que
podemos tomar. Analizar lo que está al alcance de nosotros y de ellos como familia
es fundamental para evitar empatía individual y/o de grupo.
Para lograr en los empleados una conciencia ética profesional bien desarrollada es
que se establecen los cánones o códigos de ética. En éstos se concentran los
valores organizacionales, base en que todo trabajador deberá orientar su
comportamiento, y se establecen normas o directrices para hacer cumplir los deberes
de su profesión.
Para evitar en gran medida los problemas de índole ético-moral que surgen en el
ejercicio de una profesión o de un oficio, se deben poner en práctica principios éticos
que establezcan los parámetros y reglas que describan el comportamiento que una
persona puede o no exhibir en determinado momento. No es difícil poner estos
principios en práctica, pero el omitirlos redundará en perjuicio propio y en el de las
personas con quienes se interviene o se interactúa. “Una decisión en la que está
envuelto el comportamiento ético de una persona, siempre va a estar enmarcada en
uno de los principios y valores aquí señalados”
Rojas Soriano, cita: “El plagio puede conducir a serios problemas tanto de demérito
académico como de carácter legal ya que el autor a quien se plagia sus ideas o
aportaciones puede entablar una demanda por la comisión de este delito”.5 Rojas es
muy claro con respecto a la deshonestidad intelectual: apropiación de ideas,
información o aportaciones de diversos autores sin citarlos; plagios en los
planteamientos de un autor; plagios al omitir citas bibliográficas, etc., muchas veces
en forma deliberada y muchas veces por desconocimiento.
5
Rojas, R. (1992). “La formación de investigadores educativos”, Ed. Plaza y Valdés, México.
Referencias
Morín, E. (1999). “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”, Correo de la UNESCO.
Rojas, R. (1992). “La formación de investigadores educativos”, Ed. Plaza y Valdés, México.