En este texto Breman desarrolla a profundidad el Manifiesto del Partido
Comunista de Marx. Analiza algunas aparentes inconsistencias en el pensamiento de Marx, que después las explica teniendo en contexto la utopía marxista.
Primeramente, el autor inserta a Marx y su pensamiento en la modernidad
con un pensamiento que permea en el todo, tanto en los ámbitos políticos- económicos como en los artísticos-culturales. La modernidad y sus constantes utopías como el del desarrollo, la razón y la ciencia no son ajenas al análisis de Marx. Pareciera en el texto que Marx alaba por momentos a la sociedad burguesa, su constante nodo que revoluciona a la sociedad, su devenir histórico que aniquilo por completo el feudalismo y la sociedad del Medioevo. El segundo logro de la sociedad burguesa fue el liberar la capacidad y el impulso humano para el desarrollo. El cambio es lo único seguro, lo único estable, lo demás se lo lleva el viento. Por la misma naturaleza del capitalismo (competencia, innovación, etc.), todo se revoluciona por el afán de acumular capital para reinvertirlo y apoderarse de más capital. Pero esto acarrea problemas puesto que la mercancía se convierte en un fetiche que necesariamente repercute en las relaciones entre las personas. Hay una equivalencia entre personas y mercancía, y como la última, las personas pueden ser desechadas si no son rentables económicamente, está sujeta a las fluctuaciones de mercado; en pocas palabras se le pone un precio a las personas, lo que conlleva a pobreza, exclusión, explotación, etc. El marxismo viene a proponer una ultra- modernidad que pueda curar las heridas de la modernidad burguesa. En términos lacanianos se trata de despojar del síntoma al capitalismo, es decir quitarle el motor que hace posible el desarrollo material de la sociedad, el ansia de acumulación para dar paso a la igualdad, pero seguir conservando los beneficios inmanentes del capitalismo.
Para Breman, Marx incurre en más problemáticas como el hecho de pensar
que el proletariado se vinculará con sus colegas trabajadores para pelear por el ideal comunista, pero cómo puede ser posible cuando el capitalismo ha dejado consecuencias sociales como la revolución permanente y la renovación de las esferas de vida. Se piensa que el marxismo pudiera incrustarse en el mercado de ideas bajo el marco del libre mercado, y de tal forma todos optarían por ella, pero no toma en cuenta cómo los grandes capitalistas intentan desarticular el mismo mecanismo que los llevó a la cima, que es el libre mercado y la competencia, para así establecer un monopolio, y trusts que no permiten que otras ideas o mercancías tomen su lugar.
Por último se analiza la pérdida de la aureola, la cual estaba contenida en
las relaciones feudales, pudiera decirse que existía un fetiche de relaciones, donde todo estaba inscrito en el Gran Otro religioso, como la relación rey- súbditos, la cual estaba suscrita a la imposición de Dios hacia su pueblo mediante un elegido. El capitalismo y la modernidad quitan esta aurea para dejar a las personas desnudas, dejando que las relaciones sean solo dos personas iguales que buscan su propio beneficio.
Decreto número 43_2020, de fecha 31 de marzo, por el que se adoptan Medidas Económicas para el Fortalecimiento del Sistema Nacional de Protección Social y Apoyo a las PYMES. - Ministerio de Hacienda y Planificacion