Professional Documents
Culture Documents
Dice que el derecho de los empleados públicos unionados a negociar cláusulas económicas será
restablecido
El secretario de Estado, Kenneth McClintock, alegó que las iniciativas antisindicales que tomó el
gobierno republicano de Wisconsin no se comparan con las tomadas por el gobernador Luis
Fortuño. (END/Ismael Fernández)
WASHINGTON - El Gobierno de Puerto Rico considera que son incomparables las iniciativas
antisindicales del gobernador republicano de Wisconsin, Scott Walker, con las tomadas en 2009
por el gobernador Luis Fortuño.
Líderes sindicales puertorriqueños han contrastado la fuerte crítica del presidente Barack Obama
a la propuesta eliminación de beneficios a los empleados públicos de Wisconsin con el silencio
de la Casa Blanca sobre la controvertida ley 7 de Puerto Rico y el despido de miles de empleados
públicos.
Walker ha indicado que se enfrenta a un déficit fiscal que puede alcanzar los $3,600 millones en
dos años.
McClintock, como hace el propio Fortuño – afiliado a los republicanos - cada vez que trata el
tema fiscal, dijo que la deficiencia presupuestaria que quedó al terminar diciembre de 2008 fue
de $3,200 millones, la cual el Gobernador, con medidas como los despidos de trabajadores y el
nuvo aumento de 4% en las ventas de las Corporaciones de Control Foráneo (CFC), quiere borrar
de cara a julio de 2012.
Según el Secretario de Estado de Puerto Rio, el plan del gobierno de Fortuño es restablecer en un
futuro cercano el derecho de los empleados unionados del gobierno a negociar cláusulas
económicas.
Grupos sindicales en Puerto Rico se han solidarizado con los trabajadores de Wisconsin y otros
estados que ahora se enfrentan a una experiencia que les recuerda la de ellos.
Pero llaman la atención a las diferencias entre la forma en que Obama obró en el caso de
Wisconsin y como lo hizo con Puerto Rico.
“Lo único que puedo pensar es que (se ha tomado en cuenta) que Wisconsin es un estado y
nosotros somos una colonia”, indicó el presidente del Sindicado Puertorriqueño de Trabajadores,
Roberto Pagán, quien es vicepresidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio
(SEIU).
Para José La Luz, quien es presidente fundador del sindicato Servidores Públicos Unidos (SPU)
y responsable de la Academia de Liderazgo de la Federación de Empleados de Gobiernos
Estatales y Locales, en el caso de Puerto Rico la “influencia que tiene en la Casa Blanca gente
cercana a Fortuño” pudo más que la presión de los trabajadores de la Isla.
McClintock, quien se identifica aquí con los demócratas, sostuvo que él nunca presionó en la
Casa Blanca para evitar que se pronunciaran sobre la ley 7. Y dijo – contrario a lo que han
indicado los sindicatos- que el gobierno de Fortuño mantuvo un “diálogo real” con las uniones,
el cual "hasta permitió hacer cambios" antes de aprobarse la ley 7.