La web 3.0 es lo que viene en un futuro.

Pero empecemos por el principio y el principio es Internet y la web 1.0.

La web 1.0 es el primer Internet que conocimos. Un Internet que se consultaba. Los usuarios y las empresas ponían sus
páginas en Internet mostrando información. La típica página web de toda la vida. Aunque existían algunos elementos de
interacción (es decir, en los que el usuario podía hacer algo más que leer/ver); como por ejemplo: formularios para pedir
información o algún sistema para dejar comentarios en los primeros blogs. También existían los foros como herramientas
participativas y de comunicación entre usuarios.

La web 2.0 es lo que tenemos ahora. Es el Internet participativo y colaborativo. Lleno de redes sociales aquí y allá. Que si
Facebook, que si Twitter, que si Flickr, que si Linkedin,... Internet no sólo está en el ordenador. Cada vez es más
importante el móvil. E incluso podemos encontrar televisiones con Internet u otros objetos conectados a la red. En la web
2.0 el usuario participa y produce contenidos, solo o en comunidad.
Internet avanza rápido, porque la tecnología avanza rápido. Y se está hablando de un cambio cultural y social originado
por las nuevas tecnologías que está sucediendo ahora, ya. Cambia la forma de relacionarse de las personas, cambia el
cómo se obtiene y comparte información, cambia nuestra interacción con el sistema y con la sociedad, cambia la forma de
pensar, cambia la forma de aprender y de entender, cambia la forma de comunicar, cambia la forma de comprar, cambia
la forma de hacer las cosas,...

La web 3.0 es lo que está por venir.

Uno de los conceptos que baraja la web 3.0 es "el Internet de las cosas". Los objetos serán inteligentes y se comunicarán
entre ellos y con nosotros.
Dicen que los chinos ya se están poniendo las pilas con el tema.
Los objetos hablarán entre ellos para facilitarnos la vida y conocer nuestras costumbres y manías.
Los coches, los móviles, las lavadoras... todo estará conectado. Todo generará y procesará
información. Generar información, procesar información, pensar y actuar.
Los coches se entenderán con los demás coches y los semáforos no estarán programados, sino que
analizarán la circulación y la información obtenida de los coches y actuarán en consecuencia.
Nuestro móvil sabrá que no nos queda leche en la nevera. La lavadora sabrá que por la noche no
sueles poner centrifugado y leerá el tipo de ropa que pones en el tambor.
He aquí un vídeo explicativo http://www.youtube.com/watch?v=sfEbMV295Kk
Y aquí un artículo: http://proyectos.elcomerciodigital.com/blogs/innova/2010/06/07/la-revolucion-del-
internet-de-las-cosas/

Pero una cosa es lo que dicen que será y otra es lo que puede ser ahora y como se están poniendo las empresas en
camino hacia ese mañana.
Por ahora, se están desarrollando las infraestructuras de una red invisible a la que irán sumándose
todos los objetos tecnológicos que nos rodean. Algunos objetos ya nacerán inteligentes, concebidos
y pensados para apuntarse a la red.
Internet está llegando ya al mundo real. Al mismo tiempo que lo real se hace un hueco casi tangible en la red. Y esto abre
oportunidades diferentes e interesantes cada día.