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INCAE

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ECONOMIA PARA GERENTES Y ADMINISTRADORES


Francisco de Paula (l)

(1) Profesor asociado de INCAE. Esta es una versión corregida de la nota" Economía para Administradores de Salud", preparada en julio de 1990 como parte de un
convenio entre el Programa de Gerencia Pública Internacional de INCAE y la Organización Panamericana de la Salud (CPS). Junio de 1993.

1. INTRODUCCION:

El comportamiento de la economía de América Latina durante la década de los años ochenta fue desfavorable. Los países
se vieron inmersos en programas de ajuste y estabilización para tratar de corregir los desequilibrios económicos
acumulados en el pasado. Los resultados no fueron halagadores. Las tasas de inflación se mantuvieron elevadas. La
producción se estancó. E! desempleo aumentó. El nivel de ingreso por habitante se redujo. La moneda se devaluó. La
política económica provocó restricciones importantes en los gastos gubernamentales. El nivel de bienestar social cayó en
muchos de los países.

Los primeros años de la década de los noventa muestran un cambio importante en esas tendencias. América Latina se ha
convertido en una región atractiva para los capitales externos y los países enfrentan ahora el problema de recibir grandes
corrientes de ingresos de capital, los cuales contribuyen a estabilizar el tipo de cambio nominal, fomentar la demanda y el
crecimiento, pero también a alterar el proceso de reconversión productiva.

Los gerentes y los administradores de las empresas privadas y de las instituciones públicas tienen que actuar en ese marco
cambiante. No les queda otra opción, pues en términos generales, no tienen poder suficiente para influenciar el desarrollo
de la política económica ni del entorno externo en que se desenvuelve cada uno de los países. Pero ello no los exime de Ia
responsabilidad por entender el ambiente y el entorno general en que deben ejercer sus actividades gerenciales. Si los
gerentes y los administradores comprenden adecuadamente las características principales del sistema económico en que
están inmersos y los efectos de las diferentes políticas sobre las principales variables económicas y sociales tendrán mejor
capacidad para producir respuestas adecuadas a las circunstancias. Esta nota técnica aspira a contribuir en esa dirección

La nota está dividida en dos partes principales. La primera de ellas contiene un análisis general del funcionamiento de un
sistema económico y de sus interrelaciones más importantes. La segunda, una discusión sobre las opciones de política
económica de corto, mediano y largo plazos para enfrentar los problemas de estabilización y crecimiento.

2. ASPECTOS, GENERALES DE UNA ECONOMIA:

La economía de un país es un sistema de vasos comunicantes. Las acciones que se toman en un determinado sector
repercuten en otros sectores. Entender sus interrelaciones es fundamental para poder avanzar en la comprensión de los
fenómenos económicos. Así por ejemplo, el gobierno decide incrementar su gasto aumentando los salarios de los
profesionales en las ciencias médicas, surge una serie de interrogantes: ¿Cuál será el uso que le darán los beneficiados a
esos nuevos ingresos? ¿Lo gastarán en bienes producidos en el país, en el extranjero o lo ahorrarán? ¿Cómo financiará el
gobierno este incremento de salarios? ¿Aumentará los impuestos? ¿Emitirá bonos? ¿Recurrirá al crédito del banco central
y aumentará la cantidad de dinero en la economía?. Estas y muchas más preguntas podríamos hacernos.

Los agentes económicos:

Una forma relativamente simple para comprender el modo como funciona un sistema económico es entender los motivos
por los cuales actúan los diferentes agentes, ya sean estos los consumidores, las empresas o el gobierno. En países como
los latinoamericanos, llamados de economía mixta, parte de las decisiones las toman los agentes económicos privados y
parte del sector público. Las decisiones de consumo, producción y gasto son, pues, efectuadas por muchos agentes
económicos, cada uno actuando por su lado, que al agregarse en un todo provocan fuerzas que inciden, entre otros, en los
niveles de producción, precios, tipo de cambio, tasas de interés y deuda externa.
Las familias son la unidad consumidora por excelencia. Las familias reciben ingresos por diferentes conceptos. Una buena
parte proviene de los pagos por salarios. Otra, de las retribuciones por concepto de intereses, alquileres, y utilidades de las
empresas que posean. Las familias tratan de asignar su ingreso de modo de alcanzar el mayor nivel de satisfacción
posible. Ellas destinan una parte de sus ingresos para pagar impuestos al gobierno; otra parte, la más importante, la
dedican a gastos en bienes de consumo para satisfacer sus necesidades inmediatas; el resto, lo destinan al ahorro. La
proporción del gasto que asignan a cada una de las actividades depende de muchos factores. Entre los más importantes
están el nivel de ingreso y de las tasas de interés, así como el tamaño y la composición de edades de la familia

Las empresas tienen como objetivo principal obtener utilidades por medio de la producción de bienes y de servicios. Para
ello contratan mano de obra, compran materias primas y utilizan otros recursos productivos. Parte de su producción la
venden a los consumidores; parte la exportan; parte la venden a las mismas empresas en la forma de maquinaria y
edificios, que constituyen bienes de inversión. Las empresas tratan de producir aquellos bienes que les permiten obtener
utilidades. Por eso están dispuestas a producir más cuanto mayor sea el precio. Por eso, también, responden a los
diferentes incentivos que les concede el gobierno.

El gobierno interviene en la actividad económica en diferentes formas. Por un lado, cobra impuestos a las familias y a las
empresas. De esta forma les quita poder de compra a estos grupos, con lo que les reduce su capacidad para demandar
bienes de consumo y bienes de inversión. Por otro lado, el gobierno, gasta en diferentes actividades, invierte y concede
subsidios. Las decisiones de gasto de gobierno responden a criterios de naturaleza política, pero también obedecen a
circunstancias propias del país. Por ejemplo, es de esperar que un gobierno destine una mayor proporción de su gasto a la
educación cuanto mayor sea la importancia de la población en edad escolar dentro de la población total. Algo similar
sucede con los gastos de salud. Pero el papel del gobierno en la economía es, sin duda, una decisión de naturaleza política.

El gobierno, al actuar, lo hace con diferentes propósitos. Algunas de sus acciones están destinadas a modificar la
distribución del ingreso. Cuando el gobierno decide abrir hospitales y clínicas en las zonas marginadas del país y
financiarlos mediante el cobro de impuestos a las empresas, propicia una redistribución del ingreso a favor de los
beneficiados de los servicios de salud. Otras acciones gubernamentales están orientadas a influenciar el nivel general de la
actividad económica. En países de alto desempleo, por ejemplo, el gobierno puede incrementar el gasto público como un
medio de reactivar la producción. En países de alta inflación el gobierno puede aumentar los impuestos para quitar poder
de compra a la población y así poder favorecer la estabilidad de los precios.

Demanda y oferta globales

La acción conjunta de las empresas, los consumidores y el gobierno, determina la demanda interna por bienes y servicios
en una economía. Esta demanda se canaliza al consumo o a la inversión, tanto privada como pública. La demanda por
bienes y servicios también proviene del exterior, cuando los extranjeros desean adquirir bienes y servicios producidos en
el país, y toma la forma de las exportaciones. Así, la suma de la demanda privada para consumo e inversión la demanda
pública para consumo e inversión y las exportaciones de bienes y servicios equivale a la demanda global o demanda
agregada en el sistema económico.
La demanda agregada depende, como se ha indicado, de los deseos de los consumidores, empresas, gobierno y del
extranjero. Pero también está influida por la capacidad de compra y por los incentivos respecto al consumo presente o al
consumo futuro. La política económica afecta esta capacidad de compra y modifica esos incentivos. Entre las políticas
económicas que inciden en la demanda agregada se encuentran la política fiscal, la política monetaria y crediticia, la
política financiera, la política salarial, la política comercial y la política cambiaria. Cada una de ellas influye sobre el nivel
o la composición del gasto en bienes y servicios.
Por otra parte, la cantidad de bienes y servicios que se ofrecen en un determinado país, llamada oferta global u oferta
agregada, es la suma de los bienes y servicios producidos internamente más las importaciones. La medida más utilizada
para determinar el nivel de la producción interna es el Producto Interno Bruto. Este es un indicador del valor de los bienes
y servicios finales producidos en el territorio de un país durante un determinado período de tiempo.

El nivel de la producción interna depende de varios elementos. Primero, de la cantidad de recursos productivos que tenga
una economía. Entre estos recursos se encuentran: la mano de obra, los bienes de capital (maquinaria, equipo, edificios,
infraestructura), los recursos naturales y la tecnología. Segundo, de la calidad de los recursos productivos. Una fuerza de
trabajo educada y sana es más productiva que una fuerza de trabajo poco capacitada y enferma. Tercero, del uso que se le
de a esos recursos. Muchas veces, por políticas inadecuadas, los factores productivos no se utilizan en la mejor forma, lo
cual disminuye la producción del país.
En una economía de mercado, los precios constituyen el mecanismo por el cual se envían señales a los productores sobre
el tipo de bienes y servicios a producir y el tipo de recursos productivos a emplear. Por ejemplo, si un gobierno decide dar
crédito barato y eliminar todos los impuestos para la compra de maquinaria y, además decide establecer salarios mínimos
elevados y financiar algunas instituciones con impuestos sobre las planillas, no deben de extrañar que las empresas
utilicen en su producción mayor cantidad maquinaria y menor cantidad mano de obra.

Los desequilibrios

Las decisiones de oferta y de demanda no son tomadas por los mismos agentes económicos. Por ello, la oferta global
deseada no tiene que ser igual a la demanda global deseada. Cuando estas dos variables son diferentes se producen
desequilibrios en el sistema económico. La naturaleza de estos desequilibrios y la forma de solucionarlos depende de
diversos factores. Así' por ejemplo, si la demanda global deseada supera a la oferta global deseada, la economía puede
avanzar por diferentes caminos. Puede aumentar la oferta interna incrementando la producción de bienes y servicios
domésticos. Esto es factible hacerlo si existe capacidad ociosa. Puede elevar la oferta externa mediante un aumento de las
importaciones de bienes y servicios. Para ello, sin embargo, debe tener capacidad para pagar por esas importaciones, lo,
cual puede hacerse utilizando las reservas monetarias internacionales que posea el país, acudiendo a transferencias y
donaciones, propiciando la inversión extranjera o incrementando la deuda externa.

Cuando el exceso de demanda global o demanda agregada sobre oferta global u oferta agregada no puede satisfacerse con
más producción o con más Importaciones, el sistema económico se ajusta por la vía del incremento de los precios. La
inflación, que es un proceso de aumento sostenido en el nivel de precios, es una de las válvulas de escape de un sistema
económico para tratar de equilibrar la oferta global con la demanda global. El Proceso inflacionario generalmente va
acompañado con un proceso de devaluación de la moneda, pues los demandantes, al no poder adquirir los bienes
internamente, tratan de hacerlo en el exterior, para lo cual necesitan de divisas. Si esas divisas no se encuentran
disponibles, su precio - el tipo de cambio – tiende a elevarse.

En caso que la demanda global sea inferior a la oferta global, se acumulan inventarios no deseados: los productores no
venden todo lo que producen o los comerciantes no venden todo lo que importan. La situación no puede mantenerse
indefinidamente. La economía empieza a ajustarse. Por una parte, la producción interna puede reducirse, con lo que se
incrementa el nivel de desempleo en el sistema económico. Por otra parte, las importaciones pueden contraerse.

Composición de la oferta agregada


La producción de un país no puede realizarse de la noche a la mañana. Se necesita tecnología adecuada y disponer de los
recursos productivos necesarios. La distribución de la producción entre los diferentes sectores de la economía refleja, en
cierto grado, el desarrollo de un país. En general, cuanto más desarrollada se encuentre una economía, mayor será la
importancia de los sectores productores de servicios y menor la de los bienes primarios (productos agrícolas y mineros).
Por ello, cuando se analiza la estructura económica, se estudia la distribución relativa de la producción o del producto
interno bruto entre los sectores primarios (agropecuario y minas y canteras), sectores secundarios (manufacturero,
construcción y electricidad) y sectores terciarios (comercio, gobierno, banca y finanzas, transportes, etc.).

La composición de la oferta entre producción doméstica e importaciones para satisfacer la demanda depende, entre otros
elementos, del tipo de cambio. Si el precio de una unidad de moneda extranjera en términos de la moneda nacional es bajo
(relativo a otros precios), los demandantes preferirán comprar los bienes y servicios en el exterior, incrementando las
importaciones. Si el tipo de cambio es alto (relativo a otros precios), resulta más atractivo adquirir los bienes y servicios
en el mercado interno. Una devaluación, por tanto, tiende a desplazar la demanda hacia bienes y servicios producidos
internamente.

Los gobiernos tienen otras formas, además del tipo de cambio, para influir en la composición de la oferta agregada.
Mediante el uso de diferentes instrumentos de política pueden encarecer o abaratar los bienes importados. Entre estos
instrumentos se encuentran los impuestos de importación (aranceles y sobretasas) y los depósitos previos para adquirir
divisas, que incrementan el costo financiero de las importaciones. También los gobiernos pueden afectar la disponibilidad
de bienes importados al establecer cuotas, permisos y otras restricciones no arancelarias.

Composición de la demanda agregada


Los bienes y servicios, como se indicó, pueden ser demandados por el sector privado (familias y empresas), el sector
público y el exterior, y pueden utilizarse para satisfacer las necesidades presentes (consumo) o las necesidades futuras
(inversión). La demanda de los residentes de un país (demanda interna) dependen en mucho, de factores relacionados con
la política económica. La demanda de los extranjeros por los bienes de un país depende, además de la política económica
vigente en cada uno de los países, del tipo de cambio entre la moneda nacional y la moneda extranjera. Si el tipo de
cambio es alto con relación a los otros precios internos, los extranjeros podrían comprar productos domésticos a precios
(para ellos) relativamente bajos, por lo que las exportaciones tenderán a aumentar. Si el tipo de cambio es bajo con
relación a los otros precios internos, los productos domésticos sean relativamente caros para los extranjeros y las
exportaciones serán menores.

La demanda de bienes y servicios de consumo por parte del sector privado depende, entre otros factores, del nivel de su
ingreso disponible, de su distribución, de la disponibilidad del crédito y del costo de ese crédito. El nivel de ingreso que
disponen las familias es la variable más importante en la determinación del nivel de gasto en bienes y servicios de
consumo por parte de la población. Se acepta que cuanto mayor sea el ingreso disponible (el ingreso una vez pagados los
impuestos mayores serán los gastos en consumo, aunque la proporción del ingreso disponible que se destina a consumo
disminuye conforme aumenta el ingreso. Por ello, una redistribución del ingreso de familias de ingresos altos a familias de
ingresos bajos generalmente incremente al gasto en bienes de consumo para la economía como un todo. La política
salarial, al modificar los salarios de los grupos de menores ingresos, incide en el nivel de demanda de la economía.

El gasto en consumo de las familias también se afecta por la disponibilidad de crédito y por el costo del dinero, esto es,
por la tasa de interés. Cuanto mayor sea el nivel de crédito disponible para las familias, mayor será la posibilidad de
consumir bienes y servicios. Cuanto mayor sea la tasa de interés, menor será el incentivo para gastar hoy en el consumo
de bienes y servicios y mayor el incentivo para ahorrar.

El gasto en inversión por parte de las empresas es una de las variables más sensitivas a las expectativas. Las empresas
están dispuestas a invertir porque esperan obtener un rendimiento adecuado de esa inversión en el futuro. Para ello, las
empresas calculan el costo de efectuar la inversión y lo comparan con los ingresos que obtendrían en el futuro, cuando la
nueva maquinaria, equipo y edificios produzca sus frutos. La tasa de interés desempeña un papel muy importante en estos
cálculos pues permite comparar los ingresos de hoy con los de mañana. Por ejemplo, si la tasa de interés a la que puedo
colocar mis ahorros a la que puedo pedir prestado es 20% por año, un inversionista debería ser indiferente entre tener
1000 pesos hoy o tener 1200 pesos dentro de un año. Por ello, cuanto mayor es la tasa de interés, menor es el atractivo
para invertir en maquinaria, equipo o edificios.

La confianza y la seguridad son dos aspectos de suma importancia para Ia determinación del nivel de inversión. Un
empresario debe tener confianza y seguridad que podrá disfrutar los beneficios que obtenga de su inversión. Si hay temor
a expropiaciones, por ejemplo, el nivel de inversión disminuye, pues menos empresas estarán dispuestas a correrse el
riesgo de perder su inversión. La incertidumbre es también otro de los factores que provoca una reducción en la tasa de
inversión. Si existe incertidumbre sobre el curso futuro de la economía, les será más difícil a los empresarios hacer sus
cálculos para determinar las ganancias que pueden obtener de los diferentes proyectos, por lo que disminuirá eI monto
total de su inversión.

Los gobiernos también alteran las decisiones de inversión al cambiar la estructura de impuestos aplicable a las empresas al
crear incentivos. Los empresarios están interesados en las utilidades netas, esto es, las utilidades después del pago de
impuestos. Si la tasa impositiva es relativamente elevada, las empresas estarán menos dispuestas a invertir pues requerirán
de proyectos que les permitan obtener utilidades brutas suficientes, de modo que les alcancen para pagar los impuestos y
obtener una rentabilidad adecuada. El gobierno por otra parte, incentiva la inversión mediante el otorgamiento de
subsidios. Los estímulos a las exportaciones no tradicionales son un ejemplo de estos incentivos. La exoneración del pago
de impuestos para la inversión en ciertas actividades o los llamados créditos fiscales para favorecer programas de
reforestación son otros ejemplos.

En resumen, el gasto en consumo y el gasto en inversión por parte del sector privado no son independientes del ambiente
o del entorno de política macroeconómica en que está inmerso el país. La política macroeconómica también se refleja en
las decisiones de gasto y de tributación de los gobiernos, las cuales afectan directamente en el nivel general de la demanda
interna. Si se emplean adecuadamente los diferentes instrumentos de política macroeconómica permiten manejar los
desequilibrios entre la oferta y la demanda globales, pero también, si se abusa de ellos, pueden contribuir a un
agravamiento de los desequilibrios. Esa es la diferencia entre la buena y la mala política macroeconómica. La experiencia
reciente de América Latina tiene ejemplos de ambos tipos de manejo.

2.1. INSTRUMENTOS DE POLITICA ECONOMICA

Como se indicó, el gobierno puede afectar el nivel y la composición de los agregados macroeconómicos, para Io cual
dispone de diferentes instrumentos de política. Los párrafos que siguen discuten la naturaleza de algunos de ellos.

a) Políticas monetaria, crediticia y financiera:

Las políticas monetaria, crediticia y financiera son responsabilidad principalmente del Banco Central. Estas políticas
afectan la cantidad y el costo del dinero en la economía. El banco debe procurar que la economía tenga los medios de
pago necesarios para movilizar adecuadamente la producción, sin crear excesos que afecten directamente el nivel general
de precios o el tipo de cambio. Aunque no hay reglas universales, en general se acepta que, con el propósito de evitar
presiones inflacionarias en el sistema económico, la expansión de los medios de pago debe ser acorde con la tasa de
crecimiento real de la producción.

El control que puede ejercer el Banco Central sobre la cantidad de dinero en la economía depende, entre otros factores, del
sistema de tipo de cambio que tenga el país y del desarrollo del sistema financiero. Cuando la economía tiene un sistema
de tipo de cambio fijo, esto es, cuando el Banco Central está dispuesto a comprar o vender divisas a un precio
predeterminado, y no hay restricciones a los movimientos de capitales con el exterior, el Banco Central no puede fijar
unilateralmente la cantidad de dinero que existe en la economía. Esta es determinada por los deseos de los agentes
económicos. Así por ejemplo, si el Banco Central decide incrementar la cantidad de dinero, pero los agentes económicos
no desean mantener todo ese dinero en su caja, llevarán de vuelta al Banco Central la parte no deseada v lo cambiarán por
moneda extranjera. Al final, el intento del Banco de aumentar la cantidad de dinero por encima de lo que los agentes
deseaban mantener se convierte en una reducción de las reservas monetarias internacionales.

Por otra parte, cuando el tipo de cambio es libre y fijado por la acción de la oferta y la demanda sin intervención del
Banco Central, el nuevo dinero creado por el Banco Central permanece en el sistema, ajustándose el tipo de cambio, los
precios y, en algunos casos, la producción.

El Banco Central posee diversos instrumentos para influir en la cantidad de dinero en la economía. Entre estos
instrumentos se encuentran el encaje legal, las operaciones de mercado abierto, los depósitos previos a las importaciones,
la tasa y el nivel del redescuento y los topes o limites crediticios. La forma como el Banco influye en la cantidad de dinero
por medio de esos instrumentos se explica a continuación.

El encaje legal es la proporción de cada depósito que deben mantener en caja los bancos comerciales. Cuando un agente
económico llega a un banco comercial y hace un depósito, el banco comercial no puede prestar la totalidad de ese
depósito. Debe mantener un determinado porcentaje en su caja o en el Banco Central. Por tanto, la capacidad de un banco
comercial de otorgar crédito se limita por el encaje legal. Cuando mayor sea ese encaje, menor será la cantidad de crédito
que puede otorgar. Por ello, cuando el Banco Central desea reducir la cantidad de dinero en la economía, eleva el encaje
legal.

El Banco Central también puede influir sobre la cantidad de dinero por medio de las llamadas operaciones de mercado
abierto. Este tipo de operaciones consiste en la compra o venta de bonos por parte del Banco. Cuando el Banco desea
incrementar la cantidad del dinero en la economía, sale al mercado a comprar bonos. Cuando desea retirar dinero de la
economía, vende bonos al público. La decisión del Banco Central de comprar o vender bonos tiene influencia sobre las
tasas de interés pues, si el Banco quiere vender bonos, debe ofrecer una tasa lo suficientemente atractiva para que los
agentes económicos estén dispuestos a adquirir los títulos, con lo cual tiende a aumentar la tasa de interés general.

Una tercera forma como el Banco Central influye en la cantidad de dinero en circulación es estableciendo depósitos
previos a las importaciones. En países con tipo de cambio fijo, donde el Banco Central vende las divisas necesarias para
efectuar Ios pagos por concepto de importaciones, el Banco puede requerir que los importadores depositen en una cuenta
especial un monto de dinero equivalente a un determinado porcentaje del valor de las importaciones. De ese modo el
Banco congela parte del dinero que existe en la economía.
El Banco Central puede conceder crédito a los bancos comerciales para que estos a su vez, otorguen préstamos al público.
Estos créditos pueden ser directos o mediante el redescuento de documentos que posean los bancos por ejemplo, cuando
un banco comercial concede un préstamo a una empresa ésta le entrega un documento de promesa de pago o garantía.

El banco comercial puede llevar ese documento al Banco Central para que se lo descuente, esto es, para que le entregue
dinero en préstamo con la garantía del documento. Por ello, cuando el Banco Central desea expandir la cantidad de dinero
puede aumentar el monto que está dispuesto a redescontar los bancos o puede reducir la tasa que les cobra por efectuar
esas operaciones.

b) Política fiscal:

La política fiscal se relaciona con las decisiones de gasto y financiamiento por parte del gobierno. Al analizar la política
fiscal se deben considerar varios aspectos. Primero, el efecto que tiene la acción del gobierno sobre la distribución del
ingreso. Segundo, el efecto que tiene sobre el nivel y la composición de la demanda agregada. Tercero, el impacto del
financiamiento del gobierno en el resto de la economía. Cuarto, la incidencia de las políticas estatales en la asignación de
recursos productivos.

Cuando el gobierno cobra impuestos y utiliza esos recursos, por ejemplo, para financiar programas de salud rural, cambia
la distribución del ingreso. Hay intervenciones gubernamentales que propician una mejor distribución del ingreso, al
cobrar impuestos a los grupos de altos ingresos y destinarlos a programas que benefician a los grupos de bajos ingresos.
Pero ésta no es siempre la norma. Muchas veces la acción del gobierno tiene efectos regresivos. Un caso de estos puede
suceder cuando se cobran impuestos al consumo de un bien básico para conceder subsidios a los productores de un bien
de exportación.

El efecto de la acción del gobierno sobre la demanda agregada es el que más interesa desde el punto de vista de la política
macroeconómica. El gobierno afecta esta demanda de diversas maneras: cuando cobra impuestos, reduce el ingreso que
disponen las familias o las empresas para financiar sus gastos de consumo o de inversión, con lo cual disminuye la
demanda interna del sector privado; cuando aumenta su nivel de gasto, ya sea de consumo o de inversión, incrementa la
demanda global por bienes y servicios.

La decisión del gobierno de modificar su gasto lleva implícita una decisión de cómo financiarlo. El gobierno puede
financiar su gasto de varias maneras: por medio de impuestos y del cobro de servicios (ingresos tributarios y no
tributarios); recibiendo transferencias del sector privado o del sector externo; incurriendo en préstamos con el sector
privado, con los bancos comerciales, con el exterior o con el Banco Central.

Los ingresos corrientes del gobierno son la suma de ingresos tributarios, no tributarios y transferencias. Una forma de
analizar el tamaño del gobierno en la economía es calculando la relación existente entre los ingresos corrientes y el
producto interno bruto nominal. Esta relación indica la proporción del valor de la producción de bienes y servicios que
pasa a manos del gobierno. Esta relación varía dependiendo de la estrategia seguida por los diferentes países. Por ejemplo,
en 1987, era 36% en Nicaragua y 9,6% en Paraguay.

La diferencia entre los ingresos corrientes y los gastos totales constituye el superávit (si es positiva) o el déficit (si es
negativa) del gobierno. En el caso de la existencia de un déficit, que es la situación típica de los países latinoamericanos,
hay, al menos, dos aspectos que interesa considerar: Primero, el nivel relativo de ese déficit; segundo, su forma de
financiamiento. En cuanto al nivel del déficit, las cifras absolutas no nos dicen mucho. No es lo mismo un déficit fiscal de
cien millones de dólares en una economía grande como la de Brasil que en una economía pequeña como la de Haití. Por
ello generalmente se calcula la relación del déficit fiscal con respecto al producto interno bruto. Una relación déficit fiscal
– producto interno bruto elevada, es una fuente de desequilibrio para la economía.

Interesa, además, saber la forma cómo se está financiando ese déficit pues de ella depende su efecto sobre la economía.
Cuando se financia por medio de préstamos del sector privado, como puede ser el caso de la venta de bonos al público, el
gobierno compite con las empresas privadas por los recursos disponibles. Para poder atraerlos hacia las arcas
gubernamentales tiene que hacerlos atractivos para el resto del sector privado. Eso lo puede lograr aumentando la tasa de
interés que paga por sus bonos. Cuando el gobierno aumenta dicha tasa, fuerza a las empresas privadas a incrementar
también las tasas que ellas pagan, con lo cual algunos de los proyectos productivos, que eran rentables a las tasas
anteriores, dejan de serlo. En otras palabras, la acción gubernamental desplaza a la acción privada. Desde el punto de vista
macroeconómico, sin embargo, este tipo de financiamiento no altera tanto el nivel de la demanda agregada, pues los
recursos se le restan al sector privado, sino su composición.

El gobierno también puede desplazar aI sector privado si financia su déficit por medio de préstamos de la banca comercial
interna. Si los bancos tienen un límite máximo de crédito
que pueden otorgar y si el gobierno logra obtener esos recursos, entonces se los está reduciendo aI sector privado. Este
caso tiene el mismo tipo de efecto que el comentado en el párrafo anterior.

Una tercera forma de financiar el déficit fiscal lo constituye el endeudamiento externo. Cuando el gobierno acude al
exterior para financiar sus gastos se presentan varios efectos en la economía, dependiendo del esquema de tipo de cambio
que se encuentre vigente. Por ejemplo, cuando el tipo de cambio es fijo, el gobierno cambia las divisas del préstamo por
moneda nacional en el Banco Central. Así aumenta su capacidad de compra interna sin reducir la capacidad de demanda
de algún otro sector. EI Banco Central, no bastante, tiene ahora una mayor cantidad de moneda extranjera en sus arcas.
Cuando la mayor demanda del gobierno presiona sobre la oferta de bienes y servicios, una parte de esa oferta se satisface
con importaciones.

Al vender Ia moneda extranjera necesaria para pagar por esas importaciones, el Banco Central retira de circulación el
dinero que había emitido originalmente, con lo cual se reduce el nivel de reservas monetarias internacionales y se
"exporta" parte de la presión de demanda. Por lo general cuando las diferentes fuentes son insuficientes, el gobierno acude
al financiamiento directo del Banco Central.
En este caso, si el Banco no está actuando como intermediario entre un prestamista externo y el gobierno, el
financiamiento directo implica un incremento en la emisión monetaria sin otra contrapartida que la promesa de pago por
parte del gobierno. Esto es lo que se ha llamado por algunos, emisión inorgánica, para hacer referencia a que los recursos
monetarios que pone el Banco Central a disposición del gobierno no tienen respaldo en moneda extranjera. Este tipo de
financiamiento es el más peligroso, pues incrementa la capacidad de demanda del gobierno sin reducir la capacidad de
compra de ningún otro sector. La competencia por los bienes y los servicios disponibles se puede reflejar en un mayor
volumen de producción, mayores niveles de importaciones (para las cuales no necesariamente hay disponibilidad de
moneda extranjera) o mayores precios.
Por último, la acción de la política fiscal puede alterar la asignación de recursos en la economía. La política tributaria
puede afectar la rentabilidad de las diferentes actividades y cambiar los precios relativos de los bienes y servicios, con lo
cual se modifican las señales que reciben los empresarios.

c) Política salarial:

En una economía de mercado el salario se establece por la acción de las fuerzas de la oferta y demanda. En economías
donde existen imperfecciones e intervención gubernamental en la determinación de los salarios, el nivel de éstos no
coincide necesariamente con el que prevalecería en condiciones de competencia. La política salarial puede tener
influencia al menos en el corto plazo, en la distribución del ingreso y en las decisiones de contratación de la mano de obra.
Los aumentos de salario en exceso del incremento de los precios tienen efecto en la demanda agregada o global, al
permitir un aumento del gasto en consumo de las unidades familiares. Por otro lado, si el aumento de los salarios -
descontando el efecto de la inflación – no guarda relación con los cambios en la productividad de la fuerza laboral, las
empresas tendrán incentivos para buscar técnicas de producción que utilicen el factor trabajo en menor escala. Esta es una
de las razones por las que muchas veces nos encontramos con tasas elevadas de desempleo y con niveles relativamente
altos de subutilización de la capacidad instalada.

d) Política cambiaria:

El tipo de cambio es el precio que una unidad de moneda extranjera en términos de la moneda nacional. Al modificarse el
tipo de cambio se altera el precio relativo de la producción nacional en términos de la producción extranjera. Si el tipo de
cambio aumenta en exceso de la diferencia de crecimiento de los precios internos y externos, la producción extranjera se
hace relativamente más cara que la producción nacional, por lo que hay una tendencia de los extranjeros a comprar una
mayor cantidad de bienes domésticos (aumentan las exportaciones) y de los nacionales a comprar menor cantidad de
bienes extranjeros (disminuyen las importaciones).
El tipo de cambio puede ser establecido de diferentes maneras. Por un lado se encuentra el tipo de cambio fijo; en este
caso el Banco Central se compromete a comprar o vender la cantidad de moneda extranjera que se le ofrezca o demande a
un precio predeterminado. Por otro lado se encuentra el tipo de cambio libre. Aquí el Banco Central no interviene en el
mercado, sino que el precio de la moneda extranjera se establece por acción de las fuerzas de la oferta y la demanda. Entre
esos dos sistemas hay un conjunto de posibilidades que pasa por la existencia de los mercados múltiples de cambios, es
decir, la existencia de diferentes precios para la moneda extranjera dependiendo del destino para el que se desee; sistemas
de flotación sucia, llamados así porque el Banco central interviene comprando o vendiendo moneda extranjera para influir
sobre el tipo de cambio; sistemas ajustables, en los cuales el tipo de cambio es fijo pero la duración de la fijación es
relativamente corta, como es el caso del sistema de minidevaluaciones practicando en diversas ocasiones en países como
México, Chile, Ecuador y Costa Rica.

e) Política Comercial:

La política comercial contempla acciones que afectan los precios relativos y el acceso a mercados para los bienes y
servicios. De esa forma incide en el proceso de asignación de recursos productivos entre las diferentes actividades. La
política puede referirse a aspectos de naturaleza interna o externa. En relación a la política comercial interna las decisiones
principales tienen que ver con mecanismos para la determinación de precios o márgenes de comercialización. Un gobierno
puede decidir, por ejemplo, no intervenir en los mercados sino dejar que los precios se determinen por la interacción de
las fuerzas de oferta y demanda. Puede, también, fijar un precio máximo o un precio mínimo para un conjunto de bienes y
servicios. Puede establecer procedimientos por los cuales se ajusten los precios en forma automática. Puede fijar un
porcentaje máximo como margen de utilidad en las diferentes etapas del proceso de comercialización.

La política comercial externa se relaciona con acciones que afectan la rentabilidad relativa de los bienes internos y
externos y que condicionan el acceso a los mercados. Dentro de estas políticas se encuentran los subsidios a las
exportaciones, con el fin de hacer más atractiva la venta de los productos nacionales en el exterior; los aranceles, los
permisos y las cuotas de importación. El gobierno puede limitar las importaciones de varias maneras. Por una parte puede
establecer límites máximos al volumen de importaciones de determinados bienes (cuotas). La cuota textil fijada por los
Estados Unidos es un ejemplo de este tipo de políticas. La prohibición para la compra o venta de ciertos bienes es otro
ejemplo. Muchas veces las restricciones a las importaciones toman la forma de limitaciones y entrabamientos
administrativos. Los cuales pueden convertirse en verdaderos laberintos para los importadores.

La forma más conocida de política comercial externa son los aranceles o impuestos a la importación. Al establecerse un
impuesto a la importación se eleva el precio interno del bien afectado. Esto permite a los empresarios locales destinar
recursos para la producción de este bien, pues ahora poseen cierto grado de protección. La estrategia de sustitución de
importaciones seguida por los países de América Latina durante la segunda mitad de este siglo se apoyó en este tipo de
políticas. Las diferencias entre las tasas arancelarias determinan, pues, diferentes incentivos para la producción de bienes
sustitutivos de las importaciones.

2.2. LOS DESEQUILIBRIOS:

Al principio de esta nota se indicó que, por lo general, la oferta global deseada y la demanda global deseada no son
iguales. Se dijo que cuando eso sucedía el sistema económico tendía a ajustarse. Podemos considerar diversas situaciones
de desequilibrio y analizar el mecanismo de ajuste de la economía ante ellas. Ya indicamos el caso de la insuficiencia de
la demanda agregada y su efecto sobre el nivel de producción. Analicemos, con mayor detalle la situación contraria, o sea
cuando la demanda global deseada es mayor que la oferta global deseada.

Al presentarse un exceso de demanda sobre oferta, la economía puede tomar diversas vías de ajuste. En primer lugar,
puede tratar de incrementar la oferta. Para ello hay dos posibilidades. Aumentar la producción doméstica o aumentar las
importaciones. Si la economía tiene un nivel de desempleo elevado y si posee suficiente capacidad ociosa, la respuesta, al
exceso de demanda puede venir del lado de un incremento en la producción doméstica. El caso del Perú, durante el primer
año de la presidencia de Alan García, es un ejemplo de esta situación.
Al llegar al poder, el presidente García encontró la economía con un elevado nivel de desempleo y amplia capacidad
ociosa. Entre otras políticas, el presidente García incrementó los salarios y el gasto gubernamental, con lo cual provocó un
crecimiento de la demanda agregada. Dada la capacidad ociosa existente, la producción interna reaccionó favorablemente
y se alcanzaron resultados muy positivos en cuanto a crecimiento económico y reducción del nivel de desempleo.

Si la economía no posee capacidad ociosa suficiente o, si las condiciones internas no son favorables, el incremento en la
oferta global puede venir del Iado de las importaciones. Ello causa un deterioro de la balanza comercial (la diferencia
entre las exportaciones e importaciones de bienes) y, por tanto, crea la necesidad de financiar ese deterioro. Cuando el tipo
de cambio se determina en forma flexible, la presión de demanda por importaciones se traduce en una presión de demanda
por moneda extranjera, que se refleja en un aumento del tipo de carnio. Cuando el tipo de cambio es fijo, la mayor
demanda de importaciones requiere de mecanismos para poder financiarlas.

Hay diversas formas en que los países pueden financiar esas importaciones. Primero, pueden recibir donaciones de
gobiernos amigos. El caso de Centroamérica durante la década de los años ochenta, o el de Cuba hasta la desaparición de
la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, son ejemplos de esta situación. Segundo, pueden obtener ingresos de
capital del sector privado, como ha sido la experiencia de muchos países de América Latina durante los primeros años de
la década de los noventa. Estos pueden tomar la forma de inversión extranjera directa, como es el caso de la instalación de
una fábrica o la mejora de un proyecto agrícola; de inversión financiera, como es el incremento en los depósitos en
moneda nacional o extranjera en el país, o bien, de préstamos. Tercero, el país puede acudir al endeudamiento público
externo; ésta fue la vía seguida por la mayoría de los países de la región durante la segunda mitad de la década de los años
setenta. Por último, los países pueden utilizar las reservas monetarias internacionales acumuladas en el pasado, es decir,
pueden acudir a sus ahorros.

Cuando los países agotan sus fuentes de financiamiento externo y sus tenencias de reservas monetarias internacionales, les
es imposible mantener el sistema de tipo de cambio fijo. El Banco Central no puede vender toda la moneda extranjera que
se le solicita a un precio predeterminado, porque ya no dispone de esa moneda ni tiene posibilidades de obtenerla por
medio de empréstitos. La economía entra, entonces, en un proceso en el cual los desequilibrios entre oferta y demanda
agregadas ya no se reflejan en un mayor nivel de importaciones sino en procesos de devaluación (formal o informal) y de
inflación. Estos procesos son la forma como el sistema económico trata de ajustar la demanda global a la oferta global.

La situación de América Latina en los años ochenta es un ejemplo de este tipo de ajuste. A l cerrarse la válvula
del financiamiento externo y agotarse las reservas monetarias internacionales, los países entraron en una espiral
de devaluación, inflación y, estancamiento. La situación fue aún más complicada porque los pagos por
concepto de amortización e intereses de la deuda externa competían con las importaciones por las pocas divisas
disponibles. El ajuste de las nuevas circunstancias fue dramático. En muchos casos éste se enmarcó en acuerdos
con el Fondo Monetario Internacional. En otros, los países se resistieron a efectuar el ajuste de manera
ordenada, por lo que entraron en procesos recurrentes de inflación y de devaluación. En la próxima sección se
analizan las diferentes opciones de política económica para enfrentar los desequilibrios económicos y las
consecuencias de esas opciones en relación al crecimiento y la estabilidad.

3. POLÍTICAS ECONÓMICAS DE CORTO, MEDIANO Y LARGO PLAZOS:

Los desequilibrios económicos se refieren fundamentalmente, a desbalances entre la oferta global y la demanda
global al nivel de ocupación plena de los recursos productivos. Estos desbalances pueden ser causados por
políticas inadecuadas por parte del gobierno. Pueden, también.ser provocados por cambios en las condiciones
externas. Así, por ejemplo, cuando en una economía que se encuentra en niveles elevados de utilización de los
recursos productivos, el gobierno decide incrementar su gasto, y financiarlo por medio de crédito del Banco
Central, el exceso de demanda se reflejará en presiones sobre la balanza comercial externa, el tipo de cambio v
el nivel de precios interno. Cuando un país sufre un deterioro de los términos de intercambio (relación entre los
precios de exportación y de importación), como lo sufrieron la mayoría de los países latinoamericanos en la
década de los años ochenta, la economía entra en un proceso de desequilibrio que debe ser corregido, ya. sea
por medio de mayor endeudamiento externo, pérdida de reservas internacionales, reducción de la demanda
interna o aumento de la oferta exportable.

Las políticas económicas pretenden armonizar las condiciones de oferta global y de demanda global con el
propósito de mantener la estabilidad interna (precios y nivel de empleo) y externa (tipo de cambio). Pretenden
además, lograr una utilización adecuada de los recursos productivos que posee el país y un crecimiento
satisfactorio de la producción de bienes y servicios a lo largo del tiempo. En el corto plazo la política económica
se concentra más en el manejo de la estabilidad interna y externa, en tanto que en el mediano y largo plazos se
orienta más hacia el logro del desarrollo mediante la
Búsqueda del crecimiento y la mejora en la distribución.
3.1. LA POLÍTICA ECONOMICA DE CORTO PLAZO:

El manejo de la política económica de corto plazo tiene que ver, como se indicó, con el balance entre la oferta y
Ia demanda globales a fin de propiciar estabilidad interna y externa. Este balance no siempre se presenta en
forma automática, por lo que muchas veces el Estado debe intervenir en el sistema económico para corregir los
desequilibrios; sin embargo, otras veces es la intervención del Estado la que provoca esos desequilibrios.

Cuando una economía enfrenta desequilibrios en el corto plaza principalmente aquellos causados por
un exceso de demanda interna sobre la oferta interna (que se refleja en un exceso de importaciones
sobre las exportaciones), tiene tres caminos posibles. El primero de ellos es tratar de efectuar un ajuste
ordenado. El segundo es intentar posponer el ajuste, para lo cual puede acudir al uso del endeudamiento
externo, a la atracción e capitales privados externos o al uso de sus reservas monetarias internacionales. El
tercero es efectuar un ajuste desordenado, forzado por las circunstancias y caracterizado por un proceso de
inflación y devaluación.

Hay ejemplos de las diferentes tipos de caminos en la experiencia de América Latina duranrte los últimos
quince años. Así, por ejemplo, durante la última parte de década de los años setenta, los países importadores de
petróleo pospusieron el ajuste por medio del endeudamiento externo y el uso de las reservas monetarias
internacionales. El comportamiento de muchas de las economías de la región durante los primeros años de la
década de los ochenta es un ejemplo de ajuste desordenado. La nueva ortodoxia económica y algunos de los
procesos heterodoxos que se están llevando a cabo en la región, entre los que destaca el llamado pacto de
solidaridaridad económica de México, son casos de ajuste ordenado.

Cuando no es posible posponer el ajuste, ya sea porque la ecofonia no posee reservas monetarias internacionales
o porque no tiene acceso al endeudamiento externo, el sistema econórnico busca la manera de adecuar la oferta
global a la demanda global. En el corto plazo es muy difícil efectuar esa adecuación por la vía de un incremento
de la oferta interna, ya que muchas veces no se cuenta con los recursos productivos necesarios o bien, no están
presentes los incentivos requeridos para su uso en eficiente. Por ello la manera de mou ¡lae cünomíatr ai "r. ,i._ .
, i. ,i de alcanzar xxxxx como una economía trata de alcanzar el balance entre la oferta y la demanda es por
medio de una restricción de ésta última. Si un gobierno se resiste a efectuar esa restricción en forma consciente,
el sistema económico no encuentra válvulas de escape para forzar el proceso de ajuste. Al hacerlo, está
determinado también cuáles grupos de la sociedad serán los que suponen la mayor cuota de sacrificio.

La inflación y la devaluación son los mecanismos por los que el sistema económico adecúa las condiciones de
oferta y de demanda. En general, al
Presentarse un exceso de demanda interna sobre la oferta interna, la tendencia
naturales tratar de satisfacerlo por medio de un incremento de las importaciones.
Si el país no tiene divisas, la demanda de esas importaciones no puede satisfacerse en su totalidad. Debe
racionarse de algún rnodo. El incremento en el tipo de cambio es la forma como el sistema económico la
raciona. Al encarecerse la moneda extranjera, algunos agentes económicos ya no estarán dispuestos a importar
porque les resulta poco rentable. Así, pues, la devaluación, o la aparición
de los mercados negros, constituye un sistema de racionamiento para distribuir las divisas escasas entre isa
diferentes necesidades.

Al no poder aumentarse la oferta por medio de las importaciones, los diferentes agentes económicos empiezan a
competir por los bienes producidos internamente. En vista que estos bienes no existen en cantidad suficiente
(por eso es que .se deseaba importarlos), la competencia por tratar de adquirirlos provoca una presión para el
incremento en su precio. Así da inicio el proceso de inflación en la economía. Al aumentar los precios de los
bienes internos y al devaluarse la moneda, se reduce el poder de compra de los salarios y la capacidad de
compra de los impuestos. Si no se hiciera nada más, la economía tendería a estabilizarse,
pues la reducción de los salarios reales y de la capacidad de gasto real del gobierno provocarían una
disminución de la demanda. Sin embargo, si no hay voluntad política para llevar a cabo el ajuste, el proceso
puede continuar indefinidamente. Analicemos un posible curso de acción.

Los trabajadores empiezan a ver que el poder de compra de su ingreso, llamado también su ingreso real,
disminuye con la inflación. Para reponer el poder de compra perdido presionan por aumentos de salarios. E l
gobierno que no desea que los trabajadores se sacrifiquen, apoya las peticiones de aumentos salariales. Las
empresas, al ver incrementados sus costos, tratan de aumentar sus precios de venta para así mantener su margen
de ganancia. Como los costos aumentaron, las empresas necesitan ahora una mayor cantidad de recursos
financieros para movilizar la producción, por lo que acuden al sistema bancario para obtener una mayor
cantidad de crédito. Como el Banco Central no desea que las empresas se sacrifiquen, porque eso puede
provocar una contracción en la producción, entonces facilita la expansión crediticia, por ejemplo, abriendo la
posibilidad de operaciones de redescuento.

El gobierno también se da cuenta que su poder de compra ha disminuido con la inflación. Como no desea que
disminuya ni la calidad ni el volumen de los servicios que presta, entonces aumenta su gasto monetario para
cuyo financiamiento acude al Banco Central. El Banco, para no afectar el desarrollo de
los programas gubernamentales, acepta conceder ese crédito, incrementando de esa forma la cantidad de dinero
en la economía. Al final del proceso nos encontrarnos en una situación en la que no se desea que el ajuste
recaiga, en forma explícita, sobre ningún sector. Pero al pretenderse que ninguno se sacrifique, o que se está
generando una nueva presión de demanda, ya que todos poseen ahora un mayor poder de compra en términos
nominales. Como resultado, se inicia de nuevo l proceso de ajustar la demanda a la oferta, con lo cual se
incrementan otra vez el tipo de cambio y los precios, los salarios, el crédito y la emisión monetaria. La
velocidad a la que gira el proceso es cada vez mayor, provocando una espiral inflacionaria.

La inflación no es neutral desde el punto de vista de la distribución del ingreso. En un proceso inflacionario,
generalmente salen perjudicados todos aquellos grupos que tienen rentas fijas o rentas que no se ajustan
rápidamente el incremento de los precios. El efecto de los procesos de alta inflación, provocados muchas veces
por el deseo de evitar que el ajuste afecte a grupos de ingresos bajos, termina por incidir en los grupos a los que
se deseaba proteger. Las experiencias recientes de Bolivia y Nicaragua son ejemplos de esta situación.
Adicionalmente, la inestabilidad y la incertidumbre provocadas por la aceleración de la inflación y la
devaluación causan un retraimiento en las decisiones de inversión productiva, con lo que se puede generar,
adicionalmente, un proceso de contracción económica. Ese fue el caso de México durante1982
.
El punto que se desea enfatizar es que, si la economía presenta un desequilibrio fuerte del lado de la demanda
global y si la opción de posponer el ajuste vía endeudamiento o el uso de reservas internacionales no está
disponible, el ajuste se llevará a cabo de cualquier manera. La inflación la devaluación son simples
manifestaciones de ese fenómeno, cuya incidencia redistributiva no puede controlarse.

El proceso de ajuste puede efectuarse de una manera ordenada, aunque no por ello ausente de costos. Los
gobiernos tienen la opción de efectuar el ajuste en las diferentes variables que inciden en la demanda agregada
de la economía dentro del marco de una negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) o, bien,
independientemente del FMI. La suscripción de acuerdos con el Fondo, contrario a la creencia generalizada,
facilita muchas veces el proceso de ajuste y reduce su costo social pues abre la llave a recursos financieros
frescos. Estos recursos permiten que el ajuste se lleve a cabo con un incremento de la oferta de bienes y
servicios por medio de mayores importaciones, por lo que el sacrificio en términos
de la contracción de la demanda es menor

El arsenal de políticas económicas disponibles para efectuar un proceso de ajuste relativamente ordenado, es
conocido. La forma específica como se utilizan los diferentes instrumentos de política varía de país a país. Por
ello es importante conocer la manera de pensar de los formuladores de la política económica y la naturaleza de
los acuerdos suscritos con los organismos financieros internacionales. La lectura de la política económica
permite un diseño más adecuado de la estrategia para enfrentar las consecuencias de dichas políticas. Esto es
importante para los gerentes y los administradores, pues los efectos respecto al nivel y la composición de la
demanda de bienes y servicios dependen de la naturaleza del proceso de ajuste.

El arsenal de instrumentos de política económica para llevar a cabo un proceso ordenado de ajuste por medio de
la reducción de la demanda, es como se indicó conocido. E n general, se pueden esperar las siguientes políticas:

Política fiscal: Redacción el déficit financiero del sector público. Esto puede efectuarse aumentando los
impuestos; incrementando los precios y las tarifas de los bienes y servicios producidos o distribuidos por el
Estado; reduciendo los gastos corrientes y reduciendo los gastos de inversión. La política típica contiene una
mezcla de las diferentes opciones, aunque la reducción de los gastos corrientes (salarios, intereses,
transferencias) es más difícil de llevar a cabo, por lo que la reducción en el gasto se concentra, preferentemente,
en los gastos de inversión.

Dependiendo de la política a seguir, el peso del ajuste fiscal cae más en el sector público, si es vía contracción
del gasto, o en el privado, si es vía aumento de impuestos y precios de los bienes; en el presente, cuando se
reduce el nivel de consumo o en el futuro, si se contrae la inversión; en los grupos de altos ingresos o en los de
bajos ingresos.

Política monetaria, crediticia y financiera: La política monetaria busca reducir la cantidad de dinero en la
economía, con lo cual se limita la posibilidad de financiar la demanda interna. El Banco Central puede utilizar
los diferentes instrumentos a su alcance como, por ejemplo, incrementar el encaje legal; vender bonos al
público; aumentar los depósitos previos a las ir portaciones; limitar el uso del redescuento por parte de los
bancos comerciales, ya sea estableciendo un monto máximo a redescontar o incrementando su costo. La política
de tasas de interés desempeña un papel de mucha importancia en el proceso de ajuste. Para reducir la demanda,
se sigue una política de tasas de interés que sean superiores a la tasa de inflación esperada. Esto permite
incentivar el ahorro (y por lo tanto, reducir el consumo) y racionalizar la inversión.

Política salarial: La política salarial que se sugiere en los procesos de ajuste es relativamente restrictiva. Se
busca que los aumentos salariales estén en línea con el comportamiento de la productividad del trabajo y no
tanto con la evolución de la tasa de inflación total. Esto es importante especialmente cuando uno de los factores
causantes del crecimiento de los precios internos es Ia inflación externa, ya que si se ajustan los salarios con
base a la inflación interna se podría afectar la competitividad de la producción local. Por ejemplo, supongamos
que hay un incremento en el precio internacional del petróleo, el cual causa un aumento en el precio interno de
los combustibles y de un conjunto de servicios. El poder de compra de los salarios, consecuentemente,
disminuye. Si se desea evitar esa disminución por la vía de un incremento en su nivel, se afecta la
competitividad de la producción del país, pues los precios que obtienen las empresas exportadoras y que pueden
cobrar las que sustituyen importaciones no aumentan en la misma proporción que los precios de los
hidrocarburos.

Política cambiaria: La política cambiaria es uno de los pilares importantes en los diferentes programas de
ajuste. En muchos de los casos el programa contempla una devaluación de la moneda nacional. Esta
devaluación tiene dos objetivos. Por una parte, adecuar la capacidad de compra del país en términos de la
moneda extranjera. Por otra, propiciar que la contracción de la demanda interna se refleje más en los bienes
importados y menos en la producción doméstica. La devaluación también incrementa la competitividad de la
producción doméstica en relación al extranjero, pues abarata, en términos de la moneda extranjera, los bienes
producidos en el país. En el caso de los programas de ajuste conocidos como heterodoxos, la política cambiaria
se utiliza en forma menos agresiva, pues constituye una parte importante de las llamadas políticas de ingresos,
empleadas para romper la inercia inflacionaria en la economía.

Otras políticas: Los países deben también definir qué hacer con la política comercial, tanto externa como
interna, y con la política de endeudamiento. En relación a Ia parte comercial externa, deben definir, entre otros
aspectos, qué hacer con los programas de estímulo a las exportaciones, con el proteccionismo y con las
restricciones no arancelarias. En relación a la política comercial interna, la decisión más importante es respecto
al papel del mercado en la determinación de los precios. En aquellos programas de ajuste amparados a un
convenio con el FMI, la política comercial externa e interna generalmente le da énfasis a la libertad de comercio
y a la libertad de precios. Por otra parte, en los programas heterodoxos se tiende a fijar el nivel de los precios
claves de la economía.

La suscripción de programas de ajuste con el Fondo Monetario Internacional significa la adopción de un


conjunto de políticas cuyas características son bastante similares en los diferentes países. Por ello es importante
conocer la lógica de los programas del FMI, ya que el sólo anuncio de su suscripción permite anticipar la
naturaleza del programa de ajuste que adoptará el país.

La suscripción de un acuerdo con el Fondo conlleva varias etapas. En primer lugar, una ronda $e negociación de
políticas. Para ello, los técnicos del FMI efectúan un ejercicio llamado de programación financiera, por el que
tratan de evaluar la consistencia de las diferentes políticas para el logro de los objetivos predeterminados. Una
vez negociadas las políticas, el país envía al Director Gerente del FMI una carta de intenciones, en la cual se
efectúa un diagnóstico de la situación económica general y de los factores que provocaron los problemas, así
como una propuesta de política para solucionarlos. En la carta también se establecen criterios de naturaleza
cuantitativa, que son los que van a ser evaluados para determinar el grado de cumplimiento del acuerdo.

Los límites cuantitativos que se establecen en los programas del FMI obedecen a la forma de analizar la
economía que tiene esa institución. El Fondo sigue muy de cerca la llamada teoría monetaria de la balanza de
pagos, la cual atribuye los problemas de desequilibrio externo a la expansión del dinero y del crédito en la
economía. Por tanto, su mayor preocupación está en limitar esa expansión monetaria y crediticia, para lo cual
condiciona la capacidad del Banco Central de expandir el crédito. Este condicionamiento se establece en
términos de los llamados activos internos netos, que son la diferencia entre la cantidad de dinero en circulación
y el valor de las reservas monetarias internacionales. Por este condicionamiento se restringe la capacidad del
Banco Central de emitir dinero en exceso de la acumulación de reservas monetarias internacionales.

Un segundo límite que aparece con frecuencia en los programas de ajuste suscritos con el FMI se refiere al
crédito bancario al sector público. Este límite pretende que el sector público no se lleve la totalidad del crédito,
en especial porque se encuentra restringido. Así, se trata de garantizar que el sector privado reciba una cantidad
adecuada de recursos financieros para que lleve a cabo el proceso productivo. Adicionalmente, y con el
propósito de reducir la presión sobre los mercados financieros, los acuerdos se establecen un límite para el
déficit financiero del sector público y, en algunos casos, para el nivel de gasto del gobierno central.

De esa forma se pretenden solucionar los problemas de desequilibrios externos e internos. La experiencia de
América Latina con los programas del FMI no ha sido muy favorable, Por lo general, la inflación ha sido mayor
y la contracción productiva ha sido más fuerte que lo contemplado en dichos programas. Sin embargo, la
vigencia del FMI continúa siendo muy alta. Ello hace importante conocer la naturaleza de las políticas
consideradas en los convenios y poder así definir estrategias adecuadas para minimizar su costo en los
diferentes sectores.

3.2. POLÍTICA DE MEDIANO Y LARGO PLAZOS:

La política de rnediano y Iargo plazos tiene relación con la orientación general de la producción y con el
aprovechamiento adecuado de los recursos productivos. Una economía puede orientar sus recursos a la
producción de bienes y servicios destinados a los mercados internacionales y demandar una cantidad importante
de bienes y servicios del extranjero. En tal caso se dice que la economía es abierta al comercio internacional y
que sigue una política de orientación hacia afuera. La economía puede orientar sus recursos a la producción de
bienes y servicios para el mercado interno, en cuyo caso es una economía cerrada al comercio internacional que
sigue una orientación hacia adentro. Por último, se pueden seguir estrategias de naturaleza mixta como es el de
la integración econórnica. Aquí la economía está orientada “hacia afuera" del país pero "hacia adentro" del área
integrada.

A lo largo del tiempo los países de América Latina han seguido diferentes estrategias. Durante la primera parte
de este siglo siguieron una estrategia de orientación hacia afuera apoyados en las exportaciones de productos
primarios. Después de la gran depresión de los años treinta, empezaron a cambiar su estrategia y mirar más
hacia los mercados internos. La conceptualización de la llamada industrialización por la vía de la sustitución de
importaciones, amparada
el pensamiento de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), emergió como la estrategia
dominante en los años cincuenta y sesenta. Esta estrategia además, se fortaleció por la constitución de bloques
económicos como el Mercado Común Centroamericano, el Pacto Andino o la Asociación Latinoamericana de
Libre Comercio( ALALC).

La crisis de los procesos de industrialización por la vía de la sustitución de las importaciones, presentada con
intensidad durante los años setenta, provocó un nuevo cambio en la estrategia de desarrollo ahora por medio de
la apertura de los mercados externos para Íos productos manufacturados. Chile y México son los países que han
avanzado con mayor intensidad en esta dirección. Pero Argentina, Colombia y algunos de los países pequeños
de América Central y del Caribe también se encuentran cambiando el rumbo en su orientación económica. El
signo de los tiempos se encuentra, ahora, en el fomento de las exportaciones no tradicionales a los mercados
internacionales.

La orientación de la producción y la definición de la estrategia de desarrollo no es algo de naturaleza retórica.


No consiste simplemente, en afirmar el deseo de variar el rumbo y la estrategia para conseguir objetivos
específicos. Muchas veces los gobiernos promulgan decretos indicando la importancia de las exportaciones y
los ministerios de planificación elaboran programas de desarrollo apoyados en la penetración de los mercados
internacionales como base para el crecimiento futuro de estos países. Pero eso no es suficiente. El cambio en la
orientación de la producción requiere de señales claras en los precios y en los incentivos para que los
empresarios estén dispuestos a embarcarse en las nuevas actividades.

Un elemento que debe considerarse a Ia hora de definir la estrategia económica es la diferencia en la


rentabilidad entre vender en el país o vender en el exterior. El tipo de cambio real, esto es, el tipo de cambio
nominal corregido por el diferencial de inflación inrerna y externa, es una de las variables clave para alterar esa
rentabilidad. El grado de protección y los incentivos a las exportaciones son otras variables. Por ello, una
estrategia de orientación hacia afuera requiere de políticas congruentes en esos campos.

El grado de protección a la producción doméstica es, como se indicó, un elemento central para determinar la
orientación productiva de un país. Cuando se protege mucho a la industria local, por ejemplo, por medio de
impuestos elevados a las importaciones de los bienes que compiten con esa industria, se le envía una señal clara
a los empresarios produzcan esos bienes, porque ahí pueden obtener utilidades mayores. Como los empresarios
compiten por los recursos productivos al enviarse una señal para que se produzcan bienes sustitutivos de
importaciones, también se envía una señal para que no se produzcan bienes para los mercados de exportación.

Las políticas que afectan el uso de los recursos productivos son también importantes en la definición de la
estrategia de largo plazo de estas economías.
Los gobiernos pueden alterar los incentivos que tienen las empresas y afectar la forma como los entes
productivos utilizan los diferentes recursos. Por ejemplo, cuando un gobierno decide exonerar de impuestos a
las importaciones de maquinaria y equipo, ofrecer crédito a tasas de interés bajas para la adquisición de dicha
maquinaria y financiar algunos programas sociales estableciendo un impuesto a la nómina salarial, le está
enviando una señal muy clara a los empresarios: si pueden producir un bien utilizando diversas combinaciones
de mano de obra y de maquinaria, escojan aquella que emplea una mayor proporción de maquinaria. De ese
modo, la política económica influye en el grado de aprovechamiento de los recursos productivos.
Los gobiernos también influyen en el proceso de crecimiento económico y en la distribución de la riqueza por
medio de sus inversiones en aspectos de naturaleza social, como es el caso de las inversiones en educación y en
salud. Este tipo de inversiones incrementa la productividad de la fuerza de trabajo y permite, en el largo plazo,
que aumente la proporción del ingreso nacional que recibe el factor trabajo.

El proceso de modificar la estructura productiva no es simple. Hay muchos grupos de interés que se benefician
de la situación vigente, los cuales están dispuesto a oponerse a cualquier tipo de modificación que les reduzca
sus privilegios. El proceso de transición de una estrategia a otra es también delicado, pues significa dejar de
producir algún tipo de bien para producir otro, y esto no se efectúa de Ia noche a la rnañana. Muchas veces
sucede que se deja de producir el primer bien sin que se haya empezado a producir el segundo, por lo que se
afecta el nivel de empleo y de producción en la economía. Los procesos de transformación también requieren de
ayuda externa, pues muchas veces el país no cuenta con los recursos necesarios para empezar la nueva pauta
productiva.

Para facilitar esos procesos de transformación y para financiar las importaciones necesarias en la nueva
estrategia de desarrollo hay programas de apoyo financiero externo, entre los que destacan los programas de
ajuste estructural auspiciado por el Banco Mundial. Este tipo de programas consiste en el otorgamiento de
préstamos cuya condicionalidad estriba en reformar la naturaleza de las políticas económicas de las
instituciones, con el propósito de orientar la economía hacia una mayor inserción en la economía internacional.

Las áreas principales de atención de este tipo de programas se refieren a la reestructuración de los incentivos
para la producción, al manejo de la deuda externa y del presupuesto público, a los programas de inversiones
públicas y a los procesos de fortalecimiento institucional. El principio básico del cual parten es que dado que los
recursos productivos son escasos, es necesario que su utilización sea óptima para poder así avanzar en el
proceso de desarrollo de las economías.

En relación a la restructuración de los incentivos para la producción, el objetivo principal es aprovechar de las
Llamadas ventajas comparativas, esto es, producir aquellos bienes en los cuales el país es relativamente más
eficiente. Para ello se :consideran acciones en el área de política de precios, en especial para los
bienes agrícolas, de política arancelaria, mediante la reducción de la protección y
el acercamiento de los precios internos a Ios precios internacionales, de política tributaria y de subsidios,
tratando de eliminar impuestos a las actividades exportadoras y a la producción y estableciendo impuestos al
consumo, de política
financiera, procurando reducir el costo de intermediación por parte de los bancos e intentando que las tasas de
interés reflejen el costo del dinero en la economía.

Las acciones en el área de inversión pública, manejo de la deuda y fortalecimiento


institucional procuran un aprovechamiento adecuado de los recursos productivos que se encuentran en el campo
discrecional del Estado. Para ello se busca que la inversión pública esté orientada apoyar el cambio en Ia
estrategia de la economía, por lo cual se enfatiza la construcción de la infraestructura necesaria en la nueva
pauta de desarrollo.

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