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Escrito por BusinessPeru
martes, 19 de enero de 2010
El consumo de vino goza de buena salud en el Perú. Sin embargo, su crecimiento (año tras año), es
verdaderamente pequeño si lo comparamos con otros países.
Las cifras per cápita sobre el consumo anual de vino nos dan mayores luces: en Francia dicha variable alcanza
56 litros, en Argentina 28 litros y en Chile 15 litros. En Perú bordeamos los 1,22 litros.
Estas cifras tienen que ver con la cultura vinícola, que en nuestro país recién está dando sus primeros pasos.
Una situación que se manifiesta en que, a nivel general, un peruano prefiere una gaseosa como acompañante
del almuerzo; en contraposición, un francés o un chileno prefieren una copa de vino a la hora de almorzar,
cenar y en los momentos de celebración.
Según Jorge Benavides, director del Instituto del Vino y del Pisco de la Universidad de San Martín de Porres
(USMP), ello se debe a que la cultura del vino es muy reciente en nuestro país.
«Antes se asumía que el vino era simplemente seco, semiseco o dulce. La aparición de escuelas hoteleras y
de cocina (donde se dictan cursos de vino y gastronomía, entre otros) ha permitido ampliar la cultura de los
peruanos. En la actualidad existen, por ejemplo, instituciones educativas en las que se capacita para ser
sommelier; es decir, especialista en el conocimiento, servicio y conservación del vino y las bebidas
espirituosas. El Instituto del Vino y del Pisco de la USMP es líder en este campo», apunta Benavides.
En términos prácticos, eso significa que los volúmenes exportados no alcanzan aún el uno por ciento de la
producción vinícola nacional.
La comercialización.
Daniel Geller Vildósola, gerente comercial de Viña Tacama, indica que la industria viti-vinícola estima
comercializar este año aproximadamente 16 millones de litros de vino (en sus diferentes variedades), lo que
significa una reducción del 6% con respecto a lo registrado en 2008, año en que se vendieron 17 millones de
litros.
«Uno de los principales factores de esta reducción es el impacto de la crisis mundial en las ventas de vinos
importados, que cayeron fuertemente, hasta en un 20%. Es importante saber que el año pasado se importaron
nueve millones de litros de vino pero solo se vendieron cinco».
Las exportaciones.
Esta situación obligó a los importadores a efectuar desesperadas campañas de promoción y remate de vinos,
lo que atentó contra la industria nacional. Viña Tabernero posee el 55% de las exportaciones de vino peruano
y sus destinos abarcan desde Estados Unidos hasta el lejano país asiático de Laos, pasando por España,
Canadá y Suecia. Su jefe de Imagen Institucional, Iván Livschitz, considera que, si bien 2009 ha sido un año
complicado, los vinos secos de su marca se están posicionando cada vez mejor.
«Tabernero tiene una ventaja competitiva frente a las otras bodegas: produce vinos para todo tipo de paladar:
secos, semisecos, dulces, espumantes, etcétera. Nuestra oferta abarca todos los segmentos y nichos del
mercado. Así, nuestro vino más exclusivo y caro es el Quinto Roble, cuyo costo es de 49 soles, y el más barato
es nuestro Borgoña, que en el mercado se puede encontrar en alrededor de 15 soles».
Consumidor informado.
Por su parte Daniel Geller señala que Viña Tacama está básicamente orientada al segmento A/B, un
consumidor conocedor que aprecia esencialmente los productos nacionales de calidad. «Ciertamente, todavía
existen prejuicios que indican que los productos nacionales no son buenos. Tacama intenta cambiar esa forma
de pensar. Los consumidores aman a su país y prefieren los productos que se elaboran aquí».
En cuanto a vinos, es la empresa con mayor cantidad de destinos de exportación. «Los vinos Tacama están
orientados en su mayor parte a Europa, un mercado muy exigente y conocedor. El producto llega a países
como España, Francia, Suiza, Inglaterra, Suecia, Bélgica y Alemania».
En un mercado altamente competitivo (existen alrededor de 400 marcas con más de 1 500 códigos activados),
Viña Tacama lidera las exportaciones peruanas de pisco: más de 180 000 dólares exportados en el último año.
Las importaciones.
Argentina es el primer país exportador de vinos al Perú, seguido muy de lejos por Chile, España y Francia.
Según datos del Foreing Agricultural Service de Estados Unidos, en 2008 llegaron 367 marcas diferentes de
vino al Perú: 129 de Argentina, 79 de Chile, 65 de España y 49 de Francia.
El reciente crecimiento económico de Perú ha significado mejoras en varios sectores, entre ellos la
gastronomía, que tienen un impacto directo en el consumo de vino. El consumidor nacional, dicho sea de paso,
prefiere el vino tinto. Eso se refleja en las importaciones (72,5% del vino extranjero es tinto). El vino blanco
representa el 16% del mercado, mientras que los espumantes y el rosé suman el 10% del total.
Es importante señalar que los vinos producidos en Perú representan el 30% del mercado total, y que el vino
peruano que se exporta es menos del 1% de nuestra producción. Excluyendo la cerveza, el vino representa el
64,7% del volumen de ventas de bebidas en el Perú. El vino importado se distribuye mayormente entre el
sector de servicios de comida (30%), el comercial (35%) y los mayoristas (35%).
En cuanto a los impuestos, tanto los vinos locales como importados deben pagar un impuesto selectivo al
consumo (ISC) de 20%, además de un impuesto al valor agregado (IVA) del 19%.
Estacionalidad.
El consumo de vinos se incrementa en fechas especiales, como Navidad, Año Nuevo, Fiestas Patrias, Día de
la Madre, etcétera. Actualmente es común ver impulsadoras de diversas marcas de vinos y licores en tiendas y
supermercados, así como sommeliers o expertos en vinos y piscos en restaurantes, quienes aconsejan al
consumidor sobre los productos que resultan el mejor complemento para su almuerzo o cena.
Contribuye a las ventas de vino el hecho de que se le considere como un obsequio apropiado para fechas
especiales.
Nuevos consumidores.
Por otro lado, el crecimiento del consumo de vinos y licores dentro del segmento C de la población se ha
convertido en un factor adicional. Hoy estos consumidores tienen mayor acceso a la oferta de vinos, piscos y
otros licores; están mejor informados y pueden darse gustos con mayor frecuencia que antes. Se trata de un
amplio sector de la población que se está integrando al grupo de consumidores que eligen este tipo de bebidas
para sus reuniones sociales y ocasiones especiales de celebración.
Estas particularidades son importantes en un mercado como el peruano, que es complejo. No debe olvidarse
que, según las estadísticas, el 50% de las bebidas alcohólicas consumidas en el país son informales. El otro
50% del mercado es cubierto por la cerveza (44%) y los licores formales (6%).
Se debe agregar que el consumo per cápita anual de cerveza es de 22 litros, de pisco 0,5 litros y de whisky
0,04 litros. El de vino, como ya hemos señalado, es 1,22 litros.
Cuidadosa comercialización.
Por su parte, Iván Livschitz indica que Tabernero es muy escrupuloso con la venta de sus productos. «Solo
vendemos a distribuidores autorizados. No comercializamos a cualquiera: nuestros distribuidores están muy
bien identificados y nuestros mayoristas también. Tabernero es una bodega que jamás venderá una botella sin
factura».
Indicó asimismo que Tabernero participa y apoya los operativos organizados por las autoridades. «Muchas
veces nos han pedido nuestra colaboración para declarar cuando se encuentran etiquetas falsas. Nosotros
vamos sin dudarlo y corroboramos que las etiquetas no son nuestras».
A su turno, Daniel Geller manifiesta que Tacama seguirá fortaleciendo su posición en el exterior. «Eso sin
descuidar nuestra posición en el mercado local, que es muy sólida. En lo concerniente al mercado externo,
existe un potencial tremendo, que ha crecido junto con la gastronomía peruana. Es parte de nuestra estrategia:
ir acompañando la expansión de nuestra gastronomía con el vino peruano», finaliza.
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