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La importancia de los objetivos

Por: Sara Cedillo

Primeramente, antes de tomar en cuenta la importancia que los objetivos tienen, debemos
entender que son y sobre todo su aplicación. En general, podemos señalar que se trata de
un propósito que se debe cumplir en un lapso de tiempo. Hablar de objetivos es establecer
QUÉ se quiere hacer, CUÁNDO quiere hacerse, DÓNDE quiere hacerse y CUÁNTO quiere
hacerse, esto nos lleva indiscutiblemente a pensar en algo que podemos medir; cuantificar
es primordial cuando se establecen objetivos. Por otra parte también se incluyen en ellos
datos “suaves” es decir, aspectos cualitativos que nos permiten incluir contextos en donde
los objetivos deben llevarse a cabo, digamos entonces que son complemento. Ahora bien si
nos vamos a la aplicación, aun cuando este artículo pretende tener un sentido empresarial,
los objetivos los podemos aplicar a TODO en nuestra vida personal y profesional.

Aspectos fundamentales como la planeación, generalmente a largo plazo, no se pueden


entender sin el establecimiento de objetivos claros, medibles y sobre todo posibles, he aquí
su importancia. La mayoría de quienes trabajamos en el establecimiento de objetivos
empresariales nos enfrentamos invariablemente con la misma problemática, quizás por
cultura o por otros factores, no tenemos definido con claridad que queremos alcanzar, es
frecuente escuchar, “Bueno, lo que quiero es estar mejor” “hacer crecer la empresa” o
bien “ganar más dinero”, pues la buena noticia es que todo ello se puede lograr, si se
utilizan como herramienta objetivos que nos hagan alcanzar eso que tenemos como un
sueño realizable y que se encuentren dentro de la razón fundamental que tiene la empresa
de existir (mejor conocidas como Visión y Misión respectivamente, que este es tema de
otro artículo), pues hasta este momento ya se vislumbra una primera clave fundamental, los
objetivos deben, y siempre será así, estar conectados a lo que se quiere lograr, además de
que para cada organización serán diferentes, por lo que los objetivos que se hayan
establecido en una organización no pueden establecerse en otra, aun en el mismo contexto.
Sin embargo para saber si eso que se quiere lograr es lo correcto, deben analizarse factores
internos y externos de la empresa, por tanto se debe entender que no basta con sólo querer
lograr, o estar “mejor” primero tendremos que establecer que es mejor, y sobre ello trazar la
medición que nos lleve a esa posición. El establecimiento de objetivos tiene la
responsabilidad de que sea lo adecuado y lo posible para cada organización y es aquí
cuando las cosas se empiezan a complicar, porque si se ha pensado que es primordial por
ser uno de los primeros pasos de cualquier plan empresarial, es así, de aquí todo parte y
generalmente se obtienen los mismos resultados en cada fase del proceso, ¿cómo? ¡¡Sí!!
Esto es que si los objetivos son los adecuados, los resultados serán adecuados, si los
objetivos están mal o equivocados, los resultados estarán mal y equivocados, entonces
¿realmente serán importantes?.
Muchos empresarios se preocupan por sus finanzas, sobre todo por “gastar” (cuando se
trata de una inversión) en especialistas que puedan apoyarlos en un plan de negocios,
porque, generalmente, no se han detenido a planear un futuro de éxito, viven el día a día y
esperando que los resultados que ya se dieron, si fueron buenos, se den nuevamente, sin
interesarse en que las condiciones son cambiantes, y que las variantes que no se tuvieron
antes pueden presentarse y hacer que los negocios que fueron prolíferos se conviertan en
dolores de cabeza o peor aun en un número más de la estadística de las empresas que
mueren en México.

Por supuesto que los objetivos por sí mismos no son la única solución, porque además de
ello deben de ser bien comunicados y adoptados por todos los involucrados en su logro y en
esto intervienen valores como el compromiso, la responsabilidad y muchos otros factores
que tienen que ver con el ambiente y el desarrollo organizacional, pero si debemos
reconocer que si se logra que se entienda para que se establecen, en que medio está la
organización y sobre todo según el entorno donde actúa que es lo conveniente para ella, ya
se ha logrado mucho, lo que sigue ya se facilita, la redacción clara de cuantos objetivos
sean necesarios para lograr, lo que después de un análisis profundo, se ha de alcanzar.

Con esto se estará cumpliendo, como lo mencione, sólo la primera fase del proceso del
plan, y con ello asegurando que los resultados estarán ajustados a la realidad en la que
convive la empresa, ya que se ha demostrado que entre mayor sea el conocimiento de la
empresa de sus fortalezas y debilidades, así como las oportunidades y amenazas que el
entorno le ofrece, pasando por todo el proceso, los resultados que deben esperarse estarán
de acuerdo a la profundidad del diagnóstico y del establecimiento de objetivos y esto no es
un enigma que se esté revelando en este momento, es simplemente entender la importancia
de los objetivos; cabe señalar que no importa si eres o no empresario, definitivamente
también nos facilitan alcanzar nuestra visión personal, rompiendo eso que nos han dicho
siempre “lo que no se planea, sale mejor” y aun más grave partiendo de ello, trazar planes
de negocio sin objetivos, es simplemente imposible.
Entonces, de acuerdo a lo que se ha planteado en este material, empecemos ya a cambiar la
mentalidad hacia la obtención de resultados adecuados, trabajemos para el logro de
objetivos y empecemos a acostumbrarnos a ir midiéndolos porque definitivamente si no se
mide cómo se mejora, ya que también debe mencionarse que los objetivos al ser medidos
nos permiten ser flexibles, porque en la aplicación es natural que si alguna variante cambia
el resultado, se puedan tomar alternativas en tiempo que nos darán además de la
optimización de recursos (evitando pérdidas de tiempo y dinero) el conseguir el resultado
adecuado.

Finalmente y a modo de conclusión, la importancia de los objetivos empresariales es


trascendente en el éxito de una empresa y deben establecerse como traje a la medida, de
aquí se desprende el cómo (estrategias) alcanzarlos y se empieza a sumar cada una de las
fases del proceso del plan de negocio. Su importancia no se limita solamente a lo
empresarial, de hecho hasta pudieran clasificarse según quién y dónde los aplique; y quizás
lo primordial es que no son simples enunciados, sino que deben ser respaldados por un
diagnóstico interno y externo de la organización sin perder de vista que serán diseñados
eficientemente, optimizando los recursos de que se disponga; entonces, los objetivos
siempre deben ser claros, posibles, flexibles y mesurables o medibles, estar conectados con
la visión y la misión empresariales, sin perder de vista que en sí mismos no son un fin sino
un medio. La invitación queda abierta a quienes decidan vivir la experiencia de planear en
base a objetivos, como en otras áreas la práctica hace al maestro.
¡Mucho éxito!.

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