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MAGIS IV: RELATO DE UNA EXPERIENCIA

DÍA 9
Realizada por María Consuelo Escobar H., enviada por la CVX Colombia
Casa de Espiritualidad Pedro Legaria
Bogotá, 19 de enero de 2011

Guatemala presentó a la comunidad de Magistas una exposición ejemplar de su


historia, cultura y sensibilidad, y, junto con Venezuela, acompañó el ejercicio de
oración que puso en manos de nuestra Madre María, los frutos recibidos durante la
experiencia, que los participantes se han dado a la tarea, en el compromiso
personal y comunitario, de comenzar a articular en el transcurso de los últimos días,
con los desafíos propios de la extensión del programa. La jornada del día noveno
comenzó entonces con el traslado de los Magistas a la Pontificia Universidad
Javeriana, escenario para la presentación y el compartir, con el equipo de Amparo
Novoa, Socorro Vivas y el Padre Luis Felipe Navarrete S.J., la temática de cómo
abordar una antropología teológica en clave cristiana. Con ello el grupo tuvo un
vistazo a la vida universitaria, a partir de un paseo por el campus, la visita a la
librería y la compañía de algunos miembros de la CVX Bogotá que laboran en la
universidad.
La reseña que presentamos en seguida nos brinda algunos elementos de la vida
cevequiana de Rubén Tang, participante de la CVX Perú, y nos relata cómo tuvo
lugar el camino allí recorrido.

RESEÑA DESDE LA MIRADA DE RUBÉN TANG,


CVX PERÚ

1. Presentación como participante en el Magis IV:


R/ Mi nombre es Rubén Tang, soy de Lima Perú. Soy director de un
instituto que promueve la enseñanza de la lengua y la cultura china y
abogado de profesión. Participo en la Comunidad de vida cristiana desde 1999, a
partir de la experiencia de un amigo que me invitó a vivir la Espiritualidad
Ignaciana. En realidad siempre tuve admiración por los jesuitas, por su
espiritualidad, por su trabajo pastoral y misionero en la Universidad, y en ese
espíritu es que yo entré a una comunidad. Yo pertenezco al núcleo –un conjunto de
comunidades- que se llama San Pedro y está ubicado en el centro histórico de Lima.
Éste tiene tres comunidades, yo pertenezco a una que se llama unum sit, expresión
latina que significa ‘que seamos uno’. Nuestra comunidad involucra personas de
diferentes profesiones y ocupaciones. Unum tuvo un periodo de paréntesis en mi
vida porque yo viví en Taiwan, China, 3 años, 4 en Shangai, y al regresar al Perú me
reintegré a mi comunidad. La motivación de participar en el Magis es para mí muy
personal, porque refuerza mi visión de fe, mi compromiso con la Iglesia, y en
segundo lugar es importante porque nuestro núcleo requiere de mucho trabajo en
estos temas de formación a nivel teológico, que le puedan dar una fuerza que se
replique a las comunidades, y en éstas a las personas con las cuales trabajan. Por
eso me siento muy comprometido en representar a mi núcleo, porque es la primera
vez que una persona de San Pedro viene al Magis. Quiero recoger la mayor cantidad
de experiencias, de conocimientos, y luego buscar la manera, con los otros
miembros de otras CVX que han venido al Magis, de organizarnos para ser
multiplicadores en todos los núcleos que tiene el Perú.

2. Impresiones sobre Colombia, la bienvenida y el encuentro con los


participantes de los distintos países.
R/ Para mí ha sido una experiencia muy rica encontrar gran generosidad en los
colombianos, al recibirme en el aeropuerto, acogerme en alguna de sus casas sin
haberme conocido, que para mí significa gran disponibilidad y ayuda a aquellas
personas que lo necesitábamos. Me he sentido muy cómodo en Bogotá, me suena
muy familiar a Lima, a pesar de sus diferencias; la gente es muy amable y
generosa, y encontrarme con experiencias de otros países ha contribuido también a
reforzar la convicción de que el trabajo misionero es de todos. Si bien tenemos
visiones diferentes de la Iglesia, compartimos un objetivo común enmarcado en la
Espiritualidad Ignaciana: trabajar, dar lo mejor de nosotros, a efectos de poder
difundir y trabajar para aquello a que Dios nos llama en un momento determinado.
Particularmente, a veces me sentía un poco desubicado, porque yo vengo de un
mundo entre empresarial y académico, y veía que la mayoría de personas del Magis
son de las Ciencias Sociales, psicólogos, profesores… Mi mundo es distinto quizás,
pero a pesar de ello me siento enmarcado en una misión común, y llamado a
trabajar desde aquello en lo cual lo me encuentro actualmente para contribuir a
mejorar de alguna manera las estructuras y la calidad de vida de mi pueblo, el
pueblo peruano. Quizás solamente puede ser una partecita en Lima, pero yo lo he
entiendo, en la visión de San Ignacio, como ‘estar en aquello donde se está’. Quizás
no podría estar trabajando en una barriada u otro sitio, pero lo enmarco de acuerdo
con lo que la voluntad de Dios me está diciendo, y siento que a pesar de que mi
trabajo en la universidad parece quizás un poco lejano de los intereses de la Iglesia,
y quizás ocurre también en mi labor como abogado, vinculado a asuntos de
comercio exterior, de inversiones y ese tipo de cosas, sin embargo, al pasar los días
me he ido involucrando.

3. Aspectos que destacar de la experiencia.


R/ Con el transcurso de todas las sesiones de trabajo creo en la misión a que Dios
me ha llamado, y que en ella tengo que hacer los máximos esfuerzos para
contribuir de alguna manera al desarrollo social, que es tan problemático en
nuestros pueblos. Parece no muy palpable en este campo, pero desde lo visto
desde el punto de vista académico creo que puedo hacer un aporte significativo.
Una cosa que me ha impactado muchísimo es el conocimiento profundo, teológico,
pero enmarcado en un trabajo social permanente. Para hablar de realidad de un
país hay que saber cómo estudiarlo, analizarlo y evaluarlo, y creo que el Magis me
ha dado herramientas no sólo para ello, sino también sobre cómo transformarla, a
la luz de lo que en Dios se está generando. Y por eso hay una formación teológica y
cristológica; ésta a mí me ha servido muchísimo para iluminar mi trabajo misionero,
de cómo enfrentar la realidad de una forma más ordenada. A veces uno lee cosas
de teología, de espiritualidad, de aquí para acá, pero el Magis me ha permitido
sistematizar un poco mejor eso que yo tenía disperso, en una estructura que me
permita desarrollar una estrategia de trabajo en la misión con mi comunidad y en
mi trabajo particular en el mundo en el cual estoy, sobre todo frente al futuro, que
se va discerniendo y encontrando a través de los Ejercicios y de la oración. En ello
el Magis ha sido una herramienta importantísima para mí.

4. Tema central sobre el que han versado las actividades del día.
R/ Hoy hemos terminado la visión de cómo asumir una verdadera teológica, en
cuanto a su estudio, desmitificando ciertos temas que anteriormente no habían sido
vistos desde otra perspectiva, reflexionando sobre ciertos problemas de la
existencia humana, de su sentido, y algunos relacionados con el bien y el mal. Son
esas preguntas que uno, por la vista muy rápida que tiene, no atina mucho a
cuestionarse de manera muy profunda. Yo diría que este día me ha permitido ver
cómo articular aquello de que somos seres humanos, y tanto el bien como el mal
que podemos dar sale de dentro de nosotros, y de nuestra boca. También el día de
hoy hemos tenido una experiencia bonita al escuchar los testimonios de vida sobre
cómo, de alguna manera, ha impactado en ella la teología. Yo no tomé la palabra,
pero me cuestionaba mentalmente, y creo que también ello me interpela a revisar
cómo en el futuro tendré que abordar un conocimiento, no puramente racional, sino
experiencial, profundo, de la teología, para hacerla expresión de lo que es el
llamado de Dios. Y los testimonios que hemos escuchado son valientes,
cuestionadores, partiendo de la sensibilidad frente a los problemas sociales, frente
a las injusticias, de mucho compromiso y de muchas esperanzas. Esto me ha
ayudado a reforzar que hay que abordar los problemas de manera inteligente y
activa. No caer en el facilismo, sino que Dios nos reclama una acción intensa,
permanente, pero en la base de cierta formación. Recogiendo los testimonios muy
sencillos, de experiencias vivas, puedo sentir también que a veces, como se dijo
aquí, los conocimientos académicos no pueden conducir por sí solos absolutamente
a nada, sino que tienen que estar atravesados por una experiencia viva de trabajo
con la comunidad, con el otro. De otra manera no podríamos hablar de un trabajo
de Iglesia. Las exposiciones de hoy, propuestas por el padre Luis Felipe, Amparo y
Socorro, han sido muy interesantes por su carácter de apertura, y porque más que
respuestas, son preguntas sobre lo que es el estudio de la teología. Ese
conocimiento del ser humano se ha visto con pincelazos que nos suscitaron
elementos para continuar: los fundamentos del ser humano, su finalidad, su
inserción en la realidad, son capitales a la hora de abordar seriamente el estudio de
una sociedad y el trabajo que hacemos dentro de la Espiritualidad CVX. Se han dado
muchas pistas para ubicar y estudiar al ser humano, no sólo a nivel comunitario,
sino en principio desde sí mismo como persona: encontrar el ser para el cual uno
está hecho, y desde allí ser un ser trascendente, en función de la comunidad.
Exposiciones ricas en contenido, aunque el tiempo se ha quedado corto, en darnos
aquellos puntos esenciales desde los cuales partir para estudiar una antropología
teológica católica, y darnos algunos derroteros por dónde ir al abordar estos
problemas y entender que pueden abordarse desde diferentes posiciones, y que
cada uno al estudiar tendrá que asumir una, siempre y cuando esté dentro de lo
que la Iglesia espera de nosotros. Se han formulado preguntas interpeladoras,
reveladoras, sobre todo por el padre Luis Felipe, con su modo complejo de
exposición. Socorro nos ofreció una descripción de todos los problemas esenciales
que tiene el ser humano, y cómo asumirlos en una estructura de trabajo personal,
que tenga luego un impacto en la comunidad.

5. Mociones y reflexiones fundamentales que se han hecho presentes en la


oración personal y del grupo.
R/ Compromiso, porque me siento muy llamado a trabajar por la CVX Nacional en el
Perú. Alegría y agradecimiento al Señor por haberme permitido el espacio de estas
casi dos semanas en Colombia, cosa que para mí parecía imposible por la labor que
yo tengo diariamente en el Perú. Siento mucha gratitud por ese regalo que Él me ha
permitido. Yo venía con una expectativa más académica que espiritual, pero creo
que ha sido más espiritual que académica la experiencia, porque quizás trabajar en
el medio académico es para mí mucho más natural; pero trabajar en la parte
personal, espiritual, y sobre todo dentro de una reflexión que me llama a cultivar
mi CVX me da una responsabilidad muy grande, de poder transmitir todo lo que
pueda captar a lo largo de estos días, trabajar intensamente por llevar lo aprendido
a mis amigos de la CVX en Lima, que me están esperando. Y por otro lado también
quiero expresar un agradecimiento muy grande a Colombia por la gran
organización, al equipo que ha trabajado en este Magis IV; por la gran
responsabilidad, la dedicación, los pequeños detalles que animan a sentir que
somos una sola Iglesia. Para el trabajo que tenemos en cada uno de nuestros
países, en América Latina y en el mundo en general, se necesitan personas como
ustedes.

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