La fama y el dinero le sonreían, después de mucho esfuerzo
logró lo que buscaba, de vivir en un país tercermundista a vivir en La Meca de la modernidad y la prosperidad, de no tener a veces que llevarse a la boca, a comer en los mejores restaurantes del mundo entero, de solo poseer algunas prendas de vestir a tener más de 2000 ternos Christian Dior, de no salir de su tierra natal, a movilizarse por todo el mundo, para realizar sus tan esperadas entrevistas al público de todo el globo terráqueo, se trata nada menos que de Sean Look el más grande entrevistador de habla hispana en los Estados Unidos y porque no decirlo de todo el mundo, con una gran particularidad en el hablar, elocuente, con una personalidad arrolladora. La revista Time publicó: “Este entrevistador apabulló al Presidente de los Estados Unidos, al ser entrevistado netamente en español”. Como lo dice la revista Time, Sean Look entrevistaba a todos sus personajes en español, sin importar de que nacionalidad era, ni el cargo que ostentaba, él decía: “Yo, estimo a las personas por ellas mismas, no por su cargo”, su programa de televisión: “Las Personas del Mundo”, era traducido a 15 Idiomas y transmitido en todos los países del mundo, la traducción era escrita como en los cines a pedido del entrevistador que decía: “Mi programa tiene que ser escuchado en mi idioma natal, pero para que llegue a todos los rincones del mundo debe de ser traducido, en forma escrita”. Con esta actitud, los países de habla hispana le dieron todo su respaldo, ganándose muchos adeptos, pero a la vez le creó enemigos de muchos otros países, los cuales lo censuraban no por la forma de entrevistar, porque no tenía ni un solo error, sino por su vida libertina, y desenfrenada, llena de lujo y despilfarro de dinero. Pero era inútil el público lo quería, no importara la procedencia de éste ya sea un público americano como un público oriental, Sean Look hacia delirar a todo tipo de público, con sus entrevistas. Y sus excesivos gastos en farras y cosas extravagantes pasaban a formar parte de su personalidad, que en vez de contrarrestar su popularidad, la acrecentaba. La explicación de la popularidad de “Las Personas del Mundo” era que por este programa televisivo, desfilaban la crema y nata de la sociedad mundial, así como diversos personajes del mundo político de todos los países, actores, cantantes, etc., etc., los cuales eran tratados como el más común de los mortales, eran despojados de su fama, su dinero y su popularidad por el entrevistador, sin que ellos se dieran cuenta, además el público podía hacer todo tipo de preguntas vía e-mail, lo cual le daba una especie de anonimato a las preguntas prohibidas, que Sean Look, satanizaba con su estilo.
Como no recordar la entrevista que le hiciera al General. Sean
Look: -General, hoy día Dios en mis oraciones vespertinas me dijo que no podía mentir, ni escuchar una mentira, así que le rogaría que no lo haga, a manera de ejemplo, y para que vea que no miento le digo: “No es para mí ningún placer tener que entrevistarlo, muy por el contrario, es de mi entero pesar entrevistar al más grande genocida conocido por la historia moderna, pero el mundo necesita saber la verdad, esa verdad que se oculta en el más grande error que cometió Dios al crearnos: La Mentira. Dígame General, ¿Cuánto muertos tiene en su conciencia?. El General, paralizado por estas palabras tan elegantes pero devastadoras, con el rostro compungido, los ojos desencajados de sus órbitas solo atinó a contestar: “Ninguno”. El público en sus hogares detrás del aparato que decodifica las frecuencias y las convierte en imágenes llamado Televisión, estallaba de indignación al escuchar las declaraciones del General, otros estallaban de felicidad al ser encarado el General de esa forma tan magistral, otros sentían impotencia, es que era así, solo Sean Look podía concentrar diferentes sentimientos, con sus preguntas grandilocuentes. Pero sigamos con el resto de la entrevista: - Al escuchar la respuesta Sean Look, sonrió, con esa sonrisa típica que lo caracterizaba - la sonrisa que él una vez que lo entrevistaron dijo: Mi sonrisa quiere decir, no me engañes, ya sé que estas mintiendo- miró al General, volvió a sonreír, se dirigió a las cámaras, justamente a la mía y dijo: “Querido Público, hoy al comenzar el programa dije que Dios se equivocó al crearnos, dándonos la posibilidad de mentir, lo vuelvo a ratificar, Dios se equivocó, que diferente sería el mundo si no se nos permitiera mentir, un mundo bueno, con la verdad en los corazones, la cual nos permitiría tener los pies bien puestos en la tierra para levantar la mirada y guiar nuestros sueños por las estrellas, Buenas Noches, hasta mañana”. Todo pasó tan rápido, me acuerdo bien, Sean Look, se sacó el micrófono, se levantó del asiento, tiro los papeles en el escritorio y se dio media vuelta, en cuestión de segundos un guardia del General sacó su pistola y le disparó un tiro, el cual le impactó en el brazo izquierdo, cayendo al suelo por efecto del impacto. Inmediatamente la de seguridad de CNN cubrió con sus cuerpos al entrevistador, y despojó del arma al guardia, el cual fue llevado detenido, al resto de la seguridad del General y a éste mismo, no se pudo ubicarlos, ya que en la confusión fugaron en cuestión de segundos, parecía que eran entrenados para estos casos; diría yo, casi de presdigitación. Lo ocurrido dio la vuelta al mundo, televisión, radio, prensa, Internet, daban cuenta del suceso, el caso fue comentado por más de dos semanas, mientras el entrevistador se recuperaba de su herida en el Miami Health’s. Como una de sus costumbres y digo yo que lo tenía bastante cerca, era la de trabajar, estaba concentrado en su próxima entrevista, nada menos que desde el hospital donde estaba internado y nada menos que con el Supremo Pontífice, se encontraba al límite de la alegría, por fin podría hacerle mil y ún preguntas al representante de Cristo aquí en la Tierra, lo tenía todo preparado, las llamadas telefónicas al Vaticano eran constantes, tratando de acordar una fecha coincidente con la visita del Papa a Los Estados Unidos, diría yo, que esos días casi era un sueño, todos en la producción estábamos extasiados, nada menos que el Papa iba a ser entrevistado, y era él quién visitaba en vez de que por su envestidura fuera el que concediera la entrevista. Fue así como la entrevista se fijó para el día Jueves, todos esperábamos con ansia el tan esperado jueves, todos sin excepción, desde el grupo en sí, como el entrevistador y el mundo entero, la noticia fue difundida como el acontecimiento del Siglo, acogida por un sector como de muy buena y por otro sector, el más conservador, como un desatino del Supremo Pontífice. Es así y por destino de la vida, el Papa sufre un accidente ocasionado por un demente que le dispara un tiro un día antes de la tan esperada entrevista, en uno de sus acostumbrados paseos en su vehículo rodeado de la multitud que espera ser bendecida, el Papa muy mal herido es trasladado al Hospital más cercano, en el Estado de Iowa, para luego ser derivado a Ciudad Vaticano para que lo atendiera su médico de cabecera y amigo cercano.
El entrevistador se presenta con aire contrariado, el tan
famoso día jueves, día de la entrevista difundida por todo el mundo, a su costado en lugar del Sumo Pontífice se encuentra el Obispo Prelado del Vaticano, y Sean Look se dirige a él: “Señor Obispo, le agradezco que viniera en lugar del Papa, me hubiese gustado realmente entrevistar a su Santidad, pero el destino me lo negó, y dejó en el tintero muchas preguntas acerca de la vida, y de las tragedias humanas, y de donde se encuentra Dios en momentos de dificultad que atravesamos todos los hombres, pero lo que a usted le voy a preguntar es algo muy simple para ustedes los sacerdotes, pero muy difícil de comprender para el resto de los laicos, ¿Obispo, hay vida después de la muerte, y si la hay porque tenemos que morir entonces, porque no continuamos con nuestra misma vida?. El Obispo, tuvo un momento de vacilación pero raudamente contestó lo consabido por todos los humanos creyentes, refiriéndose para esto a acontecimientos relatados en la Biblia, lo que prometió Jesús antes de ascender a los cielos, las parábolas y demás. En medio de las explicaciones del Obispo, el entrevistador corta abruptamente al entrevistado, con estas palabras: Mi querido Obispo, lo que Usted me da como respuesta lo sé desde el colegio y lo mismo vengo escuchando a través de mi vida, por favor, a lo que yo me refiero es que si hay vida después de la muerte, porque si es como usted dice; que sí la hay, porque entonces no seguir esta vida de corrido, porque separar a los hijos de su madre que es el único ser que los protegerá por el resto de sus días sin esperar nada a cambio, y lo que es peor aún porque separar a una madre de sus hijos, porque no hay nada más doloroso para un ser humano que ver morir a uno de sus hijos, y sentir la impotencia de no poder hacer algo para detenerlo y asir la vida de su retoño, porque cortar esta vida si tiene una continuación, porque provocar un dolor tan inmenso que ningún medicamento pueda curar ese dolor ya que no es un dolor del cuerpo sino del alma, Dios no se equivocó en esto. ¿Por qué Dios permite la mentira?. Si no hay nada peor en esta vida, que la mentira, en una analogía, es como el veneno para el cuerpo que lo va destruyendo poco a poco, así es la mentira, sino que en vez de destruir el cuerpo se destruye el alma. Yo me pregunto Obispo ¿Por qué nos aflige así Dios?, Señor Obispo ¿Por qué Dios permite tantas injusticias?, Como para citar un ejemplo, los niños abandonados, que no tienen conciencia de lo que sucede alrededor, el hambre en muchas zonas del mundo. Señor Obispo, contésteme una pregunta en resumen: ¿Existe realmente Dios?.
En los cinco minutos que duró el panegírico del entrevistador
sobre las cuestiones divinas, éste parecía absorto en sus propias dudas, hablaba con una convicción tal, que apoderó al grupo de producción en el tema, que se olvidaron de los cortes comerciales, a nosotros los camarógrafos nos impactó tanto las palabras y sobre todo los cuestionamientos que hacia el entrevistador, (acaso nosotros también alguna vez nos habíamos planteado las mismas dudas) que solo lo enfocábamos a él, en el público también impactaron sus palabras, ya que al día siguiente fue comentado el programa con el Obispo del Vaticano, unos diarios decían: “El entrevistador mantuvo en vilo al público en los cinco continentes, las empresas medidoras del rating, arrojaron 90% de audiencia a nivel mundial”.
Cuando el entrevistador dirigió la mirada a su entrevistado
este estaba absorto, lo único que atinó a pronunciar es: Que Dios te bendiga y aclare tus dudas, no confundas al rebaño. El entrevistador grandilocuente, con una de esas agilidades mentales que lo caracterizaba le dijo: Gracias Obispo me dio la respuesta que siempre esperaba y me negaba a creer – No existe Dios – Buenas Noches y hasta mañana. El Obispo masculló algo que inmediatamente fue cortado por el entrevistador, haciendo un ademán a Control, el cual dio inmediatamente pase a la publicidad. Ya en el set el Obispo se tornaba de varios colores agregando gestos raros a su cara regordeta y cuando iba a pronunciar alguna palabra fue cortado de inmediato por el entrevistador, ordenando apagar el set, todo el equipo de producción lo obedecía no por ser el manda más sino porque de algún modo apoyaban su idea ante la inesperada respuesta del Obispo, realmente fue triste ver un emisario fungido por la Iglesia ir quedándose solo en el set sumido en sus pensamientos, absorto, con temor, me retiré yo también, sumido en mis pensamientos, creo que el mundo entero se paralizó durante esos cinco minutos del panegírico metafísico del entrevistador.
Todo tipo de medio de comunicación ya sea hablado o escrito
hacía referencia a lo ocurrido la noche anterior, llegaban documentos amenazadores de los países más recalcitrantes del catolicismo y de otras religiones, así como también algunas cartas de apoyo por sectas religiosas de lo más ambiguas. El programa siguió saliendo al aire, con la acostumbrada sintonía, por algunos días, amenazas de grupos religiosos siguieron llegando a CNN, los gobiernos católicos presionaban a los Estados Unidos; que irónico los países pequeños presionando al gigante, es como por hacer una analogía, el marinero quisiera capitanear el barco, sometiendo éste al Capitán, Los Estados Unidos aprovechaban este momento de paroxismo que provocó el entrevistador grandilocuente, para demostrar que su sistema (El capitalismo), daba absoluta libertad a cualquier persona que quisiera expresarse ya sea a favor o en contra del gobierno de Los Estados Unidos, o a favor o en contra de los demás países del mundo.
El entrevistador siguió con sus invitados esta vez de la
farándula y de la sociedad, exprimiéndolos, despojándolos de sus pomposos apellidos y nombres, dejándolos como vinieron al mundo, desnudos de sentimientos, convertidos en mortales comunes y corrientes esos mortales que el público elevó su ego hasta alturas insospechadas y que luego los veían a éstos como liliputienses, monigotes, y ellos (los artistas) como gigantes encaramados en sus grandes y robustos egos.
Después de cuatro días de haber ocurrido el incidente con el
Obispo del Vaticano, el entrevistador se preparaba para una nueva entrevista, esta vez con un enviado del Dalai Lama, el Lama Fet – Rinpoché, el cual iba a explicar al mundo entero ( ya que el programa “Las Personas del Mundo”, era un portal abierto al mundo, dada la cantidad de adeptos televidentes que tenía el sintonizado programa) iba a dar a conocer la filosofía de vida que reinaba en el lejano oriente y a su vez exponer las razones para que el gobierno chino dejara retornar a los Lamas al Tíbet, dada las raíces étnicas que unían al entrevistador grandilocuente con el gobierno de la República de China. Todo estaba listo y en orden, el entrevistador y entrevistado se preparaban para salir al aire, los técnicos daban la cuenta regresiva cuando un sonido espeluznante sobrecogió al set, yo estaba en la cabina de control protegido por el cristal templado que impide los ruidos dentro de la cabina, pero éste se rompió, pero a nosotros nos dejó lúcidos, como para formar parte de la decadente escenografía, como espectadores atónitos ante esta escena sacada del más cruel de los dramaturgos, cámaras de video destrozadas, regadas por el piso, escritorios volteados, lunas rotas, personas gravemente heridas, pero solo eso era lo que el sentido de la vista nos permitía apreciar, para nuestra mala suerte nuestro sentido auditivo nos jugaba una mala pasada, gritos, llantos, alaridos de dolor, llegaban a nuestros oídos uno tras otro, el Lama muerto, o visiblemente muerto porque carecía de extremidades inferiores, el entrevistador grandilocuente, con la mano derecha cercenada y arrastrándose por el piso hacia un lugar seguro, el cual no había, después de la terrible detonación, camarógrafos muy mal heridos y nuestra productora muerta. Fue el saldo de la terrible explosión ocurrida en los estudios de la CNN. Dos meses se hablaron de los detalles de la explosión, dos meses tardaron los investigadores para dar con los autores del magro incidente, un grupo de árabes del grupo de los Sits, dos meses fueron lo que demoraron en reconstruir el estudio de la CNN, dos meses en que el público especuló sobre los hechos, dos meses, dos largos meses fue los que pasó el entrevistador hospitalizado y dos los miembros que perdió durante la explosión, su mano derecha y su pierna izquierda.
Más de dos meses se demoró el tan ansiado e inesperado
anuncio quizá acariciado por muchos seguidores, pero perdido en el rincón de los olvidos, ese maravilloso anunció en el cual propagaban por los cuatro vientos los medios de comunicación, el retorno del entrevistador grandilocuente el retorno de Sean Look a las pantallas de televisión, el retorno de Sean Look a ese set de la CNN reconstruido, mientras a él también lo reconstruían en el hospital, ese retorno era anunciado con bombos y platillos, y no solo por el regreso del entrevistador a la televisión sino también que con él regresaban todo el grupo que lo acompaño en el programa más visto de todos los tiempos “Las Personas del Mundo”, que vio su ascendente marcha truncada por un invento de Nóbel que fue mal empleado.
Exactamente un año después del desastre y cinco meses
después del pomposo anuncio del retorno del entrevistador con el invitado que siempre quiso entrevistar y esta vez por fin lo haría, se materializaría. Se especuló mucho acerca de ese invitado, unos decían que era nuevamente el General, otros que era el Papa, otros que era el presidente de la nación más poderosa del mundo, etc., etc.,
Nadie en el set sabía quien era el entrevistado, ni nadie osó
preguntarle al entrevistador grandilocuente de quien era, pero las dudas e intrigas, misterios y demás se despejarían en apenas cinco minutos, porque solo faltaba cinco minutos para el retorno de “Las Personas del Mundo”.
La señal televisiva llegaba a todas las ciudades del mundo
ayudada por un satélite, los espectadores detrás de sus aparatos receptores esperaban con ansias la voz musical del entrevistador, otros lo esperaban con curiosidad, otros con intriga de quien era el invitado, pero todos los espectadores del mundo deseaban volver a verlo. Después de la publicidad apareció en las pantallas de los millones de televisores que sintonizaban la estación de CNN, ahí estaba el entrevistador con un terno negro Armani impecable, una camisa blanca como la nieve marca Versace, una corbata de seda, sus acostumbrados anteojos Benetton y en los puños de las mangas los infaltables gemelos, los cuales hacían un contraste medio extraño con la mano derecha del entrevistador que discordaba con su elegancia, ya que era de titanium.
Buenas noches querido público, empezó, todos en el set nos
encontrábamos nerviosos, como si fuera la primera vez que salíamos al aire, él miraba hacia mi cámara, en el momento justo que yo le hacía un primer plano. Después de un año volvemos a salir al aire, hace un año justamente, en este mismo set reconstruido, unos desadaptados acabaron con la vida de mi productora, dos asistentes, y un Lama; hace un año, varios compañeros de trabajo quedaron mutilados, ciegos, por el peor enemigo del ser humano, el propio ser humano, esta noche tengo un gran invitado sentado a mi derecha. Nos ordenó con un ademán que poncharamos hacia su derecha, no había nadie en el asiento, nos quedamos perplejos, el público en sus hogares seguro comentaba que el entrevistador grandilocuente, había quedado con una tara después del atentado, y volvió a repetir; éste es mi invitado está sentado aquí a mi derecha, así como podría estar sentado en algún lugar de sus hogares, porque esta es la entrevista que siempre soñé y nunca pensé realizar y se la debo a esos desadaptados sociales que atentaron con el canal, porque sucedió así: En el momento de la explosión, sentí un gran dolor en el brazo derecho, lo único que atiné fue a ponerme a salvo, en ese ínterin me iba arrastrando por el suelo no sé porque motivo, (ahora lo entiendo bien, había perdido también una pierna) no podía caminar y en el suelo observaba ya inerte a Molly mi productora, y García jefe de redacción y me desmayé, más bien diría yo me transporté a un mundo parecido a este, diría yo, un mundo paralelo, y en ese mundo no había bombas, ni lamentos, ni muertos, más bien estaba yo y mi productora sentados coordinando la entrevista que nadie en el mundo había logrado UNA ENTREVISTA CON DIOS, yo estaba excitado, Molly había recibido la comunicación por medio de un Ángel, el Ángel del Señor que le dijo: “Dios quiere transmitir un mensaje al mundo que él creó y por eso necesita al mejor entrevistador entre todos los humanos, la cita será en el lugar más alto del mundo a las diecisiete horas del décimo día del octavo mes de este año”. Molly y yo ya habíamos descifrado la hora y el día, pero el lugar estaba en duda, después de unas consultas geográficas, ubicamos el lugar más alto del mundo, como no saberlo antes, si lo denominaban el techo del mundo: El Tíbet. Estábamos a nueve de agosto y solo nos quedaba un día para llegar al Tíbet, es así como tomamos el primer vuelo para la India, ya que era la única ruta para llegar al Tíbet, porque la República China no permitía el acceso a turistas al Tíbet por sus fronteras, es así que llegamos al aeropuerto de la India el diez de agosto a las diez de la mañana después de varias escalas. Un Mercedes Benz alquilado con un guía nos esperaba a Molly y a mí en el aeropuerto, como yo era un aficionado a los autos, decidí conducirlo yo mismo, ya que no podía llegar tarde a esa cita tan importante, raudamente puse el auto en marcha y nos desplazamos a gran velocidad, hasta que llegamos a la ciudad donde nos quedamos atrapados entre autos, taxis y sobre todo personas, por el espacio de cuatro horas fuimos victimas del más decadente de los males sobre la tierra, “la pobreza” que trae consigo, la miseria y la humillación de seres humanos, ante otros seres humanos, solo que éstos últimos poseen dinero; en las cuatro horas que estuvimos estancados en el centro de la ciudad, desfilaron ante nuestro parabrisas y lunas laterales, mendigos, inválidos mostrando sus muñones, ciegos, cojos, todos con la piel pegada a los huesos de lo flacos que se encontraban, el sol parecía insoportable, gracias al aire acondicionado del auto no sufríamos por el calor, yo desesperado maldecía, renegaba; no podía llegar tarde a la cita con Dios, el guía sentado en la parte trasera nos contaba que la India era uno de los países más pobres del mundo y que los hombres y niños morían apoyando la cabeza en las aceras, ya sea por el frío o por inanición, y luego eran arrojados al río sagrado, en el cual se combinaban los excrementos, muertos y el agua que bebían los habitantes de la India, iba a seguir hablando cuando en un arranque de rabia le dije: “Que lo había contratado para que me guié y no para que hable”, Molly me encaró por mi actitud y le dije: “Que era la entrevista más importante y era la única razón por la cual había llegado tan lejos en mi carrera, que lo único que le pedía a la vida y a Dios era una entrevista con él, tenía tanto que preguntarle”. -Ella me miró y asintió-.
Salimos de la ciudad y llegamos al desierto rumbo al Tíbet,
eran las catorce horas del diez de agosto, a solo tres horas de la única razón de mi vida; desde pequeño, cuando me sensibilizaba por acontecimientos que ocurrían en mi localidad y en mi país tercermundista, hablaba con Dios y le preguntaba porque sucedía tal o cual cosa, hasta cuando fui creciendo y curtido por los acontecimientos desastrosos que ocurrían en el mundo lo único que quería era estar delante de Dios y preguntarle tantas cosas.
Según los cálculos del guía a una velocidad de 100 Km/h
llegaríamos a nuestro destino en dos horas y cuarenta minutos, veinte minutos antes. Me sentía contento a esa velocidad prudencial llegaría a tiempo, pensaba, cuando de repente una caravana de reses estaba cruzando el desierto para pasar hacia el otro lado, a pastar, era una caravana casi interminable, yo quería pasar por encima de ellas, estaba desesperándome, cada vez que estaba cerca de la meta ocurría algo inesperado, la vida me ponía obstáculos, me desafiaba. El guía tomó mi hombro y me dijo: -No lo haga Señor, no saldríamos vivos, son animales sagrados-, el guía se había percatado que yo había puesto primera y me disponía a partir en dos a las reses que atravesaran mi camino; cuando le iba a contestar que no se metiera y que la entrevista iba ser nada menos que con el mismo Dios, tocaron la luna lateral del auto, era un niño, totalmente sucio, con las vestiduras raídas, pero de una mirada muy brillante y especial, que me pedía pan dado el ademán que me hizo con la mano, baje la luna y le obsequié unas galletas que llevaba en el interior del auto, me dijo gracias en inglés y me sonrió, yo también le sonreí y le acaricié el cabello, Molly me miró con ternura, el guía me dijo que la caravana de reses ya estaba por concluir, consulté el reloj del auto eran las quince horas con treinta minutos, sonreí y me dije: Vamos meteoro esta vez si llegas; cuando Molly me dijo: El niño que estaba a tu lado a desaparecido, - no puede ser Molly, le conteste, se habrá ido por ahí-, miré alrededor y no había un lugar donde se había podido esconder, abrí la puerta para observar de pie y apreciar mejor el panorama y ubicar a ese niño tan simpático, cuando me di con la sorpresa que se encontraba tirado al costado de mi puerta, asustado le dije a Molly: -Aquí esta, creo que sé a desmayado, porque aún respira, lo puedo ver-; -hay que llevarlo al Hospital más cercano Sean, me respondió Molly, -no puedo, se me hace tarde para la entrevista con Dios, no puedo llegar retrasado Molly-, Sean es un niño, no lo puedes dejar morir en pleno desierto, el guía añadió, hay una curandera ha menos de veinticinco minutos, consulté el reloj y eran las dieciséis horas, hice un calculo incluyendo los veinticinco minutos con destino hacia la curandera y a doscientos Km/h llegaba al Tíbet, cogí al niño en brazos lo deposité en brazos de Molly y aceleré, llegue al pueblo de la curandera en dieciséis minutos, deje al niño y a Molly y enrumbé con el guía hacia el Tíbet justo a las dieciséis horas y diecinueve minutos, aceleré llegando incluso a sobrepasar los 250 Km/h. Llegué al Tíbet, justo a la montaña donde me citó Dios, subí corriendo hacia la montaña, en eso veo una luz resplandeciendo, era un fuego vivo, preparé mi grabadora, estaba nervioso, por fin iba a escuchar la voz de Dios, tenía miedo hablar, y en eso dije: -Dios aquí estoy-, el fuego me respondió pero sin palabras, solo telepáticamente quedé absorto y pude escuchar dentro de mí. -No soy Dios, soy el Ángel del Señor, son las diecisiete horas y diez minutos, Dios se ha ido-. Grité, lloré, caí de rodillas y dije: Dios porque te has ido, yo estaba dirigiéndome hacia ti, tú lo sabías, me quedé atorado en la ciudad de la India, yo estaba en Los Estados Unidos, me demoré por ayudar a un niño, no lo podía dejar morir, lloré desconsolado, no sé cuanto tiempo, sentía que mi alma se rompía, toda mi vida esperando el día de mi muerte, para preguntarle a Dios, ¿Dónde se encontraba?, ¿Por qué nos ponía pruebas tan difíciles?, ¿Dónde estaba la mano de Dios? Y había desperdiciado esta gran oportunidad de entrevistarlo aún cuando me encontraba vivo, y poder transmitir sus palabras al mundo entero por mi programa televisivo, pensé en toda mi vida rodeada de triunfos y fracasos, estaba totalmente desconsolado, sin ganas ya de vivir, y me decía: llegué tarde por ayudar a ese niño, pero no lo podía dejar morir, no quería llegar tarde, quería estar contigo; cuando escuché una voz dentro de mí, -Hijo no llores, yo estoy aquí contigo- me quedé estupefacto era Dios, lo podía sentir, - Siempre he estado contigo, justo ahora cuando ayudaste al niño, a que no muriera Estoy contigo y con cada uno de los seres humanos existentes en la tierra, porque estoy en todas partes, en la sonrisa de una madre, en la alegría de un niño, en el sol, en las estrellas, en la tierra, también estoy en la guerra, en el hambre, en la muerte y principalmente en el amor que hay dentro de cada uno de los seres humanos sin importar sexo, raza o religión, porque soy espíritu y ustedes son mis instrumentos, es por eso que vivo dentro de los corazones humanos, y son pocos los humanos que escuchan a su corazón, porque temen sufrir, pero un corazón jamás sufre cuando va en busca de su destino. – Me envolvió una nube con una luz intensa, no pude hacer ninguna pregunta, solo escuchaba en mi interior, y me puse a rezar.
Cuando desperté estaba orando en el Hospital, miré a mi
derecha, y no vi mi brazo, miré a la izquierda y no encontré mi pierna, lloré, y en mi mente sólo escuchaba: ustedes son instrumento. Todos en el set estábamos con lágrimas en los ojos, perplejos, mi mano temblaba al coger la cámara de video, en ese momento me imaginaba los millones de personas que se encontraban en la misma situación que nosotros en las diversas partes del mundo y el entrevistador grandilocuente continuaba con su relato: Y ahora después de ese sueño o diría yo después de la entrevista con Dios, puedo resolver mis grandes cuestionamientos: ¿Cuándo hay hambre y pobreza?, ¿Dónde estará la mano de Dios?, ¿Cuándo perdemos a un ser querido?, ¿Dónde estará la mano de Dios?, ¿Cuándo padecemos de injusticia?, ¿Dónde estará la mano de Dios?, ¿Cuándo hay guerra?, ¿Dónde estará la mano de Dios?, ¿Cuándo nacemos o por causa de algún accidente tenemos un defecto físico?, ¿Dónde estará la mano de Dios? Y la respuesta es tan simple: La mano de Dios está en cada uno de nosotros, en cada uno de los seres humanos que funge de instrumento. Que sería del arte del Pintor, sin su instrumento, el pincel, seamos ese pincel y dejemos plasmar en el lienzo de la vida los designios de ese artista que es Dios, el cual no se equivoca, y crea obras maestras y nos la muestra, seamos ese instrumento para crear esa obra maestra para las generaciones venideras, porque la vida del hombre es tan corta y es el único ser sobre la faz de la tierra que sabe de esa brevedad de tiempo que se le es designado, para perderlo inútilmente, seamos hombres de bien con los pies bien puestos en la tierra y los ojos en las estrellas- Buenas Noches y hasta siempre.
Todos en el set no atinaban a articular palabra alguna, el
entrevistador pidió que se retiraran todos y no hicieran ningún tipo de comentario, -mañana hablaríamos-. Todos nos fuimos, yo fui el último en salir, el entrevistador me miró, y yo sonreí, tenía algo de especial en la mirada, me retiré. Todos en el set seguimos esperando ese mañana que prometió el entrevistador, han pasado cinco años y no se sabe nada de él, algunos dicen que se encuentra en el Tíbet, otros que regresó al Perú, su tierra natal, otros que está en la China, pero lo que si es cierto, es que hace cinco años y un día el mundo y yo fuimos testigo de la más grande entrevista, UNA ENTREVISTA CON DIOS.