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CAPITULO I: EL M.J.V.C.

Y LA
NUEVA EVANGELIZACIÓN.
"El Padre eterno creó el mundo universo por un libérrimo y misterioso
designio de su sabiduría y bondad, decretó elevar a los hombres a la
participación de su Vida Divina y, caídos por el pecado de Adán, no
los abandonó, y les dispensó siempre su ayuda en atención a Cristo
redentor...Determinó convocar a los creyentes en Cristo en la Santa
Iglesia.". (L.G. 2)

Dios por su inmenso amor ha querido salvar al hombre por mediación


de Cristo, pero no salvarlo individualmente, Él ha llamado a los que
creemos en Jesús a congregarnos en torno suyo como un sólo cuerpo
o pueblo, para que le conozcamos en la verdad y le sirvamos (cfr.
L.G.9).

Este Cuerpo o Pueblo es la Iglesia, (Ekklesia= Asamblea), la cual es la


Asamblea de todos aquellos que creemos en Cristo, cuya unidad y fin
es Dios. Es por ello que todo aquél que cree en Jesús y lo proclama
como su Señor, no puede ni debe tratar de vivir su cristianismo en
forma individual o aislada.

Dios mismo es el ejemplo de ello. Él es comunión de personas (Dios


uno y trino). La Iglesia debe ser por tanto la comunidad de creyentes.
Una común-unión de los hombres en Dios, una gran comunidad en
donde el hombre vive su vocación a la Santidad.

Cada uno de los miembros de la Iglesia somos llamados a vivir


individual y comunitariamente la vida en Santidad. Es por ello que
cada uno de nosotros, miembros de la Iglesia necesitamos conocer la
esencia y misión de la misma.

1. ORIGEN DE LA IGLESIA.

Desde el principio Dios Padre, por su inmenso Amor y Bondad, ha


querido la salvación de todos los hombres heridos por el pecado. Dios
que nos ama envía a su Único Hijo, Jesucristo, como nuestro Salvador.
Él viene a instaurar el Reino de los Cielos aquí en la Tierra; nos revela
los misterios de Dios, misterios de amor en favor del hombre, y
efectúa la redención con su obediencia. El envío de Jesús al mundo es
el gran Don del Padre a la humanidad.

La Iglesia nace de la voluntad salvifica del Padre, que quiere que


todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
La Iglesia es un hecho de Jesús. Tiene su principio con la predicación
de la Buena Nueva.
Jesús va al encuentro de los hombres; los llama y los congrega en
torno suyo. Ellos al aceptar el llamado del Señor, le siguen
sinceramente y experimentan un cambio en su corazón. Un cambio
que es conversión y vida nueva.

La Buena Nueva del Reino de Dios que se hace realidad en Jesús nos
muestra el inmenso amor de Dios al hombre, un amor que nos libera
y que nos salva, que se manifiesta como una esperanza y luz para
todos nosotros: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me
ungió para evangelizar a los pobres; me envió a predicar a los
cautivos la libertad; a los ciegos la recuperación de la vista;
para poner en libertad a los oprimidos, para anunciar el año
de Gracia del Señor". (Lc 4, 18-19). Como núcleo de la
predicación de Jesús, está la salvación del hombre; que se logra con
la muerte y resurrección de Cristo.

Consumada la obra que el Padre confió al Hijo, fue enviado el Espíritu


Santo en el día de Pentecostés para que santificara la Iglesia nacida
del Costado de Cristo. Esta, enriquecida con los Dones del Espíritu
Santo, recibe la misión de anunciar el Reino de Dios, de establecerlo
en medio de todos los pueblos y constituirse en la tierra como su
germen y principio.

"recibirán el poder del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes, y


serán mis testigos en Jerusalén, en Judea , en Samaria y hasta el
extremo de la tierra." (Hch. 1, 8 ).

El fruto inmediato y más visible de toda la misión salvifica de Cristo


es la misma Iglesia:

"La Iglesia es inseparable de Cristo porque Él mismo la fundó por un


acto expreso de su voluntad, sobre los doce cuya cabeza es Pedro,
constituyéndola como Sacramento Universal y necesario de
salvación" (D.P. 22).

La Iglesia, Pueblo de Dios, es Santa. Es una comunidad de Fe,


Esperanza y Caridad. Está al servicio del hombre. La Iglesia es para
nosotros y nosotros para la Iglesia; en ella el mismo Cristo continúa
evangelizando visiblemente. Es por ello que la Iglesia es el
Sacramento de Jesús.

Por su esencia la Iglesia es sacramento de unión entre los hombres.


(cfr. E.N. 75). Es una comunidad reunida por la unidad del Padre, con
el Hijo por el Espíritu Santo (cfr. L.G.4).

2. LA MISIÓN DE LA IGLESIA.

Jesús una vez constituido como Señor en el cielo y en la tierra, envía


a sus discípulos a continuar con el anuncio de la Buena Nueva,
"Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda
creatura" (Mc 16,15)

Al recibir la misión de Anunciar la Buena Nueva, la Iglesia es enviada


a proclamar el Evangelio de su Señor, toda ella es enviada a
Evangelizar. "Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y
vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda: Ella
existe para evangelizar" (E.N. 14).

La Evangelización es un proceso de vida cuya realidad rica y


compleja, es resultado del anuncio completo del mensaje de Dios.
Jesús es el primer evangelizador, nos comunica el mensaje de su
Padre, lo hace con toda fidelidad " Así, pues, las cosas que yo
hablo, las hablo según el Padre me ha dicho" (Jn.12,50)
Nosotros, enviados por Jesús para hacer presente este mensaje en el
mundo, tenemos que vivir la misma fidelidad. No podemos inventar
un Evangelio a nuestro gusto, ni tampoco mutilarlo. Tenemos que
proclamar el único Evangelio de Jesús.

"La Iglesia evangeliza cuando por la sola fuerza divina del


mensaje que proclama. trata de convertir al mismo tiempo la
conciencia personal y colectiva de los hombres, su vida y su
ambiente concreto" (E.N. 18). Sólo el amor de Dios y su Gracia
puede cambiar el corazón del hombre.

En la actualidad se habla mucho de la evangelización o de


evangelizar, pero en muchas ocasiones no se tiene claro todo lo que
ello significa. Algunos, al tratar de definirla dan únicamente partes de
lo que implica realmente esta misión de la Iglesia, y por lo mismo se
comienza a fragmentar o mutilar todos los elementos de la
evangelización.

"Ninguna definición parcial o fragmentaria, refleja la realidad rica,


compleja y dinámica que comporta la Evangelización" (E.N. 17).

Como ya se señaló se trata de todo un proceso de vida, constituido


por elementos o si se prefiere de momentos esenciales cada uno de
ellos, aunque diferentes, que hay que saber abarcar de un solo golpe,
comprendiendo toda la vida del hombre.

La iglesia mediante su dinamismo evangelizador genera este proceso.

A).-DA TESTIMONIO DE DIOS, revelado en Cristo por el Espíritu


Santo que clama en nosotros (Cfr. Gal. 4,6-7). Así comunica su
experiencia de fe en DIOS.
B).-ANUNCIA LA NUEVA BUENA DE JESUCRISTO, mediante la
palabra de vida: anuncio que suscita la fe. La predicación y la
catequesis progresiva la alimenta y la educa.

C).-ALIMENTA Y HACE CRECER LA FE, DON DE DIOS NACIDA DE


ESTE ANUNCIO. La adhesión personal a Dios se manifiesta en la
conversión del corazón, en la vida misma y en la entrega a Jesucristo.
Participamos de su muerte y su resurrección.

D).-CONDUCE AL INGRESO A LA COMUNIDAD DE LOS FIELES


que perseveran en la oración, la convivencia fraterna, y celebran su
fe, cuya cumbre es la Eucaristía (Cfr. Hch. 2,42).

E).-ENVÍA COMO MISIONEROS A LOS QUE RECIBIERON EL


EVANGELIO, con el ansia de que todos los hombres sean ofrecidos a
DIOS y que todos los pueblos le alaben (Cfr. Rom. 15,16).

Cada uno de estos elementos son complementarios y se enriquecen


mutuamente Debemos manejarlos como un todo bien integrado.

La evangelización ha de calar hondo en el corazón del hombre y de


los pueblos; por su dinámica busca la conversión personal y la
transformación social.

La evangelización es por tanto un proceso complejo, dinámico, en


etapas que deben cumplirse todas pero ordenadamente. El centro y
culmen de su dinamismo, debe ser una clara proclamación de que en
Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, se ofrece
la salvación a todos los hombres, como don de la Gracia y de la
Misericordia de Dios (cfr E.N. 26). Todo ello nos lleva a experimentar
una vivencia del Amor de Dios. Necesitamos sentirnos amados por
Dios, amar a Dios y al prójimo como a nosotros mismos.

Veamos ahora algunas características de la evangelización que nos


parece interesante y queremos tratar juntos.

2.1 Algunas características de la Evangelización.

Conviene aquí, para nuestra fidelidad, considerar tres características,


a las cuales debe responder la evangelización para que sea auténtica.

2.1.1 SU CONTENIDO ES UNO Y ÚNICO.

Toda auténtica evangelización se caracteriza por su fidelidad a la


Tradición y al Magisterio de la Iglesia. Esta es solamente depositaria
del mensaje. Existe un sólo y único Evangelio, del cual nadie es dueño
y por lo tanto no puede cambiarlo ni adueñarse de él.

"Uno solo es el cuerpo y uno solo es el Espíritu, como también una la


esperanza, que encierra la vocación a la que han sido llamados; Un
sólo Señor, una Fe, un bautismo, un Dios que es Padre de todos, que
está sobre todos, que actúa en todos y habita en todos" (Ef 4, 4-6).

Esta fe debemos de cuidarla con esmero ya que bajo la Acción del


Espíritu Santo, el mensaje se rejuvenece constantemente así como a
nosotros mismos, que somos el vaso que lo contiene.

El contenido de la Evangelización es el anuncio de la persona de


Jesucristo, evangelio del Padre.

Es ante todo el anuncio de Jesús como signo y realidad de la


misericordia y el AMOR DE DIOS al HOMBRE, que con su muerte y
resurrección lo salva y lo libera. Jesús mismo es la donación de Dios a
la humanidad para que participe de la Misericordia Divina. Este
anuncio debe realizarse siempre íntegro y de manera clara y
explícita.

Al descubrir la persona de Jesús encontramos nuestra verdadera


dignidad de seres humanos y sobre todo, experimentamos el gran
amor de Dios por el cual nos ha hecho sus hijos.

El contenido de la evangelización nos lleva a vivir una adhesión vital


con Dios, la cual no se logra si se mutila, se sustituye o cambia dicho
mensaje.

2.1.2. BAJO EL IMPULSO DEL ESPÍRITU SANTO.

" El Espíritu Santo es en verdad el protagonista de toda la misión de


la Iglesia" (R.M: 21)

Llegado el día de Pentecostés se proclama por primera ocasión el


nombre de Jesús muerto y resucitado para la salvación de los
hombres, esto es posible gracias a la acción del Espíritu Santo sobre
los apóstoles. Con la fuerza del Don del Espíritu, Pedro es capaz de
anunciar la Buena Nueva.

El Espíritu Santo hace posible que llamemos a Dios "ABBÁ", "Padre" y


a Jesús "El Señor". Él es quien nos prepara y nos da los dones
necesarios que nos capacitan para evangelizar.

"No habrá nunca evangelización posible sin la acción del Espíritu


Santo...El es quien, hoy igual que en los comienzos de la Iglesia,
actúa en cada evangelizador que se deja poseer y conducir por El, y
pone en los labios las palabras que por sí solo no podría hallar....
Puede decirse que El es el agente principal de la evangelización" (E.N
75).

2.1.3. ES UNIVERSAL.
"Así pues les dijo: Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio
a toda creatura" (Mc 16,15).

En ese mismo día de Pentecostés reunidos en Jerusalén habitantes de


muchas regiones, Dios decide manifestar la Iglesia, como símbolo de
su universalidad. El mensaje de la Buena Nueva es para TODOS los
hombres. Va dirigido también a todo el hombre y toda su vida.

"Todos los hombres están invitados al Pueblo de Dios. Este carácter


de universalidad ... es un don del mismo Señor" L.G. 13

La evangelización busca llegar a todos los hombres, en especial a los


que no han descubierto el amor y la salvación de Dios. "La Iglesia
reaviva siempre su inspiración más profunda, la que le viene
directamente del Maestro: ¡A todo el mundo! ¡A toda
creatura! ¡Hasta los confines de la tierra! (E.N. 50).

La Evangelización es siempre un acto eclesial, realizado en comunión


de Fe y Vida con toda la Iglesia, a través de sus pastores,

Así, estas características brotan de la naturaleza misma de la Iglesia,


que por ser UNA, SANTA, CATÓLICA y APOSTÓLICA, y tener la
Evangelización como su razón de ser, orienta y define todo nuestro
esfuerzo evangelizador.

2.2 Medios para Evangelizar.

Jesús es el gran evangelizador. María es la Estrella de la


Evangelización. La Iglesia, para cumplir su misión, es decir,
evangelizar al hombre y a todos los pueblos, va descubriendo y
utilizando infinidad de medios. Dócil al Espíritu Santo, discierne la
fidelidad de esos medios y promueve la búsqueda de otros nuevos.

En la actualidad, como expresión pastoral de ella misma,


encontramos en la Iglesia diversos movimientos, tanto sacerdotales
como laicales. Entre las expresiones laicales dentro del campo juvenil,
está presente el Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana.

Es importante que nuestro movimiento, el M.J.V.C., con la luz de


Cristo y bajo el impulso del Espíritu Santo, sea un movimiento
Evangelizador Fiel.

3: La Misión del M.J.V.C.

"Es necesario que los jóvenes bien formados en la fe y arraigados en


la oración, se conviertan cada vez más en los apóstoles de la
juventud. La Iglesia espera mucho de ellos" E.N. 72.
Por ser el M.J.V.C. un movimiento de Iglesia, tenemos la misma misión
que ella, es decir Evangelizar. Nuestra misión nos exige ir al joven;
tenemos que evangelizar al joven por el joven.

No hay mejor apóstol del joven que el mismo joven; se puede


comunicar el mensaje con mayor claridad, debido a que podemos
hablar en los mismos términos y comprender mejor la situación de la
persona a la cual se quiere evangelizar y lograr así una aceptación
más comprometida con el Evangelio. Le proclamamos el amor de Dios
a un joven que al igual que nosotros está en busca de la plenitud de
su persona y que quizás hasta el momento no ha encontrado el
camino.

Se trata pues de recorrer juntos el camino que da razón de nuestra


esperanza; de dar testimonio a través de toda la vida y en especial de
la Jornada misma, de Aquél que nos ha liberado, nos ha amado hasta
el extremo y se ha entregado totalmente para que logremos la
plenitud de nuestra persona. Debemos de descubrir a los demás
jóvenes el amor de Dios, tal vez inimaginable para ellos, así como
otro joven lo realizó con nosotros.

"El Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana es un Movimiento de


Iglesia dirigido por jóvenes y asesorado por adultos. Su finalidad es
evangelizar al joven, y su instrumento principal es la Jornada, como
anuncio de la Buena Nueva en Jesús, que transforma su corazón y lo
llama a vivir en Gracia, es decir, a vivir una auténtica vida cristiana....
Tiene sentido como una expresión de Pastoral Juvenil al servicio de
una Iglesia particular."(L.B. 11).

"La jornada, para lograr su objetivo, permite ciertamente una


diversidad de elementos, pláticas, técnicas, dinámicas e instrumentos
apropiados. Deben usarse siempre en la línea de la Buena Nueva,
permitiendo así la acción directa del Espíritu Santo en los muchachos
y las muchachas, ya que Él, y únicamente Él es quien impulsa a
anunciar el Evangelio y quien, en lo hondo del corazón, hace aceptar
y comprender el misterio de la Gracia" (L.B. 25)

4.- EL ENVÍO

"Mi palabra no es mía, sino del Padre que me envía" Jn.14,14

Jesús fue muy claro. Cuentan los Hechos de los Apóstoles que, una
vez resucitado, Jesús dio a los Apóstoles "muchas pruebas de que
vivía y durante cuarenta días les habló del Reino de Dios"
(Hch.1,3)

"Como estaban reunidos, le preguntaron: 'Señor, ¿es ahora que vas a


restablecer el Reino de Israel?' Él les respondió: "A ustedes no les
corresponde saber el tiempo y el momento que el Padre ha fijado con
su propia autoridad, sino que van a recibir una fuerza, la del Espíritu
Santo, que vendrá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén,
en toda Judea y hasta los confines de la tierra" (Hch.1,6-8).

"por su parte, los once discípulos partieron para Galilea, al monte


donde Jesús los había citado. Cuando vieron a Jesús se postraron ante
Él, aunque algunos todavía desconfiaban. Entonces Jesús,
acercándose, les habló con estas palabras: 'Todo poder me ha sido
dado en el cielo y en la tierra. Por eso vayan y hagan que todos los
pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo
les he encomendado. Yo estoy con ustedes todos los días hasta que
termine este mundo'" (Mt. 28,16-20)

Jesús es el enviado del Padre, el Testigo Fiel, y que envía a su vez a


los Apóstoles. Los quiere testigos fieles. La Iglesia hoy confía en los
jóvenes. Los obispos latinoamericanos reunidos en Santo Domingo, en
Octubre de 1992, los quieren protagonistas de la historia." En una
plegaria que elevan a Jesucristo, "su única opción" afirman:

Señor Jesucristo, Hijo de


Dios Vivo
Danos la Gracia
en continuidad con
Medellín y Puebla
de acompañarnos en una
Nueva Evangelización
a la que todos estamos
llamados
con especial protagonismo
de los laicos
particularmente de los
jóvenes" (S.D. 303).
Muchacha y muchacho del M.J.V.C., tu Iglesia te necesita hoy en la
Nueva Evangelización. Definitivamente sí hay para ti un lugar que
únicamente tú puedes ocupar. Siéntete hoy enviado por Cristo:
"Así como el Padre me envió, así los envío a ustedes" (Jn.20,21)

5. el M.J.V.C. Y LA NUEVA EVANGELIZACIÓN.

Desde hace más de 10 años, Su Santidad el Papa Juan Pablo II ha


llamado a toda la Iglesia a una Nueva Evangelización:

"La conmemoración del medio milenio de evangelización tendrá su


significación plena si es un compromiso vuestro, no de re-
evangelización, pero sí de una Evangelización Nueva. Nueva en su
ardor, en sus métodos, en su expresión" (Haití, 1983).

"La Nueva Evangelización es ante todo un llamado a la conversión y a


la esperanza, que se apoya en las promesas de Dios y que tiene
como certeza inquebrantable la resurrección de Cristo, primer
anuncio y raíz de toda evangelización, fundamento de toda
promoción humana, principio de toda cultura cristiana" (S.D. 24).

"Es también un nuevo ámbito vital, un nuevo Pentecostés, donde la


acogida del Espíritu Santo hará surgir un pueblo renovado,
constituido por hombres libres, conscientes de su dignidad" (S.D. 24).

"Es el conjunto de medios, acciones y actitudes aptos para colocar el


Evangelio en diálogo activo con la modernidad y lo post-moderno, sea
para interpelarlos, sea para dejarse interpelar por ellos. También es el
esfuerzo por inculturar el Evangelio en la situación actual de las
culturas de nuestro continente" (S.D. 24).

"La Nueva Evangelización tiene como finalidad formar hombres y


comunidades maduras en la fe y dar respuesta a la nueva situación
que vivimos, provocada por los cambios sociales y culturales de la
modernidad" (S.D. 26).

"La Nueva Evangelización tiene la tarea de suscitar la adhesión


personal a Jesucristo y a la Iglesia de tantos hombres y mujeres
bautizados que viven sin energía el cristianismo. 'han perdido el
sentido vivo de la fe o incluso no se reconocen ya como miembros de
la Iglesia, llevando una existencia alejada de Cristo y de su Evangelio'
(RM33) " (S.D. 26).

El Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana, por ser un Movimiento


Juvenil de Iglesia, quiere ser fiel a la Iglesia y responder a este
llamado de nuestro pastor. Es por eso que hemos elaborado nuestro
Manual Básico que nos ayudará a vivir nuestra fidelidad. Queremos
ser testigos fieles de Jesús, comprometidos en la Nueva
Evangelización.

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