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Evidencia de lectura: Immanuel Kant

Kant vivía en una época donde existían dos corrientes filosóficas muy importantes y
eran las más aceptadas en aquel entonces, el empirismo y el racionalismo. El primero de
estos afirma que todo conocimiento se da a partir de la experiencia sensible. Por el
contrario, el racionalismo dictaba que todo conocimiento se encontraba en el
razonamiento del hombre.

Para Kant ambas corrientes tenían razón, pues tantota razón como la percepción tienen
un papel importante cuando percibimos el mundo. Pero creía que los racionalistas
exageraban en lo que pude aportar la razón, y pensaba que los empiristas habían hecho
demasiado hincapié en la percepción. Kant opinaba que existen determinadas
disposiciones en nuestra razón que marcaban todas nuestras percepciones del mundo, el
tiempo y el espacio para el eran las dos formas de sensibilidad del hombre.

Las obras más importantes de Kant son, La critica de la razón pura y la crítica de la
razón practica.

Pregunta a resolver:

¿Qué es exactamente Dios?

Desde el punto de vista de un idealista Dios es el principio y fin de todo, se encuentra en


todas las cosas y es por quien nosotros y todo el universo existe.

Pero desde la perspectiva de un materialista, Dios es un ser inexistente, pues el universo


y todo la materia siempre a existido y siempre existirá, es eterna y solo se mantiene en
cambio constante.
Evidencia de lectura August Comte

El positivismo tiene su aparición en la primera mitad del siglo XIX; Comte, su


fundador, nace en 1798 y muere en 1857. Mas el positivismo tiene una faceta
estrictamente filosófica y otra sociológica.

Pero el positivismo de Comte no solo es sociología; es, además, filosofía en sentido


estricto. En ese sentido, el positivismo se sitúa en la línea de lo que hemos llamado
“empirismo”, entendiendo esta palabra como refiriéndose a ese movimiento filosófico
amplio que se caracteriza por la defensa del conocimiento sensible y la experiencia.

Comte creía que debía existir una reforma a la sociedad, así que el primer paso se
refiere a la forma del saber y del método científico, propios de la sociedad que se
reorganiza.

Su sistema debe abarcar pues, los elementos siguientes: una filosofía de la historia que
se cuide de demostrar que la sociedad contemporánea de Comte exige, en su desarrollo
intelectual, la metodología positiva y el espíritu positivo como los únicos adecuados a
esa sociedad.

En segundo lugar el sistema de Comte debe echar las bases del método positivo,
definiéndolos claramente el positivismo. Por ultimo, el sistema deberá culminar en una
sociología o ciencia de la sociedad en la que no solo describan de un modo teórico las
estructuras de la sociedad.

El estado teológico y el metafísico.

El estado teológico corresponde a la edad antigua. En este estado los hechos naturales se
explican mediante causas extrínsecas a la naturaleza; esas causas son invisibles y son
entendidas como divinidades.

El estado metafísico. Es un estado intermedio entre el teológico y el positivo. En el la


mente humana “puede así elevarse casi insensiblemente del estado puramente teológico
al estado francamente positivo, aunque esta situación equivoca este, en el fondo, mucho
mas cerca del primero que del ultimo.

La sociología inaugurada por Comte abrió un nuevo campo de investigación: el hombre


como objeto de estudio, dando lugar al nacimiento de las llamadas ciencias humanas.

Corrientes positivistas.

El positivismo estricto esta constituido por la escuela positivista fundada por Comte y
aceptada por sus seguidores.

La actitud positivista. No se trata aquí de un positivismo encerrado en una escuela


determinada, sino de un movimiento amplio en el espacio y en el tiempo de acepta y
sigue los principios básicos del positivismo estricto. Pero que rechaza otros y aplica los
aceptados ámbitos distintos de los tenidos en cuentas por el positivismo estricto.
Evidencia de lectura Hegel.

Hegel (1770 – 1831) nace en la Alemania que oficialmente se denominaba aun “sacro
imperio Romano Germánico”.
Hegel es el fundador de la dialéctica moderna de la cual hablare a continuación.

La historia de esta palabra se suele dividir en dos periodos, separados por Hegel. Se
llama dialéctica antigua a la dialéctica, tal como se entendió en este término antes de
Hegel. La nueva dialéctica, por otro lado, es la dialéctica tal y como se entiende desde
Hegel a nuestros días.

La dialéctica antigua se refiere al campo del pensamiento, la definición etimológica ya


lo confirma. Dialéctica significa el arte de dialogar y discutir. Con ello queda
distinguida de la retórica. La retórica es también un arte de la palabra, pero desprovista
de la idea de reciprocidad y de intercambio, propia de la dialéctica.

La dialéctica antigua y el principio de identidad. La palanca de la dialéctica como


discusión y dialogo es el principio de identidad o de no contradicción. El principio de
contradicción señala los limites y el final del dialogo dialéctico.

La dialéctica hegeliana y la realidad. Si la dialéctica antigua se refería exclusivamente al


campo del pensamiento, sin mezclarse para nada con la realidad exterior al
pensamiento, la dialéctica hegeliana gobierna ambos sectores. Para hegel, lo real es
racional y lo racional es real; mejor aun, todo es razón.

Se entiende por idealismo la tendencia filosófica que consiste en reducir toda existencia
a pensamiento, tomando esta palabra en su sentido más amplio.

En Hegel, la razón se objetiviza y se absolutiza, es decir, no se trata ya de la razón


humana individual y de cada hombre, sino de una razón, o espíritu, absoluta y de
exterior respecto al hombre.

Todos los dialécticos están de acuerdo en que lo humano, es decir, el acontecer histórico
del hombre evolucione dialécticamente. En que la biología como ciencia pueda
explicarse en términos dialécticos; pero, por hoy, las ciencias propiamente físicas van
por caminos y métodos distintos.

El método dialéctico, es ante todo, un procedimiento para explicar las cosas y los
hechos. Hasta Hegel, esa función explicativa era atribuida a la causalidad; hasta
entonces, no había otro medio para conocer y explicar cualquier cosa o fenómeno que el
principio de causalidad, de tal modo que se definió el saber ideal como conocimiento de
las cosas y de los hechos por sus causas.
Evidencia de lectura Carlos Marx

El marxismo en su totalidad esta dominado por la idea hegeliana de la dialéctica y


aparece a mediados del siglo XIX en los países de Europa occidental. Las correcciones
llevadas a cabo por Marx sobre la ideología hegeliana en general y sobre la dialéctica en
particular han contribuido a que el marxismo constituya una crítica muy profunda al
idealismo hegeliano.

Así pues se dice que el marxismo acepta la dialéctica como el único método posible
para explicar las leyes del movimiento, según el cual la realidad en general existe y se
despliega.

El estado, tal como lo concibe Hegel, es la expresión mas acabada de la idea o espíritu,
dentro de la realidad humana; en la culminación del espíritu a nivel de la humanidad, es
la encarnación de la razón, de la libertad y la moral

El materialismo del siglo XVIII pretendía explicar todos los fenómenos sin excluir los
morales, sirviéndose de la mecánica clásica de Newton. Pero la dialéctica hegeliana
había asestado un rudo golpe al mecanismo materialista del siglo XVIII, sustituyendo
sus métodos por los dialécticos.
El marxismo es la vuelta al materialismo, pero despojado de su metodología
determinista e interpretación dialécticamente.

La tesis fundamental histórica dice que no es el espíritu absoluto, como quería Hegel, o
cualquier otra forma concreta de la espiritualidad, como quiere el espiritualismo de
todos los tiempos, lo que determina la historia humana y la mueve, sino que el motor de
la historia consiste en las relaciones económicas de producción.

Los filósofos habían pensado desde siempre que lo importante era el espíritu, o su
expresión que son las ideas; habían pensado que las ideas que movían el mundo humano
en general y, por supuesto, el mundo material de la producción de bienes de consumo;
habían pensado que la esencia del hombre consistía en la objetivación del espíritu en
formas como la religión, el arte, la filosofía, el lenguaje, la poesía, etc.

Para los defensores del materialismo histórico, ni los filósofos, ni los políticos, ni los
moralistas, ni los poetas son los auténticos protagonistas de la historia, sino el
proletariado.

El concepto de proletariado es un tanto ambiguo. Se refiere a no solo el proletariado


industrial, el cual es la punta de lanza de la revolución socialista, sino a los demás
grupos afines y simpatizantes con el industrial y que están a su lado en la lucha de
clases.

Queda demostrado pues, que el materialismo histórico exige para el proletariado el


protagonismo en la historia y en la cultura.
Evidencia de lectura Historicismo

Tanto para el vitalismo como para el historicismo la vida es la realidad básica y


fundamental, a la cual deben subordinarse todos los demás valores. Incluso la realidad
cósmica y el exterior no tienen sentido visto fuera de la relación con la vida, vista en si
como noúmeno.

Dilthey distingue dos sectores en la realidad, perfectamente diferenciados: la realidad


natural y la realidad humana. Del estudio del primer sector se cuidan las ciencias
Naturales.

El estudio de la realidad humana, de la realidad histórico social, como gusta decir


Dilthey, es muy posterior, tan posterior que Dilthey cree firmemente que hasta su
tiempo ese estudio no se había aun iniciado, dirigiendo todos sus esfuerzos a
fundamento.

Para Dilthey, el plan único para los hombres aparece de una manera evidente en la
filosofía cristiana de la historia, tal como la surgió Agustín de hipona, y tal como la ha
entendido el cristianismo en general: “La idea de un plan único de la historia humana,
de una educación divina en ella, ha sido creada por la teología…; tender, a través del
curso de la Historia universal, los hilos que enlazan el pecado original con el juicio
universal” dice Dilthey.

En lo que llevamos del capitulo hemos intentado describir la realidad “histórico-social”


o, quizás mas exactamente, histórico-vital, que es la realidad nueva investigada por el
vitalismo y el historicismo. Pero sabemos ya que cuando en la cultura incide una
realidad nueva se impone una también nueva metodología para estudiar e investigar la
realidad recién encontrada.

En el fondo se trata de asignar a la razón el estudio de la realidad natural, tal como lo


investigan las ciencias, mientras que la realidad espiritual, la realidad histórico-vital,
solo puede ser investigada por la autognosis y por la intuición.

La razón científica es analítica; secciona el objeto de un modo obsesivo e investiga las


partes por separado. Pero la idea implícita en la autognosis es que si seccionamos al ser
vivo en general lo matamos y nos quedamos sin nada entre las manos. Del mismo modo
de desvanecer la realidad histórico-vital si queremos estudiarla analíticamente.

Pero si un nuevo modo de conocer supone un nuevo planteamiento de la psicología, no


es menos cierto que también conlleva una nueva facultad cognoscitiva. Por eso, a las
razones analítica y dialéctica, examinadas con anterioridad, debe añadirse, tratándose
del historicismo y del vitalismo, la razón histórica.
Evidencia de lectura vitalismo y Nietzsche

Para Nietzsche, la vida es la realidad básica. El hombre se encuentra con que le han
dado la vida de un modo gratuito, sin hacer nada para conseguirla. Pero, una vez que la
posee, el se constituye en exclusivo dueño de su vida, y el único responsable. Todo lo
anterior no es obstáculo para que el hombre sienta verdadero apetito de vivir y
considere la vida como valor supremo. Por consiguiente, el ansia de vivir no se funda en
ningún otro valor distinto de la propia vida; nada tiene valor sino en la vida y por la
vida. Nada hay por lo que deba vivirse, siendo ella su único fin.

Según Nietzsche, la vida ideal es la vivida por los grandes ejemplares humanos. Pero
evoluciono en cuanto a valorar los grandes ejemplares humanos y, por consiguiente, en
cuanto a decirnos en que consiste la vida ideal.

El ideal estético: es el tipo de vida que aparece en las tragedias griegas y que se encarna
en el hombre de las grandes pasiones y ambiciones, que vienen representadas en lo
dionisíaco y en lo apolíneo.

El ideal científico: viene representado en el sabio, el sublime pensador que es capaz de


encararse con la realidad total, totalmente libre de prejuicios, que conoce todas las
miserias y que, a pesar de todo, afirma la voluntad de vivir.

El superhombre: como ideal humano significa, ante todo, la voluntad de dominio sobre
si y sobre los demás. El superhombre no tolera que se le impongan desde fuera ni
valores ni fines ni obligaciones. Es el creador de todo valor y de toda obligación; esta
mas allá del bien y del mal y para el Dios esta de sobra.

Para ortega no hay tipos de vida privilegiados; todos son sublimes por igual para cada
uno. En ortega la vida se individualiza, se subvjetivisa; carece de la trascendencia social
que le concede Nietzsche, de las resonancias en la sociedad. La vida orteguiana es
centrípeta: el hombre es causa sui y todo converge hacia la mismidad del sujeto
humano: las cosas y los demás hombres.

Ortega se preocupa, de un modo especial, de demostrar que la vida es fin para si misma,
sin que ella tenga que subordinarse a ninguna otra finalidad, constituyendo este matiz
otra característica del vitalismo orteguiano.

También se da cuenta de que todo debe subordinarse a los valores vitales, de que la vida
debe revalorizarse y de que los demás valores deben ser meros instrumentos al servicio
de la vida. Se entusiasma Ortega con este nuevo giro, que parece ser mas importante
que el copernicano: “¿no es este tema digno de una generación que asiste a la crisis mas
radical de la historia moderna hacer un ensayo opuesto a la tradición de esta y ver que
pasa si en lugar de decir ‘la vida para la cultura’ decimos ‘la cultura para la vida`?”
Evidencia de lectura Fenomenológica

Etimológicamente, fenomenológica significa ciencia de los fenómenos. Varios son los


significados que se han atribuido a la palabra fenómeno a lo largo de la historia de la
filosofía.

De este modo, el fenómeno empíricamente considerado pasa a ser el único camino para
conocer la realidad, desechando positivamente ocultas cualidades del tipo metafísico y
ateniéndose exclusivamente a lo dado en el fenómeno.

Al menos en principio, Kant toma en consideración el fenómeno empírico, tal como


aparecía en la física newtoniana. Pero, en definitiva, sabemos que el fenómeno kantiano,
al disociarse del noúmeno, vuelve a caer en un metafiscismo mas radical que en los
escolásticos; pues en este su ineficacia para reflejar la realidad provisional.

La reducción fenomenológica consiste precisamente en despojar al fenómeno de todo


elemento extraño, para quedarnos solo con la cosa presentada, con la esencia. La
reducción consiste en poner en paréntesis, en prescindir de todos esos elementos
extraños al fenómeno y a la esencia. La reducción es una especie de duda metódica, tal
como lo empleo Descartes.

Por la reducción eidética prescindimos de ciertos elementos que aparecen en el mismo


fenómeno en cuanto objeto de conocimiento, peor que no pertenecen estrictamente a el.
Lo que se busca con esta reducción es quedarnos con la esencia de la cosa presentada,
neutralizando todo elemento concreto y accidental de esa cosa. La esencia no es para
Husserl ninguna entidad real y externa al fenómeno, como quería Aristóteles y sus
seguidores, sino la idea abstracta de la cosa, una unidad objetiva de sentido, de carácter
lógico-ideal.

Por ultimo la reducción trascendental consiste en prescindir principalmente de la


existencia propia del individuo cognoscente, así como de los actos psíquicos que
intervienen en el conocimiento en general.
También estos elementos son algo muy distinto de la cosa misma presentada en el
fenómeno. Pero al prescindir de los elementos pertinentes al sujeto y de sus actos nos
damos cuenta de que no podemos hacer lo propio al respecto del sujeto mismo de
conocimiento.

Husserl ha distinguido como nadie los niveles de la noema y de la noesis, contribuyendo


con ello a desenmascarar al primer error de los psicologiotas, consistente en la no
distinción de ambos niveles.
Evidencia de lectura existencialismo

Dentro de los rasgos comunes del existencialismo, se pueden señalar grandes


divergencias entre los principales filósofos existencialistas. Se pueden considerar dos
grandes tendencias dentro del existencialismo: el existencialismo alemán, representado
por Martín Heidegger y el existencialismo francés, cuyo principal representante es Jean
Paul Sartre.

Martín Heidegger.

El propósito general de Heidegger es preguntarse por el sentido de ser, encaminando de


su investigación por derroteros puramente antológicos. La cuestión del ser no solo había
caído en el olvido, sino que, debido a una pretendida claridad y evidencia de la cuestión,
no había sido planteada en sus términos precisos. Sin embargo, el concepto de ser es
uno de los más oscuros.

De aquí la diferencia entre lo óptico y lo antológico. Óptico es lo perteneciente al ente; a


el corresponden las categorías que se definen como los conceptos fundamentales de las
cosas. Lo antológico es lo perteneciente al ser y a el corresponden los existenciarios:
conceptos fundamentales del ser manifestado en el ser-ahí.

Comienza Heidegger por exponer lo absorbente de los temas metafísicos, los cuales
presentan en este sentido dos peculiaridades 1) toda cuestión metafísica abarca la
totalidad de la problemática metafísica. 2) El interroga. La pregunta incluye a la
pregunta. Toda pregunta desemboca en el ser. Siguiendo derroteros semejantes, Sastre
llega a la nada por la pregunta. Para preguntar, el interrogador debe antes anhilar el
ente; sin esta anulación no seria cuestionable; y luego a si mismo, a su determinación,
porque si no toda pregunta carecería de sentido.

Jean Paul Sartre

Distingue las esferas en el ser. Lo en-si lo para-si y lo en-si-para-si.

Lo en-si: El principio básico en que se fundamenta lo en-si es en la negación


contundente del concepto aristotélico de potencia, acercándose por ello al ser compacto
de Parmenides.

Lo para-si. La solución a esa cuestión es que el único ser posible resultara ser pura nada
teniendo lo en-si la exclusiva del ser, el hombre, al ser distinto de lo en-si tiene que ser
nada. El hombre deviene gracias a la anulación del ser. El hombre, lo para-si, se nos
presenta como una oquedad del ser.

Lo en-si-para-si. Este objeto fundamental al que se dirige el éxtasis primordial del


hombre es contradictorio. El en-si-para-si es una contradicción que reviste la forma del
ser y del no ser simultáneamente. Ello supondría la anulación del ser. Así pues, el
hombre fracasa en su aspiración fundamental del ser.
Evidencia de lectura materialismo e idealismo.

El materialismo no es un sistema dogmático. Es una forma reinterpretar, de concebir, de


explicar todos los problemas.
La forma materialista de interpretar los acontecimientos, de concebir las cosas y sus
interconexiones, se opone a la forma idealista de interpretarlos y concebirlos.

El idealismo es otra forma de interpretar las cosas que considera lo espiritual con
propiedad sobre lo material, en tanto que el materialismo considera lo material primero.
El idealismo supone que todo lo material depende de algo espiritual y esta determinado
por ello, en tanto que el materialismo reconoce que todo lo espiritual depende de algo
material y esta determinado por ello.

El idealismo y lo sobrenatural. En el fondo, el idealismo es religión, teología. Todo


idealismo es una continuación del enfoque religioso de los problemas, aunque ciertas
teorías idealistas, hayan tirado su cubierta religiosa.

El materialismo, por otra parte, busca explicaciones en términos que pertenecen al


mundo material, en términos de factores que podemos comprobar, comprender y
controlar las raíces de las concepciones idealistas de las cosas, pues, son las mismas que
las de religión.

Hemos visto que el idealismo, en el fondo, siempre cree en dos mundos el ideal y el
material, y que coloca al mundo ideal antes por encima del mundo material. El
materialismo, por otra parte conoce solo un mundo, el mundo material y se niega a
inventar otro mundo ideal, imaginario y superior.

Pero no se es materialista solo con afirmar que el mundo externo existe


independientemente de nuestra percepción. Por ejemplo, tomas de Aquino el gran
filósofo católico de la edad media, era realista, en ese sentido. Y hasta la fecha la
mayoría de los teólogos católicos consideran herejía no ser realista en filosofía. Pero al
mismo tiempo, afirman que Edmundo material que en realidad existe fue creado por
Dios una fuerza espiritual. Así lejos de ser materialistas, son idealistas.

El tipo de materialismo producido en el pasado por la burguesía revolucionaria era un


materialismo mecanicista. Este adopto la antigua concepción materialista de que el
mundo consistía de partículas materiales inmutables, cuya interacción producía todos
los fenómenos de la naturaleza, y además trato de comprender el funcionamiento de la
naturaleza tomando como modelo el de una maquina.

El materialismo dialéctico, superando y pasando mas allá de la posición dogmática del


mecanismo, afirma que el mundo no es un complejo de cosas sino de procesos; que la
materia es inseparable del movimiento; que el movimiento de la materia comprende una
diversidad infinita de formas que surgen una de otra y se transforman una de otra; y que
las cosas existen, no como unidades individuales distintas, sino en esencial
interconexión y relación.
Juan Manuel Morales Chávez

Reportes de lectura filosofía

1B turno matutino

16 de diciembre de 2010

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