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VIDA Y MÁS | LIFE & MORE
¿Puede el ejercicio físico prevenir
la adicción a las drogas?
(AP)—Seguro, el ejercicio es bueno para
su cintura, su corazón, sus huesos… pero,
¿podría prevenir también la adicción a las
drogas o al alcohol?
Hay indicios de que la actividad física pu-
diera provocar cambios en el cerebro para
hacerlo.
La pregunta es cómo la actividad física
regular de intensidad variable (danza, ciclis-
mo, natación, tae kwan do) pudiera afectar el
estado de ánimo, el desempeño académico, e
incluso los mismos sistemas de recompensa
en el cerebro que pueden ser controlados por
el abuso de sustancias.
Lo que llamó la atención de la doctora
Nora Volkow, jefa del National Institute of
Drug Abuse, fue que un estudio descubrió
que los adolescentes que reportaron haberse
ejercitado todos los días tuvieron la mitad de
probabilidad de fumar que sus contrapartes
sedentarias y 40 por ciento menos probabili-
dad de usar mariguana.
Volkow sabe (debido a que corre diaria-
mente 6 millas y por sus experimentos cien-
tíficos) que al cerebro le gusta la actividad
física. El ejercicio parece estimular neuroquí-
micos que sienten y refuerzan el placer.
“En los niños es innato”, menciona. “Los
niños quieren moverse”.
Pero los niños se están haciendo más se-
dentarios, como lo ilustra la epidemia de
obesidad. El tiempo frente a la pantalla ha
reemplazado los juegos en exteriores, y cuan-
do los jovencitos se acercan a la adolescencia,
la carrera que antes era divertida se convierte
en una tarea tediosa más.
“¿Por qué perdemos la habilidad de expe-
rimentar placer con la actividad física?” pre-
gunta Volkow.
Recientemente ella reunió a más de 100
especialistas en ejercicios y neurobiología
para explorar el potencial de la actividad físi-
ca en la lucha contra el abuso de sustancias, y
anunció la llegada de $4 millones en nuevos
fondos de investigación.
Los programas de tratamiento contra el
abuso de drogas incluyen ejercicio para man-
tener a la gente distraída de sus antojos, pero
ha existido poca investigación formal acerca
de los efectos.
La mejor evidencia: Brown University
ALGUNAS INVESTIGACIONES sugieren que la actividad física puede producir cambios
en el cerebro que ayudan a prevenir la adicción a las drogas o el alcohol.
SOME RESEARCHES suggest that physical activity might spur changes in the brain to
help prevent addiction to drugs or alcohol.
llevó a fumadores al gimnasio tres veces a la
semana y descubrió que añadir ejercicio a un
programa para dejar de fumar incrementó al
doble la probabilidad de que las mujeres de-
jaran el hábito, dijo la doctora Bess Marcus,
líder del estudio.
Ella está trabajando ahora con la YMCA
en un estudio con fondos de NIDA para com-
probar los beneficios. Marcus advierte que la
gente que está tratando de dejar una adicción
tiene un poderoso incentivo para ejercitarse.
¿Pudiera usarse esto para la prevención?
Estas son algunas pistas:
Las ratas tuvieron menor probabilidad de
ingerir anfetaminas si sus jaulas tenían rue-
das para correr, sugiriendo que el ejercicio
estimuló un mecanismo de recompensa en el
cerebro para hacer que fueran menos vulne-
rables al efecto de la droga.
En la gente, el ejercicio actúa como un
antidepresivo ligero y alivia el estrés. La de-
DOMINGO, 6 DE JULIO DE 2008
presión, la ansiedad y el estrés incrementan
el riesgo del alcoholismo, fumar o el abuso de
drogas.
Volkow está intrigada de que los transtor-
nos de déficit de atención y la obesidad tengan
problemas con el químico cerebral llamado
dopamina, un sistema que las drogas contro-
lan para crear la adicción. Los monos bebés
que no juegan lo suficiente en su niñez tienen
problemas para controlar la agresión cuando
son mayores. Los más agresivos tienden a te-
ner defectos con el químico cerebral llamado
serotonina, que hace que uno se sienta bien,
y beben demasiado cuando los investigadores
les ofrecen alcohol.
Pero unos cuantos estudios con niños su-
gieren que la actividad física predice un me-
jor resultado en los exámenes de matemáti-
cas, verbales y otros, y un mejor desempeño
escolar está ligado a un menor riesgo al abuso
de sustancias.
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Can exercise
stop drugs?
S ure, exercise is good for your waist-
line, your heart, your bones - but
might it also help prevent addiction to
drugs or alcohol?
There are some tantalizing clues that
physical activity might spur changes in
the brain to do just that. Now the gov-
ernment is beginning a push for hard
research to prove it.
This is not about getting average
people to achieve the so-called runner’s
high, a feat of pretty intense athletics.
Instead, the question is just how
regular physical activity of varying in-
tensity - dancing, bicycling, swimming,
tae kwan do - might affect mood, aca-
demic performance, even the very re-
ward systems in the brain that can get
hijacked by substance abuse.
What first caught the attention
of National Institute on Drug Abuse
chief Dr. Nora Volkow: A study found
tweens and teens who reported exercis-
ing daily were half as likely to smoke as
FOTO: AP
their sedentary counterparts, and 40
percent less likely to experiment with
marijuana.
Volkow knows - from her own
6-mile daily runs and from her scientif-
ic experiments - that the brain literally
likes physical activity. Exercise seems to
invigorate neurochemicals that sense
and reinforce pleasure.
“In children, it’s innate,” she notes.
“Children want to move.” But children
are becoming more sedentary and as
youngsters approach adolescence, the
run that used to be fun too often be-
comes a chore - the dreaded jog around
the school track.
“Why do we lose the ability to expe-
rience pleasure from physical activity?”
asks Volkow.
Recently she brought 100 special-
ists in exercise and neurobiology to a
conference to explore physical activity’s
potential in fighting substance abuse.
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