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33 Congreso General SINDICATO UAM.

33 CONGRESO GENERAL ORDINARIO DEL SINDICATO


DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA

4-6 junio 2009

LA INMINENTE NECESIDAD DE CREAR UNA SECRETARIA DE LA MUJER


ASÍ COMO UNA SECRETARIA DE ADULTOS MAYORES EN EL SITUAM

Yan María de Lourdes Castro


Ayudante de Biblioteca, UAM-Xochimilco.

Cada sector social tiene sus necesidades específicas: los indígenas, los
obreros, los campesinos, los trabajadores de servicios, los migrantes, las
personas con discapacidad, las madres solteras, los desempleados, los
jóvenes, entre muchos otros más, así como también, las mujeres y los adultos
mayores.

Por esta razón es inaplazable crear en el SITUAM tanto la Secretaría de las


Mujeres como la Secretaría de las y los Adultos Mayores, ya que son dos
sectores de trabajadores de la UAM desprotegidos de muchas de sus
necesidades específicas. Nuestro Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) uno de
los más avanzados de la República Mexicana, responde a las necesidades de
éstos en su calidad de trabajadores en lo general, pero muy poco en su
calidad de sectores en lo particular. Las cláusulas del CCT que la lucha
sindical ha logrado conquistar para dichos sectores son importantes, pero
insuficientes para la gran cantidad de problemáticas específicas que cada uno
enfrenta; además, la ley es letra muerta si no existen movilizaciones sociales
e instancias que las hagan valer. La implementación de foros, conferencias,
espacios, fiestas y regalos para éstos, no significa que cubran sus diversas
necesidades específicas.

Hay compañeras que consideran innecesario, inútil o hasta contraproducente


crear estas dos secretarías porque argumentan que las carteras que existen ya
cubren dichas necesidades y sería duplicar esfuerzos, lo cual es falso; por lo
tanto es necesario explicar brevemente el porqué de la necesidad de ambas
instancias.

LAS MUJERES

Históricamente se ha demostrado hasta el cansancio que las mujeres somos


doblemente explotadas no sólo por formar parte de la clase trabajadora sino
también por el hecho de ser mujeres. Es decir, por un lado, a través del
trabajo-asalariado (mal pagado) y además, por otro lado, también a través
del trabajo del hogar (no-pagado). Condición de doble explotación que crea
una situación de vida mucho más desventajosa para las mujeres que para los
hombres y asimismo, por tanto, de salud más complicada. Aunque las
primeras solemos tener más resistencia que los varones también solemos
tener más padecimientos como efecto de dicha doble explotación, ello debido
a las enormes responsabilidades de la maternidad y cuidado de los hijos y
además de todos los deberes domésticos: trabajo del hogar no pagado, sin
horario, sin seguro social, sin vacaciones, sin jubilación, sin pensión, sin
tiempo extra, polivalente, etc.

La condición fisiológica de las mujeres cuenta con una especificidad que no


tienen nuestros compañeros que es la procreación o reproducción: desde la
menstruación, embarazo, parto y maternidad hasta el maternaje (cuidado de
los niños hasta los cinco años cuando empiezan a bastarse por sí mismos), así
como, climaterio, osteoporosis, cáncer cervicouterino o mamario,
extirpaciones indiscriminadas de úteros y ovarios (a raíz de la contratación de
Gastos Médicos Mayores), terapia de reemplazo hormonal (TRH), infecciones
de transmisión sexual (ITS) -varias transmitidas de hombres a mujeres como el
Virus del Papiloma Humano, Candidiasis- etcétera, e incluso, la interrupción
legal del embarazo (ILE) o aborto y lo relacionado con métodos
anticonceptivos, todo lo cual requiere de una atención especializada.

A ello hay que agregar el problema de hostigamiento y acoso sexual constante


por parte de algunos elementos de la patronal contra las trabajadoras, entre
otras problemáticas más.

Las secretarías que existen hasta hoy no se dan abasto para atender todos
estos aspectos además de los que afectan a los demás trabajadores varones,
aunado a que no cuentan con proyectos y programas concretos para estas
necesidades o simplemente las desconocen o no les interesa.

No se trata de crear otra secretaria para “engrosar el aparato burocrático del


sindicato” o una secretaría que supla o duplique las funciones de las que ya
existen, como afirman: Adriana Cota, Nina Torres y Ana Alicia Solís, sino por
el contrario, una instancia que promueva la transversalidad de los asuntos
femeninos en todas las demás secretarías, sobre todo, en las de Previsión,
Educación y Conflictos y que además, cubra todos aquellos aspectos que
quedan descubiertos por ellas.

Una secretaría donde puedan recurrir las trabajadoras para buscar soluciones
a sus asuntos específicos como sector femenino, en la que se sientan
representadas y en la que encuentren soluciones concretas e inmediatas. Una
instancia especializada en información sobre los servicios que prestan las
diferentes instituciones públicas que atienden asuntos de las mujeres como
los Institutos de las Mujeres, los CAVIs, los centros de salud para la prevención
de cáncer cervicouterino y mamario e ITS y otras. Pero sobre todo, lleve
seguimiento a la atención que presta el ISSSTE a las trabajadoras en asuntos
de maternidad y padecimientos propios de la mujer, ante la cual existen
muchísimas quejas de atención inadecuada.

Una Secretaría de la Mujer como la tienen otros sindicatos, entre ellos el de


la Universidad Nacional Autónoma de México, el STUNAM (que hasta ahorita,
que sepamos, no ha generado una “guerra de sexos” al interior del sindicato
ni ha dividido a la clase trabajadora de la UNAM).

Cota, Torres y Solís argumentan que el Espacio de la Mujer (que da un


espacio de dos horas al mes) cumple las funciones de una Secretaría de la
Mujer. Un espacio que a veces funciona y a veces no, que por muchos años no
ha operado en algunas unidades, al que concurren muy pocas trabajadoras y a
veces está desierto y se utiliza exclusivamente para pláticas o conferencias o
reunión de amigas.

La iniciativa de crear la Secretaría de las Mujeres es una inquietud que desde


hace muchos años hemos venido manifestando varias trabajadoras y que
hemos conversado de manera informal con algunos compañeros de los diversos
comités ejecutivos, pero nunca hemos encontrado interés por parte de
ninguno de ellos. Ahora que el presente Comité Ejecutivo abre la posibilidad,
se oponen Griselda Cortes del GIC Xochimilco (Grupo Tribuna) y las
mencionadas Cota, Torres y Solís porque piensan que es una iniciativa del
Secretario General (ignoramos que problema tengan con él).

Ellas parten de la idea de que “todas las y los trabajadores somos iguales” y
por tanto, que el CCT y las 10 secretarías que existen proporcionan un servicio
igual para todos cubriendo a todas las y los afiliados sin distinción de sexo -
excepto algunas prestaciones específicas para el sector femenino-. Ellas
sostienen que “no vivimos problemas individuales o por género en nuestra
organización sindical” (Hoja sindical “Mujer que camina” No. 2, 15 de abril
del 2009). Piensan que hombres y mujeres somos iguales como si no
existieran profundas diferencias sexo-genéricas y alrededor de cinco mil
años de opresión patriarcal en contra del sector femenino de la
humanidad; sin embargo, a la vez se contradicen cuando reconocen que las
mujeres enfrentamos “una problemática específica” y “la doble o triple
jornadas de trabajo”.

No es lo mismo un trabajador del SITUAM de extracción urbana que indígena


(como muchos de nuestros compañeros); no es lo mismo un trabajador con
discapacidad que aquel que no tiene esta situación, no es lo mismo un
trabajador anciano que un adulto, no es lo mismo un trabajador con estudios
que otro que apenas sabe leer y escribir, etcétera, existen sectores con sus
necesidades específicas y debemos reconocerlas.

Les preguntamos a Griselda, Cota, Torres y Solís: ¿van ellas a atender todas
las problemáticas específicas del sector femenino del SITUAM?, ¿ellas nos van
a proporcionar todos los servicios?, ¿en su Espacio de la Mujer han resuelto las
graves situaciones que enfrentamos las trabajadoras del sindicato? Si las
académicas e intelectuales no necesitan una Secretaría de la mujer porque
ganan mucho más que nosotras para poder cubrir sus necesidades como
mujeres ¡las trabajadoras de la base si la necesitamos! y ellas no pueden
impedirnos plantearla en nuestro próximo Congreso pues ya comentaron:
“Esperamos que no incluyan esta propuestas en el próximo Congreso” (Cota,
Torres y Solís).

Las trabajadoras de la UAM conformamos la mitad de la plantilla de


trabajadores, alrededor de 2500 y, sin embargo cada una de nosotras
enfrenta sola sus necesidades ¡no estamos solas unamos nuestros esfuerzos
en torno a la Secretaría de la Mujer¡

ADULTAS Y ADULTOS MAYORES

De igual manera sucede con otro sector más de trabajadores de la UAM, los
adultos mayores: por un lado, aquellos que son trabajadores en activo
actualmente en la UAM; y por otro lado, aquellos que ya se jubilaron o se
encuentran pensionados fuera de la institución.
O sea, por un lado, aquellos trabajadores y trabajadoras que ya ingresamos a
la vejez y continuamos trabajando, pero bajo una serie de desventajas o
condiciones adversas que están dificultando actualmente nuestra eficacia en
el trabajo, mismas que con una planeación y condiciones adecuadas podemos
continuar laborando eficazmente y siendo altamente productivos.

Y por otro lado, también, recuperar a todas aquellas compañeras y


compañeros que se encuentran jubilados o pensionados fuera de la
institución, pero que trabajaron toda su vida para ella quedando a merced
de la más absoluta indefensión y vulnerabilidad; ya sea que tengan hijos que
la mayoría de las veces no pueden atenderlos o se encuentren fuera de la
ciudad de México trabajando como migrantes en EU, los hayan abandonado o
no tengan hijos.

Estas realidades solo puede ser atendidas por una Secretaría específicamente
especializada en adultos mayores con el fin de resolver las problemáticas de
los que se encuentran tanto al interior de la UAM, como coadyuvar a resolver
ciertas problemáticas de los que se encuentran al exterior de la misma,
creando instancias para evitar su dispersión y asilamiento, reuniéndolos a
través de Comités de Autoapoyo o Consejos de ancianas y ancianos del SITUAM
para buscar y crear fuentes de empleo alternativas e incluso de vivienda. Ya
que todos, absolutamente todas y todos llegaremos a la ancianidad.

El sindicato no puede desatender a sus afiliados que se encuentran en la


vejez:

a) muchos de los cuales quieren continuar laborando porque constituye


uno de los más elementales derechos humanos, el derecho al trabajo, y

b) muchos de los cuales necesitan continuar laborando ya que la situación


económica del país es tan adversa que necesitamos continuar trabajando
hasta donde den nuestras ultimas fuerzas físicas y psíquicas para poder
sobrevivir. Ni la UAM ni el ISSSTE pueden obligarnos a renunciar al derecho al
trabajo, como lo esta haciendo éste último con su Nueva Ley del ISSSTE
Antihumana (NLIA).

Es necesario que el sindicato tome medidas preventivas diseñando propuestas


y alternativas laborales adaptadas a las nuevas facultades físicas de cada uno,
para aplicarlas a través de una Comisión Mixta para Adultos Mayores. Existen
muchísimas alternativas para que las y los trabajadores adultos mayores
puedan continuar siendo altamente productivos para la institución,
sustituyendo aquellos trabajos demasiado pesados, delicados o peligrosos que
muchos compañeros y compañeras han desarrollado durante 30 ó 40 años,
pero que debido al avance de su edad actualmente les es difícilmente llevar a
cabo, como algunas áreas de intendencia, jardinería, vigilancia, carga,
choferes, etc. y que requieren de cierta reubicación en el mismo puesto y en
la misma área o en otras más adecuadas a su edad o disminución de sus
mismas áreas o volúmenes de trabajo. (Por todos es sabido que existen
trabajadores patronales que no trabajan o trabajan uno o dos días a la
semana, una hora diaria o tiene las mejores áreas o volúmenes de trabajo, lo
cual es totalmente injusto).

Asimismo, de ninguna manera debemos olvidar a las y los trabajadores con


alguna discapacidad congénita o adquirida, a fin de que la Secretaria de
Previsión Social se encargue de gestionar condiciones de trabajo adecuadas
para ellos.

Esta iniciativa pretende brindar una alternativa a las y los trabajadores que
han entregado toda su juventud y adultez a la institución, más de la mitad de
su vida, y que con su labor han contribuido al desarrollo de la misma así como
a la riqueza nacional del país a través de la plusvalía que han generado.

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Estas dos secretarías beneficiarían principalmente a la mayoría de las trabajadoras


y trabajadores que constituimos la base sindical con más bajos salarios -
comparados con los salarios que ganan las trabajadoras y trabajadores académicos- y
que por tanto no contamos con dinero ni ahorros para pagar apoyos por fuera de la
institución para solventar nuestras necesidades.

Pero sobre todo contribuiría al fortalecimiento y renovación del sindicato en un


momento en que la ofensiva del gran capital está golpeando para terminar con la
organización de la clase trabajadora en sindicatos o reducirlos a sindicatos blancos es
decir, al servicio de la patronal o al servicio de las propias mafias sindicales que sirven
exclusivamente a su clientela laboral.

--- Om mani padme hum ---

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