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MONICIÓN:

Hoy nos reunimos en comunidad para orar juntas, para


hacer un hueco en nuestro corazón a Dios que se abaja para
buscar morada en nuestra casa.

Es una posibilidad asombrosa, ésa de que ande Dios en


busca de techo y que esté esperando ante nuestra puerta, por si
le ofrecemos un rincón acogedor y caliente.

Es por eso que nos podemos preguntar antes de comenzar


nuestra oración.

• Hago un momento de silencio en mi interior.


• ¿De qué forma he ido preparando mi corazón en este
tiempo de Adviento?
• El Señor está llamando a mi puerta.

CANTO: Un Belén en cada hogar


Que vengan las madres,
Que vengan los hijos
Que acudan el buey y el pastor.
Que vayan llegando mayores y niños
El músico y el director.
Que venga ese Ángel que cuida un enfermo

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Que acudan obrero y patrón
Que venga el parado que busca trabajo,
El juez, el cartero, el actor.
YO TAMBIÉN, TU TAMBIÉN,
TODOS JUNTOS HA HACER UN BELÉN
EN CADA HOGAR UN BELÉN
Y NOSOTROS EN EL
COMPARTIENDO ALEGRÍA.
PON EN TU HOGAR UN BELÉN
QUE CONTAGIE DE PAZ AL BELÉN DE LA VIDA.
RECORDAREMOS EN EL
A LOS QUE AHORA NO ESTÁN PERO NUNCA SE OLVIDAN
Y ASÍ PODEMOS HACER QUE PAREZCA QUE ES
NAVIDAD CADA DÍA.( bis)
Que vengan los pobres, que vengan los ricos
Que avisen al pescador
Que acudan cajeras
Que venga de fuera aquel que hace tiempo marcho.
Que vengan los médicos, las enfermeras
Alumnos y algún profesor
Que acuda el taxista
Y las costureras, el técnico y el conductor.
YO TAMBIÉN, TU TAMBIÉN…..

LOS SUYOS NO LE RECIBIERON

“Los suyos no le recibieron”, dice Juan en el prólogo de su


evangelio. “No hubo lugar para ellos en la posada”, constata
Lucas en su narración del nacimiento.

Y ante esas negativas, que nos estremecen, pero con las que
nos podemos sentir en algún momento identificadas, puede nacer
en nosotras un deseo acuciante de comportarnos de otra manera

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y de abrir nuestras puertas para que entre ese huésped que ha
venido a vivir en nuestra casa.

Quizá tengamos que cambiar nuestras opiniones sobre los


emigrantes que intentan entrar en nuestro país; quizá
escuchemos la llamada a acoger en nuestras comunidades a gente
deteriorada física o psíquicamente; o quizá sólo esté a nuestro
alcance la forma más cotidiana de acogida, que es la de
ofrecernos unas a otras espacios de seguridad, comprensión,
confianza y reconocimiento.

Reflexionamos en silencio

• Entro en lo profundo de mi corazón, ahí donde está Dios,


disfruto de su presencia.
• Le doy las gracias por hacerse presente en la persona de
los pobres, en las Hermanas de Comunidad; por haberme
regalado la capacidad para descubrir su presencia y
acogerle.
• Si lo necesito, le pido perdón por las veces en las que no he
sido capaz de reconocer su presencia en mí o en los demás.

EXPERTAS EN NOCHE

En medio de la noche quiso venir Dios al mundo.

La noche es, para muchos, tiempo de descanso y cese del


trabajo. Su llegada invita a dormir y relajar tensiones. Otros
comienzan en ella su tiempo de vigilia y, de las interminables
horas en las que velan, oran, cuidan, limpian, conducen o guardan,
se convierten en la conciencia del mundo.

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Cuando esas horas de vigilia se hacen interminables
necesitamos acudir a los “expertos en noche” para que su voz
tranquilizadora sosiegue nuestra impaciencia y los ánimos para
seguir esperando la llegada del amanecer.

“Velaban por turnos los rebaños a la intemperie”. (Lc


2,8) Los pastores representan la atención despierta y el deseo
expectante. Junto a la hoguera donde se calientan del relente de
la noche, los pastores parecen estar diciéndonos:

Hoy el Ángel nos dice a nosotras:

“Estad atentas, Hijas de la Caridad, no perdáis la conciencia


de la noche: sólo en ella se revela el inmenso y silencioso trabajo
de Dios en el mundo; sólo estando del lado de los que padecen
más su intemperie puede sorprendernos la visita del ángel; sed
expertas en noche”.

CANTO: DIOS AMA TANTO A LOS HOMBRES.

1.- Dios ama tanto a los hombres


Que no nos quiere dejar
Solos y tristes vagando
Por los senderos del mal

DESDE LOS CIELOS AL HIJO NOS DA


QUE DE UNA MADRE NACIÓ EN UN PORTAL
GLORIA DE LUZ Y DE ESTRELLAS
TIERRA DE CARNE INMORTAL.

2.- En este niño tan niño


Dios ha querido juntar
Todo lo grande y lo eterno.
Toda mi debilidad.

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PORTADORAS DEL EVANGELIO

“Fueron a toda prisa y


encontraron…”
(Lc 2,16). Como Pedro, Juan y las
mujeres en la mañana de Pascua, los
pastores corren en medio de la
oscuridad y encuentran a Jesús
acostado en el pesebre.

Lucas nos hace participar de la


onda expansiva de un evangelio que de los ángeles ha pasado a los
pastores, que está destinado a todo el pueblo, que colma de
asombro a los que lo oyen, que es conservado por María en su
corazón, y se convierte en un himno de alabanza.

Las Hijas de la Caridad contemplan a Cristo en el


anonadamiento de su Encarnación Redentora, maravillándose
de que
“Dios, en cierto modo, no pueda o no quiera ya nunca
estar separado del hombre”.
De Él aprenden a revelar a sus hermanos y hermanas el
Amor de Dios por el mundo, especialmente por los pobres.
(C.17b)

REZAMOS TODAS JUNTAS


Acercarse a Belén ,
es acercarse al mundo de los sueños más hermosos.
Porque Belén no es una ciudad de nuestro mundo,
sino un rincón del corazón humano.

En Belén hemos nacido todos,


en Belén se apacienta nuestra infancia.
Aquí giró la historia.

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Aquí nació la vida.
Hasta Belén, ser hombre
era nacer para vivir rodando
por la cuesta del tiempo.

Desde Belén , ser hombre


es aprender la enorme
aventura de escalar las alturas.
Aquí, ser hombre se convirtió en ser Hijo de Dios.
Aquí, el Dios de los cielos
inició la locura de volverse pequeño.
Por eso las campanas de Belén están locas,
repican y repican para explicarle al mundo
la alegría del cielo,
para que todos sepan que el hombre está salvado
ahora que Dios se ha hecho hombre como nosotros.

El Dios de las alturas nunca fue un exquisito,


ni una ciudad fría de gélidos burócratas,
sino en pobreza de los pobres más pobres ,
en calles malolientes donde el hombre agita,
en un triste pueblo despreciado de todos.
No busquemos en Belén hermosas catedrales,
iglesias esplendentes, basílicas radiantes,
la flecha luminosa de las agujas góticas,
las vidrieras de fuego donde ardió el Medioevo.
Todo en Belén es pobre
como el Dios que lo habita.

Y ahora...,pasar conmigo por la pequeña puerta


que conduce a la gruta.
Una puerta que tiene la estatura de un niño
y en la que hay que agacharse para poder entrar.
Porque para llegar hasta el Dios de los cielos
sólo hay dos caminos:

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la puerta de la infancia
y la humildad.
Para ver a Jesús, es necesario
doblar el espinazo del orgullo,
agachar la cabeza de nuestras importancias,
hacerse niños como El se hizo.

Y ahora...,arrodillémonos: Aquí ocurrió el prodigio,


aquí una virgen-Madre iluminó la tierra,
aquí por primera vez se oyó el llanto de Dios,
aquí la sangre humana se vio multiplicada,
aquí un diminuto corazón de chiquillo
fue, por primera vez, el corazón de Dios.
Aquí, entre estas paredes de humedad y de piedra,
entre dos animales asustados y atónitos,
nació aquel cuerpo y sangre
que el hombre comería por los siglos de los siglos.

Alejar nuestros ojos de los falsos adornos


que camuflan la gruta,
no contemplemos ;
las lámparas ni las raídas de sedas
que quieren ocultar
el oro santo de la sencillez.
Cerrar más bien los ojos y asombrémonos.
Dejar que sea el corazón quien mire.

Y , después , alegrémonos igual que los pastores


que en esta misma gruta escucharon su anuncio:
gloria a Dios en el cielo.
paz a los hombres de buena voluntad.

Levantar nuestras manos para dar también gloria


y dejad que la paz penetre en nuestra alma
como la gran nevada de la misericordia.

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Dejar que, muchos años después,
El Niño vuelva a nacer en nosotros,
Convertir nuestras almas en el portal
viviente.
Y sea nuestra casa como un nuevo Belén.

• COMPARTIMOS

MARÍA FUE LA PRIMERA EN VER A DIOS


HECHO HOMBRE, FUE LA PRIMERA QUE
CANTO EL MAGNÍFICAT, CANTAMOS CON
ELLA,

ORACIÓN (todas juntas)

María de la Esperanza
ayúdanos a dar a luz a Jesús.
Queremos llevar al mundo
la paz, la justicia, y la fraternidad
que nacen en el pesebre de Belén.
Queremos cantar contigo
al Dios que hace maravillas
y que libera a su pueblo
para hacer un mundo nuevo.
Queremos servir a Dios
sirviendo al hermano.

CANTO FINAL : Navidad, es Navidad.

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