You are on page 1of 2

Mensaje del Padre Larrañaga: En silencio en la Presencia.

1. Orar no es fácil.
2. Paciencia con Dios.
3. Obstinada perseverancia.
4. Ilusión no, esperanza si.

Orar no es fácil, asumir el Misterio del Señor no es fácil. La oración es


un don y también es un arte. Es gracia. Es necesario un orden, una
estructura, un método... el proceso es lento, muy lento; no hay saltos,
hay pasos. Muchos no ven los resultados, se desmotivan y lo dejan.

Los enemigos de la oración son: falta de paciencia, falta de


perserverancia y falta de esperanza. El regalo se recibe, hay gratuidad
en extremo.

Paciencia: Es el arte de saber, no de esperar. Saber que Dios es


así. Con los asuntos de Dios, no se cumplen las leyes de la
proporcionalidad. Son importantes los verbos "dar" y "recibir ; todo se
nos da, todo se recibe, nada se paga de ninguna forma, todo parece
ilógico, no hay lógica <pagar a los últimos aunque hayan trabajado poco
o no hayan trabajado nada, igual que a los primeros que trabajaron todo
el dia> la gracia es imprevisible, desconcertante.
En la actividad humana hay dos leyes que rigen los movimientos: la
rapidez y la eficacia. En la vida con Dios, hay desproporción entre los
esfuerzos y los resultados < toda la noche estuvieron tirando las redes y
nada pescaron, en el momento que Jesús lo indica, vuelven a tirar las
redes y se consigue la pesca más grande jamás imaginada> Hay que
prepararse para los silencios, ausencias y tardanzas de Dios.

Perseverancia: La paciencia nos lleva a la perseverancia. Un niño


cuando aprende a caminar es el ejemplo más claro de ser perseverante.
Un trigal, luego de haber perseverado en las noches oscuras y heladas
del invierno, cuando llega el verano se transforma en el espectáculo más
maravilloso que los ojos puedan deleitar.
En la aridez y sequedad del Espíritu, sólo perseverar nos conducirá a la
gloria.

Esperanza: Con la perseverancia logramos la esperanza. Es diferente


de la ilusión porque ésta puede terminar en desilución. La esperanza
siempre vivirá, es aquí donde comienza todo. No es el fin, es el
principio. No es derrota, no es fracaso, es triunfo.

Oración de contemplación: Es un don especial de lo Alto. Es la


modalidad más simple y la más profunda y transformante. No hay
palabras... No hay reflexión, ni conocimiento. Hay silencio. No hay
movimiento. La comunicación es de Ser a Ser. Yo dentro de El y El
dentro de mí. No hay pensamientos, estos representan algo, existe sólo
la Presencia. El contemplador vive, está asombrado por la Presencia,
está envuelto y compenetrado. Como en el Salmo 8,2 " Oh Señor,
nuestro Dios, qué grande es tu nombre en toda la tierra" también en el
Salmo 104,1
" Bendice al Señor, alma mía! "

San Juan de la Cruz nos dice que la contemplación no es privilegio de los


místicos como San Francisco y Santa teresa. Todos podemos llegar a la
contemplación. Silencio en la Presencia significa:
Silencio: cavar un vacío infinito, vaciarse completamente, queda una
atención a mi mismo. Presencia: Al absoluto de los absolutos. Dios
pierde toda figura, ya no es Trinidad, no hay nombres, hay un
pronombre: El. Trasciende toda realidad
las palabras son unívocas: El es y me ama. No es eterno, sino Eternidad;
no es amoroso, sino Amor...se deberá empezar con una sola expresión
como la de los salmos 139 y 63. Las palabras son el puente para llegar
al ausente, pero luego no hay palabras. Dejarse inundar, impregnar,
amar...

Celebrar los sacramentos significa acoger en el seno del pueblo de Dios,


en las distintas
etapas de nuestra existencia, la Vida de Jesús Vivo, que nos habla, nos
cura, nos perdona, nos reúne, nos alimenta, nos envía y nos salva
amándonos...hoy.

You might also like