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Grupo: 01
La Adolescencia Normal
Resumen
Ahora bien, dado que la crisis es algo completamente identificado dentro del proceso
adolescente, debe de ser normal -en el sentido de normalizar-, comenzando por el
hecho de que como lo planteaba Anna Freud, los linderos de la normalidad son
borrosos. Esta es la apuesta de Aberastury.
Estas tres dimensiones remiten al duelo por su perdida. Perdida de la infantilidad del
cuerpo, identidad, rol frente al mundo -sus padres-, y su posición bisexual. La
necesidad de elaborar estos duelos conlleva normalmente a manejos psicopáticos, sin
embargo, la elaboración incompleta o su no elaboración conducirá a fijaciones,
exageraciones o irreductibilidad de estos procesos fácilmente identificables en la
conducta psicopática.
Es por eso que se dice que la adolescencia en sí misma es semipatológica1. Es lo que
denomina la autora como “síndrome normal de la adolescencia”.
Todas estas características fungen también como mecanismos de defensa frente a los
duelos anteriormente mencionados. A continuación se desarrollará cada uno.
1
La patología es siempre la expresión del conflicto del individuo con la realidad, sea través del interjuego de sus
estructuras psíquicas o del manejo de las mismas frente al mundo exterior (pág.12)
El autoconcepto –en un sentido no-psicoanalítico- es lo que se va desarrollando a
medida que el sujeto va cambiando y se va integrando con las concepciones que el
ambiente social tiene de él, así mismo va asimilando los valores que lo construyen, de
esta manera, paralelamente se va construyendo el sentimiento de identidad como
experiencia de autoconocimiento. He ahí donde radica el problema, según Erickson, de
mantener una mismisidad frente la asimilación tanto de rasgos sociales e individuales
metamórficos.
2) Tendencia grupal
Enfrentar con los duelos significa también enfrentarse con la frustración y la impotencia
frente a la realidad externa. Obliga al adolescente a recurrir a la fantasía para
compensar las pérdidas inevitables por las que está pasando.
4) Crisis religiosa
5) Desubicación temporal
Dentro de este proceso las figuras del padre y la madre son esenciales. La ausencia de
la figura del padre será lo que determine la fijación hacia la madre y por lo tanto la
homosexualidad el hombre y la mujer. En la adolescencia se revive el triangulo edípico
porque como la instrumentalización de la genitalidad se hace presente, el individuo se
ve obligado a levantar mecanismos de defensa.
La sexualidad irrumpe con fuerza en el individuo, lo que impide que sea vivida como
una expresión de sí mismo, separada de su personalidad mediante un mecanismo
esquizoide que separa al cuerpo de sí mismo. Es la negación de la genitalidad, se trata
de recuperar la bisexualidad mediante la masturbación.
7) Actitud reivindicatoria.
Después de ver cuán endeble son los límites de la normalidad, solo queda decir que la
adolescencia guarda una completa lógica respecto de su crisis, porque después de
todo durante esa etapa se vive una completa revolución en la psique que busca
adaptarse a su cuerpo y a una sociedad cambiante. La crisis de la adolescencia es
normal, si a lo que respecta es a sus lábiles límites con la patología, sus confines son
tan borrosos como el de cualquier sujeto adulto.
Bibliografía
Aberastury, A., & Knobel, M. (1987). La adolescencia normal. Un enfoque psicoanalítico . México:
Paidós Educador.