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Veterinaria Tropical 25(1): 5-27.

2000

ESPECIES DE Vibrio y Aeromonas AISLADAS DEL INTESTINO


DE CAMARONES MARINOS SANOS SILVESTRES Y
CULTIVADOS EN VENEZUELA 1

Julia Alvarez R.*, Brian Austin***, Ana Alvarez*


y Claudia Agurto**

1
Trabajo financiado FONAIAP-PRODETEC
y CONICIT
* Investigadoras y
**Técnico Asociado a la Investigación
respectivamente. FONAIAP
Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias
Instituto de Investigaciones Veterinarias (IIV)
Av. Las Delicias. Apdo. 70. Maracay 2101
estado Aragua. Venezuela
E-mail: maregatti@cantv.net

***Profesor
Departament of Biological Sciences, Heriot-Watt
University. Edinburgh EH14 4AS, Scotland, U.K.

Recibido: enero 10, 2000

RESUMEN

Se estudió la bacterioflora intestinal de camarones marinos, identificando las especies


de Vibrio y Aeromonas presentes en ejemplares sanos, silvestres Litopenaeus
schmitti y cultivados L. vannamei y L. stylirostris. El aislamiento y conteo
bacteriano se realizó de muestras tomadas del intestino de los animales, del agua y
sedimento de su entorno, sembradas en agar tripticasa soya suplementado con 1,5%
de cloruro de sodio. El número promedio de UFC/ml fue de 1,8 x 10 5 -2,8 x 107. El
95% de los aislados bacterianos fueron bacilos Gram negativos, de los cuales el 70%
fermentó la glucosa, el 13% correspondió a los no sacarolíticos y el 7% a los
oxidadores de este azúcar. La diversidad de especies se identificó tanto en animales
silvestres como cultivados, de las cuales el 78% pertenecía al género Vibrio, con las
especies de V. alginolyticus, V. campbellii, V. carchariae, V. fluvialis, V.
furnissii, V. hoIlisae, V. harveyi, V. metschnikovii, V. natriegens, V.
parahaemolyticus y V. vulnificus; el 20% al género Aeromonas,
especies Aeromonas veronii, A. caviae, A. hydrophila anaerogenes, A.
hydrophila hydrophila, A. sobria y A. schubertii, y un 2% no fue identificado. Los
resultados indican que el intestino de los camarones marinos así como el agua y
sedimento de su entorno, albergan una diversidad de especies
de Vibrio yAeromonas, muchas de las cuales son de importancia sanitaria para la
acuicultura y para la salud pública.

Palabras Clave: Camarón; Litopenaeus vannamei; L. stylirostris; L. schmitii;


bacterioflora; Vibrio; Aeromonas; acuicultura; salud pública.

INTRODUCCIÓN

Entre las enfermedades de mayor importancia para la acuicultura están las de etiología
bacteriana, aunque los problemas causados por ellas pueden ser exacerbados por un
manejo inapropiado (altas densidades de cultivo) y por condiciones adversas de calidad
de agua (alta carga orgánica). En estos sistemas el balance natural de la flora
bacteriana se ve alterado, lo que produce una disminución de la capacidad de
tolerancia a tales cambios por parte de los organismos bajo cultivo (Garriques y
Arévalo, 1995). En acuicultura, el agua y los organismos acuáticos (incluidas las
microalgas y la Artemia) han sido reconocidos como importantes fuentes de bacterias
potencialmente patógenas (Austin y Allen, 1982).

Las bacterias Gram negativas, fundamentalmente los vibrios, predominan en los


ambientes marinos y usualmente constituyen la mayor parte de la flora intestinal de
peces y crustáceos (Brisou et al., 1965; Sakata, 1989). Existen estudios sobre la
identificación de bacterias causantes de enfermedades en camarones marinos
(Lightner, 1993; Alapide-Tendencia et al., 1997), aunque existen pocos estudios en los
cuales se describa la flora bacteriana normal de camarones sanos (Gómez-Gil et al.,
1998).

En la actualidad predomina la tendencia de cultivar camarones marinos en mayores


densidades, por lo que la atención se centra cada vez más en el monitoreo rutinario de
estas poblaciones para el seguimiento de sus condiciones sanitarias, ya que algunas
especies de bacterias que están asociadas normalmente a los camarones ocasionan
enfermedades, mientras que otras parecen ser de utilidad en su nutrición, sobretodo
en la fase larvaria de cultivos en gran escala (Yasuda y Kitao, 1980).

En tal sentido es necesario conocer la flora bacteriana en animales sanos, en número y


diversidad específica, lo que será de utilidad en la interpretación de observaciones que
se aparten de la normalidad. Esto permitirá aplicar medidas de prevención de las
enfermedades de etiología bacteriana (conociendo sus reservorios y el rango de
condiciones ambientales que favorecen su desarrollo), facilitar el diagnóstico de estas
enfermedades y aplicar medidas de control más efectivas.

El objetivo de esta investigación fue examinar la flora bacteriana aerobia de


poblaciones sílvestres, Lilopenaeus schmilli y cultivadas, L. vannamei y L. stylirostris,
del camarón marino, para identificar qué especies de los géneros Vibrio y Aeromonas la
forman.

MATERIALES Y METODOS

Area de muestreo y duración del estudio

El área de muestreo comprendió el estado Anzoátegui (Laguna de Unare ), estado


Falcón (Playa Medano Blanco) y el estado Zulia (Santa Rita y Caño Sagua). Entre 1996
y 1999, se analizaron 132 ejemplares de camarones marinos silvestres, Litopenaeus
schmitti (Burkenroad, 1938) y 130 ejemplares juveniles de camarones marinos
cultivados de la especie L. vannamei (Boone, 1932) y L. stylirostris (Stimpson, 1834),
las dos últimas especies procedentes de tres granjas camaroneras. Los juveniles fueron
identificados utilizando la clave de Pérez-Farfante y Kensley (1997).

Los animales vivos fueron colocados en bolsas plásticas dobles con adición de oxígeno,
selladas con bandas elásticas dobles, para luego ser transportadas en cavas de anime
o de plástico. La temperatura del agua y del aire se mantuvo baja (20 °C) usando
cubos de hielo dentro de las bolsas y de las cavas.

Una vez capturados los juveniles, se tomaron muestras de agua y del sedimento de su
entorno en envases estériles, posteriormente refrigeradas hasta su procesamiento. Más
tarde en el laboratorio los ejemplares fueron colocados en acuarios con aireación y
alimentados durante 2 días con un concentrado comercial para camarones, hasta su
análisis.

Estudio anamnésico, exámenes externo e interno

A cada ejemplar se le anotó su información anamnésica, y posteriormente cada uno


fue pesado y medido. La condición general de los animales fue monitoreada durante 2
d, observándose su comportamiento al alimentarse, al desplazarse, así como la
existencia de cualquier anormalidad aparente.

Previa desinfección del área con alcohol, se levantó y separó la parte posterior dorsal
del exoesqueleto del cefalotórax, comenzando en la zona situada encima del corazón,
exponiendo el hepatopáncreas y el inicio del intestino medio. Luego se procedió a
cortar el exoesqueleto y la musculatura del abdomen en sentido antero-posterior, en
forma paralela al intestino, dejando expuesto este órgano.

Estudios bacteriológicos

Los ejemplares se procesaron siguiendo la metodología indicada por Austin y Allen-


Austin (1989), Austin y Austin (1993) y Lightner (1996), tomando muestras asépticas
del intestino de los camarones marinos y por Álvarez (1997) para muestras del agua y
sedimento del entorno, las cuales fueron diluidas en solución salina estéril hasta una
concentración de 107. Luego, de cada dilución se sembró por duplicado 0,1 ml en agar
tripticasa soya [ATS; DIFCO; suplementado con cloruro de sodio (NaCI) al 1,5% y agar
agar (DIFCO) al 2,5%], utilizando para ello una espátula estéril de vidrio doblada. Las
placas fueron incubadas a 30 °C durante 2 a 3 d antes del conteo de las colonias. De
cada muestra se tomó material de las diferentes colonias, distinguidas éstas por su
morfología, color, consistencia o cualquier otra característica que la diferenciara de las
demás.

Un representante de cada colonia fue repicado en ATS, suplementado con NaCI al


1,5% y agar agar (DIFCO) al 2,5%. Estos aislados frescos fueron usados para la
identificación taxonómica, por sus características fenotípicas, basadas
fundamentalmente en las pruebas indicadas en Holt et al. (1984; 1994), Austin y Lee
(1992) y Austin y Austin (1993). Todos los medios de cultivo utilizados fueron
ajustados a una concentración del 2% de NaCI, a excepción del utilizado para la
prueba de requerimiento de sodio.
A aquellos aislados que formaban manto o película sobre la placa de ATS (con 1,5% de
agar), se les adicionó 2,5% de agar agar (DIFCO) para la realización de las pruebas en
placa, tales como gelatinasa, amilasa, quitinasa y elastinasa. Esto último con el fin de
evitar la formación de manto y poder así interpretar la prueba.

RESULTADOS Y DISCUSION

Los juveniles procesados, aparentemente sanos, presentaron tallas entre 5 y 10 cm de


longitud. Finalizados los estudios, se clasificaron como sanos, por presentar una
apariencia normal, por la ausencia de signos y síntomas de enfermedad, la ausencia de
desarrollo en forma predominante y abundante de una cepa bacteriana, y en que el
resto de los organismos potencialmente patógenos observados estuvieron en niveles
considerados normales. El hepatopáncreas de los camarones mostró una coloración y
una consistencia normal, con abundantes gotas lipídicas. El intestino presentó un
contenido variable de alimento. Los valores de los factores físico-químicos
determinados se indican en el Cuadro 1.

CUADRO 1. Condiciones físico-químicas determinadas en este


estudio.

Factor fisico-químico determinado

Salinidad Temperatura Oxígeno disuelto


(°/00) (°C) (mg/l)

Ambiente natural 32-37 25-28 5


Ambiente de
35-37 25-28 4,5-5
cultivo

El intervalo de bacterias aisladas del intestino, tanto en ejemplares silvestres como


cultivados, fue 1,8 x 105 -2,8 x 107 UFC/ml, con un promedio de 1,5 x 10 6. Las
bacterias en su mayoría presentaron una morfología coco bacilar o de pequeños
bacilos, mostrando muchos de ellos una leve curvatura. Con frecuencia los vibrios del
intestino se observaron como cuerpos redondeados u ovalados, similares a aquellos
descritos por Liston (1957). La mayoría de los bacilos eran móviles. Las colonias en las
placas de ATS variaban en tamaño, eran generalmente de color crema (en ocasiones
translúcidas), levemente elevadas y mucoides y con el borde continuo y liso.

En un estudio comparativo realizado por Vanderzant et al. (1970; 1971), entre la


bacterioflora de Penaeus aztecus y P. setiferus silvestres y cultivados, encontraron que
el recuento promedio de bacterias en los camarones cultivados era menor que en los
silvestres, con valores de 1,4 - 6,8 x l03/g y de 8,7 x 102- 1,3 x 106/g,
respectivamente. Gómez-Gil et al. (1998) obtuvieron un número promedio de 2,10 x
106UFC/ml de Vibrio spp., en muestras tomadas del intestino de P.
vannamei(presúmiblemente bajo el criterio de que todas las cepas bacterianas que
crecieron en el medio selectivo agar tío sulfato citrato bilis y sacarosa, conocido por sus
siglas en inglés TCBS, eran miembros del género Vibrio).

En este trabajo el recuento promedio de bacterias obtenidas del intestino en ATS


suplementado con 1,5% de NaCI, fue semejante en animales silvestres y cultivados
(1,5 x 106 UFC/ml), lo que concuerda con lo obtenido por Gómez-Gil et al. (1998).
También existen experiencias que señalan que al emplear medios de cultivo
preparados con agua destilada y no con agua de mar, la bacterioflora identificada
queda formada por Bacillus, corineformes y Lactóbacillus (Vanderzant et al., 1970;
1971). En relación con lo antes señalado, es interesante destacar que en esta
investigación, se utilizó TSA (medio enriquecido) suplementado con 1,5% de NaCI, en
forma similar a lo ocurrido en el trabajo de Gómez-Gil et al. (1998), en el cual
utilizaron el medio TCBS (muy selectivo, fundamentalmente por su contenido de sales
biliares), predominaron miembros del género Vibrio, en cantidades promedio
semejantes. Quizás entre estos dos medios (ATS y TCBS), entre los factores que limita
el crecimiento de otras especies Gram positivas sea el contenido de sales biliares y
extra de sodio.

En total, en este estudio fueron aisladas 1044 cepas bacterianas, presentándose en el


Cuadro 2 las pruebas fenotípicas realizadas para la clasificación de estas bacterias por
género y por especie, observándose que el 95% de los aislados bacterianos
recuperados fueron bacilos Gram negativos. En cl Cuadro 3 se muestra, por tipo de
ambiente y de muestra, la identificación a nivel de especie de los bacilos Gram
negativos fermentadores. La microflora del intestino dc estos animales, tanto silvestres
como cultivados, estuvo compuesta predominantemente por bacterias Gram negativas
fermentadoras, pertenecientes en su mayoría al género Vibrio (78% ) y en una
proporción bastante menor al género Aeromonas (20% ), con un 2% que no fue
identificado a nivel de género.

Esencialmente, estos resultados concuerdan con los de otros investigadores quienes


han determinado que el grueso de la flora bacteriana aerobia de los crustáceos
comprende bacilos Gram negativos, predominando los Vibrio spp. (Brisou et al., 1965;
Sakata, 1989). Efectivamente, los Vibrios, que conformaron el 80% del total de bacilos
Gram negativos fermentadores aislados, fueron comunes durante todo el período de
estudio, tanto en camarones sanos como en el agua y en el sedimento de su entorno.
Estos resultados coinciden con los hallazgos observados para la microflora de
ambientes marinos (Brisou et al., op cit.), de peces marinos (Aguirre et al., 1982;
Sakata, op. cit.), de larvas de camarones y de camarones marinos silvestres y
cultivados (Lightner et al., 1992; Yasuda y Kitao, 1980), de Macrobrachium
rosembergeii (Anderson et al., citado por Suzuki et al., 1990) y del cangrejo
nadador, Portunus trituberculatus (Suzuki et al., 1990).

CUADRO 2. Pruebas fenotípicas realizadas para la ubicación de los aislados bacterianos en las especies
de Vibrio y Aeromonas identificadas.

El intestino de camarones marinos silvestres y cultivados contuvo 8 especies de Vibrio,


encontrándose que la mayor proporción de aislados, independientemente del tipo de
muestra, no fue identificado a nivel de especie, siendo ubicados el 53%
como Vibrio spp. Así mismo, se hallaron porcentajes menores de V.
harveyi (20%), Aeromonas spp. (16%), Aeromonas veronii (2% ) y de V.
alginolyticus (1% ). El resto de las especies identificadas; V. campbellii, V. carchariae,
V.fluvialis, V.fumissii, V. hollisae, V. metschnikovii, V. natriegens, V. parahaemolyticus,
V. vulnificus, A. caviae , A. hydrophila anaerogenes, A. hydrophila hydrophila, A. sobria
y A. schubertiiconstituyeron porcentajes menores al 1%.

CUADRO 3. Identificación, a nivel de especie, de los bacilos Gram negativos


fermentadores aislados en ATS, a partir de camarones marinos juveniles durante el
período 1996-1999.
Ambiente Cultivo

Especies Agua Sedim. Juven. Total Agua Sedim. Juven. Total

Vibrio.spp 10 16 170 196 46 72 208 326


V. alginolyticus 3 0 4 7 4 0 3 7
V. campbelli 0 0 0 0 2 0 0 2
V. carchariae 0 1 1 2 0 0 0 0
V. fluvialis 1 1 5 7 1 1 0 2
V. furnissii 0 0 2 2 0 0 1 1
V. harveyi 6 4 58 68 24 36 77 137
V. hollisae 0 0 0 0 0 0 2 2
V. metschnikovii 0 0 0 0 0 0 1 1
V. natriegens 0 0 1 1 0 0 5 5
V. parahaemolyticus 1 0 2 3 2 0 6 8
V. vulnificus 0 0 1 1 0 0 4 4
Aeromonas spp. 3 5 93 101 13 21 33 67
A. caviae 0 1 0 1 0 1 1 2
A. hydrophila anaerogenes 0 0 1 1 0 0 0 0
A. hydrophila hydrophila 0 0 1 1 0 0 0 0
A. sobria 0 0 2 2 0 0 0 0
A. Schubertii 1 1 9 11 0 0 0 0
A. veroni 1 3 2 6 5 0 7 12

No identificados 0 0 3 3 6 3 13 22

N° total de cepas 26 32 355 413 103 134 361 598


N° total de especies 6 6 13 14 6 3 10 12

En las muestras del ambiente natural se encontró una diversidad de especies


levemente mayor que en las sometidas a condiciones de cultivo, a pesar de que hubo
un número casi igual de aislados fenotípicamente diferentes, especialmente en los
obtenidos de los juveniles de camarones.

Muchos vibrios presuntivos (53% del total), es decir, aquellos bacilos Gram negativos
fermentadores que produjeron catalasa y oxidasa, que requirieron sodio para su
desarrollo y que fueron sensibles al agente vibriostático 0/129, no pudieron ser
identificados a nivel de especie. Posiblemente algunos de estos aislados representan
nuevas especies aún no descritas, mientras que otras serían miembros
inusuales/atípicos de especies bien establecidas. Sin embargo, por no ser
estos Vibrio spp. importantes como agentes causales de enfermedad en los animales
procesados, no fueron estudiados más detalladamente.

Es interesante destacar que Cevallos et al. (1996) procesaron 4 400 muestras de


camarones cultivados, sanos y enfermos, provenientes de Colombia, Costa Rica,
Ecuador y Honduras, y que sólo pudieron identificar el 4% de los Vibrio presuntivos a
nivel de especie. También Guérin-Faublée et al. (1995) comentaron que con frecuencia
es difícil identificar correctamente representantes del género Vibrio (hasta el nivel de
especie), teniendo que asumirse que muchos aislados corresponden a especies aún no
descritas.

Destaca el hecho de que V. harveyi fue la especie dominante del género, constituyendo
el 20% de los aislados. Este es considerado un organismo acuático común de climas
tropicales (Austin y Austin, 1993; Alvarez, 1997; Lavilla-Pitogo et al., 1990) ha sido
aislado de los ojos lesionados de peces y de peces con el síndrome de la septicemia
hemorrágica bacteriana (Alvarez et al., 1998; Kraxberger-Beatty et al., 1990;
Hispanoet al., 1997); de fases larvarias y de juveniles de camarones marinos (Alapide-
Tendencia y Dureza, 1997; Alvarez et al., op. cit.; Chen et al., 1992;
Jiravanichpaisal et al., 1994; Lavilla-Pitogo et al., 1990; Lightner, 1995, 1996;
Mohney et al., 1994), y de la ostra gigante, Tridacna gigas (Sutton y Garrick, 1993).
Por otra parte, en Ecuador, en laboratorios de larvas de granjas de cultivo del
camarón marino, una de las enfermedades más comunes es el "Síndrome de Bolitas",
atribuido a cepas de V. harveyi(Morales citado por Zherdmant, 1996).

El resto de las especies identificadas de Vibrio sólo formó un porcentaje menor a 1, sin
embargo, la mayoría de estas especies han sido aisladas en alguna ocasión de
animales enfermos, sean éstos peces, crustáceos o moluscos (Alapide- Tendencia y
Dureza, 1997; Austin y Allen-Austin, 1993; Bashirulla y Aguado, 1993; Lightner, 1996;
Lodeiroset al., 1987; Pichardo, 1999; Riquelme et al., 1996). Debe recordarse que
cuando los animales pasan a un estado de estrés, situación que ocasiona una baja de
sus defensas naturales, aquellas especies bacterianas que forman parte de la flora
normal pueden producir mortalidades significativas, como es el caso de cepas aisladas
de larvas aparentemente sanas de la ostra gigante T. gigas (Sutton y Garrick, 1993).

En Venezuela, Philippi Luz (1992) aisló 70 cepas bacterianas de la hemolinfa y del


hepatopáncreas de 50 ejemplares adultos y juveniles y de un lote de postlarvas, tanto
silvestres como de cultivo, utilizando el medio TCBS. De este grupo de cepas 5 fueron
no sacarolíticas, 4 se perdieron en el proceso de mantenimiento, 2 fueron negativas a
la reacción de citocromo- oxidasa, y 44 ubicadas en el género Vibrio. De estos Vibrios,
12 fueron escogidos para llevar a cabo pruebas de patogenicidad, y adicionalmente se
realizaron otras pruebas fenotípicas para así poder clasificarlas a nivel de especie, por
medio de un análisis de conglomerados.

Esta investigadora obtuvo un primer grupo identificado


como V. anguillarum yV.fischeri; un segundo grupo con cepas muy semejantes a
cualquiera de las es peciesV. parahaemolyticus, V. alginolyticus y V. harveyi, y un
tercer grupo conformado por 2 cepas ubicadas en el género Lucibacterium. La variedad
de especies aisladas en el estudio de Phillippi Luz (op. cit.) y la exactitud de la
clasificación de éstas, fue menor que en los obtenidos en esta investigación.

En un trabajo efectuado por Gómez-Gil et al. (1998), se examinaron los Vibrio spp.,
que conforman la bacterioflora de una población de Penaeus vannamei, mantenidos en
el laboratorio desde postlarvas y durante un período de 12 semanas, previo a la toma
de muestras para el estudio bacteriológico. Las condiciones ambientales fueron las
mejores posibles, con agua marina filtrada y pasada por un esterilizador de luz
ultravioleta, recambio semanal del 20% del agua, remoción del sedimento cada 3-4 d y
con animales alimentados ad libitum dos veces por día con un concentrado comercial
para camarones. Estos investigadores utilizaron como medio de aislamiento primario el
agar TCBS, realizando la identificación fenotípica de las bacterias con el sistema
BIOLOG-GN (BIOLOG, Hayward, California, EE.UU. de Norte América).

En muestras tomadas del intestino de esa población se identificaron las siguientes


especies de Vibrio: V. alginolyticus, V. mimicus, V. ordalli, V. parahaemolyticus, V.
splendidus y V. tubiashii. Adicionalmente fueron aisladas del hepatopáncreas las
especies V. damsela, V. pelagius y V. vulnificus. Los resultados del estudio de Gómez-
Gilet al. ( op.cit. ) coincidieron con los encontrados en la presente investigación, ya
que en ambos predominaron las especies del género Vibrio, 9 y 11, respectivamente,
coincidiendo en ambos trabajos solamente las especies V. alginolyticus y V.
parahaemolyticus.

Hubo diferencias en cuanto a las especies aisladas por Philippi Luz (1992), Gómez-
Gil et al. (1998) y las encontradas en este trabajo, a pesar de que se estudió la
bacterioflora intestinal de las mismas especies de camarón marino, Litopenaeus
vannamei en el segundo, y L. vannamei y L. schmitii en el primero y en el tercero.
Quizás esto sea debido a la utilización de un agar tan selectivo como es el TCBS, el
cual impide el desarrollo de algunas especies del género Vibrio (Simidu y Tsukamoto,
citado por Harriset al., 1996), ya que los esquemas de identificación utilizados y las
condiciones bajo las cuales se llevaron a cabo las pruebas fenotípicas realizadas fueron
diferentes.

Existen investigaciones relacionadas con la bacterioflora del tracto digestivo de


animales acuáticos, cuya composición genérica ha sido muy diferente entre si. Esto es
debido a que los resultados están influenciados por una serie de factores tales como:
a) condiciones ambientales bajo las cuales los animales son capturados; b) diferencias
en cuanto a puntos de vista relacionados con la clasificación taxonómica de las
bacterias; c) diferencias en los métodos de aislamiento de las bacterias, y d) edad y
estadio de desarrollo de la especie (Campbell y Buswell, 1983; Moriarty, 1976).

En este estudio se determinó que un 20 % de los bacilos Gram negativos


fermentadores aislados eran Aeromonas spp., entre las cuales se identificó un bajo
número, menor al 1%, de A. caviae, A. hydrophila anaerogenes, A. hydrophila
hydrophila, A. sobria y A. schubertii.

Incluidas en el género Aeromonas [Aeromonadaceae (Colwell et al., 1986) ] hay varias


especies capaces de producir enfermedad en peces, reptiles y anfibios (Austin y Austin,
1993; Roberts, 1993). A. hydrophila, perteneciente al grupo de
las Aeromonas móviles, ha sido bien documentada como patógeno de peces,
usualmente como invasor oportunista o secundario más que como un patógeno
primario, aunque se destaca su papel como agente etiológico en enfermedades
infecciosas del humano (Austin y Austin, 1993). También fue aislada esta especie en
forma pura de larvas enfermas del moluscoAgropecten purpuratus (Riquelme et al.,
1996).

En un estudio realizado por Yasuda y Kitao (1980), para describir la población


bacteriana en el intestino de larvas y juveniles de camarones, Penaeus japonicus,
mantenidos en tanques en el laboratorio, durante 5 meses, así como de juveniles
silvestres, de la Bahía de Nobeoka- Japón, detectaron en todos los estadios larvarios
que la composición genérica de las bacterias en este órgano y en el agua de los
tanques fue similar:Aeromonas, Pseudomonas , Vibrio y un grupo no identificado.
Luego de 126 d, la población bacteriana en el tanque y en el ambiente estuvo
dominada por Vibrio spp., pero en el sedimento, hábitat natural de los adultos,
predominó Pseudomonas spp. Esto coincidió con lo hallado en el intestino de los
adultos, donde la población bacteriana dominante fue Pseudomonas spp.

Se detectó igualmente un segundo grupo formado por bacilos Gram negativos que no
utilizaron la glucosa (13% ), y por un 7% que la oxidaron [grupos que incluyen los
géneros Alcaligenes, Acinetobacter, Achromobacter, Moraxella y
Pseudomonas(Koneman et al., 1988)]. Las pruebas fenotípicas realizadas a estos dos
grupos para su ubicación a nivel de género fueron las indicadas por Koneman et
al. (op. cit.) y por Holtet al. (1984). Ningún bacilo de estos dos últimos grupos fue
claramente identificado a nivel de género. Sin embargo, como estos aislados no
provinieron de animales enfermos, no se continuó su clasificación posterior .

Caravaca-Castro ( 1990) señala que en los sistemas de cultivo del Ecuador predominan
los géneros Vibrio, Pseudomonas, Aeromonas y Flavobacterium, pero también están
presentes los géneros Achromobacter, Acinetobacter y Moraxella, desconociéndose los
efectos patógenos de estos últimos.

Los resultados obtenidos en este estudio son de importancia para la salud pública, y
coinciden con los de otros autores como Blake et al. (1980), en cuanto a que miembros
naturales del ambiente acuático (silvestre y de cultivo), entre los que se incluyen los
camarones marinos y su entorno ( agua y sedimento), constituyen un reservorio de
bacterias potencialmente patógenás para el humano (como Vibrio alginolyticus,
V.fluvialis, V. parahaemolyticus, V. vulnificus, Aeromonas veronii, A. caviae, A.
hydrophila anaerogenes, A. hydrophila hydrophila, A. sobria y A. schubertii). Por esta
razón debe hacerse hincapié en un manejo apropiado del cultivo y un procesamiento
del producto bajo estrictas normas de control de calidad, antes de ser finalmente
consumido por la población.

SUMMARY

Intestinal bacterioflora of marine shrimp were studied, identifying the presence


of Vibrioand Aeromonas species in healthy feral, Litopenaeus schmitti, and cultured, L.
vannamei and L. stylirostris specimens. Bacterial isolation and courits were made from
samples taken from the animal intestine and from the surrounding environment and
the placed in tripticase soy agar supplemented with 1,5% sodium chloride. The
average number of CFU/ml was 1,8 x l05 -2,8 x 107. Isolates were 95% Gram negative
rods of which 70% fermented glucose, 13% were non saccharolitic and 7% oxidized
this sugar . A diversity of species were identified as much in feral animals as in
cultured ones, of which 78% belonged to the Vibrio gender, with the species of V.
alginolyticus, V. campbellii, V. carchariae, V. fluvialis, V. furnissii, V. hollisae, V.
harveyi, V. metschnikovii, V. natriegens, V. parahaemolyticus and V. vulnificus; 20%
to theAeromonas gender, Aeromonas veronii, A. caviae, A. h.ydrophila anaerogenes, A.
hydrophila hydrophila, A. sobria y A. schubertii species, and a 2% was not identified.
Results indicate that the intestines of sea shrimp as well as the surrounding water and
sediments, shelter a diversity of Vibrio and Aeromonas species, many of which are of
sanitary importance for aquaculture and public health.

Key Words: Shrimp; Litopenaeus vannamei; L. stylirostris; L. schmitii;


bactcrioflora;Vibrio; Aeromonas; aquaculture; public health.

BIBLIOGRAFIA

AGUIRRE, M., A. B. CAIROLI and D. A. CONROY. 1982. Studies on the fish health
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