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RETIRO SACERDOTAL

Tiquiza - Noviembre 25 de 2.010.

LOS NOVÍSIMOS O POSTRIMERÍAS

Aportes desde:
- El próximo inicio del adviento, tiempo de la esperanza.
- Con la luz que nos da S.S. Benedicto XVI en la SPE SALVI
- La doctrina de la Iglesia católica expresada en el C.I.C.
La originalidad de la esperanza cristiana se apoya en el evento Cristo.
Esta fincada en el "ya" y "todavía no" Aquel en quien se espera y por
quien se espera, ya ha venido por la encarnación, está viniendo
mediante el Espíritu Santo y está por venir en el escatón definitivo de
su parusía. En Cristo, en quien se da el cumplimiento definitivo de las
promesas y fin de las promesas mismas, en Él se ha manifestado Dios
diciendo su palabra definitiva de salvación.
LOS NOVÍSIMOS O POSTRIMERÍAS son cuatro: Muerte, Juicio
(particular y final), Infierno y Gloria.
Los Novísimos se llaman Postrimerías del hombre, porque la muerte es
la realidad postrera que sucede al hombre en este mundo; el Juicio
particular que es para cada uno; el Infierno que es la perdición y el
mal extremo; el juicio final en donde Cristo vendrá en su gloria a
juzgar, y la Gloria, el sumo bien del cielo que gozarán los justos.

LA MUERTE

Como realidad extrema, la muerte es el fin de la peregrinación terrena


que afecta a todo el hombre en su unidad, en su naturaleza y persona.
Es la consecuencia del pecado.
Gracias a Cristo Jesús fue transformada y si en Cristo la vida humana
se orienta como un peregrinar "de este mundo al Padre", la hora de la
muerte es el momento en el que este paso tiene lugar de manera
concreta y definitiva.
Quien muere en pecado mortal, sin arrepentimiento, cerrado en el
orgulloso rechazo del amor de Dios, se autoexcluye del reino de la vida».
-Benedicto XVI, 5 Noviembre, 2006
JUICIO PARTICULAR
La muerte pone fin a la vida del hombre como tiempo abierto a la
aceptación o rechazo de la Gracia divina manifestada en Cristo. El
Nuevo Testamento habla del juicio principalmente en la perspectiva del
encuentro final con Cristo en su segunda venida; pero también asegura
reiteradamente la existencia de la retribución inmediata después de la
muerte de cada uno como consecuencia de sus obras y de su fe. Ej:
Lázaro, el buen ladrón...En el juicio personal se juega la posibilidad de
salvación o el riesgo de perdición.
Cada hombre, después de morir, recibe en su alma inmortal su
retribución eterna en un juicio particular que refiere su vida a Cristo,
bien a través de una purificación, bien para entrar inmediatamente en
la bienaventuranza del cielo, bien para condenarse inmediatamente
para siempre.
GLORIA - EL CIELO: Retribución para el justo: La vida eterna
¿Cuál no será tu gloria y tu dicha¡: ser admitido a ver a Dios, tener el
honor de participar en las alegrías de la salvación y de la luz eterna en
compañía de Cristo, el Señor tu Dios..., gozar en el Reino de los cielos en
compañía de los justos y de los amigos de Dios, las alegrías de la
inmortalidad alcanzada (S. Cipriano).
Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios y están perfectamente
purificados, viven para siempre con Cristo glorioso. Son para siempre
semejantes a Dios porque lo ven "tal cual es" cara a cara (Un 3,2).
Es la vida perfecta con la Santísima trinidad, la comunión de vida
y amor con ella con la virgen, los ángeles, los bienaventurados.
- Es la visión beatífica de Dios.
- Es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas
del hombre.
- Es el estado supremo y definitivo de la dicha.
- Es la plenitud del amor de Dios que ha comenzado en Cristo y
sembrado como semilla en el bautismo.
- Es la visión de Dios, la intima cercanía con Él.
- Es la comunión bienaventurada con Dios y con todos los que
están en Cristo.

LA PURIFICACIÓN FINAL O PURGATORIO....???


La Iglesia llama Purgatorio a la purificación final de los elegidos, que es
completamente distinta al castigo de los condenados.
Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero
imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna
salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de
obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.
- Dentro del tema de la purificación es donde se explica la oración y
el sufragio por los fieles difuntos.
- Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de
los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor especialmente la
Eucaristía, limosnas, indulgencias y obras de penitencia por los
difuntos y así alcanzaran la visión de Dios.
INFIERNO: La muerte eterna
La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su
eternidad.
-El infierno no es un lugar preparado para el castigo del pecador, ni el
conjunto de penas impuesto por Dios.
- Si en su libertad, el ser humano es capaz de dar un sí definitivo de
aceptación, es capaz, también, de dar el no definitivo e irrevocable.
Queda, por ello, abierto el riesgo de perdición, como algo real.
-El infierno es la decisión misma del hombre que rechaza la gracia
salvífica de Dios en Cristo. Cada hombre puede rechazar de un modo
definitivo la gracia y exponerse a estar de manera libre, en total lejanía
y a una distancia infinita del amor de Dios: en el infierno.
- La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios,
fuente de vida y felicidad.
- La eternidad del infierno radica en la incapacidad interna de
conversión en el condenado que se resiste en el pecado mortal.
¿Por qué la Iglesia afirma la realidad del infierno?:
1.- Porque la única actitud del cristiano ante esta realidad es el
convencimiento de que: puedo condenarme, pero espero salvarme.
Como frases son dos, como experiencia, es una sola.
2.- Porque, de frente a Cristo, el hombre no puede eludir su
responsabilidad de realizar de manera definitiva su propia existencia.
3.- Porque el infierno nos pone de frente a nuestra innegable realidad de
que no somos capaces de llegar a la plenitud por nosotros mismos, sino
que necesitamos de la gracia de Dios.
Un 4, 16-17

JUICIO FINAL
La resurrección de todos los muertos, de "los justos" y de los pecadores
(Hch 24,15), precederá al juicio final. Entonces Cristo vendrá en su
gloria acompañado de todos sus ángeles...pondrá a sus ovejas a su
derecha, y las cabras a la izquierda...e irán estos a un castigo eterno, y
los justos a la vida eterna" (Mt 25).
Es el juicio que tendrá lugar en el último día cuando Cristo venga en su
Gloria y ratificará la soberanía de Cristo. El Padre Dios pronunciará por
medio de su Hijo la palabra final sobre toda la historia.
RELACIÓN JUICIO UNIVERSAL Y PARTICULAR

Luego de la muerte viene el juicio particular y como ya no habrá tiempo,


los hombres ven el juicio universal con esperanza o con temor según su
juicio particular.
Los dos constituyen un todo orgánico. El juicio particular se encamina
al universal, así como la bienaventuranza personal va introduciendo a
la bienaventuranza final y perfecta.
CIELOS NUEVOS Y TIERRA NUEVA
La sagrada escritura llama "cielos nuevos y tierra nueva" a la
renovación misteriosa que transformará la humanidad y el mundo (2 P
3,13).Esta será la realización definitiva del designio de Dios de "hacer
que todo tengta a Cristo por cabeza, lo que está en los cielos y lo que
está en la tierra" (Ef 1,10).

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