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Idiotismo Destructivo

El movimiento artístico sin artista.

Juan Pablo Montoya O.


C.A.A.V.
2010
Índice

Prólogo 1
Ser idiota y destructivo 1
1999 3
Arte de vanguardia, modernismo y posmodernismo 5
Performance:¿Arte sin artista? 9
La estética del idiotismo destructivo 11
Bibliografía 15
Prólogo
Este ensayo presenta una investigación cualitativa de lo que se pretende justificar y enmarcar como un
movimiento artístico que invadió los medios a nivel global con su obra representativa Jackass. Se
realizo en un periodo cuatrimestral y con el objetivo de reflejar lo desarrollado en una propuesta
audiovisual.

La investigación fue llevada a cabo por Juan Pablo Montoya O. estudiante de la licenciatura de Medios
Audiovisuales en el Centro de Medios Audiovisuales (CAAV) de Guadalajara, Jalisco, México. Para la
matera de Técnicas de investigación impartida por la maestra Zahira Rico.

Para la investigación se consultaron distintas fuentes bibliográficas, además de artículos digitales y por
supuesto se realizo un visionado de obra representativa que incluyó: Lo mejor del Show de Tom Green,
Big Brother Magazine Boob y Landspeed: CKY.

El anteproyecto, el ensayo y el producto audiovisual, así como otros materiales de interés han sido
publicados en el blog: http://idiotaydestructivo.blogspot.com/ .

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Ser idiota y destructivo.
A principios del siglo XXI la televisión de paga fue invadida por shows que mostraban a “completos
idiotas y/o profesionales” que llevaban a cabo stunts y bromas fuera de los límites antes vistos. Al
poseer la mayoría de estas obras características de contenido, forma y estética constantes y
determinadas podemos enmarcarlas y analizarlas como parte de un movimiento, al cual
denominaremos Idiotismo Destructivo (ID)

Estos programas fueron inicialmente transmitidos a través de Mtv, que al ver el éxito que habían
logrado tener por medios mucho más pequeños, decidieron probar la fórmula. Estos programas
tuvieron un fuerte impacto y causaron las más variadas reacciones: problemas legales, gran
reconocimiento y un sin fin de emulaciones y copias se engendraron en los más diversos medios.
Pero poca fue la atención que se dio al mensaje, que quizá inconscientemente, daban dichos shows. El
consumismo, el ocio, los vicios y la sed de violencia orillaron a una sociedad a producir, aceptar e
inclusive endiosar a un grupo de sujetos que estaban dispuestos a arriesgar su propia integridad física
con tal de entretener.

Al respecto el DR. Radecki menciona:

Creo que nos hemos desensibilizado de la violencia. Hemos aprendido a utilizar la


violencia para entretenernos y provocarnos excitación [..] El sadismo y la sexualidad de
una naturaleza muy intensa es común en Mtv. (Inside Mtv; p.283)

Ser idiota y destructivo, es necesario para llamar la atención, provocar histerias y conflictos
además de ganar puntos en el rating. Pero como Ted Turner dice:

¿Que tan bueno es si ganas las batallas del rating y hundes a tu país al contaminar la
mente de los jóvenes? (Inside Mtv; p.281)

Pues es la discusión clásica que se genera ante contenidos de tal naturaleza. Se debe analizar el
caso desde varios puntos de vista. Porque tanto es cierto que influyen a jóvenes a realizar
idioteces o, en ocasiones a consumir drogas y estupefacientes; tanto como por otro lado es
mera expresión, quizá cúspide, de todo ese contenido “basura” que a invadido la televisión, a
causa o como resultado de un sistema capitalista donde la sed por entretenimiento, el ocio y la
necesidad por productos novedosos han provocado el nacimiento de dicho movimiento.

Pero ¿es acaso esto solo entretenimiento? ¿O es un arte tan avanzado que es difícil de descifrar?
Recordemos que movimientos artísticos ya ampliamente aceptados en nuestros tiempos en sus
respectivas épocas fueron criticados de formas similares e inclusive llegaron a ser exiliados y
prohibidos. El Dada, el expresionismo o así como la poesía de los poetas malditos en Francia, poseían
una forma tan diferente, nueva y salvaje de expresarse que no fue hasta tiempo después que lograron
ser reconocidas como arte.

“El arte es expresión de los valores de una época”. Afirmación que muchos teóricos del arte han hecho
o dan a entender en sus tratados, por esa razón es necesario analizar las condiciones sociales e
históricas bajo las cuales el ID fue concebido.

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Norbert Lynton remarca que:

Será visto (el siglo veinte) como un periodo productor de gran arte. Nuevos trabajos,
aunque destructores de los valores artísticos, será disfrutado por características
positivas no conocidas incluso por sus creadores. ( The oxford history of the twentieth
century; p.77)

¿Es esta destrucción de los valores artísticos la que se lleva a cabo en estos programas?
Es de aquí donde proviene el “destructivo” del nombre que se le ha otorgado a dicho “movimiento”.
No solo destructivo por su negación a los valores y formas artísticas tradicionales, sino claro esta, que
también gracias a la naturaleza caótica y destructiva que abunda en los actos que se llevan a cabo.

¿Será que de manera inconsciente o consciente, por mera inercia, estos “idiotas” hallan creado al arte
sin artista1? El “idiotismo” proviene de aquellos textos que anteceden a la gran mayoría de estos
productos audiovisuales, tales como Big Brother Skate Magazine o Jackass, donde los realizadores se
bautizan a ellos mismos como idiotas. Además como resultado de las actividades y gestos que hacen
ver a estos hombres algo grotescos y poco inteligentes. Fue porque movimientos con nombre han dado
forma a nuestro entendimiento del arte moderno (y posmoderno), que se nombró así al ID. Se enmarca
en dos palabras a lo que define toda la producción que se genera, inclusive hoy en día, bajo o a causa
de las mismas características.

Modernidad y posmodernidad como conceptos periodizadores. La modernidad resultado de la


revolución industrial y como una nueva ola de pensamiento que impulso a los hombres creadores y
artistas que se revelaron contra los ideales heredados creando la vanguardia, hasta las guerras
mundiales.

Después de los conflictos bélicos globales la sociedad y el comportamiento individual sufrió un cambio
rotundo que se vio reflejado en todos los ámbitos, incluyendo al arte. Aunque se continuo con las
tendencias rebeldes en el arte posmoderno nuevas características enriquecieron y actualizaron la teoría
artística trayendo con sigo movimientos como el rock y el punk en la música, cualidades que también
han aportado rasgos al Idiotismo Destructivo.

El ID es un movimiento vivo, que ha vivido su auge y ya se encuentra en un periodo tardío en el que se


han derivado diferentes producciones y en distintas áreas del arte, como Felix Kubin o Silverio en la
música con canciones como “Yepa yepa yepa” o “Hit me provider”; o Borat en el cine con su film
homonimo. Que además recibe influencia de las nuevas tendencias y evoluciona rápidamente
adaptándose a los distintos entornos culturales como en el caso de Incógnito en la televisión mexicana
por ejemplo.

Se centra la atención en el nacimiento del movimiento, en la obra creada en 1999, así como en las
características que le dieron forma tanto estética como ideológicamente. Será pertinente una revisión en
el contexto histórico y como la evolución del arte moderno y posmoderno provocó que dicha corriente
surgiera, como resultado a lo que podríamos llamar ya, un posmodernismo tardío o de transición.

1 Arista entendido como realizador o creador de arte por oficio u profesión.

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1999
En los noventas, como resultado de las décadas pasadas, se acumularon las situaciones que propiciaron
el nacimiento del Idiotismo Destructivo. Por un lado Mtv se afianzó como una gran cadena televisiva
que penetró en todos los rincones del planeta. En Estados Unidos se afianzo la cultura del patinaje y los
deportes extremos. Se creó una gran industria que además de vender lo necesario para llevar a cabo el
deporte, creó una serie de productos alternos como revistas, accesorios y videos.

Estados Unidos vivía una época tranquila, el segundo periodo de Bill Clinton al haber sido reelecto.
Quien cruzó un escándalo sexual con Monica Lewinsky, parte de su equipo de trabajo en el 98. La
economía era estable hasta cierto punto y la vida del americano común era prometedora y tranquila.

Desde antes la industria televisiva y cinematográfica fue preparando al público para recibir contenido
como el del ID, con programas como: “America‘s Funniest Home Videos” que mostraban accidentes
domésticos grabados por el mismo espectador; “Cops” donde situaciones policiacas se volvían material
de entretenimiento hasta en sus momentos más ridículos y; con películas de “serie B” con bajo
presupuesto que, con tramas irónicas y contenidos descuidados, acostumbraron al televidente a mofarse
de la violencia, el peligro y en ocasiones de sí mismos al ser víctimas de bromas.

A mediados de los noventas Mtv además de seguir con su programación musical (característica del
canal) empezó a introducir caricaturas para adultos en su programación. “Beavis and Butthead” y “Ren
y Stimpy” fueron las principales. Estas caricaturas eran grotescas y en momentos carecían de sentido.
“Beavis and Butthead” robó la atención al presentar y exponer, de manera irónica y burlona, a dos fans
o espectadores del canal (Mtv). Quienes se encontraban criticando videoclips o metiéndose en
problemas a causa de sus actitudes anárquicas y destructivas.

Galli remarca que:

“La programación de Mtv muestra un mundo fantástico donde no hay leyes, cualquier
cosa es aceptada, los héroes musicales de la gente son todo poderosos y pueden hacer lo
que quieran.” (Inside Mtv; p.284)

“Beavis and Butthead” rompieron esta barrera, no solo los héroes musicales contaban con estos
privilegios, sino cualquiera que fuera parte de la programación de Mtv.

Fue en 1999 que “The Tom Green Show” empezó a transmitirse a través de Mtv. Anteriormente era
parte de la programación de un pequeño canal canadiense que le había otorgado el espacio a Green
después de su exitoso programa de radio. Pero fue introducido al canal de la música gracias a que tenía
un corte semejante o que podría agradar a los seguidores de shows como “Beavis and Butthead”.

En “The Tom Green Show” se veía a Green como presentador de un talk show donde además de
jugarle bromas a sus invitados y público, se podían ver bloques grabados donde llevaba a cabo stunts o
bromas a diferentes personas e instituciones. El show tuvo gran éxito y se retransmitió a través de toda
la cadena global de Mtv; llegando a darle gran fama a Green, para quien fue cada vez más difícil llevar
a cabo sus bromas al ser reconocido en las calles y lugares donde pretendía llevarlas a cabo. A

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mediados del 2000 el show fue cancelado a causa del cáncer de testículo que sufrió Green. Quien a
partir de ese momento se dedicó a hacer programas especiales de mayor duración como el que hizo en
Japón o el documental de su lucha y operación en contra del cáncer.

Pero la escena underground del patinaje también pasó un gran momento en 1999; “Big Brother
Magazine” publicó su tercera video revista: “Boob”, se consolidó como un controversial medio de gran
alcance. Afianzando así, un perfil de contenidos con el que ya habían experimentado previamente.

En “Boob”, llamada así porque al ser volteado se lee poop, fue la tercera de una saga de 4 videos que
realizó y distribuyó la revista Big Brother Magazine. Revista que logró tener prestigio por tratar temas
controversiales o de taboo entre sus páginas que, principalmente eran sobre temas relacionados con el
mundo del patinaje y los deportes extremos. “Boob” dirigida por Jeff Tremaine, quien siguió
participando en la realización de “Jackass”, presentaba a Johny Knoxville y a Steve O entre otros
realizando stunts y bromas que inclusive rayaban en lo ilegal. Estos presentados con bloques
intermedios de concursos de patinaje, giras de deportes extremos además de publicidad de marcas de
patinetas y accesorios. Fue en “Boob” que el contenido de corte cómico recibió más importancia y se
elaboro con un poco más de planeación. En Shit y Number Two, primeras dos de la saga, el patinaje y
los deportes extremos robaban la atención y el resto del contenido quedaba como relleno.

Por otro lado Bam Marguera dió nacimiento a la saga de video “CKY” (homónimo a la agrupación
musical de su hermano) con “Landspeed: CKY”, video muy semejante a los realizados por “Big
Brother Magazine” al contener stunts y bromas intercalados con bloques que presentaban a Marguera y
sus amigos patinando en distintos lugares. Pero en esta ocasión aparecían además videoclips y
sketches, que podrían ser más relacionados con el trabajo de Green.

Lanspeed: CKY no recibió mucha atención por que muchos de los stunts realizados no implicaban
tanto riesgo y porque Bam todavía no lograba gran reconocimiento en los círculos del patinaje, a pesar
de participar e inclusive aparecer en CKY grandes personajes de la patineta como Dany Way y Chad
Muska. Pero que gracias al trabajo de Marguera y su grupo, lograrón realizar hasta CKY4, además de
un documental y Haggard una ficción con un estilo muy semejante al de CKY.

Fueron estos dos últimos, “CKY” y “Big Brother Stake Magazine”, quienes se asociaron para crear
posteriormente en el 2000 el exitoso y famoso show Jackass que prescindió de los deportes extremos y
ya solo se enfocó en llevar a cabo stunts y bromas. Y que inclusive en la primera temporada reciclaron
material ya utilizado para integrarlo al show, esta vez con el respaldo de Mtv que consagró al
movimiento (ID) con este espacio. Sin olvidar que fue “The Tom Green Show” quien demostró el éxito
que los shows con estas características podían llegar a alcanzar.

Arte de Vanguardia, modernismo y posmodernismo


La poesía realizada en el arte ya no parirá acciones heroicas; ya no inspirará virtudes
sociales, pues la lengua sacra, reducida, como en toda época de decadencia literaria, a
no expresar más que mezquinas impresiones personales [...] ya no es capaz de enseñar
al hombre. (Leconte de Lisle; 1852)

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Desde la revolución industrial y hasta la época han surgido un sin fin de movimientos y corrientes en el
entorno artístico que han retratado lo dicho por Leconte. Ya no se trata de un arte de adorno o de
estética agradable, sino que se busca la belleza en todas partes y se cae generalmente en expresiones
individuales. Esto como efecto de los cambios socioculturales que trajeron las máquinas y las grandes
ciudades: el modernismo.

Los artistas modernos abordan el arte como un medio de acción social, un medio por el cual canalizan
su poder creativo como una crítica a la sociedad, el rechazo del “mundo burgues” se vuelve un hecho
concreto: es el rechazo de una sociedad, de unas costumbres, de una moral y de un modo de vida.

El significado del que se carga este período la conocida fórmula épater le bourgeois es, sin duda,
indicativo. Escandalizar al burgués, gastarle bromas pesadas, ponerla la zancadilla al filisteo, poner en
la picota al bienpensante, reír en los funerales y llorar en las bodas, fue una práctica que tenía una raíz
histórica bastante más robusta de lo que se creía. Pero más allá de estos gestos, la polémica y la
protesta estaban ya a punto de entrar en una fase de aspereza extrema y de turbadora agresividad.

Un claro ejemplo de esta crítica es Rimbaud uno de “los poetas malditos” que optaron en Francia por
crear una poesía libre y salvaje. Quien quizo arrancarse de encima el cristianismo y las leyes “morales”
que rigen la sociedad en la que no se siente capaz de vivir:

Curas, profesores y maestros, os engañais dándome en las manos la justicia. Yo nunca


fui cristiano. Yo soy de la raza que cantaba durante el suplicio. Yo no entiendo las leyes,
yo no tengo sentido moral. Yo soy un bruto. (Las vanguardias artísticas del siglo XX;
p.49)

Pero no solo se tomaron estas posturas en la poesía y en la literatura, sino que esta ideología fue
adoptada en la pintura por grandes maestros del siglo XX quienes adaptaron dichas nociones a su obra.

En Gauguin hay una acritud hacia la sociedad “criminal y mal organizada” y “gobernada por el oro”,
hay un desprecio auténtico hacia la “lucha europea por el dinero”. Estas razones hacen que el exotismo
de Gauguin no tenga el tono de una simple divagación, sino que adquiera un claro significado de
denuncia.

Gauguin dice:

La civilización me abandona poco a poco. Empiezo a pensar con sencillez, a no sentir


más que poco odio por mi prójimo, mejor aún, a amarlo. Tengo todos los gozos de la
vida libre, animal y humana. Huyo de lo ficticio, entro en la Naturaleza. (Las
vanguardias artísticas del siglo XX; p.51)

Fueron varios que como Gauguin se encontraron en un proceso de “salvajización”. Hacerse salvajes:
he aquí uno de los modos para evadirse de una sociedad que se ha vuelto insoportable, escribe Mario
de Micheli donde también menciona:

En estos artistas, el mito del salvaje y de lo primitivo es parte de una afanosa búsqueda
para reencontrarse a sí mismos, su propia felicidad y su propia naturaleza de hombre

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fuera de las hipocresías, de los convencionalismos y de la corrupción. El modo en el
que los artistas se dirigían a lo arcaico, a lo bárbaro, al folklore campesino y a las
civilizaciones preclásicas no era siempre el mismo y no siempre daba los mismos
resultados, pero una vez más se basaba en el común denominador de la oposición al arte
oficial o en el impulso a la evasión. (Las vanguardias artísticas del siglo XX; p53)

Estos valores salvajes y antiburgueses alimentaron a la vanguardia por cierto tiempo hasta el
nacimiento del Cubismo, pero movimientos como el Constructivismo y el Futurismo que alentaban la
modernización y adoraban casi “idolatrando” a la maquina surgieron para dar una nueva tendencia al
arte y lo dotaron con nuevas características.

Nos encontrábamos ante este dilema: ir más allá de los cubistas en el camino de la
destrucción o buscar nuevas bases sobre las que construir una nueva realidad artística.
(Naum Gabo; La idea constructivista en el arte)

Estas posturas fueron aceptadas por sociedades como la rusa y la italiana que tenían gobiernos fascistas
o totalitarios, pero en otros países se continuó con las tendencias anteriormente mencionadas. Aunque
el mito del buen salvaje ya no es un argumento a usar para modificar una sociedad y darle un
fundamento libre y natural. La sociedad parece ya irremediablemente perdida y el mito del buen salvaje
es sólo un vehículo de evasión de aquélla.

Características como el rechazo a la burguesía y el salvajismo del arte moderno, pueden ser
encontradas en el Idiotismo Destructivo. Que las toma y lleva hasta el limite al presentar al mismo
burgués, el hombre blanco, que se vuelve salvaje y pone en peligro su integridad y altera el orden
público.

Con el desarrollo y el final de las guerras mundiales, la sociedad sufrió cambios importantes. Nació lo
que se ha llamado posmodernismo, que abordado por Frederic Jameson es:

Ahora debo decir una palabra sobre el uso apropiado de este concepto: no es solo otra
palabra para la descripción de un estilo particular. Es también, al menos tal como yo lo
utilizo, un concepto periodizador cuya función es la de correlacionar la emergencia de
nuevos rasgos formales en la cultura con la emergencia de un nuevo tipo de vida social
y un nuevo orden económico, lo que a menudo se llama eufemísticamente
modernización, sociedad postindustrial o de consumo, la sociedad de los medios de
comunicación o el espectáculo, o el capitalismo multinacional. Este nuevo momento del
capitalismo puede fecharse desde el “boom” en EUA a fines de los años cuarenta y a
principios de los cincuenta o, en Francia, a partir del establecimiento de la Quinta
República en 1958. Los años 60's son en muchos aspectos el periodo transicional clave,
un periodo en el que el nuevo orden internacional (neocolonialismo, la revolución
verde, la información electrónica y los ordenadores) ocupa su lugar y, al mismo tiempo,
es zarandeada por sus propias contradicciones internas y por la resistencia externa. (La
posmodernidad; p.167)

Llegó entonces el posmodernismo que se permeó con las características rebeldes y vulgares del
modernismo, pero que tomo nuevas posturas frente a la era de la información electrónica y los medios
de masas. El posmodernismo no funciona como los movimientos modernistas que contradicen a sus

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antecesores, sino que viene a dotar de nuevas cualidades a una actitud que parece haberse instalado
fijamente desde la era moderna.

Jameson habla al respecto:

En realidad, una manera de señalar la brecha entre los periodos y de fechar la


emergencia del posmodernismo se encuentra precisamente aquí: en el momento (diría
yo principios de los años 60's) en que la posición del modernismo superior y su estética
dominante llega a establecerse en el mundo académico y, en lo sucesivo, es percibido
como académico por toda una nueva generación de poetas, pintores y músicos. (La
posmodernidad; p.184)

En este periodo posmoderno los medios de comunicación adquirieron gran importancia. Se


transformaron en industrias de concienciación que transformaron la psique de las personas y después su
cultura, el arte y las formas de conducta. La dependencia de los medios de comunicación da lugar a una
“persona determinada desde fuera”, un ser disponible y dirigible, como un peón en un gran juego
social.

De esto se percataron los artistas del Pop art quienes realizaron un estudio y crítica de dichos
fenómenos a través de su obra. Los artistas se dieron cuenta de que la sed de novedad en el mundo
comercial y visual había alterado, de un modo transcendental, la relación de la sociedad con los
medios, así como la relación del hombre con el arte.

Los artistas Pop Art juegan con la percepción directa y efímera del observador. La legibilidad del
lenguaje visual, la nueva y concreta coincidencia de la forma y el contenido, es una consecuencia de las
condiciones productivas de las nuevas imágenes visuales. El vocabulario de los artistas no apunta en
primer término al acceso del consumidor a los productos sino que más bien juegan con él y lo
perturban a través del consumo efímero y el efecto.

Para los artistas del Pop Art la imagen de los medios de masas, o incluso los propios periódicos, la
radio o la televisión misma, se convierten en tema; de este modo surge una iconografía ampliada
conforme a la época. Lo interesante es el contexto de la representación dentro de los medios que suele
ser tradicional; lo nuevo que se propaga utiliza convenciones tradicionales y fórmulas anticuadas. Los
ideales de belleza, los ídolos y la moral se corresponden con los modelos clásicos y los esquemas
sentimentales románticos.

El nuevo arte popular es vulgar y está acomodado a la “mentalidad popular”. Sólo puede funcionar si la
oferta moderna se basa en las necesidades tradicionales y en los hábitos estético-visuales ligados a
ellas. Se pierde el sentido de historia resultando en un presente continuo.

El sistema comunicativo de los medios no suele admitir al arte o se sirve de él únicamente como
repertorio, ampliando sus propias posibilidades con las experiencias artísticas. Los artistas pop
descubren esta relación y anulan ese sistema de valores de la cultura superior y la vulgar, la cultura de
valor y la trivial, adaptándose a un nivel medio de la conciencia social.

Estas características también son adoptadas por el ID que se sirve de los medios de masas para
exponerse, y que con su contenido subversivo y destructivo logra producir un arte donde no existe esa

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barrera entre lo superior y lo vulgar. Donde se juega con el espectador hasta el punto de ridiculizarlo e
insultarlo.

Si el arte posmoderno resulta como una crítica a la sociedad o no, es abordado por Jameson de la
siguiente manera:

Pero en el caso de los dos rasgos del posmodernismo de los que me he ocupado aquí -la
transformación de la realidad en imágenes, la fragmentación del tiempo en una seria de
presentes perpetuos- son ambos extraordinariamente armoniosos con este proceso. Mi
propia conclusión debe tomar la forma de una pregunta acerca del valor critico del arte
más reciente. Existe cierto consenso en que el modernismo anterior funcionaba contra
su sociedad de maneras que se describen diversamente como criticas, negativas,
contestarias, subversivas, de oposición y similares. ¿Puede afirmarse algo así del
posmodernismo y su peso social? Hemos visto que hay una manera en la que el
posmodernismo replica o reproduce -refuerza- la lógica del capitalismo de consumo; la
cuestión más significativa es si existe también una manera en la que resiste esa lógica.
Pero esta es una cuestión que debemos dejar abierta. (La posmodernidad; p.186)

En los 80's la expresión posmodernismo estaba siendo utilizada con frecuencia creciente para indicar el
fin de las prescripciones e inhibiciones. Fue cuando el historiador Richard Hofstadter llamó a Mtv “la
revuelta contra la modernidad”. Lo cual lo instala como una expresión más del posmodernismo y
como un medio en el que se exhiben obras posmodernistas.

Surgió entonces un deseo de involucrar al espectador en una experiencia compleja que desembocó en el
interés de los posmodernistas por las artes de instalación y performativas.

Performance: ¿Arte sin artista?

El teórico Richard Schechner describe al performance como "el comportamiento doblemente


comportado”. Y Freud ve la repetición como el signo de trascendencia: lo identifica con una acción
compensatoria que reconcilia al sujeto con su trauma.

Habíamos ya hablado de “Jackass” y demás participes del ID como un performance grabado, pero no
dimos una justificación amplia para ser considerado así. Es aquí donde abordamos a Anthony Howell
que habla así del performance.

El performance tiene tres (acciones) elementos primarios (aunque uno puede


considerarse como común a los otros dos), y estos pueden ser mezclados para crear
acciones secundarias. Estas acciones primarias son quietud, repetición e
inconsistencia... ...Y esto nos lleva a la noción de que la inconsistencia puede ser
algunas veces un solo acto -un acto definitivo- una sorpresa o una catástrofe. (The
analysis of performance art; p.xiii)

Estos elementos están siempre presentes en el ID, al mostrarse en ocasiones distintos intentos o

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repeticiones de las bromas y los stunts (repetición). Al generar espacios de tensión justo antes de hacer
los stunts (quietud). Y al llevar a cabo actos únicos que por sus consecuencias o por la naturaleza de los
mismos son escandalosos y difíciles de repetir (inconsistencia).

Howell también menciona:

Esta irreversibilidad del acto inconsistente refuerza la noción de que no es parte de una
cadena de acciones sino “un evento único” [...] Aquí regresaré a la idea de que la
repetición mata al tiempo al duplicar el pasado, donde la inconsistencia crea el tiempo
al proveer un único y memorable (traumático) incidente que nos permite distinguir el
pasado. (The analysis of permormance art; p.77)

Se crea el tiempo, se crea la grabación. Pues es un performance que se realiza para ser grabado para su
posterior distribución y su visionado final. Un acto donde se tiene presente al arte pero se carece de un
artista. Pues estos actos son llevados a cabo “por completos idiotas y/o profesionales”.

Pues esta es otra característica de la posmodernidad, la desaparición del individuo, el artista en este
caso, quien pierde sus rasgos personales y solo sirve como producto. Esto fue abordado en el Pop art
quienes al realizar serigrafías o impresiones como parte de sus obras pretendían mecanizar el proceso
alejando al autor de su obra, creando arte sin artista.

Artistas importantes como Robert Rauschenberg, Roy Lichtestein y Jasper Johns, hablan de la
“despersonalización” y el “anonimato” de su trabajo artístico.

En el ID vemos esta tendencia de nuevo, pero esta vez con la desvalorización que se dan al otorgarse
títulos diminutivos y al llevar a cabo ellos mismos los stunts y las bromas. El resultado es un
performance que es por si mismo y no tiene un “performer” en el pleno sentido de la palabra.

Jameson al referirse al artista posmodernista dice:

Este nuevo componente es lo que se llama generalmente la “muerte del sujeto” o, para
decirlo en un lenguaje más convencional, el fin del individualismo como tal. Como
hemos dicho, los grandes modernismos se basaban en la invención de un estilo
personal, privado, tan inequívoco como las propias huellas dactilares, tan incomparable
como el propio cuerpo. (La posmodernidad; p.170)

Se refuerza la idea de la “muerte del artista” al desvalorizarlo y hacerlo a un lado. Ya no importa en


realidad quien es el que realiza la obra, sino la obra en si misma. Esto parece ser un rasgo dominante en
el ID.

Para esto podemos analizar la entrevista que tubo Johny Knoxville (JK) con Cummins (C)en el 2001
antes de el estreno de “Jackass The Movie”:

C: ¿Haz sido cacheteado con la etiqueta de artista performativo?


JK: Si, el arte performativo es una cosa y el artista performativo es otra. Los artistas
performativos son siempre narcisistas e intelectualizan todo lo que hacen. Yo no
intelectualizo nada de lo que hago. Estoy un poco incomodo con ese termino porque me

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parece de ceja levantada, elitista y poco interesante. Solo estamos tratando de hacerte
reir.
C: ¿Te sentirias mas como con el termino de payaso moderno?
JK: Si, solo somos como los tres chiflados excepto que lo hacemos realmente.

Podemos ver que Knoxville no se considera a si mismo un artista, sino más bien un payaso, pero deja
abierta la posibilidad de considerar sus actos como performance al no negarlo y al evadir el tema al
centrar la atención en su propia naturaleza.

Por otro lado podemos relacionar el ID con la destrucción del género presente en el trabajo de artistas
de performance como Chris Burden y Paul McCarthy que en palabra de Sweeny:

Ambos artistas exploran los límites del cuerpo humano en sus trabajos, normalmente a
través de acciones violentas: Burden con la carga a través del dolor infligido a sí
mismo, y McCarthy a través de la destrucción del espacio de actuación... ...A través de
estos actos de violencia, rompen la separación entre intérprete y el público, desafiando
las tradiciones teatrales occidentales de una manera similar a la sugerida por Antonin
Artaud [...] La documentación utilizada por estos artistas de performance se comparte
con Jackass (ID), un hecho que permite que las actuaciones puedan ser vistas por un
público más amplio, convirtiéndose en mercancía en el proceso. Esta mediación de las
actividades presentadas en Jackass (ID) parece empujarlo más allá de las payasadas de
los juveniles aburridos o en el teatro de calle espontáneo, permitiendo también que el
trabajo que tenga mayor influencia cultural. El video transforma el comportamiento
socialmente aberrante en arte, en los ejemplos anteriormente discutidos, al mismo
tiempo que hace televisión a Jackass (ID), debido a la intención de los participantes.
(This performance art is for birds; p.141)

Pues un par de décadas antes estos artistas entre otros, ya habían realizado y llevado a cabo videos con
características similares tanto estéticamente como en el contenido. Argumento que llega a reforzar el
concepto de que estos actos al ser registrados en video se transforman en arte.

Sobre esto se puede realizar un largo debate y desarrollarse más a fondo, pero al funcionar lo
anteriormente expuesto para nuestra causa continuaremos con las características del movimiento.

La estética del idiotismo destructivo.

En el ID vemos una serie de características estéticas y de contenido constantes y determinadas, que


vienen como resultado de sus orígenes y del público para el que fue originalmente planeado.

El contenido es muy variado y va desde simples bromas telefónicas hasta elaborados stunts que
involucran artefactos diseñados específicamente para las ocasiones. Pero presentan entre las distintas
obras elementos o factores que se repiten.

Una de las primeras características del contenido que salta a la vista es la dominante presencia de

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hombres blancos. Generalmente con buena condición física, aunque en algunas ocasiones con rasgos
irónicamente exagerados como en el caso de Weeman que es un enano o de Preston Lancy que presenta
un fuerte sobrepeso, lo cual funciona para delimitar la condición del hombre blanco.

Al respecto Sweeny anota:

Es posible que el programa presente una crítica a la masculinidad, o quizá, ¿opere


como ambas, reforzando y criticando, simultáneamente? [...] Jackass (ID) se presenta
a si mismo como la marca del límite de un comportamiento socialmente aceptable [...]
Como tal, puede ser considerado como rito de paso a la masculinidad en la época de
los reality's y los medios interactivos. (This performance art is for birds; p.139)

Pues esto es reforzado con la aparición ocasional de mujeres que, en cada ocasión juegan un papel
estereotipado: prostitutas, enfermeras y amas de casa aparecen y desaparecen de repente como si no
tuvieran mayor importancia.

En el Pop art ya se asomaban rasgos similares, en donde también se repite la ambigüedad de un


mensaje que puede resultar tan destructor como constructivo:

Los clichés han sido cotejados y equiparados entre Hollywood y la industria


publicitaria: la mujer como un atributo del lujo en la sociedad de masas que es
determinada por los hombres. El pintor (artista) elige un detalle concreto que posibilita
una interpretación doble: la claridad y la ambigüedad del mensaje actúan en contra del
mensaje publicitario de una estrella impersonal. (Pop art; p.46)

Otro indicador de masculinidad pero que debe ser vista como otra característica del contenido por si
misma es la tendencia a llevar al cuerpo hasta sus últimos límites. Recordemos que los stunts del ID
son llevados a cabo en situaciones de alto riesgo donde los actos por sí mismos representan una
amenaza a la integridad física de quien lo lleva a cabo.

Ser atropellados o saltar a automóviles en movimiento, brincar desde grandes alturas e intentar realizar
acrobacias en las que se tiene nula práctica, son indudablemente parte de estas tendencias
autodestructivas características del ID. Donde se resalta la lucha de el hombre contra la naturaleza tanto
como la de el hombre contra la máquina.

La destrucción es otro motivo fuertemente presente en la obra del ID, no solo el “idiota” se
autodestruye, sino que goza destrozando lo que encuentra a su paso. Los objetos que se destruyen son
principalemente elementos naturales (arbustos, pequeños árboles, etc.) o iconos del consumismo como
es el caso de los carritos de supermercado en CKY o la garantía de por vida de Tom Green.

Dichos actos destructivos son generalmente realizados sin consentimiento de los dueños o responsables
de lo que se destruye, o son llevados cabo dentro de supermercados o centros comerciales, ambos otra
vez, iconos del consumismo. Como lo que puede resultar obviamente metafórico, cuando Marguera y
Dicamillo deciden aventar al jardín la televisión de Phil.

Como símbolo de destrucción, que también sirve como de libertad para muchos otros artistas, se puede
apreciar una continua presencia del fuego. Ya sea como reto o parte de un stunt o simplemente como

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resultado de alguna broma jugada, el fuego es un signo recurrente en la obra del ID.

El desprecio a la ascendencia, al pasado y a la autoridad se hace presente con la actitud que ID presenta
frente a sus padres. En el caso de Marguera sus padres son llevados al límite al someterlos a situaciones
extraordinarias como la introducción de un cocodrilo a su cocina o el estallido de cientos de fuegos
artificiales en el interior de la camioneta de Phil, su padre.

Tom Green llega a este cometido a través de otras vías, al ser acosador e incisivo al entrevistar a sus
padres sobre detalles de su vida sexual que rompen con su privacidad y que resultan obscenas para
ellos. Y posteriormente al irritarlos al regalarles un par de esculturas donde podemos ver a la pareja
agrediéndose y después teniendo sexo, esculturas donde podemos ver presente el machismo al estar
siempre su padre levantando la mano en una actitud amenazante y dominante.

La autoridad también esta siempre presente al poder ver en distintas ocasiones como los stunts
terminan con encuentros con la policía, donde ellos quedan como obstructores o retardadores de los
actos que se observan.

En el ID se ridiculizan a las instituciones, los deportes, las guerras y el pasado. Se presentan de


distintas maneras parodias e ironías que funcionan como críticas hacia rituales o costumbres, inclusive
llegando a parodiar costumbres de otras razas y países. Tal es el caso del Sumo Wrestling de Johny
Knoxville y compañía en Boob o el Legends of backyard football de CKY.

Los logos comerciales son también parodiados a través de situaciones o modificaciones que los
cargan de contenido violento o sexual. Tal es el caso del logo de Shortys, en Boob, que de ser
una patineta pasa a ser un falo al desplazarse lo que serían las ruedas de la patineta.

Se juega en varias ocasiones con los deshechos humanos y animales. Se exponen a ellos a pesar del
asco que ellos también sienten y manifiestan. En la gran mayoría de ocasiones se juega con
excrementos para alterar a terceros, como el caso del micrófono de Tom Green o “las salchichas” de
Knoxville en su visita a un restaurante de comida rápida.

En otras ocasiones se retan entre ellos para realizar ingesta de estos desperdicios sólo para obtener una
reacción como el vómito o las gesticulaciones y gritos ante el desagrado de lo injerido. O podemos ver
stunts que involucran aguas negras o residuos peligrosos.

El espectador es tratado agresivamente, se vuelve participe de la obra al verse como víctima de


bromas o como verdugo en algunos stunts. Tom Green pide los zapatos de su público para
amarrarlos a un taxi que se marcha y, después de robarle a un transeúnte su helado, repite en
varias ocasiones “¿Quieren ver basura? ¡Miren esta basura!” para afianzar el hecho de que esta
jugando con la audiencia. Otro ejemplo de Green al respecto se puede ver cuando invita a dos
mujeres del público para presentarlas vía telefónica a su madre como prostitutas.

En cuanto a la realización de los productos audiovisuales debemos destacar el aspecto casero o


amateur que se logra al utilizar el video como soporte para las grabaciones. Estas producciones
evolucionaron del patinaje y conservaron varias características propias del género.

Se utilizan largas planosecuencias al carecer de distintos puntos de vista. Esto resulta en un

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análisis más profundo del contenido de la imagen más que en una lectura de la composición de
la misma.

Los planos más utilizados son los full shots que muestran por completo a los “idiotas” en
plenos actos, y los planos de detalles que exageran las heridas y lo destruido. Aunque también
se utilizan los close ups y los bust shots cuando alguno de ellos participa con un diálogo y los
planos generales que nos contextualizan o nos dejan entre ver los actos de manera voyerista.

Los puntos de vista son utilizados de forma variada, donde resaltan el punto de vista del
personaje cuando vemos los planos subjetivos que se logran con cámaras escondidas o con los
planos de detalles y generales que nos dejan ver la dificultad de los stunts que están por
realizar.

Los colores son utilizados casi en crudo o simplemente se les disminuye la saturación para
resaltar lo “ocasional” de las grabaciones, aunque en ocasiones dificulta la comprensión de lo
que sucede.

La cámara es cargada en la mano, pocas veces se utiliza tripié y no se apoyan en instrumentos


más sofisticados como los steadycams o los glidecams. La óptica es en ocasiones exagerada,
con lentes muy cortos o de ojo pescado y en otras ocasiones con fuertes zooms.

El sonido es igualmente utilizado sin mucho trabajo de afinación, los sonidos inscidentales y
los diálogos son generalmente registrados con el micrófono de la cámara donde en ocasiones
podemos inclusive escuchar a quien se encuentra grabando.

La musicalización va del Punk al metal, lo que se podría llamar “música alternativa” tendencia
también heredada de los videos de patinaje, y en algunos momentos podemos escuchar
también éxitos de la música pop de los 80's que son utilizados de manera burlona e irónica.

El montaje es rudimentario y violento, repeticiones son utilizadas para dramatizar los golpes.
La obra es dividida en bloques que presentan secuencias independientes al resto de la obra y en
ocasiones planos independientes que funcionan por si mismos.

La primera parte de la producción del ID se caracterizo por ser videos de duración media, entre
40 mins y una hora, para después pasar a un formato de programa de televisión de media hora
y después introducirse al negocio de la distribución a través de las salas de cine con duraciones
que van de los 90 a los 120 minutos.

Podemos concluir en que el ID es un movimiento de vanguardia que continua vivo. Crítica


ambigüa hacia el hombre blanco ocioso y vicioso. Que posee una serie de deficiencias técnicas
intencionadas en su registro y postproducción. Que a pesar de no ser producido por “artistas”
posee características suficientes para ser considerado arte aunque su catalogación vaya del
video-arte al arte performativo.

El tema que se trata en el ensayo se presta para continuar analizándolo más a fondo, además de
que se podría dividir al movimiento en diferentes fases o periodos. Pero hemos concluido con
la base que servirá para continuar con esta extensa y diversa catalogación que seguramente

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dará pie a debates y, con suerte, al reconocimiento de un movimiento que ha transformado la
percepción y gustos de miles de espectadores al rededor de todo el planeta.

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Bibliografía
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