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Capítulo III.

De la Perención

Artículo 45. Toda instancia se extingue de pleno derecho por el transcurso de un año, sin haberse ejecutado
ningún acto de procedimiento por las partes. Igualmente en todas aquellas causas en donde haya transcurrido
más de un año, después de vista la causa, sin que hubiere actividad alguna por las partes o el juez, este último
deberá declarar la perención.

Artículo 46. La perención se verifica de pleno derecho y debe ser declarada de oficio por auto expreso del
tribunal.

Artículo 47. La perención no impide que se vuelva a proponer la demanda y solamente extingue el proceso. En
tal sentido, no corren los lapsos de prescripción legalmente establecidos y no se aplica la consecuencia jurídica
establecida en el artículo 1972 del Código Civil.

Artículo 48. En ningún caso el demandante podrá volver a proponer la demanda, si no hubieren transcurrido
noventa (90) días después de declarada la perención de la instancia.

Perención de Instancia en Materia Laboral. Criterios


más recientes en cuanto al tema. Abog. Ana
Leáñez
de Actualidad Jurídica Venezuela, el Domingo, 15 de agosto de 2010 a las 9:51

La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en la sentencia N° 195, del 16 de febrero
de 2006, caso: SUELATEX, C.A., respecto a la perención de instancia señaló lo siguiente:

“(…) Las normas anteriores recogen dos supuestos de perención en materia laboral: por una
parte, la regla general que expresa que <span>el sólo transcurso del tiempo, sin que las partes
hubiesen realizado actuaciones que demuestren su propósito de mantener el necesario impulso
procesal</span> , origina la perención y se verifica de pleno derecho, la cual puede declararse de
oficio, como lo prevé el artículo 202 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo y, por otra,<span>
la perención de la instancia después de vista la causa</span> la cual opera transcurrido un lapso
superior a un año sin que exista actividad alguna de las partes o del Juez, ello inserto dentro de las
disposiciones transitorias de ese texto legal..."

***Ambos supuestos los encontramos plasmados en el artículo 201 de nuestra norma


adjetiva laboral, el primero de lo suspuestos hace referencia a la inactividad de las
partes por el transcurso de un año, y el segundo involucra no solo a la inactividad de
las partes sino tambien la del Juez.***

Continua la cita:

“(…) La perención de la instancia como institución netamente procesal constituye. uno


de los medios de terminación del proceso. Sin embargo, a diferencia de otros medios de
terminación, ésta no está vinculada a la voluntad de las partes ni del Juez, sino a
condiciones objetivas -transcurso de un período de tiempo sin impulso procesal de parte- que
deben conjugarse a los fines de su materialización. <span>Tal figura ha sido considerada como un
medio de terminación del proceso bajo la presunción de abandono o pérdida de interés en el
juicio, fundado en la falta de impulso procesal por parte de los sujetos de la relación procesal al no
instar diligentemente el procedimiento, manteniéndolo paralizado por un tiempo determinado por
la ley.</span> Desde el punto de vista de sus efectos, en el juicio laboral la perención de la
instancia, produce a tenor de lo dispuesto en el artículo 203 de Orgánica Procesal del Trabajo la
extinción del proceso, aclarando el legislador que ello no impide proponer nuevamente la
demanda, pero, para ello existe una imposibilidad pro tempore, ya que el demandante no podrá
ejercerla en ningún caso, antes de transcurrido el lapso de noventa días después de declarada la
perención (…) La perención de la instancia es entonces una institución procesal de orden
público, que debe ser declarada aún de oficio por el juez de la causa, en cualquier grado de
conocimiento jurisdiccional, en ausencia de actos procesales de impulso dimanados de las partes
-tanto actor como demandado- en litigio, ello como principio general ante la ausencia de
regulación especial. En tal sentido, debe indicarse que las normas procesales regulan los actos de
parte y del juez que componen el juicio, por ello es deber del Juzgador atender a ellas en todo
estado y grado del proceso, pues están dispuestas para lograr una decisión idónea e imparcial,
para aplicarse a ambas partes, y no en beneficio o perjuicio de una u otra, sino en pro de la
justicia;..."

"(...) la especial regulación de la perención en materia laboral, de eficacia temporal se insiste,


mantiene en esencia las notas distintivas de esta institución procesal, no obstante, en virtud de la
adecuación del proceso laboral a los postulados constitucionales consagrados en los artículos 26 y
257 de de 1999, <span>la incorporación de la perención en fase de sentencia compele a las
partes a ejecutar actos de impulso que provoquen la decisión oportuna sobre el asunto sometido a
la cognición del órgano jurisdiccional, materializado a través de solicitudes o diligencias dirigidas
al Juez que demuestren la actualidad de su interés procesal en la resolución de la controversia,
puesto que la norma en su configuración gramatical, emplea la conjunción disyuntiva “o”, lo cual
hace recaer la carga en uno u otro sujeto del proceso y no exclusivamente en el operador de
justicia. Tales actos de impulso, se insiste, deben ser lo suficiente idóneos para obtener una
respuesta por parte del juez tendente a darle continuidad al proceso o, en el supuesto especial
previsto en el artículo 201 de Orgánica Procesal del Trabajo, luego de vista la causa, decidir el
asunto sometido a la jurisdicción..."</span>

***Respecto a este supuesto ha sido divida la opinión de la doctrina, gran parte de ella
sostiene que es un tanto injusto que se aplique la sanción de perención cuando la
inactividad proviene del Juez, ya que, no es para nada sorpresivo que en muchas
ocasiones encontrándose la causa en estado de sentencia el Juez no decide en forma
oportuna de acuerdo a lo previsto en la ley, por lo tanto, suena como un poco
contradictorio que esa inactividad del juez pueda provocar o ser causal de perención.***

Sigue la cita:

“(…) En todo caso, la aplicación de la perención en los procedimientos laborales sustanciados y


decididos durante el régimen de transitoriedad previsto en el Capítulo II del Título IX de Orgánica
Procesal del Trabajo, <span>de conformidad con lo dispuesto en los artículos 201 al 204 de este
texto legal, una vez que la causa se halle en estado de sentencia, debe atender a la actividad del
juez o al examen de aquellos actos procesales que dan impulso al juicio laboral dimanados de
aquellos sujetos involucrados -de forma activa o pasiva- en la controversia judicial, dirigidos en
todo momento, como carga procesal excepcionalmente establecida por el legislador en la materia,
a instar al Juez a dictar decisión de forma expedita y oportuna en el marco de la implementación
del nuevo sistema de justicia laboral consagrado en Orgánica Procesal del Trabajo, ello atendiendo
a la ratio de esas normas (…)”</span>

***El criterio arrriba transcrito enfatiza que en cuanto al segundo supuesto previsto en
el artículo 201 de la LOPT los actos de impulso deben ser lo suficiente idóneos y
tendientes a darle continuidad al proceso, para evitar la consecuencia fatal de
perención, respecto a este punto es mucho lo que ha argumentado la Sala de Casación
Social del Tsj, para lo cual a continuación cito una Sentencia de fecha 14 de Julio de
2010 emanada del Juzgado Superior Cuarto del trabajo de la Circunscripción Judicial del
Estado Zulia, Caso: TIRZO CARRUYO GONZALEZ vs COMPAÑÍA ANONIMA NACIONAL
TELEFONOS DE VENEZUELA (CANTV), ASUNTO: VP01-R-2010-000004 que recoje criterios
importantisimos de la Sala que desarrollan ampliamente este aspecto que en la
práctica ha resultado complejo determinar..***

(Cita Textual)
"(...)Tomando en cuenta que el Tribunal de la primera instancia dictó sentencia declarando la
perención de la instancia por falta de impulso procesal por parte del actor, necesario es comenzar
afirmando, que la perención, es uno de los modos de terminación del proceso como resultado de
la falta de gestión procesal, imputable a las partes en el juicio y no al Juez, tomando en cuenta el
último acto del procedimiento.

“El Dr. Ricardo Henríquez La Roche Pág. 328-329, Tomo II, del Código de Procedimiento Civil,
establece “Un proceso puede extinguirse anormalmente, no por actos sino por omisión de las
partes. Perención (de percibiré, destruir) de la instancia es la extinción del proceso que se produce
por una paralización durante un año, en el que no se realizan actos de impulso procesal Alguno.”

Ahora bien, el interés público exige que los procesos no permanezcan paralizados indefinidamente,
no sólo porque la subsistencia de la litis es contraria al restablecimiento del orden jurídico, sino
porque la relación procesal también comprende al órgano jurisdiccional, y esa vinculación no
puede quedar supeditada en el tiempo al arbitrio de las partes, a quienes en materia laboral
corresponde el impulso del procedimiento. Por eso, así como la prescripción se funda en una
presunción de abandono del derecho, la inactividad de las partes comporta una presunción de
abandono de la instancia. El proceso se extingue, entonces, por el sólo transcurso del tiempo
cuando los litigantes no instan su prosecución dentro de los plazos establecidos por la ley,
entonces, éste fenece. Este modo anormal de existencia se designa con el nombre de perención.
Anteriormente se consideraba a la perención como una pena al litigante negligente, pero hoy se
admite que cuando las partes dejan paralizado el proceso por un tiempo prolongado, es porque no
tienen interés en su prosecución y que desisten tácitamente de la instancia, lo que autoriza al
Estado a librar a sus propios órganos de todas las obligaciones derivadas de la existencia de una
relación procesal. Es decir, la perención se basa en una condición objetiva, la cual consiste en el
transcurso de un año de inactividad procesal de las partes. Es así como se refleja la intención del
legislador, de evitar que los juicios se prolonguen indefinidamente en el tiempo, como también de
librar a los Tribunales del deber de dictar nuevas providencias en casos presuntamente
abandonados por los litigantes.

Los artículos 201 y 202 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, establecen:

“Artículo 201: “Toda instancia se extingue de pleno derecho por el transcurso de un (1) año sin
haberse ejecutado ningún acto de procedimiento por las partes. Igualmente, en todas aquellas
causas en donde haya transcurrido más de un (1) año después de vista la causa, sin que hubiere
actividad alguna por las partes o el Juez, este último deberá declarar la perención”.

Artículo 202: “La perención se verifica de pleno derecho y debe ser declarada de oficio por auto
expreso del Tribunal”.

Esta Juzgadora hace suyo el criterio reiterado y pacífico del Tribunal Supremo de Justicia en cuanto
a este respecto, criterio plasmado en Sentencia de la Sala de Casación Social de fecha 28 de
marzo de 2007 con ponencia del Magistrado ALFONSO VALBUENA CORDERO, donde se dejó
sentado:

“Ahora bien, observa la Sala tal y como lo alega la parte recurrente, que cursa a los folios 14, 15 y
16 del expediente, diligencias de fechas 12 de noviembre del año 2003, presentadas por la
apoderada judicial de la parte actora, mediante la cual solicita en la primera de ellas, copia
certificada de la solicitud de calificación de despido, y en la segunda, la citación de la parte
demandada en el presente juicio. De igual forma, constata la Sala que fue en fecha 2 de
noviembre del año 2005, cuando la parte actora realizó nuevamente una actuación judicial -folio
21- solicitando mediante diligencia el avocamiento del Juez al conocimiento de la causa y las
notificaciones de rigor; de lo que verifica la Sala que entre una y otra actuación transcurrió mas de
un año, para que opere la perención de la instancia, de conformidad con lo consagrado en el
artículo 201 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, el cual dispone: “Toda instancia se extingue
de pleno derecho por el transcurso de un (1) año sin haberse ejecutado ningún acto de
procedimiento por las partes. Igualmente, en todas aquellas causas en donde haya transcurrido
más de un (1) año después de vista la causa, sin que hubiere actividad alguna por las partes o el
Juez, este último deberá declarar la perención.

En razón a lo antes expuesto, debe forzosamente esta Sala declarar la infracción por la recurrida
del artículo 201 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, al no haber declarado la recurrida la
perención de la instancia, por haber transcurrido más de un año sin que la parte actora realizara
actuación alguna, razón por la que esta Sala resuelve con lugar el presente medio excepcional de
impugnación. En consecuencia, anula el fallo recurrido y de conformidad con lo establecido en el
artículo 179 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, pasa a pronunciarse sobre el fondo de la
presente controversia…” (…)

“Por su parte, esta Sala mediante fallo de fecha 28 de julio del año 2005, con relación a la
perención de la instancia señaló lo siguiente:

Como se observa, la norma citada consagra dos supuestos en que opera la extinción de la
instancia, a saber, aquel caso en que, antes de comenzar el lapso para sentenciar, las partes no
realizan ningún acto de procedimiento durante un año, y aquel otro en que, después de vista la
causa -esto es, encontrándose el proceso en etapa de sentencia-, no hay actividad de parte o del
juez, durante el mismo período de un año. Se consagran, por tanto, dos supuestos, que se
diferencian en virtud del sujeto cuya actuación en el proceso impide que opere la perención, al
darle el impulso necesario para su continuación.

En efecto, el análisis del contenido del artículo 201 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo permite
establecer que antes de comenzar el lapso para sentenciar, el impulso procesal requerido deben
darlo los litigantes, vale decir, que es una carga de ellos el mantener con vida jurídica el proceso a
través de conductas que denoten su interés en que se resuelva la controversia, en los lapsos
procesales establecidos; en consecuencia, el abandono del juicio por las partes procesales lleva a
concluir que éstas, al no realizar ningún acto capaz de impedir que transcurra el lapso fatal,
manifiestan tácitamente su intención de no continuar con el litigio.

Sin embargo, al encontrarse el proceso en etapa de sentencia, corresponde también al juzgador


dar el impulso procesal necesario para su continuación; en tal supuesto, no corresponde a las
partes procesales (actor y demandado) realizar actuación alguna encaminada a impulsar el
proceso -aunque puedan hacerlo-, puesto que su intervención en el mismo ha cesado.

Asimismo, advierte la Sala que el lapso de perención previsto en el artículo 201 de la Ley Orgánica
de Procesal del Trabajo, se inicia el día siguiente de aquél en que se realiza el último acto de
procedimiento de las partes o del juez, dependiendo del caso. Ahora bien, no cualquier actuación
lleva consigo la interrupción del lapso de perención, toda vez que debe tratarse de actos de
procedimiento que demuestren la voluntad de activar el proceso hacia su destino final -que se
logrará con la sentencia u otro medio de terminación del proceso-, y entre tales actuaciones, se
encuentra el abocamiento de un nuevo juez para conocer la causa, acto del proceso capaz de
evitar la perención de la instancia.

En el presente caso, se constata de una revisión minuciosa de las actas que conforman el presente
expediente, que la parte actora dejó transcurrir el lapso de un año establecido en el artículo 201
de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, sin haber efectuado ningún acto de procedimiento capaz
de interrumpir la perención, pues las actuaciones efectuadas por la parte actora entre las cuales
se constató la perención señalada, son de fechas 12 de noviembre del año 2003 y posteriormente
02 de noviembre del año 2005, razón suficiente para esta Sala declarar la perención de la
instancia y en consecuencia, la extinción del proceso, todo ello de conformidad con lo preceptuado
en la norma referida supra. Así se resuelve.”

Aunado a lo anterior, esta Juzgadora plasma el criterio asumido en sentencia de fecha 13 de


diciembre de 2005 por la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia
del Magistrado Omar Mora Díaz, en cuanto a la perención, explicando:

“…Establece el artículo 201 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, lo siguiente:

‘Artículo 201: Toda instancia se extingue de pleno derecho por el transcurso de un (1) año sin
haberse ejecutado ningún acto de procedimiento por las partes. Igualmente, en todas aquellas
causas en donde haya transcurrido más de un (1) año después de vista la causa, sin que hubiere
actividad alguna por las partes o el Juez, éste último deberá declarar la perención.’.

Conforme se puede interpretar de la norma, cuando la causa está para sentenciar, alguna
actuación de parte o del Juez impide que opere la perención.

Así pues, como puede observarse del expediente, así como también de la narración misma que de
los hechos hace la Alzada, la presente causa para el momento en que se declara la perención
estaba para sentenciar.

Ahora bien, para la Alzada operaba la perención por cuanto desde la entrada en vigencia de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, 13 de agosto de 2003, hasta la fecha en que dictaba su sentencia
de perención, 3 de diciembre de 2004, “había transcurrido más de un (1) año sin que las partes
hayan realizado actuación alguna en el expediente”.

Con vista de ello, la Sala pasó a revisar las actas del expediente, y constató la existencia de una
importante actuación del Juez Superior, como lo fue su avocamiento, y en ese mismo auto, la
correspondiente orden de notificación de las partes para computarse el lapso de 60 días para
sentenciar. De ello se desprende entonces, que erradamente para la Alzada, sólo las actuaciones
que las partes ejecutaran impedían que prosperara la perención.

CONFORME A ESTOS PARÁMETROS ASÍ EXPUESTOS POR LA ALZADA, NO TIENE LUGAR LA


PERENCIÓN DE LA INSTANCIA DECLARADA, POR CUANTO APLICANDO EL MENCIONADO ARTÍCULO
201 DE LA LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO, EL PROPIO AVOCAMIENTO QUE REALIZÓ EL
JUEZ SUPERIOR EN FECHA 20 DE MAYO DE 2004, FECHA DE LA CUAL HIZO REFERENCIA EN SU
FALLO, Y DONDE ADEMÁS DE AVOCARSE ORDENA LAS CORRESPONDIENTES NOTIFICACIONES DE
LAS PARTES, INCLUYENDO AL PROCURADOR GENERAL DE REPÚBLICA, ELLO CONSTITUYE UNA
IMPORTANTE ACTUACIÓN QUE IMPEDÍA LA PERENCIÓN, POR CUANTO COMO ANTES SE INDICARA,
LA CAUSA ESTABA PARA SENTENCIAR.

En este sentido, desde la última actuación realizada por el Juez Superior, 20 de mayo de 2004,
hasta el momento de la decisión, 3 de diciembre de 2004, sólo habían transcurrido 6 meses y 13
días, es decir, no se materializó el supuesto de hecho contenido en el artículo 201 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, en consecuencia, no operó la perención de la instancia”.

En base a la jurisprudencia analizada ut supra, observamos que en el caso de autos, el Juzgado de


la causa, fundamentó la declaratoria de Perención de la Instancia, en:

“…La actividad procesal de las partes, durante el plazo o término previsto en la Ley para que dicho
efecto se produzca; constituye por lo tanto, una forma anormal de terminación del proceso. Al
tratar la perención de la instancia, ello presupone tener un concepto de lo que significa el vocablo
“instancia”, la definición más clara la hace Couture y Palacio, al establecer la institución como un
conjunto de actos procesales que se realizan desde la petición procesal que abre un grado de
jurisdicción o una etapa incidental del proceso, hasta la decisión o pronunciamiento que acoja o
deniegue esta petición.

De manera que la perención se encuentra determinada por tres condiciones: Una objetiva, la
inactividad, que se reduce a la falta de realización de actos procesales, otra subjetiva, que se
refiere a la actividad omisiva de las partes, una condición temporal, la prolongación de la
inactividad de las partes por el termino de un año. La jurisprudencia patria ha sido constante y
reiterada en considerar que la perención tiene su fundamento en la negligencia de las partes y en
la presunción de que la inactividad de éstas, entraña una renuncia a continuar la instancia.

También es necesario señalar, que los actos capaces de interrumpir la inactividad del año, que
produce la perención consagrada en la legislación adjetiva, son los inferidos en el iter legal, que
propendan el desarrollo del juicio; o lo que es lo mismo, un acto que implique la voluntad del
interesado en activar o de impulsar el proceso hacia su finalidad lógica, que es el fallo del Tribunal.

En este sentido, el punto más importante es establecer el momento mismo a partir del cual se ha
de computar el lapso para que opere la perención de la instancia por inactividad de las partes,
previstas en el encabezamiento de los artículos 201 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo y 267
del Código de Procedimiento Civil; por lo que hay que determinar el comienzo y el fin del mismo.

Ahora bien, de una detenida y exhaustiva revisión de las actas que integran el presente
expediente, este Tribunal, ha podido constatar que el 17 de diciembre de 2007 (folio 914), se
realiza un acto conciliatorio en el cual este Sentenciador instó a las partes a llegar a un posible
acuerdo, dándose por concluido el mismo sin que las partes llegaran a un acuerdo favorable, y
posteriormente es en fecha 30 de junio de 2009 (folios 915 y 916) que la representación judicial de
la parte demandante CLARISOL DIAZ, solicita se dicte sentencia en la presente causa.

En colorario con lo anterior se evidencia que desde el 17 de diciembre de 2007, hasta el día 30 de
junio de 2009, no existe ninguna actuación procesal de las partes enmarcadas a darle impulso al
proceso. De ello se constata que ha transcurrido de manera excesiva el período de un (1) año de
inactividad procesal, previsto en el artículo 201 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo para que
proceda en derecho la extinción de la instancia, y 267 del Código de Procedimiento Civil, por lo
que procede en derecho la extinción de la instancia, lo que forzosamente se impone su
declaratoria por este órgano jurisdiccional a tenor de lo dispuesto en el artículo 202 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, dejando claro que de dicho lapso se ha excluido el lapso del receso
judicial del año 2008, así como también el periodo relativo a las vacaciones judiciales de los años
2007 y 2008, es decir, ha transcurrido 01 año, 02 meses y 24 días, sin que las partes
intervienientes hicieran uso de acto alguno tendiente a interrumpir el lapso de perención
establecido en la normativa laboral, lo cual se determinará de manera expresa, positiva y precisa
en la dispositiva del presente fallo…”

Difiere esta Juzgadora del argumento sustentado por el Juzgado de la causa para declarar La
Perención de la Instancia, por lo siguientes motivos y fundamentos:

Se observa que la parte actora, realizó actuaciones los días 06 de mayo de 2008 y 31 de marzo de
2009, que evidencian su interés en impulsar la presente causa, actuaciones tendentes a solicitar el
expediente al archivo sede de este Circuito Judicial Laboral, tal y como se evidencia de las copias
simples que consignó la parte actora apelante, y que rielan a los folios del (406) al (413) (ambos
inclusive), interrumpiendo así el lapso establecido para que se consumara la perención de la
instancia.

De lo anterior se evidencia que hubo actividad procesal –como se dijo- después de la fecha que
indicó el Tribunal a-quo para que comenzara a correr el lapso de un año (1) para declarar la
perención de la instancia, que lo fue el día 17 de diciembre de 2007, fecha que a criterio de quien
aquí decide, no debió ser tomada en cuenta, pues existen actuaciones posteriores que
interrumpieron dicho lapso; pues como se dijo, estas actuaciones tendentes a solicitar el
expediente al archivo sede, interrumpe la perención de la instancia; criterio éste también asumido
por la sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, en reiteradas sentencias, las cuales
se explanan para mayor ilustración:

1.- Sentencia de fecha 11 de marzo de 2008, caso: Eurobanco Comercial C.A., y otras, Magistrado
Ponente OMAR ALFREDO MORA DIAZ, la cual reza:

“Ahora bien, alega el formalizante en su escrito y en la audiencia oral de casación, haber solicitado
el expediente en varias oportunidades, a partir del 16 de enero del año 2006 hasta el mes de julio
del mismo año, y así es constatado por la Sala mediante copias certificadas que contienen
detalladamente, el día, la página en que se encuentra anotada la solicitud, el libro, la persona que
lo solicitó y las cédulas correspondientes, traducidas éstas en fecha 16, 18 y 31 de enero; 3 y 17
de febrero; 6, 16 y 28 de marzo; 21 de abril; 4, 25 y 30 de mayo; 5 de junio y 25 de julio del año
antes identificado.

Al respecto, ha dicho la Sala que la “actividad” requerida de las partes como impulso procesal, se
puede circunscribir a la solicitud del expediente ante la Unidad de Recepción y Distribución de
Documentos.

Así mismo, en fecha 4 de mayo de 2005, el Juzgado de Primera Instancia de Juicio tal y como se
constata en el folio 147 de la pieza principal, dicta el auto de admisión de pruebas, el cual es
apelado por la parte demandante en fecha 9 de mayo de 2005. Así pues, es oído dicho recurso en
un solo efecto, en fecha 13 de mayo de mismo año.

Y, es en fecha 14 de marzo del año 2006, cuando el Juzgado Superior Tercero para el Régimen
Procesal Transitorio del Área Metropolitana de Caracas, dicta sentencia con motivo a dicha
incidencia, es decir, durante el año, que a decir del Juzgador Superior, no se constata actividad que
impulse el proceso en la presente causa.

En este sentido, constata la Sala, que la parte demandada actuó diligentemente pretendiendo se
le oyera el recurso de apelación ejercido en tiempo oportuno, el cual de esta forma fue oído al día
siguiente de haber sido ejercido, y posteriormente ordenada la fijación de la audiencia de
apelación por el Juez de Alzada, sin embargo, de manera inexplicable el Superior deja sin efecto el
auto que ordena fijar la audiencia oral de apelación y declara la perención de la instancia.

Por lo que resulta para la Sala evidente, la violación por parte de quien Juzga en Alzada, al derecho
a la defensa de la parte demandada, al declarar la perención de la instancia, por inactividad de las
partes.

Así pues, esta Sala declara con lugar la presente denuncia, considerando innecesario el estudio de
la denuncia restante y, en consecuencia, declara con lugar el recurso de casación ejercido por la
parte demandada. Así se decide.”

2.- Sentencia de fecha 2 de marzo de 2010, caso BP Exploración de Venezuela C.A., Magistrado
Ponente: CARMEN ELVIGIA PORRAS, donde se dejó sentado:

“En este sentido, del comprobante de recepción de documento presentado por el formalizante
junto con su escrito, esta Sala constata que la última actuación en el proceso se realizó el 13 de
febrero de 2008, ésta consistió en la diligencia del actor para solicitar la remisión del expediente al
juzgado superior al cual fue asignado, de forma tal que dicha actuación interrumpe el lapso de
perención de un año previsto por el artículo 201 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, el cual se
había iniciado con la interposición del recurso de apelación por el actor, actuación que se hizo por
última vez, según consta en el expediente, en fecha 2 de agosto de 2007 (folio 278), aunque se
había hecho también en fecha previa, el 10 de julio de 2007. Por tanto, esta Sala considera que la
fecha para el inicio del cómputo del lapso de perención que debió tomar en cuenta el ad quem es
la del último recurso de apelación, esto es el 2 de agosto de 2007, lapso que fue interrumpido por
la presentación de la diligencia de fecha 13 de febrero de 2008, y por cuanto se demuestra el
interés procesal del actor en la continuación del proceso, mal puede el juez sancionar la conducta
diligente del actor en impulsar el desarrollo del proceso y mantener la instancia, declarando la
perención, cuando lo que correspondía de conformidad con la ley era la fijación de la audiencia de
apelación.

Respecto de la actividad exigida a las partes para dar impulso procesal a la causa, esta Sala ha
sostenido, en sentencia Nº 248 de fecha 11 de marzo de 2008 (caso: Seira Mary Vargas Rodulfo
contra Eurobanco Banco Comercial, C.A. y otras), lo que a continuación se transcribe:

Al respecto, ha dicho la Sala que la “actividad” requerida de las partes como impulso procesal, se
puede circunscribir a la solicitud del expediente ante la Unidad de Recepción y Distribución de
Documentos.

En el caso de autos, esta Sala considera que la presentación de una diligencia solicitando la
remisión del expediente al juzgado superior competente, constituye el impulso procesal suficiente
para demostrar interés en la prosecución del proceso y en consecuencia, considerar interrumpido
el lapso de perención, constatando la Sala que la parte demandante actuó diligentemente,
impulsando el proceso al solicitar mediante diligencia la remisión del expediente al
correspondiente juzgado superior. Por tanto, el ad quem, al declarar indebidamente la perención
de la instancia, por inactividad de las partes, violentó el derecho a la defensa de la parte
demandante, pues le impidió que se celebrara la audiencia de apelación y se decidiera lo
conducente, privándole de la tutela judicial efectiva.

En atención a las consideraciones anteriores, esta Sala declara con lugar la presente denuncia,
considerando innecesario el estudio de la denuncia restante y, en consecuencia, declara con lugar
el recurso de casación ejercido por la parte demandante y anula la decisión objeto del presente
recurso. Así se decide.”

3.- Sentencia de fecha 15 de marzo de 2005, caso CONTROL Y MANEJO CONTUCARGA C.A., y otras,
Magistrado Ponente: LUIS EDUARDO FRANCHESCHI GUTIERREZ, que estableció:

“Ahora bien, en el asunto in commento denota la Sala ausencia de impulso procesal desde el día
18 de diciembre de 2002 (última actuación del Tribunal) hasta el día 18 de marzo de 2004
(decisión del Tribunal de la causa), lo cual reflejaría en sujeción al artículo 201 antes mencionado,
la consolidación del hecho constitutivo de la perención (la proyección del tiempo sin que se
hubiere efectuado algún acto de procedimiento en estado de sentencia, bien por las partes o el
Juez).

Empero, la premisa alertada debe armonizarse con la interpretación que esta Sala propende del
alcance y contenido del artículo 201 citado, fundada en la potencial enervación a la falta de
impulso procesal en la fase de sentencia, acorde con la exteriorización de un hecho u acto
(inclusive extra-procesal) que evidencie de manera inequívoca el interés de cualesquiera de las
partes en preservar la acción (a la tutela judicial de la pretensión deducida o excepción opuesta).

Denótese, que el artículo 201 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo patenta la perención de la
instancia no sólo por el transcurrir de un (1) año sin haberse ejecutado algún acto de
procedimiento por las partes, sino también en todas aquellas causas en donde haya trascurrido
dicho lapso después de vista la misma “(...) sin que hubiere actividad alguna por las partes o el
Juez”. (Subrayado de la Sala).

Por ende, tal “actividad” puede orientarse a la solicitud del expediente en la Unidad de Recepción
y Distribución de Documentos o en el archivo del Juzgado depositario del mismo.

Es así como la parte recurrente solicitó en fecha 12 y 22 de mayo de 2003 como el 9 de junio de
dicho año el actual expediente, desprendiéndose ello, de copia certificada acreditada ante esta
Sala de Casación Social por el recurrente, proferida en fecha 16 de noviembre de 2004 por el
Tribunal Primero de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo del
Régimen Procesal Transitorio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Vargas.

De manera que, con tales actuaciones la representación judicial del demandante legitimó su
interés en preservar la acción, desvirtuándose el parámetro temporal abonado por la recurrida a
los fines de certificar el acaecimiento de la perención, a saber, la falta de actividad por las partes o
el Juez en el decurso de un (1) año después de vista la causa.

En tal sentido, se declara con lugar el presente recurso de control de la legalidad.”

De las decisiones antes transcritas, se concluye que con las actuaciones sustentadas y valoradas
por esta alzada, se evidencia que la parte demandante legitimó su interés en preservar la acción,
interrumpiendo así el lapso de perención, en el decurso de un (1) año. ASÍ SE DECIDE..."

http://jca.tsj.gov.ve/decisiones/2010/julio/2250-14-VP01-R-2010-000004-101.html
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• A Nabila Peña ヅ, Richard Jose Rozo Valero y Abg Ruiz Adriely les gusta esto.

Camila Bello Abog. Ana Leañez, Felicidades... fuiste una de las mejores prof. que he tenido.....!!!!

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04 de agosto a las 12:47 ·

Actualidad Jurídica Venezuela Gracias!!! vale....

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05 de agosto a las 10:21 ·

Nabila Peña ヅ gracias profe, por mantenernos informados,, esta muy buena la nota

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05 de agosto a las 13:00 ·
o

Jesus Leañez Exelentes muy interesantes estoy seguro que esta pagina dara muchos frutos en
conocimiento

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05 de agosto a las 14:23 ·

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