Origen de La Vida

“Origen de la Vida”
“ESTUDIO SOBRE EL ORIGEN DE LA VIDA”

-Adriana Nogueira-
“La probabilidad de que la vida hubiera surgido en el “ caldo primordial” es la
misma de que un tifón se abatiera sobre un conjunto de piezas desordenadas y al final
encontráramos un Boeing 747 totalmente ensamblado y listo para volar”- Fred Hoyle.
La teoría más aceptada hoy en día sobre el origen del universo es la del Big Bang
(la gran explosión) entre hace 10 y 20 mil millones de años (mda). Esta teoría
explica cómo toda la materia en el universo existió en un huevo cósmico más
pequeño que el tamaño de un átomo moderno, que explotó formando el universo
moderno.
Inmediatamente después del Big Bang se diferenciaron las fuerzas principales
(gravedad, electromagnética, fuerza nuclear débil y fuerza nuclear fuerte) Y, si
bien en el huevo cósmico la materia y la energía tal como hoy la entendemos no
existían, se formaron rápidamente después de la explosión. Luego (de 1 a 10
mda) después la materia comenzó a acumularse en sistemas solares. Uno de esos
sistemas solares, el nuestro, comenzó a formarse hace unos 5000 mda con una
gran “protoestrella” en el centro. Los planetas quedaron en órbita a diferentes
distancias de la estrella y su campo gravitatorio atrajo a los restos de materia
espacial” aumentando sus masas.
Los procesos de desintegración radiactiva y la energía liberada por los impactos
de materia proveniente del espacio calentaron la Tierra, que comenzaba a
diferenciarse en una costra que se enfriaba y un núcleo que incrementaba su
temperatura. Los impactos en la superficie, y el comienzo de fenómenos

Adriana Nogueira 36
“Origen y evolución” Trabajos de Clase 2003 Dpto.Biología U.A.M.
volcánicos liberaron vapor de agua, anhídrido carbónico, metano, amoníaco y
otros gases en la atmósfera en desarrollo.
Se calcula que la vida en la Tierra surgió hace unos 4000 mda, pero la pregunta
de cómo apareció no es fácil de contestar puesto que carecemos de evidencias
directas. No sólo carecemos de fósiles de las estructuras que precedieron a las
primeras células, sino que ni siquiera disponemos de sedimentos que permitan
reconstruir las condiciones ambientales que existían en la Tierra primitiva.
En la actualidad la Ciencia Oficial asume cómo indiscutible una variante de la
generación espontánea, el modelo de Urey-Miller que no es más que una variante
de la tesis de Oparin, quien hipotizó que la vida celular había sido precedida por
un período de evolución química en la Tierra primitiva: “la sopa de la vida”.
Sin embargo otras tendencias estudian la posibilidad de que la vida en la Tierra
tiene su origen en el espacio. Actualmente esta teoría no se considera correcta,
si bien los últimos hallazgos efectuados sobre impactos de meteoritos sobre la
tierra han revivido los últimos años el pensamiento sobre la existencia de vida
en otros lugares del espacio y el posible origen de la vida en él.
Por lo tanto, a continuación vamos a exponer brevemente cuales han sido los
experimentos realizados para pensar que el origen de la primera célula pudo ser
en la tierra y estudiar si estas ideas son factibles y razonables. Por último
analizaremos si el origen de la vida pudo ser en el espacio.
Grupo de Estudiantes de Biología 37

En 1923, Alexandre Oparin en su libro “EL origen de la Vida”, analizó la
información proveniente de la química orgánica juntamente con la microbiología,
la astronomía y la geología, llegando a la conclusión de que los primeros
organismos habían sido precedidos por la formación de compuestos orgánicos
cuya acumulación en un medio pobre de oxígeno libre dio lugar a una sopa
primordial.
En 1952, Urey sugería que el medio ambiente prebiótico había sido reductor, es
decir que carecía de oxígeno libre y era rico en gases como el metano y
amoníaco.
En 1953, Miller diagramó en el laboratorio un experimento destinado a
corroborar las hipótesis de Oparin. Miller hizo pasar descargas eléctricas a
través de una mezcla de gases que se asemejarían la atmósfera primordial. La
acción de descargas eléctricas sobre una mezcla de metano, amoníaco,
hidrógeno y vapor de agua que simuló en el modelo experimental, representaba
al antiguo océano, y daba lugar a la formación de aminoácidos, hidroxiácidos,
urea y otros compuestos de importancia en la química biológica.
La interacción entre las moléculas así generadas se incrementó a medida que su
concentración aumentaba. Estas reacciones podrían haber dado origen a
moléculas más largas y complejas. La vida precelular podría haber comenzado
con la formación de un ácido nucleico. Los productos producidos en base a esos
ácidos nucleicos podrían haber quedado cerca del ácido nucleico y,
eventualmente, ser rodeados de una membrana lipoproteica, que habría
resultado en la primera célula.
Adriana Nogueira 38
Los experimentos de Miller y otros experimentos no probaron que la vida se
originó de estas manera, sólo que las condiciones existentes en el planeta hace
alrededor de 4000 mda fueron tales que pudo haber tenido lugar la formación
espontánea de macromoléculas orgánicas.
Posteriormente el español Juan Oró demostró la facilidad con la que el ácido
cianhídrico(HCN), una molécula sencilla de tres átomos solamente, que no sólo se
encuentra en los cometas y en el medio interestelar, sino que también en
abundancia en experimentos cómo el de Miller, podía, fácilmente, dar origen a la
adenina y a la guanina, componentes esenciales de los ácidos nucleicos.
Por otro lado, el desarrollo de modelos ambientales primitivos cada vez más
sofisticados ha permitido reconocer el papel de las superficies químicamente
activas, como las arcillas. Leslie Orgel y otros investigadores han demostrado
que ciertas arcillas permiten la condensación de cadenas de aminoácidos.
Actualmente 14 de los 20 aminoácidos pueden ser producidos bajo condiciones
de la atmósfera reductora que se cree que existían en la Tierra Primitiva. Sin
embargo existen muchos problemas respecto a esta teoría. Por ejemplo, la
mayoría de los aminoácidos producidos por estos experimentos son glicina y
alanina, y se producen varios aminoácidos no proteicos, que competirían con los
20 aminoácidos proteicos en cualquier reacción abiogénica. También debemos
considerar la probabilidad de que en la atmósfera primitiva de la tierra se pudo
generar un océano lleno de moléculas muy útiles y, que al azar, se podrían
producir todas las clases de polímeros biológicamente importantes necesarios
para la vida, dado un océano lleno de pequeñas moléculas y lo más importante,

¿Es posible hacer una célula viva dada la complejidad que un sistema vivo
abarca?
En primer lugar, ¿existió tal atmósfera reductora en la tierra? Estudios han
probado que si tal atmósfera existió, no pudo durar mucho tiempo. Philip
Abelson (1966) y J.W.Schopf (1972) concluyeron que no hay evidencias para la
existencia de una atmósfera metano-amonio. Nos hemos dado cuenta que la
fotodisociación del agua en la atmósfera superior por la inducción es una de las
fuentes mayores de oxígeno libre atmosférico. Tal oxígeno habría sido
producido en un promedio alto en la atmósfera primitiva, sin la presencia de un
escudo de ozono para bloquear la intensa luz U.V. del sol. Un análisis de las
rocas sedimentarias primitivas del Precámbrico parece indicar la presencia de
oxígeno libre, quizás a los niveles similares de hoy en día. Son suposiciones, pero
lo que podemos afirmar con seguridad es que el oxígeno se encontraba presente
y esto entorpece todos los escenarios propuestos por la abiogénesis de las
formas de vida. Ahora bien, aunque la tierra hubiese tenido tal atmósfera
reductora la probabilidad de la formación de pequeñas moléculas se desvanece,
puesto que ciertos autores consideran el concepto de un océano de “sopa
diluida” en la Tierra Primitiva cómo una enorme exageración. La presencia de
aún más abundantes aminoácidos no pudo haber excedido 0,0001 g/l, demasiado
diluido para haber estado envuelto en una reacción polimérica requerida para las
proteínas.
Hasta ahora hemos probado que la tierra no tuvo una atmósfera reductora y
aunque la hubiera tenido, no hay probabilidades de que en ella se hubiese dado
origen a un océano lleno de pequeñas moléculas, cómo demostrar la síntesis de
Adriana Nogueira 40
macromoléculas ricas en información necesarias para el desarrollo de una pre-
célula.
Por una parte debemos desechar la posibilidad de que las proteínas se hubiesen
formado en un océano puesto que la polimerización es favorecida sólo por la
ausencia de agua. Así pues, un océano lleno de agua sólo puede favorecer la
despolarización de cualquier molécula formada, disminuyendo así
considerablemente las probabilidades de la síntesis de proteínas o aminoácidos.
Sydney Fox propuso una alternativa a este problema y partiendo de la base de
que la ausencia de agua favorece la formación de enlaces peptídicos fundió
aminoácidos puros y cristalinos retirando así el agua de la mezcla y halló
polímeros de aminoácidos que contenían algunas propiedades de las proteínas.
Llamo protenoides a estos polímeros y afirmó que la vida se originó en los
alrededores de los volcanes de la Tierra Primitiva. Pero los protenoides no son
proteínas, utilizó aminoácidos purificados que no tienen nada que ver con los que
hay en la naturaleza.
Otro enfoque más optimista es el uso de arcillas dónde los aminoácidos tienden
a ordenarse y polímeros de docenas de aminoácidos han sido producidos. Sin
embargo estos polímeros contienen información sin sentido.
Con el descubrimiento de las moléculas de ARN autocatalíticas se inician los
experimentos para demostrar la existencia en la Tierra Primitiva de un mundo
RNA pero nos encontramos con el problema de cómo sintetizar la primera
molécula RNA.

Otro gran obstáculo es el de los enantiómeros o estereisómeros. En los sistemas
vivos, sólo uno de los dos esteroisómeros es utilizado. Para los aminoácidos la
forma l, para los azúcares la forma d. Cuando las moléculas son sintetizadas en
el laboratorio en las condiciones que se creen que habrían existido en la Tierra
Primitiva, ambos isómeros son formados en cantidades iguales ¿Cómo podemos
entonces explicar la predilección de escoger uno sólo de los 2 isómeros cuando
las propiedades son idénticas para todos? Esta dificultad no puede ser
descartada y los esfuerzos para superar este problema no han tenido ningún
existo.
Hasta ahora no hemos podido formar una proteína funcional ni en las mejores
condiciones más optimistas e irreales, ¿Cómo se pudo formar entonces la
primera célula?
Las células son los elementos más simples de todo sistema vivo, se define cómo
una unidad viva capaz de auto-duplicarse, capaz de crecimiento, metabolismo y
otras funciones asociadas con la vida. Son estructuras muy complejas. Además,
todas las células poseen características comunes fundamentales para la vida:
código genético, una enzima ADN polimerasa necesaria para la replicación del
código, ARN intermediarios y una enzima ARN polimerasa requerida para
transcribir el ADN, un mecanismo de síntesis de proteínas envolviendo los
ribosomas, ARNs transportadores y enzimas necesarias para ligar a cada uno
de los aminoácidos respectivos, una membrana celular y las vías metabólicas
fundamentales para generar los materiales necesarios para las reacciones
mencionadas... Puede que la primera célula formada no realizase todas las
Adriana Nogueira 42
funciones de una célula actual, sin embargo, la formación de una célula viva
requiere funciones y estructuras muy complejas. Entonces, ¿Pudo existir en
aquel entonces la posibilidad de que se formarse una célula al azar? ¿Tal unidad
pudo ser capaz de auto originarse? Primero hace falta una información para la
construcción celular, las células necesitan tener una membrana de lípidos
asociados a proteínas especializadas... Las secuencias viables del material de la
vida están en una proporción infinitesimal frente a todas las posibles
secuencias. ¿Podría surgir por accidente una secuencia viable? Hoyle y
Wickramasinghe estimaron que la probabilidad de que una célula viviente sugiera
espontáneamente es 1 entre 1.040.000 intentos (probabilidad imposiblemente
pequeña) y Denton, en su libro “Evolución: una teoría en crisis” (1986), se
pregunta: “¿Es verdaderamente creíble que unos procesos al azar hubieran
podido construir una realidad, cuyo más mínimo elemento de la misma -una
proteína o gen funciona- es compleja hasta más allá...de cualquier cosa producida
por la inteligencia del hombre?”
La falta de pruebas evidentes y la poca probabilidad de ciertas condiciones
favorables para la aparición de la vida rechazan la posibilidad de que en dicha
sopa se haya dado la vida hace mucho tiempo en la Tierra. Si la vida no se
originó en la Tierra Primitiva debemos buscarla en otro lugar.
La teoría de la “Ascendencia Cósmica” mantiene que el origen de la vida fue el
resultado de una “siembra” y que el desarrollo de las formas más elevadas de
vida está vinculado a programas genéticos de procedencia extraterrestre.

Esta corriente de pensamiento viene desde Anaxágoras, supuesto maestro de
Sócrates, que ya hablaba de los “gérmenes del éter”. Durante muchos siglos, la
ciencia creyó que las cosas surgían de la nada de forma espontánea o por
imperativo divino. Fue Louis Pasteur quien hacia 1860, terminó con la teoría de
la “generación espontánea” demostrando que el origen de la vida es,
necesariamente, la vida.
A principios de siglo, el sueco Svante Arrhenius hizo admitir una idea
revolucionaria para la época, la de la “Panspermia” (semilla de todos los lugares).
La vida habría llegado a la Tierra desde el espacio, en medio de los 100000 mil
millones de toneladas de materia carbonada que cayeron en nuestro planeta
poco después de su nacimiento.
En los años 60, el astrofísico británico Fred Hoyle, cuya gran aportación
indiscutida es haber desvelado que los elementos químicos pesados que
componen el universo tienen su origen en las estrellas, volvió a insistir sobre la
existencia de microorganismos en el polvo interestelar, que serían bacterias
congeladas. Hoyle fue enormemente criticado. Aún así, en 1970, Hoyle junto
con su compañero de la universidad de Chardiff, Chandra Wickramashinge,
dicen haber observado con sus telescopios, desde el infrarrojo hasta el
ultravioleta, las nubes de materia que separan las estrellas. En los granos de
esas nubes interestelares identificaron la existencia de una variedad de
compuestos orgánicos extremadamente complejos y afirmaron incluso haber
identificado sistemas vivos. Según ellos, los rastros en los granos interestelares
correspondían a los obtenidos en un laboratorio con una mezcla de diferentes
microorganismos y virus. Propusieron entonces que eran los cometas quienes
Adriana Nogueira 44
transportaban las bacterias a lo largo de la galaxia protegiéndolas de los
efectos letales de la radiación. Sembrarían así la Tierra trayendo la vida a
nuestro planeta. En los últimos miles de mda, la vida habría evolucionado sobre
la Tierra, sin embargo, los materiales genéticos más evolucionados no pueden
ser explicados a través de modelos basados en recombinaciones de genes y
mutaciones.
En 1973, Leslie Orgel y el premio Nobel Francis Crick a quien debemos el
descubrimiento de la estructura en doble Hélice del ADN, publican en una
rigurosa revista científica internacional “Icarus” un trabajo titulado
“Panspermia Dirigida” reviviendo la hipótesis de que la vida fue “exportada” al
planeta desde una fuente “extraterrena” como “un acto deliberado de una
sociedad extraterrena”. Crick partió del presupuesto de que si el sistema solar
dónde vivimos tiene 4,6 mda, puede haber otros sistemas mayores que el
nuestro donde la vida puede haber sido procesada en 6 mil mda, considerando
que el intervalo entre la formación del Sistema Solar y el de la vida fue
bastante corto. “La diferencia de tiempo crea así la posibilidad de la existencia
de sociedades tecnológicas de otras partes de la galaxia antes mismo de la
formación de la Tierra” dijo Sir Francis Crick. Propusieron que los
microorganismos no vienen fluctuando a través del espacio, debido a las
condiciones adversas que podrían causar su extinción, sino que vinieron en una
nave espacial para prever la protección adecuada y mantenerlos vivos durante el
“viaje”. Fueron enormemente criticados pero algunos descubrimientos
posteriores dejaron ver que no estaban tan lejos de la realidad. La primera
descubierta fue el estrechamiento de la ventana del Tiempo -200 mda- periodo
que impide la evolución de la materia genética esencial de la Tierra y la segunda

fue que toda la miríada de aminoácidos existente sólo incluye los veinte que son
comunes a todos los organismos terrestres vivos y que en el DNA los mismos
cuatro nucleótidos también son compartidos por todos los seres terrestres.
En 1984, en las nieves de la Antártica, fue encontrado un meteorito de origen
marciano que cayó sobre la tierra hace trece mil mda: el meteorito ALH-84001.
Sobre él se observaron posibles indicios de actividad biológica. David McKay,
del Centro Espacial Jonson de la NASA, pionero en el estudio de microfósiles en
el meteorito, dijo haber encontrado pequeños cristales de magnetita en
ALH84001, que demuestran ser idénticos a la magnetita producida por
bacterias en la Tierra. También menciona que Marte y la Tierra están
intercambiando material constantemente. “Probablemente una media docena o
más de meteoritos caen a la Tierra”.
Investigaciones recientes siguen apuntando hacia un posible origen
extraterrestre de la vida. Así, el 16 de mayo de 2001, dos investigadores
italianos de la Universidad Federico II de Nápoles (Italia) publicaron haber
encontrado bacterias alienígenas en los más de 50 tipos de meteoritos
analizados. Estos microorganismos hallados en estos meteoritos son conocidos
cómo critalomicrobios o cryms, y se caracterizan por su extraordinaria
resistencia ante las condiciones ambientales más adversas. El ADN de estos
microorganismos resulta tener gran similitud con el de organismos de la Tierra,
lo que confirma un posible origen común.
Por último señalamos las publicaciones de la Administración de Aeronáutica y del
Espacio (NASA) hechas en la revista especializada “Nature” el pasado año (28
de marzo de 2002) Las publicaciones revelan que la tierra podría,
Adriana Nogueira 46
efectivamente, haberse originado en el espacio interestelar. Max Besnstein,
investigador del centro de Investigación NASA Ames, en California, afirmó que
en las densas nubes interestelares donde se forman los sistemas planetarios y
las estrellas es posible sintetizar aminoácidos. Esto fue probado
experimentalmente y consiguieron sintetizar aminoácidos en condiciones
similares a las del espacio. Para ello dirigieron un rayo de luz ultravioleta a
través de un medio semejante al hielo que se encuentra en el espacio sideral
haciendo reaccionar las moléculas simples que contenía para producir
aminoácidos. Podemos encontrar en meteoritos ricos en carbono gran cantidad
de moléculas orgánicas muy semejantes a los sintetizados por la NASA. Estos
meteoritos pueden ser así transportados por los cometas y el polvo de
asteroides entre el hielo y los componentes complejos del polvo interestelar.
G.M. Muñoz publica, el mismo día que Bernstein, también en el Nature un
artículo señalando que ciertos resultados afirman la posible generación
espontánea de aminoácidos en el medio interestelar. De esta manera apoya la
idea del origen extraterrestre de aminoácidos y moléculas prebióticas y que es
muy probable que un fuerte bombardeo de meteoritos en la Tierra Primitiva,
transportados por cometas, trajesen la vida a nuestro planeta.
¿Parece sorprendente pensar que bacterias hayan podido viajar por el espacio y
sobrevivir hasta sembrar nuestro planeta? El estudio de bacterias encontradas
en los abismos bajo el hielo de los lagos congelados, o enterrados en el subsuelo
rocoso, estas bacterias “extremófilas” son capaces de prosperar en medios
increíblemente hostiles, cercanos a los planetas congelados o hirvientes del
sistema solar. La lista de hallazgos de organismos extremófilos es extensa, son

organismos cuya capacidad de adaptación a condiciones en apariencia letales,
como carencia de oxígeno, exceso de acidez o temperaturas extremas, les
convierte casi en extraterrestres y por lo tanto teóricamente podrían
sobrevivir en el espacio.
“El gran problema con la idea fuera-de-la-Tierra es, no obstante, que no
resuelve la cuestión del origen de la vida, simplemente lo cambia de sitio”,
escribió Henry Gee en “Nature”. Quizás nunca lleguemos a descubrir cómo se
originó la vida, cómo apareció la primero célula viviente, pero casi con plena
seguridad podríamos descartar la idea de que surgió en “la sopa primitiva” o en
“arcilla esculpida”. La vida no pudo originarse espontáneamente sobre la
superficie terrestre en un momento en que la Tierra estaba todavía en
formación y, cometas y asteroides golpearon la Tierra durante largos años,
causando grandes explosiones y, la vida tal y cómo la entendemos hoy en día era
prácticamente imposible. Sólo bacterias adaptadas a condiciones tan extremas
pudieron haber sobrevivido a tales condiciones pero evidentemente no se
pudieron formar en tan breve tiempo al “azar”.
Hemos podido ver que nada esta escrito cómo VERDAD absoluta. La ciencia ha
ido cambiando y seguirá cambiando a lo largo de la historia. Otras ciencias cómo
la Física o la Química tuvieron una gran revolución aún así seguirán cambiando y
evolucionando si otros científicos demuestran lo contrario. La Biología tiene
aún un largo camino que recorrer ya que aún hay mucho que investigar y
descubrir. Tiene que cambiar y verdades que se consideran cómo inmutables van
poco a poco siendo desechadas por un sector científico cada vez más amplio.
Nunca se sabrá el funcionamiento verdadero de todos los mecanismos ni las
Adriana Nogueira 48
contestaciones a preguntas acerca de la vida, sin embargo, individualmente
creeremos saber cosas, cosas que para nosotros tienen una certitud
insuperable, sin embargo debemos estar siempre abiertos y perceptivos hacia
nuevos ideas, poder razonar e imaginar acerca de la posibilidad de los
fenómenos, un mirar libremente al horizonte...
BIBLIOGRAFÍA:
• -“La biología a doscientos años de Lamarck”- Máximo Sandín.
• -“La vida maravillosa”. Stephen J. Gould.
• -“Racemic amino acid from the ultraviolet photolysis of intestellar ice
analogues”. Max P.Bernstein. Nature, 28 marzo 2002.
• -“Amino acids from ultraviolet irradiations of interstellar ice analogues”.
G.M. Muñoz. Nature,28 marzo 2002.
• -“Perspectives in Astrobiology”. Chania, Crete. Nato Advanced Studies
Institute, 29 Sept. 2001.
• -“Astroquímica”. Saúl Blanco Lanza, Asociación Leonesa de Astroquimica.
• -“La evolución: Una teoría en crisis”. John W. Oller.
• -“La vida extraterrestre, se abre la cacería”. Françoise Monier.
• -“¿Cuál es el origen de la vida en la Tierra?”. Reportaje.
www.navegalia.com/Channels/Noticias/Reportajes/mostrar.../0,23800,46
70-53,00.htm
• -“Posible origen extraterrestre de la vida, dice NASA”. JML-Redacción,
3/28/2002
• -“Origen abiogénico de la vida: Una Teoría en Crisis”. Arthur V.Chadwick
• -“El controvertido origen de la vida” Lamberto García del Cid
• -“La ciencia de la eternidad”. Martín Rees z”

• -“Crónicas de los sargazos, de donde venimos...”Frank G. Rubio
• -“¿Y si la vida procediera del espacio?”. François Raulin
• -“Sembrados del espacio”. Jornal Infinito.
• -“¿La vida es de origen extraterrestre?”. Ciencia y tecnología. Nápoles,
16 de mayo 2001.
• -“¿Destino o azar?”. Stuart Ross Taylor
• -“El origen de la vida”. Alberto p. Trossero
• -“EL polémico “inventor” del “Big Bang”. Pedro Cáceres. El Mundo, jueves
23 de agosto de 2001.
Adriana Nogueira 50

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“La probabilidad de que la vida hubiera surgido en el “ caldo primordial” es la

misma de que un tifón se abatiera sobre un conjunto de piezas desordenadas y al final

explica cómo toda la materia en el universo existió en un huevo cósmico más

pequeño que el tamaño de un átomo moderno, que explotó formando el universo

Inmediatamente después del Big Bang se diferenciaron las fuerzas principales

(gravedad, electromagnética, fuerza nuclear débil y fuerza nuclear fuerte) Y, si

bien en el huevo cósmico la materia y la energía tal como hoy la entendemos no

existían, se formaron rápidamente después de la explosión. Luego (de 1 a 10

mda) después la materia comenzó a acumularse en sistemas solares. Uno de esos

gran “protoestrella” en el centro. Los planetas quedaron en órbita a diferentes

distancias de la estrella y su campo gravitatorio atrajo a los restos de materia

espacial” aumentando sus masas.

Los procesos de desintegración radiactiva y la energía liberada por los impactos

de materia proveniente del espacio calentaron la Tierra, que comenzaba a

diferenciarse en una costra que se enfriaba y un núcleo que incrementaba su

temperatura. Los impactos en la superficie, y el comienzo de fenómenos

volcánicos liberaron vapor de agua, anhídrido carbónico, metano, amoníaco y

otros gases en la atmósfera en desarrollo.

de cómo apareció no es fácil de contestar puesto que carecemos de evidencias

directas. No sólo carecemos de fósiles de las estructuras que precedieron a las

primeras células, sino que ni siquiera disponemos de sedimentos que permitan

reconstruir las condiciones ambientales que existían en la Tierra primitiva.

En la actualidad la Ciencia Oficial asume cómo indiscutible una variante de la

generación espontánea, el modelo de Urey-Miller que no es más que una variante

un período de evolución química en la Tierra primitiva: “la sopa de la vida”.

Sin embargo otras tendencias estudian la posibilidad de que la vida en la Tierra

tiene su origen en el espacio. Actualmente esta teoría no se considera correcta,

si bien los últimos hallazgos efectuados sobre impactos de meteoritos sobre la

en otros lugares del espacio y el posible origen de la vida en él.

en la tierra y estudiar si estas ideas son factibles y razonables. Por último

analizaremos si el origen de la vida pudo ser en el espacio.

Grupo de Estudiantes de Biología 37

En 1923, Alexandre Oparin en su libro “EL origen de la Vida”, analizó la

información proveniente de la química orgánica juntamente con la microbiología,

la astronomía y la geología, llegando a la conclusión de que los primeros

organismos habían sido precedidos por la formación de compuestos orgánicos

En 1953, Miller diagramó en el laboratorio un experimento destinado a

corroborar las hipótesis de Oparin. Miller hizo pasar descargas eléctricas a

través de una mezcla de gases que se asemejarían la atmósfera primordial. La

acción de descargas eléctricas sobre una mezcla de metano, amoníaco,

hidrógeno y vapor de agua que simuló en el modelo experimental, representaba

al antiguo océano, y daba lugar a la formación de aminoácidos, hidroxiácidos,

urea y otros compuestos de importancia en la química biológica.

La interacción entre las moléculas así generadas se incrementó a medida que su

concentración aumentaba. Estas reacciones podrían haber dado origen a

moléculas más largas y complejas. La vida precelular podría haber comenzado

con la formación de un ácido nucleico. Los productos producidos en base a esos

ácidos nucleicos podrían haber quedado cerca del ácido nucleico y,

eventualmente, ser rodeados de una membrana lipoproteica, que habría

resultado en la primera célula.

Los experimentos de Miller y otros experimentos no probaron que la vida se

espontánea de macromoléculas orgánicas.

Posteriormente el español Juan Oró demostró la facilidad con la que el ácido

cianhídrico(HCN), una molécula sencilla de tres átomos solamente, que no sólo se

encuentra en los cometas y en el medio interestelar, sino que también en

abundancia en experimentos cómo el de Miller, podía, fácilmente, dar origen a la

adenina y a la guanina, componentes esenciales de los ácidos nucleicos.

sofisticados ha permitido reconocer el papel de las superficies químicamente

que ciertas arcillas permiten la condensación de cadenas de aminoácidos.

Actualmente 14 de los 20 aminoácidos pueden ser producidos bajo condiciones

de la atmósfera reductora que se cree que existían en la Tierra Primitiva. Sin

embargo existen muchos problemas respecto a esta teoría. Por ejemplo, la