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Tratado de Libre Comercio Chile –

Estados Unidos

Integrantes
Profesor
15 – 07 – 2008

Introducción
En este trabajo intentamos abordar el fenómeno del tratado de libre
comercio que nuestro gobierno celebró con los Estados Unidos de
Norteamérica, con miras a una integración económica por parte de los
países de cono sur, usando a nuestro país como puerta y ejemplo para el
resto de la zona; se abarca asimismo en este escrito, la posición de
vanguardia que posee Chile frente a sus pares en materia de economías
liberales pues, tras su suscripción el 6 de junio de 2003, todos los
aspectos de una relación económica bilateral se han visto potenciados
(comercio de bienes, servicios e inversiones), mejorando a su vez la
estabilidad política y económica de países que se han visto vapuleados
por intensos periodos de recesión económica como es el caso de
Latinoamérica.
Nuestro país evidencia, además, una postura económica seria, confiable
y estable, que frente a otros mercados como el asiático o europeo
incentivan la inversión y por consiguiente el ingreso de divisas, dando
robustez a la economía nacional.
Enumeramos de igual forma la gran cantidad de ventajas que reporta el
tratado para ambas partes, como por ejemplo la rebaja arancelaria a las
exportaciones que realicen ambos países, principal motivo de apoyo al
intercambio económico; nos referimos igualmente al progreso hacia un
mayor avance en la industria gracias al acceso de nuevas tecnologías
importadas, que en suma, con los otros factores incluidos, presentan
una mirada global y omnicomprensiva de lo que este tratado implica
para ambas partes.
Condiciones que dan origen al TLC Chile y EE.UU.

El incremento del comercio Internacional es la primera señal del


fenómeno llamado globalización que ha venido desarrollándose en los
últimos años por la interrelación entre las economías y su apertura al
exterior. Todo comienza por las relaciones comerciales entre naciones,
ocurridas desde 1950 hasta la fecha.

Los intercambios internacionales de bienes y servicios han seguido una


tendencia evidentemente creciente, que se ha acentuado especialmente
a partir de la década de los noventa. Según los datos de la OMC, en
1991 el comercio de bienes y servicios representaba el 18.6% del PIB
mundial, mientras que en el año 2000 llegó a un 24.5% a partir de la
entrada en funcionamiento de este tipo de Tratados.

Chile no ha sido un país ausente en estos procesos, siendo invitado a


participar en 1992 del acuerdo de libre comercio para América (ALCA)
iniciativa del entonces presidente de EE.UU. George Bush;
posteriormente en 1994 el presidente estadounidense Bill Clinton
propuso al gobierno chileno la posibilidad de formar parte del Acuerdo
de Libre Comercio de América del Norte (ALCAN o NAFTA). Sin embargo
esto no ocurrió hasta la reunión sostenida entre el presidente
estadounidense Bill Clinton y el presidente de Chile Ricardo Lagos en
California, en noviembre del año 2000 cuando las negociaciones
tomaron un nuevo y definitivo rumbo en el que ambos presidentes
anunciaron el inicio de un acuerdo bilateral de libre comercio entre
ambos países. A partir de entonces se emprendieron las rondas de
negociación que concluyeron en Washington en diciembre de 2002.
La primera reunión se llevó a cabo en diciembre de 2000 en Washington
y tuvo como punto de inicio la revisión de los acuerdos del NAFTA (o
ALCAN) constituyendo un primer intercambio de posturas respecto a la
posición de ambos países frente al proyecto del ALCA. El ritmo de las
negociaciones fue bastante bueno hasta la novena reunión que tuvo
lugar en Miami en diciembre de 2001, donde los temas más conflictivos
fueron discutidos: legislación laboral, ambiental, solución de
controversias, y aquellos ligados a inversiones; quedando pospuestos
para siguientes etapas. De este modo el proceso decayó entre enero y
abril de 2002, y como las posturas de ambos países permanecían lejanas
en los puntos ya citados las negociaciones se suspendieron a partir de
Mayo.

En septiembre ocurrió la aprobación del TPA en Estados Unidos y


debido a la mayor flexibilidad del gobierno chileno en materia laboral,
ambiental y de salvaguardias principalmente, se retomaron las
negociaciones en la reunión de Atlanta. A partir de este momento,
fueron necesarias dos reuniones más para llegar a la número 14 en
diciembre de 2002, cuando se anunció el fin de las negociaciones.

Por el lado chileno, Ricardo Lagos tomó una serie de decisiones políticas
de gran importancia que permitieron impulsar el proceso. Su disposición
quedó plasmada al comenzar las negociaciones con el presidente Bill
Clinton justo después de las elecciones presidenciales de Estados
Unidos. La inclusión de los acuerdos comerciales en la Agenda Pro-
crecimiento, su flexibilidad en condicionantes clave como la introducción
de textos sobre trabajo, medio ambiente y la adopción del
procedimiento de vía rápida o aprobación por el congreso, fueron
fundamentales para el buen desenlace de las negociaciones. Por el lado
norteamericano, después de los primeros pasos dados por el gobierno
del presidente Bill Clinton, el gobierno de George W. Bush dejó en claro
sus deseos de continuar e intensificar el proceso de negociación del
tratado con Chile, enmarcado en una estrategia de política exterior y
económica dirigida hacia la apertura económica de todo el continente
americano. El acuerdo definitivo vino de la mano de la aprobación en el
Senado norteamericano (por 64 votos a favor y 34 en contra) en el
verano de 2002.

De este modo se le concede al poder ejecutivo norteamericano la Trade


Promotion Authority (TPA) antes conocida como "fast track", que
establece que el Congreso sólo puede aprobar o rechazar los tratados de
libre comercio, pero no modificarlos. Así G. W. Bush se convierte en el
sexto presidente norteamericano que cuenta con "vía rápida" para su
política comercial.

La "vía rápida" resultó fundamental para avanzar en varios de los temas


más conflictivos del TLC Chile-EE.UU., como fueron la apertura de
mercados para productos agrícolas, la convergencia en materia de
legislación laboral y medioambiental, en cuanto a inversiones y la
solución de controversias.

¿Qué gana Norteamérica con este tratado?


En temas netamente económicos, el beneficio por parte de Estados
Unidos es bastante escaso, logrando diversificar su mercado con una
mayor variedad de productos importados de países sudamericanos,
específicamente Chile, a un menor costo o si se quiere a un precio
competitivo. Su provecho para con este tratado va más bien desde
enfoque político, puesto que con este tipo de políticas económicas, el
país del norte envía una clara señal al resto de los países del continente
americano en especial del cono sur, sobre su intención de fomentar el
desarrollo, la estabilidad y la liberación económica de estos países.
Según datos recogidos de The Heritage Foundation de los Estados
Unidos, Chile es visto por los Estados Unidos como una excepción en
materia de aparatosas burocracias, elevados impuestos y leyes
laborales rígidas, los que en nuestros países vecinos entraron en
periodos de recesión que duraron cerca de tres años; si bien nuestra
economía no se mantuvo en niveles de excelencia con una estabilidad y
confiabilidad muy favorable a vista externa, el sistema norteamericano
nos reconoce estas reformas importantes y recomienda a su vez otras
que vendrían a apoyar o más bien dicho a potenciar su estrategia
política antes planteada, pudiendo ser mencionadas en temas como:
eliminación del control por parte del estado, la inapropiada o poca
legislación en materia de derechos de propiedad intelectual y el
establecimiento de leyes transparentes en materia de contratación de
servicios. Todas ellas convertirían a Chile en un suceso de la historia
latinoamericana que otros países querrían imitar, como un modelo de
éxito económico y como una vía para ingresar al mercado
Estadounidense, es decir un garante de estabilidad política y una forma
de sofocar el surgimiento de grupos populistas que desmotiven esta
cooperación.
Esta política como ya hemos señalado busca economías más íntegras y
entornos políticos estables, que favorecen a su vez la sana convivencia a
nivel latinoamericano y una fuente de recursos de fácil accesibilidad
para el ente norteamericano.
Todo esto considerando el posible desarrollo del ALCA (Acuerdo de Libre
Comercio con las Américas), que involucre a la totalidad de los países
permitiendo una integración total a los mercados globales y un impulso
a las vapuleadas economías de Latinoamérica, con miras a sofocar
cualquier surgimiento de grupos anti-americanistas que puedan atentar
en contra de un correcto desempeño político.
¿Qué gana Chile con un tratado de libre comercio con Estados
Unidos?
Para una economía, “pequeña”, como la nuestra, que no dispone de más
de 15 millones de consumidores pero que aun así cuenta con una tasa
de apertura de mercado externo superior al 80%, todo hace esperar que
el ingreso a una de las economías mas grandes del mundo en
condiciones tan favorables, por las ya mencionadas exenciones
tributarias y condiciones favorables al intercambio de bienes y servicios,
suponga no solo una inyección favorable a nuestra economía
brindándole estabilidad o seriedad si se prefiere, sino también, índices
favorables al crecimiento del país, tanto así como mayor estabilidad
política.

Contenidos del tratado de libre comercio entre Chile –


Estados Unidos:

Este tratado de libre comercio suscrito por Chile y Estados Unidos hace
referencia a todos los aspectos de relaciones económicas (comercio,
servicios, bienes) e incorpora además temas tan relevantes como los
servicios financieros, propiedad intelectual y medio ambiente entre
otros.
En este acuerdo conjuntamente se menciona afanosamente el asunto de
los aranceles y la inversión.

Apertura de los mercados

Varios cambios se han dejado notar con respecto a los sectores


productivos de nuestro país por el solo hecho de haber suscrito un TLC
con una de las potencias mundiales como es Estados Unidos,
abriéndonos camino hacia mercados de alta competitividad en una era
de la globalización citaremos algunos puntos clave que consideramos
con respecto a los distintos sectores productivos de nuestro país:

Sector Industrial
Cerca de un 90% de los montos totales exportados accederán a libres
aranceles. Entre estos se encuentran algunos de los subsectores
exportadores mas competitivos de Chile como: calzado - metalurgia
-cobre refinado – manufacturas de cobre (chapas, tubos, barras, bandas)
- productos químicos como: combustibles destilados, aceites,
fertilizantes, celulosa. La totalidad de las maderas y productos
elaborados de la madera se desgravaron totalmente el primer día de
vigencia del tratado.
La gran mayoría de los productos exportados por Chile en el sector de
cuero y calzado se ubica en la lista de desgravación inmediata.

Sector Minero
Casi la totalidad de los productos de este sector disfrutaran de la
ausencia de los aranceles desde el primer día de vigencia, las
inversiones en la minería, se verán con un marco más estable que
permitirá una mejor planificación de producción. Esta mejora repercutirá
en sectores tradicionalmente exportadores: cobre refinado, aluminio.

Sector textil
Desaparición total del arancel lo que hace que aumente las expectativas
de un sector que se ha modernizado intensamente, resultando en la
actualidad muy competitivo a nivel internacional.
Entre el sector textil, se esperan que los mas beneficiados sean: telas de
lana, tela de fibra sintética, telas de Denim (blue jeans), pantalones,
ropa de bebe, camisetas, pantys, calcetines.
Sector agrícola
Se desarrollan importantes avances a través del acceso de los productos
chilenos a Estados Unidos, siendo estos iguales o mejores que los
provenientes de México o Canadá. Además se elimina la utilización de
subsidios para la exportación de productos (USA-CHILE, CHILE-USA).
Un 86% de los productos exportados a Estados Unidos gozaran de
degradación inmediata.
Los subsectores más beneficiados han sido el frutícola, el avícola, las
carnes (de porcino con una liberalización de aranceles y cuotas
inmediatas y de vacuno con una apertura sin cuotas a partir del 4º año).

Sector pesquero
Desaparece el arancel para productos ya sean frescos y congelados; en
casos como los conservados y preparados se producirá paulatinamente
en un periodo que no excede los 4 años.

Inversión
Chile en su afán de otorgarles protección a los inversionistas extranjeros
en su política económica adopta el principio de no discriminación en el
trato de las inversiones tanto americanas como nacionales y a otros
países.
Este tratado le permite ampliar el acceso a una economía mayor y
estable, significa del mismo modo contar con reglas claras y
permanentes, sin incertidumbre para el comercio de bienes y servicios,
dando así solidez para que los inversionistas se interesen en nuestro
país como un mercado atractivo y sólido.
Chile opta por tener una postura confiable, sustentable, donde no
existan recelos por partes de los inversionistas al destinar su capital a
nuestro país; las empresas nacionales por su parte podrán verse
beneficiadas al invertir en nuevos mercados y darse a conocer tratando
de estar a la vanguardia de estos y adquiriendo un conocimiento amplio
y una madurez que sería difícil de conseguir sin estos tratados, ya que
nos encontramos en una economía globalizada.

Servicios financieros
En este punto lo que se pretende es liberalizar el comercio de los
servicios de seguros, bancarios y otros servicios financieros.
En materias de seguro se consigue una importante apertura en cuanto al
establecimiento de compañías de seguros estadounidenses en Chile y
además que estas puedan cubrir riesgos de transportes marítimos y
aéreos de clientes que residan en Chile.
Cada estado otorgará a las instituciones financieras del otro y a las
inversiones de ese estado un trato no menos favorable que el que
otorgue, en circunstancias similares, a sus propias instituciones
financieras y a las inversiones de sus propios inversionistas en
instituciones financieras, con respecto al establecimiento, adquisición,
expansión, administración, conducción, operación y venta u otra forma
de disposición de instituciones financieras e inversiones.
Además se impulsa el comercio de servicios que la ley permite,
fundamentalmente aquellos relacionados con el análisis y asesoría
financiera y de inversión por parte de entidades no establecidas en
Chile, sujetas a las normas determinadas por el Banco Central en
materia de cambio externo.
También se mantiene la potestad del Banco Central de establecer el
límite de inversión en el exterior de los Fondos de Pensiones.

Propiedad intelectual
Suscrito este TLC se propone un resguardo hacia la propiedad intelectual
aplicables tanto dentro como fuera de la nación. En el TLC se incluye un
capitulo sobre temas diversos de esta índole como: protección de
marcas - nombres de dominio de Internet - protección de señales de
satélites - derechos de autor y un sistema eficaz de patentes.
Este tratado representa un hito en el logro de acceso a mercados para la
industria del cine y de entretención. Este acuerdo demuestra que un
tratado comercial puede armonizar dos importantes objetivos,
liberalización comercial y la promoción de la diversidad cultural.

Medio ambiente
Cada país determina su capacidad de establecer sus niveles de
protección del medio ambiente, conviniendo en un futuro mejóralos; se
compromete a cumplirlos siendo la única obligación en materia
ambiental.
Se crea un consejo de asuntos ambientales compuesto por miembros de
ambos países; su función consistirá en velar por el cumplimiento de lo
suscrito en el tratado, establecer parámetros para que se disminuya la
contaminación por emisiones de gases, fertilizantes químicos, mejorar la
calidad de combustibles, debiendo este ser un órgano consultivo para
las partes.

Conclusión
Tras la ejecución de este trabajo se puede, con un campo de
conocimiento más amplio, comprender los sucesos determinantes que
permiten que nuestro país desarrolle un crecimiento ejemplar de la
economía. Así también, entender como ésta se debe llevar a cabo por
vía legislativa para de esta manera establecer los garantes necesarios
para su buen uso y funcionamiento, evitando conflictos y permitiendo la
inclusión de nuestro país al cada vez más preponderante y benéfico
sistema de libre comercio, clave para un mundo en constante proceso
de globalización.
El que se haya firmando el tratado de libre comercio entre Chile y
Estados Unidos, permite entender la nueva y ventajosa situación en que
se encuentra nuestro país, siendo con esto un modelo a escala regional
para toda Latinoamérica; constituyendo arquetipos propensos a la
liberación económica del control del estado y creación de leyes más
transparentes. De tal manera, esto acarrea, además de mejoras y
facilidades a nivel tributario y en el intercambio de bienes y servicios, la
oportunidad de una mayor estabilidad política que se traduce en una
situación propicia para el desarrollo económico del país y su apertura a
mercados extranjeros, con el respaldo de la portentosa república
norteamericana.
A su vez uno de los temas que mayor primacía tiene a la hora de efectos
inmediatos para nuestra economía es la inversión, que se ha visto
fomentada de manera vehemente a través de la no discriminación;
buscando precisamente ser llamativo para quienes busquen asignar su
capital en un mercado consistente y a la vez gentil.
Como fue analizado precedentemente la mayoría de los sectores
productivos de nuestro país se ven beneficiados en un alto porcentaje, lo
que indica que todas las zonas se encuentran integradas recibiendo de
esta manera aliento y vigor para su desarrollo, sustento y proyección.

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