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EVALUACIÓN DE DIFERENTES ALTERNATIVAS DE CONCRETOS Y RECUBRIMIENTOS

FRENTE AL ATAQUE POR ABRASIÓN HIDRÁULICA PARA LA PROTECCIÓN DE LAS


PILAS DEL PUENTE “ALFONSO LOPEZ PUMAREJO” (BARRANQUILLA- COLOMBIA)

HERMIDA BARRERA, Germán

Departamento Técnico, SIKA ANDINA S.A.


Bogotá, Colombia
Correo electrónico: hermida.german @co.sika.com

RESUMEN

Frente a la degradación del concreto de las pilas del viaducto “Alfonso López”, debido al fenómeno de abrasión hidraúlica
producido por acción combinada del paso del flujo de agua y la carga de sedimentos que arrastra el río Magdalena, se llevó a
cabo un estudio tendiente a medir la resistencia a la abrasión de diferentes concretos. Se ensayaron concretos de diferentes
resistencias a la compresión, con y sin inclusión de humo de sílice, con endurecedores cementosos superficiales, dos
recubrimientos epóxicos y un mortero acrílico de reparación.

Todas las probetas se sometieron al ensayo de resistencia a la abrasión bajo agua, descrito en la norma ASTM C 1138. Este
método de ensayo que puede ser montado en cualquier laboratorio, permitió determinar el material y el sistema ideal para
proteger la estructura de la acción abrasiva del flujo. Los resultados permitieron cuantificar y dimensionar la contribución de los
diferentes sistemas frente a concretos patrón al ser sometidos a un ataque abrasivo.

INTRODUCCIÓN

Cuando se habla de resistencias, estado de esfuerzos o índices de dureza, el estar degustando un plato de arroz
esponjoso y bien sazonado puede resultar muy útil, pues la noción de dichos conceptos se percibe de inmediato
cuando se descubre entre el bocado ansioso, la presencia de una piedra. Esta cara tentativa por cuantificar la
resistencia a la compresión del mineral en cuestión, ha sido repetida en numerosas ocasiones sin mucho éxito, sin
embargo muy pocos han podido responder a la pregunta obligada sobre el origen de dicho objeto.

Pues bien, ese minúsculo y doloroso guijarro proviene, sin ir demasiado lejos, de un macizo rocoso gigantesco que
bien pudo estar a la orilla de una playa o en el lecho de un río y que fue pacientemente moldeado por la acción de las
olas, el viento o el simple flujo de agua.

El entender un poco más, cómo se desarrolla ese mecanismo que fue capaz de degradar una roca descomunal para
que ahora nos quepa entre la boca, es uno de los objetos principales de este trabajo.

El fenómeno que produjo ese inverosímil cambio de dimensiones se denomina erosión; dicha palabra implica entre
sus procesos más importantes el de la abrasión superficial.

El estudio de la abrasión y moldeo de las rocas naturales hace parte más de la competencia de un geólogo que la
ingeniería civil, sin embargo la roca artificial con la que el hombre actual delinea su entorno, sufre también este tipo
de erosión al encontrarse en contacto permanente con un flujo de agua, sobre todo si ésta contiene una carga de
sedimentos significativa. Lo cierto es que el concreto como un material sujeto a múltiples usos y ambientes está
expuesto, también, al paciente pero implacable fenómeno de la abrasión hidráulica. Siempre nos hemos referido a
concretos de 20, 30 ó 60 MPa o aquellos de módulo de ruptura de 3, 5 ó 7 MPa, pero rara vez, por no decir nunca,
identificamos un concreto como aquél con un volumen de pérdida del 2% a la abrasión bajo agua. Se trata pues, de
un tipo de solicitación presente pero en general ignorado por usuarios o diseñadores.

Aunque es probable que tome un tiempo poder reducir un muro de contención al tamaño de un mordisco, los daños
en las estructuras de concreto relacionados con la abrasión se cuentan entre los mas frecuentes, reduciendo de una
forma significativa la vida útil de las estructuras e involucrando sobrecostos importantes en reparación de éstas.

Un reciente informe completado por el Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos mostró que dentro de las
deficiencias más frecuentes en el concreto, el daño por erosión (causado por abrasión y cavitación) ocupa el quinto

___________________________________________

En: (Calvo, B., Maya, M., Parra, J.L., 2001, Editores). Primeras Jornadas Iberoamericanas sobre “Caracterización y
Normalización de Materiales de Construcción”. Programa CYTED. Madrid.
lugar luego de la fisuración, filtraciones, descascaramientos y distorsión o movimiento, en las estructuras en Estados
Unidos que esta institución tiene a su cargo (U.S. Army Corps of Engineers, 1989).

El olvido sistemático de considerar en el diseño de los materiales y estructuras procesos implicados con la
durabilidad de éstas, se ha traducido en acudir para la mayoría de los casos, a dispendiosas y costosas reparaciones.
El fenómeno de abrasión pertenece a este conjunto de solicitaciones, en general, no consideradas y esto ha acarreado
en nuestro país inversiones de consideración en el caso de estructuras hidráulicas, pisos, etc.

El presente trabajo se concibió con un doble objetivo; el primero corresponde a utilizar el método de abrasión bajo
agua descrito en la norma ASTM C 1138 para estudiar la pérdida de diferentes concretos frente a un ataque abrasivo
y establecer una primera relación entre dicho desgaste con la resistencia a la compresión de un concreto, con la
inclusión de humo de sílice, con la utilización de un mortero de reparación con base acrílica, con el uso de
endurecedores superficiales cementosos, etc.; y la segunda, luego del análisis de los resultados obtenidos
recomendar un sistema de protección de la base de las pilas del puente “Alfonso López” frente a la acción abrasiva
del flujo del río Magdalena que había causados estragos importantes en la superficie de las mismas.

MECANISMO DE ABRASIÓN

El comité 210 del ACI define la erosión por abrasión como una desintegración progresiva de un sólido debido al
impacto y rozamiento de un cuerpo de mayor dureza que el concreto sobre la superficie de éste.

Estructuras Especialmente expuestas a abrasión

Dentro de las estructuras de concreto que se encuentran especialmente expuestas al fenómeno de la abrasión figuran:

Estructuras hidráulicas

En este tipo de estructuras expuestas a contener, regular, dirigir o almacenar un líquido, el contacto constante con un
flujo se traduce con el tiempo en una pérdida o desprendimiento progresivo de los componentes de concreto en
superficie. No sin razón las cataratas se encuentran en un constante retroceso, pues la fricción tanto del líquido como
de los materiales que transporta el fluido, actúan sobre el perfil de la base desde donde se precipita el agua
horadándolo y haciendo retroceder el punto de caída del agua, en el sentido contrario a la corriente. En el caso de las
estructuras de concreto diseñadas y construidas por el hombre, este fenómeno se observa en la paulatina
desaparición del material en contacto con el flujo.

Sobre las estructuras hidráulicas como vertederos de presas, resaltos, muros disipadores de energía, sedimentadores,
tanques de disipación o pilas de puentes fluviales se presentan dos principales tipos de agresiones relacionados con
la resistencia superficial del concreto, la cavitación y la abrasión. El primero que no es materia del presente trabajo,
involucra la erosión de la cara humedecida del concreto por el colapso de burbujas de vapor formadas por cambios
de presión en un flujo de alta velocidad. La abrasión como tal es por otro lado, causada por el flujo de agua que
transporta sílice, arena, gravilla, hielo o desechos e implica la pérdida paulatina de la capa superficial del material
por fricción y corresponde justamente al fenómeno mas generalizado en las estructuras y el examinado en el
presente estudio.

En el caso de la abrasión propiamente dicha los daños, como se señalo anteriormente, se originan en aguas que
arrastran sedimentos como arena, desechos, hielos, rocas etc. La rata de erosión que se produce con frecuencia en
tanques de disipación, vertederos, pilas de puentes o túneles, depende de numerosos factores, que incluyen el
tamaño, la forma, la cantidad, la dureza de las partículas transportadas, la velocidad del agua y la calidad del
concreto. Mientras un concreto de alta calidad es capaz de resistir velocidades elevadas de flujo por varios años sin
alteraciones o pérdidas de su capa superficial, un concreto sin mayores cuidados puede perder desde pocos
milímetros hasta varias decenas de centímetros, dependiendo de las condiciones de flujo (ACI Committee, 2000).

El flujo de un líquido sobre un sólido genera fuerzas corte en la superficie de contacto entre ambos medios. La
magnitud de dichos esfuerzos depende en gran parte de las características intrínsecas del líquido (viscosidad) pero
sobre todo de la velocidad del mismo. En el caso particular del concreto estas fuerzas de corte se traducen con
frecuencia en la progresiva pérdida de pasta de la superficie del material y, posteriormente, en el desprendimiento de
los agregados. Si a este fenómeno se le suma la acción del impacto de partículas suspendidas en el flujo de arena o
sedimentos, la superficie de concreto se verá expuesta a una pérdida de material que puede no sólo generar
turbulencias indeseadas, problemas de tipo estético sino comprometer verdaderamente el espesor de recubrimiento
de los aceros de refuerzo.

En el caso de canales de navegación el tráfico de los botes produce turbulencias y una consecuente agitación de
sedimentos o partículas que horadan las paredes de concreto.

Los revestimientos de los túneles hidráulicos son estructuras igualmente susceptibles de erosión por abrasión,
particularmente cuando el agua trabaja a presión o carga cantidades importantes de arena, grava, rocas y otros
desechos.

El concreto utilizado para las pilas de puentes que deben estar en contacto con el agua, es un material que durante la
vida útil de la estructura está sometido a un régimen de cargas abrasivas muy importante. El diseño del perfil de la
pila, por definición, está delineado para oponer la menor resistencia al flujo; sin embargo, esta característica no lo
exime de sufrir degradaciones causadas tanto por la acción del agua como aquéllas producidas por los sedimentos.
El continuo roce del flujo sobre la superficie del material, como el impacto de partículas de arena, silicio, grava,
troncos que transporta la corriente se traduce en la pérdida de la capa superficial del concreto expuesto. La
superficie pila sumergida como aquella sujeta a los cambios de nivel del agua toma una textura rugosa producida por
la desintegración de la pasta y posterior desprendimiento de los agregados que estaban inmersos en ella. La acción
de erosión producida por la corriente puede llegar a comprometer, como se dijo anteriormente, el acero de refuerzo
de la estructura al perder éste su recubrimiento.

En el caso particular del puente “Alfonso López Pumarejo” que cruza el río Magdalena cerca de su desembocadura,
las pilas sumergidas en la corriente presentaban un severo ataque abrasivo debido a la acción del flujo que no sólo
generaban turbulencias alrededor de las mismas sino que habían reducido el espesor de concreto de recubrimiento a
la mitad.

Se diseñó por lo tanto un programa de ensayos dirigido a identificar un tipo de concreto en particular o un sistema
de recubrimiento, que multiplicara la resistencia a la abrasión del material que se fuese a utilizar en dicha
reparación. Dicho programa que se desarrolló a través de la norma ASTM C 1138 “Determinación de la Resistencia
a la Abrasión del Concreto Bajo Agua” incluyó también endurecedores superficiales cementosos utilizados en la
protección de pisos.

Si bien el método norteamericano para evaluar la resistencia a la abrasión bajo agua estuvo diseñado desde sus
inicios (Liu, 1980) para estructuras parciales o completamente sumergidas, puede utilizarse también para evaluar la
resistencia a la abrasión de un piso. De modo que si bien este estudio se desarrolló para un caso específico, sus
resultados pueden ser usados también para dimensionar las diferencias entre diferentes materiales que van a estar
sujetos a esfuerzos de tipo abrasivo, incluyendo pisos, que constituyen, sin duda, el otro grupo de estructuras en
concreto más frecuentemente enfrentadas a problemas abrasivos.

Pisos

El piso en la mayoría de las estructuras de concreto es una de las partes de éstas que más le exige al material. Un
piso soporta cargas estáticas, puntuales o distribuidas uniformemente, además de cargas dinámicas de impacto y
como es lógico de abrasión. Este último tipo de solicitación se traduce en el desgaste de la superficie producida por
el trafico y el uso. El paso de ruedas de mayor dureza que la del concreto, en bodegas industriales, puertos,
plataformas etc., provoca en primera instancia la aparición de polvo (pérdida de pasta) y finalmente la presencia de
baches y zonas de superficie irregular. El piso como elemento estructural es igualmente, el caso crítico de atención
en el curado, pues debido a la gran superficie expuesta con respecto a su volumen total, se generan pérdidas
importantes de agua (1kg/m2 *hora), elemento indispensable para la correcta hidratación de la superficie. Cuando un
piso de concreto no se cura, puede perder hasta un 40% de su resistencia superficial al desgaste (Eliot, 1982).

Sin embargo a pesar de que el concreto de un piso sea diseñado correctamente y se tenga cuidado en su colocación y
posterior curado, las exigencias a las que estará expuesto demandan la utilización de un endurecedor superficial o un
recubrimiento especial. El uso de endurecedores superficiales constituyen en el caso de los pisos en el tratamiento
más difundido, especialmente en pisos industriales y en aparcaderos. Con esta técnica, se aprovecha el agua
proveniente de la exudación. La incorporación al piso aún fresco, de arena de gran dureza mezclada con cierta
cuantía de cemento, permite combinar el agua de exudación con los materiales citados, produciendo un
coronamiento de la superficie de gran calidad, que incrementa varias veces la resistencia al desgaste.
Como es apenas obvio la reparación de un piso afectado por abrasión implica en el caso de un almacén, una fábrica
o una bodega la detención en la producción generando demoras y pérdidas indeseadas.

En el caso de las superficies para pisos se han utilizado otras alternativas además de los endurecedores de
compuestos por silicio o cuarzo. Existen experiencias alentadoras con agregados metálicos previamente tratados,
que incrementan la resistencia a la abrasión y al impacto de una forma considerable. Con este tipo de agregados se
debe tener especial cuidado en efectuar un control adecuado en la gradación, separación entre los metales diferentes
al hierro, templados y tratados con antioxidantes para su completa efectividad.

Según los requerimientos de trabajo (tipo de tráfico, temperatura ambiente, posibilidad de derrames químicos,
choque térmicos, forma de limpieza) un piso puede necesitar además de una mayor resistencia a la abrasión la
posibilidad de resistir un ataque químico. Dentro de los productos que aumentan la resistencia a la abrasión
simultáneamente a conferir una cierta protección contra agentes químicos agresivos, se han utilizado productos
poliméricos, resinas epóxicas, poliuretano, poliester, vinilester, etc. La aplicación de cualquiera de estas
protecciones se debe hacer sobre el concreto sano y limpio, por lo tanto es recomendable colocarlas desde un
principio.

Para el presente estudio se probó un endurecedor de pisos cementoso sobre concretos de resistencias diferentes,
igualmente se probaron dos recubrimientos epóxicos, tres tipos de concretos con igual manejabilidad pero
resistencias a la compresión diferentes, un mortero de reparación con base acrílica y un grupo de concretos de
resistencias equivalentes a los patrones pero con la inclusión de humo de sílice.

MÉTODO DE ENSAYO Y MATERIALES EVALUADOS

Método de Ensayo

El procedimiento de ensayo utilizado en el presente estudio correspondió al descrito en la norma ASTM C 1138.
Este ensayo concebido a principios de los años ochenta por un investigador norteamericano del Cuerpo de
Ingenieros de los EEUU mide la resistencia a la abrasión en una probeta cilíndrica de concreto de 30 cm de diámetro
y 10 de altura. Dicha probeta, una vez ha cumplido 28 días de curado, se saca de la cámara de curado sin dejar que
pierda su humedad y se sumerge en un tanque metálico igualmente cilíndrico, de un diámetro interno de 30c4 cm
(en el que apenas cabe la probeta) pero de 50 cm de altura. En el fondo de dicho tanque reposa la probeta con la cara
ha ser ensayada hacia arriba y sobre esta superficie del concreto se colocan 7 kg de esferas metálicas con una dureza
y una gradación especificas (ASTM C-1138-92).

Dentro del tanque lleno con una lámina de agua de 40,5 cm por encima de la superficie de la probeta de concreto, se
sumerge un eje que en su extremo cuenta con un aspa. El motor conectado al aspa provoca que el agua gire a una
frecuencia específica y arrastre consigo las esferas metálicas, las cuales en el fondo ruedan sobre la superficie de la
probeta durante 72 horas continuas. Antes de la prueba se determina el volumen y la masa de la probeta a ser
ensayada y cada 12 horas se detiene el ensayo y se determina el volumen y la masa que ha perdido en dicho
periodo.

Concretos y Recubrimientos Ensayados

Se seleccionaron tres concretos patrones que corresponden a los más comunes en la construcción del país, con
resistencias a la compresión 20,6 MPa, 27,5 MPa y 34,3 MPa. Por cada diseño se fundieron y ensayaron tres
especímenes, los resultados corresponden por lo tanto al promedio obtenido de dichas probetas.

Los grupos ensayados aparecen en la Tabla 1.


Tabla No.1 – Grupo de Concretos y Recubrimientos ensayados

Grupo Característica o Sistema Serie

20,6
A Resistencia a la Compresión (MPa) 27,5
34,3
20,6 + ESC* (4 kg/m2)
Endurecedores Superficiales
B 27,5 + ESC (4 kg/m2)
Cementosos
34,3 + ESC (4 kg/m2)
20,6 + 10% HS
C Humo de Sílice 27,5 + 10% HS
34,3 +10% HS
D Epóxico (Tipo IV- ASTMC 881) 20,6 + (10 mm, espesor)
E Recubrimiento Epóxico (Tipo II) 20,6 + (1,5 mm espesor)
F Mortero de Reparación Base Acrílica 20,6 + (20 mm espesor)

*ESC = Endurecedor Superficial Cementoso


Los materiales con los que se diseñaron y fundieron los diferentes concretos corresponden a los disponibles en la
ciudad de Barranquilla.

El grupo B, correspondiente a los endurecedores superficiales cementosos, se incluyó en el presente estudio con la
intención de ser utilizado en el caso de la reparación de las pilas del puente, pues su puesta en práctica resultaba
bastante dispendiosa, por no decir impracticable. Se examinó, entonces, con el ánimo de evaluar su desempeño
frente a los sistemas alternativos propuestos y el incremento en las prestaciones ganado frente a los concretos
patrones (grupo A).

Todos los diseños de los concretos evaluados partieron de una manejabilidad inicial de 10 cm de asentamiento. En el
caso del grupo C, donde se remplazó un 10% de cemento por humo de sílice para alcanzar la resistencia de diseño,
se utilizaron dosis variables de superplastificante (naftalen-sulfonado) para alcanzar la relación A/C correspondiente
a esa resistencia conservando la manejabilidad constante.

La selección de los recubrimientos epóxicos correspondió a su facilidad de aplicación y a buenos resultados que
éstos habían alcanzado en experiencias anteriores en campo.

El mortero de reparación de base acrílica se fundió sobre el concreto de resistencia más baja (20,6 MPa) en un
espesor de 20 mm de acuerdo a las instrucciones del fabricante. Este mortero corresponde a un mortero de
reparación estructural utilizado para resanes y reconstrucción de elementos estructurales.

RESULTADOS Y ANALISIS

Concretos con diferentes resistencias a la compresión

Los resultados que aparecen en la figura1 y que corresponden al valor promedio de tres probetas por resistencia,
demuestran que existe una relación directa entre la resistencia a la compresión de los concretos evaluados con la
pérdida de material por abrasión hidráulica. La pérdida de abrasión al pasar de una resistencia de 20,6 MPa a 34,3
MPa (incremento en un 66%) se redujo a las 72 horas del 14,5 % al 8,2% (-75%), mientras que a las 24 horas la
diferencia entre la pérdida de material entre estos dos concretos era aún más significativa (-88%). De acuerdo al
examen de la relación entre la pérdida a la abrasión hidráulica y la resistencia a la compresión, ésta se aproxima a
una relación exponencial donde el exponente de la resistencia a la compresión es en valor absoluto mayor que uno
(1,2).
%
Pérdida
de
Volumén
por5,00
Abrasión
4,50

4,00

3,50

3,00

Patrón
2,50
Endurecedor
2,00

1,50

1,00

0,50

0,00
20,6 27,5 34,3
Resistencia a la Compresión
(MP )
Figura 1 Concretos de diferente resistencia a la compresión volumen de pérdida por abrasión (ASTM C1138)

La progresión de las pérdidas de material a las 24, 48 y 72 horas fueron regulares y prácticamente lineales en contra
de lo que se esperaba, pues el ataque sobre la superficie expuesta (en las primeras 24 horas), se pensó, sería mas
crítico que sobre el interior del material (a las 72 horas).

Endurecedores Cementos Superficiales

El efecto de utilizar un endurecedor superficial cementoso sobre los concretos evaluados, disminuyó a cerca de la
mitad la pérdida de volumen superficial (-58%, -40%) por acción abrasiva. Cabe resaltar sin embargo que esas
pérdidas registradas para las tres resistencias resultaron muy similares, en realidad, los valores obtenidos a las 24
horas (Fig. 2) muestran que el endurecedor se comporta de manera cercana o equivalente entre los diseños
ensayados independientemente del concreto sobre el que ha sido fundido.

Los endurecedores se aplicaron esparcidos mientras justo cuando el concreto fresco perdió el brillo en la superficie
(de acuerdo a las recomendaciones del fabricante) con un rendimiento de 4 kg/m2. Cabe resaltar que el concreto
patrón de menor resistencia 20,6 MPa mas el endurecedor sufrió una pérdida por abrasión (2,01%) inferior al del
concreto patrón de 34,3 MPa sin endurecedor (2,4% a las 24 horas).

16

14

% 12
de

rdi 10
da 24 horas
de 8 48 horas
Vo 72 horas
lu
m 6
en
4

0
20,6 27,5 34,3
Resistencia a la Compresión (MPa)

Figura 2. Acción de endurecedores cementosos (4 kg/m2). 24 horas de exposición ASTM C1138


Humo de Sílice

Los concretos del grupo C incluyeron un remplazo del 10 % de cemento por humo de sílice y para una
manejabilidad constante de 10 cm se alcanzaron las resistencias de los concretos patrones variando la dosis de
superplastificante.

Los resultados demostraron que la inclusión de humo de sílice bajo este esquema de remplazo no contribuye de
manera significativa a la resistencia del concreto frente a la pérdida de material por acción del fenómeno de abrasión
hidráulica. Los valores (Fig.3) demostraron que las pérdidas fueron muy similares para los concretos con y sin
adición para todas las edades de ataque.

16

14

% 12

rdi
20,6 Mpa
da 10
de 27,5 Mpa
Vol 8 34,3 Mpa
um
en 20,6+HS(5%)
6 27,5+HS(5%)
34,3+HS(5%)
4

2
Asentamiento
10 cm
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80

Tiempo de Exposición (horas)

Figura 3. Perdida de volumen por abrasión sobre concretos con y sin humo de sílice (10% de remplazo) (ASTM C
1138)

Recubrimientos Epóxicos y Mortero Acrílico de Reparación

Los dos recubrimientos epóxicos evaluados correspondientes al tipo IV y tipo II de acuerdo a la clasificación de la
ASTM C 881, recubrieron probetas de concreto de 20,6 MPa de resistencia a la compresión. Sometidas estas
probetas protegidas por una capa epóxica de10 y 1,5 mm respectivamente, luego de 72 horas de ensayo ninguna
registró perdida de material (Fig. 4). Cabe anotar que el epóxico tipo II que fue aplicado con brocha con un espesor
de 1,5 mm no mostró señales visibles del ataque (pérdida de brillo). Este epóxico en particular se distribuye como
un recubrimiento resistente al ataque químico, pero los resultados demostraron su excelente comportamiento frente
una carga abrasiva.

El mortero acrílico de reparación aplicado en un espesor de 20 mm tuvo una pérdida porcentual equivalente a la del
concreto de 34,3 MPa.

Como vemos de acuerdo a los resultados obtenidos pueden aumentarse de una manera significativa la resistencia a
la abrasión de un concreto en particular. La literatura disponible también sugiere la selección y uso del agregado de
la mayor dureza posible (Schader ,1997), sin embargo para nuestro caso específico solo se contaba con la posibilidad
de agregado de la zona.
16

14

% 12
de

rdi 10
da 24 horas
de
Vo
8 48 horas
72 horas
lu
me
6
n

0
Epóxico 1 (Tipo IV, Recubrimiento Mortero Acrílico 20,6 Mpa
ASTM C881) (e=1 Epóxico (e=1,4 mm)
cm)

Figura 4. Recubrimientos epóxicos y un mortero acrílico de reparación % perdida por abrasión.

CONCLUSIONES

• La resistencia a la compresión del concreto está directamente relacionada con la resistencia a la abrasión del
mismo y para los diseños evaluados esta relación es exponencial con un exponente cercano a 1,2.
• El remplazo de humo de silíce por material cementante para lograr una matriz compacta, para resistencias
equivalentes no contribuye a disminuir la pérdida por abrasión de los concretos evaluados.
• El uso de endurecedores superficiales cementosos contribuyen en un factor mayor que dos en la resistencia a la
abrasión de un concreto y es independiente, en el rango examinado y bajo las condiciones del presente estudio,
a la calidad del concreto sobre el que se aplica.
• Para los concretos ensayados el uso del endurecedor superficial aumentó la resistencia a la abrasión de un
concreto de 20,6 MPa por encima de la de un concreto de 34,3 MPa sin endurecedor.
• Los recubrimientos epóxicos probados demostraron un excelente desempeño para soportar el ataque abrasivo
bajo agua sin registrar pérdida alguna de volumen después de terminar el tiempo de exposición de la prueba, a
pesar de haber sido aplicados sobre el concreto de más baja resistencia a la compresión.
• El mortero de reparación acrílico en un bajo espesor (20 mm) demostró un comportamiento similar al de un
concreto de 34,3 MPa frente al ataque abrasivo.
• Para el caso particular de las pilas del puente “Alfonso López Pumarejo” se recomendó el uso del recubrimiento
epóxico tipo II para detener la progresión de ataque abrasivo.

BIBLIOGRAFÍA

U.S. Army Corps of Engineers, Sept. 1989, Periodic Inspection Report No.9
ACI Committee 210R, 2000.
T.C. Liu, 1980. Maintenance and Preservation of Concrete Structures: Report3, Abrasion -Erosion Resistance of Concrete.
Technical Report Nol C-78-4, U.S. Army Engineer Water ways Experimental Station, Vicksburg.
T.C. Liu, and McDonald, J.E., 1981. Abrasion-Erosion Resistance of Fiber-Reinforced Concrete" Cement, Concrete and
Agregates, V.3, No.2, 93-100.
ASTM C 1138-92, 1992. Abrasion Resistance of Concrete (Underwater Method).
Schrader, Ernest k, and Kaden, R., 1976. Stilling Basin Repairs at Dworshak Dam, July-Aug. The military Engineer, V.68,
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