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Jara Alvaro. Estructuras coloniales y subdesarrollo en Hispanoamérica. In: Journal de la Société des Américanistes. Tome 65,
1978. pp. 145-171.
doi : 10.3406/jsa.1978.2160
http://www.persee.fr/web/revues/home/prescript/article/jsa_0037-9174_1978_num_65_1_2160
ESTRUCTURAS COLONIALES
Y SUBDESARROLLO EN HISPANOAMERICA
mestizas, en la medida en que estas surgen a todo lo largo del periodo colonial.
La encomienda, concebida en teoria como una mera forma de percepción
de tributos para los espaňoles « seňores de indios » y transformada en muchos
lugares en encomienda de servicio personal, somete a la población indígena a
un régimen bastante cerrado de lazos de dependencia personal 8. Estos lazos
de dependencia personal adoptan formas más temporales y cambiantes en
instituciones compulsivas de trabajo como la mita 4 y el coatequitl 5, pero en
todas ellas se percibe una discriminación étnica, que fija en el más bajo tramo
de los valores a toda la masa indígena, dejándola en una notoria indefensión
social y económica.
Esta indefensión económica y social se traduce en un régimen de trabajo
duro y agobiador, de un lado, y del otro, en un bajo nivel de salarios, cuando
résulta posible hablar de salario, determinante de un ingreso minimo, a nivel
menos que de subsistencia, ya sea en la mineria, la agricultura o los obrajes.
La escasez y la limitación del ingreso conduce a las masas indigenas a una
casi compléta ausencia de poder adquisitivo, y por ende a indices de consumo
muy débiles.
Si la capacidad de consumo de la gran masa de la población esta limitada
y deprimida, résulta obvio que el mercado casi no existe y que la producción
de bienes de consumo carece de estimulos y no puede entrar a una fase dinámica.
Sin embargo, hay otro rubro de articulos de consumo cuya producción, cre-
cimiento y desarrollo, no han interesado mucho hasta ahora a los historiadores
económicos de la America espaňola y que presentan indices de crecimiento
importantes. Se trata, a nuestro juicio, de una desviación del consumo, en busca
de los « paraísos artificiales », búsqueda que estuvo impulsada, en el primer
momento, рог la quiebra espiritual del mundo indígena provocada рог la con-
quista espaňola, y después рог las duras condiciones del régimen de trabajo
impuesto рог los colonizadores y el bajo nivel de vida de la mayor parte de la
población, résultantes ambos de las relaciones de dependencia personal y de la
discriminación étnica 6. El fenómeno se présenta en toda la dimension americana.
Para el mundo andino, podemos mencionar principalmente la coca y la chicha
de maiz. El crecimiento de las extensiones de tierras dedicadas al cultivo de la
coca y la expansion de su consumo, en especial en los centros mineros de altura,
parece reflejar la subida casi vertical de la producción de plata. Probablemente,
si se lograra construir una curva de la producción de coca, creemos que esta
séria paralela a la de la plata, puesto que se transforma en un insumo de su
producción, tanto como el mercurio para el proceso de la amalgama. La chicha
3. A. Jara, Salario en una economia caracterizada por las relaciones de dependencia personal.
Troisième Conférence Internationale d'Histoire Économique, Mouton, La Haye, 1965, pp. 601-
615.
4. G. Lohmann Villena, Las minas de Huancavelica en los siglos XVI y XVII. Sevilla,
1949. Alberto Crespo, El reclutamiento y los viajes en la « mita » del Cerro de Potosi, en La
mineria hispana e iberoamericana, Contribution a su investigation histôrlca, Vol. I, Léon,
1970.
5. Ch. Gibson, Los aztecas bajo el dominio espaňol 1519-1810. Mexico, 1967.
6. A. Jara, Plata y pulque en el siglo XVIII mexicano. En torno al problema de nivelés de
vida y subconsumo en la America espaňola. CLAS., Univ. of Cambridge, Cambridge, 1973.
148 SOCIÉTÉ DES AMÉRICANISTES
de maíz, como acompaňante de la coca (junto con el a jí, destinado a dar un poco
de sabor a una magra alimentacidn), pasan a representar a lo menos un tercio
del presupuesto alimentario potosino anual.
En otros lugares es el vino, o bien otřas variedades de chicha, о bien el aguar
diente de uvas, о el aguardiente de caňa. En Mexico es el pulque, obtenido del
zumo del maguey, mezclado con mucha frecuencia con sustancias alucinógenas.
Aunque son consumos que requieren estudios más profundos que nuestros bos-
quejos iniciales, la documentación demuestra que su incidencia en los gastos
del presupuesto familiar era énorme, hasta el extremo de ser la negación de las
posibilidades de subsistencia del grupo, que se ve privado de los elementos
básicos necesarios a ella.
Si aumentan en el Peru las tierras destinadas al cultivo de la coca, también
aumentan en Mexico las buenas tierras (antes productoras del generoso maíz)
destinadas al maguey, es decir, se transforman en haciendas pulqueras. Es
lo que hemos Uamado la « deformación » de la agricultura mexicana, buen nego-
cio para una aristocracia territorial, buen negocio para el Estado espaňol cuando
hay gravámenes fiscales sobre estos consumos, desorden y despilfarro para los
pobres presupuestos de las grandes masas indigenas y mestizas americanas.
El escaso poder adquisitivo de estas grandes masas se orienta a cubrir necesi-
dades que, en verdad, no deberian serlo. Se produce esta desviación del consumo,
que provoca una alteracion del sano equilibrio que deberia tener un consumo
normal, y al mismo tiempo, actúa sobre el mercado al acentuar la demanda, ya
sea pulque, coca, chicha de maíz, y la oferta, los productores ensayan de crecer
y estar en condiciones de abastecer el mercado. Pero la capacidad adquisitiva
de las grandes masas no ha experimentado expansion. En consecuencia, otros
sect ores de la producción verán disminuída su participación en el mercado.
Es la razón por la cual vemos estas desviaciones del consumo como un ele-
mento estagnante para el desarrollo económico, al cual le disminuye capacidad
dinámica y contribuye a crear un circulo vicioso cerrado en las distintas econo-
mias régionales. Creemos también que estas lineas générales que estamos tra-
tando de presentar, constituyen la confirmación de la presencia de rasgos comunes
en la diversidad americana, rasgos comunes que tienen una identidad regional
propia, pero que en sus formas más amplias pueden asociarse a un criterio de
análisis global.
7. С Haring, Comercio y navegación entre Espaňa y las Indias en la época de los Habsbwgos,
Mexico, 1939.
8. E. J. Hamilton, American Treasure and the Price Revolution in Spain, 1501-1650. Camb
ridge, 1934.
9. P. Chaunu, Seville et l'Atlantique (1504-1650). 11 Vols., Paris, 1955-1960. Igualmente,
P. Chaunu, Seville et l'Amérique aux XVI* et XVIIe siècles. Paris, 1977.
ESTRUCTURAS COLONIALES Y SUBDESARROLLO 149
En las lineas que siguen examinaremos algunos de los rasgos más típicos
del movimiento comercial americano, que son, a nuestro juicio, altamente
reveladores de la estructura interna de la economia y también del funciona-
miento del sistema colonial, tomando como base información publicada, que
reproducimos en el Anexo Estadistico.
Hemos organizado todo el conjunto anexo de columnas de cifras de info
rmación estadística, con el fin de tratar de hacer un bosquejo de ciertas lineas
comunes y générales a toda la America espaňola, lineas que fluyen, se proyec-
tan y se perciben a través de los datos que encierran esos cuadros.
Tomaremos primero los cuadros Nos. 1 y 2, a Exportaciones de metales pre-
ciosos americanos », de la obra clásica de Hamilton, que cubre el periodo 1503-
1660, las cuales proporcionan una idea bien clara del rol del Imperio espaňol
en cuanto a abastecer a la metropoli en este respecto durante más de un siglo
y medio.
Desde el comienzo del siglo xvi, se puede constatar el peso del sector privado
con respecto al Estado. La proporción es variable pero siempre hay el predomi-
nio decidido en las remesas de metales a Espaňa de los particulares con respecto
al fisco.
En el gráfico No. 1, y en relación con el periodo 1601-1650, resalta el esfuerzo
de las autoridades reaies del Virreinato del Peru рог entregar a la Corona un
alto excedente anual de caja. Este excedente enviado a Espaňa, se éleva larga-
mente sobre el valor de los quintos de plata de Potosi, que son los que comandan
de manera decisiva la curva total peruana, en cuanto ingreso impositivo.
Los cuadros Nos. 4 y 5 tienen el valor ilustrativo de la tendencia exportadora
del Estado espaňol, usando sus rentas americanas para incrementar su caja
metropolitana y emplearlas en fines de tipo imperial, en empresas que no tienen
nada que ver con el interés о el desarrollo económico de sus colonias.
En los totales del cuadro 1, se ve que casi el 72 % de los metales preciosos
llegados a Sevilla pertenece a los particulares, en otras palabras, très cuartos
del sector privado contra un cuarto del Estado. Estas cifras demuestran que,
desde los primeros tiempos de la colonización, no sólo el Estado espaňol ha estado
involucrado en la exportación de las nuevas colonias, sino también un sector
financière privado, más una cierta proporción de los grupos conquistadores que
veia con buenos ojos la inversion de sus ganancias americanas en Espaňa.
Esta afirmación, como otras que seguirán, es más que todo un intento de inter-
pretación basado en la fuerza de las cifras más que en el pormenor posible a
estudiar, рог el momento, al interior de ellas.
En todo caso, y en cuanto Hamilton trabaja con las cifras légales de los metales
no llegados a Sevilla, estas cifras — nos referimos a las del sector privado —
representan más que ese minimo legal declarado. Probablemente, las cuantias
reaies fueron mucho más altas. Como se sabe, en este dominio los testimonies
son innumerables. No pudiendo disponer de cifras reaies depuradas, por la natu-
raleza oficial de la documentación, la tendencia del movimiento general se
transforma en altamente reveladora.
ESTRUCTURAS COLONIALES Y SUBDESARROLLO 153
Es una lástima que Brading da sólo cinco aňos de una quincena, y ello impide
una comparación sistemática.
1761 da a Mexico una participación de 1/3, más o menos, en la exportación
total de metales preciosos. 1763, lo aproxima a casi un 85 %. En 1770 esta parti
cipación disminuye a poco más del 55 %. En 1775, las cifras la reducen a más
о menos un tercio. En cambio, las cifras que no calzan, son las de 1766, pues
Garcia-Baquero da como total de importaciones de caudales la suma de
9.805.000 y Brading afirma que las exportaciones novohispanas de metales
ese ano alcanzan a 13.264.518, es decir, 3.459.000 más que el total de toda
America. Segun Humboldt y Pradeau, el monto de acuňación de ese ano, en ого
y plata, asciende a 11.748.298, es decir, un milión y medio menos que la expor
tación de caudales segûn Brading. Es claro que con aňos no encadenados en una
série es dificil establecer posibles compensaciones, que siempre tendian a pro-
ducirse de un aňo a otro, рог razones muchas veces circunstanciales.
A pesar de las lineas générales de las exportaciones americanas, a pesar de
la tendencia continua del predominio de los metales monetarios, afirmación
valida en el conjunto, se constata, al analizar los totales anuales, una irregula-
ridad notoria : la presencia de una oscilación muy acentuada en esos valores
anuales. No existe una continuidad mantenida, aňo tras aňo. Рог el contrario,
las oscilaciones — positivas о negatives — son altamente frecuentes, y de pronto
se pasa de cantidades importantes a cantidades insignificantes. Se percibe una
falta de solidez en la producción, que repercute naturalmente en las exporta
cionesy las aumenta о las disminuye de manera paralela. Se trata, en suma, de
una debilidad de las estructuras productivas americanas, de una debilidad de la
empresa productora, que provoca alzas y bajas extremadamente violentas, sin
regularidad, que exigen un estudio pormenorizado del sector minero, para
examinar la estructura de la empresa y su comportamiento. Brading destaca
la|enorme vulnerabilidad de la mineria que dependia del abastecimiento del
mercurio europeo frente « a los frecuentes bloqueos navales ingleses que la alianza
entre Espaňa y Francia provocó. Čada vez que Espaňa declaraba la guerra a la
Gran Bretaňa la producción de plata en Mexico disminuía » 15.
Pero, lo importante en la estructura productiva, aparté de los elementos
externos como el mencionado, son sus características propias. En el aspecto
financiero, la carencia de capitales era un freno muy fuerte al desarrollo de la
mineria mexicana. El excelente estudio de Brading nos permite ver mejor estas
facetas en ella. Citando un testigo y buen conocedor de la realidad de la época,
anota que « en 1772 un informe inteligente afirmaba que no existían más que
doce mineros capaces de autofinanciarse ». Hay que recalcar que esta docena
de mineros económicamente poderosos eran una muy escasa minoria, pues el
mismo Brading calcula en aproximadamente très mil minas las que existían
en la Nueva Espaňa en las ultimas décadas del siglo xvin. También apunta un
hecho muy importante, sobre los efectos de la Ordenanza de libre comercio de
1778, la cual disminuyó las utilidades de los comerciantes que dominaban en
esta actividad. Al mismo tiempo, la mineria habia recibido varios estimulos fis-
cales muy decisivos, entre ellos, rebajas muy fuertes en el precio del mercurio, lo
que significó un aumento de la rentabilidad de la empresa minera, aumento que
a su vez significó un vuelco de la inversion de capitales del sector comercial
hacia el sector minero ie.
Pues bien, este vuelco de inversiones hacia el sector minero contribuyo,
junto con otros elementos coadyuvantes, ya de origen fiscal, ya de estimulos
externos, al extraordinario auge de la plata mexicana en la segunda mitad del
siglo xviii. Pero, de todos modos, en el marco americano, la empresa minera
continué siendo feble. En un continente caracterizado рог la extracción con
tinua de capitales, о bien caracterizado paralelamente рог la inversion de capi
tales en la tierra (puesto que la posesión de la tierra ennoblece), este tipo de
empresa estaba sometido a las vicisitudes de más diverse género financière
y las violentas y nerviosas inflexiones de la curva mexicana son una demostra-
ción de ello.
La extracción de capitales en forma continua y en gran escala es un hecho
que las cifras demuestran con su propia elocuencia. Sin embargo, es dificil esta-
blecer la proporción de este flujo hacia el exterior con respecte a la producción
real de metales preciosos, y no sólo con respecto a la producción legal, que séria
posible calcular en términos générales. Vale decir, no sabemos cuánto quedó
en America, ni las formas que adopté su inversion en los distintos sectores de la
economia, ni tampoco el monto del atesoramiento por los particulares, tendencia
que se observa en algunas regiones gracias a estudios recientes.
De todos modos, es évidente que la extracción de capitales debia necesaria-
mente debilitar la economia de la America espaûola.
Humboldt nos explica que los funcionarios espaňoles en las colonias ame-
ricanas — « no ignoran que el medio más seguro de sostener su crédito en la
corte y conserver su empleo es el de remitir a la Tesoreria Real de Madrid la
mayor cantidad posible de dinero » 17.
Aunque ya hemos visto que el sector fiscal, desde el punto de vista de la
captación y exportación de caudales americanos en relación con el volumen
correspondiente del sector privado estaba en una fuerte inferioridad, de todos
modos deviene interesante hacer algunos comentarios sobre la participación
de los excedentes de la Real Hacienda americana en el total de los ingresos de la
Corona. Las citas de Humboldt siguen siendo obligatorias, particularmente del
Libro VI de su y a clásica obra.
5. COMENTARIO FINAL
6. — Anexo estadistico
4. Carmen Bancora, Las remesas de metales preciosos desde El Callao a Espaňa en la pri
mera mitad del siglo XVII. Revista de Indias, XIX, No. 75, Madrid, 1963.
ESTRUCTURAS COLONIALES Y SUBDESARROLLO 165
1646 1.800.000
1647 1.800.000
1648 Illustration non autorisée à la diffusion 956.000
1649 Sin datos
1650 2.720.000
1675 1.837.155
1678 2.308.000 :
i Í68Í. 1.358.750
Í685 1.069.200
1690 : 749.277
1696 842.091
Í7Ó7 1.357;876
1708 300.000
Í7Í7 60.042
1718 17.368
5. E. Rodríguez V., Los caudales remitidos desde el Peru a Espaňa por cuenta de la Real
Hacienda. Series Estadísticas (î 651-1 739). Anuarío de Estudios Hispanôamericanos, Sevilla,
1964.
166 SOCIÉTÉ DES AMÉRICANISTES
1722 30.400
1725 202.000
1726 100.000
1728 600.000
1729 400.000
1730 302.000
1732 . 200.000
1733 200.000
Í735 200.000
1737 241.000
1739 586.043
QUINTOS POIOSI
**
* Datos
El periodo
de Pierre
1531-1555
Chaunucorresponde
en Seville etal l'Atlantique,
quintaje peruano
t. Vie,obtenido
pp. 671.рог nosotros. El periodo
1556-1650, procède del manuscrite de Sierra.
***Carmen Báncora, art. cit.
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Miles de millones
de ma raved is