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El Perú venia creciendo a una tasa promedio de 7.7 por ciento, en los últimos cinco años
y esta desaceleración de la economía peruana se observó principalmente en las
actividades con estrechos vínculos, tanto de manera directa como indirecta con el
comercio exterior. Así, rubros como la agroindustria y las ramas manufactureras de
insumos y de bienes de capital registraron los mayores descensos. En tanto, la inversión
privada pasó al terreno negativo, dado que la mayor incertidumbre, generada por la
crisis financiera internacional y la retracción de la demanda, llevó a las empresas a
reconsiderar la puesta en marcha de nuevos proyectos.
La política monetaria del Banco Central de Reserva del Perú se orientó a atenuar el
impacto negativo de la crisis financiera internacional sobre la economía fomentando
condiciones monetarias y crediticias más flexibles consistentes con una inflación bajo
control.
Para ello, implementó una política de reducción de la tasa de interés de referencia, desde
un nivel de 6,5 por ciento en enero hasta llegar a 1,25 por ciento en agosto, alcanzando
niveles mínimos históricos. Previamente, el Banco Central había llevado a cabo
medidas monetarias no convencionales orientadas a proveer de liquidez al mercado y
evitar una contracción crediticia que pudiera debilitar significativamente los
mecanismos de transmisión de la política monetaria.
La política fiscal fue también expansiva con el objetivo de contrarrestar los efectos de la
desaceleración de la demanda interna privada y externa.
La actividad económica del país creció 0,9 por ciento durante 2009, mientras que el
mundo en promedio caía 0,6 por ciento y las economías desarrolladas lo hacían en 3,2
por ciento. A diferencia de lo que ocurrió en la mayoría de países desarrollados, en el
Perú el empleo continuó creciendo, lo que permitió que el consumo privado también
siguiera aumentando, aunque ambos a tasas menores que en 2008. Durante el año,
además de los inventarios, el componente más afectado de la demanda interna fue la
inversión privada, que registró una caída de 15,1 por ciento.
Las acciones de política monetaria del año 2009 se tradujeron en menores tasas de
interés tanto en el sistema financiero como en el mercado de capitales, principalmente
las de menor plazo y riesgo, en línea con las reducciones de la tasa de referencia. De
manera similar, las tasas de interés de créditos a microempresas e hipotecario en
moneda nacional continuaron reduciéndose respondiendo con algún rezago al estimulo
monetario.
La evolución de los agregados monetarios reflejó también las condiciones más flexibles
impulsadas por la política monetaria registrándose un crecimiento de 15,0 por ciento en
la liquidez en moneda nacional y de 9,2 por ciento en el crédito al sector privado y una
disminución en los coeficientes de dolarización de 46 a 42 por ciento en la liquidez y de
52 a 46 por ciento en el crédito.
En el año 2009, la inflación fue de 0,25 por ciento, reduciéndose desde la tasa de 6,65
por ciento alcanzada en 2008. Esta evolución reflejó principalmente la reversión de los
choques de oferta que elevaron los precios de los alimentos y combustibles en 2008 y
repercutió en una caída de la inflación no subyacente desde 8,11 por ciento en 2008 a
-2,54 por ciento en 2009.
La cuenta corriente de la balanza de pagos registró un superávit de 0,2 por ciento del
PBI en 2009, en contraste con el déficit de 3,7 por ciento del PBI registrado durante
2008, como consecuencia de menores importaciones en un contexto de moderación del
crecimiento y de desacumulación de inventarios.
Con la finalidad de reducir la volatilidad del tipo de cambio causada por movimientos
en las posiciones de portafolio de los agentes económicos en una situación de
incertidumbre y de mayor aversión al riesgo en los mercados financieros
internacionales, el Banco Central intervino en el mercado cambiario, comprando o
vendiendo moneda extranjera. Estas intervenciones tuvieron como objetivo limitar los
riesgos asociados a pérdidas patrimoniales de las personas y empresas, que en el caso de
una economía como la peruana aún mantiene un alto nivel de dolarización financiera.
Así, la política de intervención en el mercado cambiario del Banco Central evitó que la
economía se viera afectada por variaciones bruscas y temporales del tipo de cambio que
pudieran haber influido las decisiones de los agentes económicos y permitió la
acumulación de reservas internacionales netas por US$ 1 939 millones alcanzando un
saldo a fines de diciembre de US$ 33 135 millones, nivel equivalente a casi cinco veces
el total de obligaciones de corto plazo y a 26 por ciento del PBI.
PROBLEMA:
Todas estas acciones realizadas por el BCRP para amortiguar la desaceleración mundial
vivida en los años 2008 – 2009 que afecto a nuestras exportación y produjo una gran
disminución de la inversión privada, fueron ejecutadas, tardíamente ya que si se
hubieran aplicado a su debido tiempo el crecimiento del Perú en el 2009 tendría dígitos
mayores a lo alcanzado, es decir la realidad seria otra, y esta crisis en vez de ser
perjudicial, pudo ser la oportunidad para alcanzar niveles mas altos de progreso
económico, con respectos a otros países del continente.
OBJETIVOS:
Hacer un programa monetario que logre un crecimiento mayor con respecto a los
últimos años, incluyendo el año 2009 que se perdió por motivos de la crisis
internacional (crisis financiera internacional intensificada tras la caída del banco de
inversión Lehman Brothers en los Estados Unidos), lograr una estabilidad del valor del
dinero (tipo de cambio estable), plena ocupación o pleno empleo (mayor nivel de
empleo posible) y evitar desequilibrios permanentes en la balanza de pagos.
HERRAMIENTAS
Para ello gozamos de las herramientas de política monetaria que es la forma en el que
banco central puede influir sobre la cantidad de dinero y sobre la tasa de interés,
evitando fenómenos económicos de desequilibren la economía perjudicando a la
inversión nacional y extranjera, las herramientas que utilizaremos serán:
El tipo o tasa de interés indica cuánto hay que pagar por el dinero que nos presta cierto
banco.
Por eso, si el tipo de interés es muy alto, no todos los inversores podrán permitírselo, y
no pedirán muchos préstamos. El dinero se quedará en el banco. En cambio, una bajada
de los tipos de interés incentiva la inversión y la actividad económica, ya que los
empresarios dispondrán fácilmente de dinero para invertirlo en sus proyectos.
Por tanto, los cambios en la tasa de interés están relacionados directamente con la
cantidad de dinero que circula en el mercado.
No hay que olvidar que existen otros procesos distintos a la política monetaria que
también alteran la tasa de interés, ya sea por un proceso inflacionario, o por el auge o
la recesión de la actividad económica, dificultando de esta manera el papel de la tasa de
interés como variable objetivo de la política monetaria.
Variación del coeficiente de caja
Si el banco central decide reducir este coeficiente a los bancos (guardar menos dinero en
el banco y prestar más), eso aumenta la cantidad de dinero en circulación, ya que se
pueden conceder aún más préstamos. Si el coeficiente aumenta, el banco se reserva más
dinero, y no puede conceder tantos préstamos. La cantidad de dinero baja.
Con este nombre se conoce a las operaciones que realiza el banco central de títulos de
deuda pública en el mercado abierto.
Utilizaremos para mantener o bajar tasa la inflación, una política monetaria restrictiva,
en periodos de sobre producción es decir cuando la economía este recalentada, con
tendencia a un fenómeno inflacionista y una política monetaria expansiva en periodos
de desaceleración económica, es decir cuando en el mercado haya poca circulación de
dinero una política expansiva. Ver gráficos 1 y 2.
Hacer que para el BCRP, “La restricción monetaria, a través de la ampliación de la tasa
de referencial, propicia un aumento en las tasas de interés nominales de corto plazo y
una mejoría en las expectativas de inflación. A consecuencia de estos efectos, las tasas
de interés reales aumentan”. “La efectividad del tasa referencial para modificar las tasas
de interés ha sido comprobada por varios estudios. El incremento en las tasas de interés
reales y la mejoría de las expectativas de inflación que induce una ampliación del corto
plazo; influyen sobre la evolución de los precios, si bien con rezagos considerables, a
través de varios canales”.
1. El efecto del incremento en las tasas reales de interés sobre las decisiones de
ahorro e inversión de las personas y empresas, reduce el ritmo de expansión de
la demanda agregada. A su vez, esta última influencia debilita las presiones al
alza sobre los salarios y sobre los precios de los bienes no comerciables.
3. Los incrementos de las tasas de interés hacen más atractiva la inversión en bonos
y disminuyen la demanda de acciones, por lo que el valor de mercado de estas
últimas disminuye. Ante la reducción del valor de las empresas, éstas enfrentan
un deterioro de las condiciones en las cuales obtienen financiamiento,
encareciéndose la realización de nuevos proyectos de inversión. Lo anterior
afecta a la demanda agregada y eventualmente a los precios. Con respecto a los
consumidores, el aumento de las tasas de interés y la consecuente reducción de
los precios de las acciones, disminuyen el valor de sus activos y, en
consecuencia, perciben que su riqueza es menor. Estos fenómenos producen una
contracción del consumo y de la demanda agregada.
Sabiendo que los factores que determinan el tipo de cambio en el corto plazo son
aquellos que influyen sobre la oferta y la demanda de dólares. Por un lado el comercio
internacional y la inversión extranjera y por el otro las tasas de interés atractivas y el
riesgo de insolvencia y de inestabilidad económica y política de un país.
En el largo, plazo, hay otros factores que influyen en la determinación del tipo de
cambio. En primer lugar la productividad de cada país, es decir, la capacidad para
producir de manera eficiente sus bienes y servicios. En segundo lugar la velocidad a la
que crecen los precios en cada uno de los países que tienen relaciones comerciales.
El problema que se presenta es que no siempre los factores que determinan la demanda
y oferta de dólares en el corto plazo, generan un tipo de cambio que exprese las
variaciones en los precios de cada uno de los países y, por tanto, el precio de las divisas
no se ajusta de tal manera que permita mantener la equivalencia de las mercancías. Por
ejemplo una tasa de interés muy atractiva en Perú, puede generar una gran entrada de
capitales extranjeros y apreciar el tipo de cambio (abaratar el dólar) Pero el movimiento
inflacionario se da en un sentido contrario, es decir, cuando la inflación peruana
superior a la inflación norteamericana (cosa que tratamos de estabilizar con la política
monetaria anti inflacionista que ya hemos visto anteriormente), por tanto, lo que
requeriría el comercio es que el tipo de cambio se depreciara para mantener el poder
adquisitivo de las monedas. En este caso, un nuevo sol apreciado, es una moneda más
cara para quien la quiera comprar, y hace más caras las cosas que se exportan,
expresando, una equivalencia entre mercancías que no es real y perjudicando el
comercio entre países. Al mismo tiempo, un nuevo sol caro o un dólar barato (es lo
mismo) altera también la capacidad de lo que el nuevo sol pueda comprar en el
extranjero. Bajo esta circunstancia su poder de compra habrá crecido ficticiamente y
estará comprando más de lo que en realidad puede si nos atuviéramos a la productividad
del país. Y esto perjudica a los productores nacionales porque los consumidores optaran
por comprar más en el extranjero.
Esta política monetaria de fortalecimiento del nuevo sol que proponemos ha provocado
que se mejore la equivalencia de los bienes y servicios que comercian Perú y Estados
Unidos, porque la inflación promedio de nuestro país en los últimos doce meses ha sido
de 1.82% solo un poco más alta que la del vecino EEUU 1.2%. Esto ha dado como
resultado que el tipo de cambio de mercado se acerque del tipo de cambio de equilibrio.
El tipo de cambio real entre dos monedas es el producto del tipo de cambio nominal (el
costo de 1 nuevo sol en dólares, por ejemplo) y la relación de los precios entre los dos
países. La ecuación fundamental es TCR=eP*/P; en nuestro ejemplo, e es el tipo de
cambio nominal nuevo sol - dólar, P* es el precio promedio de un bien en Perú, y P es
el precio promedio del bien en Estados Unidos.
En el ejemplo del Big Mac, e = 2.90. Si el precio en Perú es 2.825 soles y en Estados
Unidos es 1 dólar, entonces (2.90) x (2.825) ÷ 1 da un TCR de 8.1925. Pero si el precio
en Perú es 2.5 nuevos soles y en Estados Unidos es 3,40 dólares, el TCR es 2.9 x 2.5 ÷
3,40 = 2.13, quiere decir que ese producto esta devaluado el nuevo sol con respecto al
dólar (datos sacados del BCRP)
El resultado que se obtiene es una devaluación del nuevo sol frente al dólar. Es decir, de
acuerdo con estos cálculos, el nuevo sol debería valer más o el dólar debería costar
menos. La diferencia entre el tipo de cambio de mercado y el de equilibrio, depende del
año base que se elija para el cálculo.
Lo que nos están diciendo estos resultados, es que el poder adquisitivo del nuevo sol y
el dólar se ha alterado propiciando una falta de correspondencia del valor de los bienes
y servicios que E. U. y Perú comercian, es decir, la devaluación altera los precios
relativos de los bienes y genera problemas de carácter estructural. Los resultados nos
dicen también, que sin importar el año base que se considere, la paridad del poder
adquisitivo se encuentra alterada.
Reservas Internacionales Netas (RIN).- Son la diferencia entre los activos y los
pasivos internacionales de un Banco Central. Las RIN muestran la liquidez
internacional de un país y su capacidad financiera con relación a otros, al ser los
recursos con que cuenta para hacer frente a sus obligaciones en moneda extranjera. En
el caso del Perú, las RIN son el resultado de restar a las RIB las obligaciones
internacionales de corto plazo, principalmente producto de convenios de crédito
recíproco a nivel regional como el de la ALADI y las de mediano y largo plazo
contraídas con fines de apoyo a la balanza de pagos (en la actualidad el saldo de este
tipo de deuda es cero).
1) ¿Sobrevaluado o subvaluado?
Los TCR índice entre dos países pueden ser importantes. El enorme déficit comercial de
Estados Unidos frente a China se ha transformado en un tema político y económico
candente, y no está claro si su origen es un tipo de cambio fundamentalmente
desalineado.
Pero, al medir la alineación global de una moneda, lo que más interesa a los
economistas y a las autoridades es el tipo de cambio real efectivo (TCRE), que es un
promedio de los tipos de cambio reales bilaterales entre un país y sus socios
comerciales, ponderado según el peso de cada uno de esos socios. Al ser un promedio,
el TCRE de un país puede estar “equilibrado” (es decir, no exhibir un desalineamiento
general) cuando la moneda está sobrevaluada respecto de uno o varios socios, siempre
que esté subvaluada respecto de otros.
Para saber si una moneda está valuada indebidamente y en qué medida, se puede hacer
un cálculo aproximado con una serie temporal de TCRE. Si la moneda está equilibrada
y rige una PPA absoluta o relativa, el TCRE no tendría por qué variar a lo largo del
tiempo. Pero como los patrones de consumo pueden cambiar más rápido que las cestas
armadas con fines estadísticos —al igual que los aranceles y las políticas comerciales, y
los costos de transporte—, una desviación del TCRE no implica necesariamente un
desalineamiento fundamental.
Sin embargo, a pesar de que los costos de transporte y los aranceles han bajado mucho a
lo largo del siglo último, y de que las cestas nacionales de consumo son más uniformes,
los TCRE varían más que antes. Hace un siglo, su fluctuación estaba contenida dentro
de una banda de 30% en las economías avanzadas; en los años ochenta, esa banda se
ensanchó a 80% en Estados Unidos, y otros países tuvieron experiencias parecidas.
Y si los bienes no transables tienen gran peso en la cesta de consumo nacional, el índice
de precios al consumidor aumenta en relación con la cesta de consumo internacional, y
el TCRE tiende a apreciarse. Eso es lo que suele denominarse “efecto Balassa-
Samuelson”. Tanto teórica como empíricamente se observa que la variación de los
TCRE entre países se debe en gran medida a fluctuaciones de los precios de los bienes
no transables en relación con los bienes transables, sobre todo entre países en desarrollo.
La estimación del TCRE de equilibrio puede resultar difícil porque los precios son un
poco rígidos a corto plazo, al contrario del tipo de cambio nominal (al menos en los
países donde está determinado por el mercado). De modo que el TCRE suele exhibir
una volatilidad considerable a corto plazo frente a novedades en las plazas y una
negociación hiperactiva, y no es sorprendente que muchos operadores y autoridades lo
calculen mal, y a veces muy mal. Eso puede provocar realineamientos drásticos con
consecuencias devastadoras, como la crisis de la libra en 1992. Por más imperfecto que
sea, el TCRE ha puesto en evidencia fuertes sobrevaluaciones cambiarias que
precedieron a muchas crisis financieras; por eso es importante que el FMI, entre otros,
mantenga bajo observación los TCR bilaterales y los TCRE multilaterales.
El tipo de cambio real entre dos monedas es el producto del tipo de cambio nominal (el
costo de 1 nuevo sol en dólares, por ejemplo) y la relación de los precios entre los dos
países. La ecuación fundamental es TCR=eP*/P; en nuestro ejemplo, e es el tipo de
cambio nominal nuevo sol - dólar, P* es el precio promedio de un bien en Perú, y P es
el precio promedio del bien en Estados Unidos.
En el ejemplo del Big Mac, e = 2.90. Si el precio en Perú es 2.825 soles y en Estados
Unidos es 1 dólar, entonces (2.90) x (2.825) ÷ 1 da un TCR de 8.1925. Pero si el precio
en Peru es 2.5 nuevos soles y en Estados Unidos es 3,40 dólares, el TCR es 2.9 x 2.5 ÷
3,40 = 2.13, quiere decir que ese producto esta devaluado el nuevo sol con respecto al
dolar
En el ejemplo del Big Mac, e = 1,36. Si el precio en Alemania es 2,5 euros y en Estados
Unidos es 3,40 dólares, entonces (1,36) x (2,5) ÷ 3,40 da un TCR de 1. Pero si el precio
en Alemania es 3 euros y en Estados Unidos es 3,40 dólares, el TCR es 1,36 x 3 ÷ 3,40
= 1,2.
http://juancarloslandriscini.blogspot.com/2008/09/tipo-de-cambio-nominal-y-
real.html