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COMUNICACIÓN Y TRABAJO

La comunicación es, sencillamente, la base de todas nuestras relaciones interpersonales, y


en el trabajo es un asunto al que debemos prestar la merecida atención.

Para poder comunicarse efectivamente es necesario aprender a escuchar a los demás desde
la realidad de ellos y no desde la nuestra. Para ello requerimos desarrollar el pensamiento
crítico que se convertirá en la herramienta para poder comprender el mensaje que desean
trasmitir los demás teniendo en cuenta quienes son ellos y así poder analizar y evaluar lo
dicho con una perspectiva más amplia.

5.1 La importancia de una adecuada comunicación

 La buena comunicación agiliza todos los procedimientos laborales. Permite


informar las ideas, los objetivos, y abre los canales adecuados para las nuevas ideas,
proyectos y técnicas por igual.
 Una comunicación adecuada en el trabajo evita los malos entendidos, y permite que
toda la organización funcione como una máquina bien aceitada, todos los elementos
hacia un objetivo común y con pleno conocimiento de su entorno.
La comunicación apropiada, en particular en las empresas y organizaciones, ha de ser fluida
y abierta en todos sus integrantes. Esto incluye un ida y vuelta de los conceptos, por lo que
todas las opiniones deben ser tenidas en consideración en cada proyecto.
En una buena organización hay múltiples canales de comunicación abiertos, incluyendo
informes, comunicados, tablones de anuncios, redes sociales, redes internas y también
correos electrónicos, llamados, revistas institucionales, señaléctica (cartelería) y demás. El
acceso a la información general de la empresa permite una mayor inclusión de todos sus
miembros, además de los empleados de menor jerarquía, y esto enriquece los intercambios
y permite que las nuevas ideas fluyan con facilidad.

5.2 Los conceptos a comunicar

No sólo los nuevos emprendimientos han de ser comunicados. La misión y visión de la


empresa, las proyecciones a futuro, las acciones actuales y también algunos datos
económicos se deben comunicar y difundir para que la entidad de componga de personal
comprometido y motivado.

5.3 Cómo mejorar la comunicación en el lugar de trabajo

Establecer una buena comunicación puede ser especialmente difícil en el caso de las
empresas que tienen mucho personal. Sin embargo, no hay que perder de vista que no
expresar las cosas de forma clara puede acarrear consecuencias graves para la salud de la
compañía, incluso grandes pérdidas de dinero, confusión y enojo entre empleados, e
incumplimiento en los plazos establecidos.

5.3.1 Comparte tu visión


Para que no se generen confusiones entre los empleados es importante que cada miembro
del personal tenga clara la misión y visión de la empresa desde el primer momento. Saber
cuáles son las metas establecidas a corto y largo plazo ayudará a que las personas se
motiven a cumplir con sus tareas de manera satisfactoria.

5.3.2 Proporciona entrenamiento

La comunicación es una habilidad que debe ser aprendida. Si sientes que existen estos
problemas dentro de la organización es importante que brindes oportunidades de
capacitación para tu personal.

5.3.3 Fomenta el trabajo en equipo

Una buena forma de mejorar la comunicación entre los profesionales que trabajan en la
empresa es fomentar iniciativas que incluyan el trabajo el equipo. También puede ser de
gran ayuda organizar actividades fuera de la oficina para que se genere más confianza y
familiaridad entre las personas.

5.3.4 Organiza reuniones de staff regularmente

Una de las recetas para la comunicación efectiva es mantenerla de forma regular.


Organiza al menos una reunión por semana para ponerte al día con tus empleados y
escuchar sus quejas y sugerencias.
5.4 La inteligencia emocional para mejorar la comunicación en la empresa

El control de las emociones para usarlas en beneficio propio y de los demás es una
herramienta adecuada para relacionarnos con los equipos de trabajo.

Aquella capacidad de controlar y modificar estados emocionales en uno mismo y en los


demás es la definición más simple de inteligencia emocional. Es decir, la posibilidad de
dirigir y equilibrar nuestras emociones.

La inteligencia emocional es muy importante en la comunicación de los ejecutivos en la


empresa, ya que está relacionada con gestionar emociones, comunicar adecuadamente, ser
asertivos, tomar decisiones y saber relacionarse con los demás. Asimismo, permite que las
personas estén dispuestas a afrontar los problemas de manera inteligente.

A modo de ejemplo, podemos repasar algunas prácticas de la inteligencia emocional


aplicadas a momentos de discusión en el entorno laboral, de tal manera que se pueda
mejorar la comunicación con los equipos de trabajo:

 Conectar con las propias emociones: una discusión laboral puede derivar a una
situación mucho más agresiva. Sin embargo, la persona que aplica la inteligencia
emocional en ese momento, identificará su emoción para tomarse un tiempo,
calmarse, y luego volver a hablar de forma serena.
 Conectar con las emociones de los demás: entender qué hace que las personas
reaccionen negativamente, es una forma de aplicar la inteligencia emocional, ya que
permite buscar soluciones en lugar de empeorar las cosas.
 Expresar las emociones: si una persona se siente mal por lo dicho a su interlocutor
es mejor que este lo sepa, de tal modo habrá un reconocimiento mutuo de que las
cosas se salieron de control y de que no volverá a pasar.
 No reprimir emociones: no es conveniente guardarse los sentimientos. Estas
expresiones deben salir en el momento adecuado, de modo que no se arrastren a
otros espacios que nada tienen que ver con la situación vivida. Esto ocurre mucho
cuando se llevan los problemas de la oficina a la casa o viceversa.
6. ¿INFLUYEN LAS EMOCIONES EN MI TRABAJO?

La mayoría de las personas que trabajan pasan 8 horas en la oficina, tal vez a eso haya que
sumarle una hora para comer y alguna hora extra… unas 10 horas al día. Teniendo en
cuenta que de las 24 horas que tiene el día 10 las pasamos en la oficina y 7 dormimos (más
o menos), nos quedan sólo otras 7 horas al día para nuestras cosas.
Vamos, que con quien más tiempo pasamos al día es con nuestros compañeros de oficina,
de ahí que muchas veces se conviertan en nuestros amigos y confidentes.

Siempre se ha dicho que lo mejor es no mezclar la vida personal y la vida laboral, pero
muchas veces, es inevitable. Lo que suele ocurrir es que si llevamos nuestras emociones a
nuestro lugar de trabajo, los resultados pueden ser negativos y poco productivos al final del
día, ya que sin duda esto interfiere en la conducta que adoptamos, en el estado de ánimo y
en nuestra actitud. Pero ¿hasta qué punto resulta beneficioso reprimir las emociones?

Muchos expertos piensan que las emociones son necesarias en el trabajo y que reprimirlas o
separarlas durante la larga jornada laboral puede ser perjudicial e incluso imposible. Y es
que, son las emociones las que nos hacen ser como somos.
Una emoción es un estado natural instintivo de la mente que se deriva de circunstancias, el
estado de ánimo, o las relaciones con los demás. Se trata de cualquiera de los sentimientos
particulares que caracterizan a un estado de ánimo, como alegría, enojo, amor, odio, terror,
etc. Influyen en nuestra toma de decisiones y en nuestra forma de reaccionar.
Pero como seres racionales que somos, no debemos dejar que nuestras emociones se
apoderen de nosotros. Hay que controlarlas, no dejes que ellas te controlen a ti.

En ocasiones, pueden afectar de manera grave a tu trabajo, en este caso, deberías decírselo
a tu jefe, así te sentirás aliviado al explicar las razones por las que estás distraído y menos
eficiente. Esto te ayudará, pero no será la excusa para que no realices tu trabajo. Es
importarte dejar de lado las emociones que nos puedan afectar negativamente en nuestra
vida profesional.

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