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AÑO XXIV N.

o 1211
SANTIAGO DE CHILE,
l.o de febrero de 1932.

HSm :vlHnK.;,-; Es propiedad

P^JSSfjlife Empresa Zlg-Zag

ii
El cruel Chonta sacudía a latigazos el cuerpo fie Nora.^Wj ''Hfc
||b^^P^^^É «¡¡I! Smm&smmm LA BONDAD DE NORA
mm s lite
Charlas y Pcesiás
Canción
del

Caminante
Adoro los caminos que vie
nen del alba como una he
bra de luna en las noches
estrelladas.
Mi alma canta trémula de
lejanías,y su cantar es co
mo el rumor de hojas emo
cionadas en una tarde oto
ñal.
Desde mi niñez tengo pen
diente en mi alma el poema
de los buenos caminos. En
todos sus recodos he dejado
una oración por las rutas
que
nunca percibieron pasos. Yo
he puesto mi alma en los
senderos.
(Cuida, buen caminante,
que tus actos sean buenos y
sencillos como al alegre vue
lo de los pájaros al amane
R cer; porque, ¿podrías encon
La ronda que gira en el sol de su ensueño, trar encantos en tu camino
dormidas las almas a un dulce olvidar, si llevaras intranquila la
O no saben que ha abierto la vidauna ofrenda
conciencia?).
del triste y más negro supremo dolor!...
Llenaré de luces y alegres
N Los prados se pueblan del canto más dulce
cantos los senderos. Detrás
de mí vendrán recogiendo
que dicen los labios de la juventud,
D ...
y el pecho se llena de orgías de soles
otros ojos las dispersas ho
...
y se hinchan las velas del barco que duerme ras, y para ellos quiero la
prendidos sus mástiles al atardecer . . .
gracia de los caminos suaves.
Pero, cuando otros ojos ■

Luz de esperanza, flor de plegarias, lleguen, ya en mis adorme


un poco de pena y sublimidad: Ornad —
cidas pupilas será eterna la
los cabellos de los que rondando
paz de las estrellas.
regalan al bosque la hora de amor!
LYA MYRTAL. RAYO DE SOL.

Flor de Quisco
La piedra del tiempo Cada hora,
derribóme del quisco. una sombra llevaba
se un poco de esta vida
Fui el cántaro y lejos,
que la transpiración del cielo allá en el cerro, la dejaba escondida.
llenaba cada noche.
Y siempre el cántaro...
Confundida en el alba
ubicábanme
estaría llenándose cada noche.
veinticuatro sombras nuevas.
si el eterno hondero /
Padeante, venían a esta parte hubiera errado en la puntería.
empujado por el viento
o la atracción del límpido contenido. GAVIOTÍTA
&"£&•&»* i
EL DOMADOR DE SERPIENTES
¡Uf, Miguel!, encuentro repugnante a
— —

¿No puedes darte prisa? —

urgió a su
este domador de serpientes dijo el le

guía.
gionario Araya a su compañero irlandés. El domador no respondió. Llegaban a una
A mí me fascina

respondió Miguel

calleja desierta, sucia y enlodada. Por fin
O'Hara sin apartar la vista del árabe que se detuvieron frente a un ancho portón.
con su mirada penetrante obligaba a una Maquinahnente, Pancho llevó la mano a
serpiente a bailar, erguida sobre la cola. la bayoneta y se detuvo. El árabe movió su
Si es así, aguárdame aquí mientras voy

dedo de ave de rapiña invitándole a en
ai correo. trar. Apenas el legionario había recorrido
-Miguel le escuchaba; parecía tan fas
no unos pasos por la estrecha galería, el ára
cinado comola serpiente. be se volvió, sorpresivamente y le arrojó
Pancho Araya tardó más de lo que creía. en la cara un trapo impregnado en un lí

Al regresar encontró el sitio desierto; la quido de olor acre.


muchedumbre se había dispersado y sólo Pancho se tambaleó, hizo un esfuerzo por
quedaba el árabe céjrrando la cesta que con avanzar, pero cayó al suelo vencido por la
tenía las víboras domesticadas. droga maléfica. Una carcajada repercutió
Me parece raro que Miguel no me ha

por los ámbitos de la ruinosa casa. El ára
ya aguardado pensó el legionario, mi

be arrastró a su víctima hasta una sala des
rando a su alrededor. mantelada. Cuando el legionario volvió en
Eh. ¿Tú buscas a tu amigo?

pregun

sí, se encontró con las manos atadas a la
tó el árabe. Se fué por allí con Selim

espalda, sentado sobre el suelo de tierra,


Ibn Saud. con la espalda afirmada en la muralla. El

¿A qué fué?

preguntó en árabe Pan



ruido melodioso de la flauta del domador,
cho. le hizo recordar en el acto su situación y
El domador se encogió de hombros. miró a su alrededor.
¿Soy acaso Alá para ver los pensamien

Grande fué su estupor al ver a su cumpa
tos? Pero añadió, moviendo un dedo que

en su misma situación
y al árabe sentado
parecía una garra por un franco te pue a piernas cruzadas tocando la flauta.

do guiar donde Selim. Perro legionario


rugió el domador,

Pancho sacó un franco del bolsillo y si quitándose la flauta de los labios. Escu

guió al árabe que marchaba lentamente con cha las palabras de Selim Ibn Saud, el do
el canasto a la espalda. Cruzaron los más mador de serpientes, a quien obedecen to
intrincados vericuetos de aquel barrio, lle dos los seres que se arrastran. Alá te ha
no de encrucijadas y trampas para los eu traído a mis manos y él sabe cuánto he
ropeos. A medida que avanzaban, Pancho aguardado este día. Escuchar yo tenía un
se convencía más de que su amigo se en hijo, sin miedo en las batallas y recto co
contraba en peligro. mo una palmera, la niña de mis
ojos. Pe-

Historia de dos colas

El

Peneca 1.—N.o 1211


EPISODIOS DE LA LEGIÓN EXTRANJERA

"El domador movió su dedo de ave de rapiña llamando al legionario.

leo por arrojar a los infieles fuera del país. nenadas... un minuto más se le
y el veneno
¡Ya Alian ! Mi hijo Yussef, el más valiente infiltraría en las venas.infame doma
El
entre los valientes, cayó prisionero de los dor, con una mueca de satánico placer, se
legionarios y... ¡malditos!... mis ojos le vie guía los movimientos de su pupila.
ron caer bajo el fusil de los francos. Ahora Irguióse la serpiente y con una especie
vengaré a Yussef. Ojo por ojo, diente por de latigazo, azotó la garganta del legiona
diente, dice la ley del Profeta. rio. Pancho sintió la mordedura en el cue
Selim sacó un cuchillo de entre sus ha llo, reprimiendo heroicamente el grito de
rapos. Pancho le miraba- fijamente, aguar terror que le ahogaba.
dando su último momento. Aguardó algunos instantes, creía ya sen

No, perro de los perros d|jo el do



tir los síntomas mortales; pero, fuera del
mador guardando el puñal. Esto sería

dolor de la picadura, no experimentaba otra
demasiado rápido. Quiero gozar con tu ago cosa. Un suspiro de alivio se escapó de sus

nía y la de tu compañero. Tu muerte está labios.


aquí —
añadió señalando el canasto. —

¡Ah! —
exclamó. Tú le sacas el ve

Acto continuo sacó una enorme serpien neno para domarlas.

te, la depositó en el suelo, sin apartar de Selim le miró enfurecido. El esperaba ma


ella sus ojos encendidos, y comenzó a tocar tar a ambos de terror.
'

la flauta. —

Sí, ¡por Alá! rugió.



Pero tengo
■—

El reptil alzó la cabeza, comenzando su otras, Bismillah. Esta vez no trataré de di


repugnante vaivén. A medida que el instru vertirme con ustedes. Tú morirás primero
mento musical aceleraba sus notas, la ser y el otro tendrá que pedir misericordia.
piente se elevaba abriendo su boca trian El árabe se levantó y sacó una cesta tty
gular y dejando ver su lengua horqueteada. una hendedura en la muralla. Una sonrisa

Poco a poco, obedientelas órdenes del do


a horrible desfiguraba su rostro,
-

l'anchd,
mador, la víbora arrastraba en dirección
se aterrado, comprendió que aquella vi era :

a Pancho. Miguel O'Hara no pudo reprimir verdad.


una exclamación de horror y luchaba des Exasperado, -sin poder romper los corde
esperadamente por zafarse de las ligaduras. les, Pancho estiró las piernas ligadas y, sú
Pancho, a su vez, hacía esfuerzos por li bitamente, empujó el canasto, ya abierto
bertarse. Ya el reptil se encontraba a su la por las manos de Selim.
do y le amenazaba con sus lancetas enve El domador se demudó. Un nudo de ser

IWy.WJ
EPISODIOS DE LA LEGIÓN EXTRANJERA

se desli Los jóvenes, que nada bueno aguardaban


pientes cayó al suelo; las víboras
sí abrían sus bocas dispues del tío que no había trepidado en infamar
gaban entre y
a Rafael, obligándole a huir de
la patria,
tas a dar el veneno mortal. Al parecer, to
dos estaban condenados a muerte. bajaron la vista inquietos.
—Su tío ha muerto agregó el jefe.

Una de las serpientes arrolló el cuello de


di AI morir ha declarado que su sobrino es
Selim que se debatía en el suelo, otra se
inocente y que deja a ambos la fortuna que
rigía hacia el imposibilitado legionario.
murmuró. les legara su padre y de la cual él había

Llegó mi hora —

Se había olvidado de Miguel. Durante los pretendido apoderarse.


Rafael y Pancho se estrecharon la mano.
últimos instantes, el irlandés había logra
Por fin podían regresar a Chile con la fren
do romper las ligaduras y, desenvainando
te en alto.
la bayoneta acudía a cortar las de su cum
de segundos. Los le Francia —
continuó el coronel res —

pa. Todo esto fué obra


abandonaron el recinto cuando ya cinde el contrato contraído por ustedes y,


gionarios le
en agradecimiento por los servicios que
el domador había expirado.
les

El cuchillo de la venganza se ha vuelto han prestado tan noble y valientemente,
contra el que lo usaba dictaminó Miguel. — concede la más alta condecoración que pue
den obtener sus más denodados guerreros.

A llegada al cuartel, Pancho y Rafael


su
Conmovedora fué la despedida de los le
fueron llamados a presencia del co gionarios, siendo especialmente festejados
Araya
ronel. Nerviosos, acudieron al llamado los porpapá Labiche y Miguel O'Hara, quienes
legionarios chilenos. cumplían también en aquellos días sus con
tío anun tratos. FIN
He recibido noticias de su —

LA MAMA CHAYO
ció el coronel.

SECCIÓN CINEMA
YFrank comenzó
Alguien le vio ac
* luchar ton todo
tuar en una pequeña empeño para lograr
comedia la Escue
en
el éxito. Fué al taller
ta Superior de Holly de Fox y trató de en
wood, y le dio la de trar allí como ofici
seada oportunidad de nista. Lo logró y seis
unos días de traba semanas más tarde
jo como extra. Feliz el director David Ba-
mente, Albert era ca üer hacía una prue
si un niño en ese
ba fotográfica del
tiempo; su entusias muchacho, y Albert
mo juvenil fué lo firmaba un largo con
único que lo sostuvo trato con la compa
en la lucha tenaz por ñía.
el éxito. Pero, antes Hoy va camino riei
de obtenerlo, Albert a n s do estreílato.
i a
era ya un actor. Des Después de sus últi
graciadamente, nadie mos triunfos en

en su familia podía «Hombres sin mujeres»


de ello.
convencerse
y «Locas compañías»,
se

Abandonó la escue
le ha escogido para el rol ju
la y fué a pedir ma
venil de «Just Imagine», tona
trícula er el amplí de las cintas de mayores pre
simo registro de un tensiones dentro del progra
director de repartos. ma de este año.
Dejaba el colegio de Albertson forma parte -de!
to experimentado pa
grupo de los más jóvenes
ac

ra asistir a la escue tores de Hollywood. Sus gran


la de la experiencia. des amigos son: John Da-
La madre lo vio Bake-Weli
rrow y William
tachar. Ella pensaba Los ties forman una reunión
desistiría de su
que simpática, siempre de Vroma.
propósito de trabajar
en películas. Pero no
)<tv>nfe. T^irevt,¿cm, j llena de vida y alegría con
están de que

ü
vencidos como
fué así. Como último habitan en el mejor de los
recurso, le dio enton mundos.
ces el plazo de tres Otras cíe sus cintas últimas
una situación en la pantalla
meses para crearse «Cadetes», «ilusio-
la oficina en que ella desem han sido: «Mi ciclo azul»,
o ir a trabajar en
de Juventud» etc.
sus funciones, además de despachar la nes
peñaba
correspondencia del actor K.en Bfaynard, como
HENREK RCINS
medio de aumentar sus escasas entradas.
SEmONJiEPORTES
Nuestra Representación Atfética en la Olimpiada de Los Angeles
Ya es un hecho el viaje
bas en que participa. Re
de Vicente Salinas, nues
cuérdese solamente aque
tro laureado campeón, a
llos emocionantes 400 me
Los Angeles (EE. UTJ. de
tros de la Selección Nacio
N. A), a fin de prepararse
nal de 1929; a la salida del
para participar en la Olim
último codo y ya en tierra
píada a verificarse en esa
ciudad en julio de este año. derecha, corría aún en

La
punta Scachi; Salinas, que
destacada actuación
no era conocido en Santia
que le ha cabido en estos
go, le seguía; el público se
últimos tiempos rá las pis
limito a gritar: «¡Potreri
tas atlétlcas, lo han coloca
do entre los mejores «sprin- llos!», «¡Potrerillos!», y
«Potrerillos» respondió a
ters» sudamericanos, apar
ese entusiasmo loco del
te de ser ya dos veces cam pú
blico santiaguino y, en un
peón continental de 400
metros planos con el es
espectacular «rush», pasó
como un bólido a su rival;
pléndido tiempo de 49 se
pero Scachi estaba des
no
gundos.
cuidado y, en medio de los
Con un metódico entre
clamores de cientos de per
namiento y bajo la direc
ción de entrenadores nor sonas, le entabló feroz lu
cha. De nuevo el grito de
teamericanos, nuestro hom
bre debe bajar este tiempo «¡Potrerillos!» rasgó el es
pacio y Salinas, en un pos
y colocarse en el escalafón y a la altura de los trerestuerzo, logró dominar a su porfiado rival
mejores especialistas del mundo en esta prue franqueando la huincha de llegada con los ho
ba. Además, conocida es ya la
gran «pana» que nores de la victoria. ¿Por
se gasta el popular «Potrerillos» qué no puede hacer
y gran corazón algo Igual en Los Angeles? Su
gran corazón y
para, la lucha en los tramos finales de las prúe- sus excepcionales condiciones, junto con un
i buen entrenamiento, lo llevarán muy lejos. Vi
cente Salinas puede darnos una agradable sor
presa.
Belisario Alarcón, nuestro formidable corredor
| de fondo, también está en
condiciones de repre-
sentar a Chile en los Juegos
j próximo. En cuanto a .Manuel
Olímpicos de julio
meno chileno de otros
Plaza, el fenó
tiempos, que también se
entrena y está tratando de volver
por sus fue
ros, será sometido a una prueba de suficiencia.
De ir, ¿por qué no puede
repetir la hazaña de
Amsterdam? Ernesto Medel el espléndido medio
fondista, también merece un lugar en la dele
gación, sí bien es cierto que nada se puede ha
cer con aquellos colosos
que ponen 1'51" para
los 800 metros, el hombre se
experimentará, ex-'
periencia que de algo le ha de servir en las li
des sudamericanas venideras.
En pruebas de
lanzamientos, estaremos bien
representados. Hans Conrads y Héctor Bena-
prés han respondido en todo momento a las ex
pectativas de los aficionados chilenos.
Antonio Barticevic integraría la
delegación
olímpica chilena. El eficiente lanzador del «mar
tillo» está casi al nivel con los lanzadores mun
diales; al menos, así lo demuestran los últimos
lanzamientos que ha hecho, siempre alrededor
de los 50 metros. No hace
mucho, ai tratar de
batir el record continental, lanzó 50.08
metros. -

Ricardo Bayer, otro de los buenos en esta


espe
cialidad, detenta el record sudamericano con la
marca de 51.69 metros, distancia a
que lanzó en
la Eliminatoria Nacional de 1929.
De todos modos, podemos decir: Chile
estará
bien representado en la Olimpiada de Los An
geles.
OVAGTJZ.
Base: Cacao, malta y peptona, en forma ae crema.
CAPITULO IV —

¿Qué pasa? —

gri
RESUMEN: Alexis es un huérfano tó Caprin. Pedro,

Alexis volvió a la que sale del Orfelinato de Villa- suelta a ese mucha
avenida del
parque franca adoptado por el polaco Ka- cho...
temeroso de que el rinski. El niño ignora quienes son Me ha dado de la

sus padres, pero recuerda que vivió


jardinero hubiera des tigazos dijo Alexis

cubierto su ausencia en un palacio con muchos soldados.


al mayordomo —

y eso

y le reprendiera. Karinski vende a Alexis por 30.000 no lo tolero...


yo
¡''■i huérfano, mien dólares a Tirenski, individuo que —
Es un haragán —

tras barría el sende pertenece a la secta de los saldusos exclamó Pedro y,


ro, pensaba en las ex revolucionarios. En el castillo de insolente. Me


además,
trañas palabras de su Tirenski, el huérfano advierte mu ha dado un bofetón.,.
chas cosas que le llenan de temor.
imiguita María Fritz. Silencio.

ordenó

¡, Por qué había pe María Fritz, la hija del jardinero Y tú, Ale
Caprin. —

ligro para él en el cas jefe, le dice que huya, sin comuni xis, vete al castillo y
illo de Tirenski? ¿Qué carle el motivo por el cual le acon
esperaen la cocina el
mal había hecho él seja la fuga. A su vez Alexis sospe llamado del señor Ti
cha que Tirenski ha muerto al pa
para que quisieran renski.
matarle? Y, por otra dre de María.
—Yo también deseo
parte, ¿dónde estaría hablar con ese señor
'•1 padre de María? —

dijo con altanería


Tanto misterio traía inquieto al huerfa- Alexis —

porque si piensa tratarme a lati


nito. gazos, escribiré al Orfelinato de Villafran-
Súbitamente una mano apretó fuertemen- ca para que vengan a buscarme hoy mis
U* su hombro. mo... No soy esclavo... Y en cuanto a. ese
--¿Dónde estabas, granujilla? —
le dijo hombre, que tenga bien entendido que si
■1 jardinero. otra vez se atreve a pegarme, le acusaré a
—Yo, yo balbuceó Alexis turbado.

la policía...
—¿Crees que has venido aquí a pasear? —

Cállate, granuja gritó Caprin.


prosiguió Pedro —
o a rapiñar la fruta —
No me callo y, además,
le pregunto
del patrón? otra vez quién gritó anoche y a quién ma
—No soy ladrón respondió con altivez taron ustedes en el replicó

parque... —

Alexis. He estado trabajando... toda la



Alexis.
nana na y... 1T diciendo esto, el niño entró a la coci
Una bofetada cortó la respuesta del niño. na y lavó sus enrojecidas piernas con agua
—A mí no se me contradice dijo el fe —
fría.
roz jardinero —

y cuando yo digo una co- Pero más que el dolor era la humillación
■¡a. así es... de haber sido flagelado por el jardinero lo
Y el cruel hombre dio un latigazo a las que hacía sufrir a Alexis.
piernas de Alexis. Su sangre noble se rebelaba contra la in
A trabajar, guacho haragán...

juria y acaso habría llegado hasta el ex


Otra vez el látigo hirió las piernas del in tremo de matar al siervo que le ofendía,
defenso niño. como tantas veces lo hicieran sus antepa
Pero Alexis, a pesar de su corta edad, era sados.
valiente y atrevido. Alexis aguardó largo rato el llamado de
Dio primero un salto atrás, como para Tirenski. Por fin, apareció el mayordomo
cobrar bríos y en seguida asestó un fuerte Caprin.
golpe a la mandíbula de Pedro. —
El señor Tirenski se ha impuesto de tu
El jardinero soltó el látigo, pero fué tal conducta dijo el mayordomo al huerfa-

su furia que habría muerto al niño si en níto —


y te ordena que le des excusas a
use instante no hubiera aparecido el ma Pedro y que continúes trabajando en el
yordomo Caprin. jardín.
í^iieea 2.—- 1211
LA MANO DE LA VENGAN/A

•rrr*\ ,

atrevió preguntar Ale.xi


¿Qui. 'ha sucedido? se a

Alexis permaneció inmóvil y cuando ya Llevaba tres días solamente fuera de! Or
salía Caprin, le grito felinato de Villaf ranea y su vida .se con>

Pist, pist, oiga... plicaba con tantos misterios y amenazas


Érale imposible resolver esos enigmas. qin.1

¿A mí me llamas de esa manera, inso


lente? dijo furioso el mayordomo.

rodeaban su existencia, hasta días ¡tutes, tan

¿Se acordó usted de preguntarle al se tranquila y i'eíb


ñor Tirenski por el señor Fritz y de averi De pronto su mirada se fijó en uña gran
también quién había dado un gritó mancha de sangro. Se encontraba prccis.v.
guarle
de auxilio anoche? mente frente a 5a ventana del comedor del

¿Qué dices? exclamó—


con amenazan castillo, de esa ventana por la cual el (•;;>
te voz Caprin Fritz anda

en viaje y tú no antes había visto un bulto o cadáver He-
llá vado por tres hombres
tienes por qué interrogarnos... Otra vez

mame señor Caprin y no pist, pist como a Cerca de las manchas de sangro etico»?

un perro. Y ahora a trabajar...


tro una cadena Cu- reloj cortada y en un

Alexis salió de la cocina en busca del jar extremo de ésta un pequeño medallón no

más grande que una moneda de a peso


dinero Pedro
le dijo aquél. Alexis examinó el medallón > al abrirlo

¿Volviste? —


Si replicó
—-
altivez Alexis
con y me

quedó a la vista el retrato de una niña-


han ordenado que le dé excusas, pero yo Era el de María Fritz...
no lo haré. Usted me dio de latigazos > yo Llegada la noche, Alexis subió a su gran
le propiné una bofetada. Estamos pagados. dormitorio, pero en ve?, de tenderse en el
El viejo me dijo que continuara trabajando inmenso lecho de caoba, cogió una frazada
en el jardín... e improvisó un sitio de reposo en una •>

¿A quién llamas el viejo?



preguntó —

quina de la vasta sala. Al día siguiente, '-;


Pedro. niño bajó temprano a la cocina.

A Caprin Buenos días, Caprin

dijo Alexis a.¡

Pedro consideró prudente no discutir más mayordomo


con el altivo huerfanito y le ordenó que ba El viejo se volvió furibundo hacia ci ¡ti
rriera otra avenida del parque solente muchacho; pero tal vez con fines
Alexis se puso a silbar alegremente, co secretos, no manifestó enojo sino que con
mo para enrabiar más al jardinero y una toda tranquilidad le devolvió el saludo y
vez que se alejó de la casa sus pensamien le dijo:
tos se tornaron sombríos

Cuando termines de desayunar irás al
LA MANO DE LA VENGANZA

pabellón del jardinero Fritz y allí te 'darán do o lo tiene encerrado en el castillo... Yo no

unas maletas para que las lleves en la ca quiero partir... Ayúdame tu


rretilla hasta la estación. —
Por cierto que te ayudaW- dijo el ni

Alexis inquietó. María Fritz vivía sola


se ño. —
Pero sigamos hasta la estación. Tai
en el pabellón del jardinero, desde que su vez nos espían... Ai!;; pensaremos lo qui
padre había desaparecido misteriosamente llay que hacer.
y ahora querían enviarla lejos del castillo. La estación estaba desierta a esa hora
El investigaría ese misterio... Media hora matinal.
después, el niño llegaba al pabellón. En la Alexis vio en el andén un gran canasto
puerta encontró dos maletas que cargó en vacío que tenía la dirección del señor Ti
la carretilla renski con un rótulo que indicaba: Frutas.
"
Alexis

murmuró una voz angustiad»

.

Seguramente ese canasto debe llevarse


La niña estaba mortalmente pálida y se al castillo dijo Alexis a María.

Pienso —

advertía que había llorado mucho. que tú no debes partir,,, En el parque h;e
En ese momento llegaba también al pabe miles de partes donde puede- ocultarte
llón el jardinero Pedro. -Tengo la llave de! pabellón respon

¿Usted es el niño que llevara mi equi



dio María. Puedo entrar allí y nadie sa-

paje a la estación? —

preguntó la astuto brá que he vuelto..,


niña al huerfanito Todas las circunstancias f ueron f avora
Sí, seño

bles a! plan de
rita respon

los niños. El
dio Alexis. portero de la

Apresúra estación dejó


te —
ordenó entrar a Ala
Pedro. —
No ría ,v a Alexis
hay ti e m p o al andén. Ma
que perder... ría compró un
El tren sale boleto de leí
dentro de un cera esperó
>
cuarto de ho- la llegada de!
ra. María y tren, l'e-ro <->:

Alexis cami vez de siih>:


naron en si al vagón, en
lencio has i •■. un momento
la salida del que nadie la
parque. veía se in

¿Qué ha trudu.io al ca
s u cedido? —
nasto vacio.
se atrevió a Bajo e; ca

preguntar jón Alexis ••<•

Alexis. loco las jk


A noche

quenas male
fué el patrón tas de María,
a mi casa, me Como había
elijo que papá gran moví
tardaría va míenlo a la
rias semanas llegada riel
enregresar de t r e n. nadie
Betonia y que notó la estra
yo no podía tagema de .!«'■
quedarme so "niños y Ale
la allí. Me or xis cargó ?'■
denó que par canasto en ¡a
tiera a casa carr e tula -,

de mi tía, que salió de la es


vive en Kin- tacioi, tran
landia a tres quilamente
horas de aquí. Antes de
A 1 ( x i s, no llegar al par
creo que papá que, María sa

esté ausente... lió de su es

Ese bandido ó n d i t
c e y
lo ha asesina 'Con sigilosos pasos buscó la sombra del parque ocultó sus
LA MANO DE LA VENGANZA

maletines tras de unas murallas destruidas. no pudo distinguir la silueta de la persona


Aquí me quedaré hasta la noche di —

que le aprisionaba.
to la hija del jardinero Fritz. —

¿Qqé haces aquí? ¿Eres tú Alexis? —

—Bien, respondió Alexis


— —
cuando lle murmuró una voz al oído del huerfanito.
gué la noche iré a buscarte al pabellón... Alexis se desprendió del brazo que le su
Golpearé tres veces... jetaba y ya iba a usar de sus puños, cuan
Los niños se despidieron y Alexis entró al do advirtió que la persona que estaba fren
parque llevando el canasto vacío en la ca te a él era Parmenia, el ama de llaves del
rretilla. polaco Kárinski, de ese individuo que le ha
Durante el resto del día, Alexis trabajó bía sacado del Orfelinato de Villafranca,
ijn el jardín vigilado muy de cerca por Ca para entregarlo al día siguiente a Tirenski.
prin y Pedro. —

¿Dime dónde está mi patrón? mur -—

Llegada la 1«fcher" Alexis subió a su dor- muró Parmenia. ¿Dónde se encuentra el


-

mitorio, resuelto a salir de allí cuando to señor Kárinski?


dos los moradores del castillo estuvieran —
No sé respondió Alexis.

Yo no lo —

recogidos. he vuelto a ver desde que me trajo aquí...


Afirmado la ventana, Alexis reflexio
en —
Yo lo decía gimió Parmenia.

Le —

naba sobre suerte y la de su amiguita


su han asesinado... Sabía demasiado... Es cla
María. Era evidente que Fritz había sido ro... A Tirenski no le convenía que otros co

asesinado. Tenía la prueba en las manchas nocieran este secreto... Escucha, niño... Des
de sangre y en el medallón de la cadena pués te matarán a ti... Huye.
rota. De pronto sintió que golpeaban fuer —

¿Pero por qué todos me dicen que hu


temente el gran portón del jardín. Los gol ya? exclamó inquieto Alexis.
— —

¿Qué
pes duraron más de cinco minutos segui mal he hecho yo?
dos sin que nadie acudiera a ese urgente Chit

balbuceó Parmenia
— —

algún
llamado. Por fin la persona golpeaba que día comprenderás...
consideró inútil seguir golpeando y se alejó.
Alexis aguardó otra media hora y en se CONTINUARA)
guida ató la ventana un cordel que ha
a

bía subido a su dormitorio al ir a acostarse (¿ConoceráAlexis el misterio que rodea


y se descolgó por él al jardín. su nacimiento? Las revoluciones europeas
Con sigilosos pasos buscó la sombra del destruyeron muchos tronos y asesinaron a
parque y arrastrándose se dirigió al pabe los reyes. Alexis es víctima inocente de los
llón de Fritz. trastornos que ocasionó la gran guerra
De pronto una mano cogió su brazo. ;uropea. En el próximo capítulo habrá ex
La noche estaba tan obscura que Alexis traordinarias y sensacionales novedades).


GALERÍA DE . "EL PENECA
DE LA CAPITAL. DE LA CAPITAL. DE V.A LLENAR.

Osear Mehech.
Mcrceüita Alcalde I/>r>ez. Rv.be. n Taires Jorquera, en pose
para "El Peneca".
tíE ANTOFAGASTA.

.7. Hugo Cifuenles Hernán


Beatriz López, que hizo ¡ni M ario Ciuffardi Enrique Ktr-as
dez, que hizo su Primera
Primera Comunión, el <k R., en Cartagena, Soto.
.

Comunión, .si ? de diciem~


de enero. bre último.

.,,.... -r-.-t¿fc.n^..i.-
...iaajfcift..
7^

m VlAIt ALREDEDOR DEL MUNDO


CAPITULO XXI
bloques de hielo del Mar Amarillo y el
barco ha tenido que retirarse mar afuera.
Partida de Pei-Ping
Hay todavía esperanzas de embarcarnos
antes que el hielo nos cierre el paso en la
Roxane han golpeado la puerta tres

bahía de Chinwangtao. En el hall del ho


veces me dice Mlle. Doudet, mi

compa tel se agrupan a medio vestir los 400


ñera de dormitorio. Parece que hay re
— pa
volución allá afuera. Todavía no amane sajeros que hacemos este aventurado via
je alrededor del mundo. Las trazas de al
ce y no puede ser la hora de partida.
En efecto se escuchan gritos, carreras gunos compañeros son risibles. En desban
y dada corremos por las calles del barrio in
los chinos golpean de nuevo en todas las
puertas y hablan en ese idioma, ininteli ternacional hacia la estación. Para hacer
más sensacional esa especie de fuga, al
gible para nosotros, mezcla de inglés y chi
salir del hotel escuchamos terribles alari
no que se denomina PIDGIN.
Fastidiada salto del lecho, me atrevo a dos lanzados por un grupo de coolíes. Al
entreabrir la puerta y casi me voy de es gunos infelices cargadores de riskas, que
paldas empu dormían dentro de sus carruajitos todas
jada por dos las noches.
chinos que han muerto
entran con las de frío y sus
bandejas del c o m pañeros
desayuno. gritan llo
y

Getty api, ran.


getty api-
Pero no hay
dicen los ca
mareros chi tiempo para
nos.
detenerse y en

medio de la

¿Qué pa
sa? —

pre-
o b s c u r idad
guntamos más terrifi-
n o s otros. —
cante atrave
¿Son los bo- samos la gran
xers otra vez? de
puerta
—Mi no sa la ciudad tár
be... Getty api. tara y subi
Por fin lle
mos al tren.
ga hasta nos
Se diría que
otros el guía
hemos des
francés y nos

explica que
pertado de
han recibido una pesadilla

un cable del al vernos las


k Belgenland » caras en el
diciendo que vagón tibio e

debemos par iluminado.


tir inmediata De pro n t o

mente porque ■una descarga,


los vientos si- que nos pare
berianos cede ametra
traen de nue lladora, pro
vo grandes voca otra vez
tos coolíes murieron de
frió durante la noche. indecible es-
vil VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO

panto. —

¿Qué sucede? —
exclaman las se- comprado en Pei-Ping. En China, país na-
ñoras trémulas de espanto. cionalista, todo extranjero tiene que pagar

Pues nada... Los chinos despiden a derecho no sólo por lo que consume, sino
DOUGLAS FAD3- también por lo que
BANKS con fuegos ar compra. Así puede el
tificiales. Es la costum Estado mantener a sus
bre entre los subditos hijos, exigiendo que los
del Celeste Imperio que visitan paguen.
le
cuando les visita un Hemos dejado atrás
gran personaje. las costas de Chin-
Caída la noche arri wangtao y esa gran
bamos al puerto de muralla china tan ¡ma
Chinwangtao y nos ravillosa y que no tie
trasladamos al peque- ne rival en el mundo.

tío barco que nos ha de La Gran Muralla Chi


llevar fuera de la ba na fué construida, dos
hía. siglos antes de Cristo y
Apretujados como todavía se conserva in
i-migrantes esperamos tacta. Extiéndese de es
tllí otras dos horas. te a oeste en una dis
Cada vez que alguien tancia de 1.200 millas;
abre la puerta del sa es un admirable ejem

lón, un viento huraca ¿í^rw-v-r* plo del trabajo, cons


nado nos estremece. tancia y esfuerzo chino.
Por fin ya estamos ¿T&yZ^-^Z Esa muralla va a veces
en la pisadera del «Bel- por el plano y otras
genland». Ansiosos pre costeando montañas;
tendemos buscar el re entre cada quinientos
poso de nuestros cama metros tiene una for
rotes; pero una fila de taleza donde vivían an
soldados Chinos regis tes los soldados que de
tra nuestras maletas y fendían al imperio chi
ios obliga a pagar im no contra mongoles y
puesto todas las
por manchures. Ahora esa
mercaderías que hemos 13 slorid Pagoda, Pelains gran muralla sólo que-
SI VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO

•a esnno mi m o n g o 1 e s,
m o n. límenlo. a g u a d o r es,
!-.><<'s ia VI on- tártaros, coo

g .o 1 i a v la líes y manda -r

vi a n c h u ria riñes de faz


ii'itencceii al sombría que

mperio. Sin bailan con

mbargo, e n lindas chini-


>a actual gue- tas.
ki « oh el Ja-
■ Es un her
D D n, parece moso desfile
que los man-
del Extremo
¡•■ures desean Oriente, el
independizar cual nos da
le y formar nos talgia de
nía Repúbli la vida orien
ca aparte. tal que tanto
Como m i s nos interesa y

lect» res re -
agrada.
c o r darán, el Dos días
último Empe después el
rador Pu-Yi barco entra a
era manchur las aguas del
v fué derro río Yangt-Se
cado por los (río azul) 11a-
re v oluciona- m a d o así
i'ios del Sur. cuando cam

Por eso se En las costas de China. bia su color


om prende amarillo y se

me los manchures deseen libertarse y for confunde con el mar.


mar un país independiente. El Yangt-Se es el río sagrado de los chi-
s,a dinastía manchur había gobernado du nos; atraviesa casi toda la China por un
rante tres siglos el gran canal que cons
imperio; esta dinas tituye una obra tan
tía fué la que sub- prodigiosa como la
.
ugo a los chinos y gran muralla. Por
•it signo de esclavi este río navega toda
tud les obligó a usar la Marina Mercante
coleta. del país y allí vive
El «Belgenl and» desde siglos atrás,
navega en medio de
agrupada en sampa-
nú furioso temporal.
nes, una inmensa
Durante dos días es-
población flotante.
Umos sin ver tierra
E 1 «Belgenland»
y casi sin ver mar
ancla frente a Shan-
porque una neblina
gai, medio de una
en
r-spesa oculta cielo y
flota de juncos y pi
océano.
Encerrados en los raguas que se ape
gan al barco como
grandes salones del
barco los turistas or lapas. La cubierta se

ganizan bailes d e ve invadida por mer

fantasía con todos caderes que venden


los trajes japoneses jilgueritos amaestra
y chinos que han
dos, perros pekine-
comprado en Tokio ses, miles de objetos
y Pei-Ping.
artísticos y bordados
hicos yanquis
Dos ;

imit an admirable
primorosos.
También vemos a'
mente a los hara
las mujeres chinas,
pientos chinitos que
piden: CUMSHA, que son excelentes
CUMSHA (limosna); marine ras, soste
utros son agoreros, Palomillas chinos. niendo una larga ca-

Vv
MI VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO

La Gran Mura la china.

ña con una red de comercia)


portancia
pescar, para recibir de China
nuestras limosnas. A
lo lejos se divisa el
pue r t o internacio KOXANI
nal de Shahgai, sus
magníficos edificios
y amplias avenidas. (La próxima en,

Vamos a visitar el i nica será de Shan-


puerto de mayor im g»i;.

Vendedor callejero.
CAPITULO XV

1. Durante algunos segundos los ni 2.Sí. Tiene el sombrero de los pira


ños sequedaron estupefactos. Con las tas .con la calavera y las canillas cru
. .

pupilas dilatadas por la emoción, con zadas observó el pequeño.



Es —

templaban el esqueleto, cuyos dedos, taba contando su dinero, cuando se mu


como garras, apretaban las monedas. —
rió dijo Marcelo. Un ladrido de Tim

Un esqueleto repitió Choche con voz



les distrajo de su observación. Vea

ahogada. El esquleto de un pirata


— —
mos qué hay en ese barril, ¿no te pare
explicó el hermano mayor. ce, Choche?

Sí... i...

3. Temblando de emoción, pero sin pesado barril se escapó de manos


4. El
querer dejarse vencer por la timidez, los de los niños y cayó al suelo con estruen
niños forcejearon por mover el barril. do. Al choque con el piso de piedra, sal

¡Caramba que pesa! suspiró Cho



tó la tapa y en seguida se escuchó el tin
che. Este viejo pirata debe haber te

tineo metálico de monedas, que se des
nido más fuerzas que un elefante para parramaban por el suelo. ¡Es dinero! —

mover todos estos barriles. Así es, her-— —


exclamó en el colmo del asombro,
manito. . .
¡buf!. . . Marcelo.
BONDAD
NORA Nora su

fría con la Idea


de que el Chon-
to y la Chonta
fueran sus pa
dres. El le pe-
gaba cruel
mente y ella la
privaba de ali
mento, la in
sultaba, o b 1 le
gándola a tra
bajar sin des
canso. Ni
quiera le daba
ropa suficiente
con qué abri-

3. —
No es tu
hija. Tú la re
cogiste cuando
murieron sus

padres para
hacerla tu es
clava —
decla
ró la valiente
castellana. Con
estas palabras
tomó a Nora de
a mano y co

rrió con ella al castillo.


Los padres de Lucia aprobaron su con 4. Pasaron algímos años y el leña
dor no pudo ya cortar leña. Su mu
ducta. Nora aprendió el oficio de
jer, anciana, y doblegada por las en
bordadora y, siendo muy hábil, fermedades, no podía ya levantarse
consiguió labrarse una pequeña de la cama. Ambos renegaban y mal
la Chonta decían de su suerte culpando de ella
fortuna. El Chonto y
a todo el mundo.
trataron por mil medios de hacer Llegó a oídos de Ñora la triste si
daño a la huérfana; su venganza tuación de los que tuve en un tiem
les sugería calumnias y toda clase po desgraciado por sus padres y, ol
vidando rencores, fué a buscarles y
de villanías. No obstante, la bue les trasladó a su morada. Tanta bon
na conducta y la exquisita bondad dad tocó el corazón de los perversos
de Nora salieron triunfantes de la viejos y, Junto con sentir alivio en
sus dolencias bendijeron al cielo
maldad de los Chontos. por
la bondad de Nora.
La joven tuvo también su recom
pensa. León, el hermano de Lucía,
prendado de las buenas dotes de la
joven campesina, la hizo su esposa.
Fueron felices, puesto que se habían
escogido por sus cualidades morales
y no por la belleza ni la riqueza.
NÁUFRAGOS DEL .-(Capítulo XV)

5. Los niños continuaron vaciando el 6. ¿Te acuerdas cuando leíamos "El


contenido de los barriles formando un Peneca" y nos reíamos de los tesoros y de


montón de monedas. Es oro, Choche,
■--

los piratas? Sí. Pero una aventura como

decía Marcelo haciendo sonar las mone la nuestra no se ha contado jamás mi . . .

Hemos encontrado un tesoro, sin papel asoma del bolsi


das. —
ra ..
¿Ves
. ese que
buscarlo; ¿de qué nos sirve? llo del pirata?

7. —
Veamos lo que es propuso Cho

"
8. bueno para cuentos... pe
...estaba
che temblando de emoción y escondiéndo ro hacerlo, otro cantar. El mismo Tim,
era
se tras de su hermano mayor. Marcelo no con sus aullidos lastimeros, contribuía a
sesentía mucho más valiente que su her- aumentar el pavor. Es preciso saber lo

manito. Aquello de arrancar secretos al es que dice el papel decidió de pronto Mar

queleto ...
celo.

9. Y, con mano firme, arrancó el papel 10. El sello del pirata



bal buceó Mar

misterioso de su escondite. Retrocediendo, celo. La calavera y las canillas cruza


como si temieran que el Con miradas ¡furtivas a 1 esqueleto


esqueleto fuera a das. —

asaltarlos por la espalda, los niños exten del pirata, los pequeños aventureros!, casi
dieron el papel en un barril vacío. sin tocarle, estudiaban el viejo pergamino,
(CONTINUARA).

'^sa¿££¿^
CAPITULO porque este
III. —
La voz reloj es un n

salvadora. cuerdo de mi
madre,
Ivés de Ker- —
Es preci
madec des so sacrificar
pertó sobre su lo para devol
lecho de are ver el hijo a

na y al prin su madre. Por

cipio no se lo demás, só
dio cuenta del lo le sacaré el
sitio donde se resorte.
e n c o ntraba. El hijo de
Pero en se La P e r u s a

guida sus ojos abrió el relo.i


recorrieron la con su navaja

inmensa gru y sacó la rue


ta, la merca da dentada.
dería de con —Usaremos
trabando alineada a la roca y se esta rueda como lima para cor
posaron en el guardiamarina
ikmwfh tar la cadena explicó el mu

Miriex que dormía tranquila chacho. Será un largo tra-


mente atado a su cadena.


su «^ncia.. -. _ '°' pero conseS"i',emos rom-
v-— 8 ,.¡n r\x
El hijo de 1.a Perusa sentía! DI
•^»«N9*»m.*.*9'm«^ / perla Porque el nierl'° duice iu
IXiiBm! I Js^iM
/,..
resiste al acero puro.
crecer en su espíritu una terri-
ble angustia. Esta Miriex e Ivés co
ban condenados a menzaron a limar
morir en esa gruta con aquel minúsculo
RESUMEN: Ivés de Kermadec, el hi
sin salida. utensilio que apenas
jo de La Perusa, cae en poder de los
No debo abatir
— mordía e 1 hierro
piratas junto con un oficial de la Ma
me —
murmuró Ivés Poco a poco una pe
rina del Rey de Francia. Los piratas
c o n t e m p Lando al
tienen por jefe a un pariente cercano queña hendidura
marino que dormía cortaba el hierro
del hijo de La Perusa, el Vizconde dt
p 1 á c i d amenté ;
— mohoso. La pacien
Erlanda, malhechor que ambiciona
Miriex me da ejem cía de los prisione
heredar la fortuna del Marqués de
ros triunfó por fin >
plo de valentía con San Aluarno, abuelo de Ivés de Ker
su buen humor... el guardia marin ;>
madec. El hijo de La Perusa y el guar
¿Qué tal, ami

diamarina Miriex están encerrados en quedó libre.


go? —

dijo de pron Ahora —

dijo —

una gruta a orillas del mar.


to Miriex. ¿He
— Miriex pensemos

mos dormido bien? en la fuga. Hay dos

Tengo una hambru salidas: una por la


na de todos los diablos... La farsa dura ya chimenea a diez metros de altura > otra
demasiado y esta cadena que me tiene ata por la puertecilla que da al mar. Esta bo
do como una bestia feroz... ca queda, entreabierta en la marea baja,

Es preciso romperla

declaró lves.

pero tras ella hay un torbellino profundo.
exclamó el marino. Me parece más fácil la fuga por la chime
¿V cómo?
— —
¿Co —

noces tú alguna palabra mágica para rom


nea" que nos arrojó a esta cueva.
el hierro? Ambos jóvenes comenzaron a escalar la
per
Tal vez montaña sujetándose en las salientes de i.

dijo sonriendo Ivés.


¿Tie —

ne usted reloj?... roca. La empresa no podía ser más peli


replicó

Miriex. Pero —
creo que grosa. Cuando llegaron a mitad de camino
no está muy exacto... Me olvidé de darle del obscuro orificio, Ivés lanzó una deses
cuerda anoche, jovencito... perada exclamación.
¿Hasta cuándo se burla usted?

mur —

Han tapiado la boca de la chimenea
En efecto, como lo dijimos en el capitu
muró fastidiado Ivés. Mejor sería dejar

la bromita para cuando vuelva al Casino lo anterior, los piratas habían colocado una
de su bateo... gran piedra en el embudo por donde ha.

Perdóname,
niño dijo el guardia-

bían arrojado a la gruta a sus prisionero;-,
marina. Yo soy asi... A nada le doy im

—¿Qué hacer? —-

suspiró Ivés en medio


portancia, ni tomo nada en serio. Más vale
r¡< .uel siniestro socabón.
reír que llorar. ¿Por qué me preguntabas

Descender —

dijo Miriex —

probaremos
si tenia reloj? Aquí lo tienes... la salida al mar.
¿Puedo destrozarlo? Con serio peligro de resbalar a cada ins
— —

preguntó Ivés.

Lo sentiría mucho —

dijo Miriex tante, los desgraciados prisioneros fueron


El. HIJO O E LA PER !.' S A

Ivés se i.l <?s vis


¡escend iendo v se lanzó a
ito
hasta llegar a la íiadando
ía posa
gruta entera-
hasta la roca que
i !íen te extenua
dejaba filtrar el
dos. Una fatiga
agua.
aer v i o s a les
?><> pronto el
mantuvo inmó
niño desapare
viles y jadean ció de la super
tes por largo ra ficie y Miriex fué
to.
alargando el cor
—Tratemos de
del. Pero como
'■omer ese pan
transcurrían, al
;¡uro y negro

gunos min utos


dijo Ivés a Mi
sin que Ivés die
riex —

pues así Mi
ra señales,
reparare mos riex se inquietó
núes tras fuer
vivamente y co
zas. Yo traigo en
menzó a recoger
:y> i bolsillo un
el cordel.
salchichón. Grande fué su

Mojemos el
desesperación al
aun en el cán
ver que Ivés, co
taro con agua

mo un cuerpo
insinuó Miriex —

muerto flotaba
isi no nos rom-
sobre el agua.
lie r e m o s los
E\ guardiama
;¡ ¡entes.
rina atrajo a la
[ves se sentía
orilla al hijo de
más inquieto. La Perusa y co
—A hora va
menzó a moverle
mos a buscar la
romper la cadena
¡os brazos para
salida el Por fin Ivés logró
por hacerle volver en
-.nar —
lujo el
Di más bien bajo el sus sentidos.
liijo de La Perusa Un terrible remolino me azoto contra
El dios Neptuno

mar replicó
_ Miriex. —

explicaba Ivés. —
Es
imposible
que Pluton,
una roca —

¡uttle sernos más favorable


salir por ese lado... Mir;ex, estamos perdi
¡ios del Infiernillo.
dijo Ivés. —
dos...
-Yo nadador
soy buen

la cintura y usted lo
Un especie de delirio estremecía el cuer
\Ie ataré un cordel a

mientras yo nado ba po del muchacho.


sujetará desde aquí —
No quiero morir... no puedo morir... <; é
jo et agua.

El cuerpo inanimado de Ivés, flotaba sobre el aguas.


K L IIH O i* E i, .i f K tt ! S V

>>'

Q-^^^>
~¿¡é^
«*j*ÍTVy^

¿Que tal amigo, hemos dormido bien?


— -
;¡l;o a /íes e¿ .¿Hardiamarina.

-Ivon, señor Ivés, Ivon, ¿dónde esta?


-

horror —
.mu-muraba Ivés. —
Seria horri
ble morir en esta cueva. repitió la voz.

.iiiíiv también había perdido su buen •—Es Govello —


murmuró Ivés recobran
habitual entereza. No es ilusión...
Süi embargo, trataba de calmar al do

su
humor
afiebrado niño. Govello, Govello, aquí... En la gruta de los
Vli abuelo no quiere que yo muera... El piratas...
;,i(- defenderá y sabrá encontrarme gri —
La voz de afuera continuaba dando alien
taba Ivés. Abuelo, abuelo... ven... Estoy
— to a los prisioneros y repitiendo el nombre

aquí... en la gruta de los piratas... ¡¡Abuelo!! del hijo de La Perusa.


¡Jurante uncuarto de hora el niño gríta Ivés y Miriex se estrecharon en un abra-
la como uii loco; se mecía los cabellos v se no que selló su amistad para siempre.

Unidos en vida y en muerte, Ivés di —

retorcía convulso sobre la arena.


El espectáculo de ese muchacho poseído jo conmovido ei guardiamarina.


i terror, llenaba de lágrimas los ojos
!>or Los minutos, las horas atroces que habían
1
intrépido guardiamarina.
1 el pasado juntos iniciaban una amistad que
Abuelo, no quiero morir. Defiéndeme... íes haría compartir aventuras, naufragios

continuaba gritando Ivés. y peligros sin fin.
De pronto una voz que parecía venir de Temblando de impaciencia y de inquie
muy lejos respondió al llamado del hijo de tud, ambos jóvenes, con la mirada fija en
¡a Perusa. ía barrera rocallosa que les separaba del
-

Ivon, señor Ivés... Ivon, señor Ivés. exterior, aguardaban la llegada de su sal
u Dónde está? vador.
—No podrá pasar el túnel decía
pupilas dilatadas por febril es por

Con las
peranza, Ivés se puso de pie. Miriex desalentado.
Me han llamado dijo después de un

¿Que no podrá? exclamó



Ivés. —

.nstaute. ¿O es ,que yo estoy loco, ver


— Usted no conoce Govello. Para él no hay
a

sad '
lis una ilusión... Abuelo... Defiénde- imposibles... Perecería mil veces antes que
ne... desistir de salvarme, ahora que sabe don
Y rayó desvanecido sobre la arena. de estoy. Pero no perecerá... Govello es in
•—No. estás loco, pobre niño —

dijo Mi vencible... Es un héroe, el hombre más in


riex colocando la cabeza de Ivés sobre sus trépido del mundo... Mi padre le admira...
ro<> illas. Yo también escucho el llama

-
Y usted sabe que papá es también un hé
lio de afuera. roe...
EL HIJO 1> E LA PEKISA

\^

<£2~

<£>*»-

i.-
-¿Me han llamado o estoy loco? —
exclamó el hijo de La Perusa

Los prisioneros seguían anhelantes el mo La garganta de Govello era tan gruesa y


vimiento de las aguas. Por fin apareció una firme que más bien parecía una columna
sombra bajo la cristalina superficie de la que un cuello de hombre.
posa. La brecha subterránea se arremolinó —Govello, mi buen Govello exclamo

y un torbellino de espuma revolvió el agua. Ivés tendiendo la mano al viejo marinero



Ahí viene—

gritó Ivés entusiasmado. que se aproximaba a la orilla de la posa


Y de súbito emergió del agua una cabe
za enorme con largos cabellos y barba ne (CONTINUARA)
gra. El rostro de Govello era extraordina
rio. Tenía una boca inmensa y cuadrada (Iniciamos esta novela con episodios tra
como la de un orangután, y la nariz acha gicos y novedosos. El interés de esta sern
tada. Sólo sus ojos eran hermosos y daban irá aumentando en cada capítulo y es ev»
simpatía a esa faz monstruosa de anfibio dente que nuestros lectores aguardarán ai¡
ó" tritón de mar. siosos todos los lunes su continuación)
>

LA PARTIDA DEL AVIADOR

-Dñne, mamá, ¿no podríamos decirle que me traiga el globo azul que se. me voló?
CO LAB O RACIÓN
¡POBRE TONY!
En una desgarbada casita en un mi
núsculo pueblo del centro de Chile, un par
de ancianos de cana cabellera suspiran
nostálgicamente ai recuerdo del hijo ítñ-
mado. que a la temprana edad de diez
abriles ha partido por el escollado mundo
i luchar con denuedo por la cara vida.
Sentados ante un chisporroteante brasero,
dormitan lánguidamente, en los días siem
pre iguales, sin alternativas.
H # *

El opulenta Circo "Tony Jaivita", ha lle


gado, produciendo revueltas de inmenso
•ntusiasmo entre los atrasados ciudadanos.
<e desliza por las calles el cómico cortejo,
en medio de las carcajadas de los paya
sos y de los curiosos. De la troupe sobre

sale el Tony Jaivita. Enharinado, dos cru


ces por ojos, una humorística boca de oran

gután, una levita remendada en mil par


tes, en fin, con la indumentaria propia de . el Tony Jaivita, regiamente vestido se deslizó
. .

ios verdaderos chistosos, en cabeza la pro- por las tortuosas arterias de la ciudad hasta un
barrio miserable y mal aspado.
sesión de artistas, haciendo una y otra pi
rueta que excita la hilaridad entre los tran ló rápido en la estancia, macilentamente
seúntes. alumbrada por un casi extinguido cabo de
k * *
vela colocado en el gollete de una botella,
tpenas cesaron los trabajos de la insta y quedó de pie en el centro de ella miran
lación del circo, el Tony Jaivita, regiamen do fijamente al veterano. Este, al posar
te vestido se deslizó por las tortuosas arte sus gastados ojos en los hermoss rasgos
rias de la ciudad hasta un barrio miserable del joven, empezó a temblar ligeramente
y. mal aseado. Se detuvo ante una puerta y abriendo sus convulsos brazos exclamó,
desmantelada, por los intersticios de la cual tartamudeando por la emoción:
se escapaba un repugnante olor a reme ¡Hi... jo... mi... o!...

tí ios y golpeó discretamente. De adentro ¡Padre mío!


respondió el mozo con


le respondió una voz ronca y débil: sus zafiros ojos repletos de salobres perlas,

¿Quién es? corriendo a echarse en los amorosos brazos

Un joven que desea hablar con usted, que le tendía implorante.
buen anciano. ¡Qué enternecedor y bello cuadro de ter

Un momento, señor, ya voy, debo abri nura y alborozo celestial! El dichoso man

gar a mi mujer enferma antes de abrir la cebo, con la cabeza hundida en el pecho
puerta, pues halla muy mal.
se de su padre sollozaba silenciosamente,
Después deinstante en el que se oyó rui
un mientras el anciano le pasaba con suavi
do de pasos precipitados en el interior, la dad sus manos callosas y toscas por el se
tranca fué quitada. El Tony Jaivita se co- doso y obscuro pelo. Tras un rato de efu
sivo abrazo, el joven preguntó a su padre:
A juzgar por sus palabras al golpear a

PREMIOS DE LA SECCIÓN PROBLEMAS í


la puerta, ¿está mi madre enferma?
DEL N.o 120Q
Sí, hijito. Está en la pieza contigua.

Un premio de 5 3. —
a Tredo, por su dibujo ■; Vamos a verla, pero en silencio, pues duer
«El Garrotazo». me apaciblemente.
Un vale por $ 5. , canjeable en mercade-

í Pero no era así; la paciente había des
rías en la Librería Universo, Ahumada 32, a i pertado al ruido de la conversación y per
Rodolfo Rojas !).. por solución de todos los
j manecía sentada en su mísero lecho cuan
problemas. do entró
Otro premio de un tarro:de ALIMENTO í
hijo a la estancia y la abrazó,
su

llorando de alegría. Después de contar a


V1EYER, a Elisa Reyes, por solución de dos )
sus padres cómo había ingresado al circo,
problemas.
aue hoy llevaba su nombre y de forjarse

ilusiones, que habían de resultar vanas, se


COLABORACIÓN

viento y el lento redoblar del tambor Sin


vacilar se deslizo con intrepidez pi«r el r<: ■

fulgente hilo metálico I na ráfaga nía-

potente que las demás hizo bambolearst


lacarpa. El mozo s< balanceó peligros
mente en e! alambre, amenazando caei

La multitud, pasmada y nerviosa, dejo e.s


capar un gritito de miedo, que al pasar el
peligro, transformó en sonrisa. En est»

instante apareció en la entrada del eireí


el pilludo enviado a su casa por el Ton?
Jaivita la misiva para su padre. *'o
con

tigado. desgreñado y transpirando abun


dantemente, gritó a voz er. cuello al joven
que se equilibraba con dificultad en lo al
to,debido a los consecutivos y enérgico-
embistes del viento;
—¡Señor Jaivita; el hombre a quien i¡
mandó la carta dijo que no podía vr-nn
porque acababa de morir su señoraaa
El Tony Jaivita al recibir tan eruei no
tieia se puso más blanco que el inmacuh'
do hábito de la nieve, y cerrando los ojos
a ciegas, empezó a caminar torpemente ;»■•'■
la rechinante cuerda, como un ebrio, res
balando y recuperando difícilmente el euui
librio. Por la apretujada muchedumbre pa
só un soplo de atroz presagio. Los latido-
despulió de ellos, dejándoles prendida en marcha,
de los corazones paralizaron su
el alna una sideral aureola de felicidad, y
los ojos se abrieron desmesuradamente, en
se dirigió a la carpa.
*
fin. todos permanecieron pálidos y temblo
:.-
* y
rosos, murmurando imperceptibles plega
Esa noche corría viento frío y hura
un rias. A un golpe potente del viento enfu
canado. No por eso dejó de üenarse el cir recido, Jaivita se bamboleó y sin opone?
co, pues para esa función e! Tony Jaivita resistencia a la fuerza de gravedad, (ayo
iba a realizar una peligrosa prueba de equi a! mortal vacío, en medio de un suenen
librio. profundo, sólo rasgado por los tétricos s<
El joven, deseoso de que su padre pre midos del viento y una que otra exclama
senciara su arriesgado número, le envió cióft de horror de narte dr- los asistentes
con un mozalbete un billete descrito en al trágico espectáculo
"Querido papá, HUMBERTO GONZÁLEZ >
los términos siguientes:
deseando a mamá una pronta mejoría, pa
so a rogarle asista esta noche a la
función.

pues ejecuto uno de mis


más difíciles jue
gos. Alfredo".
NOSTALGIA
* * *

Siento al partir una pena infinita


La vida de la madre del Tony Jaivita se llanto callado mi rostro baña)
un
y
esfumaba por segundos. La Fatídica llevar la üisteza en mi corazón palpita
número de puntos a su ía-
ba un mayor al ver a mi madre su pañuelo agitar.
vor en la difícil lucha con la ciencia. Es como un pedazo arrancado del alma
* -
* *
de un corazón que tanto supo amar

La cenicienta tela de la carpa crujía con era «na madre, que sobre el mar en calma
siniestro ruido al ser inicuamente azotada veía alejarse un hijo de su hogar
par el abusador elemento Será más tarcie la traviesa suertr
La entrada a la pista alfombrada riel la guia sempiterna en mi camino:
Tony Jaivita fue saludada por una larga me llevará a vivir quizás a .la muerte
ovación que apagó momentáneamente ei y siempre seremos juguetes del Destiin-
ruido del' furiático aire. Al subir a pulso Lloro y recuerdo mi hogar alejado
colocado hori-
por un cordel al alambre enlas noches calladas junto a la mar:
en lo más alto de la carpa,
la
zontalmente serán horas eternas y el momento ansiado
estremeció involuntaria
concurrencia por sobre las olas tendrá que llegar.
se

quietud embarazo BLACK


mente, guardando una
dei
sa, turbada sólo por los agudos silbidos
?••
Próximo orteo de "El Peneca
$ 20,000 con más de DOSCIENTOS VALIOSÍSIMOS PREMIOS se Sortearán
el 21 de MAYO de 1932

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darán derecho a un bol cío para esle MAGNO SORTEO.
nuestra oficina. Bellayista 069; en Valparaíso, callé
José Tomás Ramos 151 y en nuestras
de
agencias desde las 9 a 12 M. y de 2 a 6 P. M.
provincias,

COLABORACIÓN

mis dias de andanzas.


te contaré todo, sin callar
mis horas de bonanzas.
Vengo del bosque, cansada de tolav
junto a! arroyo que invita a cantar.
Las magníficas auroras, la despedido al so!,
las fragrantés violetas y el arrogante mi-
[raso!
Todo es alegría, todo es belleza;
no se sienten penas allá los prado*;.
en

por eso bendigo a la Naturaleza.


que nos dio bellas flores y hermosos vados

PM.0MA' RAYO DE SOi

Gentil paloma, ¿de dónde vienes"


Dimelo luego, palomita ingenua .

; Acaso vienes de les bosques PROBLEMAS


palomita buena?
SOLUCIONE?- AL N.c. 1206
Así. cierto día.
le preguntaba a una palomita, !.L MARAVILLOSO, por Una Sserek'm,^.-
que se marchó sola > sin yuia. Roxane y Mama Chayo.
de su adorada casita FRASE INCOMPLETA, por Welte. Si ev —

Contesta, hermosa paloma ; dócil un niño de todos es querido.


.:.-

EL GARROTAZO, por Tredo. Atria --

cuéntame todo lo que viste.


Arami, Athos, Araceii.
entierras lejanas ANAGRAMA ILUSTRADO.— Atria. MalTy }'
Contesta, ¿por que te resistes?
—Ya que te interesa saber
A NUESTROS LECTORES
felicitaciones, ISABEL LAFOSSE. Recuerdo a la Gita-
Agradezco sus

SOKOLS. —

usted mismo lo afirma, para co


como nilia que una noche en el Reina del Pací
pero
laborar en «El Peneca» es necesario un es fico me leyó el porvenir en la mano y
tilo sencillo sin rebuscamientos y al mismo me dijo muchas cosas halagadoras. Las re

Mempo ceñido a un método literario. glas para escribir un artículo en «El Pene
ViARIPOSA DE LAS ALAS DE ORO.

ca» son muy pocas: Que el asunto sea de

iniciaremos, como usted lo desea, la Pági interés general, de buen estilo y escrito a
na Femenina que escribirá La
Dama del máquina. Envíenos una colaboración, que
Antifaz. estamos seguros será muy interesante.
Buenos sus ver FRANCISCO MARCOS Y MUCHOS
LUIS DEL PUERTO. —

OTROS LECTORES DE «EL PENECA».


sos.

RICARDO CORAZÓN DE LEÓN. Hay —


Ya que tantos lectores de «El Peneca» de
mucha colaboración atrasada, por lo tanto, sean la vuelta de «Quintín el Aventurero»,

tendrá que esperar algún tiempo para ver es posibk que lo demos cuando termine la
bue serie de «Los Náufragos del Aire».
publicado algo suyo. Los versos no son
nos.

.~-.~^~
..................... --~-^-~
.^ PREMIOS DEL N.° 1210

CONCURSO DE INGENIO N.o 36


El premio de un ejemplar de la novela y)
GROCK Y EL TÍO TOM "Flor Silvestre", de Roxane, queda vacante
; por esta semana.
Un premio de $ 10.—, a Silvia Silvestre Sil-
<
Los errores de este dibujo son los siguien- j
va. por su colaboración "Quiero un
Verso". '

l.'— El ladrón tiene el jockey dividido en Otro premio de S 5.—, a Kels, por sus ver

sos "Exvoto".
>¡¡is partes,
!.'-— El ladrón tiene el chaleco con una

manga.
: ."_ei ladrón sólo tiene un zapato, AUUMADA52
r.» Grcck lleva una pierna del pantalón )
ÚTILES

i ¡férente a ía otra.
', —Grcck lleva la maleta colgando de un
• iiO. • PARA
señal del tránsito está mala.
í>.'>•— La

,n
!."— El poste está inclinado.
8."--El eow-boy del cuadro tiene ana pipa >
vez de revólver.
OFICINAS mmm
U—La víctima del cow-boy tiene los bra- \
tos en una postara inverosímil
XINA Y BEATRIZ
i
Habiendo recibido más de 200 soluciones,
Habían exactas sólo G, entre las que sortea i RESUMEN: Lina Ceballos, había perdido a

mos dos premios, correspondienuo $ 10. , a



:, sus padres accidente de automóvil. Sus
en un
Elia- tutores, Manuel y Magdalena Ordóñes, pre-

Enrique Rojas, de Valdivia, y $ 5.-—, a


¡ tendiendo ser caritativos, llevan a la huér
oa ViUarreal, de Santiago, quienes pueden
fana a su casa donde la hacen trabajar sin
reclamar sus premios. descanso. Lina salva la vida a Beatriz Keiley,
•'. hija de Lord Kelley. Ambas niñas se juran
l amistad. Lina descubre que sus tutores tienen
) siniestros planes contra su vida con él fin de
] heredarla. Se fuga de la casa y en la estación

CUPÓN NUM. 5
> se encuentra con Beatriz. Viajan juntas.
Du-

) rante el viaje penetran salteadores al tren.



Lina da la alarma y salva el maletín de joyas
'. de Beairiz. La institutriz de la inglesita, Miss.
CUARTA SERIE ■

Flanagan, tiene antipatía a la huér f.na y. la


¡,-ulpa de complicidad con los salteadores. Bea-
tria la defiende. En la primera estación las
Cinco de estos cupones seguidos le
s

i viajeras son interrogadas por la prensa. Miss


darán derecho a un boleto para el i Flanagan se aparta un rato de las ninas.
Al
busca
GRAN SORTEO DE $ 20.000 llegar al puerto, Lina y Beatriz van en
del capitán Bordón, segundo tutor de Lina
en valiosos objetos y en dinero que
Al re
y saben que ha partido en viaje largo.
'

a Miss Flana-
ofrece la revista "El Peneca" gresar al hotel, Lina descubre
Manuel Ordo-
'. gan conversando con tu tutor
a sus lectores.
ñez y las niñas deciden huir escalando el
las agen '• balcón. Después de haber huido deciden en-
Los boletos se canjearán en
la ms-
< trar nuevamente al hotel y escribir a
cias de provincias y en Santiago, ) Htutriz.
Bellavista 069..
::t-
ROMFECABEZAS--¿Cómo bailan los globos solos?

Los globitos bailaban solos y los niños no podían adivinar cómo era aquello. De pronto
7 1<>S nÍñ0S Tien>n- to «ae «wtedes verán si siguen la numeración con un
fápízl1,m,1°
• •

CONCURSO DE INGENIO NUM. 39


1í5?SKd3?d-
DE ESTE DIBUJO?
ANTEUNA RONDA

LLAMAMOS LA
ATENCIÓN A NUES
TRO CONCURSO
DÉ INGENIO.

¿QUE DEFECTOS
TBENE EL DIBUJO?

Los dibujantes pue


den enviarnos dibujos
por el estilo del que
hoy presentamos. Pre
miaremos con $ 10. —

cada dibujo que se pu


blique. No deberá te
ner más de DIEZ de

fectos.
Entre aquéllos que
den la LISTA EXAC
TA de los diez defec
tos se sortearán sema-
nalmente dos premios,
uno de $ 10.— y otro
-■

de ,$ 5.—
2. El entrenador -del espadachín no
1. —Lo pillé —
dijo el del rollo de cordel. iba hacer
se hizo repetir ¿Qué
la orden. a

Y el diminuto personaje dio un salto sobre el pobre Grock con aquel tipo cargado de
—Está
la espalda del despaturrado cómico. espadas que le miraba amenazante? Nada,
para nosotros

decía el absolutamente nada, amiguitos, sino tem
mandado hacer
blar.
de la espada. —
Amárralo bien seguro.

ordenó el campeón
4. Imposible estarse quieto. Solas se mo

3, No te muevas —

vían las manos y se abrían los brazos. Fe


del puñal. —
Si te descuidas te quedas en
sartado. Lo único que yo quiero es ensayar lizmente, la desobediencia del paciente só
me para el campeonato. ¡Zum! ¡Bum!

lo tuvo por consecuencia que el puñal cor


al clavarse
¡Pum!, zumbaban los cnchillos tara el cordel que sujetaba las muñecas.
en la muralla.

6. Pero el cómico decía a su vez: ¿Para —

el momento de
Y Grock, aprovechando
5 Y emprendía veloz reti
qué son los pies?

de sus verdugos, hizo una vol Con


distracción eiw- rada. —Por fin libre resoplaba.

tereta. —Ni siquiera miro prosiguió


estos malditos ti
a eorter tal que no me alcancen
un puñal que «ue
rador, arrojando decía. radores. Pero los entrenadores no des
ligaduras de los pies. —¡Otro!

las
mayaban.
GROCK, EL COMÍ

7. Acalorado, el tirador de puñales per 8. Aguarde, deténgase


gritó. ¿A
— ■—

dió el rumbo a su blanco. Esto no lo sabía dónde va con ese paso? Aló, estoy sordo


decía Grock, creyéndose perseguido por
el cómico y seguía corriendo a todo lo que
el gallo cuchillero. Ya llegaba al muelle
y
le daban las piernas. —

¿Qué significa es tendría que ir a parar al mar. ¿Qué hacer


to? —

dijo el guardián. —
¿En qué andará? en tal aprieto?

9. Había allí un alto de neumáticos desti 10. Así tapado por las cámaras de goma,
nados a los nadadores y Grock discurrió parecía Grock marinero lis
un con jersey
ponérselos todos por la cabeza. Detente, —

tado. Tomó
ladrón aullaba el representante de la ley.

un telescopio, o una imitación
Grock tran de aquel aparato, se quedó calladito. El

Aquí te espero —

respondió y
quilo. guardián pasó a su lado sin reconocerle.

11. —

¿Qué se haría el bandido? mur —

muró el guardián. Yo he de encontrarlo,


aunque hoy me quede sin comer. —


Ahora
podré descansar en paz —
sedijo el cómi
co, quitándose las ruedas. En aquel mo
mento escuchó un boche...
(CONTINUARA)
rece A4 A
EL ESCUDO LA LINTERNA, por Romero

Por Azabache \
\
I /
i /

~Jjza,ba,ehe
Definiciones 1. Dignidad eclesiástica; 2. Lugar donde
se exhiben objetos; 3. Filósofo francés; 4.
Horizontales. —
1. En el cacho; 5. Célebre Nombre masculino; 5. Ciudad del Mar Adriá-
6. Con tico.
químico austríaco contemporáneo?
.

tracción; 7. Sobre, (en inglés); 9. Artículo;


EL QUITASOL, por Gerolstein
10. Artículo; 12. Interjección; 13. Verbo;
16 Ninfa marina busto de mujer y cuer
con

18. Nega-
po de pez; 17. Nombre femenino;

Verticales. 1. Contracción; 2. Preposi


ción inseparable; 3. Preposición; 4. Metal;


6. En las aves (plural); 8. Nombre femeni
no; 10. Mamífero roedor semejante al ra

tón; 11. Hierro carbonatado (con falta); 14.


Planta de flores verdosas cuyo fruto es la

uva; 15. Nombre femenino.

JEROGLIFICO

Por Stanley

Letra inicial: A, final A. Nombre de un


conocido dibujante.
Actt/i,» O") Utensilio que usan los seres para defen
derse y atacar.
PIN-PIN SARAFIN DA LA VUELTA AL MUNDO

1. Mientras Titina hacía de las suyas, "La Sirena" avanzaba y, una mañana
fondeó en el puerto de Konakry, en la Guinea francesa. Pin-Pin y su socio obser
vaban el movimiento de carga y pasajeros. ¿Qué te parece ese señor de bigo

tes? —
preguntó Mario. Pájaro de cuenta

dijo Pin-Pin.

2. No andaba muy errado en sus sospechas el trota-mundo. Pocos días después


delarribo a bordo del barón Bribonitch, un pasajero perdió su cartera. Tate — ~

murmuró Pin-Pin desde ahora me dedico a vigilar al barón.


— Hola-la

excla —

mó desde su observatorio. —
Vaya una peluquita...

3. Sin decirpalabra a nadie, el detective preparó una cuerda untada con al


una

quitrán fresco colocándose en un lugar estratégico, aguardó la presa.


y Capitán,

me han robado-siete mil francos decía un afligido comerciante.



Ya mí, mi

perla exclamó el bandido Bribonitch.


4. En el mismo instante el barón sintió frío en la pelada y escalofríos en todo el


cuerpo. Pin-Pin salió de su escondite y recogiendo la peluca, sacó los billetes. Esta

es una peluca con secreto declaró. —


Tome usted, señor, su dinero. El rotito fué

felicitado y el ladrón cayó al calabozo.


(CONTINUARA)
2. —Ahora al telégrafo y seguida a un gara-
en
1. Escrita la misiva, Beatriz la colocó en sitio
perder la cabeza, ante
decidió la toglesita, sin
Cuando vuelva a buscarnos se encontrará pe —

visible.

te
con esta explicación. Ahora podemos Irnos,
Una. tan inesperados acontecimientos. Despachado el
la
Tomando el mismo camino que hablan emprendido legrama a Lord Kelley, anunciándole la falta de
entrar, las dos niñas salieron del hotel sin
ser institutriz, Beatriz procedió a tratar un automóvil
para
notadas por sus habitantes. para el viaje.

eran perfec
4. Las sospechas de Lina y Beatriz
3. La juventud de las viajeras llamó la atención exactas. La
como los billetes eran buenos tamente fundadas y sus conclusiones
del chauffeur, pero, había telegrafiado a Manuel Ordónez re
Mien Institutriz
abundantes, sus vacilaciones desaparecieron. a un ao-
y
ha velándole la fuga de su pupila y le citaba
tras esto acontecía a las fugitivas niñas, ¿qué ArabeUla se opu
de tel del puerto. Con este motivo,
bía sido de miss Arabella Flanagan, causante
so a la salida de la? niñitas.
aquel intempestivo viaje?

6. Los rancios prejuloios de miss Flanagan no


5. No quería ella exponerse a que un encuen
tro con el capitán Bordón, segundo tutor de Lina, encontraban eco, como lo hemos visto, en la noble
ci
fuera a desbaratar sus planes malévolos. Ella se inglesita. Ordóñez acudió precipitadamente a la
oponía a la amistad de la hija de Lord Kelley con ta, fulminando anatemas en contra de su pupila.
—Ya me pagará esta insolencia y los gastos que
una muchacha del pueblo y no le importaba que
me ocasiona murmuró el cruel tutor.

la pobre huérfana sufriera.


(CONTINUARA)

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