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6 Manual del ministro Solemnizacién del matrimonio 7 CEREMONIA 1 evn “Dios y Padre nuestro, no puede ser perfecto nues- Institucién del matrimonio tro gozo si té no lo perfeccionas. Falta algo sublime Los contrayentes estarén de ple juntos delante del ministro, el novio a la derecha de la novia. Dirigiéndo- sea la congregacién, el ministro diré: “Estamos reunidos en la presencia de Dios y de estos testigos para solemnizar ante e! Todopoderoso el matrimonio que este hombre y esta mujer ya han ccelebrado ante las autoridades civiles. Elmatrimonio es un estado honroso instituido por Dios, y sanificado por la presencia de nuestro Seiior en las bodas de Cand de Galilea. La Biblia dice que ¢s hhonroso en todos el matrimonio, y se le consagra como simbolo de la unién mistica entre Cristo y su Iglesia. EI matrimonio debe contraerse con reverencia y encl temor de Dios, considerando os fines para los cuales se orden6, es decir, para el compaferismo, el ‘spoyo y el consuelo que los esposos deben tributarse reciprocamente mientras vivan. "EI matrimonio fue ordenado para continuar la sagrada instiracién de la familia, y para que los hijos, ‘Que son herencia del Seftor, sean ctiados en piedad y rectitud. El matrimonio contribuye también al bienes- tar de la sociedad y a transmitir — mediante el buen ‘orden familiar — Ia pureza, la santidad y la verdad de ‘generacién en generacién. Enel huerto del Edén Dios instituy6 esa unién con Ja primera pareja humana a fin de hacer feliz. a la humanidad. Desde entonces los seres humanos la han practicado y, para darle firmeza, la han legalizado. Puede decirse que e! matrimonio es el contrato juridi- co de una uni6n espiritual. La Palabra de Dios expresa que el matrimonio debe ser honroso en todos (Hebreos 13:4). Quienes se casan han decidido aceptar este estado honroso.’ ‘en nuestras horas més felices si no nos acompafia tu bendicin. Te suplicamos, por lo tanto, que asi como el Sefior Jestis estuvo presente en las bodas de Cand de Galilea, también ahora nosotros disfrutemos del ‘g020 de tu divina presenci Pedimos que la bendicién de tu presencia sea una realidad en la vida de este hombre y de esta mujer, que ‘van a hacer juramento solemne delante de ti y de estos testigos, de modo que el recuerdo de esta hora santa los fortalezca y los consuele en medio de todas las, pruebas y todos los cambios del fururo, Llena de felicidad estos momentos, oh Seftor, y manifiesta tu presencia en estas bodas. Amén.” ‘Lectura biblica Dirigiéndose a los novios, el ministro diré: Han venido ante mf, ministro de Cristo, para ser unidos, delante de Dios, con los santos vinculos del ‘matrimonio. Esto representa un paso serio y solemne donde se toman el uno para el otro a fin de afrontar Jas circunstancias que se les presenten, sea en riqueza, ‘0.0 en pobreza, en goz0 0 en tristeza, en salud o en ‘enfermedad, en todo lo que la vida da y en todo lo que uit y serdn el uno al otro fiel, esposo y esposa segtin Jo ordenado por Dios, hasta que la muerte los separe. igan, pues, la Palabra de Dios, escrita para su instrucci6n y para que tengan luz en su camino.” EI ministro leerd los pasajes siguientes que dese: ““Maridos, amad a vuestras mujeres, as{ como Cristo aamé a la iglesia, y se entregs a sf mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentérsela a sf mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha 8 Manual de! ministro Votos ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Asf también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sf mismo se ama. Porque nadie aborreci6 ‘jamés a su propia came, sino que la sustentay lacuida, ‘como también Cristo ala iglesia, porque somos miem- bbros de su cuerpo, de su came y de sus huesos. Por esto dejard el hombre a su padre y a su madre, y se uniré a su mujer, y los dos serdn una sola came. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Por io demés, cada uno de ‘vosotros ame también a su mujer como a sf mismo; y Ja mujer respete a su marido” (Efesios 5:25-33). Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabia- ‘mente, dando honor a la mujer como a vaso més fréil, yy como a coherederas de la gracia de a vida, para que ‘vuestras oraciones no tengan estorbo” (1 Pedro 3:7). “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Seftor, porque el marido es cabeza de la mujer, asf como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Asf que, como la iglesia esté sujeta a Cristo, asf también las casadas lo estén a sus maridos en todo” (Efesios 5:22-24). “ Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vues- t1os maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de ‘sus esposas” (1 Pedro 3:1). Dirigiéndose al novio, e! ministro preguntaré: “nombre det novio), apromete usted delante de Dios y de estos tesigos, asf ‘como lo ha prometido ante las autoridades civiles, tomar a__(nombre de la novia) por su legti- sma esposa para vivir con ella, conforme a lo ordenado por Dios, en el santo estido del matrimonio? ;Promete amarla, honrarla, consolarla y protegerla en tiempo de Solemnizacién de! matrimonio 9 ‘enfermedad y de salud, en prosperidad y en adversi- dad, y mantenerse fiela ella mientras vivan los dos?” Elnovio respondera: “Si, lo prometo.” Dirigiéndose a la novia, el ministro preguntaré: (nombre de la novia), Epromete usted delante de Dios y de estos testigos, asf ‘como lo ha prometido ante las autoridades civiles, tomara (nombre del novio) por su Jegitimo esposo, para vivir con él, conforme a Io ‘ordenado por Dios, enel santo estado del matrimonio?

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