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Apuntes de clases UDLA

TEORÍA GENREAL DEL CONTRATO

Concepto y elementos del contrato


• Art. 1438 "Contrato o convención es un acto por el cual una parte se obliga para con otra a dar,
hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte puede ser una o muchas personas".
• Criticas a esta definición legal :
-incurre en el mismo error del precepto anterior, al enumerar la fuentes de las obligaciones, de confundir
el contrato con la convención. Los hace términos sinónimos.
Siguiendo a los autores franceses, Convención es el acto jurídico bilateral, o sea, todo acto jurídico en
que existe acuerdo de voluntades destinado a producir efectos jurídicos. Estos efectos pueden consistir
en crear, modificar o extinguir obligaciones. Cuando la convención tiene por objeto crear obligaciones,
pasa a llamarse contrato: aquéTodo contrato es una convencion, pero no toda convencion es un
contratolla es el género, el contrato, la especie ., p/e el pago es una convecion pero no un contrato
-La segunda crítica es más seria: siguiendo al Código francés que a su vez se inspiró en Pothier, el
precepto, al definir el contrato, más bien da un concepto de obligación, aludiendo a su máxima
clasificación en de dar, hacer o no hacer.

Elementos, o requisitos constitutivos del contrato

• Se debe distinguir entre:


• comunes a todos los contratos en cuanto ellos son actos jurídicos y
• los elementos propios de cada uno en particular.

Requisitos de todo contrato

• 1o. El acuerdo de voluntades de dos o más personas, y


• 2o. Que este acuerdo tenga la intención de crear obligaciones.
• Ahora bien, este acuerdo de voluntades está a su vez sometido a requisitos legales que enuncia
el Art. 1445, inc. 1o. "Para que una persona se obligue a otra por un acto de declaración de
voluntad, es necesario: 1o que sea legalmente capaz; 2o que consienta en dicho acto o declaración
y su consentimiento no adolezca de vicio; 3o que recaiga sobre un objeto lícito; 4o que tenga una
causa lícita".
• La doctrina más comúnmente aceptada entre nosotros clasifica estos elementos del acto jurídico
en requisitos de existencia y validez, mientras otros autores rechazan como arbitraria semejante
distinción en legislaciones que no establecen la inexistencia como sanción

• requisitos de existencia son:


• a) el consentimiento;
• b) el objeto;
• c) la causa, y d) las solemnidades; y
• los de validez:
• a) la ausencia de vicios en el consentimiento;
• b) la capacidad;
• c) el objeto lícito, y
• d) la causa lícita.
• Enunciados en general son: a) el consentimiento exento de vicios; b) la capacidad; c) el objeto,
d) la causa y e) las solemnidades.

Otros elementos del contrato y exclusión de algunas figuras de la categoría de tales

• algunos autores, cuyas opiniones recogen Códigos modernos, como el italiano, han establecido
otras condiciones para que un acuerdo de voluntades constituya contrato :
• 1o. Existencia de intereses contrapuestos;
• 2o. El contrato sólo rige situaciones transitorias de orden patrimonial;
• 3o. Para que exista contrato, las partes deben estar en situación de igualdad, lo que nos llevará a
decir algunas palabras respecto de los:
• 4o. Contratos de Derecho Público, y
• 5o. Contratos leyes.
Consentimiento exento de vicios.

• La voluntad en los actos jurídicos bilaterales toma el nombre de consentimiento.


• Su formación no fue reglamentada por el Código Civil, omisión salvada por el de Comercio en sus
Arts. 97 a 108, preceptos que la doctrina y jurisprudencia reconocen como aplicables a los
contratos civiles.
• Consta de dos etapas: la oferta que hace una persona a otra para celebrar un contrato, y la
aceptación de la otra parte.
• El legislador reglamenta el derecho del oferente a retirar la oferta y la extinción de ella; ésta se
produce por la retractación del oferente antes de la aceptación, quedando obligado a indemnizar
los daños sufridos por la persona a quien fue dirigida la oferta (Art. 100, C. Co.), y por la caducidad
en caso de muerte o incapacidad legal del proponente (Art. 101, C. Co.).

• Si el oferente se hubiere comprometido a esperar contestación o a no disponer del objeto del


contrato ofrecido sino después de desechada la oferta o transcurrido un término, no puede
retractarse de la oferta, y si se produce la aceptación, el consentimiento se forma de todas
maneras (Art. 99, C. Co.). Es ésta una disposición de mucho interés, porque se sostiene que es
un caso en que el deudor se obliga por su propia y sola voluntad, o sea, por declaración unilateral
• Respecto de la aceptación, el Código distingue según si la oferta ha sido verbal o escrita; en el
primer caso, debe darse en el acto de ser conocida por la persona a quien va dirigida (Art. 97, C.
Co.); la oferta por escrito debe ser aceptada o rechazada dentro de 24 horas si la persona que la
recibe estuviere en el mismo lugar que el proponente, o a vuelta de correo, si estuviere en otro
diverso (Art. 98, C. Co).
• En cuanto al lugar y momento en que se entiende formado el consentimiento, el Código distingue
entre presentes y entre ausentes; en el primer caso, se forma en el momento y lugar en que se
da la aceptación (Art. 97, C. Co.), y entre ausentes, nuestro legislador optó por la teoría de la
aceptación, o sea, el consentimiento se forma cuando y en el lugar en que el aceptante da su
conformidad, aunque no sea conocida por el oferente (Arts. 101 y 104, C. Co.). Por excepción,
para la donación el Art. 1412 del Código Civil acoge la doctrina del conocimiento: "mientras la
donación entre vivos no ha sido aceptada, y notificada la aceptación al donante, podrá éste
revocarla a su arbitrio".

• Para la validez del contrato, el consentimiento debe estar exento de vicios. Los vicios que pueden
afectarlo son: el error, la fuerza, el dolo y la lesión en los casos expresos en que el legislador la
establece, y que son: compraventa, y por ende, permuta, cláusula penal, aceptación de una
herencia o legado, partición, mutuo y anticresis.
• El error vicia el consentimiento en los casos de los Arts. 1453 a 1455: si recae sobre la especie
del contrato de que se trata, o sobre la identidad específica de la cosa, o en la sustancia o cualidad
esencial de ella, o en una accidental, si ésta ha sido determinante para la celebración del contrato
para alguna de las partes, y ello es sabido por la otra, o finalmente, si recae en la persona, cuando
la consideración de ésta ha sido la causa principal del contrato (contratos intuito personae ).
• La fuerza es vicio del consentimiento si es ilegítima, grave y determinante en la celebración del
contrato (Arts. 1456 y 1457), y el dolo, si es obra de una de las partes y determinante (Art. 1458).

Capacidad

• La capacidad puede ser de goce y de ejercicio; Incapacidad de goce general actualmente no


existen.
• Las incapacidades de ejercicio pueden ser:
-absolutas, en los casos del demente, impúber (art 26, menor de 12 años las mujer y menor de 14 años
los hombres. Dentro de los impúberes están los infantes que son menores de 7 años y sordo o sordomudo
que no puede darse a entender claramente, y
-relativas, tratándose del menor adulto ( art 1477, menores adultos son los púberes, es decir los
mayores de 12 años mujeres o mayores de 14 años los hombre pero ambos menores de 18 años) y del
disipador interdicto.

La intención de obligarse.

• intención de dar nacimiento a una obligación, lo que se expresa también de otro modo diciendo
que el consentimiento debe ser serio. O sea, con ánimo de producir efectos jurídicos
• Por tal razón, no hay obligación ni contrato en los que se contraen en broma, o en la oferta de
premio que hace el padre a su hijo si sale bien en algún examen, y en el llamado transporte
benévolo, esto es, cuando el con ductor de un vehículo acepta llevar a una persona gratuitamente,
Los elementos propios de cada contrato. Clasificación

• El Art. 1444 hace una clasificación, inspirada en Pothier, de los elementos que constituyen cada
tipo de contrato, diciendo que "se distinguen en cada contrato las cosas que son de su esencia,
las que son de su naturaleza, y las puramente accidentales".
• Los elementos que constituyen requisitos del contrato son los esenciales, pues sin ellos el contrato
no produce efecto alguno o degenera en otro diferente. El mismo precepto señala un ejemplo: la
cosa y el precio en la compraventa, y así, si no hay precio, habrá donación, si concurren los
elementos esenciales propios de este último contrato.
• Las cosas de la naturaleza y accidentales, o sea que no son esenciales en el contrato, pueden
faltar en él sin que por ello se vea afectado éste en su validez y eficacia.
• Las cosas de la naturaleza, según la disposición, son las que no siendo esenciales en el contrato
se entienden pertenecerle sin necesidad de una cláusula especial, como por ejemplo la obligación
que tiene el vendedor de sanear la evicción en la compraventa. Las partes pueden modificar esta
obligación, pero si nada dicen, rigen las normas supletorias dadas por el legislador para
establecerlas.
• Finalmente, son elementos accidentales en un contrato los que ni esencial ni naturalmente le
pertenecen, y que se agregan por medio de cláusulas especiales. Esto es, requieren una
manifestación expresa de voluntad, como por ejemplo ocurre por regla general en las modalidades
(No 490): condición, plazo, etc.
• Si falta un elemento de la naturaleza del contrato, rige ante el silencio de las partes la norma legal
supletoria. Debe tenerse presente, además, que de acuerdo al inc. 2o del Art. 1563: "las cláusulas
de uso común se presumen aunque no se expresen". La ausencia de cláusulas accidentales
significará que el contrato producirá sus efectos normales, sin variación de ninguna especie.

Otros elementos del contrato y exclusión de algunas figuras de la categoría de tales.

• otras condiciones para que un acuerdo de voluntades constituya contrato. En su mayoría estas
doctrinas provienen del Derecho Público. Estos requisitos implicarían la exclusión de la teoría del
contrato de una serie de los que habitualmente se han considerado tales
• 1º. Existencia de intereses contrapuestos
• 2o. El contrato sólo rige situaciones transitorias de orden patrimonial;
• 3o. Para que exista contrato, las partes deben estar en situación de igualdad, lo que nos llevará a
decir algunas palabras respecto de los:
• 4o. Contratos de Derecho Público, y
• 5o. Contratos leyes

Existencia de intereses contrapuestos.

• Para algunas opiniones no hay contrato sino cuando existen intereses contrapuestos entre las
partes.
• El principal de los contratos excluidos por este requisito es el de sociedad, ya que las partes
tienen un mismo objetivo: la obtención de utilidades. Igualmente resulta afectada la sociedad por
el requisito señalado en el número que sigue, pues, lejos de establecerse una situación transitoria,
se da nacimiento a una persona jurídica
• Todo ello es indudable: el funcionamiento de la sociedad escapa, en general, a la teoría del
contrato, pero su nacimiento es evidentemente un acto contractual, en que hay intereses
contrapuestos y nacen claramente obligaciones para las partes, como la de enterar los aportes.

El contrato sólo rige situaciones transitorias de orden patrimonial

• De allí que se excluya del campo del contrato a aquellos que dan origen a una situación
permanente, como ocurre con la ya citada sociedad, el matrimonio, la adopción, el contrato de
trabajo, etc.
• Esta tesis está muy unida a la teoría de la institución, pero aun aceptándola no puede negarse que
es el contrato el que coloca a las partes dentro de la institución, pues hay un acuerdo de voluntades
que origina obligaciones.
• Mucho de cierto tiene, en cambio, la tesis de que los actos de familia que no tienen un objeto
directamente patrimonial no son contratos, como ocurre con los citados del matrimonio y la
adopción; es indiscutible en todo caso que sí lo son las convenciones que puedan recaer sobre las
consecuencias pecuniarias de los actos de familia, como ocurre con las convenciones
matrimoniales en cuanto creen obligaciones. Nuestro Código concibe el matrimonio como contrato
(Art. 102); la Ley de Adopción No 7.613, de 21 de octubre de 1943, más moderna, lo definió como
"acto jurídico" y no como contrato, pero fue derogada por la actual Ley de Adopción No 19.620,
de 5 de agosto de 1999. Aunque en la actual adopción hay voluntad en los adoptantes, ella no
tiene nada de contractual.

La igualdad de las partes.

• convenio no deriva de la libre discusión de los contratantes, sino de la imposición unilateral de


una de ellas o de la autoridad, de manera que a la otra no le quedan sino dos alternativas:
someterse a las condiciones que se le imponen o abstenerse. Esta doctrina niega el carácter de
contratos a los llamados de adhesión y dirigidos que se comentaron en la clasificación de los
contratos y del principio de la autonomía de la voluntad
• relacionado con los contratos de derecho público

Los contratos de Derecho Público.

• la igualdad entre las partes, lleva a numerosos autores a negar la categoría de contratos a los que
celebra el Estado con los particulares.
• La doctrina clásica en materia de relaciones del Estado con los particulares, hoy abandonada en
el extranjero, pero que entre nosotros sigue aún utilizándose, hace una distinción fundamental
entre actos de autoridad o poder, y de gestión que tiene importancia tambien en la
responsabilidad extracontractual del Estado
• En los actos de autoridad, el Estado actúa premunido de una personalidad de Derecho Público, e
investido del poder que le otorga la soberanía; en virtud de su poder el Estado se impone a los
particulares, mediante leyes, decretos, resoluciones, etc. Por tal razón, la expropiación es un acto
de autoridad y no un contrato

• Esta teoría supone que, además de la personalidad de Derecho Público, el Estado tiene otra de
Derecho Privado para efectuar actos comunes en las mismas condiciones que cualquier particular
• La doctrina de la doble personalidad del Estado no es aceptada actualmente por los tratadistas del
ramo, quienes sostienen que ella es una sola, siempre de Derecho Público, sin perjuicio de que,
por así decirlo, la rebaje para colocarse en igualdad con los particulares a fin de contratar con
ellos. Aquí cabrían los contratos privados del Estado, como los ejemplos citados anteriormente, y
que no deben confundirse con los administrativos, como el que encarga a un particular la
construcción de una obra pública, la concesión, etc

• En general, en el otorgamiento del contrato de Derecho Público hay dos etapas, una
exclusivamente administrativa, y en la que se cumple con la propia reglamentación interna
para que la autoridad a quien corresponda pueda otorgar posteriormente el contrato
administrativo mismo. Esto se traducirá en una resolución, decreto, etc., pero en todo caso es
un acto interno de la autoridad pública, y posteriormente se procede a otorgar algún instrumento
en que se deja constancia con el particular u otra entidad participante de las condiciones en que
se ejecutará lo acordado.
• Ello ha llevado a sostener a autores alemanes e italianos (discutible) que en los llamados contratos
de Derecho Público no hay contrato sino un acto unilateral del Estado, al cual se adhiere
por otro acto unilateral el particular, y sólo reconocen, sin embargo, el carácter de contrato cuando
ambas partes son entidades públicas.

Los contratos administrativos ante la Constitución de 1980. La concesión

• La jurisprudencia ha estimado que los derechos que una parte tiene en virtud de un contrato son
bienes incorporales y por lo tanto protegidos por la Constitución
• En consecuencia, también en los derechos emanados del contrato administrativo la contraparte
privada tiene un derecho protegido por la Constitución. (reforzamiento del derecho de propiedad)
• sigue teniendo importancia para muchos efectos distinguir si estamos ante un contrato
administrativo o de Derecho Privado. El contrato administrativo es un acuerdo de voluntades en
que participa el Estado o algunos de los entes jurídicos que lo integran en el ejercicio de su función
administrativa con otro ente también estatal o particular y destinado a producir los efectos
jurídicos que se convienen en él y regulado en la legislación respectiva.
• La Corte Suprema declaró que el contrato administrativo o público se caracteriza por ser su objeto
inmediato el servicio o necesidad pública, en el que la Administración se halla, por razones de
interés colectivo, en un plano superior respecto a los administrados. Pero aun en estos contratos,
el particular no puede experimentar un menoscabo de su patrimonio, si se demuestra que por la
actividad de la Administración sufre aquél ese perjuicio económico. 47
• Dentro de los actos administrativos, uno de los más frecuentes y que genera mayores conflictos
es el de la concesión, que se define como "un acto de Derecho Público mediante el cual un
organismo público entrega a un particular la explotación de un bien de su propiedad o la
explotación de un servicio público".

Los contratos leyes.

• concepto sumamente discutido y discutible, en que van envueltos no sólo criterios jurídicos, sino
problemas políticos y económicos; entre nosotros es una construcción netamente jurisprudencial.
• “Son Los acuerdos, convenios o convenciones legales que tienen por objeto garantizar por el
Estado el otorgamiento de franquicias a terceros con los cuales conviene en la ejecución de actos
de interés general.”
• Pero posteriormente el Estado cambia de opinión y pretende derogar unilateralmente las
franquicias concedidas. Frente a esta tentativa, la Corte Suprema, bajo la vigencia de la
Constitución de 1925, construyó la tesis de la existencia de los contratos leyes que otorgarían al
particular un derecho adquirido, de propiedad, y, en consecuencia, la revocación unilateral por ley
de las franquicias concedidas habría importado una violación del Art. 10, No 10 de dicha
Constitución
• caso muy representativo es el Art. 18 del D.F.L. No 2, del año 1959 (vulgarmente llamado "Plan
Habitacional"), cuyo texto definitivo se contiene en el D.S. de Obras Públicas No 1.101, publicado
en el Diario Oficial de 18 de julio de 1960. Según dicho precepto, el permiso de edificación de
"vivienda económica" acogida a las disposiciones de dicho D.F.L., será reducido a escritura pública
que firmarán el Tesorero Comunal respectivo en representación del Estado y el interesado, y esta
escritura tendrá el carácter de un "contrato", en cuya virtud las franquicias, exenciones y
beneficios que concede la ley no se pierden "no obstante cualquier modificación posterior que
puedan sufrir parcial o totalmente las disposiciones referidas".
• Don Eduardo Novoa Monreal, en comentario a una de las sentencias citadas, criticó esta
concepción en base a dos argumentos principales:
• 1o. Consideró con justa razón que se ha asimilado al Derecho Privado y resuelto conforme a sus
principios una materia en que por ir involucrada la soberanía y autoridad del Estado para legislar,
imponer tributos, etc., pertenece totalmente al Derecho Público; no puede, pues, en su
opinión, asimilarse a un contrato bilateral de
• Derecho Común y, en cambio, debe encararse conforme a los principios de aquel Derecho en
que el interés general prima sobre el individual.
• 2o. En Derecho Público puede hacerse únicamente aquello que está expresamente
autorizado. Pues bien, la Constitución de 1925 en parte alguna aceptaba que, ni aun por
vía legislativa, el Estado pudiera autolimitar sus prerrogativas constitucionales para
imponer tributos, modificar y derogar leyes, etcétera.
• Y cuando estos contratos leyes son de plazo indefinido o por largos términos, importan una
verdadera enajenación de la soberanía.
Para el profesor Abeliuk, Tiene toda la razón el profesor Novoa de que esta materia debe resolverse
en conformidad al Derecho Público. Sin embargo, el primer argumento es relativo, porque más
bien constituye una crítica a los gobiernos que otorgaron dichas franquicias, especialmente si ellas
son sin limitación en el tiempo. Y en cuanto al segundo argumento, tampoco la Constitución
original de 1925, permitía la delegación de facultades del Congreso al Presidente de la República
para dictar D.F.L., y sin embargo ellos eran muy frecuentes, y aceptados unánimemente.
• El punto era, pues, muy discutible.
• La Ley No 17.450, de 16 de junio de 1971 (que nacionalizó la Gran Minería), introdujo dos incisos
finales al Art. 10 No 10 de la Constitución de 1925, recogiendo las ideas del profesor Novoa: "En
los casos que el Estado o sus organismos hayan celebrado o celebren con la debida autorización
o aprobación de la ley, contratos o convenciones de cualquier clase en que se comprometan a
mantener en favor de particulares determinados regímenes legales de excepción o tratamientos
administrativos especiales, éstos podrán ser modificados o extinguidos por la ley cuando lo exija
el interés nacional".
• "En casos calificados, cuando se produzca como consecuencia de la aplicación del inciso anterior,
un perjuicio directo, actual y efectivo, la ley podrá disponer una compensación a los afectados".
• La Constitución actual no mantuvo esta disposición, y bajo su vigencia no ha habido discusión
sobre los contratos leyes. Los cambios en la reglamentación del derecho de propiedad (Art. 19,
No 24) y el recurso de protección le han restado la importancia que llegaron a tener. Sin embargo,
la Corte de Apelaciones de Santiago, en sentencia de 15 de septiembre de 2003, ha declarado que
el contrato de inversión extranjera que el Estado de Chile celebra con inversionistas extranjeros
al amparo del D.L. No 600, de
• 1974, constituye un contrato ley.
CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS

A) Clasificaciones del Código:


1) Contrato uni y bilateral
2) Contrato gratuitos y onerosos
3) Consensuales, reales y solemnes
4) Principales y accesorios

B) Clasificaciones de la doctrina(agrega):
1) preparatorios y definitivos;
2) de libre discusión y de adhesión;
3) colectivos e individuales;
4) de ejecución instantánea y sucesiva, y
5) nominados e innominados

C) Otras categorías de contratos. Enunciación.


1). Contratos traslaticios de dominio y derechos reales;
2). Contrato a favor de tercero y promesa de hecho ajeno;
3). El autocontrato;
4). El contrato por persona a nombrar, y

5). Los contratos de procedencia extranjera:


- La difusión del contrato de opción
- El joint venture;
- El contrato de leasing;
- El contrato de factoring;
- Los contratos de tecnología;
- La tarjeta de crédito.

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