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“Hay que salvar a Venezuela. Nadie es tan fuerte que pueda salvarla solo, ante
la indiferencia de los demás (…) nunca he dudado, a pesar de tantos tropiezos
de que los venezolanos seamos capaces de semejante empresa….” (Uslar,
1949, p.14)
Estas sentidas palabras las escribe el personaje al que me voy a referir en este
ensayo. Palabras escritas en 1946, en el exilio, cuando Venezuela se debatía
entre gobiernos civiles o militares. Palabras muy oportunas y vigentes, para el
caso que vivimos los venezolanos hoy día, sesenta y nueve años después.
Sin duda, fue un individuo culto, amante del estudio de nuevas corrientes y
pensamientos, de crear ideas, debatirlas, trabajarlas, compartirlas. Repasando
la historia de su vida, este personaje tuvo dos grandes pasiones: la literatura y
la política.
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En 1929, obtiene los títulos de Dr. en Ciencias Políticas (UCV, Julio) y Abogado
(Corte Suprema Dto. Federal, Agosto). Ese mismo año se muda a París,
trabajando en la legación venezolana, como agregado civil, hasta 1934. Este
cargo, le permite aumentar aún más su cultura y visión del mundo, con nuevas
lecturas, compartiendo con intelectuales de diferentes corrientes de
pensamiento, viajando, escribiendo. Velásquez (1976) refiere que mientras
Uslar escribía sus obras, compartía sus avances con escritores amigos de la
talla de Alejo Carpentier y Miguel Ángel Asturias, lo que dice mucho de su
círculo de amistades.
En 1931 se publica en Madrid una de sus más destacadas obras “Las Lanzas
Coloradas”, donde Uslar retrata la violencia propia de una guerra: la guerra de
independencia venezolana. Se consideró una novela histórica, pues se
desmarca del folklorismo de la novela tradicional venezolana. (Polanco, 2002)
El tema petrolero siempre fue constante en sus escritos “De una a otra
Venezuela” (1951), “El petróleo en Venezuela” (1955) son algunos ejemplos.
Cabe resaltar un episodio que ocurre en mayo de 1963: se televisa un debate
entre Uslar y el entonces ministro de Minas e Hidrocarburos, Juan Pablo Pérez
Alfonzo (considerado el padre de la OPEP, en 1960) en el que Uslar se opone
a la intención de dar por terminadas las concesiones petroleras en Venezuela.
¿Por qué lo destaco? Porque es un hecho sin duda imposible de repetir en la
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Venezuela actual (por la calidad de los participantes en el debate y por la libre y
respetada expresión de ideas). ¡Ese debate debió ser una lucha de titanes
intelectuales, sin duda alguna!
Por las fechas en que ejerció los cargos, entendemos que a pesar de ser civil,
supo desempeñarse en gobiernos militares. A lo largo de su vida compartió con
civiles y militares por igual. Al respecto, Arráiz (2005) indica “En todos estos
cargos, que Uslar desempeñó con su característica eficiencia, participó en
importantes decisiones y acciones que contribuyeron a configurar una nueva
etapa en la vida republicana de nuestra nación. Por ejemplo, estando en la
Cancillería, como Director de Política Económica, promueve la negociación del
primer Tratado Comercial con Estados Unidos” (p. 42)
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hasta 1953, cuando se niega a participar en el desfile de la “semana de la
Patria” que obligaba el gobierno dictatorial de Pérez Jiménez. (Muy parecido a
ciertas “obligaciones” actuales)
Al caer la dictadura, Uslar vuelve a la política, esta vez como Senador electo
por el Distrito Federal, luego se lanza como candidato presidencial para 1963,
obteniendo el 16,1% de los votos. Funda en 1964 el Frente Nacional
Democrático (FDN), siendo reelecto como Senador consecutivamente hasta
1973, cuando se retira de la actividad político partidista.
Desde 1969 hasta 1971 ejerce como Director del diario El Nacional y recibe
premios importantes, entre muchos, se destacan: Premio nacional de
periodismo y Premio Hispanoamericano de prensa Miguel de Cervantes (1971).
En 1972 publica un compendio de poemas, bajo el nombre de “Manoa”
(nombre del Auditorio de la CELAUP)
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En 1998 publica su último artículo en la sección “Pizarrón”, anunciando su retiro
como escritor.
Esta opinión no puede considerarse como una simple invención profética. Nos
parecemos mucho a eso. Y quizá como decía Uslar era predecible. No solo por
la dependencia de un único recurso (petróleo) sino por el uso inadecuado que
han hecho de estas bondades los sucesivos gobiernos. Quizá la abundancia de
recursos y la ambición los llevó a este derroche y ahora vivimos las
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consecuencias del festín: el país en ruinas económicas y morales. Pero ese
sería otro tema.
Revisión Bibliográfica
Fundación Casa Uslar Pietri (2018) Obras y Publicaciones de Arturo Uslar Pietri
[Página web en línea] disponibles en: http://casauslarpietri.org/obras-y-
publicaciones/,
Fundación Casa Uslar Pietri (2018) Biografía de Arturo Uslar Pietri [Página web
en línea] disponible en: http://casauslarpietri.org/biografia/
Medina, R.; Becco, H. (1998). Arturo Uslar Pietri Nuevo Mundo Mundo
Nuevo. Caracas: Biblioteca Ayacucho.