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ANALISISSOBRE LAS SITUACIONES CRITICAS

Y/OCONFLICTIVASTERRITORIALMENTELOCALIZADAS Y SU
TRATAMIENTODEMOCRATICO

(ENSAYO)

POR:

YEISON GIOVANNI PEREZ OSPINA


CODIGO: 094950212012

PRESENTADO A:
Tutor
Dr. FABIO SANDOVAL

UNIVERSIDAD DEL TOLIMA


FACULTAD DE CIENCIAS HUIMANAS Y ARTES
MAESTRIA EN TERRITORIO CONFLICTO Y CULTURA
MODULO DE PROBLEMAS DEL CONFLICTO II SEMESTRE
IBAGUE – TOLIMA
2012
ANALISISSOBRE LAS SITUACIONES CRITICAS
Y/OCONFLICTIVASTERRITORIALMENTELOCALIZADAS Y SU
TRATAMIENTODEMOCRATICO

(ENSAYO)

“El presente muestra cómo antaño, por falta de recursos


y de conocimientos, no se supo y por consiguiente, no se pudo dar
con soluciones a conflictos que en la actualidad están más que superados”

Luis Gabriel Carrillo Navas

El texto del Dr. FABIO SANDOVAL, nos deja claridad sobre los conceptos
de violencia y guerra, ya que de tanto uso común e indiferenciado entre ellos
se han convertido como si fueran “sinónimos”.

El viernes 19 de abril de 2013, en las instalaciones del a Escuela Normal


Superior de Ibagué, los estudiantes del VI Cohorte de la Maestría en
Territorio, Conflicto y Cultura de la Facultad de Ciencias Humanas y Artes, en
la finalización del módulo de problemas del conflicto, realizamos un análisis
muy respetuoso sobre el texto en mención del Dr. FABIO SANDOVAL,
llegando a unas conclusiones, las cuales espero detallar concisamente a
continuación:

ANALISIS EN MATERIA DE VIOLENCIA Y GUERRA

La violenciaque venimos sufriendo diariamente, se caracteriza básicamente


como por ejemplo: por el no respeto de las reglas, no respeto de una fila en
cualquier entidad, maltrato en el transporte público, la larga espera para ser
atendido en los hospitales, cuando nos mostramos indiferentes al sufrimiento
humano, los problemas de seguridad ciudadana y accidentes. Todos
aportamos y vamos siendo parte de una lucha cuyo escenario se convierte
en una selva urbana.

La noción de guerra está relacionada con términos como: combate, batalla,


lucha, pelea o enfrentamiento, pero en general, todos estos conceptos son
intercambiables y sinónimos, aunque cada uno tiene un uso específico que le
sienta mejor. Por ejemplo, es correcto hablar sobre un “combate entre
boxeadores”, pero no de una “guerra entre boxeadores”.

Guerra se refiere, en su uso más habitual, a la lucha armada o conflicto


bélico entre dos o más naciones o bandos. Esto implica el rompimiento de un
estado de paz, que da paso a un enfrentamiento con todo tipo de armas y
que suele generar un elevado número de muertes.

Es inevitable que este acompañamiento llegue a deformar esas prácticas que


consideramos regulares o que se encuentran formalmente estatuidas, pero
nohasta el punto de hacerlas irreconocibles, a sustituirlas. Por ejemplo, si se
habla deviolencia familiar, porque la violencia acompaña las relaciones y
prácticasfamiliares que consideramos regulares; si de la violencia callejera,
porqueacompaña o interviene en las acciones que las gentes regularmente
llevan a caboen las calles; y si se trata de la violencia económica o de la
política, para hablar dela violencia que acompaña a las prácticas económicas
y políticas respectivamenteinstitucionalizadas, etc.,1

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SOBRE LAS SITUACIONES CRITICAS Y/O CONFLICTIVAS TERRITORIALMENTE LOCALIZADAS
Y SU TRATAMIENTO DEMOCRATICO – Dr. Fabio Sandoval – Pag. 3
Lo contrario a si hablamos de la guerra, ya que en esta, no hay tal
acompañamiento, sino que se tratade la violencia social en su forma pura y
con sus propias leyes. Cuando se da laguerra, se invierte la situación;
entonces todas las prácticas sociales regularesterminan condicionándose a
la guerra, aún si permanecen como tales. Cuandoesto sucede, más bien
habría que hablar de que la economía se organiza teniendoen cuenta la
determinación que sobre ella lleva a cabo la guerra; y lo mismo si dela
política se trata. Es decir que la guerra subordina y condiciona todo lo
demás.Ahora bien, a la guerra no se llega por el desarrollo gradual de las
formas deviolencia, sino por la decisión de hacer la guerra como un medio
para laconsecución de unos determinados fines. De todas maneras se hace
necesariotener presente que, a diferencia de otras formas de violencia, la
violencia políticasi bien no conduce necesariamente a la guerra, sí puede
llegar a constituir sumejor “caldo de cultivo”. Además, aun cuando las
distintas formas de violenciatienen una multiplicidad de causas, no cabe duda
que la violencia políticaconstituye su fundamento, en cuanto ataca la matriz,
el “pegante” de todoordenamiento social, por lo menos desde la aparición del
Estado moderno.2

La noción de guerra está relacionada con términos como: combate, batalla,


lucha, pelea o enfrentamiento. En general, todos estos conceptos son
intercambiables y sinónimos, aunque cada uno tiene un uso específico que le
sienta mejor. Por ejemplo, es correcto hablar sobre un “combate entre
boxeadores”, pero no de una “guerra entre boxeadores”.

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SOBRE LAS SITUACIONES CRITICAS Y/O CONFLICTIVAS TERRITORIALMENTE LOCALIZADAS
Y SU TRATAMIENTO DEMOCRATICO – Dr. Fabio Sandoval – Pag. 3
Guerra se refiere, en su uso más habitual, a la lucha armada o conflicto
bélico entre dos o más naciones o bandos. Esto implica el rompimiento de un
estado de paz, que da paso a un enfrentamiento con todo tipo de armas y
que suele generar un elevado número de muertes.

Colombia se ha venido hundiendo en un mar de pesimismo. Al peso de un


conflicto interno (o mejor,de varios conflictos) que no encuentra salidas
pacíficas, pese a esfuerzos de negociación impulsadospor los últimos cinco
Presidentes de la República y por diversas organizaciones de la sociedad
civil, y alos efectos acumulados de la enorme degradación que ha generado
el narcotráfico en las formas de losconflictos y en la sociedad colombiana en
general, se unió en años recientes la peor crisis económicadesde los años
treinta. Ante esta realidad, nos hemos inmerso en una catarsis colectiva, en
múltiplesformas de polarización y en esfuerzos inquisidores desconocidos en
varias décadas de vida nacional.

La conjunción de viejos y nuevos problemas, algunos similares a los que


enfrentan otros paíseslatinoamericanos, las excesivas desigualdades
sociales, la incapacidad de los sistemas políticos decanalizar las demandas
sociales, la falta de conciencia de “lo público” y otros más
específicamentecolombianos el peso del narcotráfico y la fragmentación del
poder sin mecanismos apropiados degobernabilidad democrática, explican
por qué la convivencia se ha erosionado hasta llegar a lasfronteras de
nuestra inviabilidad como sociedad. La crisis económica revela, asimismo,
elementoscomunes con otros países --patrones de manejo económico que
reproducen en vez de corregir laexcesiva vulnerabilidad frente a los ciclos de
financiamiento externo y un ajuste insuficiente ante laapertura económica y
otros más específicamente nuestros (al menos en épocas recientes) la crisis
de crecimiento del Estado.
Al mismo tiempo, nuestra sociedad y nuestra economía tienen, sin duda,
reservas importantespara enfrentar los inmensos desafíos actuales. Nuestra
diversidad, que hoy aparece como un obstáculopara la convivencia, es, al
mismo tiempo, la fuente de nuestra riqueza democrática, que se expresa en
lafuerte tradición republicana y en la capacidad para abrir nuevos canales
democráticos en nuestrareciente carta política. En cierto sentido, no es la
falta sino el desbordamiento de la vitalidad nacional,íntimamente asociada a
la diversidad, lo que explica nuestra situación actual y de ella
debemosnutrirnos para encontrar los elementos para avanzar. Los avances,
ciertamente ambivalentes y ahora enriesgo, que logramos en materia social
en la década de los noventa, la ampliación de la coberturaeducativa, de la
seguridad social y de los servicios públicos, demuestran que la apuesta de
laConstitución de 1991 a una mayor presencia del Estado como instrumento
para corregir los rezagossociales, aunque debe ser más integral y sostenible,
puede dar frutos en períodos breves.

De hecho, los años noventa deben ser vistos en Colombia como un intento
por cambiar elrumbo, combinando los esfuerzos por poner a tono nuestra
economía con el proceso de globalización,con acciones orientadas a
extender los servicios sociales a grupos más amplios y a profundizar
nuestrademocracia. Visto como un todo, este fue un experimento ambicioso,
que respondía, además, al retocentral que enfrentan todas las sociedades de
hoy: cómo hacer compatible la modernizacióneconómica, en la era de la
globalización, con equidad social y democracia. Sin embargo, como
muchospaíses, y quizás el mundo entero, hemos enfrentado serias
dificultades para conciliar estos múltiplesobjetivos.
La solución a la crisis que enfrentamos no consiste, por lo tanto, en eliminar
alguno de loselementos de este complejo reto, sino en encontrar la forma de
hacerlos compatibles. En este sentido,los desafíos que enfrentamos a
comienzos del siglo XXI no son muy diferentes a los que se plantearonhace
una década, y que han resultado tan esquivos hasta ahora. Sin embargo, en
la medida en que lasredes de cohesión social se han venido erosionando a
un ritmo acelerado, habrá que agregar esfuerzosadicionales orientados a
reconstruir dichas redes, a “formar sociedad”. Y, todavía más, todo ello no
seráposible sin lograr avances sustanciales en la lucha contra el narcotráfico,
en estrecha colaboración conla comunidad internacional.

El propósito de este ensayo y conforme a la teoría planteada por el Dr.


FABIO SANDOVAL es, por lo tanto, contribuir al debate de cómo hacer
compatiblesdesarrollo económico, equidad y democracia en la Colombia de
hoy. Este es, sin duda, un retocomplejo, pero tenemos los medios para
enfrentarlo y de nuestra capacidad para hacerlo dependenuestro futuro como
sociedad.
BIBLIOGRAFIA

 SOBRE LAS SITUACIONES CRITICAS Y/O CONFLICTIVAS


TERRITORIALMENTE LOCALIZADAS Y SU TRATAMIENTO
DEMOCRATICO – Dr. Fabio Sandoval.

 Ottone, Ernesto y Ana Sojo (Eds.). (2007). Cohesión social: inclusión y


sentido de pertenenciaen América Latina y el Caribe. Santiago de Chile:
CEPAL

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