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Los pasos de esta técnica pueden variar de un lugar a otro dependiendo de los
tratamientos adicionales que se quieran realizar o del método empleado por el
esteticista. No obstante, en general sucede lo siguiente:
10. Por último, se aplica una hidratante con filtro solar que genera una
barrera protectora contra la contaminación y los rayos UVB y UVA.
Son ideales para abrir los poros de tu cutis antes de la exfoliación. De esta manera
logras un mejor aprovechamiento del exfoliante, dado que penetra con mayor
profundidad en tu piel obteniendo mejores resultados.
Hoy en día las vaporizaciones son muy utilizadas en centros de belleza y estética
como técnica de relajación, limpieza de impurezas del cuerpo y mejora de la
textura de la piel. Sin embargo, no siempre necesitas ir a un spa para consentir tu
piel con esta valiosa técnica. A continuación, te voy a contar algunos de sus
beneficios y cómo puedes realizarla en tu casa.
El uso del vapor es una forma muy económica y eficaz de limpiar tu piel. Ayuda a
mejorar la circulación en tus tejidos cutáneos, razón por la cual tu rostro luce más
radiante. Si te realizas una limpieza facial profunda, la vaporización normalmente
se realiza antes de la exfoliación y extracción de impurezas, porque al abrir los
poros se facilita la limpieza del cutis sin maltratar tanto tu piel.
Adicionalmente, la combinación del calor del vapor con las hierbas, flores y aceites
esenciales, humectan intensamente tu cutis, generan un efecto antibacterial y
estimulan los procesos nerviosos y de secreción de tu piel.
Estos baños de vapor son muy apropiados para pieles grasas o con tendencia al
acné. No son muy recomendados para pieles secas o sensibles que presenten
enrojecimiento o venas rotas, porque el calor puede irritarlas o secarlas más. Si
tienes una piel normal o grasa puedes realizarte vaporizaciones 1 o 2 veces por
semana. Si tienes piel seca es preferible 1 vez cada 2 semanas.
1. Para hacerlo en casa primero debes limpiar tu rostro con tu rutina normal.
Luego, colocas a hervir aproximadamente 1,5 litros de agua, la retiras del fuego y la
colocas en un recipiente agregando las hierbas que desees (también lo puedes hacer
solo con agua).
2. Debes proteger tus ojos, labios y áreas sensibles de tu cara con una crema
protectora o hidrante. Verificas que el vapor no se encuentre muy caliente y te inclinas
sobre el recipiente con la cara a una distancia de 20 centímetros del agua caliente. Te
colocas una toalla sobre la cabeza y el recipiente para recoger todo el vapor
ascendente.
Vaporiza tu cutis entre 3 a 8 minutos máximo. Evita permanecer mucho tiempo en
el vapor porque podrías deshidratar tu piel. Si lo tienes, puedes utilizar el aparato
vaporizador.
3. Al retirarte, enjuaga tu rostro con agua tibia y luego fría. Sécate con suavidad.
Cuando tengas el agua hervida (entre 1,5 y 2 litros), mezcla los siguientes
ingredientes: 1 cucharadita de romero deshidratado, 1 de hojas de menta
deshidratada, 1 de semillas de hinojo deshidratadas y molidas, 1 de albahaca
dulce deshidratada. ¡Deja reposar 5 minutos y listo!
Si tienes piel muy sensible o definitivamente no logras sentarte con la cara directo
hacia el vapor porque tienes dificultades respiratorias, puedes utilizar esta
compresa facial.
Deja actuar la compresa facial durante 10 o 15 minutos y enjuaga con agua tibia.